"Por segunda vez", Capítulo 6, por Garrita salvatrucha

Capítulo 6

Llorarás

Te parece bien si cenamos...

Shizuru miró la mesa donde se encontraban acomodados platos y cubiertos para cenar, unas velas le daban el toque romántico, movió su cabeza en aprobación y Natsuki dio unas palmadas.

-Buenas noches obsesión de Natsuki, permítame servirle. –Shizuru se sobresaltó al escuchar a una de las amigas de crimen de Natsuki que ahora estaba parada a su lado ¿Cómo había llegado allí sin escucharla? La observó sospechosamente sin pronunciar palabra.

–Eso es un sí o un no… un tal vez. –Continuaba Nao al ver que no le respondía pero cambio de actitud cuando sintió un pinchazo en su pierna de parte de "la cachorra" que justo en ese momento estaba brava.

-Cachorra sama -Continuaba en su tono serio de "me estoy burlando de ti" –Gusta que sirvamos la cena. Natsuki solo rolo sus ojos y con la mano indico que sí.

-Excelente – Dijo Nao profesionalmente y al segundo siguiente… puff… ya no estaba. Se quedaron en silencio mirándose nada más, los grillitos sonaban sus patitas a lo lejos, cricri cricri.

-Y… ¿la cena es?

-¡Ou ou! te encantará, es canal de res con salsa de champiñones –Decía al principio extasiada y terminó con un casi babeo. Shizuru sonrió para sí, las maneras de esta chica realmente eran divertidas de pronto tuvo una ligera casi imperceptible sensación, una punzada en su cabeza.

-¿Sin mayonesa? –Shizuru se vio preguntando y sonriendo de repente sin saber a ciencia cierta por qué precisamente ese aderezo, es decir ¡Quién en su sano juicio o por voluntad propia, le pone mayonesa a un canal de res con crema de champiñones! Natsuki sintió que se aceleraba su pulso por un momento ¿Era posible? Más después supo, por la expresión en su cara que había sido un flash, no la recordaba aún, pero parecía una buena señal ¿No?

-Sin mayonesa, se que a muchas personas les desagrada.

-Miisssss mueva su brazo para que coloque el plato, ¡muévelo, muévelo, se cae, se caaaae! –Decía Nao que había salido de quien sabe dónde y ahora malabareara con los platos, evidentemente el servicio no era lo suyo, Shizuru se apresuro a mover sus brazos para que le pudiesen servir, Nao coloco ambos platos mientras recibía una mirada de "Eres una inútil" de parte de su amiga y sin tomárselo a pecho alcanzó la botella de vino que estaba dispuesta desde un principio en la mesa, con sacacorchos en manos rajo la protección y comenzó a hundir la espiral metálica de éste pero…

-Juuuum mmm… aahhhh. –Tenía problemas mayores para retirar el corcho hasta que Natsuki se la arrebato de la mano y la destapo en 1… 2 x 3 todo eso mientras le daba la mirada "Después te mato" sirvió en ambas copas y Nao entonces se desvaneció. Natsuki volvió a su asiento con la sensación que el cariz no era lo que había planeado, pensó que esto podía ser infinitesimalmente romántico pero bueno…

-Pareces preocupada o ausente.

-Disculpa ¿Qué tal está la carne? -Shizuru partió con gracia un pequeño trozo y lo llevo a su boca. Abrió los ojos y exclamó.

-¡Excelente! En verdad está delicioso. –Natsuki un poco más aliviada contestó con ánimos.

-¿Verdad? Es la cocina de Mai, es excelente no es de preguntar por qué atrae gente tan inútil en la cocina como Nao y yo.

-Ara y yo pensando que Natsuki cocinaría para mí especialmente. –Al escuchar el comentario Natsuki no pudo más que reír, Si ella recordará.

-Sí lo que quiero es quedar bien, no mandarte al hospital.

-¿Eso es lo que quiere Natsuki? Sus métodos son extraños.

-Sí, pero era estrictamente necesario –Decía mientras comenzaba a cenar.

-¿Secuestrarme? Pedir una cita vía telefónica ha perdido su valor.

-No hubieses salido conmigo otra vez. –Dijo totalmente convencida. –No podía dejar que eso pasara.

-Pareces muy convencida y pude notar que no tienes buena relación con mis padres, es probable que hubiese declinado.

-Hum –Rezongó. –Claro que sí, en menos de dos segundos tendrías a tu puerta a Kanzaki, tal vez a esa Tomoyo. Eres una luz muy brillante Shizuru –La chica mayor sintió recorrerle un calofrío por la espalda, la manera en que pronunciaba su nombre, tan sedienta, tan necesitada, tan voraz, le hacía sentir acalorada así que tomo la copa y degusto el vino.

-Excelente maridaje. –Natsuki sonrió… olvido muchos años y "maridaje" subsistía en su mente.

La velada continuaba ligera ambas intercambiaban opiniones de temas comunes, muchas veces discernían pero sabían ceder. Mientras Natsuki estaba contando la anécdota cuando dejaron encerrada a Mai, Shizuru la observaba y se preguntaba por qué no la recordaba, por qué esos momentos seguían huyendo de ella, la miraba y no evocaba ni un solo recuerdo, cuándo rieron, cuándo se apoyaron, cuándo se contaron secretos, cuándo se molestaron, deseaba tanto recordarla, quería con tantas ansias saber lo que fuese que hubiese pasado pero el tiempo no volvía y se sentía tan frustrada por ello.

-Natsuki

-¿Sí?

-¿Cómo éramos? – Pregunto muy suavemente y aunque se sobresaltó por lo directo y lo complicado que para ella era la respuesta de esa pregunta, pensó ¿Por qué seguir escondiéndole la verdad? si la quería de vuelta tendría que afrontar esa parte, aunque lo más cómodo era el borrón y cuenta nueva llegaría el momento en que debiese enfrentar sus errores.

-Fuimos muchas cosas, pasamos muchas etapas juntas.

-¿En verdad? Creí que sólo eras una más de mis admiradoras, claro con métodos… un poco radicales.

 –Trataba de bromear pero entonces Natsuki se puso mortalmente seria.

-Me amabas pero por mi falta de decisión te hice daño durante un largo período. Después desaparecí sin decir nada y ahora quiero volver a tenerte. ¿Qué fácil no? –Decía con desaprobación. Se sentía tan vil, cómo esperaba que alguien como ella la amará de nuevo, alguien tan buena, bondadosa, tan valiosa, tan hermosa, y aquí estaba ella tan aventajada, hipócrita, aprovechándose del momento… otra vez. Shizuru por su parte se había sorprendido al escuchar que era ella quien en un principio la amaba ¿y la daño? Pero si parecía que no mataba una mosca, no era posible que fuese una persona así, al menos no de manera consciente.

-Yo… No lo recuerdo… lo siento. –Natsuki comenzó a sentir que se le aguaban los ojos al escucharla decir que no recordaba, tantos momentos borrados, extrañaba tanto a Shizuru aún estando a lado de ella, tomo un respiro hondo para calmarse y con sus dos manos tomo una de las de ella y la miro con mucho dolor.

-Por favor –Comenzaba –Puedo ¿me permites que te de un beso? -La pregunta debió ser retórica porque terminando de decirla se acerco en un fluido movimiento y junto sus labios a aquellos rojos tan deseables, pero… no obtenía respuesta alguna de ellos, no había entrada para sus sentimiento, no habían sorpresa, enojo, estaban quietos, mortalmente quietos y eso era lo peor que le podía pasar, serle indiferente a la persona que se ama. Se separo lentamente y entonces Shizuru habló.

-Lo siento Natsuki, no te puedo corresponder de la manera que tú deseas. –La cara de Natsuki se ensombreció y poso su vista en las velas.

-Creó que es hora de que me lleves a mi casa, por favor.

-Por supuesto –Dijo con el tono más natural que pudo fingir en el momento. Se levantó de la silla y ayudo a Shizuru con la suya.

-Discúlpame sólo un momento. –Decía Natsuki mientras caminaba a otra puerta por la que desapareció y al segundo siguiente volvió a aparecer.

-Sólo me despedía –Contesto al ver la interrogante en Shizuru. Llegaron a su moto y le extendió un casco para después sacar otro de debajo del asiento y colocárselo ella, después se subió y ayudo a medida en que podía a Shizuru a montar detrás de ella, sus movimientos eran monótonos, robóticos, desesperanzados. Por la experiencia previa Shizuru colocó sus manos en la cintura del conductor y escucho como se encendía el motor. Comenzaron su viaje sin una sola palabra. ¡Qué arrogante había sido por su parte pensar que con sólo una cena la tendría de nuevo!

Casa de los Fujino (frente a la ventana del cuarto de la Srta. Fujino)

-¿Estas molesta? –Esta chica era demasiado, Natsuki retuvo las suplicas que su corazón con dolor le gritaba: ¡llora! ¡Ruega! No, esta vez no era por orgullo ¿De qué le había servido el orgullo todos estos años? Ahora se tragaba su desesperación para que Shizuru no se sintiese causante de esta, claro que sus ojos rojos no le ayudaban mucho así que con un poco de risa le contestó.

-¡Por supuesto que no! Nada es tu culpa, eres demasiado buena Shizuru –Dijo tratando de animar a la chica. –Sí no te molesta me gustaría que… bueno que me permitieras verte otra vez, en condiciones menos forzadas. –Dijo para tratar de aligerar el momento pero no sirvió de mucho, Shizuru tomo unos pasos hacia ella y con su mano le acaricio la mejilla, al contacto Natsuki no puedo más que cerrar los ojos era una suave tortura tenerla preocupada por ella por las razones que no deseaba, apretó más los ojos y contrajo sus cejas fuertemente tratando a toda costa que ninguna lágrima traicionera saliera a relucir, el dedo pulgar de Shizuru exploraba la suave piel y la angustia seguía para Natsuki.

-Sí Natsuki, me gustaría que fuésemos amigas.

¿Amigas? ¿Amigas? Bésala… bésala Tú no puedes ser su amiga Natsuki lo sabes tienes que dejarlo claro ahora ¡maldita sea, bésala!

-Gracias, será mejor que me valla. –Sacó de su mano un papel y anotó su número. –Shizuru cuando quieras salir, háblame por favor o si solo quieres hablar o cualquier cosa yo estaré esperando tú llamada. Shizuru tomó el papel y sonrió para después desaparecer ¿No lo harás verdad? Se cuestionaba internamente Natsuki.

En camino de regreso a su apartamento la mente de Natsuki iba en blanco, el 99.99% de su esperanza había muerto esta noche, suspiro largo y aparco su motocicleta y después de unos segundos para agarrar valor comenzó a caminar, sabía que Mai y Nao estarían esperándola para escuchar lo qué había pasado, sabía también que ellas esperaban lo mejor positivistas imposibles. 

Dicho y hecho cuando entro en su departamento allí estaban sus dos amigas, esperándola con grandes sonrisas en la sala de estar, su aspecto debió de ser terrible o algo por el estilo porque inmediatamente la vieron inmediatamente se borraron las sonrisas.

-Natsuki –Comenzaba Mai con tono de madre preocupada.

-Por favor –Fue todo lo que dijo mientras mantenía la puerta abierta, no tenía ganas de nada. Sus amigas comprendieron.

Al día siguiente…

Afortunadamente todo había ocurrido en viernes, lo que significaba que tenía todo el fin de semana para culparse y llorar y hacer berrinches, el lunes debía de componerse lo más posible porque tenía deberes que cumplir, así que el sábado nada más se despertó decidió ir de compras, cervezas, botella de tequila, vodka y whisky, quería mandar su conciencia muuuy lejos.

De regreso paro en la puerta de Mai, toco dos veces y espero, Nao abrió la puerta.

-Hey Nat ¿Quieres entrar? –Decía con la puerta totalmente abierta, después observo las bolsas que tenía y pudo ver qué planeaba, Natsuki se dio cuenta y le dijo.

-Sólo quiero avisarle a ustedes dos que me desconectare por este fin de semana, quiero estar sola, no dejes que Mai se preocupe tú me conoces, no hare nada estúpido… bueno, no demasiado. Cuento contigo, necesito estar sola.

-Carajos Natsuki, en caso de que no te hallas dado cuenta, nunca ni una desgraciadísima maldita pinche vez estarás sola nos tienes a nosotras, si lo que quieres es un poco de espacio te lo daremos, pero el lunes estaremos tocando a tu puerta como energúmenas hasta que te levantes ¿Entendiste?

 –Natsuki trato de sonreír y asintió con la cabeza.

En la intimidad de su departamento se sentó en la alfombra y comenzó a destapar una cerveza la tomaba mientras recordaba los buenos tiempos con Shizuru, recordaba cómo en ocasiones la castaña le rogaba por un abrazo, como le insinuaba que quería ser su novia, cómo inventaba ardides para robarle un beso y como ella siempre le decía "No", tomaba cerveza tras cerveza hasta que tuvo la necesidad de destapar una botella, decidió que el vodka iría primero tomaba y ya alentada de sus capacidades motoras recordó las palabras de Shizuru la noche anterior "no te puedo corresponder de la manera que tú deseas" era curioso, una marca o signo de que esas fuesen las mismas palabras que ella le diese a Shizuru en el día de su graduación, cuando por última vez le pidió ser su pareja. 

Comenzó a llorar y a balbucear a causa del alcohol y de la culpa que le carcomían las entrañas, pedía miles de perdones y se insultaba pero el dolor parecía ser mayor no había nada que pudiese hacer.

-Shizuru, Shizuru –Comenzaba a llamar con voz alcohólica, trato de levantarse pero la ingesta era excesiva ya iba por la segunda botella, por ocasión consecutiva trato de incorporarse apoyándose en el sofá que tenía en la sala de estar, la coordinación no le sirvió porque se fue de espaldas, comenzó a sollozar y se volteo para quedar de bruces se medio alzó en sus cuatro miembros y comenzó a gatear hacia donde tenía su teléfono, cuando lo alcanzo lenta y torpemente marcó un número conocido.

-Sí, casa Fujino –Era destino ¿Suerte? Buena o mala. Pero Shizuru había cogido el teléfono, sosteniendo con ambas manos Natsuki se perdió en esa voz mas no pudo decir nada.

-Ara no debería bromear con las demás personas, si no tiene nada que decir no debería marcar siquiera. –Dijo y colgó, Natsuki se dejo caer, sería un fin de semana largo y nada placentero.

Mientras Natsuki se perdía Shizuru pensaba sobre lo más conveniente de hacer, ella estimaba a Natsuk y eso que sólo había pasado un día con ella más sin embargo no sentía amarla, con gusto le daría su amistad si otra fuese la situación pero a cómo las cosas estaban ¿Era lo más adecuado? ¿Estarían bien con esa relación? Tal vez Natsuki podría confundir la amistad, quizás lo mejor era no darle ningún tipo de esperanza para que pudiese moverse y encontrar alguien que devolviera sus sentimientos, llegó a la conclusión de que lo mejor sería, no marcarle a Natsuki y qué esto quedará en el pasado de ambas.

El domingo llegó al medio día para Natsuki con la resaca que jamás le desearía ni a su peor enemigo, trataba de incorporarse, en sólo una tarde y noche se había acabado toda su reserva de alcohol, lo dolía todo el cuerpo por dormir en el piso y en una posición nada recomendable, la cabeza le latía desproporcionadamente como si fuese del doble de su tamaño real, sentía náuseas y le corrían unas gotitas de sudor por la frente, como fuese su malestar físico le ayudo a distraerse de su malestar anímico. Se levantaba poco a poco y se le ocurrió ponerse en sus rodillas para apoyarse lo cual le provoco fuertes ganas de vomitar se levanto mágicamente rápido y alcanzo el baño; Allá iban onzas y onzas de tequila y whisky y vodka y cerveza…todos mezclados, un poco aliviada (Dentro de lo que cabe) se separó reluctante del inodoro para lavar su cara, en automático cepillo sus dientes y cuando se miró en el espejo casi ni se reconoció, la trasnochada y la ingesta le había demacrado visiblemente, se observaba cuasi científicamente hasta que reparo en sus ojos, aún siendo una persona de ciencia y totalmente escéptica podía comprobar de primera mano que había un espíritu en cada ser humano, porque justo ahora sentía y veía en sus verdes ojos que lo había perdido. Antes de que llorará por enésima vez se recostó en su cuarto, estaba fatigada y al día siguiente debía trabajar y recibir a la hija del dueño. Sería de seguro un día fastidioso.

LUNES 09:00 AM BIOTECH

Natsuki caminaba apresurada por los pasillos de la empresa, a pesar de dormir todo el día anterior aún se sentía mal, llego hasta a su oficina y sin saludar a s asistente entró y cerró la puerta. Dejo su portafolio y se tiro en su sillón. Pasaron unos segundos para que su inter-comunicador sonara.

-Doctora Kuga

-¿Sí?

-El director general pide su presencia en la sala de juntas, la hija del Sr. Sears Philip está con él.

-Enseguida voy.

Natsuki se levanto de su cómodo sillón, camino hacia la sala de juntas, toco para escuchar la voz de una joven.

-Adelante por favor. –Natsuki entró y pudo reconocer al director general sentado a un lado de la que debiese ser la hija del dueño. Alyssa Sears.