Mi Princesa Azul Capítulo 6

Mi Princesa Azul Capítulo 6

Nota de Bibi: hoy no hay nota de Bibi, bueno sí hay... gracias a Vale que me convenció de subirlo n.n jajaja …  no se olviden de sonreir y sean felices n.n

Capìtulo 6

“Quiero que seas mi princesa, mi princesa azul”… me aferraba cada vez más y más a su cuerpo, quería que éste se quedara grabado en mi memoria, su aroma inundaba todos mis sentidos, no había un lugar en el que prefiriera estar… Muchas veces quise decírselo, pero no encontraba las palabras adecuadas ni el momento oportuno,  siempre se lo decía de una manera indirecta, muchas veces le insinuaba que quería estar con ella, que era linda, que cuando no estaba con ella la extrañaba, pero todo eso Natsuki no lo tomaba en serio, pensaba que solamente era una forma de bromearle para hacerla burlarme de ella, lo cierto es que mi princesita azul siempre se ponía más roja que el tomate, por lo cual pensé que de alguna forma mis palabras tenían algún efecto en ella. Al principio, no tenía intenciones de enamorarme de Natsuki, pensé que podíamos llegar a ser buenas amigas y que se podía llegar a un arreglo para no tener que llevar a cabo el matrimonio, pero no pude, no pude evitar enamorarme de ella, no pude evitar necesitarla con todas mis fuerzas, así como los ríos no pueden resistir llevar su cauce hacia el mar, así no pude resistirme a este amor que siento ahora, no pude evitar enamorarme de ella… el solo hecho de pensar en ella me trae un sonrisa a mis labios, aunque sé que nunca va a ser mía, que no me verá de otra forma… Siento una opresión en mi pecho y algo extraño en el estómago pero, se siente tan bien, así es el amor… realmente estoy enamorada de Natsuki…

Así que ese día me armé de valor, no podía estar callando más y a pesar de no saber con exactitud la respuesta que me daría decidí confesarle mi amor… al principio pensé que lo aceptaría, pero más equivocada no podía estar. Natsuki me soltó de golpe, me empujó un poco y me dijo que eso no podía ser, que ella misma esperaba otra cosa,  algo mejor… sus palabras me hirieron, no lo voy a negar, pero aún así le seguí insistiendo, traté de hacerle ver que mi amor por ella era real y sincero… cada día le mandaba una rosa roja a sus aposentos, algunas veces se la dejaba yo misma, otras veces le pedía a algún empleado que lo hiciera por mí. También le dejaba notas, las cuales nunca contestó a pesar de saber que me encontraba del otro lado de la puerta esperando por su respuesta.

Natsuki me ignoraba totalmente así que un día decidí irme lo más lejos posible, donde nada ni nadie me la recordara, no me gustaba para nada sentirla tan cerca, pero a la vez tan distante, para los demás estaba ahí, pero para mí parecía estar en un mundo muy lejano al que me encontraba… se había dado una buena amistad entre nosotras  y como Natsuki no es una persona muy afectuosa o abierta con todo mundo, confundí las cosas, confundí la  amistad y las  palabras de afecto que me daba, las confundí con amor, pensé que por lo menos se sentía atraída por mi… ahora  ella es el único pensamiento que inunda mi mente, la única persona con la que quiero estar, con la única que me siento bien… Así que al ver su rechazo, primero decidí convertirme en mayo, pero nunca encontré la forma… después decidí  desaparecer de su vida, era tan difícil estar cerca de ella y sentir que a toda costa me evitaba, pero con el solo hecho de verla o saber que estaba ahí cerca de mí, mi corazón sentía felicidad, felicidad que no encontré en nadie más, felicidad que solo Natsuki podía darme, pero me la negaba… Extrañaba todas esas horas que pasábamos juntas, cuando íbamos a cabalgar, cuando practicábamos con el arco… extrañaba verla ruborizarse debido a mis palabras… extrañaba su voz, sus mirada… deseaba tanto que el día que nos escapamos regresara y que se pudiera repetir una y otra vez… no recuerdo haberme sentido tan bien como aquel día, el cual estará grabado en mi memoria para siempre y Natsuki en mi corazón.

- Shizuru… ¿Qué haces aquí? - ¿quién?

Estaba en el jardín, me debatía si abandonar todo esperanza con Natsuki o seguir ahí hasta ya no poder más, estaba sufriendo mucho debido a eso, y si bien me dolía estar cerca de Natsuki, sabía bien que ya no podía vivir sin ella. Era parte esencial de mi vida.

- ¿Reito?... déjame en paz, no estoy para soportar a nadie…  - mucho menos a ti

- ¿Qué te pasa?, ¿Por qué esas lágrimas?

- Metete en tus asuntos, no te interesa- no me hagas enojar – y no le digas a nadie que me viste así – más te vale que no lo hagas… que si no…

- Pero dime qué te pasa… si no lo haces, lo gritaré a los cuatro vientos

- Como si te importara…

- Esta bien… se lo diré a todo mundo… - no tenía ganas de escucharlo, así que no le puse atención- dime qué te pasa Shizuru –volvió a insistir

- Natsuki…  - tengo que desahogarme con alguien

- Ah, ya veo…

Permanecimos en silencio un rato, no sabía si podía contarle o no a Reito porque tenía miedo de que lastimara a Natsuki, o se aprovechara de nuestro alejamiento y le contara a Takeda y él acosara a Natsuki… Pero de todos modos decidí contárselo.

- Primero pensé que pedir su mano sería la mejor opción para evitar el casamiento contigo Reito… no es que tenga nada en contra tuya… pero siempre pensé que si estaría con alguien sería por amor… así que decidí pedir la mano de Natsuki, me sentía en todo mi derecho a escoger con quien casarme, y pensé que a pesar de haberla elegido a ella, nuestro matrimonio no podía ser, por lo menos no ante el clérigo, así sería libre… pero todo me salió mal, me he enamorado de Natsuki y ella no me corresponde…

- Bueno, así es que esa es la razón por la cual no me quisiste… fue muy buena tu jugada

- Ni tanto, mírame ahora…

- Entonces ya se lo confesaste a mi hermana

- Sí, el día que nos escapamos

- Y ella te rachazó

- Sí

- Ahora veo porque mi hermana ya no está más contigo

- Pensé que por lo menos me dejaría estar cerca de ella… pero como no es así creo que lo mejor será irme

- ¿Irte?!

- Sí, lo único que me retiene aquí es Natsuki, y a pesar de que de alguna forma me siento feliz con solo verla, me duele mucho su indiferencia y más aún saber que no soy correspondida

- Pero no puedes ire!... digo, peleaste contra un dragón y mi hermana te ha vencido?

- ¿Qué?

- Sí, no puedo creerlo de ti Shizuru… si tienes la valentía y la confianza para derrotar dragones no entiendo por qué no te enfrentas a mi hermana

- Es diferente Reito

- Claro, mi hermana no vuela ni echa fuego jajaja

- jajaja

Duramos ahí sentados en el suelo un buen rato. Esa ocasión me dí cuenta de que Reito era una persona agradable, se me hace raro que aún no encuentre esposa… me contó de cómo él pretendió a muchas mujeres, las cuales al principio se interesaban pero después le huían. También me contó de cómo Natsuki tenía que huir de sus pretendientes y que nunca aceptó las invitaciones que le hacían..además de que tenía algunas amigas, princesas también, una de ellas al parecer le interesaba a Reito, pero él nunca se lo ha dicho.

- Tienes que hablar con Natsuki

- Yo qué más quisiera Reito, pero ella no me quiere verme

- Ella también está sufriendo Shizuru, lo sé porque mi hermana jamás ha actuado como lo ha hecho estos días…

- ¿De verdad crees eso?... Yo no sé qué piensa Natsuki… quiero escuchar alguna palabra de sus labios…

- Pues Shizuru, si me hermana no te acepta yo me apunto

- jajaja… Reito no es por desilusionarte pero

- Si Shizuru lo sé… solo tienes ojos para ella, Natsuki debió haber hecho algo realmente bueno…

- Reito, quiero preguntarte algo

- Dime

- ¿En realidad piensan hacer algo para sabotear el duelo?

- Aaa… eso… jeje – risa nerviosa…

- Reitoo

- La verdad es que no Shizuru… solo fueron habladurías… Takeda no tiene mi apoyo, si intenta algo ten por seguro que recibirá su pena

- ¿Puedo confiar en ti?

- Claro

- Está bien

Duramos otro tiempo platicando, pero la verdad es que aunque estaba ahí, mi mente estaba en otro lugar, el lugar en el que más le gustaba estar… Natsuki. Algunas veces respondía algunas preguntas, pero siempre tenía que pedirle que las repitiera… Despues Reito se despidió, se retiró y me dijo que no olvidara ir a cenar. En la cena no sucedió nada inesperado, solamente que al parecer Takeda intentaba estar más cerca de Natsuki, pero algo lo alejó, tal vez la mirada asesina que le lanzaba cada que veía que intentaba hacerlo.

Los días pasaron lento para mí, pero al fin llegó el día del duelo. Ese día me levanté, me alisté, pues el duelo se llevaría a cabo en la mañana. Al llegar al recinto donde lucharía contra Takeda, vi lo más hermoso que hayan visto mis ojos. Natsuki llevaba puesto un vestido blanco, largo, la mitad de su cabello recogido y la otra mitad suelto… en verdad se veía hermosa.

- Natsuki…

- Sí Shizuru, dime

- Hoy se decidirá todo Mi Lady

- Sí…. sólo espero que gane el mejor, ahora debo irme, tengo que estar al lado de mi padre y de mi hermano

Con mis brazos rodeé su cintura, y apoye mi cabeza en su hombro… me gustaba tanto sentir su cuerpo junto al mío, deseaba que ese momento no terminara jamás

- Te amo Natsuki… - le susurre – de verdad te amo… y haré lo mejor mi lady para que seas feliz… que es lo único que deseo – la abracé con más fuerza y deposité un beso en su mejilla

- Shizuru  yo…

- ¿Sí Natsuki?

- Quiero desearte buena suerte… - ah… - ten cuidado con Takeda, puede que juegue sucio recuerda lo que escuchamos justamente el día que se decidió el duelo

- Ara, ¿Natsuki quiere que gane yo? – si, Natsuki parece un tierno tomatito…- Así lo haré mi princesita

Le di otro beso en la mejilla y me retiré… no sé qué pasaba donde estaba toda la gente, ni donde estaba el rey, pues nos tenían en un lugar aparte. De pronto nos dijeron que ya teníamos que salir a escena, yo salí por un lado y Takeda por el otro.

Al salir pude escuchar cómo la gente gritaba mi nombre y el de Takeda también. Levanté mi espada en señal de saludo hacia el pueblo y se escuchó una fuerte ovación, Takeda hizo lo mismo pero al parecer como había más hombres que mujeres, me ovacionaron más a mí. Me giré hacia dónde se encontraban el rey y los príncipes y me arrodillé en señal de saludo y de respeto para ellos. Permanecí así por un momento, hasta estar segura de que habían visto lo que hice, en especial Natsuki. Luego me puse en pie, aventé mi escudo al suelo, pues no tenía miedo de un caballero, si es que se le puede decir así, como Takeda.

- Esto es por ti Natsuki!!!!

En un movimiento rápido, gire mi espada hacia Takeda, lanzándole una estocada que llevaba impregnada todo el coraje que tenia y con la fuerza de todo mi cuerpo. El caballero logró esquivar ese golpe, pero no pudo evitar caer al suelo, donde aproveché para amenazarlo llevándole la espada casi al cuello. El no hacía más que arrastrarse hacia atrás. Al parecer al pueblo eso no le gustó, tal vez pensaron que el duelo terminaría muy pronto, y lo que ellos querían ver era una pelea de verdad.

- Levántate…. ‘caballero’…. No te quitaré la poca dignidad que te queda de esta manera… pero te digo una cosa: Aléjate de Natsuki… ella será mía… Ahora estoy dispuesta a perdonarte la vida, si es que te retiras

- En tus sueños Fujino…

- ¿Piensas que tienes oportunidad de ganarme?

- Claro, y lo voy a hacer…

- Ja…¿Tú y cuántos más?

Dejé que Takeda se pusiera en pie, también soltó su escudo, ¿Tan seguro estaba de sí mismo?. Así que la pelea empezó,  le lanzaba estocadas con todas mis fueras, pero él las esquivaba todas, más bien las bloqueaba, no le daba oportunidad a que me lanzara un golpe… Al parecer Takeda tenía fuerza, pero no tenía técnica, la única que se sabía era la de esquivar mis golpes, interponiendo su espada entre la mía y él.

Al parecer era muy diestro con la espada, aunque repito, no tenía técnica, no quise ser mala así que dejé que tratara de asestarme unos cuantos golpes, los cuales aproveché para evadirlos y empujarlo con la espada, para luego darle más estocadas. No era algo muy difícil, me divertí un poco y me sirvió para deshacerme de los pensamientos negativos que tenía en mi mente

Al final, pasó como al principio, con mi espada hice un movimiento circular en la espada de él y la quité de sus manos, coloqué mi espada muy cerca de su cuello y logré ver como una gota de sudor bajaba por su frente.

- Te perdono la vida Takeda, lo haré solamente para que veas cómo seré feliz al lado de Natsuki

Takeda no respondió, solo me miraba con mucho odio, me giré, le di la espalda, por un momento vi hacia donde estaba Natsuki, y me dirigía hacia allá, cuando de pronto sentí un dolor muy fuerte, debajo de mi hombro izquierdo. Caí de rodillas al suelo, mi espada quedó yaciendo a un lado mío.

- Aaah… pero qué….

Me giré para ver a Takeda, el muy estúpido tenía los brazos alzados en símbolo de victoria, tenía la espada levantada en su mano derecha, tenía sangre, la mía.

- Lo siento Shizuru… pero no podía dejar de aprovechar esta oportunidad

No podía dejar las cosas así, no podía esperar a que creyeran que le perdoné la vida, aunque demasiada gente había sido testigo de ello. Volteé a ver la reacción de Natsuki y ella estaba como ida… no sé qué idea habrá pasado por su mente pero, no dejaría que pensara que no luché por ella, no dejaría que Takeda se quedara con ella.

Clavé mi espada en el suelo para tener algo de donde apoyarme, me puse en pie y con las fuerzas que me quedaban empuñé mi espada y le tiré un golpe a Takeda.

- Eres un idiota!!!

Mi brazo izquierdo dolía demasiado, pero tenía tanto coraje contra él que no sé de dónde obtuve las fuerzas necesarias para iniciar un nuevo duelo, y dar los golpes con más fuerza, logré tirar la espada de Takeda una vez más.

- Shizuru!! Detente!!

Estaba por quitarle la vida a Takeda, pues ya no tenía su espada y estaba tirado en el suelo con los ojos desorbitados, pero en ese momento llegaron Natsuki y Reito.

- ¿Natsuki?

- Shizuru, no lo hagas… no manches tus manos con la sangre de este estúpido

- Takeda, qué te pasa??!! – decía un Reito verdaderamente enojado – Mi padre y yo vimos como Shizuru te venció… ella te perdonó la vida, y tú la atacas por la espalda…. No tienes honor, ya no eres bienvenido en la casa del rey, tampoco en este pueblo y de eso me encargaré yo

Reito les ordenó a los guardias que se lo llevaran, que su padre sabría darle un buen castigo, pero mientras tanto que lo tuvieran encerrado.

­- Shizuru…

- Natsuki, no me siento bien…

Me dejé caer, pues no tenía fuerzas para continuar, afortunadamente para mí, Natsuki de alguna manera logró tomarme en sus brazos. Ella estaba sentada en el suelo, apoyada en sus rodillas, me tenía a mí encima de ellas, rodeándome con sus brazos… me sentía feliz. Natsuki lloraba, eso me hacía pensar que me encontraba en un mal estado…

El recinto estaba en silencio, o yo estaba muy mal, pues lo único que podía escuchar era la voz de Natsuki. Era lo único que me importaba en ese momento.

- Te pondrás bien Shizuru… te lo prometo – Natsuki se veía en realidad preocupada

- Natsuki… gané – luego le di una sonrisa, la mejor que pude esbozar en ese momento

Al parecer logré derrotar a Takeda por la adrenalina que sentía, pero comencé a sentirme débil, empecé a ver borroso, al parecer había perdido mucha sangre y no entendía bien lo que estaba pasando, sentía que no podía mantenerme consciente, pero hice un intento.

- Sí, Shizuru, has ganado

- Gané porque te amo Natsuki

- Shizuru quiero que sepas que te amo

Nota: Lo último que leyeron en el capítulo anterior, de la boda, fue lo que Natsuki se imaginó al ver que Takeda había herido a Shizuru, muchos ya querían que Shiz apareciera en un caballo blanco verdad?? Rescatando a la princesa xD.

Espero que les haya gustado n.n