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martes, 29 de mayo de 2012

martes, 29 de mayo de 2012

Querida Shizuru - Cap.2


Por fin publicaremos este capítulo, que se había traspapelado por ahí... todo llega, todo llega...

Querida Shizuru
Capítulo 2
by Kaon Sama

-te dije que no fueras- la riño el anciano pero la chica pareció no inmutarse.
-no me iba a quedar con los brazos cruzados viendo como destruían mi pueblo mientras los militares descansaban plácidamente-
-ellos nos están ayudando- el hombre parecía bastante molesto.
-pues yo no vi que ninguno de ellos persiguiera a los atacantes, solo yo me atreví a hacerlo-
-yo ordene al capitán que no los enviara. No era necesario si la prioridad era proteger a las personas no había razón para que salieran de la ciudad-


-la razón es que necesitamos saber donde se esconden y capturar a alguno para obtener información-
-salir al bosque de noche es casi un suicidio, además, te dije que no quiero que arriesgues tu vida así Shizuru, debes superar el pasado de una vez o algo malo te pasara-
-lo hago porque quiero y no tienes derecho a prohibírmelo, no eres mi padre-
No permitió ni una palabra más y se fue caminando, sabía que su abuelo no la perseguiría.
-Shizuru! No quiero que vuelvas a hacerlo! Me escuchaste?- no fue tras ella, sería una pérdida de tiempo y solo discutirían mas- Señor Yuichi, la próxima vez haga hasta lo imposible para evitar que cruce los muros o tendré que buscar otro capitán de guardia-
-le aseguro que no se repetirá señor-
-venga conmigo capitán Kanzaki-
-asegúrense de que el fuego se apague y después vayan a dormir señores- ordeno el capitán a los oficiales.
Yuki se había quedado petrificado en su lugar, presa de aquella discusión, de cada palabra que la chica decía, de cada gesto y cada mirada. Esa mujer de fuerte voluntad que atentaba contra las costumbre y contra todo aquello establecido la había dejado sorprendida.
Aun cuando dejaron los campos de Fuuka y se dirigieron a la casa principal, el pensamiento seguía en su cabeza. Tenía que conocerla, tenía que saber los motivos de su odio y voluntad.
-Parece que esa chica te dejo sorprendido hombre, me pregunto qué te haría?- comento Takeda poniendo una mirada sugestiva.
-no seas mal pensado, yo ni siquiera sabía que era chica-
-a no?- pregunto sorprendido.
-tú ya lo sabías?-
-claro, desde que pelee contra ella esta mañana. Es obvio por cómo se mueve y camina, además por su voz, se escucha un poco gruesa por la máscara pero aun así es fácil distinguir-
-vaya hombre, sabes mas de mujeres de lo que deberías- comento poniéndose un poco nerviosa
Los jardines de la casa parecían bastante pacíficos. No podían sentir la presencia de los guardias así que Yuki asumió que estarían en reunión con el jefe Fujino, descansando o vigilando los alrededores.
Entraron cada uno a su habitación.
Yuki se quito la armadura y curo la herida de su hombro que estaba bastante profunda y no dejaba de sangrar. Aplico algunas hierbas medicinales, luego una venda y eso detuvo la hemorragia. Después de eso fue a la cama esperando poder dormir plácidamente esa noche y aprovecharse de la hospitalidad ofrecida por su anfitrión. Dormito tal vez por unos minutos pero el sueño profundo parecía no querer dejarla, no podía abandonar el estado de alerta permanente que había permanecido latente los últimos meses.
Se levanto lentamente. No sabía cuánto tiempo había pasado desde que entro a la habitación. Salió por la puerta del otro lado que daba a los jardines. La brisa fría le dio en la cara.
Camino por un tiempo en los jardines, entre los árboles. Sabía que nadie lo veía pues no sentía la presencia de los guardias. Seguramente estaban descansando o en reunión con el jefe Fujino.
Llego hasta el pequeño lago y se sentó cerca observando el reflejo de la luna sobre el agua.
-deberías descansar- escucho una vos a un costado.
Volteo lentamente al reconocer la vos. La chica estaba a unos metros de distancia, parecía confundida por alguna razón. Llevaba puesta una bata larga color beige y el cabello castaño agarrado en una coleta que dejaba caer algunos mechones ondulados sobre su rostro. Se veía totalmente diferente con aquel atuendo ya que las dos primeras veces la había visto con el uniforme negro de guardia.
-no puedo dormir- contesto.
-como esta tu herida?-
-muy bien, gracias por preocuparse-
-no debiste ir detrás de mí, yo sola podía cuidarme-
-estaba recibiendo órdenes-
-es lo malo de los militares, no tienen criterio propio-
-no entiendo porque nos tienes tanto odio-
-no espero que lo entiendas, no es que sea asunto tuyo-
A Yuki le pareció que era mejor dejar a la chica sola, ya que con esa actitud defensiva que había tomado, nunca lograría nada, ni saber sus motivos ni mucho menos entenderla.
-iré a dormir, buenas noches señorita Shizuru-
La chica no contesto, así que el joven soldado se dirigió a su habitación e intento descansar, sabiendo que le esperaba un día muy agitado.
------------
Al día siguiente a primera hora fueron convocados los 3 oficiales a una reunión con el jefe Fujino y el capitán de la guardia.
-se que todos ya están enterados de los acontecimientos sucedidos la noche anterior- comenzó a hablar el jefe Fujino rodeado por los 3 oficiales, los demás ancianos del consejo, el jefe de guardias y su nieta Shizuru- y quiero disculparme ante todos por el comportamiento de mi nieta- la joven mantuvo la mirada erguida en señal de su escaso arrepentimiento.
Las disculpas por parte del jefe continuaron por unos minutos mas, hasta que comenzaron con las explicaciones de las defensas y dieron las excusas para no contraatacar, lo cual puso una expresión de desden en el rostro de Shizuru.
-solo planeamos quedarnos aquí una semana, mientras reforzamos nuestros y armamentos y entrenamos. Estamos a aproximadamente 50 kilómetros de la ciudad imperial y esperaremos la llegada del segundo capitán en la misión, durante ese tiempo aremos lo que podamos para ayudarlos con esta amenaza- anuncio el capitán Kanzaki.
-nuestro objetivo no es perjudicarlos, sino lo contrario, es por eso que estamos aquí, si nos están dando asilo y nos permiten abastecernos en sus tierras lo menos que podemos hacer es ayudar a la protección del pueblo durante nuestra estancia- intervino Yuki pero no veía hacia los ojos del jefe sino a los de la chica que estaba al lado de el.
-y el pueblo les agrádese su apoyo, capitán, sargento, créannos que es un honor para nosotros poder contribuir al ataque para la liberación de nuestra ciudad imperial-
La reunión termino unos minutos después.
-capitán, quisiera hablar con usted un momento- propuso el jefe.
-vayan a revisar el perímetro, fuera y dentro del muro, busquen trampas e indicios, cualquier cosa que los lleve a descubrir al culpable.
Ordeno el capitán  a ambos oficiales, quienes salieron del lugar dejando al jefe y al capitán solos.
-esto no me agrada nada, esa chica será un problema si vuelven a atacar-
-que raro, es la primera chica de la que no te escucho decir maravillas-
-no me gustan las mujeres que se creen con la capacidad para hacer trabajo de hombres-
El comentario de su amigo provoco cierta punzada en el estomago de la chica, pero no dijo nada, sabia perfectamente la forma de pensar de los hombres, y era una de las razones por las que ella misma había tenido que disfrazarse para poder ayudar a su padre.
-hey, no me digas que esa chica te gusta Yuki- pregunto sorprendido después del silencio prolongado del soldado.
-no, claro que no, me parece una persona interesante, eso es todo-
-A mi no me engañas hombre, todo ese discurso de “me importan todos” fue por ella, pero eres un hombre bastante pasivo… no me malinterpretes, eres fuerte y todo, pero con las chicas es distinto y mas con ese tipo de mujeres, en todo caso quien puede domar a esa fiera soy yo-
-no acabas de decir que no te gustan ese tipo de chicas-
-el asunto es que realmente me inquieta, me gustaría saber que hay debajo de tanta frialdad, de seguro es buena en la vertical, sabes a que me refiero cierto.
-no creo que esa chica se fije en ti, no esta hueca- no supo porque pero ese comentario la molesto sobremanera.
Pasaron toda la mañana revisando el perímetro, hasta la tarde el capitán los llamo a entrenamiento.
Llegaron al prado de entrenamiento donde el capitán los recibió.
-cual es su informe?-
-los puntos ciegos ya están cubiertos señor, estamos listos por si hay un nuevo ataque.
-muy bien, prepárense para el entrenamiento-
Yuki y Takeda se alejaron a un lugar aparte, siempre les tocaba entrenar juntos en lucha de cuerpo a cuerpo por ser los de nivel más alto.
Después de varias luchas cuerpo a cuerpo, algunas con espadas, una con lanzas y un par de prácticas con arco, la noche cayo.
-vayan a descansar, pero estén alerta por si algo pasa- ordeno el general Kanzaki- sargento, antes de ir a su habitación vaya con el jefe Fujino y dígale que la tarea que me encomendo será cumplida mañana.
Volvieron a la casa del jefe Fujino y mientras Takeda se encaminaba a los dormitorios Yuki tomo dirección hacia la sala de reuniones donde seguro se encontraría el jefe.
Estaba ya en la puerta a punto de entrar cuando escucho voces y se detuvo.
-sigo sin entender porque tenemos que darles asilo abuelo, solo nos meterán en problemas.
-tienes que entender que no todos los servidores del imperio son iguales,  los tiempos de ahora son distintos a los que provocaron el accidente de tus padres hace 9 años-
-no creo que sean distintos, son inhumanos como los de hace nueve años, y carentes de criterio propio-
-ellos solo cumplen con su deber Shizuru, sirven al imperio, a la protección de la ciudad imperial y sobre todo al emperador, no es su culpa que nosotros tengamos problemas en la ciudad y hace 9 años tampoco fueron culpables del ataque que cobro la vida de tus padres.
-es el problema, que solo sirven a los intereses del imperio y no del pueblo, estoy segura que no dudaran en pasar sobre nosotros para cumplir ese cometido y si algo nos pasa no nos protegerán-
-te pido que los dejes hacer su trabajo Shizuru, no intervengas en sus mandatos y no te pongas en problemas innecesarios, no quiero que salgas malherida, recuerda que eres la única heredera al mandato de la ciudad-
-no te preocupes abuelo, no me pasara nada, no antes de que pueda encontrar al culpable de la muerte de mis padres.
-la venganza no te devolverá a tus padres Shizuru.
-eso lo se abuelo, pero si me traerá paz.
-eres muy joven aun Shizuru, joven e impulsiva, pero los tiempos que se avecinan te darán la madurez que necesitas para tomar mi lugar en el futuro.
-iré a dormir abuelo, mañana será un día muy largo.
Yuki retrocedió hasta la esquina para que la chica no lo viera al salir, cuando ella se perdió en el camino hacia las habitaciones el joven entro a dar el mensaje del capitán y se encamino también hacia los dormitorios pero como de costumbre no pudo dormir.
-ahora vas a tomar esto como costumbre- se escucho la vos de la chica cuando Yuki acababa de pasar por la puerta que conducía a los jardines de la casa.
Yuki no dijo nada, solo se sentó al lado del pequeño estanque observando a los peces y el reflejo de la luna llena.
-que buen discurso el de hoy, casi le creí soldado-
-no soy soldado, soy sargento, y lo que dije fue de verdad-
-si, estaba a punto de creerme su máscara de bondad y demás, hasta que supe que le gusta escuchar conversaciones ajenas.
Le sobresalto un poco escuchar eso, pero se contuvo para no mostrar sentimiento alguno.
-no fue intencional, fue un accidente, aunque reconozco que si no fuera tan curioso hubiese retrocedido en cuanto escuche voces, pero me inquieto el escuchar parte de su historia-
-debería saber ya, que ese no es asunto suyo soldado. Mi pasado y mis razones son mi problema.
-me sorprende que una persona como usted pueda guardar un sentimiento como el rencor.
-porque? Porque soy una chica?
-no me refería a eso, el hecho de que seas chica no te exenta de nada, es solo que…
-como dije antes, es mi problema.
-tampoco es problema mío que personas ajenas a mi sean culpables por un hecho que la afecto. No todos somos iguales, no todos estamos aquí por las mismas razones y no buscamos lo mismo. Créame que en mi caso no estoy por gusto, pero no podía permitir que mi padre siendo de tan avanzada edad tuviera que pasar por esto y claro que no quiero dejar en deshonra o vergüenza a mi familia con un acto que dañe a personas que ayudan a la causa del ejercito, así que creo que es injusto que no confíes en mi gente por lo que les sucedió a tus padres hace 9 años… aunque no quiero juzgarte, debes tener tus razones y yo no soy nadie para decirte como vivir tu vida.
Volteo la vista hacia la chica, percatándose de que una lágrima ya corría por su mejilla. No supo que decir, una sensación extraña se apodero de su ser impidiéndole poder emitir alguna palabra o frase de aliento. Estaba poniéndose de pie, para retirarse, cuando la chica comenzó a hablar.
-vivíamos en Kyoto, mi padre era un comerciante y era consejero del jefe de aldea, teníamos una buena vida; hasta que ellos llegaron. La guerrilla iba a pasar por esas tierras, dijeron que nos ayudarían, que darían la vida por el pueblo si fuera necesario. Pero cuando los rebeldes llegaron arrasaron con toda la ciudad y ellos no hicieron nada. El general del ejercito tenia tratos con el jefe de la resistencia por eso fue que no los detuvieron, dejaron que destruyeran mi pueblo y mataran a mucha gente inocente, entre ellos mi familia, mis padres- pauso un momento, con la vista perdida en alguna parte del cielo, limpio sus lagrimas y sonrío irónicamente- y 9 años después estoy en este lugar confiándole mi historia a uno de esos hombres que he despreciado desde entonces.
Yuki se puso de pie y con paso vacilante se sentó al lado de la chica, como símbolo de apoyo.
-debe ser porque sabes en el fondo que soy diferente.
Quería mostrar de otra forma su apoyo hacia ella, pero no sabia de que forma hacerlo, de seguro lo tomaría a mal.
-creo que no tan en el fondo soldado- levanto la mirada y vio fijamente al sargento, que de inmediato sintió el color subirle a las mejillas- se que eres diferente, lo supe desde que te vi por primera vez, lo comprobé cuando quedamos atrapados en el túnel y lo reafirmo ahora que te tengo cerca.
-ahora me tratas de “tu”?- dijo sonriendo a escasos centímetros de los labios de la chica.
-tu comenzaste- contesto ya con la vista fija en los labios de Yuki. Paso su mano por su hombro causando un respingo por parte del chico- lo siento, como está tu herida.
-esta sanando bien, solo me duele un poco.
Estaba tan cerca de ella, de su rostro y sus labios, pero lo sorprendente era que no le molestaba la cercanía en absoluto, le gustaba tenerla cerca y sentir su aliento a escasos centímetros de la piel. Inconcientemente su mirada se fijo en los labios de la chica.
Antes de que el juego de miradas llegara a más, la sargento decidió ponerse de pie y buscar una situación para evitar la actual.
-debo irme, ya es bastante tarde y tengo muchas tareas mañana-
-lo siento, si esto te incomodo, yo…
-no te preocupes, fue mi culpa…esto…esto no debe repetirse, no puede ser.
Entro de nuevo a su habitación. No podía explicar sus sentimientos, a principio de cuentas no debía tenerlos, eran malos, incorrectos, inapropiados para una mujer, no debía sentir tal cosa por una chica.
“Sera mejor que me mantenga lejos de ella” pensó. No pudo dormir en lo que resto de la noche, los sentimientos, la angustia y la inquietud no se lo permitieron. Le asustaba.
----------------------
-estas muy distante compañero- observo Takeda.
Se encontraban entrenando por la tarde. Yuki había sido vencido en todos los combates cuerpo a cuerpo que habían tenido, lo que a Takeda le parecía muy raro.
-oye, no me siento decepcionado por alguna chica, no tienes porque dejarme ganar.
-no lo hago a propósito- se quejo mientras se ponía de pie después de un golpe que su compañero le había asestado directo en la cara.
Camino hasta la tienda de apoyo y tomo agua para lavarse la sangre que comenzaba a salir de su nariz y bebió un poco.
Cuando levanto la mirada ahí estaba ella, al lado de la entrada acompañada por el resto de los guardias. Ella sintió su atisbo y volteo, se sostuvieron la mirada por unos segundos y después la sargento volvió a lavar su nariz cuando sintió la presencia de Takeda tras ella.
-así que ella es el problema- concluyo después de interpretar esas miradas.
La chica no contesto nada, seco el agua de su rostro y volvió al área de entrenamiento con el resto del batallón.
-sigamos entrenando- tomo su posición de ataque.
-no veo porque te inquieta tanto el hecho de que te agrade una chica, es algo normal- dijo mientras lanzaba una patada al costado.
-no debería ser así- hablo interceptando el golpe y empujando.
-el que tengas novia no significa que estés exento de que te gusten otras mujeres- esquivo un golpe al rostro y golpeo al estomago.
-ya no quiero hablar de esto- esquivo el golpe y asesto un golpe a la cara- me lo debías.
-no te ensañes conmigo- contesto sujetándose la nariz.
-iré a tomar un baño-
-la casa principal no está en esa dirección-
-voy a los estanques termales, quiero relajarme y no me molestes-
-a la orden sargento- contesto burlándose.
-------------
El agua caliente relajaba sus músculos, el vapor entraba por sus poros y le provocaba una sensación de calma que hacía mucho no sentía. Pero era solo en el exterior, en el interior sentía angustia aun.
La calma la venció y nuevamente estuvo a punto de quedarse dormida cuando escucho un ruido que la hizo sobresaltarse en el agua.
-no debería bajar la guardia de esa forma sargento- se trataba de ella, esa visión nuevamente.
Shizuru estaba sentada en el borde contrario a donde se encontraba Yuki, solo había metido sus pies al agua y llevaba puesta una bata.
-y usted no debería estar aquí- comento tratando de cubrir su pecho con sus manos.
-no hay nada que me lo impida, quiero tomar un baño y estos son baños públicos- comenzó a retirarse la bata bajándola lentamente por sus hombros.
-n-n-no creo que eso sea correcto- se alarmo mientras desviaba la mirada a otro lugar.
De pronto solo se escucho el leve murmullo del agua anunciando que la chica había entrado al estanque y avanzaba hacia la sargento.
Podía sentirla muy cerca, iba a descubrir su secreto, no podía permitirlo, como impedirlo? Si estaba a escasos metros, iba a tocarla; iba a tocarla y descubrir toda la verdad, la matarían y todo por culpa de una chica con las hormonas alborotadas.
-pero…qué es eso?- pregunto asombrada.
Era el final, ya no había nada que hacer, la había descubierto y un pretexto no valdría, pero debía intentarlo.
-y-yo puedo explicárselo…
Se descubrió la mirada pero la chica no estaba viendo hacia ella, sino a otro lugar detrás de donde ella se encontraba. Volteo la vista aun cuidando su posición y pudo ver a lo lejos una nube de humo que se alzaba en el cielo.
Se escucho nuevamente el sonido del agua agitándose y cuando la sargento volteo, la chica ya se había colocado su bata y salía por la puerta hacia los vestidores.
La imito rápidamente, tomo una bata y fue a los vestidores que estaban vacios cuando entro, se coloco el traje rápidamente y salió deprisa a la calle y luego al puesto de vigilancia sur, donde debían estar todos sus compañeros con el capitán.
-que sucede?- pregunto cuando llego al lado de Takeda. Se encontraba en la tienda sur observando al capitán que hablaba con el capitán de la guardia de la ciudad.
-parece que el batallón del sur llego antes y decidieron atacar la resistencia de la ciudad imperial-
-qué? Pero tenemos órdenes de esperar el aviso de ataque-
-eso lo sé, desobedecieron las ordenes, llego un mensaje hace unos minutos de que tenían todo el dia observando los movimientos de la resistencia, que no había muchos hombres y tenían oportunidad, su ataque seria al alba y entonces esa explosión, al parecer están mejor armados de lo que el capitán Yuichi pensaba.
-tenía que ser Yuichi- el hombre era famoso por sus arrebatos de impulsividad y su delirio de héroe, a pesar de esas debilidades y de sus innumerables desacatos seguía con la capitanía dado que su tío era general.
El capitán termino de hablar con la guardia de la ciudad y se dirigió a sus oficiales y el resto de la tropa.
-esta situación no cambia los planes señores, aun quedan las 2 trompas de este y oeste y el batallón del coronel Kyosuke, podemos ganar y terminar con esta guerra, así que sigan preparándose.
-SI SEÑOR!!- se escucho general y todos volvieron a las tiendas del lago.
-el mensaje del coronel dice que no está muy lejos, estén alerta por cualquier señal de que se acerque o de cualquier ataque enemigo- dijo a sus oficiales y volvió a la tienda.
-y no quiero ninguna distracción, sabes de lo que hablo Takeda- dijo volteando antes de entrar a la tienda.
-si señor- afirmo el joven.
Los dos amigos comenzaron su camino hacia el puesto de vigilancia sur.
-creo que eso debería decírtelo a ti- comento Takeda de pronto.
-de que hablas?-
-ya deja de negarlo, hay algo entre tu y esa chica, vi como entraba en los baños públicos y ambos salieron uno tras otro cuando se vio la explosión.
-no paso nada, ella entro en mi baño sin permiso.
-si claro- dijo sarcástico- hombre se te nota de inmediato que sientes algo por ella ya date cuenta.
-ya te dije que no me gusta hablar de eso, olvídalo.
Ya no podía negar la inexplicable atracción que sentía hacia la chica, ni siquiera a sí misma, era evidente por más que quisiera ocultarlo y no quería irse de ese lugar sin explorar tales sentimientos, después de todo como estaban las cosas lo más seguro era que muriera en la ciudad imperial, porque no permitirse explorar ese lado desconocido?, porque no hacer caso a los sentimientos de la hermosa chica a la que había atrapado y sobre todo a sus sentimientos propios? Claro, con la discreción necesaria para poder retirarse sin sospechas que pusieran en riesgo su identidad y su vida.
-te alcanzare más tarde- dijo a su amigo mientras desviaba su camino hacia el centro de la ciudad.
-el capitán dijo que sin distracciones Yuki.
-yo he cubierto muchas veces tus distracciones, hombre, es tu turno de devolverme una- dijo sonriendo a su amigo.
-muy bien pero tendrás que contarme que tal están las cosas- dijo insinuante.
-olvídalo- grito mientras comenzaba a correr.
Las luces de la mansión estaban apagadas cuando entro, solo las velas de la sala de reuniones estaban encendidas, por lo que Yuki intuyo que se encontrarían en reunión.
Salió al patio esperando que la chica saliera al terminar la reunión, de otro modo debería buscar su habitación, lo que sería más tardado y mas insinuante de lo que quería.
Estuvo en el lugar durante varios minutos, pensando en su pasado, en el futuro y en lo que estaba haciendo obviamente, cuando:
-realmente me gustas- dijo cuando escucho los susurros que eran los pasos de la chica oculta en las sombras de la noche.
-eso lo sé- contesto posándose frente a la joven con armadura de soldado y apariencia de chico- pero te comportas muy extraño.
-también lo sé- afirmo sonriendo tímidamente, tenerla cerca le producía un extraño calor en el cuerpo.
-no había conocido a un hombre como tu-
-b-bueno, no estoy acostumbrado a que una chica me aborde tan repentinamente y de la forma que usted lo hizo-
-un punto menos porque tuve que dar el primer paso.
-este es el paso definitivo y lo he dado yo.
Ambas sonrieron la una a la otra.
-ven, acompáñame- la invito la sargento ofreciéndole la mano.
Salieron a hurtadillas de la mansión, pasaron el pueblo y llegaron a uno de los pasajes que daban al otro lado del muro, al sur, fuera del pueblo.
-como sabes de este túnel?-
-cuando planeábamos las defensas nos enseñaron los mapas del pueblo y los túneles para los ataques-
-y a donde vamos?-
-ya veras- se le había ocurrido una idea, que a su parecer seria de agrado para una chica, a ella en lo personal le parecía cursi pero se estaba dando cuenta de que no era una chica muy normal que se pudiera decir.
Caminaron varios minutos más y llegaron hasta una colina ubicada a la orilla del bosque. Desde ese lugar podían verse las luces provenientes de la ciudad imperial, las montañas, las estrellas que resplandecían aun más con la ausencia de luz y la luna que se encontraba llena, un hermoso marco.
Cuando se detuvieron, Shizuru observo el panorama por un momento y luego dejo escapar una leve risa.
-que sucede?-
-no es lo que normalmente esperaría de un soldado-
-bueno…no se supone que…estas son las cosas que le gustan a una chica?-
-por lo general si, pero para una chica que ha vivido entre hombres rudos toda su vida es normal aprender un poco de frialdades y personalmente seria mas romántica una pelea que contemplar las estrellas y las luces de la ciudad imperial.
-suena bien, pero debo decir que no puedo aceptar ya que esta en contra de mis principios golpear a una chica.
-te aseguro que eso no sucederá.
-te notas muy confiada- comenzaron a caminar dibujando un circulo viéndose a los ojos la una a la otra.
-estoy confiada.
-pues adelante- Yuki se detuvo extendiendo los brazos en forma de vulnerabilidad, no tenia defensas.
Shizuru no ataco de inmediato, continuo viéndolo a los ojos, esperando una señal. Entonces el chico se distrajo por unas centésimas al escuchar un ruido proveniente del bosque. La chica aprovecho ese momento y ataco con una patada al rostro que fue esquivada. Continúo arrojando golpes que eran detenidos o esquivados por la sargento.
Finalmente la sargento tomo ambas manos de la chica de forma sutil para no hacerle daño, fácilmente podría safarce, pero la joven no lo intento.
-tienes lindos ojos- dijo la sargento fijándose en los hermosos rubíes de la joven.
-y tú eres muy extraño para ser soldado.
-te repito que no soy como los demás.
-eso ya lo tengo mas que comprobado- las ultimas palabras fueron casi un susurro.
De pronto sintió sus labios, suaves y tersos contra los suyos propios. Era la primera vez que besaba a alguien en su vida y extrañamente se trataba de una chica. El pensar en eso le produjo cierta sensación en el estomago, pero no de molestia, no quería apartarse de ella, quería quedarse así por mucho tiempo mas. El beso fue lento y tierno por parte de la sargento.
Acababan de separarse, aun no veían sus ojos cuando se vieron las luces de alerta encenderse en las torres de vigilancia de la ciudad, una a una.
Corrieron hasta vencer la distancia que los separaba de la ciudad, ambas con la misma rapidez y sigilo entre los árboles y sobre ellos.
Volvieron a entrar por el pasaje, y lo que vieron aterro por completo a la chica.
Se veían las luces rojas que producía el fuego en una parte de la ciudad, en el centro exactamente.
-dónde demonios estaba?- pregunto Takeda cuando llego a su lado, se encontraban a las afueras de la ciudad y los soldados habían apresado a varios intrusos.
-que sucedió?
-entraron por el pasaje norte, llegaron hasta la mansión sin ser visto y la incendiaron, todos están allá, ve a ayudar-
Shizuru ni siquiera había dejado que terminara de hablar Takeda, en cuanto escucho que el problema era en la mansión corrió en dirección al centro.
-Shizuru espera!!-
Llego a la puerta principal donde estaban varios de los guardias.
-donde esta mi abuelo?- exigió sabes de inmediato.
-no lo sabemos señorita, el grupo de rescate aun no sale.
Su rostro lleno de lágrimas se enfoco en el lugar cubierto por el fuego y todo pareció ir en cámara lenta. Intento tomarla del brazo cuando adivino sus intenciones pero esta fue más rápida, si ella iba no podía quedarse solo esperando, así que corrió hacia el fuego también.

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