La Gran Batalla de Fuuka - Capítulo 15

Autora: Lobanako

CAPITULO 15

Fumi tenia prisionero a Takeda con su guadaña apoyada en su cuello con fuerza, un fino hilo de sangre caía por la hoja del arma, Nao estaba aterrada y al borde de un ataque de nervios.

-¡Espera!, ¿Por que haces esto? el no tiene culpa de lo que te pasó.

-Todos tenéis la culpa, Mashiro-sama, lo dio todo por vosotras, por vuestra felicidad, por vuestra victoria, sin embargo vosotras ya la habéis olvidado-unas lágrimas corrían por su rostro y entonces las miró fijamente con unos ojos cargados de odio que se volvían poco a poco amarillos-es por eso...que os matare a todas, para recuperar a Mashiro-sama.

Alzó su guadaña y la clavó en el suelo abriendo una gran abertura por la que salieron dos manos esqueléticas que agarraron a Takeda y a Yuuichi.

-Así evitaremos que escapen, aun me pueden ser  útiles

-No dejaremos que les hagas daño-Dijo una Mai muy enfadada-

-.No me subestimes Mai-san, mi intención nunca fue enfrentarme a todas vosotras a la vez-volvió a clavar su guadaña en el suelo y una enorme brecha se abrió separando a  Mai, Nao y Natsuki de las demás Hime, cuando unas enormes llamas emergieron de las profundidades del agujero haciendo imposible retroceder.

Natsuki ya estaba preparada para el ataque y Dhuran se lanzó contra Fumi, la cual saltó hacia un lado y esquivó el ataque.

-Ríndete Fumi-san, tu sola no podrás derrotarnos a las tres y a nuestros Hijos.

-Una vez mas me subestimas Natsuki-san, lord Kokuyou ha roto las barreras de mi limite de poder como Hime y ahora soy capaz de cualquier cosa.

Fumi alzó sus manos al cielo y su guadaña se materializó encima de su cabeza, todo empezó a temblar y ante los ojos atónitos de las Hime, el arma empezó a crecer, tenia un tamaño aterrador pero la directora la empuñaba como si no pesara nada, la hoja de la guadaña media lo mismo que la propia directora.

-¡No seré derrotada!, ¡Seré la vencedora! ¡Por Mashiro-sama!.

Fumi se lanzó contra las Hime las cuales al no esperarse su ataque casi son arrolladas por la terrible fuerza de la guadaña, la cual al no acertarle a nadie cortó el aire con un silbido inmenso.

-Mai creo que tenemos un problema-dijo Natsuki-.

-¿Alguna idea?

-Creo que si...¡Nao! ¡cubre todo con tus telarañas!

-¿QUE?, eso solo nos va a hacer mas difícil esquivarla.

-Confía en mi.

Nao se encogió de hombros y ordeno a Julia hacer lo que le pedían, cuando casi todo estaba cubierto por telarañas Natsuki rió satisfecha.

-Veamos que es mas resistente.

Fumi volvió a lanzarse contra ellas y los primeros hilos cedieron fácilmente bajo la hoja de su temible guadaña, pero cuando estaba a escasos metros de las otras chicas su hoja se fragmentó en cientos de diminutos trozos.

-¡¿QUE DEM...?!-No pudo terminar la frase porque un violento Dhuran se lanzó contra ella tirándola al suelo e inmovilizándola, entonces empezó a reír.

-Realmente sois tan ingenuas, reís satisfechas pensando que me habéis derrotado con facilidad cuando esto no era un combate real, durante todo este tiempo lord Kokuyou nos ha estado observando, viendo vuestras debilidades y vuestros puntos débiles, la verdadera batalla esta aun por empezar. Por cierto, ¿no sentís como si os hubieseis olvidado de algo?.

El enorme pulpo se lanzó contra Dhuran dejando a Fumi libre, esta mientras corría cogió uno de los fragmentos de la hoja de su arma y lo lanzó con gran habilidad. Mai y Natsuki trataron de evitar que escapara pero el Huérfano huyó con ella dejándolas solas, las grandes llamas que tenían detrás desaparecieron y pudieron ver a sus compañeras las cuales miraban atónitas la escena que se les había descubierto.

-Ha huido-explicó Natsuki algo enfadada-.

-Nao-chan...-Susurro Midori-.

Natsuki se giró temiendo lo peor, Nao estaba tirada en el suelo llorando, con un Takeda moribundo en sus brazos el cual se desvanecía poco a poco, un fragmento de la guadaña de Fumi estaba incrustado en su pecho.

-Ta...Takeda...No lo agas...No me dejes sola.-Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas.

-Nao...yo.. te amo...realmente tienes un hermoso corazón...ojala...-No pudo continuar hablando, porque el suyo había dejado de latir y la vida en él se había extinguido, Julia que estaba junto a estos empezó a desaparecer junto con Takeda mientras un fulgor verde los envolvía a ambos. Nao se llevó las manos a la cabeza y empezó a gritar.

-¡¡NOOOOO!!

Ninguna sabia bien que decir, todas habían sufrido la perdida de un ser querido durante el anterior carnaval, pero nunca era suficiente, unas palabras no calmarian la tempestad que se habia formado en el corazón de Nao, Mai también empezó a gritar cuando se acercó al lugar donde había estado Yuuichi, ahora no quedaba nada, un simple zapato era la única prueba de que el chico hubiese estado allí, se lo habían llevado, nadie se dio cuenta entonces pero Mai hizo una promesa en ese mismo momento, juró que encontraría a Yuuichi y a lord Kokuyou y le arrancaría el corazón con sus propias manos para asegurarse de que nunca volvería, después de eso se dejo caer al suelo y se llevó las manos a la cara para empezar a llorar.