Cap 1. Dirás por Lagar

I

Ya sabía que debía haberme quedado, refundida en mi departamento, estudiando; maldita sea, estoy a punto de repetir año, y si llego a pasar, aún así tendré que quedarme a las estúpidas clases de verano.

Para acabarla, Mai nos pidió a todos reunirnos en un bar, para celebrar el fin de ciclo escolar y bueno, que todo aquello acabó, que estamos vivas. Y ahí estaba camino a la ridícula reunión, 3 horas tarde, y todavía con montones de tarea. El idiota de Takeda estaba en la entrada con su estúpida cara roja y un ramo de flores, maldita sea, ¿por qué a mí?, que no entiende….

“Kuga, llegas tarde ya no hay nadie”

“Quién demonios te crees para decirme que llegué tarde, muévete” -Intenté pasar-

“E-espera, ya no hay nadie” –mentira, el salón reservado aún debería tener a alguien, llegué tarde pero aún es temprano, ahí debe haber alguien estoy segura, ebrios o no ahí voy-

“Estoy segura que todavía debe haber alguien” - lo aparté de mi camino, además, qué le tengo que dar explicaciones a éste-.

“En verdad, no hay nadie”  - me detuve y trate de hablar- “Mira Takeda….” – el imbécil ni siquiera dejo que terminara de hablar y se atrevió a interrumpirme y dijo -“Bueno, sí hay alguien pero creo que es mejor si nadie entra”

“¿De qué hablas?” – dije, ¿qué no sabe este imbécil que hay comida y alcohol ahí adentro?, que no será gratis pero bueno -

“Es Fujino y Yuuki, sólo ellas”  - ¿y?

“Pues ya qué, pudo ser peor” - dije con toda la alegría que me cargaba al estar hablando con él -

“No entiendes, sólo ellas, ju-juntas” -su cara estaba más ruborizada y el tartamudeo (más de lo común)

era inquietante - “Ellas, bueno, ellas uh, esas cosas son sólo de dos, mejor vámonos”

“A un lado y cállate” - me acerqué sin hacer ruido, este imbécil tiene que estar mintiendo, esos ruidos no pueden ser verdaderos, esas voces no son de ellas, esos cuerpos así… no pueden ser ellas. Pero sí lo son. -

“Takeda, no deberíamos estar aquí, lárgate también” -lo empujé y me fui lo más rápido que pude- .

“Kuga, Kuga”-pronunció mi nombre, jamás me detendré-.

Camino de vuelta, por estas calles sucias, el contraste de la fresca briza acaricia mi cara, polvo y aire entran en mis ojos, y si no fuera por estas lágrimas….; suspiro y miro al cielo.

“Otra vez ella, otra vez la luna y yo”.

N/A: Les presento mi primer fic. por esta página. Saludos y acepto cualquier comentario.