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lunes, 21 de mayo de 2012

lunes, 21 de mayo de 2012

Convenio con el Diablo Cap 8

 Título:  "Convenio con el diablo"
 
Fanfic: "ShizNat"
Todos los derechos pertenecientes a este fic corresponde a la "Autora: Amane-chann "
y los personajes corresponden a su legítimos dueños


Capítulo 8

Fue una pesadilla…
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30 Minutos antes. Aún en la cafetería principal.
"Me pregunto si algún día de estos me hablará…"-La peli naranja estaba risueña construyendo sus castillos en el cielo.
"Entonces Mai-han debería de hablarle primero, creo que esperaría años si Nat… Kuga-han tomara la iniciativa."-Tenía su mano derecha, recargada en la mesa, sosteniendo un poco el peso de su cabeza, comenzaba a aburrirse del lugar y la peli naranja ya había terminado su ramen, ahora las dos se encontraba tomando su segundo vaso de un líquido efervescente de color rojo, especialidad de la casa.
"¿Tú crees eso? ¿Enserio estaría bien que yo le hablase?"-No esperaba que Shizuru conociese tan bien a Natsuki.
"Ara, ¿Y por qué no?"-La castaña no sabía el porqué de esas palabras, su interior le decía que no le apoyase, que simplemente tomará a la peli naranja y salieran de ese lugar.
Un poco indecisa, pero aún con esa sonrisa en el rostro, la oji lila se levantó de su asiento, volteó para con su amiga castaña y ésta le dedicó una sonrisa. Caminó a paso corto, trataba de no apresurarse, pero de tampoco tardarse una eternidad, la peliazul aún no le prestaba atención, aún seguía entretenida con su libro, ya estando a dos metros, la ojiverde dejó su lectura y enfocó su vista a la persona que estaba frente de ella, cómo se había planeado, Natsuki le dedicó una gélida mirada y volteó el rostro ignorándole.
El interior de Shizuru ardía, no sabía el porqué de esas sensaciones, conocía el sufrimiento por el bien de otra persona, pero esto que estaba sintiendo, ¿acaso eran celos? Imposible, no podía sentir celos de… no, no de su amiga Mai, no por el simple hecho de que ella se pueda acercar a su Natsuki así como si nada, no por el hecho de que iban a empezar a charlar de algo que ella no iba a poder escuchar, no, nada de eso.
"Disculpa… Mi nombre es…"-Mai sonaba tímida, la brillantez de sus ojos comenzaron a desaparecer conforme el comportamiento de la peliazul.

"Piérdete."-Uno…
"No seas así, yo que quería…"
"No me interesa lo que quieras…"-Dos…
La peli naranja tomó asiento sin pedir permiso y tal como había sido planeado, la peliazul le dedicó otra fría mirada.
"Yo me preguntaba que si quisieras salir conmigo…"-Incluso si fuese actuado, el asombro de la peliazul era real, porque sabía que la gente a su alrededor, aunque fuese una poca, logró escuchar aquellas últimas palabras, y sabía que estas palabras correrían por todo el campus conforme ella saliera del lugar. Ahora, aunque no lo pareciese, los alumnos que estaban sentados en las mesas, prestaba atención a la conversación de aquellas dos…
Shizuru podía saber en parte de lo que estaban hablando, pudo ver el rostro sorprendido de su Natsuki segundos después de que su amiga dijese algo que no podía escuchar, incluso no podía leerle los labios.
"Cómo te llamas…"-
"A-Aku Mai, puedes llamarme Mai."-Conforme iba pasando el 'guión', la peli naranja iba cambiando su humor, en este momento, empezaba a sonreír.
"Puedes llamarme…"-Pero en ese momento algo le distrajo, no podía prestar atención al rostro de la peli naranja que parecía confundido, y Mai no podía voltear simplemente el rostro para observar lo que al parecer iba en dirección a la castaña.
"Natsuki, qué está pasando…"-Dijo en un suave susurro sin siquiera mover sus labios, pero la peliazul no prestaba atención. De pronto, como saliendo del trance, la ojiverde volteó para con su compañera, que le siguió mirando con confusión y se levantó de su asiento, diciendo unas últimas palabras, lo suficientemente audibles para que los demás alumnos pudieran escuchar.
"Nos vemos a las 12pm en el estacionamiento…"-Y se marchó dejando a una confundida Mai.
La peli naranja lo meditó un poco, el guión no había salido a como lo había planeado, algo no andaba bien; para cuando la oji lila volteó en dirección de la castaña, vio exactamente el porqué, Fujino Shizuru se encontraba atrapada entre las garras de Tori-senpai.
"Arara."-Ese era un mal acento de Kyoto.-"Veo que Shi-chan está esperando que la conversación de aquellas dos termine."
"Tori-senpai, es un milagro encontrarle por aquí, ¿a qué se debe tal sorpresa?"-Estando en suma concentración tratando de saber o imaginar qué era de lo que aquellas dos estaban conversando, no se percató de las malas vibras que empezaban a emanar por un lado de ella, no se dio cuenta si no hasta el último instante que tenía a su lado a su 'queridísima Oneesama'.
"Pues eso, mi querida Shi-chan, quería hablar exactamente contigo y voilà, aquí te encuentro, qué coincidencia."-Esas palabras encaraban el sarcasmo en persona.
"Pues aquí me tiene Tori-senpai, ¿Qué es eso que quería hablar conmigo exactamente?"
Pero para qué decir garras, simplemente, y a la vista de Mai, aquellas dos estaban teniendo una charla muy amena. En su mente se encontraba el dilema si en ir tras Natsuki o en interrumpir o incluirse en la plática con aquellas dos, aunque pareciera que estuvieran hablando de lo maravilloso de la vida, Mai veía en los ojos de Shizuru una tenue luz de desesperación, se levantó lentamente del asiento y se encaminó en aquella dirección.
"Seré directa."-Como siempre. Se dijo la castaña.-"Me he enterado de que aquel perrito con el que estabas el semestre pasado…"-A Shizuru se le abrieron los ojos de la sorpresa.-"Ese perrito perdido con el que te vi agarrada de la mano varias veces…"-Shizuru sentía que pasaban púas por su garganta.-"Es ahora una de las candidatas a la encuesta de este semestre."-La castaña vio cólera crecer en los ojos de su superior, pero rápidamente volvieron a unos de extrema inocencia.-"Yo no sabía esto Shi-chan, ¿y sabes qué? Ese perrito de pelos azules, está en peligro."-Takama sonrió malignamente.-"Y serás la primera en saberlo Shi-chan, pero ese perrito que antes estaba maltratado y ahora es tan precioso como para acercarse a vuestra belleza, será mío…"
Mai dejó de moverse al escuchar aquello, sólo estaba a unos cuantos metros y se le crisparon los nervios, sabía que la teoría de que si una reina loca tenía algo, la otra reina lo quería, era absolutamente cierta, y no sólo eso, el poder de una de esas 'reinas' se estaba debilitando por sacar a relucir su objeto más preciado.
"Arara. Veo por tu dulce y triste rostro Shi-chan, que ese perrito no fue sólo un juguetito de usar y tirar… ¿Puedo preguntar por qué lo tiraste?"
"No sé a lo que se refiere Tori-senpai."-Shizuru trataba de que su escudo no se rompiese en ese mismo instante, quería pedir ayuda, pero las palabras necesarias no salían.
Quería ayudarla, tenía que haber alguna manera…
"Shizuru-san"-Interrumpió de una la peli naranja quedándose sin palabras de un segundo a otro. Esperó unos segundos más, pero las palabras no llegaban, Takama volteó para con la peli naranja y sonrió lascivamente dedicando su vista nuevamente hacia su cuerpo sin mayor recato.
"Ara, Mai-han, había olvidado que teníamos clase, gracias por intentar recordármelo, fufu…"-Su cabeza daba vueltas, se levantó con un poco de dificultad dispuesta a irse.
"Recuerda esto Shi-chan, no hay nada que yo no pueda tener. Que tengan un buen día…"-Takama se levantó de su lugar y se marchó en dirección contraria.
Mai se percató de la pesadez que sentía la castaña, disimuló una sonrisa, se estaba dando cuenta de que las dos eran el centro de atención en toda la cafetería, justo en el momento en que sus pies empezaron a moverse, jaló a su compañera y salieron del lugar.
Shizuru estaba ida, eso fue lo que la peli naranja alcanzó a calcular al momento de jalar a su 'amiga', la jaló por un largo tramo, se daba cuenta de que cada vez la castaña era más difícil de jalar, fue cuando se dio cuenta de que Shizuru estaba a punto de perder el conocimiento. No puede ser… Volteó para todos lados, vio a alumnos caminando de un lado para otro, no se podía dar el lujo de que Shizuru se derrumbara ahí llamando la atención, trataba de pensar rápidamente, la castaña comenzaba a tambalearse de un lado para el otro, siguió caminando y jalando hasta disuadir entre el edificio principal unos arbustos que le parecieron familiares, en esa dirección se percató de la escases de los alumnos, pero no pudo llegar. Shizuru cayó de rodillas y Mai alcanzó a sostenerle por los hombros, la fue bajando lentamente en el verde pasto. Qué hago… No tengo la suficiente fuerza para cargar a Fujino, y dudo de mi suerte para que alguien venga en mi rescate y que en 10 minutos no se sepa esta historia.
Mai seguía pensando y pensando, empezó a escuchar unos pasos, cada vez se hacían más próximos, la peli naranja por primera vez reconoció en su cuerpo el miedo y cerró los ojos con la esperanza de que aquellos pasos se detuviesen y diesen media vuelta. Esperó un momento y los pasos se detuvieron muy cerca de donde se encontraba ella, esperó otro momento más y cuando iba abrir los ojos.
"Maldición, la verdad es que no puedo dejarte sola ningún momento…"-Se sobresaltó al escuchar aquella voz, suspiró en agradecimiento y se puso en modus serio.
"Pero no te quedes ahí parada, ayúdame a levantar a Shizuru."
"¿Qué ha pasado?"-Preguntó la peliazul molesta por la escena.
"No hay tiempo para explicaciones, vamos a…"
"Al estudio secreto…"-La ojiverde sonrió.-"¿Qué, creías que no sabía? Soy tonta, pero no tanto… Sé en donde queda."-La peli naranja se quedó sin palabras, Natsuki se acercó, y gracias a todos esas horas de entrenamiento pudo levantar con facilidad a la castaña, cargándola sola sin la necesidad de su amiga.-"Apresúrate por favor, no te quedes ahí de boba."-Mai se había quedado de rodillas contemplando la vista, tal como lo había dicho, como un príncipe rescatando a su princesa.
La peli naranja espabiló y se levantó del pasto para apresurarse, encaminándose por los arbustos que estaban re pegados en el edificio principal, buscando aquel pequeño espacio vacío donde se encontraba la puerta con aquel enorme cerrojo, cuando lo encontró, se apresuró a quitar el cerrojo y abrir la puerta, el lugar estaba medio oscuro, sólo faltó estirar el brazo cerca de la pared para encender la luz. Detrás de ella se encontraba la peliazul sosteniendo en sus brazos a una débil Shizuru, se dio cuenta de todas las precauciones que tomó la ojiverde para que la castaña no sufriera algún golpe, se daba cuenta de cómo la trataba, con tanta mesura y delicadeza. Natsuki dejó a la castaña en uno de los dos sillones reclinables y le acomodó la cabeza para que ésta no se moviese de manera drástica.
"Está inconsciente."-Natsuki tocó la frente de la castaña, luego su muñeca izquierda para tomar el pulso y suspiró en alivio.-"Mai."-Le miró de manera fría.-"¿Podrías explicarme qué fue lo que pasó?"
"No es momento para esto Natsuki, necesito ir con Harada Chie para entender bien la situación."-Natsuki, Tori-senpai ya se dio cuenta de quién eres…
"¡Pero Mai! No puedo quedarme sola con ella, y menos en este lugar…"-Hizo un puchero quejumbroso.
"Cállate idiota, no levantes la voz, Shizuru no puede despertarse en este momento, déjala descansar, además, puedes arreglártelas, ya no eres una niña Natsuki, piensa en algo…"-Y se marchó.
Qué hago, qué hago, qué hago, qué hago, qué hago… No puedo quedarme con ella, y mucho menos aquí… Natsuki empieza a recordar los momentos en los que su ex – novia la trajo a este sitio, y lo primero que se le viene a la mente, eran aquellas deliciosas sesiones de besos. Oh Shizuru, ojala pudieras decirme qué ha pasado… Intentó tranquilizarse, sabía que no era el momento adecuado para que sus nervios la consumieran.
Respiró profundo, no se había movido de su lado, no podía dejar de contemplarla, pareciera dormir plácidamente de no ser por esas pequeñas curvatura en sus cejas, era la notoria señal de preocupación. Cerró los ojos, respiró nuevamente y se encaminó al gran piano de cola, se acomodó en el asiento, levantó la tapa que cubría las teclas y dejó que sus dedos se movieran al ritmo de alguna suave melodía… (Insertando Balada para Adelina).
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-39-
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Shizuru tenía un sueño, en ese sueño su Natsuki le dedicaba algunas melodías que había escuchado meses atrás, pero desgraciadamente ya no podía, tampoco podía verla sentada en su piano de cola en su estudio escondido, ya no podía escuchar esas suaves melodías; por eso no quería despertar de su preciado sueño, quería, aunque fuese en un maldito sueño, creer que aquella persona que seguía tocando en aquel blanco piano de cola dejaría de tocar y se levantaría para despertarla con un ya tan deseado dulce beso, sólo quería que ese beso fuese de su ojiverde…
A lo lejos, podía escuchar aquella melodía, Natsuki solía tocar varias veces para ella, cada vez que venía pasaba secretamente un grato momento, ahora no podía verla, pero sabía que su Natsuki tocaba aquella melodía por el simple hecho de tener esa manera de mover sus dedos, eran de cierta manera delicados y a la vez apresurados, como si pensara que se le fuese a olvidar la siguiente parte. La escuchaba a lo lejos, era tranquilizante, un tanto emocionante, y nostálgico; el tempo no concordaba, incluía tonos diferentes, modificaba la canción a como le daba la gana, pero de todas formas, no desentonaba, ella sabía qué tecla incluir, era como si la estuviese arreglando, todo estaba en armonía.
Pero qué buen sueño, incluso podía oler a su Natsuki, pero, ¿se podía oler la calidez de una persona?, No, tampoco podía oler el amor que trataba de transmitir, entonces, ¿qué era lo que su olfato estaba percibiendo?, sentía que podía tocar con los dedos de sus manos aquellas melodías que se encontraban en el aire, y era preocupante porque, se sentía tan real…
Y ahora, la otra canción, (Insertando piano) al principio creyó que esa canción no podía ser tocada por su Natsuki, pero tenía su esencia; aquellas notas, era como si la peliazul estuviese enojada con ella, como si con esa canción le estuviese transmitiendo sus pensamientos porque, sentía como si esas notas le estuviesen reprochando las cosas que le había hecho tiempo atrás, luego sentía la tristeza, eran tan bruscos esos cambios de notas, primero enojada, después preocupada, triste, luego cambiaban, esa sensación era como si las notas tratasen de hablarle, esas notas se convertían en palabras compresibles y audibles, como si le dijesen que le perdonaban todo lo anterior, que lo olvidara, pero no dejaban de reprocharle, pues ahora le tocaba su castigo.
De pronto, soltó un largo suspiro, y fue como si lo anterior hubiese sido lo suficientemente poderoso como para acallar esos sonidos y todo se convertía en un profundo silencio… ¿A dónde se habrán ido esas notas que podía palpar con sus manos? ¿A dónde se habrá ido su Natsuki? No sabía, todo se encontraba en penumbra en aquel sueño, pero, eso ya no era un sueño, era una de esas pesadillas que soñaba con frecuencia, solo, oscuro, sin poder ver siquiera la palma de tu mano, era preocupante y a la vez aterrador para la castaña, porque, entre sus mayores temores se encontraba la oscura y fría soledad…
Piensa en tu príncipe, piensa en tu casto beso prometido, piensa en el caballo blanco; piensa en… en Natsuki.
"Te perdono…"
Y fue como si esos pensamientos clamaran en su ser aquella sensación que prontamente se sintió tan real y aplacible. ¿Por qué no podía abrir sus ojos? ¿Por qué no podía saber si todo aquello era realidad o producto de su sueño? Y ¿Por qué esos labios eran tan misteriosos y a la vez tan reconocibles?
"Nat…"-Pronunció después de que ese beso finalizara.
Cuando despertó, no estaba su Natsuki, se encontraba en su estudio secreto y no en la cafetería... le dolía la cabeza y no podía recordar el cómo llegó hasta el sitio dónde se encontraba; se llevó los dedos a sus labios y se percató de que éstos se encontraban húmedos. Entonces no fue un sueño… Pero el objeto de sus deseos no se encontraba en ese momento y el dolor en su pecho comenzaba a crecer conforme la decepción y desesperación. Te perdono… Le llegaron a su mente esas palabras que fueron transmitidas por ese alguien hace unos momentos. No había duda, eso no era un sueño. Se levantó de su sillón y se dirigió a su piano, se percató de que la tapa que cubrían las teclas se encontraba en posición abierta, no fue un sueño… y fue entonces que al momento de intentar sonreír, perlas finas cayeron de sus mejillas…
Era hora de considerar el plan de batalla para luchar por lo que quería…
-40-
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Se tallaba el rabillo del ojo bruscamente para que sus lágrimas no se derramaran, se alejaba a paso largo de aquel lugar en el que… ¡Diablos! ¿Por qué hice aquella estupidez? Si Shizuru se hubiese despertado en ese momento… ¡ARG! Se tallaba la cabeza en desesperación.
"Veo que has hecho una idiotez"-Escuchó una voz femenina proveniente de un árbol. Pero los árboles no hablan…
"Muéstrate…"-Dijo con autoridad.
"Ya, ya, no te voy a morder…"-De entre un árbol salió una chica de grandes rasgos felinos, de cabello corto y rojizo, unos centímetros más baja que la peliazul, con unos ojos verdes que muchos dirían que se parecían a los de ella, pero los de esa chica denotaban atrevimiento, diversión y perversión; He de tener cuidado…
"Quién eres…"-Palabras cortas y concisas.
"Vaya, ¿Por qué esa pesadez para conmigo? Yo que creí que podríamos ser buenas amigas…"-aquella chica sacó su lengua y relamió sus labios.
La peliazul se estaba hartando, aquella chica se estaba burlando de ella y lo primero que se le vino a su mente hacerle a aquella chica, era atacarla con algunos movimientos de su deporte favorito; pero no lo hizo, se ahorró su energía y dio media vuelta, ignorándola…
"Hay no… Espera, no seas aburrida, ¡Kuga!"
"Cómo demonios sabes mi nombre…"
"Venga ya… He de presentarme."-Hizo una pequeña reverencia antes.-"Me llamo Yuuki Nao, pero debes de llamarme Juliett…"
"Porqué debería hacer eso…"
"Maa, espera, no me interrumpas en mi presentación."-Hizo un pequeño puchero infantil.-"Soy de nuevo ingreso, estudio música contemporánea, lo mismo que tu, senpai"-Sonrió felinamente.-"Y vengo en órdenes de Tokiha-san."
Para Natsuki esa rara chica representaba un peligro, en primera, en su mente se preguntaba que si aquella llamada Nao la habría visto salir de aquellos arbustos, y en segunda, esa apariencia felina, demostraba un aire seductor e infantil al mismo tiempo, no podía fiarse aún de ella, ni aunque viniera en órdenes de su amiga peli naranja…
"A qué has venido… Juliett."-Natsuki le miraba retadora, con sus conocimientos adquiridos no podía darse cuenta de sus verdaderas intenciones.
"Con calma Kuga, sólo estoy devolviendo el favor al diablo."-sonrió de manera sarcástica.-"Porque ¿si sabias verdad? Tokiha Mai, es el demonio en persona…"-Sabía que esas palabras encaraban más de lo que ella podía entender en ese momento.-"Ten…"-La peli roja se acercó y le extendió un pequeño sobre.
"Qué es esto…"
"Sólo tómalo inútil, las explicaciones deberían de ir dentro."-Ahí estaba el otro lado de la chica que Natsuki no sabía cómo explicarse y que estaba buscando, ese aire peligroso que le envolvía, aquella no era un simple felino doméstico, este tenía garras y colmillos desgarradores.-"Nos vemos después."-Y se marchó.
Vio cómo 'Juliett' doblaba a su flanco derecho, era el camino hacia la entrada del edificio principal, queriendo decir que lo que había dicho era verdad, estudiaba en la misma facultad que ella. Después, se quedó observando aquel sobre que se le fue entregado, parecía personalizado, en la parte inferior izquierda del sobre se encontraba una pequeña flama roja, levantó la vista y se percató de que no hubiera nadie, luego se acercó al árbol en el que se había topado con Juliett y abrió el sobre, como era de esperarse, se encontraba una carta doblada, la desdobló y se concentró en la lectura.
K.N
Flama roja significa urgencia y ayuda. He reclutado a Juliett como caballería armada, ella sabe lo que le corresponde como parte del plan, Natsuki, no desesperes, la incluí desde tiempos de planificación como uso opcional, y viendo como está cambiando el ambiente en este lugar, la necesitarás. Como ya te habrás dado cuenta, la personalidad de Nao-chan es un poco especial, así que ten extrema precaución, y por nada del mundo le brindes toda tu confianza, pues se vende al mejor postor.
Te irás dando cuenta conforme el tiempo la influencia que hará en tu vida, aparecerá cuando menos te lo esperes, su belleza cautivará a los necesarios, piensa en ella como en tu escudo, y también cuídala…
Bye Bye, príncipe…
"Prín…"-La peliazul arrugó la carta en señal de bochorno y enojo.-"Cuando la vea… me las pagará."-Después de un momento se calmó, intentó analizar su posición y en la aparición de aquella nueva chica en su vida, pues desde el día de ayer había decidido que no había vuelta atrás y de su amiga peli naranja dependía su vida y su amor…
Sólo espero estar haciendo lo correcto…
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Awww! Yo también espero estar haciendo lo correcto! (?)
Saludos! Y aquí les va un inconsciente mensaje subliminal..
"" XDDDD!

4 comentarios:

Alexade dijo...

Jajaja! Gran trabajo! Esa vulnerabilidad de Shizuru me atormenta pero es lindo verla desde otro ángulo... Te espero...

Anónimo dijo...

Muy bueno !!! cada vez esta más interesante. Y Nao puede ser la guinde en el pastel. Gracias por escrisbir, continua asi esta genial !!!!^^

Anónimo dijo...

¿Príncipe? jajaja esta muy buena! sigue asi =)

Anónimo dijo...

cuando vas a subir la continuacion , esta extraordinario , porfis no te olvides de subirla continuacion gracias
pdt : ahhhahaahahha (emocion)

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