Garderobe Gakuen - Capítulo 7

Autora: HauR

Enviado por: jen

GARDEROBE GAKUEN

"Formando señoritas hoy y siempre"

Capítulo 7.
Desde la llegada de Saeko a Garderobe todo ha sido muy confuso, no sólo por el hecho de que la famosa estrella internacional me comunicó que estaba interesada en reclamar nuevamente sus derechos sobre mí, sino también porque parece ser que alguien la vio. Así es, la gloriosa estrella japonesa que ha triunfado fuera de estas tierras, fue vista deambulando en Japón, para ser más precisos, aquí en Garderobe. En el colegio no se habla de otra cosa, todas las estudiantes están más que extasiadas de que una persona tan famosa como ella, hubiese pisado un terreno tan solitario y alejado del mundo como lo era este colegio.
Lógicamente, rumores de todo tipo han circulado esta mañana, uno de ellos es que probablemente Saeko-sama es en realidad una ex alumna de Garderobe y al pisar territorio japonés, quiso regresar a sus orígenes visitando su antigua escuela. Para ellas Saeko es el arquetipo de lo que una señorita debe ser, educada, glamorosa, gentil, fina, delicada, bla, bla, bla. Si supieran que Saeko ronca como un hipopótamo, eructa cual rugido de león y su educación es peor que la mía... Pero ¡ah! Imposible que ellas conozcan este lado de su nueva oneesama, puesto que para el mundo entero, Saeko es una actriz de renombre oriunda de Kioto. ¡Kioto! Sí, así como lo oyen, incluso ese chocante acento kiotoben se convirtió en parte de su personalidad.
Otro rumor fue el de que Saeko vino a visitar a una pariente que estudia en Garderobe, ese es quizás el más cercano a la realidad, puesto que el motivo de la aparición de su alteza Saeko aquí no fue sino venir a anunciarme el día de mi partida. Los chismes continuaron por el resto del día, el tópico de si yo era un abusador o un pervertido, quedó en el pasado. Fue así como pude relajarme sin ser molestada por nadie el resto del día.
A la hora de la comida, fue la misma Mai quien me jaló para acompañarla a comer con el resto de la pandilla, bajo la amenaza de que no me volvería a invitar a sus guisos si no acudía regularmente a las tertulias. De mala gana accedí, así que en cuanto llegué al lugar de costumbre no me sorprendió encontrar a todas esperándome, incluyendo a Nao-kun. De nueva cuenta, el tema de discusión fue Saeko y mientras hablaban de ella, pude sentir como la sangre me hervía por todo el cuerpo, así que traté de disimular mi malestar de la mejor manera posible para ya no meterme en más problemas.
- "Saeko-san aquí en Garderobe parece de novela" - Comenzó Mai con el tema de Saeko, de nuevo.
- "¿Es verdad?" - Preguntó Aoi.
- "Sí, Hanayama-san la vio esta mañana, le ha tomado una foto para confirmar su versión" - Respondió con orgullo Chie de que su pequeña pupila fotógrafa, haya realizado bien su trabajo.
- "¿Tienes la foto aquí?" - Preguntó una extasiada Mai.
- "Claro, mira" - Las muy idiotas exclamaron todas al unísono, todas excepto Nao y yo.
- "¿No es hermosa Natsuki?" - Trató inútilmente Mai de meterme en esta conversación.
- "Es una mujer mayor" - Dije sin el menor interés.
- "Dicen que tiene como treinta años, se ve bien, ¿no lo crees?" - En realidad va a cumplir treinta y cuatro.
- "Botox" - Respondí secamente.
- "¿Treinta?" - Preguntó de la nada Nao, ya sabía yo para donde iba.
- "¿No es increíble? Su debut fue muy joven..." - Comenzó a explicar Aoi, aunque la inútil de Nao no hizo mucho caso, de reojo pude ver que miraba sus dedos sacando cuentas.
- "¿Nunca se casó?" - Preguntó Mai, mientras Nao ahora me miraba confundida.
- "Dicen que se le ha vinculado con muchos hombres pero ninguno en concreto" - Mamá odia a todos los hombres, no lo dudo.
- "Es una pena, sus hijos hubiesen salido tan lindos" - Comentó Mai, pero no era ella quien me preocupaba ahora.
- "Apuesto a que serían igualitos a ella" - Argumentó con cizaña la muy idiota de Nao.
- "¡Seguro!" - Juntó sus manos Mai mientras miraba quien sabe a donde.
- "A Kuga no parece gustarle mucho Saeko-san" - Continuó jorobándome la desgraciada, pero me las pagará más tarde.
- "Es que sólo tiene ojos para Ahn Lu-oneesama" - Respondió Chie entre risas.
- "¡A callar! Ese nombre no se debe pronunciar en mi presencia" - El sólo oírlo me altera los nervios, mucho más que la misma Saeko.
- "Claro, te quitó a tu hermosa Shizuru y por eso estás que nadie te aguanta" - Sigue y te voy a partir la boca como a Tomoe, estúpida araña.
A pesar de que sus palabras estaban formuladas especialmente para hacerme estallar y ellas reírse de mí, no dije nada. Simplemente terminé mi comida, me levanté y me alejé en silencio del grupo. Lo más seguro es que ellas hayan creído que mi irritación fue el motivo de mi separación, pero se equivocan. La sóla mención del nombre de Shizuru me hizo recordar lo que ocurrió anoche, sobre la declaración de salvación de la segunda oneesama más admirada de Garderobe.
Anoche ella me cogió de la mano y me llevó lejos del campo húmedo donde yo me encontraba, fuimos a los vestidores y ahí comenzó a secarme con una toalla el cabello. Estaba tan confundida que ni siquiera tuve fuerzas para argumentar por su conducta, simplemente no tenía cabeza para otra cosa que no fuera Saeko. De la nada, Fujino comenzó a decir una serie de disparates que no tenían ningún sentido, al menos no para mí.
- "El tono del cabello de Natsuki es único, jamás había visto un color así" - Me está llamando por mi nombre, aún así no tuve ganas de bromear por ello.
- "Tus ojos son de un color que asemeja a un vino tinto o quizás a la sangre"
- "Natsuki es poco romántico" - ¿En serio? - "Pero en mi caso, toda mi familia tiene los ojos de este tono"
- "Tétrico, ¿son vampiros?"
- "¿Acaso Natsuki quiere que pruebe de su sangre?"
- "Olvídalo Fujino, no estoy de humor para tus juegos"
- "Me preguntaba si la madre de Natsuki posee un cabello de esta tonalidad" - La palabra madre hizo que me estremeciera de momento.
- "¿A qué vino eso?" - Pregunté con brusquedad.
- "Las chicas dicen que la mamá de Natsuki es una gaijin..." - ¿Saeko una gaijin? - "Se rumora que el papá de Natsuki se hizo cargo de su hijo cuando fue abandonado a las puertas de su hogar" - En este punto me eché a reír.
- "¿Quién dijo eso?"
- "Los ojos verdes de Natsuki, no son comunes"
- "Como en tu familia, los míos son también un carácter genético"
- "Pero Harumaru-han tiene los ojos cafés"
- "Mi madre tiene los ojos verdes, mi abuela igual los tenía" - Al parecer la bisabuela no era japonesa, pero con Saeko nada es seguro.
- "La mamá de Natsuki..." - Ya veo para dónde va esto, está averiguando mi ascendencia genética.
- "No quiero hablar de ella"
- "Perdón, no fue mi intención incomodarte"
Shizuru continuó con su labor de secarme el cabello, mientras que me preguntaba si no era mejor que me cambiara las ropas que se encontraban húmedas por unas más secas. Le dije que a menos que quisiera verme desnudo tendría que permanecer con la misma ropa. Shizuru se sonrojó pero no dijo nada, por un momento aprecié su silencio para finalmente darme cuenta de que sólo estaba perdiendo el tiempo.
- "Nunca me dijiste si te gustó o no el beso" - Se me ocurrió comentar, su expresión valió la pena.
- "Creí que Kuga-han estaba muy seguro de sí" - Contestó irritada, su tono cambió enseguida.
- "Si no hubiese sido por tu odiosa oneesama hubiese tenido tiempo de sobra de hasta repetirlo" - Me eché a reír cínicamente, lo malo fue que a Shizuru no le pareció gracioso mi comentario.
- "¡No sé qué me enoja más, que insultes a mi oneesama o a mí!"
- "La lógica indica que a ti, ¿por qué demonios habría de interesarte una mujer tan odiosa como esa?" - Shizuru no respondió, aventó la toalla tan fuerte que me hizo pegar un ligero brinco de mi lugar.
- "La culpa sin duda es mía, por no aprender que un delincuente como tú no merece nada"
Fujino estaba que ardía, irónicamente cuando se enojaba se veía todavía más hermosa de lo que ya era. Los colores se le subían a su pálido rostro y el rojo de sus ojos se acentuaba todavía más, en otras palabras, era peligrosamente guapa, una tentación prohibida. En cuanto se dio la media vuelta las palabras de Chie comenzaron a repicar en mis oídos, aquello sobre lo de ser infantil y todo eso. Lo pensé mejor y decidí que no podía arruinar tan tontamente mi oportunidad de estar a solas con Shizuru por una niñería como ésta.
Como pude, le cogí la mano y le pedí una disculpa, Shizuru se paró en seco y me dirigió una amenazante mirada, una de esas que ya había comenzado a amar. Pero lo que sin duda acaparó su atención y contuvo su lengua de cualesquier improperio que la bella señorita Fujino pudiese pronunciar, fue mi atrevida acción. Me he llevado a los labios la mano que se encontraba entre las mías, la dulce y blanca mano de Shizuru. La lógica indicaba que debía haberle besado el dorso, como un caballero debía hacer, sin embargo yo no lo era. Sin pensarlo, besé fuertemente la palma de la mano de Shizuru, succionando la suave carne que mis labios encontraron en ese sitio.
Después de esta osada acción, estaba segura de que Shizuru comenzaría a despotricar sobre mi vandálica conducta, me recordaría que no era un caballero y que carecía de educación. Nada más que la verdad, yo no era un caballero aunque tampoco una dama y el asunto de la educación pues, ya sabrán. Con temor, levanté la vista esperando una bofetada por parte de la dueña de tan delicada extremidad pero ésta, se encontraba estática. Esperé dos segundos la reacción colérica de la señorita pero no hubo ninguna, es más, su rostro se veía indescifrable. Me miraba con sorpresa, pero no con indignación o al menos eso creo.
- "¿Shizuru?" - Llamé, no muy segura de si me estaba escuchando.
- "Eso fue..." - Reaccionando, Shizuru apartó su mano de las mías.
- "Apuesto a que tu novio nunca te ha besado así" - ¡Oh sí! Mi arrogancia salió a flote en el peor momento.
- "¡Natsuki idiota!" - Aunque me reí por su tan esperada reacción, no tardé mucho en ponerme seria.
- "Lo sería si no lo hubiese hecho"
- "¡Reito-kun es un caballero!"
- "Pues yo no" - Shizuru dio un paso atrás, probablemente se asustó al ver en mis ojos, algún brillo siniestro que seguro no conocía.
- "¡Él nunca me besaría así!"
- "No tiene por qué, eres suya" - Dije mientras me acercaba con la misma mirada de antes, Shizuru retrocedió pero chocó con un casillero - "En cambio para mí, tú estás prohibida"
Traté de que no sonara dramático, pero mi voz ronca no ayudó y Shizuru lo tomó como un acoso, puesto que se llevó los brazos hacia el pecho y cerró sus ojos. No pasó desadvertido el hecho de que su rostro se encontraba en dirección al mío, quizás esperaba que le robara un beso, aunque lo lógico sería que hubiese tirado la cara para un lado y no al frente. ¿Esperaría precisamente eso o era mi idea? Aún así, el verle temblar no alimentó mucho mi ego sino todo lo contrario, me sentí como un violador y no quería que Shizuru guardara tan malos recuerdos de este día.
Aproximé mis labios y deposíté un beso sobre sus cabellos, no sin antes haberme llevado su olor en mi memoria. Fue un beso como de hermanos o quizás más fraternal que eso, aún así preferí no seguir molestándola más. Le di las buenas noches y me retiré satisfecha por no haber terminado en pleito ese día.
- "Sonríes, ¿ocurrió algo que debería saber?"
- "¿Deberías saber? Eres la oneesama de esas tontas, no mía"
- "¿Acaso Kuga-san no me considera su oneesama? Me siento triste"
- "Para el teatro para tus pupilas Ahn Lu, yo no me eduqué en el sistema sour para nada"
- "Supongo entonces que para ti soy tu senpai"
- "Tampoco esperes el título de mis labios, para mí eres una molestia"
- "¿Una molestia? ¡Pensar que yo me esmero para convertirte en un caballero!"
- "¿Y yo estoy pintado?" - Ahn Lu tomó la decisión de educarnos a ambas al mismo tiempo.
- "Nao-kun, es de mal gusto entrometerse en una conversación ajena" - Cortó el argumento de Nao, la oneesama de Garderobe.
- "De peor gusto es que no te inviten a participar en ella"
- "Cierra la boca Nao" - Refunfuñé.
- "Alguien está de mal humor, me pregunto por qué será" - Comentó con sarcasmo la muy idiota.
- "Nao"
- "Será porque..." - Araña - "¿Mamita está aquí?"
- "¡Eres...!"
Juro por Dios que si no nos hubieran interrumpido por Sugiura-sensei, le hubiese gritado ahí frente a Ahn Lu a Nao, que era una zorra entrometida. Una suripanta callejera buena para nada que sólo existe para molestar a los demás cual sanguijuela. Pero como si los dioses hubiesen escuchado mis plegarias, Nao fue llevada a la dirección dejándonos a Ahn Lu y a mí completamente solas.
- "Tengo entendido que ustedes dos se conocen desde la niñez" - Comenzó a cuestionar Ahn Lu.
- "Algo por el estilo"
- "Nao-kun dice ser el heredero de la dinastía Zhang de China"
- "Eso dice" - Respondí lacónica.
- "¿Saben sus papás que está en Garderobe?" - En esta pregunta, me lanzó una mirada medio rara.
- "¡Qué sé yo!" - Respondí con honestidad, qué demonios iba a saber sobre los asuntos de Nao.
- "Esta mañana se apareció una personalidad muy importante en Garderobe" - Continuó con la mirada, fingí demencia ante sus intrigas - "Dijo venir a visitar a Maria-sama"
- "¡Qué más me da!" - Contesté irritada, el sólo pensar en Saeko me daba dolor de estómago.
- "Luego, llegó otra mujer" - ¿Y? - "Era una mujer muy bella, de cabello corto y de un tono muy similar al de Nao-kun" - ¡Imposible!
- "¿Ah sí?" - Respondí nerviosamente - "El tinte de Nao es muy popular, no veo por qué tanto alboroto" - Traté de negar lo obvio.
- "La dama dijo ser la actual heredera de una poderosa dinastía China" - Tan bocona como la hija - "Zhang Juliet" - Gulp - " Quien vino a recoger a su hija"/