Título: "Convenio con el diablo"
Fanfic: "ShizNat"
Todos los derechos pertenecientes a este fic corresponde a la "Autora: Amane-chann
"
y los personajes corresponden a su legítimos dueños
Nota: Una vez más he creado algo de mi propia autoría,(bueno, espero que haya sido de mi autoría y no me hayan lavado el cerebro mientras dormía) espero que esta historia no se parezca a alguna otra que ya esté publicada y que no me haya dado cuenta.
-Los personajes de Sunrise le pertenecen nada más a ellos y sólo les utilizo para mi mente problemática con ideas poco cuerdas, espero y no haya problemas con esto.-
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"Convenio con el diablo"
Prólogo
Respiré profunda y pesadamente, ahora que supuestamente todo había terminado no tenía nada más que hacer. Podría suicidarme… No, soy muy cobarde como para herirme a mí misma, y ni loca me hago estrellar en el coche, sería muy doloroso… Diablos Natsuki, eres una patética perdedora, con razón Shizuru te tiró a la basura después de un rato.
"Bueno, literalmente así lo hizo…"-Caminaba mecánicamente con el rostro gacho mirando mis converse oscuros desgastados con el uso.
Después de dirigirme al estacionamiento del campus para adentrarme en mi querido Tsuru me doy cuenta de algo. Respiro con resignación. Bien Natsuki, no sólo te han roto el corazón, si no también te han rasgado los neumáticos. Y quién diría que fue un accidente porque los cuatro neumáticos están rasgados de un lado para otro; demasiado premeditado para mi gusto. Mi inconsciencia hizo que mi boca soltara un gruñido.
"Dios, si es que existes."-Levanté el rostro hacia el cielo.-"Pídele a Zeus que me parta con uno de esos rayos con los que tanto alarde le hacen…"-Rápidamente pensé: Demasiadas caricaturas, no debí haber visto Hércules la semana pasada. Mi rostro sonrió de lado, era una gran sorpresa que aún tuviera algo de humor en mi sistema.
Aún así, me dirigí al auto, abrí la puerta del conductor y saqué los objetos más valiosos de él; Una chaqueta roja que estaba en el respaldo del asiento del piloto y mis papeles de conducir de la guantera. Cerré con seguro el coche, aunque medio confiaba en la seguridad del plantel, no podía asegurar el futuro de mi coche. Es sólo una absurda sensación. Me decía en mi más fuero intento, "¡Pero me han pinchado los neumáticos!"- Eso no era buena señal de seguridad.
Caminé un par de cuadras para despejar mi mente, doce en realidad, aunque no me dirigía hacia algún rumbo en especial. Aunque no lograba despejarla del todo, tropezaba a cada cinco pasos, era absurdo, yo nunca tropezaba, no era nada lerda o patosa. Afortunadamente visualicé una parada de autobús, aún tenía en mi mente mi tan amado auto, era un clásico, prácticamente ya no se conseguía en ningún lugar, lo sé, es porque ya está pasado de moda, es viejo, compacto y económico, dios, toda la gasolina que me ahorraba andando con él. Por eso Shizuru te mandó al carajo.
Por eso odiaba mi retorcida mente, me jugaba cuantas palabras hirientes, se las sabía todas, sabía por dónde clavar la daga y el cuánto me dolería. Sí, Shizuru lo era todo para mí, era mi sol, mi razón para levantarme todos los días temprano y asistir puntualmente a la universidad, la razón por la que destacaba en clase, por la que era la número uno en todo, mi razón de vivir.
De pronto, mis piernas comenzaron a fallar, alcancé a sentarme en los asientos de espera de autobús, apoyé los codos en mis piernas y el rostro lo escondí entre las palmas de mis manos. Sabía lo que venía a continuación, brotarían lágrimas, comenzaría a gimotear nuevamente, no era la primera vez en el día, era la quinta en estas 8 horas y 36 minutos. Lo sé, hasta llevo la hora de mi comienzo de soltería, patético ¿No es así?
Fue cuando empecé a escuchar… muy a lo lejos, mi oído podía percibir una canción.
-El dolor y la pena son el sufrimiento del otro lado de los recuerdos.-
"No llores..."- Escuché una suave voz. Genial sólo necesitaba que alguien llegara y se compadeciese de mí.-"Toma."- Ese alguien se acercó a mí, frotó mi nuca dulcemente y me ofreció algo. Por no quedar mal, medio tallé mis párpados y alcé el rostro. ¡Era una niña! Una niña, eem, con uniforma de preparatoria… Entonces no era tan niña. Me di cuenta que lo que me había extendido había sido un pequeño pañuelo, muy blanco y limpio. Lo tomé de forma apenada y limpié mi rostro.*Sonidos grotescos de sonarse la nariz.*
"No quisiera entrometerme en tus asuntos pero…"- Ahh, parecía simplemente un ángel caído del cielo, un ángel con un largo cabello rosa, ojos miel y una cándida sonrisa.-"Te vías tan lastimera que tuve que acercarme para que no molestaras a la gente que vive cerca, tus lloriqueos se escuchan hasta dos cuadras ¡Ya no lo soportaba, joder!" -Retiro lo dicho, ¡Reeetiro lo dicho! Esta chica con rostro angelical de grandes facciones maniacas y una boca que ¡Me lleva el diablo! ¡Me clavó la daga más profunda del día! Nunca en la vida pensé que una persona pudiera cambiar su personalidad en fracciones de segundos.
Recuerdo que en ese momento empuñé la manos con tanta furia que clavé mis uñas en las palmas de la mano, me dolió tanto, incluso mis nudillos se volvieron blancos. Esa lengua tan mordaz que me daban ganas de cortarla con lo que sea que tuviera cerca de mis manos, esa cría que creía de rostro angelical se volvía tan petulante de un segundo a otro, no lo soportaba, era totalmente el colmo.
"¡Y es que no me puedo creer que alguien venga a lloriquear en la parada de autobuses! Ugh, me sorprende que aún no te hayan tirado con todo y cubeta para el agua…"
"¡Ya basta!"– Espeté de una, levantándome del asiento, no podía creer que alguien me hubiera hecho sacar de casillas.- "¡No permitiré que una mocosa de primera me hable de esa forma! ¡No sabes por lo que he pasado y mucho menos cómo me siento! ¡Así que no tienes el maldito derecho de criticarme o quejarte en frente de mí diciendo el cuánto te doy lástima y hasta el cómo debería morirme!" – Saqué todo el aire de los pulmones con esas palabras, quedé fatigada.- "De todas formas… Me siento una basura, yo misma sé que no debería estar en este mundo…"- Lo dije en un susurro en un cambio brusco de emoción.
"Vaya, así que era cierto…"- Se escuchó una voz detrás de mí.-"Buen trabajo Shiho-chan."- La persona detrás de mí le aventó un pequeño cuaderno azulado a la chica llamada Shiho, ésta lo cachó en el aire y sonrió, se le iluminaron los ojos, hizo una reverencia y se marchó. Así sin más.
"Q-qué… - Quedé conmocionada, días después me di cuenta que toda la habladuría de la peli rosa fue pura teatralidad, y que yo, sin darme cuenta, había entrado en su tablero de ajedrez. Pero claro, en ese momento no sabía qué diablos estaba pasando.
"Me imagino el porqué de tu llanto".-Esa voz sonaba suave y comprensiva, en cambio yo, aún seguía estática en mi mismo lugar sin poder moverme o girar tan siquiera el cuello para ver a aquella persona.
"No lo sabes".-Empecé a calmarme, esa persona con voz femenina aún no se mostraba ante mí, quería ver su rostro y yo no tenía el valor para voltear.
"Tú realmente la quieres y sólo fuiste utilizada."- Si fuese posible, me quedé más helada. Ahora más que nada quería saber con quién me encontraba, empezaba a sentir un atisbo preocupación y terror, giré lentamente la cabeza hacia donde se encontraba aquella persona.
"¿Q-qué deseas de mí?" – Me pregunté internamente si esto era algún tipo de extorsión o tal vez un plan macabro de alguna de aquellas personas que tanto empezaron a odiarme cuando empecé a andar con Shizuru.
Ahora que le veía… ok, suspiré débilmente, no era ningún tipo de espectro que lee mentes o…
"¿El diablo?" – Completó mi pensamiento. ¡Oh por dios! Esta chica frente de mí. ¡Diablos, lee la mente! –"No, no puedo leer la mente."-Rió. ¿Cómo que no? Si lo que está haciendo es…- "ah, olvídalo, es un tanto difícil de explicarle a la gente cómo "Sé" lo que ellos están pensando, creo que te tocará que te lo explique después… bueno si es que hay un después."-Tragué saliva, mi garganta profirió un gran sonido gutural.
Era joven aunque parecía mayor que yo, unos ojos violetas y cabello tintado de naranja. ¿Esto Seguiría siendo algún plan macabro de parte de alguien?
"Déjame presentarme… Me llamo Tokiha Mai y soy."- ¿El diablo? D: Oh, la vi fruncir el seño.- "Una especie de Psicoanalista personal". -Hizo una leve reverencia.-"Ofrezco mi ayuda a quien parece necesitarlo, a cambio de un bien común. En pocas palabras, elaboro convenios. En palabras para idiotas, hago de tu miserable vida, una llena de diversión, felicidad y éxito."-Sonrió, pero esa sonrisa ocultaba muchas cosas, detrás de esos ojos violetas me imaginaba un vacío que controlaba todo…- "¿Y bien? ¿Qué deseas que hagamos? Claro, tú también colaborarás en tu meta".-Pero y si…
"No, no vengo de parte de nadie que desee herirte…"
No lo pensé más.
"Quiero que esa chica sea mía…"-Dije con determinación. La nombrada Tokiha Mai sonrió con malicia y diversión, sabría que de ahora en adelante, mi vida cambiaría.
Capítulo 1
Mi convenio con el diablo…
-0-
"Aku-san, por favor tome asiento a un lado del señor Shinobu, este día creo que estará encantado de compartir su libro de Historia Económica con usted."-La peli naranja dirigió su vista al hombre en cuestión, no era un mal prospecto, eso lo sabía, aunque él le dedicara esa sonrisa de galán debía resistirse, estaba en medio de su misión y comienzo de diversión, no debía distraerse, no debía caer en esos desconocidos ojos oscuros que brillaban con sólo verle, no podía caer ni aunque ese oscuro cabello, espeso y sedoso le llamase para acariciarlo, no podía caer ante esos pensamientos tan típicos de un hombre desesperado en tener a la chica nueva a su merced, no, ni aunque su sexo estuviese palpitando de la excitación, ni aunque tuviese tantas ganas de acorralarle y que le hiciera suya en ese mismo momento, no. No era momento para pensamientos como esos. Rápidamente llegó a su lugar, saludó rápidamente a su compañero y se sentó muy re pegada a él.
El profesor inició con la clase.
Era sumamente extraño que un alumno ingresara a media carrera en la facultad de Administración; a menos que en su facultad anterior tuviera un excelente promedio para poder pasar el monstruoso examen de admisión de la universidad del Norte*. Era séptimo semestre, o como quién diría, el cuarto año de facultad. Tokiha Mai, alias Aku Mai posaba sus codos en el escritorio y acomodaba su rostro entre sus manos para descansar un momento, movía su rostro de vez en cuando en dirección a su compañero de clase y al libro de textos sin prestar mucha atención al montón de letras que no podía diferenciar, luego volvía a repetir la acción haciendo que el chico se pusiese un poco ansioso.
Cerró los ojos un momento, se encontraba sentada justo en el medio del salón, volvió a abrir sus párpados, podía disuadir a sus compañeros de enfrente, pero no podía simplemente girar su cabeza y voltear hacia atrás, no debía, sabía muy bien que podía levantar sospechas a quien estaba buscando. Y es que no puso la suficiente atención cuando estaba subiendo para acomodarse, puesto que su compañero de clase le estaba robando todo el panorama. La peli naranja no se deja descontrolar, tiene mucho tiempo por delante, muchos planes que hacer, mucho que ganar y poco que perder.
La pregunta es, ¿Qué está haciendo Tokiha Mai de 21 años en la primera clase del día, en el inicio del séptimo semestre de Administración y buscando a ese alguien? La respuesta se encuentra mes y medio atrás cuando yo, Natsuki Kuga le conoció y ésta ofreció un convenio conmigo.
Fue como si hubiese hecho un pacto con el diablo… Cuando le estreché la mano, juro que vi nubles bloqueando el sol y unos relámpagos surcando las mismas. Bien Zeus, a ésta si le tienes miedo… Me dije con resignación.
-1-
No lo había comentado, pero el día en que Shizuru me aventó al bote de basura, literalmente, dio de casualidad que ese día fue fin de semestre, o sea, vacaciones por cerca de mes y medio, todo esto quería decir que si mi coche todavía existía mañana, llamaría una grúa y lo haría remolcar hasta mi departamento, para después, posiblemente, venderlo como chatarra.
Ese día me sentía destrozada, los pocos seis meses que había convivido con el amor de mi vida, de hecho, ¡Me había cambiado por completo la vida! Había sonreído de la emoción al ver que Shizuru se acercaba a mí pidiéndome una cita, "ella", la chica más deseada de toda la universidad fijándose en una simple novata con aspiraciones a una artista musical. Me sentía tan afortunada.
La forma de ser de Shizuru era tan dulce, hacía derretirme con esos ojos rubís que me miraban con tanto afecto, con esas delicadas manos, esa boca que me decía mil palabras dulces diariamente, que me profesaban amor eterno, ¡oh dios! esos labios que hacen arrodillarte y hacerle prometer bajarle la luna sólo por un beso. Ese cariño que me lo demostraba incontables veces sin importarle que la gente estuviese a nuestro alrededor. Pero ¿Qué cambió? ¿Qué hice para que Shizuru me botara de esa manera? ¿Qué hice para que me sacara el corazón y lo pisoteara riéndose con todas las ganas del obscuro mundo? Esa, definitivamente no era ella… Definitivamente. Yo quiero todo eso de vuelta, esa Shizuru Fujino tan radiante y dadora de luz, esa que te motiva y… y admito con pena… excita.
"¿Qué me darás a cambio?" – La voz de Mai me sacó de mi ensimismamiento.
"¿M-mi a-alma?" – Lo había dicho titubeando y con un poco de ironía, aún no tenía la suficiente confianza como para saber si por lo menos el 0.5% de lo que me estaba diciendo, era real.
"Si tú así lo quieres…"- ¿Estaba hablando enserio? Mi quijada se cayó de su lugar.-"¡Obvio no! Un alma no me sirve para vivir, ya te dije que no soy un espectro o un demonio para devorar almas, tampoco soy el gran Sebastián "Tan solo soy un simple mayordomo demonio"".- Hacía referencia a la frase de Sebastián Michaelis de Kuroshitsuji. ¡Ya no debo de ver anime!- "También tengo la gracia de copiar tus sarcasmos e ironías, volverlas mías y atacarte con tu propio veneno. Pero no queremos hacer eso ¿verdad?" –Negué con la cabeza un poco atontada, me estaba enredando, saliendo del contexto, ¿Qué estaba haciendo aquí con una completa extraña ofreciendo su ayuda para mi bien? –"Recuerda que esto es un convenio, por lo tanto, si yo te doy, tú me das."-Replicó la peli naranja.
"En todo caso, qué pasa si digo que te creo, que me ayudarás y todas esas cosas que con tanta facilidad dices… ¿Cómo lo harás?"
"¡Magia!"
"Si ya sabía que con la ma… ¡Qué! Qué magia ni qué chingados." –Me estaba hartando, frustrando. ¡Estaba perdiendo mi tiempo! ¡Ella solo estaba jugando conmigo!
"Todo está aquí".-Señaló su cabeza.- "Y aquí."- Señaló mi pecho.-"Si combinas esas dos cosas, esas simples dos cosas pueden cambiar un mundo completo si así lo deseamos."-Pff, ¿Qué puedo perder ahora? Sólo sonreí con resignación, me hice una rápida promesa de que no lloraría más, cambiaría mi forma de ser, esto tendría que ser rápido, el tiempo que tendría libre, Shizuru podría encontrar otro… otro… amorío o… entretenimiento. Tragué saliva.
"Toma mi número telefónico."-Me extendió un papelito.- "Mañana sábado nos reuniremos, ya sea en tu departamento o en el mío, hablaremos, hablaremos de todo lo que tengamos que saber una de la otra, necesito conocerte y te daré a conocer parte de mí. Si cambias de parecer con respecto a todo lo que ha pasado y vivir una deplorable vida con melancolía y el típico "Si hubiera…" No me llames, tienes plazo hasta la media noche."- Y se marchó, dejándome con un sinfín de preguntas sin resolver.
Miré mi reloj, pasaban de las 7pm, estaba anocheciendo, y era raro que en ningún momento haya pasado algún coche o autobús. Un súbito miedo junto con pereza me llegó al cuerpo, vivía a un poco más de 4km en unos complejos departamentales, no era mucho el tramo, pero si era pesado, y más pesada me sentía en este mísero día. Afortunadamente, un autobús con ruta a mi hogar, llegó.
Tenía el teléfono celular entre mis dos manos, eran las 11:27pm y aún no le llamaba, no sabía si creer o no, tal vez era una estúpida estafa, o solo quiere pasar el tiempo para divertirse de alguna forma. Me preguntaba nuevamente, ¿Qué gana ella? ¿Estará enferma de la cabeza?
Miré el reloj nuevamente, 11:48pm, me apresuré a marcar el número del papelito. La llamada hizo tres tonos.
"Pensé que no llamarías…"-La misma voz de esa tarde por el otro lado de la línea.
"¿Tu qué ganas en todo esto?" – recalqué de nuevo.
"Tu amistad."-Dijo con sarcasmo.
"Anda si tú, para poder creerte."-Solté con ironía.
"Dinero, eso es lo más obvio del mundo…"
"Pero yo no tengo ni un peso sobre mí."-Mentía, claro que mentía, tenía una reserva casi ilimitada de dinero por la herencia de mis padres, pero es que no me daba por gastarlo, era como si tuviera una desconfianza ante todo el mundo, como si tuviera miedo de que alguien me estafara… Tener amigos solo por mi dinero, novia por dinero... ¡Arg!
"Sé qué estás mintiendo…"-¿Eh? ¡Pero si les digo que sabe leer la mente! ¿Qué, ahora sí pueden creerme?-"Por el tono que usas, ese tono pesado y despreocupado cuando utilizas la palabra 'dinero', sé sólo por eso, que tienes el suficiente hasta para alimentar todo Japón"-La verdad, es que no mentía, mis padres fueron médicos reconocidos, por ende, ganaban grandes sumas de dinero, pero yo… Yo no pude recibir un poco de ese amor que ellos esparcían por todo el mundo cuando curaban a la gente de algún cáncer y…
"Bueno sí, estoy mintiendo y qué…" Creo que puede quedar para otra ocasión lo de mis padres.
La peli naranja al otro lado de la línea bufó.
"Tienes que creer en mí."-Fue un tono serio, uno de esos que inspiran la más alta confianza, decidí sin más pataleos.
"¿Qué tenemos que hacer…?"-Ya qué, no tengo nada que perder.
"Idear un plan, en resumen, lo que tú quieres es que esa tal Shizuru vuelva contigo. Por lo tanto, lo que tenemos que hacer es jugar con su mente, hacerle creer que tú eres lo más bello de este mundo, que no puede vivir sin ti… Bah y todas esas chorradas romanticonas que siguen."- Hasta el punto anterior me había sonrojado y maravillado a la vez, ¡Pero es que tiene que echarle a perder la ilusión a uno!
Después de eso me contó más, me dijo parte del plan, que faltaban pulir detalles pero que en sí, constaba de nada más y nada menos de sacarle celos a shizuru. Hasta ese punto me congelé.
Las pocas cosas que sé de shizuru, y es que nada más supe conocer pocas cosas de ella, era que no le gustaba demostrar sus verdaderas emociones, siempre, las enmascaraba con una sonrisa, diferentes tipos de sonrisas, como si tuviera una para cada ocasión. No lo dije en voz alta, no quería que lo escuchara de mí todavía, podía no creerme.
En el otro lado de la línea escuchaba un lápiz que se movía con agilidad en una hoja de papel.
Recuerdo que en ese momento pensé; ¡Ooooh! Ha de estar fabricando un plan tan perfecto que no habrá margen de rendiciones o algo por el estilo…
"¿Qué tanto apuntas?"-Comenté curiosa.
"¿Ah? No nada."-Escuché una pequeña risilla, luego una pausa.-"Sólo un dibujito con un cocodrilo que se come a una 'Shizuru'".-Soltó una risa más grande.
"¡Hey! Sé más madura por favor…"-Dije con todo el acumulo de mi paciencia, no parecía que nos hubiésemos conocido hace un par de horas.
"Bueno bueno ya, tengo una gran idea, dame tu dirección, haremos cambios drásticos, empezaremos por tu departamento, luego en ti, Natsuki Kuga.-Dijo en tono serio.- Mañana hablaremos sobre ello.-Solo afirmé con un gruñido, no sabía muy bien lo que tenía que ver los cambios en mí y mi hogar con respecto a Shizuru. ¿Cambios… drásticos? Tragué saliva.
Le di la dirección de mi departamento y colgué, miré el reloj nuevamente, 2:33 am, no pensé que nuestra plática durara tanto.
Espera un momento, ¿Cómo diablos supo mi nombre? En ningún momento se lo había dicho.
Me acomodé en la cama boca arriba con los brazos cruzados sosteniendo mi cabeza, no podía evitar esa sensación de desesperación y vacío, sabía que no sería fácil todo esto, incluso, creo que mi mente aún no reciclaba lo que había vivido el día anterior, sucedió todo tan de repente. Primero, en la mañana pensaba que no podía estar más feliz en el mundo teniendo una relación con la chica que más se añora en toda la facultad, que amaba y que viviría mi vida entera junto con ella, error, dos horas después de ese pensamiento me rompieron el corazón, duré ocho horas en la deriva buscando una rápida solución, 36 minutos más tarde, llegó mi posible solución. Mi convenio con el diablo.
-2-
"¡NO! Eso se queda, puede irse todo me eso…"-Grité como adolescente cuando le quitan una de sus revistas favoritas, Tokiha se me quedó mirando con sorpresa y enojo.-"Es un recuerdo de mi madre, es lo único que tengo."-Respondí a su mueca.
"Bueno, pero sólo de recuerdo, ni se te ocurra ponértela."-Suspiré. Por lo menos había salvado algo.
"No jodas, esos converse… A la basura inmediatamente."-Se refería a los converse rasgados y maltratados que calzaba ayer, no puedo evitarlo, ya tenían 4 años conmigo, pero converse eran converse.- "Cuántos años tienes, 17?"-Me miraba con rareza, no sabía a qué se debía esa pregunta.
"19… ¿por qué?"-Observé con horror a donde se dirigía su mirada, era el cajón de mi ropa interior.-"No… Eso sí que no…" - La abrió y gritó de espanto, luego rió.
"¡Urge ir al centro comercial! Ni si quiera sabes elegir tu ropa interior, tienes que comportarte como una joven de 19, no de 17… mejor dicho, de 15."- Señalaba unas bragas blancas que tenían en el trasero un estampado de un koala.-"Olvídalo."-Soltó mi prenda interior, suspiró con resignación y sacó su celular.-"Necesito refuerzos."-Tecleó números y se puso el celular en el oído.-"¿Miyu? Ah, sí, menos mal, te necesito cuánto antes…"-Le dijo que nos vería en el centro comercial y luego colgó.
"Esto… Tokiha san, ¿Con quién nos encontraremos?"-Aunque no quería que mi voz se escuchara nerviosa, no pude ocultarlo.
"Puedes llamarme Mai, amiga mía…"-Me guiñó el ojo, guardó su celular en un bolsillo del pantalón y alzó su mano en señal de victoria, se veía decidida.
No es que tenga un pésimo gusto en la ropa, lo que pasa es que visto "normal", siempre he vestido común y corriente, sin destacar, me gusta utilizar mi ropa, gastarla y tirarla como toda persona común. Creo que ese era uno de los principales problemas de Mai para conmigo, puesto que ella parece llevar ropa de marca y ahora que le veo mejor, no parece de esa gente que utiliza la misma prenda dos veces.
Bajamos al primer piso, mi departamento se encontraba en la cuarta planta, Mai había dicho algo de haber estacionado su carcacha muy cerca de aquí, después de eso no dijimos nada.
Se me cayó la mandíbula al ver el precioso auto que cargaba esta tipa que había dicho carcacha a un BMW M3 blanco de vidrios polarizados con placas de este mismo año, no es que sepa de autos y modelos, es que me gustan un tanto; sólo la fulminé con la mirada y ella rió como si nada, burlándose de mí, nuevamente. Veía claramente que este día, sería demasiado largo, compraríamos, compraríamos hasta hartarnos, y no solo eso, al parecer tendremos una acompañante, alguien llamada Miyu.
Cuando subimos al auto, Mai empezó a hablar, yo sólo prestaba atención.
"Como me has dicho hace un momento, te quedan aproximadamente 46 días de descanso."-Encendía el coche con un simple botón y empezó a conducir a nuestro destino-"Le dedicarás 15 días exactos a tus estudios."-Ah, que considerada.-"Y los 31 que te quedan te enseñaré a andar a la moda, de todo tipo, te enseñaré a cómo comportarse dependiendo de la situación, y a cómo dominar a la gente…"- Esas palabras llevaban cierto morbo, no quería tomarlas del todo en cuenta, pero era casi imposible no notarlo.-"De ahora en adelante te enseñaré mi mundo…"-Se detuvo.-" Ah, pero no te preocupes, las cosas se darán naturalmente".-¡Sonrió con inocencia! Oh gran maestra, enséñame como creer en todas esas palabras…-"Hemos llegado."
-3-
La tal Miyu era una mujer que aparentaba no más de 27 años, emanaba un aire de superioridad, una personalidad fría, una cabellera grisácea y unos ojos rojos. Me sorprendí al pensar por un segundo en Shizuru, mi corazón se hizo más pequeño y mi rostro desprendió una ligera mueca. Prontamente me dieron un zape en la cabeza, era Mai quién se había dado cuenta de ello, hice una ligera reverencia.
"Buenas tardes Tokiha San, Kuga… san."-Sí, noté el esfuerzo sobrehumano que hizo la ¡señora! Miyu en referirse a mí con un poquito de respeto.- "Bueno, ya veo el porqué de su urgencia Tokiha san."-La mujer de cabellera grisácea me miró de arriba para abajo y luego profirió un chasquido con los labios, ¿Qué? Les dije que me vestía normal, blusa, jeans y converse. En cambio ella llevaba un buen traje de sastre, volteé el rostro para otro lado con indignación, ash, ahí es cuando aparece la discriminación por el rango de categoría socioeconómica (¿?). Mai me dio un golpe en el hombro, así como leyendo nuevamente mi pensamiento y me miró con reproche, luego me jaló de las orejas y me susurró algunas palabras al oído.
"Estaría bien que vistieras de la forma en que lo haces, si es que así en verdad está tu nivel económico, pero la realidad es otra Natsuki, la verdad es que eres una tremenda tacaña para contigo misma y no prefieres más que gastar en lo más imprescindible." Bueno, ¿y qué si tenía toda la maldita razón? Era sencillo y cómodo, no tengo de qué quejarme.
La tal Miyu se quejó un poco por nuestros cuchicheos, prontamente Mai se disculpó y comenzamos la marcha.
Fue horroroso, no más de cinco minutos de charla y Mai dio aviso a la tal Miyu para iniciar con su trabajo, simplemente fue espeluznante, terrible, siniestro, vergonzoso y ¡Horrendo! Pasamos de tienda en tienda en la gran plaza; Versace, Dior, Gucci, ¡Prada! Me hicieron comprar de todo tipo de ropa y zapatos, aunque para mí era un gusto horrendo, las señoras de los aparadores no dejaban de decir que era lo más bello que existía, mis acompañantes no tenían duda de eso, ¡no podía creer que no las contradecían! Es más, hasta les brillaba el ojo a las dos. Por un momento pensé que estaban ciegas, pero luego me di cuenta de que no, puesto que lo que tomaban era la ropa más costosa, esas dos no eran nada tontas. Esas garras que tenían por manos eran muy peligrosas.
Lo más vergonzoso fue la ropa interior, al entrar a Victoria's Secret la encargada trajo consigo una cinta de medir, me desnudaron e hicieron medidas de todo tipo, luego dieron a escoger varios modelos, las manos de Mai y Miyu no se quedaban en un solo lugar y agarraban todo lo que se les hacía esencial para nuestra misión. Simplemente quedé agotada, perdí la cuenta al contar la 12ava bolsa de compras y ni recuerdo cuántas veces hice pasar mi tarjeta de crédito, sé que me lamentaré por un tiempo de la cuenta de esta visita al centro comercial.
Después de las compras nos dirigimos al área de comida, no sentamos en un lugar retirado de la multitud, al parecer quedaba al pendiente una pequeña charla.
"En sí la forma de vestir habla por sí misma Natsuki-san".-Empezó a hablar la mayor de entre nosotras.-"Tokiha-san y yo hemos creado el perfecto guardarropa para ti, así que no importa que blusa combines con qué falda, malla o pantalón, o incluso con que zapato o zapatillas, te quedará porque te quedará, eso hace que resulte una gran cantidad de combinaciones haciendo parecer que tienes una colección de ropa sin fin."- Vaya, así que no habían escogido a lo estúpido. Parecía exagerar pero notaba un cierto brillo en sus ojos, parecía satisfecha por las compras, haciéndome pensar por un segundo que tal vez Miyu-san sea una de esas obsesivas compulsivas por las compras…
"Ahora lo que falta…"-La peli naranja sacaba una pequeña libreta de su bolsillo trasero.-"Maquillaje y corte de cabello".-Oh no, con mi cabello nadie se mete… ¡Eso sí que no! Mai notó mi cambio de humor.- "¿Qué pasa Natsuki, tienes problemas con las tijeras?" – Sonrió con malicia.-"Vamos solo será un pequeño corte…"
"Técnicamente, Tokiha-san tiene razón, debo admitir que tienes un gran largo de cabello y parece sumamente cuidado, tienes un rostro en forma de diamante así que el estilo está bien, sólo sugerimos cortarlo un dedo, máximo dos."-El largo de mi cabello lo tengo hasta la media espalda. No pude objetar nada, de hecho, al ir a la estética, sí, dentro de la plaza hay una gran estética, el experto en cabello me dijo lo mismo que Miyu-san, así que no pude decir que no. Mientras cortaban mi preciado cabello, Miyu-san se perdió un poco de mi vista.
Cabello cortado. Mai tachó otro punto de la pequeña lista.
"Natsuki… ¿Conoces el maquillaje?"-Se burló nuevamente, ya habíamos salido de la estética, nos dirigíamos a algún lugar sin destino con todas mis bolsas de compras. Sí, lo conozco, mamá se ponía un poco de aquel polvo de color para ir al trabajo…
"Aaah, eso creo…"-Solté despreocupadamente.
"Eso ya es un progreso."-Eso dolió. De pronto a unos cuantos metros nos encontramos a la mayor del grupo, traía otra bolsa de marca, dentro venía…
"Esto viene de mi parte."-Me sorprendí, Mai hizo lo mismo. Miyu-san sólo sonrió. ¡Wow sonrió!
"No tenías porqué hacerlo…"-Dijo "mi amiga"
"No fue nada, con esto termina mi estadía con ustedes aquí, si me necesitan pueden llamarme pero no lo creo necesario, ya hemos comentado todo lo que hay que saber respecto a lo que Kuga-san tiene que vestir…"
"Gra-gracias."-Ni sé porqué me sonrojé.
"Si me disculpan."-Miyu-san salió de nuestra vista después de entregarnos aquella bolsa, era maquillaje, demasiado para mi gusto.
"Natsuki, creo que por hoy terminamos… Descansa hoy y hasta mañana, nos volvemos a ver el lunes. Recuerda, no te desesperes, tenemos mucho tiempo por delante."-Asentí con la cabeza y caminamos hasta el estacionamiento donde Mai había aparcado. Ya dentro del coche, después de haber dejado las compras en los asientos de atrás y en la cajuela, Mai habló un poco con una sonrisa en los labios."-Por cierto, antes de llegar a tu departamento en la mañana, me dirigí a tu facultad, tu carcacha estaba ahí, pedí que la remolcaran a un taller conocido mío, aunque no creo que vuelvas a manejarlo… Creo que los autos no van contigo.
.
.
Continuará...
*Aku Mai: Si juntamos las dos palabras y le quitamos la "i" del final, la palabra que formaría sería Demonio en japonés. Fue un juego de palabras que Mai decidió hacer para empezar a jugar su juego.
*Universidades del Norte y Sur: Empleé esas palabras para no enredarnos con las típicas de Todai, chiba, Kobe, etc. Hay que recordar que esto es ficción. =w=
Espero que la historia no se les haga así confusa, ya ven que está divivida por bloques así que no hay pierde~
saludosss! (Aún sigo queriéndoles explicar todo lo que quiero, pero creo que perdería el verdadero sentido de la historia)
Ahora si! Chaw ;D
2 comentarios:
me fascina tu historia!!!!!!! ¡¡¡sos la ley!!!... yo la he visto en otra pag al igual que muchos de tus otros escritos!! sigue asi!!! :)
Me encanto!!!!
jamas me hubiera imaginado las cosas de esa manera
ni siquiera pude apartar los ojos
eres excepcional
la vdd es lo mejor q he leido hasta ahora
espero con extremadas ansias la conti ;D
bye-bye
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