Convenio con el Diablo Cap 6

 Título:  "Convenio con el diablo"

Fanfic: "ShizNat"

Todos los derechos pertenecientes a este fic corresponde a la "Autora: Amane-chann "

y los personajes corresponden a su legítimos dueños

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Capítulo 6

El objeto de sus más grande anhelos…

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Shizuru no volvió si no hasta el lunes siguiente. Tras esa máscara de caro maquillaje, brillantez y felicidad, se escondían debajo de sus ojos, dos manchas tan oscuras como los ojos de un tiburón; me sorprendió de sobremanera el poder haberlas notado sin prestar la suficiente atención. Cuando Shizuru entró al salón de clases, el alumnado se quedó tan callado que hasta podía oír las respiraciones entrecortadas del miedo de cada uno. Para ese entonces, el joven Shinobu había elegido cambiar de asiento y me había quedado sin compañero, así que la castaña, muy gustosa, se sentó a un lado mío.
"No tienes muy buena cara."Le dije con las más carismáticas de mis sonrisas, ella sólo me miró y correspondió con una ligera mueca que pareció más o menos una media sonrisa y se quedó un momento meditando y sobrellevando el ambiente que fuera en ese momento nuestro salón.
El maestro de Finanzas entró, nos dio una clase muy amena para mi gusto y una hora después, se despidió. De pronto escuché suspirar a mi compañera de lado que vendría siendo mi objetivo principal desde mi inicio de clases y luego sonrió para sí misma.
"Ara, ara. No sabía que el salón de clases estuviese de luto…"-Su voz hizo eco en todo el lugar y los compañeros se quedaron más mudos que nunca, sólo una chica, que días después supe que se llamaba Sakura, saludó con suma felicidad a su queridísima Shizuru-sama. Después del pequeño saludo y reverencia, la castaña lanzó un pequeño saludo de regreso. Fue como si sólo eso fuese tan vasto para que el ambiente de todo el salón regresase a la normalidad.-"Pero ahora veo que Mai-han está muy feliz por el día de hoy."-la castaña soltó una de sus muy practicadas sonrisas.
"Han pasado 5 días desde que no nos vemos, en ese poco tiempo cosas han cambiado y hay otras que no…"-Solté como si no estuviese hablando de nada en especial.
"Ara, ¿Y cómo es eso?"-Dijo sorprendida.

"Pues de que sigue y sigue creciendo mi enamoramiento hacia Kuga Natsuki-sama y..."-Fue cuando el rostro de Shizuru cambió drásticamente de la sorpresa a una ligera estupefacción, que si no fuera por todas sus prácticas de control de emociones, hubiera puesto una terrible cara de scream. Supe en ese momento que ya no me estaba poniendo atención y aseguro que si hubiera estado hablando de huevos revueltos o de una ardilla pasando por las ventanas del edificio, Shizuru ni siquiera se hubiera cuenta. Se suponía, claramente, que yo no sabía nada de aquellas dos, y por ende, estaba empujando a Shizuru a que me lo contara de alguna u otra forma. Preferiblemente por las malas formas.
Desde la última vez que alcancé ver a Shizuru, desde aquellos pocos minutos en que Natsuki dobló un pasillo y se perdió de nuestras vistas, Shizuru también desapareció, y no volvió hasta el día de hoy.
Y es que pasaron tantas cosas desde su ausencia: Chie publicó un artículo de Natsuki dándola a conocer por todo el campus, así su reconocimiento fue total y no ocupó otra introducción. Natsuki, por consiguiente y por parte del plan, no hablaba a la hora de estar en el campus, se comportaba como si todo el mundo le importase un pepino, pero claro, no descuidaba sus clases. El grado de popularidad creció a tal, que Chie, esta misma mañana me comentó y pidió consejo de que si sería bueno agregar a Natsuki en la encuesta semestral, luego salió otra noticia, también yo estaba nominada para esa encuesta.
Era tal el grado de popularidad que había subido la peliazul, que se había creado un fan club, gran cantidad de ellos también eran parte del club de Takama y Fujino. Natsuki, a pesar de sus 'nuevas habilidades', me daba cuenta que aún le costaba adaptarse a esta nueva vida, y pues no le culpo en absoluto, esto puede llegar a ser pesado y hasta fastidioso. Pero ella lo ha elegido.
Después de esta pequeña conversación, Shizuru apareció 3 días después…

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"Ya no lo aguanto…"- Era apenas el cuarto día de clases y la popularidad de Nat creció a tal modo que… uff, para qué les vuelvo a explicar.
"Natsuki, tu lo has pedido, sabías las consecuencias de lo que pedías… Bueno, fue lo que yo creí."-Natsuki solo volteó los ojos. Nos encontrábamos en el departamento de la peliazul, al parecer, lucía como el lugar más seguro nunca antes visto, pero si hubieran sabido todo lo que batallé para que esta pocilga fuera digno de ser pisada por una reina como yo.
"Si bueno, será difícil acostumbrarme."
"Pero bueno amiga, como recompensa te digo que lo que hiciste el día de ayer estuvo fenomenal."-Lo decía con rasgos de emoción.-"Claramente y yo me llevo el papel principal ju, ju, ju."
"Pero cuéntame Mai."-Por primera vez la peli naranja se salía del contexto para auto venerarse.
"Ah sí, como te iba diciendo. Y de pronto Fujino se quedó estática."-Simulaba una voz de narrador.-"Su quijada se desencajó y quedó en una especie de Shock."-Mai sonreía con todo el poder del triunfo.-"Después de mis melodiosas palabras, ella me respondió con otra y luego se marchó."-Se movía impaciente en el sillón de la sala.
"¡Waaa! Mai, eres tan genial…"
"Si lo sé."-Dijo un tanto modesta.-"Ahora, a la siguiente parte del plan. Escucha con detenimiento porque, de aquí depende la siguiente reacción de Shizuru…"
Parte de mi plan anterior intentaba predecir algunos movimientos de Shizuru, claro, sabía que faltaría un día o dos, pero nunca pensé que se tomaría tanto tiempo para pensar…

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Ese día de Jueves, fue un tanto extraño; bueno, siempre he dicho que en los días jueves todo puede pasar, todo. Ese día en el que Fujino llegó en su motocicleta, nuevamente, detrás de toda esa máscara de maquillaje, la veía más demacrada de lo normal, más que del lunes pasado, ese día más pálida que de costumbre, a punto de desfallecer, fue en este punto en el que me dije que Shizuru ya estaba en su límite de resistencia, y como era jueves, tenía que presionarle hasta ver el progreso de mi plan funcionar.
"Antes de que digas algo…"-Dijo la castaña.-"Necesito hablar contigo Mai-han."-Fue más de lo que hubiese podido pedir, puesto que mi rostro daba a expresar de que tenía ganas de contar lo maravilloso de mi vida y que no tardaría en comentarle a mi nueva amiga de mi nuevo enamoramiento.
"¿Qué tan grave puede ser que Shizuru-san no haya dormido en días…?"-Dije en tono preocupado, a Fujino se le notó la sorpresa en sus ojos y me dijo que le acompañara fuera del campus, por tal, obedecí.
Rodeamos el edificio principal, por la expresión facial de Shizuru me dio a entender que quería librarse de los chismosos, así que dimos un par de vueltas más y después de no ver a nadie más, Shizuru me hizo una pequeña seña de que guardara silencio y que le siguiera sin rechistar. Pero eso es lo que estoy haciendo desde hace minutos. Entramos por unos arbustos pegados al edificio principal, pero como no vi que la castaña se detuvo, me estampé la nariz con su espalda, pedimos perdón al unísono, pero luego me sorprendió ver una puerta de la mitad del tamaño de nosotras.
"Entra por favor"-Shizuru se aparto pero yo miré confusa.
"Pero está con llave"- La puerta parecía estar con un fuerte cerrojo.
"Sólo es un farol, mira."- Luego se acercó a la puerta y presionó aquel cerrojo haciendo que simplemente cayese al pasto, abrió la puerta y me volvió a dejar el paso. No era un pasadizo oscuro como yo lo temía o imaginaba, simplemente al entrar, visualicé un pequeño estudio de música, todo estaba forrado con hules oscuros que aislaban el sonido, al centro de este pequeño estudio, había un gran piano blanco de cola, a un lado de él, simplemente su silla, pero lo que me pareció fuera de lugar, aparte de que estaba escondido y era la única puerta, o eso era lo que yo pensaba, es que había dos grandes sillones de piel reclinable, fuera de lugar, pero bastante cómodos. –"Creo que será bien hablar aquí."-Y que lo digas.
Por unos minutos yo me quedé de pié en mi mismo lugar sin moverme o respirar, creo. Fue en un momento en el que Shizuru empezó a reír, yo le miré con un poco de confusión, vi como se acercaba a uno de esos cómodos sillones y le acompañé.
"Verás…"-Dijo y luego suspiró.-"Tengo cosas que contarte Mai-han. Espero que no sea demasiado temprano para contarlo o demasiado imprudente, pero es que la verdad, aquella chica de la que te enamoraste…"-*Insertando el tema musical triste y de tragedia.*-"Aquella a la que tu nombraste como Kuga Natsuki, es también mi muy amado y preciado tesoro…"
La forma en la que se movían sus facciones, en la que sus ojos rojos me miraban con cierto atisbo de miedo y determinación a contarme cosas que, supuestamente, no serían del todo mi agrado. Aquellos movimientos corporales acompañados de suspiros y palabras arrastradas por temer a decirlas erróneamente. Supe en ese momento que Natsuki no era la única víctima de esta historia y que tanto Shizuru como aquella de pelos azules, estaban en algo un poco más difícil y profundo de entender y controlar.
Supe también que parte de la historia que se me fue contada, no era más que la verdad contada desde la perspectiva de una sola persona…
Entonces me di cuenta que faltaban más fragmentos de los que yo podía considerar…
Y que no estaba más que acercándome a la boca del lobo.
"Pues no puedo entender nada de lo que me estás comenzando a comentar Shizuru-san."-Dije con cierta sorpresa, porque siendo la chica enamorada que interpretaba ser, se suponía que no veía esta revelación más que como una muestra de celos y envidia.
"Por favor Mai-han, entiéndeme…"-Fue en ese instante en que se levantó de su asiento y quedó lo demasiado cerca para tomar mis hombros y hacer que le mirara a los ojos de lleno.-"No sé qué está pasando aquí pero había hecho todo aquello para que Natsuki no se fuese a parar al campus si no hasta el año que viene…"-Shizuru tenía sus ojos abnegados.
"¿Natsuki? ¿Desde cuándo le llamas de su nombre de pila?"-Tenía que presionar más fuerte esa herida.-"No entiendo la verdad, si la hubieses querido para ti me lo hubieses dicho desde el momento en que la vimos llegar en su radiante motocicleta pero…"-Shizuru empezó a llorar.
"Mai-han, por favor entiende…"-Se tallaba los ojos haciéndosele echar a perder el maquillaje.-"Porque yo también trato de entender… y la verdad no me está gustando, es como si todo lo que Tori-senpai dijo se estuviese haciendo realidad…"-A este momento Shizuru ya no pudo contener más la rabia y la tristeza y sus lágrimas salían con creces.*Dando por terminado el tema musical*
Ahora, la pieza principal, al parecer, ya estaba dentro de mi puzle mental, acomodando todo esto, fragmentos pueden ser unidos y leídos con un poco más de facilidad…
Ahora todo recae en Takama Victoria.
Ahora la cosa es, si mostrarle mis verdaderas intenciones para con Shizuru o dejarla que ella vaya por su propio camino…
¡Oh vamos! Ayudarle no sería tan divertido. Mi diversión, apenas está comenzando.

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Mientras tanto y al mismo tiempo en que ocurría la pequeña conversación de Shizuru y Mai, Natsuki caminaba por entre los pasillos, estaba harta de las miradas de sus compañeros de clase que se salió a la mitad de la explicación del profesor de apreciación musical. Estaba tan harta y hastiada que no se dio cuenta de que después de cerrar la puerta una persona más le siguió, mejor dicho, dos más le siguieron.
Después de poder calmarse un momento pudo percibir el otro par de zapatos que le seguían.
"Sal de ahí gusano…"-Soltó la peliazul y de repente, doblando un pasillo, un chico tiritando del miedo salió. Para cuando el chico, compañero de clases de Natsuki, se hubiera acercado lo suficiente, con esos zapatos de tacón, se dio cuenta de que él no era más alto que ella, así pues, con las practicadas facciones de hastió y repulsión se le quedó mirando unos cuantos segundos al pobre.
"Esto… Kuga-san, mi nombre es…"
"No me importa el nombre de una sabandija como tu… porqué mejor no te largas…"-Tenía que adoptar la personalidad de chica mala y reservada.
"Es que yo tengo algo importante que decirte Kuga-san, la verdad es que…"

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"Tienes 5 minutos para recordar todo lo que pasó aquel día en el que Shizuru-san terminó contigo."-Nuevamente en el departamento.
"Pero eso ya te lo he explicado…"-Dije con fastidio.
"Es que no sé, hay algo simplemente no me convence con lo que me has dicho, así que necesito que me lo vuelvas a contar detalladamente."-Mai se tallaba la cabeza en confusión, y también le noté un poco fastidiada, pero creo que el sentimiento de Mai era mucho peor, porque siendo alguien como ella, el omitir hechos es algo casi imperdonable. Así que volví mi cabeza hacia atrás, recargándome en el sofá y me puse a recapitular los hechos…
Ese día, recuerdo muy bien ese día. Era viernes por la mañana, el último día de clases, como era de costumbre aparcaba mi Tsuru en uno de los tantos espacios para estacionarse dentro del campus, le di los buenos días al guardia, y como siempre, me ignoraba para seguir viendo su novela matutina. Ese día, recuerdo que pensé que sería uno de los mejores de mi vida puesto que estaba decidida a invitar a salir a Shizuru, ¿a dónde? A donde ella quisiera, al cine, a la playa, a mi departamento, a la luna, no importara a dónde, porque estaba lista, bueno, ya sabes a lo que me refiero; estaba lista para darle a Shizuru eso que tanto quería y al parecer, mi cuerpo, también lo necesitaba con urgencia, sí, exacto, ese día sería el día de entregarle mi virginidad a Shizuru.
Pero las cosas nunca salen como tu loca cabeza las imagina, a veces son mejores, pero en mi caso, fue todo lo contrario. Shizuru llegó en uno de sus deportivos, de color negro con vidrios polarizados, ¡y vaya, hasta recuerdo el hermoso rugir de esa hermosa máquina! En fin, a lo que iba. Al salir del auto y acariciar la chaqueta roja que tenía como recuerdo de mi madre, algo así como un amuleto, cerré como siempre la puerta del conductor y esperé un momento a que Shizuru estacionase y bueno, recibirle con un beso o sólo acompañarle hasta su clase tomadas de la mano. Pero lo que me sorprendió fue que, al parecer no sólo estaba Shizuru dentro del auto, del asiento de copiloto bajó otra chica con una sonrisa impecable y con unos ojos que querían explicarle al mundo lo feliz que estaba en ese mismo momento.
Mi corazón dio un pequeño crujido, claro, cuando uno tiene dudas, hay que preguntar, pero, esa sonrisa cómplice entre Shizuru y aquella chica, no necesitaban explicaciones. Con un poco de desesperación me interpuse en su camino y fue cuando de pronto mi corazón se cuarteó del dolor al sentirme ser empujada sin mayor recato por aquella persona que tanto amaba para poder seguir con su camino con aquella chica que no conocía, y estaba 100% segura, que Shizuru tampoco lo hacía. Claro, hice todo lo posible por no perder el equilibrio, pero malditamente no fue lo suficientemente bueno como para mantenerme en pié y caí cerca de un bote de basura. Y había dicho que Shizuru me había tirado literalmente a la basura, pues no fue precisamente su culpa, pero algo de aquello pudo recaer en ella. Al momento de querer levantarme, me fui apoyando en aquella papelera, que por aquella mañana gracias a Buda y estaba vacía, así que mientras intentaba estarme en pié, un desgraciado abusón cerca del lugar se acercó y me empujó de tal modo que caí dentro del bote.
Después de unos minutos Shizuru regresó a donde yo me encontraba, oh sí, recuerdo que pensé Gracias a Buda y todo fue una broma, pero no fue así, Shizuru sólo regresó para dedicarme 4 palabras.
"Por cierto, hemos terminado."
"Fue ahí cuando quedé petrificada y perdí la noción del tiempo. Rato después, pues… ya conoces la historia de ahí adelante."-Dije soltando un ligero suspiro.
"No, todavía falta algo. Natsuki, sus ojos, ¿Qué decían sus ojos?"-Al parecer a Mai se le había prendido un foco en la cabeza, ahí estaba el 'algo' que estaba sin comentar.
"¿Los de aquella tipa o los de Shizuru?"-Dije un poco confusa.
"Los de Shizuru, tonta."-Me dio un zape.
"Pues… no lo sé, eran inexpresivos."
"¿Y sus labios? ¿Qué recuerdas que estaban haciendo?"
"Además de lanzarme esas palabras… no lo sé."-Me quedé mirando hacia el infinito.-"Ah, creo que… a su comisura derecha se le formó un pequeño arco que sólo duró unos segundos. Pero eso no tiene nada que ver, Shizuru lo hace en veces…"-Tienes razón Natsuki, Shizuru lo hace, y esa sencilla expresión de apretar los dientes y formar ese arco con la comisura de sus labios es su muestra de arrepentimiento. Fue igual a como lo hizo esta mañana…

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"Cada vez que tenía el suficiente tiempo, me esmeraba en traer a Natsuki sin que ella supiese dónde se encontraba este pequeño lugar, en todas las ocasiones le vendaba los ojos, como ves, está demasiado escondido y a la vez, a la vista de todos, así que me gustaría que guardases mi pequeño secreto."-Levanté mi mano en son de juramento, luego le escuché suspirar por un largo tiempo, después, continuó.-"En sí Mai-han, me gustaría que…"
"Que deje en paz a Kuga Natsuki, ¿verdad?"-Le interrumpí abruptamente.-"Ni loca, me rehúso…"-Crucé los brazos en negativa, muy por dentro mío, a pesar de descubrir el sufrimiento guardado en Shizuru, me divertía con su dolor.
"No, está bien, ya he dado por hecho que no te rendirás hasta obtener lo que has deseado así que…"-Sonreía con resignación.
"¿Entonces, me darás tu consentimiento? *¬*"-Sabía que era uno de los actos más crueles que un humano le hace a otro pero, era parte de mi deber.
"Si Mai-han cree que es la chica adecuada para ella, supongo que no puedo decirle que no."
Nuestra conversación se dio por finalizada en ese momento. Como era de esperarse en mi drama teátrico, di un pequeño grito de alegría y le di las gracias a Fujino, que en ese momento y lo más seguro, se sentía desfallecer…

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"La verdad es que me gustas mucho y…"- Le di la espalda a aquel chico, ni siquiera sabía cómo se llamaba, pero el porqué de darle la espalda fue porque de repente se me empezaron a colorear las mejillas de un tenue rosa, no es que me hubiese visto inmediatamente al espejo, si no que la mera sensación de que tus mejillas arden, ya es un aviso.
"No tengo tiempo para basura como tu…"-Estaba a punto de marcharme y continuar con mi caminata pero…
"¡Devuélveme a esa Kuga Natsuki de antes!"-Me sorprendió aquello y me detuve de inmediato. ¿A qué Natsuki de antes se refería?-"¡A esa Kuga-san tan tímida, cohibida y reservada!"-El chico estaba reventando de la desesperación, de repente sus palabras rebotaron en algún lugar dentro de mí e hicieron mella por un breve momento.
"Te lo diré una vez más…"-Me volteé para con él y dije.-"Pi-ér-de-te."-Después de eso, el chico tímido y frustrado me dio la espalda y se fue con los hombros gachos y la cola entre las patas.
Me di la vuelta nuevamente para seguir con mi camino pero volví a sentir otra presencia y escuchar pisadas de zapatos. Justo cuando iba a gritarle a ese pesado que ya no lo quería cerca de mi vista, aquellas pisadas cambiaron para el gusto de mi oído y se hicieron más finas, algo así con las pisadas marcadas de un fino tacón de zapatos. Al detenerme, también aquella persona lo hizo, no había nadie de entre los pasillos y eso simplemente significaba mal augurio.
"Vaya, vaya, al parecer si tienes sentimientos…"-Esa lengua bípeda nuevamente, hasta me dieron escalofríos de escucharla.-"Estaba esperando el momento indicado para devolverte lo que me has hecho."-Ni siquiera le había dedicado la vista a aquella persona, obviamente no necesitaba mucha presentación que digamos, era nada menos que la pelos pintados y disparejos.
"y qué te he hecho a ti… Tommy, espera no, ese es nombre de chico, era ¿Tammy?"-Dije sin siquiera voltear, de repente me vi disfrutando de la situación tan denigrante para ella.
"¡Cómo te atreves!"-No le veía, no quería ver su desfigurado rostro tratar de acomodar un mal gesto. Y sin más, sin siquiera decir bien su nombre, seguí caminando.-"¡A dónde crees que vas! ¡Ni se te ocurra volver a ignorarme!"-Pero ya lo estaba haciendo.-"¡Kuga!"-Sólo sonreí para mis adentros, ya tendría tiempo para ver cómo me las arreglaba con ella… Tammy, ¿Cierto?
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Continuará...