Título: Amor
de escuela. Ojo los capítulos que publicaré en este blog los he escrito
para darle una posible continuación a este fic, es decir que los
primeros capitulos no me pertecen más bien corresponden es a la Autora:
Asuka-chan o mejor conocida como Sonsaku y los pueden encontrar en esta
dirección:
http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=44140
les repito nuevamente para evitar posible confusión, los capitulos que publicaré son solo de una posible continuación.
aparte de que la autora principal ha dado su autorización para que cualquier escritor se anime a continuarlo.
Fanfic: "Chikane x Himeko" "Amor de escuela posible continuación"
Todos los derechos pertenecientes a estos capitulos de la posible continuación del fic corresponde a la "Autora: Marfry"
y los personajes corresponden a su legítimos dueños
Capítulo 21
Verdades... no ocultas
Matsumoto aún recordaba como Himeko se estremecía recibiendo sus caricias. ¡Había sido espectacular en todo punto de vista! Habiendo logrado dejar en Himeko una infinidad de sensaciones en tan solo una noche, intentando borrar las huellas de un viejo amor de escuela.
Sin embargo, hay muchas cosas que no se pueden quitar en tan sólo una noche. Y estaba en lo cierto. ¿Cómo podría darle solución a esta situación? A pesar del largo tiempo que había transcurrido se podía observar o entender que en Himeko aun existen ciertos sentimientos a favor de cierta persona que en estos momentos no quería ni nombrar. Debía buscar solución si quería que su novia llegase a pisar el siguiente escalón.
Entonces, ¿qué debía hacer?
Por su parte Himeko se encontraba sumida entre los pensamientos, recordando aquellas palabras haciendo énfasis en preguntas buscando respuestas, ¿Por qué ese cambio tan rotundo en ese preciso momento? ¿Celos?
-No, no puede ser…- “pero tampoco puedo permitir que ella me separe de Haruhi. ¿Cómo es posible que pretenda venir y decir semejante cosa estando casada con otra?”
Una mano logra posarse en su hombro derecho perteneciente a Matsumoto para lograr sacarla de esos pensamientos.
-Himeko…-
No obtiene respuesta y al percatarse decide posar sus labios en aquel cuello, haciéndola arrojar un leve gemido que logra llamar su atención. –Quisiera ser yo la única aparte de tu hija quien corra por tus pensamientos, o ¿crees que sea necesario una nueva sesión para guiarte entre mis besos?
Lo mejor que pudo haber conseguido Matsumoto en este momento fue el leve color carmín en el rostro de su novia. Y al ahora tenerla frente a frente, decide dar un roce a sus labios, de momento suave, luego un poco más intenso.
-Si el aire no fuese necesario continuaría sobre tus labios.- Fueron cortas palabras provenientes de Matsumoto. -¿Sin palabras?- Fue una de las preguntas en la cual Himeko quería dar una respuesta. A lo que solamente pudo decir…
-Yo… Yo quiero… - Era increíble todo esto, en esta ocasión como en la noche la volvía hacer tartamudear. Sin embargo, Matsumoto logra callarla con un dedo entre sus labios.
-¿Por qué no hacemos que esta ocasión sea un poco más intensa?-
-¡Espera! ¡Espera Shu chan!- dice Himeko alejándola de manera gentil. Más que nadie deseaba el momento, puesto que tampoco podía olvidar y quería nuevamente recordar aquellas caricias. Pero algo la evitaba y era lo que ahora estaba ocurriendo precisamente ¿ahora? Todo esto tenía un sentido que no era para nada lógico, sabiendo que tenía nombre y apellido ¡Himemiya Chikane!
Se sentía morir, no quería rechazar a su novia, pero el momento para la ocasión que se deseaba no era el adecuado. Aunque no había que negarlo, después de todo tampoco era ciega y a simple vista se podía fijar que Matsumoto intentaba tenazmente cada día ganarse de forma definitiva su cariño. Pero el fantasma de Chikane se estaba manifestando y anulando cada intento realizado.
Pero entonces ¿qué había ocurrido anoche entre ellas dos…? Sencillo, después de haber recibido la presión de Ukio, la madre de Chikane, y al ser tan evidente que hasta la misma Chikane había desaparecido por prácticamente ocho años y con un compromiso formalizado, era más que obvio que la única forma de poderse permitir sentir sin ser lastimada, sería dándole una oportunidad a Matsumoto que le ayudaría a dar énfasis al olvido de su primer amor.
Este rechazo no era justo para Matsumoto, tampoco para ella. Pero debía y se exigía a sí misma el poder ser feliz al lado de alguien que realmente la amara y apreciara tanto a ella como a la pequeña Haruhi.
Por un lado Matsumoto, al presenciar ese rechazo de parte de su novia, una idea en ella se hace presente y sin más decide entablarla en una conversación que ahora le daría inicio…
-¿Qué piensas hacer con ella?- preguntó de forma indirecta haciéndose a un lado de la rubia.
-¿Te parecería ilógico que no quisiera tocar el tema?- responde Himeko tratando de evadir la pregunta.
-Prometimos hablar de esto o ¿es que acaso crees que hubiese sido mejor aceptar la oferta de aquella SEÑORA?- Matsumoto hace hincapié haciéndole recordar aquella propuesta económica que si la hubiese aceptado de forma generosa habría hecho a un lado, alejando al mayor tormento de su vida. ¿Entonces pensar así sería lo correcto? ¿Se hubiesen acabado los problemas?
Aunque no hubo falta decirlo en voz alta, Himeko no fue tan ingenua para lograr comprender lo que su novia le quería decir realmente.
-¡Ni lo sueñes! No cometeré el mismo error dos veces. No alejaré a Haruhi de Chikane otra vez.-
-¿Pero es que acaso eres ciega? ¿O es que no viste su comportamiento? ¿O no entendiste el mal momento que las hizo pasar? ¿O sencillamente, no te has puesto a reflexionar en lo que en realidad quiere Haruhi de todo esto? He estado pensando en algo... Quizá te parezca un poco precipitado pero podría ayudar a que esta situación sea resuelta.-
-¿A qué te refieres?-
-Tengo planeado un pequeño viaje por un fin de semana, SÓLO NOSOTRAS TRES.-
-Pero,…-
-Déjame terminar de hablar, mi intención no es separar a la pequeña Haruhi de ya sabes quién, ni tampoco causar otro problema, lo que más bien deseo en este viaje, es que las cosas se calmen y puedas pensar mejor en ¿qué es lo que en realidad quieres hacer?-
……………………………………………………
A cierta distancia se encontraba una hermosa rubia y, por si no se han dado cuenta, es nada más y nada menos que la mismísima Naomi que se encontraba presenciando aquella escena, donde una pequeña niña, con el mismo parecer de su esposa, le había llamado la atención y no tanto por su físico sino por lo que esa niña había dicho. Repitió en sus pensamientos como si se tratase de un disco, sólo esas precisas palabras “Himemiya Chikane es mi ¡Oka san!”.
El haber estado abatida por lo ocurrido anteriormente con los padres de Chikane, no sabía qué era lo que más la decepcionaba, la imposibilidad de tener hijos propios o que la hicieran ver por ese motivo, como la propia inútil entre el juego por el dominio de su esposa. Pero de algo si se había dado cuenta, en aquella conversación ¿por qué dominar a Chikane? Y ¿por qué quererla tener solamente a su merced?
Entonces, todo esto simplemente tiene una respuesta, “esa mujer”. Eso quiere decir que realmente Naomi sólo era una pieza más en el juego de ajedrez entre la manipulación y algo que se les había escapado de las manos a sus suegros.
También estaba al tanto ante todo este embrollo, el conocimiento y la existencia de aquella niña. Y al observarla y estar sólo a unos pocos centímetros de distancia recordó lo importante que deseaba conocerla. Al mirarla ¡era como mirar el mismo reflejo de su oku san! En definitiva, era ella. Era la misma Haruhi…
-Por favor, sólo lléveme con mi oka san- dice la pequeña Haruhi a punto de desprender algunas lágrimas y ser vistas por otros.
-¡Niñita! Este no es un lugar para estar jugando, así que es mejor que te vayas.- logra comentar el vigilante de manera fría y saliendo de sus cabales, creyendo que las palabras de la niña eran puras mentiras.
Es aquí donde Naomi reacciona y decide intervenir.
-Disculpe pero esa no es forma de tratar a una niña y menos si se trata de la hija de mi esposa.- fueron palabras precisas y concretas que hicieron que el vigilante abriera los ojos de par en par.
Las palabras de aquella extraña mujer retumbaron una y otra vez en la mente de la pequeña Haruhi. O eran ideas de ella o es que aquella señora que extrañamente se había hecho presente, había dicho “hija de mi esposa”. ¿Entonces esta señora es la mujer por la cual nos abandonó oka san? Se preguntó…
-Perdone usted, Naomi sama, no quise ser irrespetuoso, no imaginé que esta pequeña fuese la hija de…- hablaba el vigilante mientras fue interrumpido secamente.
-No es necesaria más explicación, yo me haré cargo de la niña.-
El vigilante dio una ligera reverencia para continuar su recorrido dejando a Haruhi en manos de Naomi. Aun así, ni él ni ellas pudieron percatarse que estaban siendo observados por alguien que también le había llamado la atención esa escena. Y no tanto el momento sino lo que en realidad captaba la mirada era… la misma hija de Chikane, diciendo para sí –“Así que esta niña es Haruhi”-
Naomi para quedar al mismo tamaño de Haruhi decide agacharse logrando decirle que no se preocupe porque ella misma la llevará con su oka san de inmediato.
Haruhi sólo asiente puesto que lo que había escuchado anteriormente la había dejado sin palabras. ¿Por qué? Simplemente ya había encontrado respuestas a una de sus tantas preguntas ahora sólo le hacía falta confirmarla.
La pequeña toma la mano de Naomi y deja que ésta la guie hacia su destino. Por su parte Naomi sentía cierta emoción, después de todo era lo que más había anhelado y de forma inesperada el momento se había dado.
Luego de subir algunas escaleras y terminar para cortar el paso en un elevador, Naomi mantenía su curiosidad y en su cabeza aun seguían surgiendo muchas más preguntas pero no podía evitarlo. Le era imposible dejar de ver a la extraña mujer. No supo porque pero en el fondo de su ser le pareció no ser tan mala persona.
Las puertas de aquel ascensor se habían abierto, dando pase al último pasillo o camino que debían recorrer. En las afueras se podía observar un pequeño conjunto de muebles muy finos y algunos que otros cuadros que pertenecían al lugar. Aunque no se podía negar que era relativamente grande y espacioso a pesar de la cantidad de gente que lo recorría y trabajaba en el edificio.
Al decidir continuar, por alguna extraña razón Haruhi presiona con un poco más de fuerza la mano de aquella mujer que aun la guía. Que otra cosa no podía negarse, esta mujer tenía cierto parecido con su madre, es decir Himeko.
-Tranquila, no tienes por qué estar asustada. Sólo quedan unos cuantos pasos.- decía Naomi que con una leve sonrisa que puso en sus labios le demuestra seguridad, como queriendo darle a entender que todo iba a estar bien.
…………………………………………………………..
Una oficina de gran lujo y con mucho espacio era el lugar donde actualmente se hallaba una Chikane absorta en aquel recuerdo, era como si su mente se llenara de pequeños y grandes flashbacks, aquella mirada era imposible de olvidar, una mirada fría, dolida e incluso hasta con cierto grado de rencor. Fue lo más que pudo grabarse en su memoria a tal punto de llevarla al estado que ahora se encontraba. Decidió suspender toda reunión pautada para el día y también llegó a exigir que nadie absolutamente nadie la molestara. Aunque encerrarse en su propia oficina no era la mejor opción pero así lo decidió, después de todo necesitaba aunque sea un corto tiempo para pensar y analizar lo que pudiese ocurrir a partir de ahora.
Posó su rostro entre sus brazos para apoyarse encima de su gran escritorio y luego cerrar sus ojos... entonces la imagen de su ex novia se hizo presente, presente en todos sus pensamientos, en todos sus recuerdos, Himeko abrazándola, Himeko besándola e incluso entre sus momentos de pasión jamás dejaba de escuchar entre susurros lo tanto que la amaba…
-Himeko… ¿algún día podrás perdonarme? ¿Algún día volverás a ser sólo para mí como antes, podrás sólo tener ojos para mí?- se preguntó y lo peor del caso era que la misma Naomi se había hecho presente y escuchado las palabras salientes de los labios de su esposa.
-Perdona si he desobedecido una de tus órdenes- y con palabras cortantes continuó- pero hay alguien que se ha esforzado en llegar hasta aquí sólo para verte- comenta Naomi para finalizar con cierta tristeza.
-Naomi- fue lo poco que pudo pronunciar.
-Hola Oka san- antes de que fuese llamada por Naomi para que pudiese entrar, prefirió hacerse presente.
Y sólo con que Haruhi llamara a Chikane Oka san fue motivo suficiente para que Naomi frunciera el ceño y mirara nuevamente a su esposa.
-¿Haruhi?-
Creo que ustedes dos tienen mucho de qué hablar, las dejare a solas.- y sin más decide salir de aquella oficina que ya le parecía un mar de tormento.
Y al momento de que se escuchara el cierre de aquella puerta, las paredes de la oficina eran testigos del silencio que retumbaba entre una madre y su hija.
Chikane pudo recordar aquellas lágrimas, cuando su hija había presenciado aquella conversación, pero ¿cómo verla ahora? Sentía no tener valor.
Chikane no lo soportó más y decidió hablar o mejor dicho preguntar.
-¿Cómo llegaste? ¿Dónde está Himeko?-
-Vi que Oka chan tenía una tarjeta tuya en su bolso así que la tomé y vi la dirección.-
-Eres muy inteligente y Himeko sabes que estás aquí-
-No Oka chan no lo sabe-
-No deberías de hacer esas cosas, puedes preocupar a tu madre y lo que menos deseo es eso.-
-Quiero que seas sincera, ¿por qué nos abandonaste? ¿Por qué le hiciste daño a Oka chan antes de que yo naciera? Dime… o ¿por qué no me dices porque te casaste con esa señora y no con Oka chan? ¿Por qué Oka san? Dime y quizás pueda entender que pasó…
-Espera Haruhi son muchas preguntas…-
-¿Te cuesta tanto contestar?-
-Ok, no sé qué cosas te haya dicho tu abuelo acerca de todo esto, pero…-
-Pero dime que muchas de esas cosas son sólo mentiras-
-Hay cosas que es mejor no saber-
-Pues lo siento, yo… ¡quiero saber!-
-Contestaré a todas tus preguntas, pero antes será mejor que le avisemos a Himeko que estás aquí, no quiero que se preocupe-
-¡NO!-
-¿No…?-
-Oka chan no sabe que estoy aquí y si se entera quizás en vez de preocuparse sólo se moleste conmigo.-
-Haruhi ella no va a molestarse y si lo hace es sólo por que se preocupa por ti-
-¿Es verdad que empujaste a Oka chan cuando estaba embarazada?-
La pregunta había dado en el blanco, pero debía armarse de valor quizás no tanto para recordar sino para saber que responder - ese día cometí un error, lastimé a Himeko y no medí las consecuencias…-
-¿Por qué lo hiciste?-
-Creo que fueron celos-
-Dime que esa no fue la razón por la cual nos abandonaste-
-Tu madre me mintió y simplemente yo…-
-¿Por una mentira me abandonaste?-
-Creí… creí que sencillamente no eras mi hija-
-¿Qué?-
- Tu madre me mintió diciéndome que no eras mi hija-
"Es mentira Oka chan no diría una cosa como esa…"- Oka chan no mentiría… no diría eso-
-Creo que tu abuelo te contó la parte que le convenía-
-Entonces le creíste… Y me dejaste-
-Haruhi... pasaron muchas cosas, quisiera que algún día llegaras a comprenderme y a perdonarme-
Haruhi ya no quería mirar aquel rostro en el cual prácticamente se reflejaba, quería buscar respuestas a preguntas para que las cosas que le había dicho su abuelo no fuesen tan ciertas. Bastó con las palabras de su progenitora para confirmar, pero hacía falta algo más.
Sin que Chikane se diera cuenta, Haruhi miro de reojo el escritorio donde habían algunas fotografías que no le daban el frente, entonces la curiosidad la invadió…
-¿De quiénes son?- preguntó
Chikane se sintió acorralada por esa pequeña y para salir de esa situación intentó retirar las fotografías que estaban al alcance de su hija. Haruhi tomó la más próxima y la levantó observando la mujer que aparecía en ella. Quedó atónita y casi gritando dijo…
-Entonces es cierto… esa señora entonces es…-
-Es mi esposa-
-MENTIRA…-
-Haruhi-
-Todo es mentira-
Chikane al ver la reacción de su hija intenta tomarla entre sus brazos para lograr tranquilizarla. Pero este acto es en vano, debido a que Haruhi logra esquivarla diciéndole que no la toque y tampoco que se le acerque.
Esto hizo que se separaran rotundamente, la pequeña se encontraba emergente en un gran dilema. Sentía que todo era una pesadilla, lo que en realidad no quería aceptar. Sin más, prefirió abandonar el lugar. Aunque Chikane le gritaba que no se fuera, le era imposible, ya Haruhi había cruzado la puerta sin dar marcha atrás.
-¡HARUHI!- gritó tratando de evitar estar al borde de la desesperación. -La he perdido…- dijo al momento de percatarse que ya la había perdido de vista.
……………………………………………………………
Prefirió no tomar el ascensor sabiendo que facilitaría su regreso, no quería que absolutamente nadie la detuviera o se le cruzara en su escape. Pero era inevitable, debido a que aquella persona que la estuvo observando e incluso vigilando, decidió de forma rápida atraparla aprovechando la oportunidad.
Al sentir aquel ataque sorpresivo decidió forcejear para poder liberarse e intentar escapar.
-Si lo que quieres es huir es mejor que colabores, créeme, esto te conviene.- Fueron palabras pronunciadas por aquella persona que no quiso darse a conocer, en ese instante colocó el pañuelo preparado y ya impregnado del cloroformo suficiente para dormir sin riesgo a la niña que retenía en sus brazos.
Para Haruhi era imposible lograr zafarse de aquel agarre y al sentir el pañuelo que comenzaba a cubrir su rostro sintió que sus fuerzas empezaban a flaquear mientras sus ojos se iban cerrando rápidamente.
-Perfecto, de ahora en adelante ya no serás más aquel estorbo en la vida de mi hija.-
2 comentarios:
por fabor contunua escriviendo me parece que haces un exelente trabajo me legra que te ayas dado ala tarea de continuar con esta historia
Un capitulo 22 de amor de escuela x favor ya van años que no publican esta linda historia y en lo mejor la dejan no vale =( se q aveces el tiempo no hay para la conti pero te agradeceria un mundo si avanzaras con la conti al menos en una final
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