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Actualizaciones 15/Julio

martes, 22 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Leyenda de sangre y plata - Capítulo 12


XLV

No era de extrañarse que todo mundo lo supiera. Ethel Falks estaba en la ciudad. Y no era precisamente por su reputación que todo mundo lo supiera, si no gracias a las peleas que mantenía con Nao Yuki, una vampira local.

Destrucción masiva, esa era la palabra.

Pero aún sabiendo esa información, a Shirayuki le costaba trabajo encontrar a la que fuera su hermana menor en otros tiempos, ella aún dudaba que fuera su Haru. No podía ser cierto, su dulce hermana menor convertida en algo desconocido.

Para Shirayuki esos vampiros orgullosos de si mismos le daban repugnancia, y ahora su supuesta hermana era uno de esos vampiros…

Eso era lo que más le importaba en el mundo, encontrarla, lo de matar a Nagi había pasado a segundo plano, ahora lo importante era encontrar a su hermana.

Pero nadie sabía la exacta locación de esta, ni si quiera de Nao Yuki, al parecer, siempre aparecían en diferentes lugares, nunca dos veces en el mismo sitio.


Aunque ese día sería su día de suerte, pues logró encontrarla y afortunadamente, estaba sola.

- Eres escurridiza ¿sabes?

- Si no me encontrabas, era porque no quería ser encontrada. Hoy sabía que me ibas a encontrar.

- Ah, mira nada más, que inteligente nos saliste… ¿Ethel?

- Naturalmente, Shirayuki

Ethel le estaba dando la espalda a su hermana hasta ese momento, pero se volteó para enfrentarla.

A Shirayuki le hubiera dado un infarto de ser humana pero solamente se limitó a emitir un gemido de sorpresa.

Las hermanas Kazekawa eran el agua y el aceite personificados. Shirayuki de cabellos blancos y vestimenta japonesa, Ethel de cabello negro y vestimenta europea.

- De verdad eres tú Haru

Los ojos rojo oscuro de Shirayuki refulgían en la oscuridad, mientras los apagados ojos azules de Ethel no, claro efecto de los lentes de contacto que usaba.

- Hace siglos que no soy Haru, ya supérenlo

- ¿Por qué? ¿En que te has convertido?

- En algo mejor de lo que hubiera llegado ser a tu lado

- Ya veo… ¿Me tienes rencor por haberte abandonado?

- ¡Por favor! Claro que no, que te hayas largado fue lo mejor que me pudo haber pasado…

- ¿Entonces?

- Bien sabes que es, pero no te atreves a decirlo

- Ah no… No me digas que sigues con eso Haru, con esa estupidez de que amabas a Shizuru Fujino… Pensé que con todos estos años la habrías olvidado…

- Pues no, tú tuviste toda la culpa, además por tu culpa casi la asesinan, por no mencionar que tú solo me querías para usarme en tus experimentos de conversión…

- Fujino te olvido rápido ¿Sabes?

- Y tú sigues igual de inútil y mediocre que siempre

- ¿Hablas acaso de tu gran reputación? Ya escuché todas las historias que circulan acerca de ti Haru, eres importante…

- Y lo dices con tal desdén… Tú también, eres una de las asesinas más grandes de todo el Japón…

- ¿Asesina? ¿Y tú que eres?

- Yo no mato a diestra y siniestra, solo cuando se requiere… ¿Sabes? Te has vuelto una molestia para los grandes vampiros…

- Los grandes tronos… vaya… ¿Y te mandaron a ti para despacharme?

- No, de hecho esa tarea le correspondía a alguien de inferior nivel. Tú y yo tenemos un asunto pendiente.

- No me digas que tú me vas a matar… por favor. Somos familia… hermanas de sangre. No puedo creerlo, me rompes el corazón

- Déjate de estupideces Yuki

- ¿Tanto la amabas? ¿Por encima de tu propia hermana?

- Realmente… nunca te hiciste cargo de mí, me pregunto si ambas vivimos la misma vida…

- Entonces ¿Estas segura?

- Si, como le dije a Shizuru, ya no somos las mismas personas de aquellos días. Y yo, Yuki… no Shirayuki, te odio. Mi vida se destruyó gracias a ti… por ti es que ya no esta Shizuru conmigo…

- Sabes que ustedes dos no tenían futuro

- Eso no lo sabes… además no importa lo que hubiera durado… ¡Pero me hubiera gustado un poco más!

Acto seguido Ethel saltó hábilmente sobre Shirayuki, pero esta era mucho más rápida.

- No sabes como me haces enojar… Siempre fuiste una niña estúpida…

- Ya cállate

- La única manera de deshacerte de mi, de vengarte, es matándome, pero tú mi querida Haru, hay una manera de hacerte sufrir…

Shirayuki estaba lista para huir, pero alguien intentó taclearla al mismo que Ethel puesto que se escuchó como si chocaran dos camiones. Desde luego, que Shirayuki escapó.

- ¡Maldición! Se me fue la cobarde… ¡Tú! ¡Estorbo!

Empujó a la chica que chocó contra ella.

- ¡Espérate! No creí que fuéramos a chocar… Ay… que dolor…

- Himemiya… ¡¿QUE HACES AQUÍ?

- Mi idea no era… quedar en ridículo

- Pero lo hiciste… y se escapó… Maldición

- Lo siento… ¿Sabes? Ya no trabajo para mi padre… pero siempre quedé en vergüenza porque nunca pude matarla… Tengo pendientes con ella

- Pues fíjate que yo la voy a matar, así que no me estorbes

- Pero…

- Te lo voy a preguntar por última vez… ¿Cuál es tu problema conmigo?

[Sé que no cumplí
Con lo que prometí
Pero no puedes decir
Que nada te di
Que me burlé de ti
Que en verdad no estuve aquí]

- Ya te dije… ninguno, me sentía culpable y todo por lo que pasó contigo…

- Mira, hagamos una cosa, tu y yo no somos enemigas ¿Estamos? Ahora ya vete con tu novia, al rato no quiero malos entendidos

[No hay nada que pensar.
Terminará, no volverás,
Entre mis penas quedaras.

Puedo sentir
Que piensas de mi
Y no se siente nada bien
Si cruzar el umbral
Significa huir
Entonces que puedo decir]

- Déjame ayudarte, a matar a Shirayuki, solas no podremos… tú la mataras, pero… déjame ayudarte.

- Himemiya… Ya déjame en paz…

- Déjame hacer algo por ti… Es que… diablos, siempre he sentido que te fallé, como tu hermana.

- Gracias a ti, a tu sangre, pude hacer muchas cosas que incluso tú ignoras Chikane. Yo no te odio, y la poca ayuda que me diste siempre fue valiosa para mí, ya déjalo ser ¿si?

- Esta bien… pero…

- Si, te voy a dejar que me ayudes, siempre y cuando no estorbes y yo la mate.

- Te lo prometo… Ah… hay otra cosa que quisiera pedirte…

- ¿Ahora que?

- Ya no te pelees tanto con Nao, van a destruir media ciudad…

- Pues dile a esa araña rastrera que deje de seguirme

- ¿Cuándo vamos a atacar a Shirayuki?

- ¿Vamos? Mira, en cuanto se me presente la oportunidad la mataré, ya que ella es muy escurridiza, tramposa y cobarde, así que va a ser difícil rastrearla… Estate al pendiente, si quieres ayudar

- Esta bien…

- Ya en serio… seamos amigas. Como siempre debió haber sido, al menos por este momento… Cuando termine, solo vive tu vida y yo haré lo mismo…

- Si, tienes razón…

[No hay nada que pensar.
Terminará, no volverás,
Entre mis penas quedaras
Terminará un cuento más
Que se me escapa sin final

No hay nada que pensar.
Terminará, no volverás,
Entre mis penas quedaras,
Terminará un cuento más
Que se me escapa sin final.

Terminara, terminar, terminara.]

Mientras tanto, Shirayuki recorría la ciudad en busca de alguien, no importa como, pero a como de lugar la iba a encontrar esa misma noche.

XLVI

Por un breve momento, eran felices, no importaba todo lo que estuviera pasando a su alrededor… ya daba igual, mientras se tuvieran la una a la otra.

En esos pocos días se habían disfrutado como no lo habían hecho en meses.

Sabían que eventualmente eso se iba a terminar pronto para dar paso a una nueva etapa de peleas y sufrimiento.

En aquél momento ambas se encontraban dando rondas por la ciudad, con el pretexto de ver que todo estuviera en orden, pero en realidad era más un paseo nocturno.

- ¿Y bien? ¿Qué quieres hacer Shizuru?

- ¿Te parece bien vandalismo en la escuela?

- Muy graciosa… no, en serio…

- Pues… espera… alguien se acerca

- ¿Quién?

- No sé… es un olor familiar… Espera aquí, en las sombras, será mejor que embosquemos a quien venga a que nos embosque a las dos…

- Pero…

- Natsuki

- Si, con cuidado

No pasarían más de ciento veinte segundos para que apareciera una mujer de característico cabello blanco.

- Tú… Maldita sea la hora en que naciste Fujino

- Ara, ara… Pero si es Shirayuki en persona… pensé que entre tú y yo no había nada que hablar…

- Si me hubieras querido matar, aquella vez que pudiste, lo hubieras hecho

- No tengo intenciones de matarte Shirayuki… ya no. Eso se lo dejo a tu hermana

- Tú la sonsacaste, sucia

- Pues dime lo que quieras, pero no va a cambiar las cosas. Ya supéralo, y mejor sigue huyendo, porque esta vez, Haru habla en serio

- Esa tonta, mucho ruido y pocas nueces, si me quisiera matar lo hubiera hecho desde el principio. Solo es una niña asustada.

- Y bien ¿Qué quieres conmigo?

- Shizuru… tan arrogante como siempre, yo soy el demonio, y vengo por ti…

Shirayuki se lanzó sobre Shizuru, pero esta la esquivó gracilmente. Natsuki no podía creerlo, parecía sacada de alguna de sus pesadillas, la misma Shirayuki de esa historia que le contó Shizuru, no podía ser verdad… pero era la misma. Muchas veces en sueños se la imaginó, tuvo pesadillas, pero ahora era real, esa mujer estaba viva y estaba peleando por matar a su único amor.

Pero era algo asombroso, Shizuru era demasiado hábil, aunque no estaba atacando.

Shirayuki se estaba poniendo violenta cada vez más, entonces Natsuki entró en acción.

Tomó sus dos reconocidas pistolas y empezó a disparar, le dio cuatro veces, claro, que las armas no iban a matarla, pero le estaba haciendo sangrar y eso si que la iba a dañar.

- ¿Quién carajo eres tú?

- Aléjate si sabes lo que te conviene

Ahora Shirayuki se enfocaba en Natsuki.

- Te vas a arrepentir de esto, perra

Y la intentaba atacar con todo el odio que sentía en ese momento, pero le era imposible, esa chica misteriosa era demasiado rápida, y no era nada que hubiera visto antes.

- ¿Qué demonios eres tú?

- Tu peor pesadilla Yuki Kazekawa

Natsuki logró darle una patada en el estómago, y varios balazos más.

- Esto no se va a quedar así…

Huir, una vez más, pero no pudo, pues Shizuru la tomó por el cuello, cometiendo un error.

- Aléjate de nosotras, si sabes lo que te conviene.

La dejaron escapar, y peor aún, Shirayuki se dio cuenta desde que Natsuki la llamó por su nombre humano, esas dos eran pareja. Ahora ya sabía por donde herir a Ethel, por donde herir a Shizuru. Si, ahora su objetivo era otro, esa chica de la cual ella no sabía su nombre, pero se trataba de Natsuki.

- ¿Estas bien?

- Si… ¿Qué hacía ella aquí? – Preguntó Natsuki

- Ni idea, probablemente se peleo con Ethel

- Si, tal vez… ¿Crees que vuelva?

- Conociéndola, no, es demasiado cobarde, prefiere mantenerse con vida…

- Yo creo que esta vez viene en serio…

- Natsuki, olvídala ¿si? Ella solo es un fantasma del pasado… y ya…

- Quisiera que fuéramos solo tú y yo, para siempre, ni Haru, ni Mai, ni nadie más… esa eternidad que tienes tú, la quiero solo para las dos… ¿Entiendes? Solo eso… Tú y yo

- Se oye hermoso cuando lo dices… Te lo prometo Natsuki, llegará el momento…

Cuando Shizuru y Natsuki comenzaron a plantearse preguntas acerca de su vida y quisieron esas respuestas, nunca pensaron que el camino las iba a llevar por cosas que hubiera deseado evitarse, como el caso de Shizuru, era demasiado…

- ¿Sabes cuanto te amo Natsuki?

- Si, creo que si…

- No… es algo que solo yo se, no sabes con cuanta desesperación te necesito a cada segundo…

- Shizuru…

A Natsuki le carcomía el alma algo que nunca, nunca había mencionado a nadie. A ella le hubiera gustado que Shizuru la convirtiera, pero ella. Solo ella. Deseaba la sangre de Shizuru en ella… quería más y más en ella, quería que su propia sangre fuera parte de la de Shizuru, pero sabía que eso era imposible, realmente imposible.

- Vámonos, esta vez no te quiero compartir con el mundo Shizuru

- ¿Ah no?

- No, esta vez quiero una noche para ti y para mí. Solo una

Aunque fue inconcientemente, sabía que se acercaba el final de la vida como la conocía, y no era precisamente por haber encontrado a Shirayuki o a Ethel. Si no que simplemente ya se estaba terminando una era y lo que pensaba que era su razón de existir se reafirmaría una vez más.

Por fin, lejos de todo mundo en su pequeño refugio donde solo eran ellas dos, donde solamente eran dos mujeres que se amaban, no importaba lo que fueran, solo estaban ahí.

Alejadas de cualquier cosa que les pudiera hacer daño, donde el pasado no las alcanzaría, solo estaba el presente, ese presente donde ambas estaban.

- Nunca dudes de mí… Porque nunca amé a nadie como a ti, ni a Haru y lo sabes

- Si, yo se… y sabes que por Mai no siento nada parecido al amor, nada

- Entonces ya basta de palabras y ven aquí.

Shizuru la tenía por la cintura, la miraba a los ojos mientras se acercaba peligrosamente a ella… el preludio al beso era algo que le encantaba a Shizuru, pero la hacía sufrir porque era algo hermoso el dolor que sentía al tenerla tan cerca, pero a la vez lejos de sus labios y de su cálido contacto.

La calidez que Natsuki emanaba de su cuerpo, los latidos de su corazón y su respiración que marcaba el ritmo de su propia vida eran solo unas de sus cosas favoritas acerca de ella.

Su aroma, sus ojos llenos de vida, que Natsuki recorriera su cuerpo con sus tibias manos, y esos labios que le imprimían vida a los suyos.

En ese momento no pudo sentirse más que agradecida a Ethel, si no fuera por ella, nunca habría conocido a su amada Natsuki, y eso, era algo invaluable.

La noche era oscura, como ninguna, no había luna y eso, hacía la noche, perfecta.

Una a una las prendas de ambas mujeres fueron a dar al suelo, se estaban tomando su tiempo para poder demostrarse de aquella manera cuanto se necesitaban la una para la otra.

Sus manos recorrían el cuerpo de su compañera, querían hacer el momento lo más largo que se pudiera, pero era algo imposible, sabían que la noche no iba a ser eterna y ya no aguantaban más.

Ninguna de las dos quería ya prolongar más el momento, cuando Shizuru guió a Natsuki hacia la cama, esta sabía que ya era el momento para dejar de ceder y entregarse a aquella mujer que le daba una razón de ser.

Irónicamente, eran dos personas que tenían la eternidad por delante, pero nunca tenían tiempo debido a lo que eran.

XLVII

El departamento donde estaban era increíblemente costoso, los muebles, algunos antigüedades invaluables y otros contemporáneos y de alta moda. Estaba decorado de muy buen gusto a pesar de la extraña combinación de cosas nuevas y viejas.

Ocupaba todo un piso el enorme lugar, y le incomodaba mucho…

Ahora mismo se encontraban en un cuarto pintado totalmente de blanco, sin más muebles que una mesa enorme, cuatro sillas y un cofre enorme. No había electricidad en ese cuarto, la única iluminación era por cantidad enorme de velas. No había ventanas y la puerta era de madera, y se veía que era increíblemente vieja.

- Muy bien… ahora pueden salir por favor

Les decía la rubia que estaba buscando algo en la mesa.

- Pero… - Preguntó Mikoto, un poco recelosa de dejar a Mai sola.

- Este ritual se tiene que hacer solamente entre yo y la afectada – y les dio una sonrisa a las dos contrariadas chicas

- Arika, Mikoto, todo estará bien ¿si?

- Bueno…

- ¿Arika verdad? – Preguntó la rubia a la chica castaña

- Si, Himeko – sama

- Aquí tienes, muchas gracias por prestármelo

La chica rubia le dio a Arika una afilada y adornada daga plateada.

- De nada

- ¿Te sientes bien Mai – san?

- Si, ya estoy mejor Himeko – sama

Mai Tokiha, tenía un paño manchado de sangre sobre su ojo derecho. Ahora mismo la ex – cazadora de vampiros se encontraba incómoda y asustada.

Había decidido junto con sus únicas amigas el ir a buscar al viejo amigo de Mikoto, pero este se encontraba alejado de la ciudad, probablemente en las montañas, pero antes de irse, Mikoto encontró a Natsuki inconciente en un charco de agua. La llevaron hacía su refugio y en cuanto esta despertó, les explicó lo que había pasado, el asunto con los SEARRS y todo el peligro que se estaba por venir, claro, ahora Mai se sentía demasiado inútil. Lo había perdido todo, y aunque era el momento de hablar con Natsuki, no lo hizo.

No quería hablar con ella, y no lo hizo, la ignoró todo el tiempo, le dolía, pero la última vez que la vio, Natsuki reafirmó su elección, era Shizuru, no ella.

Las invitó a comer, muy a su pesar. Y le contaron sobre que se iban a ir de la ciudad y a Natsuki le pareció lo más correcto, y claro, no les ofreció su ayuda como pensaba Mai, cosa que le dolió. Pero antes de que se fueran, pues Shizuru iba a ir por Natsuki, apuntó en un pedazo de mantel de papel una dirección, le dijo a Mai que fueran a ver a esa persona para que arreglara lo de su ojo, esta vez en definitiva. Que las mandaba Natsuki, que era un favor que después pagaría, y le suplicó a Mai que lo hiciera, por la vieja amistad que alguna vez tuvieron.

Claro, Mai no quería, pero sus amigas la animaron.

Así fue como llegaron al lujoso departamento, donde una rubia llamada Himeko Kurusegawa les abrió.

Ella estaba al tanto del "favor", ya que Natsuki le había mandado un mensaje de texto… al principio Mai no estaba segura, ya que Nao solo la engañó, ya que el "ojo" que recuperó gracias a Shiho no era lo que esperaba, le daba un aspecto horroroso y tenía que cubrirlo con un parche, así que era lo mismo que no tenerlo.

La rubia le preguntó acerca de cómo había perdido el ojo, de su recuperación en falso. Y ella misma le dijo que si había manera de recuperarlo, pues teniendo sangre pura de caza vampiros, todo era posible.

Solo que ahora tenían que romper el sello maligno del ojo… Himeko iba a usar una vieja katana que tenía consigo como reliquia familiar, la katana de la sacerdotisa solar, una reliquia familiar, pero no estaba segura de que funcionara. Necesitaba algún instrumento especial.

Mikoto sacó una espada que desde siempre también tenía, una espada con una gran emanación maligna, no servía.

Entonces Arika sacó su daga plateada, ella la tenía porque su abuela se la dio, era una herencia de su madre.

Himeko abrió los ojos en señal de sorpresa, Mikoto preguntó si conocía algo del instrumento, Himeko dijo que no, pero seguramente si sabía algo.

Solo dijo que era un instrumento valioso, pues emanaba energía blanca y serviría para ayudar a Mai.

Mai tuvo que soportar el dolor cuando le atravesaron con la daga el ojo maligno, le dolió mucho, pero no tanto como la humillación de aceptar la ayuda de Natsuki.

Y ahora se encontraba sentada en una silla en medio de velas y un círculo mágico.

La chica Himeko usó bastantes especias y otros ingredientes que Mai no reconocía, en ese momento se preguntaba si serían cosas como colas de salamandra y así…

Recitaba palabras que no entendía, tal vez tardarían cuarenta y cinco minutos así, ya que poco a poco el dolor del ojo iba cediendo, pero en un momento sentía otro dolor muy distinto…

Al cabo de veinte minutos más, había recuperado su ojo.

- Bien… creo que todo salió bien Mai – san

- Muchas gracias Himeko – sama, en serio… yo… no se como pagarle

- No te preocupes, un favor a Natsuki – chan es algo que hago con mucho gusto…

- Disculpe… ¿Cómo es que…?

- ¿…conozco a Natsuki – chan?

- Si… perdón por ser… chismosa

- No te preocupes… Es por Chikane – chan

- ¿Chikane?

- ¿Natsuki no te dijo nada?

- Bueno… es que ella y yo no… hablamos mucho.

- Ah… Ah… ¡Ah! – Apenas a Himeko le cayó el veinte – ¡Tú eres la caza vampiros que quería con ella!

No importa que fuera una hechicera poderosa y de una familia legendaria, Himeko metía la pata y no dejaba de ser una niña imprudente en muchas ocasiones.

- Eh… si… soy la misma

- Ay, lo siento Mai – san… no quise ser imprudente

- No te preocupes… aunque veo que estas al tanto de nuestra historia…

- Es que Chikane me la contó… Bueno… ya que metí la pata, puedo meterla un poco más, es lo justo para ti. Chikane es la lycan que mordió a Natsuki, por eso la conocemos y nos llevamos muy bien con ella…

- ¿En serio? Pensaba que era un tal… Sakomizu

- No, fue Chikane – chan…

- Ya veo… Hay cosas de las que nunca me enteraré…

- Eso crees… Tú futuro esta muy intrincado e incierto… Vas a encontrar tu camino Mai, el camino que siempre debiste tomar… A veces no es lo pensamos, no es lo más obvio. Recuerda, que aunque una cosa sea obvia no quiere decir que esa cosa es la que tiene que ser…

- ¿De que hablas?

- De nada, no me hagas caso… Solo que ten paciencia, tu camino se aclarara, conocerás a alguien que te va a iluminar… Eres parte importante en esta historia, tanto como Shizuru y Natsuki

- Hablas como si estuviéramos en un tipo de historia retorcida

- Historia retorcida… me gusta. La vida es eso, hay alguien superior a nosotros que jala las cuerdas, creas o no… nuestro destino esta decidido desde siempre, aunque nos alejemos de nuestro camino predestinado siempre vamos a acabar en la misma situación… ¿Conoces la historia de la máquina del tiempo?

- Pues si, todo mundo la conoce

- En ese caso, te acordarás que por más que él quiso cambiar la historia para que su amada no muriera, siempre pasaba lo mismo, ella moría, una y otra vez, siempre, de diferentes maneras, pero era el mismo resultado…

- ¿Quieres decir que hagamos lo que hagamos no podemos evitar lo que se supone que estamos destinados a hacer?

- Así es… tarde o temprano vas a estar en la situación que se dictó para ti…

Himeko sabía el futuro, y eso era algo que solo ella sabía, nadie sabía de sus dotes, que no siempre eran acertados, pues la historia siempre cambiaba, aunque el final era siempre el mismo.

- Será mejor que ya nos vayamos

- Claro, toma, estas hierbas son para mantenimiento, quiero que tomes té de estas hasta que se terminen, una taza por noche ¿Esta bien?

- Si, muchas gracias

- No hay de qué, vamos

Himeko sabía que algo iba a ocurrir, y de hecho estaba muy divertida por el hecho, aunque sabía que nada malo iba a pasar.

Mikoto y Arika estaban nerviosas, cuando vieron salir a Mai sonrieron, pues la "operación" había resultado un éxito.

Mai seguía sintiéndose mal por usar ese favor de Natsuki, lo último que ella haría por Mai.

Estaban dispuestas a irse cuando la puerta se abrió, una hermosa peliazul entró al departamento junto con una muchacha castaña, una de cabello blanco y…

- ¡Maldición!

Mai y sus amigas se pusieron a la defensiva cuando vieron a Ethel Falks entrar.

- Se me olvidó mencionar que Chikane – chan fue a patrullar con miss Ethel

Y Himeko estaba sonriendo, porque obviamente sabía que esto era muy buena idea.

- Hola Mai Tokiha – saludó Ethel – No vengo a pelear hoy

- Vaya… por un momento pensé que era una trampa que Natsuki me tendió, con eso de que son muy amigas…

- ¿Amigas? No, Natsuki es solamente familiar mío y ya. Shizuru si es mi amiga… y se ve que no las tragas…

- Pero no es de tu incumbencia…

- Chikane – chan, mira ellas son mi trabajo de la tarde, lo que te comenté…

- Si… mucho gusto, soy Chikane Himemiya

Mai se sonrojó ante el contacto de aquella bellísima mujer, le recordaba en cierta manera a Natsuki, aunque obviamente, Chikane tenía clase, o eso le pareció a Mai.

Himeko se dio cuenta y fue y le plantó un beso de película XXX a su novia, a lo que Mai decidió solo voltear.

- Yo soy Shizuma Hanazono, hermosa

La saludó la de cabello blanco, quien era hermosa y elegante…

- Si te ve Nagisa… te matará

- Eso si no le vas con el chisme Aoi…

Mai se encontraba confundida… ¿Quiénes eran esas muchachas? ¿Y porque Ethel se sentó en un sillón y ni si quiera la miraba cuando la última vez que la vio la quería matar?

Arika y Mikoto se encontraban muy a gusto hablando con Aoi y Shizuma…

- Así que eres la famosa Mai Tokiha…

- Eh si… Chikane – san…

- Probablemente no me ubiques… bueno, soy hija de Lucian

- ¿Lucian Lycan? ¿De verdad?

- Ja, veo que si hiciste tu tarea… si, soy su hija legítima, una de ellas…

- Yo no las conozco por nombre… pero si se de ustedes… ¿Eres tú la que se rebeló contra su padre por amar a una hechicera… legendaria?

Miró hacia Himeko, quien seguía sonriendo.

- Pues si… soy yo… je

- Vaya…

- Por cierto… Mai, Ethel no volverá a molestarte ¿verdad?

- No, porque la señorita lobo "soy buena con todos" me hizo prometer que no te iba a cazar más… Conseguiremos la sangre de algún bárbaro y se me curará esta estúpida herida si no es demasiado tarde – señalando su ojo izquierdo.

- ¿Sabes? Yo tenía una como tú… solo que esa si me la pude quitar… Ten paciencia, yo nunca pensé recuperar mi ojo… y mira

- Si ya se, ahora juguemos a ser niñas buenas y al té…

- Lo siento…

- Yo lo siento más, pero Himemiya tiene razón, no somos enemigas… A lo mejor me odias porque destruí el consejo… pero no era nada personal, niña. Sayers me ofreció un trato y yo lo acepté, nada en contra tuya.

- Si yo se… de todos modos solo yo era una farsa…

- Cierto, te quedaste sin hogar… Si tú quisieras puedes estar con nosotros

Le ofreció Chikane.

- No gracias – Eso significaba ver a Natsuki más seguido.

- Además… por más que se posponga tu destino, llegará tarde o temprano – le mencionó Himeko.

- ¿Sabes? Tú y Ethel tienen mucho en común… Ella perdió todo en algún momento de su vida… y ahora esta igual que tú, pero al revés…

- ¡Himeko! No seas imprudente

- Lo siento Chikane – chan

- ¿Por qué todo mundo asume que me siento mal porque Shizuru esta con Natsuki? Eso ya pasó…

- ¿Tú estabas enamorada de Shizuru?

- No voy a hablarte de mi vida personal y privada y sobre todo pasada niña.

- Ah esta bien, ni quien quería saberlo, tienes muy mal humor ¿sabes?

- Tú no te quedas atrás

- ¡Mai! ¿Vamos a tardar mucho? Queremos jugar al Xbox con Shizuma

- Mikoto… ya nos vamos

- Ah Mai, por favor

- No, ya vámonos

- Mira niña… No te conviertas en mí… ya es mucho lo del ojo y el estar odiando a la persona que nos quitó lo que queríamos… Busca tu camino… y olvídate de Natsuki o Shizuru…

- Eso quiere decir que…

- Ya lo superé, en parte. Ya no quiero nada con Shizuru, pero gracias a su pérdida quiero matar a la persona que me la quitó, y esa fue mi propia hermana. Y aunque mate a Shirayuki, Shizuru no regresará nunca a mi lado, así que ya vez… mejor no te amargues, aún puedes hacer de tu vida algo mejor.

- El destino no se cambiará nunca, aunque no te guste Ethel

- Si ya se Himeko… Bueno yo ya me voy, no encontramos a mi hermana y no tengo porque estar aquí. Adiós.

Y se fue.

- Yo también creo que es hora de irnos, vamos Arika, Mikoto.

- Si Mai – dijeron al unísono.

- Pues bien, voy en busca de ese destino, gracias Himeko. Y un gusto conocerlas a todas, en otra ocasión hablaremos… hasta luego.

- Hasta luego – le dijeron todas las presentes.

Todas quedaron frías, pues la cazadora y sus amigas se fueron demasiado rápido, para Mai, era primordial irse de ahí, ya no quería ni estar en la misma ciudad que Shizuru y Natsuki.

Comenzaron a caminar, pero pronto vieron a alguien recargado a la pared, esperándolas.

- ¿Ahora que Ethel? ¿Me vas a decir que todo fue un acto y que ahora me vas a atacar?

- Que desconfiada eres, me eras útil porque me dijeron que tu sangre me ayudaría, pero la bruja esa me dijo que hay más maneras y que si quiero tú sangre basta con un poco, no necesito matarte

- ¿Y crees que te voy a dar mi sangre?

- No ahora, tal vez un día

- Eh… déjame pensarlo, ahora ya, bye

- Hey, espera, no te vayas así de rápido

- Llevamos prisa – decía mientras caminaba

- Entiendo que se van lejos de aquí, permíteme encaminarlas hacia las afueras de la ciudad

- Has lo que quieras

- No tienes porque ser tan ruda conmigo…

- Bueno, lo siento, es que estoy tensa…

- Si, se nota de aquí a Manchester…

- ¿Qué dijiste?

- No, nada. Mira, normalmente yo no soy así, pero bueno, ahora que llegué a Japón todo cambió, me refiero a que no me gusta hacer amigos ni hablar con las personas, pero… bueno.

- Ve al grano

- Tú quieres a Natsuki ¿verdad?

- Y tú a Shizuru…

- Si, bueno, no… ¡No sé! Ella y yo fuimos pareja cuando estábamos vivas…

- ¿Son de la misma época?

- Si, y bueno, es una larga historia que un día te contaré… ya que caminas demasiado rápido…

- Creí que no querías hablar

- Es que estoy intrigada, cuando nos vimos por última vez Shizuru y yo, gané esto…

Le dijo a Mai, señalando la cicatriz.

- Y me intrigas mucho, es decir… tú también te quedaste con esa herida por algo que tuvo que ver entre Shizuru, Natsuki y tú

- Bueno, ciertamente es una coincidencia que tú y yo tengamos una herida similar en el ojo, aunque sea el contrario, es una coincidencia de que yo haya perdido a Natsuki por Shizuru y viceversa. Pero es eso, una coincidencia…

- No existen las coincidencias, solo lo inevitable…

- Si claro

- ¿No me vas a contar nada?

- No tengo tiempo para contarle mi vida a una vieja

- ¿Vieja? Ja… bueno sí…

- Escucha Ethel, ahora no me siento bien ¿si? Tú dices que es inevitable todo esto, si lo que tú dices, y lo del destino que dice Himeko es verdad, nos volveremos a ver, entonces hablaré contigo… ahora déjame ir

- Esta bien… Si eso quieres, nos vemos Mai, niñas.

Ambas chicas se fueron por su lado, inconcientes de que sus vidas estaban más ligadas de lo que pensaban.

XLVIII

Mai en camino a buscar su destino, Natsuki y Shizuru amándose. Pero esa misma noche se estaba fraguando un plan complejo, no en contra de ellas, si no en contra de Nagi y Takumi Tokiha.

No tendrían que esperar mucho tiempo, pues el plan se ponía en marcha desde las seis de la tarde del día siguiente.

Era algo que nadie se esperaba, nadie. De este plan solo sabían Reito, Shirayuki, Sergey y sus secuaces, y claro Tate, pero el no sabía los detalles.

El día llegó como uno más, para todos, un día común, sin nada especial.

Pero a los últimos minutos del las cinco, en el centro de la ciudad apareció en un espectacular una manta blanca con letras en aerosol rojo, la manta rezaba:

We will rock this city

Mucha gente simplemente ignoró el anuncio, nadie pensó que se tratara de nada importante.

De nada.

Todo comenzó en una zona retirada, algunas explosiones, que se extendieron en varias partes de la ciudad.

Justo en ese momento Natsuki y Shizuru se encontraban aún en cama.

- Oye… ¿Qué quieres hacer?

- Seguir aquí Nat – su – ki

- Bueno...

Un sonido rompió el silencio.

- ¿Tienes hambre?

- Si… será mejor que vaya por algo de comer, tanto "ejercicio" ya me amoló…

- Bueno, bueno, ve a llenar ese tanque ¿si? Pero regresa…

- Si, ahorita vengo, solo me hago un sándwich de mayonesa y vengo…

- Esta bien…

En lo que Natsuki se ponía algo de ropa para ir a la cocina, Shizuru encendió la televisión.

- Tiene tanto tiempo que no vemos las noticias…

- ¿Noticias? Que aburrido… Mejor ponle a la novela… va a pasar algo bien raro, se va a cambiar la villana al cuerpo de la heroína gracias a un menjurje raro…

- ¿Natsuki? ¿Ves taranovelas?

- De vez en cuando, me encanta que tengan las vidas más complicadas que las nuestras y cosas tontas como la fiesta del viernes sea algo tan importante ja

- Bueno, eso si…

- Ya vengo

Mientras Shizuru cambiaba todos los canales, Natsuki fue a preparar su comida, llegó pronto y Shizuru estaba viendo las noticias…

- ¿Algo interesante?

Llegaba Natsuki comiendo su sándwich.

- Nada… si te interesa que le hayan partido el hocico al presidente italiano

- ¿En serio? ¡Genial!

* Nos acaba de llegar un anuncio de último momento. Se han expandido los incendios y explosiones por toda la ciudad. Hay caos por todos lados, el servicio de bomberos no es suficiente.

Se han suscitado ataques por personas desconocidas, se entiende que la ira esta presente, pero les pedimos a los televidentes que mantengan la calma.

Nos viene un reporte de que han levantado a más de cuarenta muertos por los incendios y otros quince, víctimas de los ataques. Los ataques son de una naturaleza violenta pues la garganta de las víctimas ha sido cortada, algunos han perdido toda su sangre… *

- Que raro ¿no?

- Pues si, pero debe ser un ataque terrorista ¿no?

- Supongo que si Shizuru…

En ese mismo momento un estruendo y un flamaso se pudo ver a través de la ventana de la habitación del cuarto de Shizuru y Natsuki.

- ¿Qué demonios?

Natsuki se asomó a la ventana y vio como un edificio cercano estaba en llamas y la gente salía despavorida, solo para ser atacada por gente que esperaba afuera.

- ¡Vampiros!

- Natsuki ¿Estas segura?

- ¡Vamos!

Natsuki y Shizuru se vistieron, muy a su pesar. Bajaron y les fue muy difícil distinguir a los humanos de los vampiros, pues aún era neófitos, así que eran casi indetectables, tal vez tuvieran dos o tres años. Aun así, pusieron a salvo a los humanos y mataron a los vampiros, el fuego les fue útil.

Ninguno dijo quien era su jefe, parecían un poco desorientados.

- ¿Y ahora?

- Mejor vamos al centro Natsuki, esto no esta bien…

- ¿Crees que sea ya la guerra entre especies?

- No se… ¿Por qué se tendrían que ir contra los humanos? Además no veo a ningún licántropo…

- No, yo tampoco, vámonos entonces, súbete.

- Si

Las explosiones no cesaban, pues una persona tenía un radio encendido y las explosiones y ataques seguían. Durante el camino se enfrentaron a más vampiros.

- No entiendo porque…

- Yo menos, esto no esta bien…

Por otro lado, una pequeña manada de lobos estaba peleando con más vampiros al otro lado de la ciudad, mientras una bruja y una vampira estaban tratando de salvar humanos.

Muchos vampiros y lobos estaban confundidos, pues no sabían ni por donde jalar.

Yukino y Haruka estaban tratando de averiguar que es lo que estaba pasando.

Pero solo era el principio… del fin.

_/_/_/ AnGeLuZ

Se que extrañan los episodios largos, ya volveran, lo prometo. Pero ahora no me he podido concentrar muy bien, y también por eso no he escrito nada de las otras historias, les pido disculpas. Espero que les haya gustado... pronto la historia tomará un giro interesante hahaha, espero que sea de su agrado. La canción que aparece esta vez, es de QBO y se llama "Nada que pensar". Espero sus comentarios =)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

como siempre un placer leerte.

anak

Anónimo dijo...

Tanto caos, ni siquiera en su casa pueden estar tranquilas :) excelente historia!!

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