Último cap. de "Dirás" por Lagar

De Mai Hime, nada me pertenece, sólo tomé prestado.

---

“Buenas noches”

“Buenas noches… señorita ¿quién es usted?” – Ehh -

“Y qué hace visitando a mi hija a esta hora de la noche”­– Que qué, su hija, osea este gigante es..– “Shizuru, quién es esta…”

“Padre por favor, ella es una amiga, permítele entrar”

Así está la cosa, vine a visitar a Shizuru envalentonada para lo que sea que fuera a pasar, menos para esto; sus padres. Asomándose de una puerta a la derecha, en el pasillo del recibidor, estaba Shizuru, su rostro no mostraba mas que sorpresa, no, sorpresa y cansancio. Es muy tarde, no debí haber venido y lo más seguro, es que este señor, que por cierto mide como 2 metros y medio, no me deje pasar. No podía mover mi vista, de ella, no podía verla completa pero aún así, lo poco que observaba me era suficiente.

“Shizuru, puedes volver a casa, o podemos quedarnos hija” ­–  El señor Fujino habló, con un ojo veía a su retoño, con el otro no dejaba de inspeccionarme de arriba a abajo - .

“Para nada, su amiga ya está aquí, ellas se harán compañía cielo” ­– Dijo la señora Fujino, quien con paso veloz, se acercaba a la puerta – “Anda hija, no te quedes a fuera, entra” ­– La madre de Shizuru me tomó por el brazo y me acercó un poco, cuando iba a decir algo, ella nuevamente le habló a su hija –.

“Nos vamos Shizuru, espero tu llamada por la mañana”

“Pero…” ­– Intentó comentar el señor, y fue interrumpido por un cerrón de puerta, su esposa no lo dejó terminar, no sin antes la señora me llamara por ni nombre en tono muy bajo y apretó mi brazo.

Como había mencionado fui a su departamento, estábamos en algo así como un largo pasillo, yo estaba junto a una pequeña mesa al parecer de mármol, de esas en donde puedes dejar llaves y bolsas, había un florero hermoso y largo. El pasillo estaba poco iluminado, y que el color de las paredes fuera gris, así como la madera de los pisos tuviera un tono casi negro, no ayudaba mucho para poder ver bien a Shizuru, sus rojos ojos, sus hermosos ojos que me hablan de tanto, de dolor más que nada. ¿Se han dado cuenta que divago en exceso?

“Lamento venir tan tarde sin avisar y lamento lo de tus padres”

Qué más podía decir, qué podía hacer, nunca lo supe, Shizuru comenzó a llorar, recargada en el marco en donde estaba, intenté acercarme pero sollozando me pidió que no lo hiciera, así estuvimos un par de minutos, los más largos de mi vida.

“Vete”– sentenció ella -

“¿Por qué?”

“Quisiera estar sola, no me siento bien para recibir visitas, vete”

“Con mayor razón me quedaré si dices que no estás bien” – Nuevamente traté de acercarme pero ella se alejó de mi. En un arranque de valentía, se limpió las lágrimas de sus bellos ojos y rápido fue hacia la puerta, la abrió y me pidió que me marchara.-

“Por favor Natsuki vete, déjame sola”

“Shizuru” – Ahora sí me acerqué – “Dime qué te pasa”

“Me pasa que no quiero ver a nadie, quiero estar sola”

“Yo creo lo contrario”

Estábamos tan cerca, no pude dejar pasar la oportunidad, la acerqué más a mis brazos y aunque ella no hacía nada sabía que estaba en lo correcto al estrecharla; estrecharla y oler sus cabellos, al momento la incomodé por mi excesiva demostración de afecto, intentó alejarse de mi. Con un movimiento lento y suave empujó mi cuerpo del suyo, sin embargo, Shizuru no se dio cuanta que lo que presionaba eran mis pechos, hasta que yo la tomé por sus antebrazos y le impedí seguir alejándose de mí.Hice una mueca de sorpresa, cómo no lo iba a hacer, aunque fuera un accidente pues eran mis pechos y sus manos, ¿me entienden? MIS pechos y SUS manos. Después, todo se fue al demonio. Me aventó y me gritó:

“Que te vayas de mi casa, quién te crees para venir así como así, después de desaparecer, de besarme y luego mantenerte más fría que nunca, quién te crees”.

No me lo esperaba. Shizuru comenzó a respirar muy rápido, me veía con rabia. Luego todo fue muy extraño. Se acercó a mi, me empujó otra vez hacia fuera y cerró la puerta. Y así fue, me echó de su casa, las siguientes palabras se las dije cuando todavía me encontraba en la puerta, esperando que me escuchara.

“Sé que no la has pasado bien, y que probablemente no entiendas mi actitud, me pasa lo mismo contigo. Primero dices que me amas, después te alejas, trato de acercarme a ti, nos besamos, te veo con Nao y me alejas. Lo más certero es pensar que quieres que me aleje de ti. Todo me lo dice, tus acciones, el tiempo, tu silencio. Ya después entendí que fue mi culpa. Mi actitud, mi rechazo, esos momentos en que casi tú y yo… y después nada. Cuídate mucho por favor”.

A la puerta, dejé una pequeña bolsa de regalo, con variaciones de té que le traje de Alemania. Salí del edifico y no la he vuelto a ver, casi 3 meses ya desde ese día que me aventó. Por comentarios de Mai sé que sigue con vida, no deja de preguntarle a Reito (se supone que son novios o algo así raro). Cuando Mai comienza a hablar de ella, le pido que se detenga, no es que la odie, para nada, sólo que pienso ya es mejor olvidarlo todo, saber que está con bien me es suficiente. Al principio no dejé de chillar por semanas, todo el día, toda la noche, a cada momento, siempre había algo que me lastimaba, por mi estupidez, por sus errores y por los que me faltó cometer.

He estado asistiendo a la escuela todos los días y ya no puedo escaparme como antes, lo que si, es que ahora tengo mucho tiempo libre, las cosas del pasado allá se quedarán, la búsqueda de mi madre y cosas que nunca entendía del festival así se quedaron, es Midori, cuando estoy con ella quien me llena la cabeza de historias, responde todas las preguntas y al final la pobre termina cansada de tanto hablar. Sí, desde aquella ocasión que Midori me encontró en el risco, hemos sido buenas amigas.

“¿Has hablado con ella?”

“Sabes que no, y sabes que no quiero hablar de eso”

“Eso, tiene muy bonitas piernas y cada día se ve más guapa”

“Siempre ha sido atractiva, que nunca viste el millar de fans detrás”

“Como sea, el caso es que la veo seguido, y me pregunta por ti”

“Será por amabilidad, espero que no le digas más de lo necesario”

“Sí, de hecho le he comentado que no sé nada de ti, que no te veo más que en clase”

“¿Por qué?

“Ohh, con que sí te interesa”

“Siempre me va a interesar su bienestar, sólo se me hace raro que le hayas dicho eso de mi”

“Pues por maldad lo hice, por haberte cerrado la puerta en el hocico, a poco crees que se me antoja sentarme a tomar el té y hablar plácidamente con la señorita”

“Tuvo sus razones para cerrarme la puerta”

“Ay por favor Natsuki, como te encanta hacerte la mártir, nadie tiene que comportarse de esa maneta tan ruda, además no sé si te has dado cuenta pero Shizuru es muy torpe, cada que las cosas mejoran entre ustedes, hace algo estúpido y lo arruina, o me vas a decir que también tiene sus razones para ser así”

“No, bueno, cada quién hace lo que quiera….”

“Arghh que flojera contigo, pero ya te dije, si están así, es por culpa de ella, no tuya”

Lo que Midori decía, ya lo había pensado, aunque siempre caía en conclusión que yo era bruta y lenta. A Shizuru siempre la excusaba en mis pensamientos con tonterías, porque siempre la veía perfecta, angelical, hasta que poco a poco, comencé a darme cuenta que ella también era humana. Quizá porque la conocí como la joven perfecta que aparentaba ser, quizá por eso se me hizo difícil ver lo que ella es; maldita Midori, tiene toda la boca llena de razón, no puedo creer cómo alguien que se la pasa la mayor parte del tiempo desorientada en alcohol, puede ser tan acertada en casi todo, tal vez es la edad, o así es ella.

Shizuru cometía muchos errores, uno tras otro, pienso que le faltaba experiencia en la vida pero, a quién no, ni que tuviéramos 50 años, nadie puede tirar la primera piedra, menos yo, quien más tarde que temprano vine a pagar cuenta de mis errores y falta de “experiencia” en las artes del amor. Como sea, continué con mi vida que para ser honesta me gusta, me gusta mucho, tener la tranquilidad que pensé nunca tendría, saberme en calma, con las cuentas saldadas. He descubierto que no soy como pensaba, que me gustan las cosas tranquilas, puedo disfrutar de los quehaceres del hogar, de cocinar, de caminar, y espero que mis amigas no se burlen al enterarse de esto, no tendrían por qué reírse pero casi nadie me conoce, casi nadie sabe que prefiero dormir y estar en casa, que disfruto de preparar mi comida, me gusta leer.

“El sábado es mi fiesta”– A veces Midori, no se cansa de hablar -

“Felicidades”

“Ese felicidades me suena a que no vas a ir”

“Nadie me conoce mejor que tuuuuú”

“Por favor”

“No”

“Por favorcito”

“No, y no. Midori, Por qué mejor no tomas esta ocasión, aquí y ahora, como una celebración, conmigo, si quieres vamos a algún bar, donde sea”.

“No me hagas que te ruegue”

“No lo harías”

“¿Me estás retando Kuga?

“No. De seguro ya tienes planeado todo, ¿verdad?”

“Sí, intenté invitarte antes pero ya sabía tu respuesta, entiendo si no quieres ir, irá Shizuru por cierto”

“Mhmm”

“Me basta y me sobra con que estés ahora aquí conmigo, en serio”

“Lo vieja te vuelve más cursi”

“Y más guapa”

“----“

“Veo que no lo niegas”

“Cómo podría, sabes que a pesar de tu ridícula personalidad, eres muy atractiva”

“Natsuki, eres tan linda a veces, ven aquí, déjame abrasarte”

“NOO, aleja, tus, glándulas mamarias de mi”

“Qué estúpida te escuchas, llamándolas así; ¡senos Natsuki, se-nos!, boobs, tetas, gomas, lolas, niñas, lo que sea, menos glándulas…..”

“Como sea, quítamelas”.– Ya muy entrada la noche, salí de su casa, con rumbo desconocido.

Una noche, una como cualquier otra, sola. Con luna, con ausencia de luz, con una extraña tranquilidad que se filtra en lo más hondo de mis deseos, que no son los más guardados, sino los que más anhelo, los que más persisten, lo que tanto añoro. La fiesta de Midori era en su casa, y aunque dije que no iría me sentí mal de no asistir, ya era muy tarde, había iniciado hace como 2horas y me encontraba a fuera del lugar. Podía ver la puerta abierta y los ventanales mostraban a varias personas, no sólo las que conozco. Me sentí incómoda así que no entré, ni siquiera me bajé de la moto, ni me quité el casco.

Me quedé un par de minutos mirando lo que sucedía, y antes de arrancar una voz que bien me conocía pronunció mi nombre.

“Natsuki”

“Shizuru, buenas noches”

“-----“

Otra vez con su actitud rara. En serio, me doy por vencida, no tengo la menor idea de lo que pase por la mente de esta mujer, así que mejor me porto amable, le sigo la corriente y me largo antes de que lo que sea suceda. Así como aquella vez en el baile de graduación, parece no querer hablar.

“Qué tal la fiesta” – Dije en un último intento de hacer conversación antes de marcharme –

“Bien sólo que hace mucho ruido”

“Sí, me imagino, después de todo es una fiesta de Midori”

“Sí”

Inserten como 5 minutos incómodos de silencio.

“Bueno, me retiro, espero que la sigas pasando bien, cuídate”

“¿No vas a entrar? Midori seguramente está esperando por ti”

“Ella sabe que no vendría, sólo quise pasar a ver si todo estaba bien”

“Oh, ya veo” – Otro silencio incómodo - “¿Quisieras quedarte un poco conmigo?, podemos platicar, si gustas”.

“Tengo que irme, lo siento” – Esto como que me suena a deja vu. Además estaba en todo mi derecho de darme a desear, a poco no. Me acomodé en la moto y a punto estaba de despedirme nuevamente, cuando…-

“¿Podrías llevarme a mi casa?, Si no es mucha molestia, ¿puedes hacerlo?”

No puede ser, por qué, por qué cuando todo está bien, sucede algo como esto. Me siento tan extraña. Si acepto, la tendré tan cerca, además significaría que tengo que entablar alguna conversación, o decirle un par de palabras al menos. Si le digo que no, se va a ofender o quizá ni sienta nada, se haga la digna y se de la media vuelta. Como sea, podré portarme indiferente pero negarle un aventón a alguien, no va conmigo.

“Toma mi casco y sujétate fuertemente”

“No, si no tienes otro mejor me voy sola”

“Shizuru, toma el casco por favor”.

                                                          

000

Qué difícil es ser fuerte, ir contra uno mismo. Nunca dudé de mis sentimientos por Natsuki, nunca lo he hecho, nunca lo haré. Aunque mi cabeza me diga que lo mejor es alejarme, no puedo evitar sentirme fascinada mientras estoy a su lado, no puedo. Me siento satisfecha y debería sentirme segura entre sus brazos, como lo estoy ahora que ha aceptado a llevarme a casa después de la fiesta de Midori. Sin embargo, al mismo tiempo, tenerla así, rodeada con mis brazos me confirma que no está bien. Siento como se tensa a cada momento y trato de alejarme pero ella me pide que me abrace lo más fuerte, incluso que recargue mi cabeza contra su espalda; por seguridad dijo. Natsuki no trae casco, yo traigo el de ella, ¿podría ser más amable?, sí, sí puede, va a una velocidad bastante lenta, se disculpó por tener que tomar algunos atajos para que la policía no nos detenga, ella es así, siempre amable, siempre constante, inusual ella es.

El día que la dejé ir, cuando le cerré la puerta en cara, no pude más y me senté a llorar ahí mismo, después de escuchar sus tristes palabras. Esto no es como la última vez que según yo decidí alejarme, todo fue peor. Me resigné a sentirme como me siento ahora, a esperar que algún día deje de sentir lo que siento, y que se acabe el amor profetizado, ella nunca será mía.

Aún así, y sin razón, todo me hace sentir celosa; todo. No quiero compartirla con nadie, no quiero que nadie la vea, quiero tenerla tan cerca, envidio a la luna por poder cubrirla, al sol por poder tocar su piel, al aire que juega con su cabellos, al agua que se convierte en sudor y se desliza por cualquier parte de su paradisiaco cuerpo, a esta moto que puede tenerla en esta posición tantas y tantas veces. Me doy  cuenta que mientras pensaba todo eso, he enterrado mis dedos en su cuerpo pero ella no dijo nada, quizá pensó que tenía miedo, y avanzamos más lento pero falta poco para llegar. Aspiro por última vez el olor de sus cabellos, eso intento pero el casco no ayuda mucho y cierro los ojos mientas recargo mi cabeza en su espalda. Otra vez.

Qué maravilloso pudo ser, de haber sido nada más le hubiera pedido a la vida. Me pregunto si pudiera ser posible, o si tendría que cambiar toda yo para que ella pudiera amarme. No lo creo, porque jamás la amaría menos. Shizuru, Shizuru. Mi nombre se escucha tan distante. Shizuru, Shizuru.

“Shizuru”

“Shizuru, ya llegamos, ¿estás bien?”

“¿He?, Sí, lo siento, es que, la verdad me venía arrullando el viento”

Natsuki no dijo nada. Aún estábamos en su moto y tenía la cabeza en dirección mía pero ya había apagado el motor. Tenía un pie en el suelo y me solté de ella. Se bajó lentamente y antes de que yo lo hiciera me dijo que esperara, que ella me ayudaba. Estaba otra vez muy cerca de mi, con delicadeza me quitó el casco y cómo no sonrojarme cuando me pidió la mano para bajar.

“Espero que no te hayas mareado por el viaje”

“Para nada. Natsuki gracias en verdad, se estaba haciendo cada vez más tarde y ya nadie estaba en condiciones de manejar”

“Es tarde como dices, me marcho. Descansa Shizuru”

Última oportunidad. Ella estaba a punto de ponerse el casco y me atreví. Es ahora o en verdad nunca jamás.

“Quisieras pasar un momento a tomar algo” – Qué frase tan trillada y desventajosa, Natsuki no toma té;no tengo alcohol, ni siquiera café, qué le voy a ofrecer, ¿leche?, para estúpida gano cualquier concurso. Alcance a ver con la poca luz que teníamos, una pequeña sonrisa y cómo inhalaba y exhalaba profundamente, nunca la había visto hacerlo.

“No puedo Shizuru, me tengo que ir”– Justo cuando lo dijo, recordé cuando le cerré la puerta y la saqué abruptamente de mi casa - .

“¿Es acaso que no puedes, o no quieres?; Natsuki sé que la última vez no te traté de la manera correcta y lo lamento. Nosotros lo que sea que fuimos o pudimos ser, siempre me mantuvo tensa, siempre arruino todo contigo, de alguna manera u otra no puedo estar bien, si es que trato algo formal, mis pobres posibilidades se desvanecen por lo que tú no sientes o por los errores que yo cometo. No te estoy culpando de nada, en verdad, sólo quiero que sepas que lo que he hecho, no me lo explico, y me duele que te alejes porque sé que soy quien lo causa”.

“Shizuru tranquilízate por favor, estás temblando”

“No es nada, yo necesito que entiendas” – Iba a tocar su mejilla pero creo que la asusté porque dio un pequeño brinco y después se sonrojó un poco -.

“Shizuru, no me debes nada, ninguna explicación”

“Entonces por qué siento lo contrario, por qué siento quedebo pedirte disculpas hasta que me canse, hasta que me duela pronunciar cualquier cosa y por qué necesito que me perdones, ¿por qué?”

“Shizuru”

“No Natsuki, estoy cansada, de verme así, de no saber qué pasara, de lastimarte y lastimarme cuando ni siquiera ya eres mi amiga. Aunque lo niegues sé que lo he hecho”

“No lo niego pero sabemos que no debería dolernos tanto, porque dejamos de ser lo que éramos, y porque sé que quieres algo más.” – Fruncí el ceño, escuchar nuevamente asegurar a Natsuki lo que ella bien sabía que yo sentía me hace sentir inútil y desilusionada, porque siempre me responde lo mismo, porque no puede sentir como yo siento -. “Sé qué estás pensando; que mis sentimientos son los mismo Shizuru, que voy a negar lo que ya me es imposible esconder, porque ahora lo entiendo; y pensé que aquellos besos te lo habíandemostrado”- Lo que escuchaba no lo entendía completamente, más bien sí lo comprendía pero no estaba segura –

“Shizuru, vamos, no es bueno estar aquí a media calle tan tarde”

“¿Te vas a ir nuevamente, te irás sin terminar, sin resolver nada?

Me sentía estúpida, más que nunca, más que todas las veces que lo he dicho. Cuando estoy con ella todo debe ser extremo. Puedo ser tan feliz, tan miserable, por qué lagrimas nuevamente comienzan a salir de mis ojos. Entre lamentos que intento apagar, después de reprocharle su partida, ella baja de su vehículo, toma mi mano y me besa. Así, sencillo, me besa, besa mis lágrimas y mi frente.

“¿Me permites llevarte a dentro?” ­– Dijo antes de que la llenara de besos -

000

“¿Cómo estás?

“Como ves, más que bien, no me puedo quejar” ­– Cuando Nao quiere, puede verse más que atractiva, me ha guiñado el ojo, y se sentó a lado de mi, en esa banca nuestra, en aquel parque -. “¿Puedo?” – Preguntó si podía poner sus piernas sobre las mías, siempre lo hacía pero no por eso omitía preguntarme, nunca lo olvidaba -.

“Por supuesto pero no creo que sea el mejor lugar para darte un masaje, así que te tendrás que conformar con que te las toque”

“Pues algo, es algo”

“Ya casi no te veo pelirroja”

“Sí, hemos estado muy ocupadas, mi madre, como que aún no se acostumbra a todo, se le hace extraño, verme así, y no a una niña”

“Ni tanto, que de estatura sigues igual seguramente” – ambas reímos un poco y pasamos a un placentero silencio, disfrutando de la tranquilidad y soledad del parque. Eran cerca de las 6 de la tarde. A Nao, le gustaba que le tocara las piernas, que vamos, no hay que confundirse con alguna caricia sexual o fetiche, es como a quien le gusta que le toquen los cabellos o que le den palmadas suaves en la espalda, sin embargo, no lo hacemos mientras haya otras personas a nuestro alrededor, se podrían confundir, menos si esas personas son Midori o Shizuru.

“¿No se molesta Fujino, de que estés aquí conmigo?”

“Un poco, creo que haga lo que haga, nunca haré que deje de sentir celos hacia a ti”

“Obviamente, no estás con cualquier persona, estás ante toda una mujer”

“De dónde, si eres una escuincla”

“Ya Kuga, no seas payasa”. – Nuevamente las dos nos quedamos en silencio, yo en ratos volteaba ver a Nao, sin que ella me viera, disimuladamente veía su expresión, que parecía más tranquila que de costumbre, sin desgana. Ahora que salgo con Shizuru, siento que ella se aleja de mí y sé que Shizuru no se siente cómoda cuando hablo de Nao, mucho menos cuando le dije que iba a verla, sin embargo, agradezco que no me haya hecho algún comentario, no tendría por qué, bien sabe que Nao es mi amiga.

“Nao”

“Hmm” – Esto es como un cambio de rol, y no me gusta nada –

“Nao, quiero que sepas…”

“Esto no va contigo, y lo sabes”. – Si bien que sabía que a esto llegaría y que no va conmigo, no entiendo por qué ella no empezó a abordar lo que ninguna quería – “Esperaba que lo dejaras pasar pero veo que no es posible, tu cabezota no te deja”

“Creo que por respeto a todas, es mejor que hablemos”

“¿Qué quieres saber?”

“Las cosas no son así, sólo quiero decirte que espero esto siga, así como hasta hace algunos meses, aunque te burles; nunca pensé que lo diría pero…”­ – Tuve que inhalar fuertemente antes de que estallara –“no quiero que te alejes”.

“Por favor, deja las cursilerías, hoy estás irreconocible, andar con Fujino te ablanda, ¿no es así?”–Que mencione su nombre facilita las cosas, quiere decir que no está tan renuente a hablar de ella, aún así, se me hace tan molesto hablarlo, quisiera no hacerlo, no va con ella, ni conmigo-.

“Nao, hay tanto que decir, que sólo con decirte esto, creo que sabes a qué me refiero, y creo que sabes, me cuesta mucho trabajo hacerlo”

“Entonces no lo hagas, ya sabemos las dos, todo lo que quisiéramos decir” – Puede que Nao tenga la razón, quizá no necesitamos explicaciones, ni más raras emociones, de todas maneras…-

“¿Te gustan las mujeres?”

“No”

“Y lo de Shi..”

“Fue cosa del alcohol”

“Y, ¿crees que pase otra vez?”

“Kuga no, no creo que esto sea algo que en verdad quieras saberpero si es tanta tu curiosidad, satisfácete sabiendo que no pasará nuevamente; casarme o quedarme a lado de una mujer, no es parte de mi plan de vida”

“Lo haces sonar como si fuera un pecado”

“No tanto y debo reconocer que quien se quede contigo, es afortunada, tienes unas manos mágicas” ­- Dijo mientras hacía una mueca asquerosa de placer porque le estaba tocando las piernas, repito, nada sexual – “Imagínate cuando te estés...”

“Que marrana eres, ya estuvo, me tengo que ir”

“Buu, apenas comenzaba lo bueno, me imagino que ahora ya te debes meter temprano”

“Le prometí a Shizuru que cenaríamos juntas” – La idiota se está burlando -

“Sí, como sea, no necesito saber tus planes, llévame a casa”

Y la tuve que llevar, porque esa no fue una sugerencia sino una orden que tuve que acatar. En mi departamento se encontraba Shizuru, esperando a que llegara. Anoche, durmió en mi cama, y dijo que como muestra de agradecimiento hacia mí, por haberle permitido quedarse a pasar la noche, ella cocinaría algo especial para las dos; se quedó a dormir y fue la noche más incómoda de todas las que he pasado en cama; porque en todas esas largas horas, no pude descansar. Ella se aferró a mi cuerpo algunos momentos y yo pretendía que dormía también, para no incomodarla pero se dio cuenta en la mañana, al ver mi estado somnoliento y mis ojeras. Presiento que también esta noche tiene planeado quedarse, porque en el estacionamiento no veo su auto y no la llevaré a casa tan tarde, si algo le pasa a Shizuru, no sé qué sería de mi si papi y mami Fujino se enteran.

Al intentar entrar, sin hacer ruido, mis deceos se vieron truncados; Shizuru abrió la puerta y me dijo:

“Bienvenida” ­– Me recibió con un beso en la mejilla y un abrazo –

“Hola” – Traté de regresarle el abrazo pero me quedé asombrada del lugar. Estaba repleto de velas, flores y una mesita con algunos platos, no sé que había en ellos pero el olor era delicioso.

“Espero que no te moleste, lo que he hecho con tu departamento, es un día muy especial y quería darte una sorpresa” ­– Las explicaciones de Shizuru me las ha de haber dado por mi expresión perdida, quizá pensó que me molestó la vista, no era así, sin embargo, esto es como que muy romántico, y sé lo que significa romántico, sé lo que significan las velas, las luces bajas, sé cómo piensa Shizuru –

“No me molesta, sólo es sorprendente, se ve hermoso”

“No más que tú Natsuki”

“Shizuru” ­– Creo que jamás dejaré de sonrojarme –

“Por favor, siéntate, quisiera servirte la cena”

“Espera, antes, quisiera hablarte”

“Podemos hacerlo mientras cenamos, ¿no lo crees?”

“Preferiría esperar” – Su semblante cambió a uno de consternación –

“Sé que no ha sido fácil, y que hay muchas cosas por decir todavía, muchos puntos en blanco ypara serte honesta, quisiera que así siguiéramos” – Me encanta ver el rostro de sorpresa de Shizuru, es divertido –“conociéndonos y dejando todo lo que pasó atrás. Siento que constantemente buscas la manera de reivindicarte cuando no deberías hacerlo, Shizuru”– armándome de valor, tomo sus manos entre las mías – “No me importa nada que hayas hecho, de no haberlo hecho, no estaríamos juntas, no tendría la oportunidad de estrechar tus manos, de tocar tus hermosos cabellos, de acariciar tu cara; nada Shizuru, nada me importa más que seamos felices, y espero que esa felicidad sea lado a lado, juntas y por siempre”

“Natsuki”

“Dime que aún no es tarde, y que también quieres lo mismo”

“No”

“¿No? Pe-pero nosotras, tú, las cosas románticas, las velas” ­– No me lo puedo creer, Shizuru otra vez…-

“No, yo quiero más que eso, quiero una vida entera contigo, una familia, que nos casemos”

“Ah, yo también pero vamos paso a paso”

“Exacto, por eso hice esta cena para ti, porque si no pasa lo que a continuación tiene que pasar, ninguno de nuestros hermosos futuros planes, podrán suceder. Sabes Natsuki, les he hablado mucho a mis padres sobre ti” – Ya me imaginaba que no por nada me veían ambos de esa peculiar manera, en especial su padre – “les he dicho que finalmente tengo citas con la persona más maravillosa, con la que siempre soñé pero ninguno aprobó mis comentarios”

“Si es por la otra noche, iremos con ellos, puedo ponerme ropa decente y tratar de mostrarles que no estoy jugando”

“Eres tan linda, e inocente, y vestirte decente ya lo haces corazón, sin embargo ellos no están de acuerdo con lo de las citas furtivas, según ellos, eso no nos lleva a ningún lado, lo que me hizo recordar, que tú y yo en realidad no tenemos una relación formal”

“Por supuesto que la tenemos, y todos estos días, todas esas cosas que hemos hecho juntas”

“Y no es que no las aprecie, al contrario; pero, nunca me pediste que fuera tu novia”

“Después de todo pensé que era innecesario”

“No para mi, soy muy tradicionalista”

“Mujer de Kioto, que gusta de los placeres de otras mujeres, no es nada tradicionalista” -Como que no le pareció mi comentario y me soltó las manos para alejarse un poco –“Este es entonces el verdadero motivo de la cena”

“¿Natsuki, quieres ser mi novia?”

Momento, ¿no se supone que yo iba a preguntar eso?, no sé cómo pasamos de la puerta, de estar sujetando nuestras manos, a ahora estar sentada en la mesa con la cabeza baja, obviamente yo, ella está frente a mi, de pie. Y es ridículo, porque hablé de ir con sus padres, de planes, y ahora me encuentre mirando al mantel, avergonzada por algo que no debería; Shizuru se ha puesto a mi altura, se ha hincado y toma mis manos nuevamente.

“Levántate por favor” – Le pedí -

“¿Estás bien?”

“Sí, es sólo que nunca me imaginé que tú me preguntaras a mi”

“Tenía que correr el riesgo, si no lo hacía, probablemente tú nunca lo hubieras hecho, por nervios” – Me encanta su expresión, tan jovial, como si estuviera tratando con una niña –

“¿Quieres tú ser mi novia?­– Wow, una de las cosas que jamás pensé decir -

“Siempre lo he querido”

“Siempre será hasta que tú quieras” – Y me abrazó, de esos abrazos que se sienten en todo el cuerpo, para dar paso a un beso, el primero de los tantos que sus labios me regalaron, no sé si lo sabía pero me encanta que aprisione mi labio inferior en los suyos, así, sin movernos – “¿Eso quiere decir que sí?”

“Por qué mejor no te lo demuestro allá” – Respondió maliciosamente, apuntando a la recámara – “En nuestra cama”­ – Dios me bendiga y se apiade de mi -

“¿Nuestra?”

“Después de lo que haremos, créeme, será nuestra; ¿me acompañas?”

“Siempre”

Lo que sucedió allá, en nuestro lugar, eso, lo llevaré conmigo siempre, y por respeto a ella, estas manos no lo escribirán.

                                                           FIN

N.A: Querido lector, sé que quieres patearme las pelotas, por varias razones; que haya sido tan corto el fic, que duré años en actualizar y que haya terminado de esta manera, pero todo tiene un por qué, y pronto se escribirá. Muchas gracias por haberlo leído y dejar sus comentarios, y en serio, se aceptan todos, de todos, propuestas, amenazas lo que sea. Saludos y gracias nuevamente por leer.