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Actualizaciones 15/Julio

viernes, 29 de junio de 2007

viernes, 29 de junio de 2007

ENTRE CELOS TE VEAS PART. 17

Autora: Sheila_05

La lluvia... el llanto del cielo...el dolor anegado en el pecho... la profunda soledad de un vacío que quema como el fuego y que hace trizas la razón... ahí de pie delante de esa ventana Shizuru miraba el vacío que conducía al hecho de simplemente dejarse caer...Sí...si simplemente relajara su cuerpo este caería y golpearía contra el suelo, sería una muerte segura, se acabaría el dolor... se terminaría su sufrimiento... ¡que pensamiento más innoble!... ¡que cobardía más vergonzosa!... una ráfaga de viento agito vigorosamente su cabellera mientras la lluvia golpeaba su rostro como si le abofeteara ante tal razonamiento.

- Natsuki – susurro suavemente mientas las lagrimas bañaban sus mejillas confundiéndose con las gotas de lluvia, a su mente volvieron esos mágicos momentos, todos ellos, cuando Natsuki venía a ella en busca de información, cuando se quedaba con ella hasta tarde tan solo mirando por la ventana tratando de hallar la respuesta a alguna interrogante mientras se desarrollaba el carnaval de las Himes. Sus paseos nocturnos por las jardineras de la escuela, sus explosivas clases en la biblioteca cuando Natsuki llegaba al punto de arrojar a un lado los libros cuando no entendía una sola palabra; esos días en que de tanto mirar la luna Natsuki se iba quedando dormida y se recargaba de forma inconsciente sobre su hombro; las imágenes de cada expresión del rostro de Natsuki venían a su mente una y otra y otra vez sucediéndose como una cascada de interminables recuerdos todos ellos tan valiosos, todos ellos tan únicos, todos ellos completamente y totalmente importantes más incluso que su vida misma – a medida que recordaba cada acontecimiento de su vida al lado de Natsuki su rostro se fue tornando de la tristeza a un gesto de coraje que le hizo apretar con fuerza sus mandíbulas, su ceño se frunció completamente y en sus ojos pudo verse claramente una profunda decisión, salió corriendo de ese lugar, con tal empeño que tal perecía que perseguía algo... ó... a alguien...un mal presentimiento le agobiaba el corazón, llenándola de una terrible angustia que no podía entender.

Un chico entro a la sala del consejo estudiantil al ver que estaba vacío se acerco al escritorio de Shizuru a dejar unos papeles; el teléfono timbro un par de veces y el chico contesto.

- Diga...sí, es la sala del consejo estudiantil...¡¡¿¿Cómo??!!

Shizuru salió del edificio se detuvo a la mitad del camino mirando hacia todas direcciones ¿a dónde? ¿a dónde podría haber ido Natsuki?...la lluvia caía imparable, necesitaba verla, necesitaba confesarle sus verdaderos motivos para haberse alejado de ella, necesitaba caer a sus pies y rogarle perdón, en verdad lo necesitaba, quería que supiera que ella era la única mujer en su vida y en su corazón... quería que supiera que por ella haría lo que fuera, ¡haría lo que fuera necesario para demostrarle su amor!, incluso... incluso traicionarse así misma y a sus principios, ¿por qué? ¿a caso no lo había hecho ya una vez por ella?, ¿a caso no había dejado sus responsabilidades por protegerla?... ¿a caso no había renunciado a todo por estar con ella?... Entonces si lo había hecho ya una vez... si se lo había probado una vez... ¿qué la detenía en esta ocasión?... un solo nombre... una sola persona... un suceso pasado... un amor que en aquel tiempo fue real...ella... Naomi... esa chica era la razón por la cual se detenía... y sin embargo, en ese momento... en ese instante... poco le importo, solo deseaba encontrarla tomarla de la mano y huir juntas, ¡llevársela lejos!, ¡lejos de todo!, ¡lejos de el pasado!, ¡del presente!, ¡incluso del futuro!, tomarla de la mano y tan solo vivir un día tras otro, un minuto seguido del siguiente, tan solo eso...

- Natsuki – susurro levantando la vista al cielo, el rostro bañado en llanto, el alma hecha pedazos respirando agónicamente, cayendo dentro del tumultuoso remolino de las emociones encontradas, desviviéndose de la ilusión, la realidad, la fantasía y la responsabilidad, de momento todo era confuso vertido dentro de una niebla que enturbiaba todos sus sentidos, solo había algo claro dentro de su mente y ese era el amor que sentía por Natsuki. Caminó hacia los dormitorios esperando hallarla ahí, sin embargo se detuvo al escuchar su nombre a voz encuello.
- ¡¡Fujino-san!! ¡¡Fujino-san!! – grito un chico levantando la mano, Shizuru volvió el rostro reconociendo al chico de inmediato.
- Tado-san ¿qué sucede? – pregunto al ver al chico con el rostro pálido.
- Fuji..no- san – respondió entrecortadamente – esto.. – se llevó las manos a las piernas mientras trataba de recuperar el aliento – es... es...
- ¿Qué pasa Tado-san? – le apremió Shizuru presintiendo algo terrible.
- Es... es – levanto la mirada – Kuga-san algo terrible ocurrió llamaron del hospital... y...
- Natsuki – El rostro de Shizuru se lleno de una terrible angustia sin seguir escuchando al chico echo a correr en dirección a la salida, tenía que llegar lo más pronto posible.
- ¡¡Fujino –san!! –grito el chico, sin embargo Shizuru no le escucho.

Mai caminaba rumbo a su salón se detuvo de momento y se recargo frente a la ventana, la lluvia seguía imparable a lo lejos distinguió a Mikoto que venía rumbo a los salones.

- Ah, Mikoto – susurró suavemente – quiero… Mikoto… quiero….¿eh? – vio a alguien con un paraguas que se acercaba a la chica.
- ¿Yuuichi-kun? – pregunto Mikoto
- Aah! Hola Mikoto-chan humm bueno yo… podría platicar un rato contigo – por contestación Mikoto solo asentó con la cabeza. El chico se puso a su lado y le cubrió de la lluvia.
- Miko..to – susurro Mai, sin saber realmente el porque corrió rumbo a la salida esperando poder alcanzarlos.

La directora estaba ya en el hospital fue la primera persona a la cual se le informo sobre el incidente de Natsuki, platicaba con el doctor quien miraba a través de la ventanilla de la puerta a la chica quien tenía la cabeza vendada al igual que sus brazos los cuales descansaban a un costado de la cama sobre la blanca sábana que le cubría hasta el pecho.

- ¿Es muy grave? –pregunto la directora con preocupación.
- Afortunadamente no hay nada roto, sin embargo... – el doctor hizo una pausa al tiempo que se llevaba la mano a la barbilla – tiene una fuerte contusión que abarca parte del parietal y el occipital; aunque mal colocado fue afortunada al llevar puesto el casco... sin embargo... – suspiró – lo más importante será que recobre el conocimiento en las próximas 48 horas porque de no ser así... ella... podría.
- ¿Có...mo? – pregunto Shizuru con un hilo de voz.
- Fujino-san – la directora giro su vista posándola en el pálido rostro de la chica - ¿por qué estas empapada? ¿no tomaste el transporte que envíe?... – Shizuru no escuchaba palabra alguna, su cerebro se lleno tan solo con las últimas palabras dichas por el doctor
- ¿Qué... qué puede hacerse? Apremió Shizuru temblando levemente, sus ojos anegados en llanto, se acerco a la ventanilla con paso vacilante y al ver a Natsuki sus ojos dejaron caer las lagrimas, se llevo la mano al pecho mientras le observaba impotente con un dejo de tristeza y amargura en el rostro.
- De momento – contestó el doctor suspirando – tan solo queda esperar – volvió lentamente el rostro depositándolo en los aparatos que estaban conectados al cuerpo de Natsuki – después de este tipo de accidentes y por presentar el tipo de contusión que se observa no es raro que se pueda presentar un paro cardio-respiratorio es por ello que tiene puesta la mascarilla que le suministra el oxigeno y la hemos conectado a el electrocardiograma; ese pequeño aparato que ven ustedes en su dedo índice nos indicará por medio de un pitido algún movimiento reflejo ó bien su regreso de la inconciencia.
- Así que todo dependerá de su regreso del mundo de los sueños – susurro la directora.
- Así es las siguientes 48horas serán decisivas –afirmo el doctor mientras se volvía para ver a la directora.
- “Natsuki... Natsuki... fue mi culpa... todo esto es por mi culpa” –pensó Shizuru al tiempo que apretaba fuertemente sus manos.
- Por lo pronto – dijo el doctor – no hay nada que puedan hacer nosotros les llamaremos si hay algún cambio.
- No – acotó Shizuru – yo me quedaré con ella hasta que despierte.
- Fujino-san – la directora le miró sorprendida –sé que deseas estar a su lado, sin embargo mírate estas por completo empapada, no puedes cuidar de ella si primero no cuidas de ti misma.
- Estoy bien – dijo suavemente – esto no es nada para mi.
- Jovencita – le miró el doctor – si deseas cuidar de tu amiga no me opondré a ello, me imagino que han de ser muy unidas así que solo te pondré por regla que regreses con ropa seca, no puedo permitir que estés a su lado con la ropa escurriéndote de agua – el doctor le miro de pies a cabeza mientras se acomodaba los lentes – así que por favor regresa un poco más tarde y come bien para que tengas energía y puedas realmente cuidar de ella.
- Yo... – dijo Shizuru sin dejar de mirar a Natsuki.
- Vamos Fujino-san yo misma te traeré de vuelta – dijo la directora.

Shizuru medito unos momentos antes de contestar, no quería alejarse de Natsuki sin embargo la realidad era que estaba mojada hasta la medula de los huesos y en esas condiciones nunca le permitirían estar a su lado.

- Volveré tan pronto como me sea posible Natsuki y... te prometo que ya nada me alejará de tu lado.
- ¿Vamos Fujino-san? – la directora le miró.
- Sí – respondió secamente mirando una última vez a Natsuki.

*****

- “¿Por qué?” – se pregunto Mai – “¿por qué me siento de esta forma?, ¿aún amo a Tate? ¿es eso?” – la lluvia le estaba empapando pero poco le importo – “¿qué es?... ¿qué es?” – se detuvo un momento tratando de adivinar que camino habrían tomado al ver una bifurcación - ¿Por dónde debo seguir? – dijo susurrante.
- ¿Sabes Mikoto-chan? - dijo Tate mirando de reojo a la chica - has crecido bastante, como te veo seguido no lo había notado.
- Aaahh –dijo Mikoto con tono cansado.
- Mikoto-chan – Tate se detuvo un momento y la chica se volvió para mirarlo.
- ¿Yuuichi-kun? – preguntó Mikoto mirándole extrañada.
- ¿Sabes Mikoto? Desde que todo volvió a la normalidad y yo volví al club me siento más tranquilo y relajado... pero... también me di cuenta de algo que jamás hubiera creído que fuera posible y ese algo es que extraño a Shijo, desde que sus padres y ella se trasladaron de cuidad no ha habido día que no piense en ella.
- Yuuichi-kun – dijo suavemente Mikoto.
- ¿Te molesta que este enamorado de Shiho? Mikoto-chan – el chico le miró directo a los ojos, Mikoto le miró con un gesto de extrañeza y solo negó con la cabeza.
- Aaaah – dijo el chico sonriendo suavemente – imaginaba que pondrías una expresión como esa Mikoto-chan – dijo Tate levantando la vista al cielo – pedí mi traslado a la escuela de Shiho, como soy el segundo mejor del club me han aceptado y de hecho participaré en las competencias que se aproximan pero ya será lejos de aquí... creo que –se volvió a mirar a Mikoto – tu estas enamorada de Tokiha-san ¿no es así Mikoto-chan?
- ¡Eeeehh? –la afirmación le tomo por sorpresa haciendo que su rostro se enrojeciera al instante.
- Así que no me equivoco – dijo Tate un tanto cuanto divertido – hummmmm-suspiró – creo que ahora lo único que resta es que se lo digas a Tokiha-san, es increíble que haya cosas tan obvias que pase de largo, bueno quizás es que mira demasiado fuera de su entorno pero no es capaz de hacerlo dentro del mismo.
- Yuuichi-kun, pero... pero... – dijo Mikoto apretando los puños – Mai... Mai esta enamorada de ti – las lagrimas escurrieron por sus mejillas.
- Claro que no – le refuto el chico – estoy seguro de que no es así, ¿por qué no se lo preguntas tu misma Mikoto-chan? – se acerco a ella y le dio un abrazo – no llores Mikoto-chan todo va a estar bien, solo no tengas miedo de expresar tus sentimientos – Mikoto le abrazo y le deposito un beso en la mejilla en verdad era una escena bastante inocente sin embargo desde la posición en la que se encontraba Mai más bien parecía una hermosa escena romántica propia de un chico y una chica de Instituto.
- Mi...ko...to – susurró Mai, sintiéndose extrañamente vencida, sus lagrimas se hicieron presentes mientras trataba de esbozar una cálida sonrisa que simplemente se negaba a aparecer – es...toy... fe...liz... por ti... Mikoto – dio media vuelta y se alejo a paso lento, por alguna extraña razón sentía como si llevará plomo sujeto a sus pies.

******

En el auto Shizuru miraba a través de la ventanilla de su lado, en verdad estaba ida completamente de este mundo, no era capaz de pensar en otra cosa que no fuera Natsuki.

- Fujino-san, entiendo como debes sentirte.
- Ella es todo lo que me importa...es... mi mundo –respondió Shizuru.
- Lo sé... pero... Fujino-san – la directora medito sobre el asunto por un momento tras unos instantes volvió a hablar – en cuanto hayas comido y cambiado de ropa volveré a dejarte al hospital ¿de acuerdo? – Shizuru solo asentó mientras seguía con la mirada lejos de ese lugar.

En la habitación de Nao, esta y Naomi platicaban amenamente sobre sus días de infancia.

- Fue muy divertido – dijo Nao sonriendo – mamá fue la primera que me encontró sin embargo no dijo nada, papá pensó que en verdad había salido de la casa. Cuando salí de mi escondite papá se quedo sorprendido de que pudiera haberme escondido en ese pequeño espacio, ja,ja,ja,ja,ja – soltó a reír – siempre dijo que era muy flexible pero que no imaginaba que lo fuera tanto.
- Ja,ja,ja,ja Nao-chan, eres muy graciosa – Naomi sonrió sincera.
- No, eso no es verdad – dijo con el rostro levemente sonrojado.
- Lo eres y además muy afortunada –afirmo la chica – yo nunca pude jugar con mis padres así, mi vida estuvo apegada a una cama, hospitales, medicamentos ... – su voz se apagó – e indecisiones sobre si operarme o no.
- Naomi-chan – Nao le tomo de las manos - pero – sonrió –debe de haber algo que atesores de tu niñez ¿no es así? – Naomi se quedo en silencio un momento mientras recordaba.



- Hola – escucho una voz que le hizo levantar la vista.
- Hola – respondió – perdiéndose en la dulzura que mostraban esos ojos carmesíes.
- Me llamo Fujino Shizuru – le extendió la mano
- Tsu... Tsukira Naomi –le respondió al tiempo que tomaba esa cálida mano entre la suya.
- Es un placer – sonrió la pequeña Shizuru sonriéndole sincera, Naomi se ruborizo al darse cuenta de lo bonita que era esa chica.
- También para mi –sonrió tímidamente.
- Eres muy bonita Naomi-chan
- ¡Eeehh?? – Naomi se sorprendió ante su comentario.
- ¿Quieres jugar con nosotros?- pregunto Shizuru.
- No puedo – dijo al tiempo que desviaba la mirada plagada de un infinito dolor.
- Entonces yo jugaré contigo –le sonrió mientras le guiñaba.>
- ¿Naomi-chan?-la voz de Nao la trajo de sus recuerdos.
- Aaahh, perdón, perdón, es solo que estaba recordando algo.
- ¿Puedo saber que es? – pregunto Nao creyendo saber de lo que se trataba al ver el sonrojo que sutilmente se mostró en las blancas mejillas de la chica.
- No...bueno... sí... aunque...
- Esta bien – dijo Nao tratando de aparentar no darle importancia – no es necesario que me lo digas – se levanto – prepararé algo de té – al darse la vuelta se sintió completamente deprimida, porque se dio cuenta de que tal vez nunca podría poseer su corazón.

En la habitación Mai estaba en el baño, su cuerpo fue desentumiéndose poco a poco dentro del agua caliente, su cabeza echada hacia atrás mirando el techo su rostro mostraba una infinita tristeza, se llevo las manos al rostro y lloro dejando escapar todos esos sentimientos que le inundaban el pecho. Mikoto entro y dejo sus cosas aun lado de la puerta se quito los zapatos y los calcetines, escucho entonces un ligero gimoteo, levanto la vista preguntándose de donde podía proceder y lo escucho una vez más, dio unos cuantos pasos más y fue claro para ella de donde provenía ese sonido, abrió la puerta del baño.

- ¿Mai? – pregunto sorprendida Mikoto al ver a la chica con el rostro entre sus manos llorando amargamente.
- Miko...to – Mai levanto la vista posándola en esos brillantes ojos color de sol; le observo detenidamente por un momento, sin entender del todo el porque, se levantó, el agua escurrió por todo su cuerpo, salió de la bañera y envolvió su cuerpo en la blanca toalla, se acerco con paso firme hasta Mikoto deteniéndose a un lado de ella – báñate – le imperó – te hará daño sino lo haces.
- Mai – susurro Mikoto mientras la chica de violáceos ojos daba un paso al frente, sin embargo se sorprendió al sentir la fría mano de Mikoto sujetarla con firmeza del brazo.

*******

- “¿Por qué Natsuki?” – se pregunto Shizuru mientras el agua caliente caía sobre su frío cuerpo – “por favor, por favor, ¡Por favor no vayas a morir!, quédate conmigo a mi lado para siempre” – sus lagrimas resbalaron por sus mejillas – “ya no me importa nada, en verdad nada, Te Amo Natsuki, Te Amo, siempre lo eh hecho, siempre, Dios… por favor, has lo que quieras conmigo pero por favor, por favor, salva a Natsuki por favor”

En la cocina la directora preparaba un par de emparedados sabía bien que Shizuru se negaría a perder más tiempo así que lo más probable era que deseara regresar al hospital tan pronto como saliera del cuarto de baño; si sus pensamientos eran los correctos entonces hacía bien en prepararlos ya los comería en el camino. Shizuru no tardo ni cinco minutos en salir, se vistió tan rápido como pudo y seco a medias su cabello pues en verdad deseaba regresar lo antes posible al lado de la chica que realmente amaba.

- ¿Estas lista Fujino-san? – pregunto la directora mientras tomaba los empardados y se encaminaba a la puerta.
- Sí – respondió Shizuru con el rostro bastante serio.
- Ten – le extendió la pequeña bolsa de plástico y Shizuru la tomo – te los comerás de ida ¿de acuerdo? – Shizuru solo asentó mientras ambas salían.

Mai giro lentamente el rostro Mikoto tenía la mirada fija al suelo, por un momento se pregunto que debía decir, la había visto con Tate y por lo que pudo apreciar el chico no parecía en nada molestarle la chica, así que ella quedaba excluida, ya no era la persona más importante para Mikoto, ahora Tate ocupaba ese sitio.

- ¿Mikoto? – preguntó Mai al sentir temblar a la chica.
- ¿Por qué? – susurró Mikoto - ¿por qué?...
- Miko…to – Mai no entendía que era lo que sucedía con la chica de ojos color de sol.
- Mai… - Mikoto le soltó – yo… yo… Te Amo – Mai quedo helada al escuchar esas palabras, no sabía que pensar o que decir, simplemente se le quedo mirando sin decir una sola palabra, mientras Mikoto levantaba lentamente su rostro para verla.

El camino de regreso al hospital fue tranquilo, Shizuru mal de buena gana se comió los emparedados y deseaba con fuerza ya estar al lado de Natsuki, el celular de la directora se escucho y su dueña lo contesto, tras breves instantes aceleró notablemente la velocidad y Shizuru se volvió a mirarla sin embargo se quedo sin palabras al sentir que algo en verdad muy grave estaba sucediendo. Al llegar bajaron rápidamente del vehículo, Shizuru corrió en dirección a la habitación de Natsuki al llegar sintió que el mundo se abría bajo sus pies.

- ¡Rapido! Despejen, ¡ahora! – ordeno el doctor mientras una sacudida eléctrica hizo que el cuerpo de Natsuki se agitara con fuerza.
- ¡No hay respuesta! – grito una enfermera viendo una línea recta cruzar el monitor del electrocardiograma.
- ¡Una vez más! – grito el doctor - ¡despejen!...¡¡Ahora!! – una nueva sacudida eléctrica hizo una vez más que el cuerpo de Natsuki se agitara una vez más.
- ¡Aún no hay respuesta! – grito de nueva cuenta la enfermera.
- Es la tercera vez – dijo otra mirando al doctor – las lagrimas de Shizuru corrían por sus mejillas, por un momento sintió que nada de eso era real, que no era otra cosa sino una mala jugada de la vida, una broma macabra que terminaría con una risa malvada indicando que todo era solo una pesada y terrible broma… empero… en verdad estaba sucediendo frente a sus ojos… Natsuki, estaba yéndose de su vida… y quizás… esta vez… para siempre.
- No… Natsu…ki ¡¡Nooooooooo!! – grito Shizuru con fuerza al tiempo que entraba al cuarto.

CONTINUARA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

domingo, 17 de junio de 2007

domingo, 17 de junio de 2007

ENTRE CELOS TE VEAS PART. 16 + continuacion (ver mas abajito plz)

Autora: Sheila_05

Natsuki sujeto con fuerza por ambas manos a Nao quien le miro furiosa.

- ¿Pero que demonios intentas? – pregunto Nao intentando soltarse.
- ¿Cómo te atreves a espiar a la gente? Serás… ¡serás!...
- ¡No seas idiota! - le gritó Nao - ¿Qué es lo que …piensas hacer?
- No caeré en tus estúpidos juegos… ¡voy a destruir esto de ser necesario! – empujo a Nao con fuerza haciendo que perdiera el equilibrio y con ello soltó el celular, Natsuki lo atrapo al aire y comenzó a buscar las fotografías que Nao decía tener.
- Imbécil – murmuro Nao por lo bajo – desvió discretamente la mirada a uno de los árboles desde el que se distinguió un tenue brillo plateado, en los labios de la chica se formo una singular sonrisa, Nao se levanto y camino lentamente hacía Natsuki quien tenía un gesto humorísticamente furioso al ver que las fotos que salían según apretaba el pequeño botón no eran más que de Nao lanzando besos y guiñando un ojo junto con su sonrisa que por cierto desquiciaba a Natsuki.
- “¡Pero que demonios es todo esto?” – pensó Natsuki conforme miraba las fotos una tras otra.
- Oye gatita – la voz de la pelirroja le distrajo por un momento, fue entonces que Nao le echo los brazos al cuello y la beso.
- “¿Q.. Qu..Qué…?!!!” – pensó Natsuki al tiempo que el celular caía de su mano, sus ojos estaban enormemente abiertos, el gesto de sorpresa reflejado en su rostro lo decía todo –“¿Qu… qué signi…fica… es…to…?” – Pensó Natsuki mientras empujaba con cierta fuerza hacía atrás a Nao quien retrocedió un par de pasos.

Nao se mantuvo por un momento cabizbaja, apretó sus manos con cierta fuerza sobre su falda, Natsuki se sorprendió enormemente al notar que la chica lloraba.

- ¿Por.. por qué?, ¿por qué? – pregunto Nao levantando su rostro en el cual se mostraba un claro signo de dolor - ¿Por qué… Te… Amo… Tanto? – pregunto mirándola tristemente a los ojos.
- ¿Qu…qu…qué estas… diciendo… Nao? – Natsuki estaba atónita tras escuchar esas palabras.
- Natsuki – murmuro Nao dando un paso hacia ella, sin embargo Natsuki retrocedió.
- Yo – las mejillas de Nao se ruborizaron enormemente y un gesto de vergüenza combinado con tristeza se hizo presente en su rostro, se llevo las manos al rostro y comenzó a llorar cayo de rodillas mientras Natsuki le miraba impotente.
- Nao…- murmuro.
- Lo… sien…to – dijo Nao entrecortadamente.
- ¡Ah! – exclamo Natsuki, camino hasta ella y se arrodillo, le levanto el rostro con ambas manos – Nao yo…
- Natsuki – dijo, mientras le miraba con una ternura jamás imaginada, tanta que Natsuki terminó por ruborizarse levemente.

Nao le tomo las manos y las bajo a sus piernas sosteniéndolas ahí sin soltarle, acerco su rostro al de ella y le beso, de forma sorprendente Natsuki se permitió ese beso, de alguna rara forma se sentía culpable de las lagrimas que Nao le mostrará y más culpable se sentía al saber que no podía corresponder al sentimiento que Nao le había confesado, el beso fue calido, tierno y profundo, al separar su bocas una fina extensión de saliva se hizo presente deshaciéndose al instante, Nao le miró por un momento y recargo su cabeza sobre el pecho de la chica, Natsuki instintivamente le abrazo y le acaricio su pelirroja cabellera.

- Nao – le susurro – lo lamento pero yo…
- Shhhh – Nao colocó un dedo sobre sus labios y le beso nuevamente, Natsuki lo acepto, tras un breve instante Nao se separó de ella y su mirada descanso en la de Natsuki, el rostro de Nao poco a poco se torno de la tristeza al sarcasmo una sonrisa maliciosa afloro en sus labios – muy bien gatita – le dijo – ahora ya tienes dos buenas razones para hacer lo que te eh dicho.
- ¿Qué… dices? – pregunto Natsuki mientras permanecía de rodillas y Nao se levantaba encaminándose hacia uno de los tantos árboles que habían en la zona.
- ¿Lo tomaste todo? – pregunto Nao.
- Así es, lo fotografíe todo, eres impresionante Yuuki-san por un momento pensé que lo decías en serio, nunca vi una actuación como la tuya – respondió un chico saliendo de detrás del árbol llevaba puesta una ridícula mascara.
- ¿En serio? – Nao sonrió – gracias por el cumplido ahora vete y no olvides mandármelas ¿de acuerdo?, vete.
- Sí – respondió el chico corriendo en dirección contraria a ellas.

Natsuki solo miró la escena sabiendo de lo que se trataba pero no podía terminar de digerirlo todo.

- Vaya que si eres ingenua Natsuki – sonrió - ¿en verdad creíste que estaba enamorada de ti? – se soltó a reír.
- Nao… tu… tu – se levanto mirándola desafiante - ¿qué esperas obtener con todo esto? – pregunto frunciendo el entrecejo.
- Ya te lo dije – le respondió – aleja a Shizuru de Naomi, si no lo haces le mostraré a tu amada Shizuru un acercamiento de nuestros besos ¿qué te parece eso? ¿es suficiente incentivo para ti?.
- Sshhhzzzzttsssss – chasqueo mientras le miraba molesta – no caeré en tus tretas – seguro es mentirá como lo que me dijiste hace un momento.
- Sabes bien que no miento – dijo desafiante mientras sacaba de entre sus ropas una fotografía – apretó los dientes mientras la miraba, tras un breve momento levanto la vista - ¡ya te lo dije! ¡aleja a la presidenta de Naomi o publicaré estas fotografías en todas y cada una de las escuelas y universidades de Japón – se acerco a ella y se la entrego – te estoy haciendo un favor – dijo y tras ello echo a correr en dirección opuesta a ella.
- Es..espera – le grito sin embargo Nao no le hizo caso.
- Maldición – dijo mientras le miraba correr - ¿qué se supone que significa todo esto? ¿cuál es su real propósito? – su mirada regreso al objeto que tenía entre sus manos, miró la fotografía y un gesto de extrañeza se hizo presente en su rostro a la vez que las palabras de Nao volvían a su mente - “te estoy haciendo un favor” - que favor más extraño, no… - se ruborizo – no me hubiera importado si mi imagen hubiera salido en esta fotografía – dijo al tiempo que miraba a Shizuru y debajo de ella una imagen completamente distorsionada a base de puntos en píxel. – Shizuru – susurro – solo… solo quiero que estés a mi lado, Shizuru – el viento agito sus cabellos mientras se llevaba al pecho la fotografía que Nao le entregará.
- Demonios – dijo Nao mientras escupía al suelo – que asco besé a Natsuki – apretó las manos formando puños – su rostro paso del coraje a la tristeza – Naomi – susurro mientras sacaba de entre sus ropas su verdadero celular y miraba una de las tantas fotografías – de esta forma te eh podido proteger, Natsuki no sabrá que eres tu, solo espero que al ver esa fotografía en verdad haga algo por recuperar a la presidenta. Tan solo me queda esperar.
- ¿Qué… qué te ha sucedido? – pregunto una familiar voz que le heló la sangre al tiempo que se volvía para mirarla.
- Na… Naomi – susurro Nao mirándola de frente - ¿qué haces aquí?
- ¿Estas bien? ¿por qué tienes la ropa mojada? – se acerco a ella y le toco con la mano parte de su falda.
- Estoy, estoy bien – respondió ruborizándose levemente – solo eh resbalado y eh caído eso es todo – se soltó a reír mientras se llevaba la mano a la cabeza.
- Nao – chan – murmuro – te acompañaré a tu habitación para que cambies tu uniforme y mira – sonrió mientras le mostraba un par de cajas de almuerzo – podremos comer juntas.
- Naomi – el rostro de Nao se suavizo mientras le obsequiaba una tierna sonrisa.

********

Mikoto caminaba lentamente mirando el piso, no podía apartar su mente de esa mirada que le hizo sentir tan extraña, Mai la había visto por primera vez de una forma completamente diferente eso le hacía sentir una extraña mezcolanza de felicidad y tristeza, estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Natsuki venía en dirección de ella solo que Natsuki tenía la mirada completamente absorta en el cuerpo desnudo de Shizuru que mostraba esa fotografía.

- ooouucchhh!!!! – exclamaron ambas chicas al chocar la una con la otra.
- Mikoto – dijo mientras guardaba rápidamente la fotografía entre sus ropas.
- Natsuki… lo… lo siento – dijo la chica mirando a un lado.
- No te preocupes, fue mi culpa venía distraída ¿viene Mai contigo? – pregunto mientas miraba el camino delante de ella.
- No –respondió secamente.
- ¿Qué sucede? – preguntó al notar la molestia en la voz de la chica.
- Nada – dijo Mikoto mientras apretaba las manos formando puños.
- ¡¡Aaaah!! ¿será que Mai te ah regañado? ¿por eso estas molesta? – pregunto Natsuki sobándole la cabeza.
- ¡Mai es una tonta! – exclamo dejando sorprendida a Natsuki.
- Mikoto – dijo Natsuki mirándola con preocupación ¿qué te sucede? – Mikoto le miro con los ojos anegados en lagrimas – Natsuki, Natsuki, Natsuki – repitió la chica mientras sus lagrimas corrían por sus mejillas y se abrazaba a su cuerpo, comenzó a llorar y Natsuki solo le abrazo no le pregunto nada, simplemente le dejo desahogarse entre sus calidos brazos.
- Todo esta bien – susurro – todo va a estar bien Mikoto.

*************

Mai mientras tanto caminaba por uno de los pasillos de la escuela, tenía una extraña sensación en su mente que no le dejaba en paz, era algo semejante a la culpabilidad que sin embargo trataba de ocultarse tras otro sentimiento el cual aún no podía definir. Se detuvo en seco al ver a Tate caminar rumbo a ella.

- Tate – murmuro, trago saliva y se encamino hasta el.
- Tokiha –san hola – le sonrió el chico – ¿hummmm? ¿Pasa algo? – dijo al ver que no le respondió al saludo.
- ¿Puedo hablar contigo? – pregunto Mai seriamente.
- Por… por supuesto – le respondió el chico.

Ambos caminaron rumbo a la cafetería, al llegar se sentaron en una de las mesas, Mai le miró atentamente, el chico levanto una ceja y se ruborizo por completo.

- ¿Tokiha? - pregunto el chico.
- ¿Te gusta Mikoto? – soltó de golpe.
- ¿Qué? – pregunto el chico completamente sorprendido.

Natsuki sentía sus piernas un poco entumidas el agua le había mojado la ropa y Mikoto parecía no terminar de desahogar su dolor, así que le separó dulcemente.

- ¿Te parece bien si tomamos un té Mikoto?
- ¿Hummm? – le miro Mikoto limpiándose las lagrimas con el envés de la mano.
- Ven conmigo ¿te sentará bien? – Mikoto solo asentó con la cabeza y Natsuki le tomo de la mano – Vamos Mikoto – se pusieron en marcha.

En el consejo estudiantil Shizuru estaba de pie mirando hacia la lejanía, su mirada estaba perdida de este mundo, donde quiera que estuviera sin duda sería bastante lejos, no era capaz de entender del todo que era lo que en verdad quería, deseaba tanto estar con Natsuki, deseaba tanto poder ir corriendo a ella y decirle cuanto la amaba; sin embargo estaba esa promesa y eso le hacía sentir obligada a cumplirla, en toda su vida, en toda su vida había cumplido con todas sus obligaciones y deberes, aún cuando varias personas cuestionaban su desempeño como Presidenta Estudiantil era más que obvio que sin Shizuru las cosas simplemente no funcionaban, Shizuru no era de las personas que le daban importancia a todas las cosas, les daba la importancia solo a las cosas que en verdad debían ser atendidas, su nivel intelectual y su peculiar manera de observar las cosas le hacían tener el aprecio de todos los profesores de la escuela y de la mismisma directora, quien acepto gustosa que Shizuru estuviera por lo menos un año más fungiendo como Presidenta Estudiantil; fue un trato justo ya que ella sabía bien el motivo real que tenía Shizuru por quedarse un año más ahí.

- Me encanta la idea de que seas presidenta estudiantil un año más Fujino-san, sin embargo debo insistir que solo lo permitiré por este año, ya que no quiero que tu con la inteligencia que tienes desperdicies demasiado de tu tiempo, tienes ya varias solicitudes aceptadas de las mejores universidades en Japón.
- Lo sé – dijo Shizuru tomando un poco de su té – solo será por este año.
- Dime una cosa Fujino – san ¿Cuál es tu verdadera razón por quedarte un año más?
- ¿Es necesario decirlo? – sonrió Shizuru conservando sus ojos cerrados.
- Recuerda Fujino-san que el amor es una de las armas más poderosas de este mundo es cierto, que nos puede hacer lograr las cosas más increíbles, pero… también es verdad que es la venda más grande que nos puede cegar y alejarnos de las cosas que son importantes también. Si lo estas haciendo por amor… sería bueno que de una vez tuvieras claro que es lo que esperas de ella…
- Yo… no espero nada de ella – respondió Shizuru – lo dijo todo ese día, así que…solo deseo ayudarle, quiero irme sabiendo que logrará con facilidad graduarse de la escuela y que podrá seguir el camino que ella desee seguir.
- Sí tus palabras son totalmente sinceras – dijo la directora mientras se sentaba tras su escritorio – me alegra haber escogido bien y haber podido confiar la escuela en tus manos mientras se sucedía el carnaval de las Himes.
- No lo hice del todo bien… me deje cegar por mi amor hacia ella y descuide la escuela y a todos cuando más necesitaban de mi.
- Esta bien – dijo recargándose en la silla – el amor es una fuerza poderosa, tan fuerte es que nos puede convertir en esclavos sin voluntad – sonrió de medio lado - tenías derecho a tener un poco de autosatisfacción al sentir que la protegías.
- Autosatisfacción – repitió – sí, al final no obtuve otra cosa más que mi propia autosatisfacción.

El año ya casi llegaba a su fin y eso significaba renunciar por completo a Natsuki, sabía bien que no habría problema con Naomi ya que era una chica con suficientes medios económicos y si le pedía que se cambiara de escuela lo haría fácilmente, sin embargo el pensar en renunciar por completo a Natsuki, el pensar en decirle adiós para siempre, el no poder volver a verla nunca, el saber que no miraría nunca más esos ojos verdes, ese semblante que a veces contenía tantas emociones indescifrables en su rostro, pensar que nunca más podría tocar sus manos, acariciar sus mejillas, le partía el corazón en mil pedazos.

- ¿Tiene que ser así Natsuki?, ¿Tiene que ser así? – pregunto Shizuru con los ojos anegados en lagrimas – hubiera sido tan fácil si nunca me hubieras demostrado otra cosa que no fuera tu amistad, hubiera sido tan fácil… tan fácil…. Natsuki. – Las lágrimas resbalaron por sus mejillas mientras el frío viento contrastaba con sus calidas mejillas.

**********

- Tokiha ¿Qué estas… qué estas diciendo? Mikoto-chan, Mikoto-chan es solo una amiga, por… por supuesto que no me gusta.
- ¡Por qué dices eso? – le espetó Mai – Mikoto es una chica dulce, noble, es inocente y demuestra sus sentimientos de forma tan sincera que… que… - sus ojos se anegaron en lagrimas – deberías ser más considerado con los sentimientos de los demás – se levanto y dejo al chico completamente confundido.
- ¡Eeeh! ¿Tokiha? – grito el chico mientras veía como se alejaba.
- “Tonto… tonto” – pensó Mai – “Mikoto, ¿qué debería hacer?, me siento tan confundida”.

En la habitación de Natsuki esta se estaba cambiando de ropa mientras Mikoto miraba la taza de té que tenía en sus manos.

- ¿Me dirás que es lo que sucede Mikoto? – pregunto Natsuki exhalando un suspiro de bienestar.
- Nada – dijo sin entusiasmo.
- ¿Nada? – pregunto Natsuki sentándose frente a ella - ¿y por eso llorabas?
- Natsuki – dijo Mikoto mientras sus mejillas se ruborizaban.
- ¿Es por Mai?, ¿estas enfadada con ella?
- No lo sé – respondió mientras centraba su mirada en el contenido de su taza.
- Si estas enojada con Mai deberías decírselo ¿sabes? – Natsuki levanto la vista llevándola al techo – ella te quiere mucho.
- ¡No es cierto! – exclamo golpeando con el puño la mano.
- Mikoto – Natsuki le miró extrañada – ella… ella quiere a Yuuichi-kun – sus ojos se inundaron de lagrimas – Mai… Mai ama a Yuuichi-kun y yo… y yo…
- Mikoto tu… - Natsuki le miro llorar sin saber que decir para consolarla, lo cierto es que se quedo sorprendida, aún cuando sabía que tarde o temprano eso sucedería.






- ¿Le has dicho lo que sientes por ella? – Pregunto seriamente.
- No – respondió Mikoto al mismo tiempo que negaba con la cabeza.
- ¿Sabes Mikoto? Creo que si no eres capaz de decirle a Mai lo que sientes por ella, será difícil para Mai adivinar tus sentimientos – quizás en otro momento te diría que dejarás de pensar en esas cosas… sin embargo, creo que lo mejor será que seas honesta con ella, lo mejor será que le dejes en claro tus sentimientos, tu amas a Mai ¿no es así Mikoto? – la chica solo asentó – entonces ve y díselo y yo iré con Shizuru y le diré todo aquello que siento por ella, porque yo Amo a Shizuru – sonrió ruborizándose.
- Natsuki
- Vamos Mikoto, esforcémonos por lo que queremos – dijo con un aire de seguridad – si no lo hacemos así, nunca lograremos lo que deseamos.
- Sí - dijo Mikoto animada por el entusiasmo que mostraba Natsuki.

En el cuarto de Nao, esta estaba cambiándose de ropa mientras Naomi calentaba té y el almuerzo.

- Ahhh! – suspiro Nao – te estoy haciendo perder las clases.
- No te preocupes demasiado por eso Nao-chan – dijo desde la cocina – solo será por esta vez, además la verdad es que… deseo hablar contigo.
- ¿Hablar? – pregunto Nao mientras se acercaba a ella - ¿de que? – pregunto con un poco de temor.
- No has cambiado mucho Nao-chan – sonrió Naomi entregándole una taza de té.
- Naomi-chan – dijo con extrañeza.
- ¿Sabes Nao-chan? Tu y yo nos conocimos antes, fue una tarde de lluvia – Naomi se acerco a la ventana mientras Nao permanecía de pie a cierta distancia de ella mirándole sorprendida – te reconocí desde hace ya algo de tiempo ¿sabes?, pero creo que tu aún no te acuerdas de mi… tenía miedo de presentarme contigo por… - su voz se apago – lo que me contaste aquella tarde… ni siquiera – dijo tímidamente – sé como preguntar por el esta..
- Esta bien – le acoto Nao – mamá… esta bien, aún no despierta pero… esta viva – dijo dando un par de paso rumbo a ella.
- Nao-chan tu… tu ¿te acuerdas de mi? – se volvió para verla. Nao dejo la taza sobre la barra de la cocina y camino hacia ella mientras respondía a su pregunta asentando la cabeza - Me alegra que tu mamá este bien Nao-chan – me alegra tanto saberlo – corrió a sus brazos y se quedo en ellos un rato, se sentía bien, se sentía sumamente bien el tenerla así. El cuerpo de Nao era muy calido.
- Naomi-chan, me alegra tanto que te acuerdes de mi, en verdad me hace feliz saber que te acuerdas de mi.

Mikoto y Natsuki caminaban por el pasillo cuando Natsuki recordó que tenía que regresar por la fotografía que Nao le diera.

- ¡Oh! Mikoto eh olvidado algo en mi habitación tengo que volver, así que te veo luego ¿si?
- Si – contesto mirándole correr – ¡Natsuki! – le grito Mikoto, la chica volvió el rostro – no dejes que Naomi –chan te venza – Mikoto se volvió de espaldas a ella y echo a correr.
- ¿Naomi-chan? – pensó Natsuki al tiempo que recordaba las palabras de Nao – “Aleja a tu amada Shizuru de Naomi” , ¿Qué significa eso? ¿Naomi-chan? – Natsuki camino más lentamente – llego a su habitación se tiró a la cama y tomo la foto entre sus manos – su sentido común trataba de decirle que si, que era correcto eso que estaba pensando, pero ella se negaba a aceptarlo, miró la fotografía una vez más con sumo detenimiento, en un momento de distracción levanto ligeramente la vista y pudo apreciar que un cuadro se veía en esa fotografía - ¿Qué es esto? – dijo al tiempo que se sentaba de golpe sobre la cama y giraba lentamente el rostro hacia la pared, en donde obviamente no había nada – no – susurro – no… esto… esto no puede… esto no es… - miró la fotografía una vez más y después miró a la pared – no…- volvió a negar – se levanto de la cama y salió a la terraza – sin saber realmente porque, salto a la terraza contraria, la ventana estaba abierta así que entro, cayó de rodillas al ver en la pared el cuadro que aparecía en la foto – esto no… esto no…. – negaba mientras las lagrimas caían imparables por sus mejillas, todo fue tan claro como un día despejado, el ver esa noche a Nao saltando de terraza en terraza y la preferencia que mostraba Shizuru por Naomi, tal parecía que una venda hubiera caído de sus ojos - ¡esto no puede ser cierto! – miró la fotografía sabiendo que la chica que aparecía en ella no era otra más que Naomi – se levantó y salió fuera de la habitación, su mente estaba hecha un caos, lo único cierto que tenía en mente era el llegar con Shizuru y pedirle una explicación, necesitaba saber que todo eso no era más que una mentira, que todo era solo una treta de Nao, solo eso.

Conforme corría por los pasillos una sensación de agobio, de dolor y de vergüenza se apoderaban de ella, se sentía traicionada, sentía que esas palabras de amor, que esos momentos compartidos juntas no eran otra cosa sino una cruel farsa. Mientras se acercaba a la sala del consejo estudiantil, Takeda que le veía a lo lejos quiso acercarse a ella.

- Kuga- san oye…
- ¡¡No me molestes!! – grito Natsuki mientras sus lagrimas corrían sin tenerse por sus mejillas.
- Kuga- san – el chico quedo impactado no por su contestación, sino por el infinito dolor que pudo apreciar en los ojos de la chica que amaba.
- “Shizuru, Shizuru… por favor… por favor…. ¡por favor!” – pensó al tiempo que entraba de golpe en la sala.
- Nat… Kuga-san – Shizuru se sorprendió al verla, su respiración agitada, sus ojos anegados en llanto, su mano formado un puño fuertemente cerrado mientras se acercaba a ella a paso lento.
- Esto… - dijo Natsuki acercándose a ella – esto… - mordió su labio inferior hasta hacerlo sangrar – estiro su mano entregándole a Shizuru la fotografía.
- Esto…¿qué? – Shizuru tomo la fotografía entre sus manos - se ruborizo al ver de lo que se trataba.
- Mentirosa – dijo Natsuki mirándole con verdadero enfado - ¡¡Mentirosa!! – volvió a gritar – ¡dijiste que me amabas!, ¡dijiste que era yo a quien querías! – se llevó las manos al pecho. ¡por qué?! – Shizuru bajo la mirada, se había acabado cualquier esperaza por estar al lado de Natsuki, ahora solo restaba el golpe final, aquel que la alejaría para siempre de ella y al preparar la estocada final, no tuvo reparo en pensar en morir en ese instante. Shizuru comenzó a reír por lo bajo.
- ¿Y lo creíste? – pregunto levantando la vista y clavando sus carmesíes ojos en sus pupilas – ¿en verdad creíste que Te Amaba Kuga-san? – pregunto con tono lastimoso - ¿qué pudo hacerte creer semejante cosa? La verdad de las cosas es que solo jugué contigo, eso fue todo… ahora ya sabes la verdad.

El sonido del aire fue roto al estrellarse la mano de Natsuki con fuerza sobre la mejilla de Shizuru. Con tal fuerza le golpeo que le hizo sangrar el labio.

- Mentirosa… ¡¡Mentirosa!! ¡¡Mentirosa!! – le grito - ¿por qué?, ¿por qué?... ¡por qué?!!
- Se acabó Kuga-san – dijo Shizuru sin mirarla – ahora ya tienes la verdad.
- Te odio – dijo Natsuki - ¡¡¡¡¡¡TE ODIO!!!!!!! - salió de ese sitio corriendo con todas sus fuerzas. Al llegar a la entrada de la escuela vio su motocicleta, el casco estaba puesto en el asiento, llevaba las llaves consigo, monto en ella se mal-bien acomodo el casco y arranco a toda prisa, como si el cielo compartiera su dolor empezó a llover con fuerza, con tal fuerza que le nublaba por completo la vista, deseaba huir, huir tan lejos como pudiera, deseaba olvidar a Shizuru, lo estaba deseando con el alma, deseaba olvidar aquellas caricias nunca antes sentidas, aquellas palabras pronunciadas con tanto amor, deseaba olvidarla, deseaba que se esfumara de sus pensamientos, que se borrara de su piel el toque de sus manos, tan absorta estaba que… no lo vio venir… tan en su mundo estaba que no escucho el tocar desesperado del claxon… tan perdida estaba en su mundo que aún cuando su cuerpo voló por los aires no podía entender que era lo que acababa de pasar, sintió un golpe en todo su cuerpo y reboto como si este fuera de plástico, escucho un golpe sordo en su cabeza y el plástico de su casco voló en pedazos, de repente todo se obscureció ante sus ojos, solo pudo ver una imagen, era la imagen de una chica que le sonreía, que le miraba tiernamente con esos ojos carmín – Shi…zu… - la imagen se fue haciendo borrosa ante sus ojos… - el rostro de esa chica se difuminaba – Shi.. – murmuro – zu… ¿quién…? – esa imagen termino por hacerse humo en su memoria - ¿quién… era esa…chi…? – Perdió el conocimiento su cuerpo quedo tendido a la orilla del camino, las olas rugían con tal fuerza que parecía que el fin del mundo estaba cerca. Un cuerpo, eso era todo, un cuerpo yacía a la orilla del camino… y lejos de ese sitió un corazón lloraba con fuerza, una chica estaba agonizando en su alma, una chica por vez primera pensaba en romper una promesa… una chica de ojos color carmín… levantaba la vista al cielo mientras un terrible presentimiento le estaba angustiando el corazón… mientras a lo lejos era apenas perceptible el ulular de la sirena de una ambulancia.

CONTINUARA.............

miércoles, 13 de junio de 2007

miércoles, 13 de junio de 2007

El regreso de la estrella Roja Capítulo 4

Autora: Natsuki (natsuki_dhuran@hotmail.com)


Capitulo 4

Mientras tanto, Shizuru y Mai caminaban por la calle, sin saber bien por donde buscar. Mai parecía entre enfadada y molesta, andaba deprisa y con el gesto muy serio.

-Mai, ¿te encuentras bien?- Preguntó Shizuru un poco cortada.

-Si… -Mai se detuvo un momento- El caso es que estoy cansada de cuidar de Mikoto, Es peor que una niña pequeña, y siempre la tengo detrás, no puedo hacer mi vida así.

-Tal vez no quieras hacerla así – Sonrió Shizuru- Yo este verano noté a Mikoto más madura, tú la vez como tu hermana pequeña, y tal vez te cuesta ver la realidad.

-¿A que te refieres?- Se puso frente a Shizuru mirándola

-Pues… que Mikoto ya no es una niña… ¿hace cuanto tiempo no corre a por ti gritando tu nombre?

-Pues…- Mai estaba pensativa- hace ya bastante…

-Y ¿No puede ser eso lo que realmente te molesta?

-¿No estarás insinuando que…?- Mai la miro con los ojos muy abiertos

-No insinúo nada, solo que deberíamos seguir buscando – añadió sonriendo

Tras la pequeña conversación, Mai andaba mas ensimismada, una llamada a su teléfono la devolvió al mundo real.

-Era Natsuki, ya la ha encontrado, y dice que van para casa – El tono de voz de Mai parecía algo molesto, y apagado, como si hubiera querido ser ella la que encontraba a Mikoto.

-Entonces, vuelve a casa, yo me iré a mi dormitorio – Le dijo Shizuru- Nos vemos pronto

Ambas se despidieron y Mai tomo el rumbo hacia donde estarían Mikoto y Natsuki cuando llegaran.

-Natsuki… Nunca e montado en moto – Le dijo Mikoto cuando ya estaban justo donde la morena había aparcado.

-No te preocupes, ponte el casco y agarrate fuerte- Le sonrió dulcemente

-¿Dónde me agarro? – Pregunto con las mejillas coloradas al recibir la sonrisa.

-Pues puedes agarrarte aquí detrás – Dijo señalando la parte trasera de la moto- O si no, te agarras a mi.

-De acuerdo – Dijo poniéndose el casco- ¡¡Quememos la carretera!!

Natsuki se rió al ver a Mikoto con el casco, señalando hacia la carretera y soltando esa frase. De repente se sorprendió por que Mikoto se quitó el casco de golpe.

-Natsuki! – Gritó, haciendo que la chica se asustara un poco- ¿Y si en vez de a casa directamente, pasamos por algún sitio a tomar algo?

-Esto… Si, Claro, por que no… - Saco su móvil de la chaqueta- Espera que aviso a Mai, lo mismo quiere venirse.

Mikoto puso su mano encima de la de Natsuki sujetando el móvil.

-Solo dile que no vamos aun, ahora me apetece pasarlo bien solo nosotras dos- Dijo con una sonrisa, a la que extrañamente Natsuki no se pudo negar.

-De acuerdo – Le sonrió.

Mientras buscaba el número en las llamadas enviadas, se dio cuenta de que había sonreído varias veces a Mikoto, sin saber bien por que, mientras seguía dándole vueltas, Mai descolgó el teléfono.

-Mai, veras, que… no vamos ir a casa aun… hemos decidido ir a tomar algo antes, ¿de acuerdo?

Acto seguido Natsuki guardaba su teléfono en el bolsillo, con una cara de extrañada.

-¿Pasa algo? – Pregunto Mikoto

-Es que… e notado a Mai muy rara…

-Bueno, ya se le pasará, ¿vamos?- dijo poniéndose de nuevo el casco

-Claro…

Natsuki estaba un poco descolocada por las reacciones de Mikoto. Primero la encuentra llorando, después que si vana tomar algo las dos, y por ultimo, no le importa que Mai este rara.

Se montó en su moto, y acto seguido Mikoto subió detrás, agarrandose a su cintura. Natsuki sintió un pequeño escalofrió al sentir las manos de la chica. Arranco y las dos pusieron rumbo a algún bar que estuviera abierto.

Mai ya casi estaba en casa. Iba con la cabeza agachada y le había molestado mucho que no fueran para casa. Al entrar encontró que estaba la casa vacía, y había una nota: “Onee-chan, Natsuki llamo diciendo que había encontrado a Mikoto, así que nosotros nos marchamos, nos vemos mañana. Besos”

Arrugo en papel entre su mano, una pequeña lagrima corría por su cara. * No es posible que me pase esto a mi… no puede tener razón Shizuru… es imposible* Mai callo al suelo de rodillas y comenzó a llorar. No sabia si no podía ser, o no quería admitirlo, ella quería a Tate, y se había demostrado, no podía querer de igual modo a Mikoto, era como su hermana pequeña, pero, si era así, no entendía por que le dolía tanto el corazón ante esa situación.

Cuando Natsuki y Mikoto llegaron al bar, vieron como una pelirroja conocida entraba delante de ellas, un hombre entraba justo detrás de ella.Aun así, las dos chicas decidieron entrar. Se colocaron en la segunda mesa más cercana a la puerta, y comenzaron a hablar de cómo había sido el verano de cada una. Natsuki realmente quería preguntarle por que había salido así de casa, por que la había encontrado llorando, pero prefería darle tiempo.

Mientras, desde la barra Nao diviso la melena de Natsuki. *Juraría que conozco ese pelo…* Mientras el hombre le hablaba de su trabajo, Nao se echaba mas de lado con su silla para conseguir confirmar sus sospechas. Tras el pelo de Natsuki, lo que consiguió ver era a Mikoto sentada enfrente riéndose, parecían pasarlo bien *No puede ser…Mikoto… * Pensó Nao * No puede…*

-AAAHHH!

De tanto apoyar la silla en dos patas esta se volcó, haciendo que Natsuki y Mikoto se asomaran a ver que había pasado.Al ver a Nao con las piernas hacia arriba Mikoto empezó a reírse como el resto del bar, Natsuki por el contrario se acerco hacia la chica.

-¿Estas bien?-Dijo tendiéndola una mano.

-Si… - Dijo borde mente, al levantar la mirada y encontrar ahí a Natsuki cambió la cara, poniéndose mas roja aun mas roja de lo que ya estaba.- Gra-gra…cias… - añadió sujetando la mano de Natsuki

La ayudo a levantarse del suelo, y una vez de pie, Nao cayó sobre Natsuki.

-Ah! Mi pie – Al caer sobre ella, su mano fue a parar a uno de los pechos de Natsuki, haciendo que ambas se sonrojaran, y que más de uno de los del bar tuvieran que contener la sangre en su nariz.

Natsuki miro al bar desafiante.

-¡¡ ¿Por que no os metéis en vuestros asuntos? Será mejor que lo hagáis si no queréis que os de una paliza!!- Dijo en un tono un poco alto, pero volviendo la Natsuki que era antaño. Agarró fuerte a Nao y se dirigió hacia la puerta- Vamos Mikoto- Añadió borde mente.

Al llegar a la moto, y dejar a Nao sentada, Natsuki se daba media vuelta hacia el bar. Pero Mikoto la sujeto por el brazo.

-Venga déjalo, vamonos…

Al ver el tamaño de las dos chicas, no sabía como iban a ir las tres en la moto, y se quedo pensando. De repente, Mikoto la agarro por la cintura y la dio un beso en la mejilla.

-Nos vemos en casa, lleva a Nao – Dijo comenzando a caminar.

Nao se quedo con un gesto extrañado, pero mas extrañada estaba Natsuki que se había quedado sin saber como reaccionar.
 

domingo, 10 de junio de 2007

domingo, 10 de junio de 2007

El regreso de la estrella Roja Capítulo 3

Autora: Natsuki Kuga (natsuki_dhuran@hotmail.com)

Capitulo 3

Se encontraban a dos días del comienzo de las clases, Natsuki no había podido pasar ni un momento con Shizuru, ya que esta se debía a sus obligaciones como presidenta del consejo estudiantil.

Extrañadamente, Natsuki no desaparecía temporadas como antaño, pasaba largas horas en la habitación estudiando. Al parecer intentaba recuperar lo que había perdido, pero en el fondo también lo hacia por Shizuru.

Ella se esforzaba mucho por que no dejara sus estudios, y le ayudaba en lo que podía con las dudas. Nunca nadie se había preocupado por ella, y hasta ahora no sabia como reaccionar ante ello, pero sabia que de ese modo, agradecía a Shizuru lo que estaba haciendo.

Últimamente solía sentarse en el pollete de la ventana, a mirar las estrellas, no recordaba la ultima vez que incluso ella misma se había preocupado un instante por su vida, se había cegado tanto con la venganza, que había perdido razón de ser… Tal vez ese miedo a aceptar lo que movía el motor para seguir su camino le hacia centrarse mas en los estudios.

En esas noches extrañaba no ver la estrella roja junto a la luna, esa estrella que solo veían las Himes, le costaba adaptarse a su nueva vida, pero sabía que no estaba sola…ya no.

Estaba terminando ya el día, para así cubrirse del manto oscuro el paisaje que tenia frente a ella, estaba mirando por la ventana mientras recogía unos libros de los cuales había estado sacando apuntes, desde donde se encontraba, podía escuchar el agua de la bañera, donde Mikoto se daba un baño. A su nariz le llego el olor de la cena que estaba preparando Mai, se sentía cómoda, en casa, pero notaba en su pecho una sensación de vacío, algo le decía que eso no era para ella.

En lo que se acercaba a su escritorio a dejar sus libros, alguien golpeaba con los nudillos la puerta.

-Ya abro yo – Dijo mirando a Mai - ¿esperas a alguien?

-Si, tenemos invitados a cenar hoy – Le dijo sonriendo – creí habértelo dicho

Natsuki llego hasta la puerta, tras ella se encontraban rostros conocidos, los primeros en entrar fueron Takumi y Akira, que eran el hermano menor de Mai y la novia de este.

Cuando ya se disponía a cerrar la puerta, alguien se puso por medio.

- ¿Me ibas a dejar fuera Natsuki?

- Shi…zu…ru – Dijo al tanto que sus mejillas se tornaban coloradas – Pasa, perdona, no te había visto…

- Lo sé Natsuki – Dijo sonriéndola – Yo a ti siempre te veo Natsuki, siempre te estoy mirando.

-

Estas palabras hicieron que sus mejillas se encendieran aun más, pero logro zafarse de su mirada, ya que se encontraba a su espalda cerrando la puerta.

- ¿Por qué en cada frase que me dices tienes que decir mi nombre? ¿Por qué lo repites tanto? – Pregunto, ya que le llamaba la atención que Shizuru siempre hablase así.

- ¿Quieres saberlo?- Ambas chicas se encontraban ya con el resto, los que estaban ya sentados esperando la comida

- Si… supongo -miraba recelosa a la mesa, donde Takumi y Akira, al igual que Mai y Mikoto miraban como el que va al teatro.

Shizuru cogió la mano de Natsuki hasta llevarla a su pecho

- ¿Lo notas? – Shizuru la miraba con un aire entre seriedad y ternura.

- Si… -El gesto de Natsuki era de sorpresa, sus cejas se arquearon para luego depositar sus ojos en los de Shizuru, mientras en su mano sentía el latir del corazón de la chica

- Pues el es el culpable, ya que solo reconoce tu nombre, dentro de el - Volvió a sonreírla- Natsuki – al añadir lo ultimo en su cara se podía ver un pequeño toque de picardía.

La morena, no sabia como reaccionar ante aquello, en su cabeza como eco, escuchaba como los demás entonaban al unísono un “ooooh”. Bajo la mirada un poco, para intentar ocultar su vergüenza.

-Shizuru… yo… - Sus manos empezaban a sudar de nuevo. Tal vez ya había llegado ese momento en el que tenía que admitir lo que sentía, y quería.

- ¿Cenamos ya o que? – La pregunta de Mikoto rompió el momento, la chica se sonrojo al ver como todos giraban la cabeza, como cuando hablas en el cine.

– Perdón… es que...

- Mikoto tiene razón – Dijo Natsuki, algo aliviada de no tener que hacerlo aun, y menos delante de nadie.Con la mirada encontró a Mikoto, la cual le dedico una sonrisa cómplice. *Gracias… * Pensó mientras le devolvía la sonrisa.

Al terminar de cenar, Shizuru se acerco a Natsuki para pedirle que saliera a la terraza a hablar un rato.

Takumi y Akira habían cogido asiento en uno de los sofás, Mai empezaba a dar cabezadas en el de enfrente, Mikoto se encontraba en el sillón más cercano a la terraza. Hasta sus oídos llegaban las palabras de Shizuru.

- Yo… quería pedirte perdón por lo que pasó Natsuki… - Su mirada se perdía en la gran luna que había ante ellas – No era mi intención...

- Lo sé Shizuru, no te preocupes- Añadió cortando la disculpa de la chica.

- Y también quiero que sepas una cosa, esta vez… lo haré bien- Le dedico una preciosa sonrisa a la chica por la que estaba dispuesta a dar todo- ¿No ibas a decirme algo antes?

- Si… Yo quería decirte… - Mientras formulaba su frase, por el salón andaba Mikoto cabreada hasta la puerta- El caso es que yo- Un fuerte portazo no la dejo terminar.

Mai se despertó de golpe casi saltando sobre su asiento. Natsuki y Shizuru salían de la terraza apresuradamente.

- ¿Qué ha pasado? – Preguntaba Mai mientras hacia un barrido a la habitación con la mirada.- ¿Dónde esta Mikoto?

- Onee-chan, yo la vi algo cabreada, y murmuraba cosas mientras iba hacia la puerta, pero no entendí que decía – le contestaba Takumi, mientras en su cara se dibujaban un montón de preguntas.

- Voy a buscarla – Mai corría hacia la puerta.

- Yo también voy – Añadió Natsuki, mientras cogia el casco de la moto.

Shizuru se marcho con Mai, Akira y Takumi se quedaron en casa por si volvía.

Natsuki recorría las calles con su moto.

No había parado de correr desde que había salido de su casa, se sentía cansada, pero algo dentro de ella no le dejaba parar. Finalmente su cuerpo no quiso continuar huyendo. Callo de rodillas al suelo, cerca de un pequeño parque, donde por el día siempre había niños jugando.

*¿Qué me esta pasando? ¿Por qué?* Mikoto se preguntaba mientras se llevaba las manos a la cabeza y empezaba a llorar.

- ¿Mikoto? ¿Eres tu?

- Si… - Respondía a la pregunta intentando secarse los ojos rápidamente – Hola Yukino…

- ¿Estabas llorando?- Dijo la chica colocándose las gafas, y agachándose a su lado- ¿Te has perdido?

-NO! No me e perdido! Ya no soy una niña ¿Vale? – Dijo algo furiosa, y se le volvieron a saltar las lágrimas.

Yukino la miraba extrañada, y entendió que Mikoto no solo había crecido físicamente. La rodeo con un brazo. Mikoto se apoyo en su pecho y continúo llorando.

-Tranquila Mikoto, desahogate.

Tras que Mikoto se calmara un poco, ambas se sentaron en un banco.

- así que es eso lo que te pasa. – Dijo Yukino mirándola.

- Si… estoy cansada de que sigan pensando que soy una niña… y.. – bajo la mirada clavándola en el suelo – últimamente, me siento rara… se me pasan por la cabeza cosas que nunca pensé que lo harían- Apoyo su cabeza sobre sus manos.

- Eso es normal – Yukino se sorprendió al ver la manera de expresarse de

Mikoto – Cuando uno va creciendo, van surgiendo nuevas cosas, nuevos problemas, sentimientos.

Mientras hablaban se oía el ruido de una moto cada vez mas cerca.Natsuki ya no sabía por donde buscar, y su última idea fue ir al parque donde solían ir Mai y Mikoto algún fin de semana de picnic.

*¿Dónde estas Mikoto? No puedes haber ido muy lejos* Pensaba mientras que al llegar al parque reducía la velocidad. Por suerte, distinguió dos cuerpos sentados en un banco, al acercarse un poco mas pudo reconocerlas. Se quito el casco, y bajo de la moto. Al fin llego hasta donde estaban.

-Hola Kuga – Dijo Yukino, aun le sorprendía más el hecho de que fuera Natsuki la que iba a buscar a Mikoto.

Mikoto levanto la vista y se quedo mirando a Natsuki a los ojos.

- Buenas noches Yukino- Dijo y volvió a mirar a Mikoto mientras se acercaba hasta ella, se arrodillo justo enfrente, con la mano le quito dulcemente el rastro de lagrimas que había por la cara de la chica. - ¿Estas bien?

Mikoto asintió con la cabeza, pero al sentir la mano de Natsuki en su cara, las mejillas se empezaron a poner rojas.

*así que es eso… * Pensó Yukino mientras le aparecía una pequeña sonrisa en la cara *Te entiendo bien Mikoto… *

-¿Volvemos a casa?- Le pregunto Natsuki tendiéndole una mano con un casco a Mikoto.

- Claro – Dijo sonriéndola y cogiendo el casco.

Al levantarse del banco Mikoto, Natsuki se dio cuenta de que la niña ya estaba casi tan alta como ella, quería saber que la pasaba, pero no era momento de agobiarla.

Se despidieron de Yukino, y tomaron el camino hacia la moto.