NUNCA DIGAS
ADIOS
Capítulo 15
Al Gato y Al
Ratón
Un día perfecto ¿Qué es eso para mí? Los días son alegres
cuando hago que Fujino se ponga verde de los celos sin morir en el intento, un
día donde el sol tenue brilla a pesar del frío de los mil demonios que nos
augura el próximo invierno, esos rayitos lánguidos se asoman para contemplar mi
cara de total satisfacción. También llueve, pero es una lluvia de hojas de
cerezo. ¿Puede haber algo mejor? O Sí, cuando te despiertas en los brazos de
una chica que además de muy sexy, es salvaje en la cama, pero tierna en las
mañanas... vamos que Fujino no sabe lo que se pierde. No... no tengo nada
contra la lluvia, aunque recuerdo un día de lluvia excelente hace dos días,
quien me iba a decir que Kuga aparte de tener ese cuerpazo que ni te fijes, era
tan apasionada, tenía tan buenas manitas y además me iba a cumplir en
rendimiento. ¿Quién iba a decirme a mí que las locuras de Fujino cumplirían esa
secreta fantasía? Si, para los que no lo sepan yo Nao Yuuki me había imaginado
haciéndole esto y aquello a Kuga, pero vamos. De la fantasía al hecho hay mucho
trecho y San Antonio de cabeza me hizo el milagrito. Vale ni soy cristiana, ni
hice eso... pero es como si lo hubiera hecho. Jajaja.
-Nao.... Nao ¡Nao!-
-¿Qué te pasa descerebrada? Casi me rompes un tímpano- Bueno
hay cosas que nunca cambian y un idilio de cama no va hacer que Kuga y yo nos
tratemos diferente algún día.
-Te estaba hablando pero tú estabas en las nubes...- Levantó
una ceja mirándome con extrañeza, hasta enojosa se le ve tan sexy. Hay como le
va doler a mi cuerpito abandonar estas mieles cuando los celos con Fuji
funcionen.
-Y tú idiota, me bajaste a golpes de ellas...- Le grité, no
es novedad. Pero mi pose dramática si, acabo de ver algo interesante por ahí.
-... vaya, que poco considerada eres después de lo que hicimos anoche en tu
cuarto... si eres insaciable y yo que tan humilde me he prestado a tus
jueguesillos pervertidos- Bueno, supongo que era normal terminar con sus manos
sellándome la boca. Lo sé, ha sido indiscreto de mi parte decirlo en medio de
un pasillo atiborrado de gente y que además todos nos estén mirando con caras
muy diversas. Pero eso le pasa a Kuga por no ser amable con mua.
-Pre... preferiría que eso se quedara solo entre tú y yo- Musitó
nerviosa la cachorra. -¡No toda la Universidad!-
-Ara, así que un secreto entre ustedes dos- Un aura asesina
se desplegó a nuestro alrededor y en cuanto ambas miramos a un lado, ahí estaba
la indiscutible mujer de endemoniados ojos de fuego o sangre. Para el caso es
lo mismo, ¡Nos va a matar! Tuve una vida libertina, buen sexo los últimos días,
creo que voy a morir ¿Feliz?
-Fujino Kaichou... que grata sorpresa- Hablé en cuanto pude
quitarme de encima las manos de Natsuki. -Íbamos a la dirección a reclamar una
información importante para mi Natsuki- ¿Alguien notó que dije
ese 'mi' intencionalmente? El que lo haya notado sabe que cierta castaña esta
preparándose para materializar su Naginata ¡¿Demonios Nina en que mal momento
se te ocurrió darle semejante cosa a esta psicópata?!
Cuando creí que iba a morir como una mártir, Natsuki me
salvó el pellejo. -¿Có...cómo van los arreglos de su boda Fujino-san?- Entonces
noté que ya no había ni un alma en el pasillo, la tensión destrozaría a
cualquiera, no es apto para cardíacos. ¡Rayos! La posible escena perfecta de un
crimen.
-Perfectamente Kuga-san- Volvió a la normalidad
superficialmente, todavía me estaba fulminando a mí con la mirada. -He de decir
que sus invitaciones han debido llegar ya hace... 4 días- Esa mujer fatal le
dedicó una de esas sonrisas destructoras a Kuga, no en mi territorio Fuji.
Deslicé mi mano hasta la de mi amiga y se la estreché para que supiera que no
estaba sola.
-No me digas que era esa cutre tarjeta verde, con letras
moradas- Si me estoy arriesgando a morir, por eso tengo a mi escudo Natsuki
entre ella y yo.
-Ara, parece que a Yuuki-san le ha disgustado mucho el
motivo- Y a todo el que viera esas horrendas tarjetas... Sus ojos pasaron de
nuestras manos a mí, me temblaron hasta las... si esas.
Pero me mantuve firme solo por el ser humano en llamas y
agonía que estaba a mi lado. -Los colores chillan, me temo... en el caso,
Fujino hubiera elegido violeta y letras vino tinto, con cintas plateadas-
-No esperaba que Yuuki-san conociese mis colores favoritos-
Por un instante se sorprendió, pero pronto recuperó su pose segura de siempre y
de odio asesino hacia mí.
Negué con la cabeza. -... te equivocas... esas fueron las
palabras de Natsuki en cuanto vio la tarjeta- La mirada de Shizuru se
enterneció un momento al mirar a cierta 'princesa de hielo', que más parecía un
cubito de hielo en shock.
-Ese es un bello detalle de Na... Kuga-san- Ohhhh... te
estas derritiendo mujer demonio.
-Si te contara Fuji... en la habitación de Kuga hay, una
especie de raro altar en honor a ti- Si fue perturbador cuando nos pusimos
'cariñosas', aunque bueno ella volteó la foto.
-No... no es cierto. Es... solo un retrato. Una fotografía
en la que estamos juntas... nada más- Empezó a sudar la pobre de Natsuki, pero
veamos si el sacrificio merece la pena.
-y la flor que pones ahí cada...- Intenté hacer memoria.
-Tres días... ¿Te suena a algo normal?- Que don de gente el mío, ahora Kuga me
quiere matar.
-Francamente no entiendo a tan singular par...- La seriedad
de esos ojos rubí, dejaron en el tintero la conversación. -Llevaba 10 minutos
observándolas frente a la puerta de la dirección, yo misma debo ver al
Gakuencho...- Se justifico rauda para no parecer alguna clase de espía. Fujino
inteligente, no se lo niego. -... primero Yuuki-san admite sus confidencias
intimas, que ahora mismo seguramente están siendo publicadas en el Kiray News
después de tanto alboroto- La cara de pánico de Natsuki fue evidente, pero yo
sé que las publicaciones pasan por un riguroso sistema de aprobación, eso no va
a llegar a la luz pública si es que dice la verdad, de eso me encargo yo.
-Momentos después hablamos de mi Boda y... ¿Yuuki-san me publicita a su pareja?
No sé si a alguna de las dos esta situación le parece... mmm... peculiar-
-Me parece a mí que por primera vez... la dignísima Kaichou
ha perdido la serenidad- Apunté yo mientras Natsuki no sabía en que hueco
meterse. -Cabe aclarar... que ella no es de mi propiedad y puede estar con
quien se le antoje. Somos... como decirlo con ¿Recato?- Si use esas palabras
taaan Shizuru, solo para incordiar más. -... a sí, amigas con derechos, yo
pruebo ese cuerpazo que la Kaichou se ha negado por propia voluntad y todos
contentos- Aguijoneé logrando golpear en el ego o puede que más profundo a
Fujino.
-¿Eso es verdad Natsuki?- Cuestionó, buscando poner entre la
espada y la pared a la cachorra.
-¿Saben qué?- La voz de Natsuki se hizo muy grave. Entonces
me dí cuenta que estaba enfadada a más no poder. -¡A la mierda ustedes dos y
todas las mujeres del mundo!- Soltó airada mi mano y caminó por el pasillo,
olvidándose de la diligencia con el director.
Shizuru se miró preocupada al verla marcharse así, yo
bueno... ya se le pasará el berrinche a Kuga. Pero ¡Me ha dejado sola con la
asesina! Si, ella volteó a descargar todo su enojo sobre mí. -¿Ves lo que
logras Yuuki?- Creí que iba a golpearme, pero se contuvo.
-¿Yo?- Estoy aterrada ante esos ojos de serpiente, pero esto
es lo que estaba buscando. -Así como tú has dado tu versión de los hechos,
tendrás que escuchar la mía- Saqué valor de donde no lo tengo y sujete por la
camisa a Shizuru, empujándola contra una pared. Ella me miró estupefacta. -Yo
no sé lo que es el amor Fujino, no todavía... solo pienso en las bonitas
piernas, una atractiva retaguardia y en un buen par de... si esas. Cuando una
mujer pasa frente a mí, sus bellos rostros lo son todo para mí. Lo más cercano
al amor que conozco es el de mis amigas y el de mi madre, no tomes el ejemplo
de Nat porque salgo perdiendo, así que piensa en Mai y Mikoto- Fui aflojando
las manos, hasta solo tenerlas apoyadas sobre ella. -Se preocupan por mí, me
cubren la espalda cuando corro peligros y sé que me rescatarían si tengo algún
problema... estamos juntas porque nos entendemos a nuestra manera y de eso ya
mucho tiempo... tanto que me resulta difícil pensar en como era antes de
conocerlas y tratarlas- Me separé de ella solo para mirarla a los ojos.
-Te temo por lo que me hiciste en el carnaval y aunque ya te
perdoné, ese miedo esta ahí... no se lo digas a nadie pero así es. Y estoy aquí
enfrentándote por una simple razón. Vinimos hasta aquí y arriesgamos el pellejo
muchas veces por ti. Seguimos intentando que entres en razón porque a todas nos
importan tú y Natsuki- Lo sé, estoy poniéndome terriblemente cursi, pero no hay
de otra. -Yo he... he hecho por ti lo que ellas, Mai, Mikoto y Natsuki han echo
por mí... porque el día que hablamos en el bar no estaba mintiéndote, me caes
bien Fujino... no voy a repetirlo, necesitaría otras 3 botellas de Whisky- Me
adelanté al ver su cara de sorpresa un pequeño instante. -Pero estoy muy
enfadada contigo- Me crucé de brazos frente a ella.
-Ara, eso no le da derecho a Nao para acostarse con MI
Natsuki- No puedo creer que estemos teniendo esta conversación civilizadamente,
sin sangre de por medio.
-No me lo da... pero ten claro esto, yo no la seduje ni te
hice el chueco... ella vino a mí queriendo cobrarse el lindo video que nos
envió a casa tu 'queridísima' prometida- Desvié la mirada a un lado, aún así
noté una mueca de culpa en su cara. -Hubiera hecho lo mismo si me lo hubieran
pedido Mai o Mikoto... para mí estas cosas no son algo, como que me voy a casar
con Natsuki, no la amo de esa manera. Hemos separado las cosas claramente... yo
solo le permití ser el medio para calmar su ira “y en que forma”-
-Ara, con tan valerosos actos deberíamos canonizar a sor
Nao...- Dijo con toda ironía, sin quitar esas penetrantes gemas rojas de mí.
Suspiré pesadamente, intentando liberar tensión. -Seré
sincera contigo, Natsuki siempre me ha parecido una mujer muy “sexy y ahora
he descubierto que ardiente”... hermosa. No hay que tener dos dedos de
frente para verlo, tú la primera... todos lo ven, le llegan cartas de amor
todos los días y también tiene su club de fans... 'Lobos solitarios' o algo
así- Su rostro se contrajo de celos, quería estrangularme. -A lo que iba, podía
elegir a cualquiera de esa gran masa de chicas que anhelan una miradita de esos
ojos gélidos- Lo estoy empeorando. -Pero me escogió a mí porque confía en mí “y
sé que tengo lo mío”- Ahora si he muerto, esas manos van a matarme. -¡Tú
hiciste lo mismo Fujino! Cogiste lo primero que tenías a la mano o me vas a
decir que esa cosa de prometida que tienes... ¿No era lo más a la mano?- Sus
deseos asesinos se suavizaron, solo un poco. Lo suficiente para retroceder y
sacarla de mi espacio vital. -Solo lo tomaste cuando creíste que Kuga no sentía
lo mismo por ti-
-Podrías haberte negado- Levantó una ceja, hay esta ya le
esta copiando las mañas a Kuga.
-¿Tú lo hiciste? ¿Tú lo harías?-
-No- Dijo tajante. Sonreí ante su respuesta, esa me la
esperaba.
-Si no puedes tú, la diosa del autocontrol “en unos
sentidos, porque en otros...” ¿Por qué me pides milagros así a mí? Lesbiana
que se respete jamás le daría un no a Natsuki Kuga- Que puedo decir, Kuga se
pone mejor cada día y esa indumentaria que traía hoy, estaba como para
arrancársela en el primer servicio de damas que encontrara o donde las
circunstancias lo permitiesen.
-Ara, así que en el mundo Gay mi Natsuki es muy apetecida-
Shizuru suspiró resignada, es lógica gay... siempre funciona.
-Bueno, tú deberías saberlo, te enamoraste... decían que tal
cosa era imposible en ti y ahí te ves... loca por ella... “Literalmente”-
Sentí un tic en la ceja, que me suavice con las manos masajeando la zona hasta
que...
Sus ojos me atravesaron cual dagas. -Eso significa que
Yuuki-san esta enamorada de...-
No la deje terminar. -Noooo... ella es gruñona y todo, tiene
sus detalles tiernos... pero de amigas no más, ya te dije que aún no sé lo que
es el amor- Mi sonrisa se apagó y esta vez la encaré a pesar del sudor frío que
corría por mi frente. -Pero me haces pensar que estoy mejor así Shizuru-
-Ara, Nao debería explicarse mejor- Supongo que eso no se lo
esperaba, me miraba como a un bicho raro.
-Tus ojos están apagados- Suavicé el tono. -La amas pero te
vas a casar con esa pelos disparejos y nada de lo que diga cambiara eso. Ignoro
tus razones y no voy a preguntarlas- Tomé asiento en la silla de espera, estaba
agotada como pocas veces en mi vida y no es precisamente por el holgorio de
anoche. -He vivido las locuras de las que eres capaz por amor, tengo pesadillas
con eso... err... y de las que Natsuki es capaz “esas me han gustado más”...
si no eres correspondida vives el infierno, primero tú... ahora ella. A veces
creo que estas vengándote de su prolongado silencio a tus sentimientos. Por eso
yo... no me quiero enamorar de nadie- Me llevé las manos a la cabeza. -Es
terrible ver el sufrimiento de las personas que quieres sin poder hacer nada.
La veo destrozada a ella y a ti como un zombi... creí que esto de los celos
funcionaria, pero pareces una roca a la que nada la mueve. Ya he perdido la
esperanza-
-¿Eso crees, Nao?- Fue muy raro escucharla hablarme de tú,
sin más. Levanté la vista y vi el escozor en sus ojos carmín, sus labios
conteniendo un gemido, sus puños cerrados.
-No es importante lo que crea... es lo que veo Shizuru-
Aclaré.
-Mi matrimonio es todo menos voluntario...- ¿Quéee? Me
hablaba seriamente, sin mentiras, sin máscaras.
-¿Qué impedimento puede ser tan grande para que... ni
siquiera tu loco amor por la cachorra alcance?-
-Ella misma es ese obstáculo-
-No hablaras de las Nanomaquinas... ¡Ya casi develamos el
secreto!- Me puse de pie, exaltada.
Negó con la cabeza. -No es eso Nao, hay cosas mucho más
complejas que no puedo explicarte, no por ahora... pero si Natsuki me regala un
poco más de su paciencia, entonces podré...- Desvió la mirada a un lado,
dejando aquellas palabras en el aire. -Nos vemos después Nao, dile a Kuga-san
que su carta de dimisión de la Universidad fue aplazada para el año entrante y
por ende tendrá que acabar este semestre- Comenzó a alejarse de mí, no por ello
silenciosa. -y... si no eres capaz de negarte a Natsuki, procura ser más
discreta con tus aventuras o no seré tan piadosa- Se alejó por el pasillo en la
dirección opuesta a la de cierta pelinegra, esto es antinatural ¡Estoy viva!
-¡Dile lo mismo a esa mocosa! Otro video de esos y la mato-
Grité antes de perderla de vista. Entonces busqué mi comunicador entre mis
ropas. -¿Oíste todo cachorra?-
-Todo, que buena actriz me saliste... nunca me lo hubiera
imaginado- Sentí el tic avivarse en mi ceja.
Suspiré pesadamente. -¿Sabes de casualidad que estoy
estudiando yo en Kiray?...-
-Err no... ¿Y eso que tiene que ver?- Hay Kuga, si no fueras
tan buena en la cama te decapitaba, ¡Eres tarada de verdad!
-Actuación ¡Idiota!-
-Vale... vale... lo siento- Que mona se pone cuando esta
nerviosa.
-¿Que dijiste? No te oí- Un jueguesillo no molesta a nadie.
-No lo voy a repetir Nao...- ¡Que aguafiestas!
-Solo por esta vez te perdono... ahora volviendo a lo
importante- ¿Cómo le explico las cosas a mi cachorra descerebrada...?
No me dejó terminar. -... no puedo entender como es que yo
soy el maldito obstáculo del que habla-
-Yo tampoco, pero ella se va a casar en contra de su propia
voluntad y tú... deberías hacer algo más tangible para evitarlo. Es ahora o
nunca- Dije firmemente.
-Ya tengo algo en mente, por ahora... te espero en el
estacionamiento... tenemos que tomar un vuelo a Alemania... hay dos
laboratorios de Sears que nos esta esperando- Me pareció oír un tono divertido
en su voz... que interesante.
-¿Preparaste los explosivos en tu clase de Química?-
Cuestioné, comenzando a correr por los pasillos ante algunas miradas llenas de
reprobación.
-Claro, así que apurate-
Sonreí, si bien nuestro trabajo como escoltas ha terminado
hace ya casi dos meses. Los problemas no acaban, tras la visita de Airo
Nakamura todo cambió para nosotras. Estamos corriendo contra reloj, eliminando
a nuestros objetivos antes de que el momento de la verdad llegue. Se siente
bien si me lo preguntan, la nanomáquinas facilitándonos la vida mientras corren
por nuestras venas. Además tengo mi lindo pendiente y este anillo 'Las gemas de
la victoria'. No sé para que diablos sirven, pero cualquiera estaría ciego si
dijera que no lucen perfectas en mí. Siento el viento mover mis cabellos, es
una grata sensación mientras solo puedo pensar en las misiones que estamos
adelantando ahora mismo.
Arika Yumemiya, Irina Woods, Nina Blan, Erstin Ho... quien
nos iba a decir que esas mocosas se unirían a nosotras para conformar el
escuadrón Otome y que las últimas se van a casar. Que vueltas da la vida, esas
niñas de parvulario a punto de casarse y yo, toda una diva en cuestión de
mujeres, no veo tal posibilidad en mi futuro cercano. Bueno... tampoco me hace
falta.
-Ni con el suero en tus venas apuras el paso Nao- Dijo
Natsuki cruzada de brazos a un lado de su moto. Se acercó a mi con paso
decidido y el ceño fruncido. -Tú seras actriz, ¿Pero no te parece que te has
ido un poco de la lengua?-
-¿Con Shizuru dices?- Asintió desviando la cara azorada a un
lado. Me reí sin ningún reparo. -La verdad solo le estaba cobrando nuestra
cuota de enfado-
-¿Cuota... nuestra?- Me tendió el casco y lo tomé.
-La mía, la de Mai y la de Mikoto- Le planté un beso en los
labios y la estreché contra mí, apretándola desde la cintura con mi mano libre.
No dejé que las cosas fueran más lejos, es una pena que no tengamos tiempo.
Solté su boca sabor a frambuesa y deslicé los míos a su oído. -Nosotras hemos
tenido que soportar tu mal genio todos estos días... yo la más afectada-
-Lo... lo lamento- Tartamudeó sin apartarse de mí.
-No temas cachorra... solo estábamos preocupadas por ti y es
todo culpa de Fujino... por eso quería cobrarme un poco la ofensa- Finalicé la
platica, apartándome y posando sobre mi cabeza el casco. Comencé a caminar
sensualmente hacía la moto, quien me iba a decir que fuera tan placentero ver
la cara de idiota de Kuga, mirándome sin siquiera pestañear. Ahhh pequeños
placeres de la vida. Ya con el casco puesto. -Vamos, que tenemos un vuelo que
tomar y un laboratorio que destruir-
-Claro- Volvió a sonreír, subió a la moto. -Agárrate
fuerte... compensaremos ese tiempo en la carretera- Dicho y hecho, acelero el
motor y salimos prácticamente disparadas. Le tengo que admitir a Kuga que
maneja con tanta maestría, y aunque la primera vez que di una vuelta con ella
creí que iba a matarnos, ahora confió plenamente en ella en muchos sentidos.
Pero, esto será un secreto entre ustedes y yo ¿Ne? No podría decirlo en voz
alta.
-0-0-0-
Querida Alissa...
Cuando leas estas palabras seguramente yo este corriendo
peligro y no pueda llegar a tu encuentro. Mi sueño de volver a verte no se verá
cumplido por ahora, aún así estoy contento de saber que Miyu cuida de ti...
superando todo limite conocido por la robótica, en muchos sentidos ella es más
dulce y gentil, de lo que puedan serlo los humanos. Pero estoy seguro que eso
lo sabes. Lo que no sabes, es que yo diseñe su personalidad, ella siempre será
como una hermana mayor para ti y antepondrá tu vida ante cualquier cosa,
incluso los protocolos instalados por Sears en su sistema, que inhiben mi
diseño original. La palabra clave es Alissa Nakamura... y solo tu voz puede
activarla.
Mi nombre es Airo Nakamura, tengo 43 años y trabajaba
para la corporación Sears, de ello hace 15 años. Si deseas conocer tu historia,
escucha con atención.
La doctora Kuga, especialista en genética trabajaba
conmigo en el proyecto de la Hime artificial. Separando la proteína especifica
que ocasionaba la materialización de la energía en estado puro. En principio su
proyecto fue abrumador y nadie creía en sus postulados, incluso yo estaba
escéptico pero Aikido, dueño de la corporación Sears creyó en ello. La mayoría
ignorábamos de donde tomo las muestras de sangre de una Hime Natural, pero tras
numerosas investigaciones y la inclemente mirada que Aikido posó sobre
Kuga-san, nos dimos cuenta que era de su hija de quien provenía aquella
muestra. Desde entonces se obligó a la pequeña Natsuki Kuga a permanecer las 24
horas del día en las instalaciones, sometida a constantes estudios y pruebas de
todo tipo. Natsuki era una criatura tan dulce que todo el equipo le tenía
infinito aprecio, en nuestros horarios libres ya de por si escasos,
fabricábamos helado en el laboratorio para darle, o jugábamos con ella, algunas
veces pude llevarla de paseo en mi motocicleta, claro con la más estricta
vigilancia. Debo confesar que esa niña fue el comienzo de todo y me hizo añorar
como nunca ser padre.
Notamos con pesar que mi esposa Sakura era estéril,
incapaz de producir óvulos y mi sueño se vio truncado ante tal imposibilidad,
pero no cambiaría a mi amada esposa por nada del mundo. El tiempo transcurrió
irremediablemente rápido y la fundación, a nombre de una organización llamada
el primer distrito ofreció una suma cuantiosa de dinero por la propiedad de la
Hime Natural, llamada Natsuki. Esta claro que su madre se opuso en principio,
pero conocía los modos de la fundación y matarían a la pequeña antes de
permitir que su sangre cayera en manos desconocidas.
La doctora Kuga fingió aceptar tal propuesta a cambio de
seguir con el proyecto tal y como se venía haciendo. Para la fecha habíamos
reconstruido el ADN, pero el proceso de clonación resultaba laborioso y muy
lento. La mayoría de las criaturas no natas, morían en las incubadoras ante
nuestra impotencia. Aquello violaba todo entendimiento y ética posible, pero
todos teníamos que hacerlo una y otra vez a riesgo de nuestras vidas y la de
nuestros seres amados. Las muestras de sangre tomadas a la hija de Kuga se
incrementaban y la pequeña comenzaba a mostrarse muy pasiva para su
personalidad siempre vivaz, desarrolló anemia a pesar de la velocidad
sobrehumana de regeneración que poseía. Esta fue la gota que derramó el vaso
para su madre, más nunca entendí porque se involucró en todo esto en principio.
En el fondo sabía que algo terrible ocurriría y quería evitarlo. Ahora la entiendo
tan bien, como nos hubiera gustado que nuestras hijas no tuvieran el destino
escrito.
Yo conocía perfectamente los planes de huida de Saeko,
intente disuadirla pero fue en vano. Dejó a mi cuidado a Natsuki mientras
viajaba a ver al padre de la niña, me sorprendí al pensar que ese hombre era
capaz de no intervenir en lo que estaba sucediendo, yo haría cualquier cosa en
sus zapatos si Natsuki hubiera sido mi hija. Entendí tiempo después que
Suichiro Blan ignoraba los procedimientos de laboratorio a los que era sometida
su hija. Cuando Kuga volvió, todo estaba planeado. Me entregó personalmente
unas muestras que había diseñado en secreto, un ovulo vivo de su propio cuerpo,
con él gen instalado en él.
“Es mi mejor regalo para ti Airo... cuida de él con tu
vida y vete para ser feliz con tu esposa, será una bellísima niña” Esas
palabras son algo que nunca olvidaré, ella notaba con claridad que de todo el
equipo del proyecto yo era el más apegado a su hijita. Me dolió profundamente
despedirme de la pequeña Natsuki y de Saeko. Esa noche incendiamos el
laboratorio, combinamos dos compuestos 'accidentalmente' y en la humareda del
incendio cada quien tomó un rumbo desconocido. Yo escapé con Sakura y él regalo
de la doctora Kuga, el primer distrito fue tras Saeko, querían recuperar a toda
costa lo que les 'pertenecía'. Aquella fue una de las noches más angustiantes
de mi vida, a través del comunicador oí como las perseguían, las sirenas y el
accidente. Incluso el temor de la pequeña Kuga, sus gritos aun perviven en mis
pesadillas.
Sakura y yo fuimos a Estados Unidos, allí tenía un par de
amigos y conseguimos identidades falsas. Me empleé en una farmacéutica y en
horarios posteriores a mi trabajo, procedí con mucha delicadeza y la mayor
esperanza de todas... a fecundar con mis genes el óvulo que Saeko había dejado
en mis manos. Si bien Sakura no podía generar sus propios óvulos, su vientre
podía albergar vida en él. No puedo explicar la dicha que sentí, cuando el
procedimiento dio resultado y mi esposa se halló encinta. No había padre más
dichoso que yo, o madre más amorosa que ella, cantaba una nana tradicional de
Fukka para que la criaturita en su interior pudiera oírla, creía que tú podrías
escucharla y yo pasaba horas hablándote creyendo en la misma teoría. Fueron los
momentos más felices de mi vida, tu segunda madre y yo, ansiábamos tu llegada
como nada en el mundo.
Aun con todo yo no tenía paz ni un solo segundo, tenía
miedo de que la dicha me fuera arrebatada, que tú mi amada Alissa me fueras
arrebatada de las manos, sabía que Aikido no se quedaría tan tranquilo con mi
partida. Así que procedí a diseñar un ser que pudiera protegerte de toda
adversidad, un arma mortal pero también cálida, capaz de apaciguar tu llanto si
alguna vez fuera necesario. Me uní con Carlan Grey y Harry Landers, el mejor
ingeniero en robótica del país y un especialista en aleaciones, así como en
computación. Mientras tú te gestabas en el vientre de Sakura, el doctor Grey y
yo, avanzábamos a pasos agigantados la estructura fisica de Miyu, hecha de una
aleación única en el mundo e irrompible diseñada por Landers. Faltaba solo un
mes para tu nacimiento y el sistema eléctrico, así como el groso del sistema de
autoreparación de tu protectora estaban terminados. Yo mismo me ocupé entonces
de diseñar las redes sinápticas y la programación de ella, con la ayuda de
Harry. Había renunciado a mi empleo hacía meses solo para esta tarea, gané
mucho dinero en Sears y no me preocupaba eso. Carlan y yo mezclamos
perfectamente la genética humana con la robótica. Miyu no esta hecha solo de
cables y metal, tiene tejidos humanos con la misma capacidad de regeneración
que las Himes, por eso su piel es tan suave y sus ojos tan vividos, pero su
sistema jamás se contamina, de algún modo... ella es inmortal. Cuando la tocas
no sientes frío, incluso puedes escuchar sus latidos, deseaba que sus abrazos
te llenaran de contento, si tal vez yo no pudiera estar contigo. Teníamos que
activarla y probar que todo funcionara perfectamente, añadimos las armas e
introdujimos su cuerpo en un contenedor donde la energía cargaría su cuerpo
para al menos 5 vidas humanas, además ella es recargable.
Llegó el día de tu nacimiento y yo estaba nervioso en la
sala de espera, no me dejaron entrar porque estaba más asustado que tu madre y
solo la perturbaba con mi rostro de pánico. Fumé al menos una cajetilla de la
ansiedad y contento que sentía. No fumo habitualmente a decir verdad, pero la
ocasión lo ameritaba. Cuando el doctor arribó a la sala, me miró con una
expresión parca, temí lo peor. Me hizo tomar la decisión más difícil a la que
se pueda someter a un ser humano. Elegir entre tu vida y la de tu madre. Le
pregunté que había solicitado mi esposa, la respuesta fue clara, te elegía a ti
sobre todas las cosas. Entre a la sala y la noté tan pálida como una hoja de
papel. Me dedicó una de esas bellas sonrisas que siempre la caracterizaron y
que verás siempre, en Miyu. La decisión fue tomada, lloré de dicha y de
tristeza cuando tus ojitos azules me miraron por primera vez, cuando tus pulmones
respiraron el aire de este mundo y tu llanto llenó la estancia. Sakura pudo
verte y tenerte entre sus brazos un instante, te calmaste ante la tibieza que
ella manaba y la sonrisa amorosa que te dedicó. Ella se mantuvo viva para ello
contra todo pronostico medico, hasta que fuiste retirada de ella aun sabiendo
que sería la última vez que te mirara. Empezó a convulsionar en medio de un
paro cardíaco, se fue a un mundo mejor sabiendo que yo te cuidaría con mi vida
entera, se marchó con esa hermosa sonrisa y yo solo pude despedirme dándole un
beso a sus labios callados.
Me quedé contigo y tú hiciste que mi pena se apagara con
el paso de los días, los meses. Carlan y Harry se auto nombraron tus tíos...
los tres nos repartíamos las tareas de la casa, así como el cuidarte, pues eras
una criatura muy espabilada. Tan hermosa que no hay en el mundo quien no
pudiera envidiar mi suerte, cada que caminaba contigo en la carretilla por el
parque o te daba tu biberón.
Decidí terminar a Miyu, ella es el androide que siempre
te protegería y por ello yo le dí un aspecto que siempre te acompañaría, aun
cuando no lo supieras. Nunca olvidaras a la mujer que cantaba aquellas nanas
para ti, la que sería tu madre... porque Miyu, es el vivo retrato de Sakura e
incluso tiene su personalidad programada. Por esa razón ella puede sentirte,
siempre pensé que en su interior quedó guardado el amor y el alma de la mujer
que te trajo al mundo y que te quiso más que a la vida misma.
Te bautizamos como Alissa Nakamura, tuviste dos padrinos
en vez de solo uno y una fiesta (veras los documentos de tu partida de
nacimientos adjuntos a esta carta). Carlan y Harry no te dejaban sola ni un
instante, eran unos tipos también muy suertudos por tenerte. Montamos nuestro
propio taller y decidimos trabajar juntos diseñando prototipos de Autos para
grandes empresas de automotores. Esos son mis mejores recuerdos y te los
describo porque quiero que sepas, que viniste al mundo rodeada del afecto de
las personas que siempre te hemos amado. No eres un clon como te han hecho
pensar, no eres un experimento, o una herramienta que ellos puedan utilizar,
eres una hija amada, una sobrina adorada y la más bella criatura que haya
posado sus pies sobre esta tierra.
Volvíamos del taller, era tu hora del biberón y Carlan te
lo estaba dando. Estaba ansioso por verte para hacerte las caras que siempre te
hacían reír, tu risa siempre fue tan límpida y tus sonidos infantiles tan
bellos que se bien al día de hoy has de tener una voz muy hermosa, ojala
pudiera escucharte. Carlan llegó corriendo contigo en brazos y una mochila con
lo necesario para mantenerte limpia y bien alimentada. Atrás venían hombres
encapuchados y armados que evitaban disparar solo por ti y eso nos salvo la
vida de momento. Pasó lo que tanto temí, cuando solo tenías 6 meses de nacida y
comprendí mi más grave error. Debí comenzar a movilizarme para que Aikido Sears
no nos encontrara. Te tomé en mis brazos e imploré al cielo algo de
colaboración, Harry intento activar a Miyu, pero el procedimiento se antojaba demasiado
largo, y lo consiguió a costa de su vida, pues a él si le dispararon. Miyu
despertó solo para protegerte y logró su objetivo, erradicó con tanta facilidad
a nuestros atacantes que tuvimos oportunidad de escapar a toda velocidad en uno
de los prototipos que habíamos completado esa mañana.
Tu llorabas mientras Carlan conducía al mejor estilo de
un corredor de formula 1. Yo te cantaba la nana de tu madre para que pudieras
sentirte más tranquila, aun con el movimiento lograste quedarte dormida. Escapamos
o eso creí, cuando los helicópteros comenzaron a dispararle a Miyu, que corría
a la par de nuestro auto. Me dí cuenta que ya no les importaba tu vida, que
usarían tu sangre para clonar y todo empezaría de nuevo. Usamos desvíos,
descendimos en uno de ellos y corrimos por un laberinto de túneles bajo un
puente, acorde a nuestro plan de evacuación si es que llegáramos a necesitarlo.
Pero nosotros eramos demasiado lentos, así que con todo el dolor de mí alma
activé en código Sakura Nakamura en Miyu, te deposité en sus brazos con
lágrimas en los ojos, le dí un beso a tu pequeña frente y sujete tu pequeña
manita un momento. Carlan le entregó el bolso a Miyu y ella se marchó, después
nos encontraríamos en un punto programado, si no apareciéramos en un rango de
20 minutos, ella tenía programado un plan de acción. Se haría pasar por tu
madre en los años venideros. Tenía la documentación falsa consigo.
Esa fue la última vez que te vi, le hicimos frente al
grupo armado, que nos pisaban los talones y Carlan murió en el proceso, a mí me
hirieron una pierna, pero no quisieron matarme. Me trasladaron a unas
instalaciones en Sears, en Nueva York. Allí me torturaron para que rebelara tu
ubicación, pero no dije una sola palabra, tú sonrisa era mi fortaleza para
tolerar cada cosa, ya no tenía nada que perder, salvó mi vida para buscarte.
En mi boca había insertado una pieza dental con un
compuesto químico que simulaba la muerte, cuando usaron su método de tortura
más elevado. Rompí el diente y el líquido entro en mi garganta, caí muerto
temporalmente. Dispusieron mi cuerpo para la cremación, pero yo me las arreglé
para escapar, recordaba los procedimientos y los tiempos, la cantidad del
químico fue exactamente la adecuada. Tarde un par de meses en recuperarme, con
la ayuda de una joven doctora que se compadeció de mí al encontrarme en tan
lamentable estado en un callejón. Ella me dejó marchar, aunque su corazón en
aquellos meses hubiera despertado un nuevo sentimiento en mí, tú eras y eres lo
más importante para mí.
Fui al punto de encuentro, pero Miyu nunca llegó y yo
sentí morir de agonía al imaginar que te habían atrapado. Confirmé con terror
tal sospecha por labios de una antiguo compañero del proyecto de la Hime
artificial. Te tenían tan bien custodiada y casi sentí perder la esperanza
cuando, Alexei Invanosky me reportó que tu custodia era nada más y nada menos
que Miyu, a quien habían re-programado para eliminar a todo aquel que se
acercara a ti, sin la autorización de Aikido. Más me valía enfrentar a la
muerte que permitir que hicieran contigo lo que planeaban para la Hime
Artificial. Te seguí durante varios años, ideando uno tras otro tu secuestro.
Diseñe un sistema para neutralizar a Miyu, esa era toda mi esperanza y un grupo
de mercenarios que pagué, pero Aikido era inteligente y te movía de un centro
de Sears a otro en todos los puntos posibles en el mundo, sabía que no solo yo
estaría tras de ti. Finalmente te seguí a Fukka, tan solo para llegar tarde. El
carnaval de las Hime aconteció y todo aquello que quise evitar
irremediablemente pasó, te perdí y enloquecí de dolor en aquel lago, odie al
destino y al mundo de ser posible, por privarte de la vida. No le deseo ni a mi
peor enemigo ver fallecidos antes que él a sus hijos.
Falto de toda esperanza me infiltré en Sears, deseaba
vengarme de Aikido y eliminarlo con mis propias manos. Si ya no te tenía
entonces no me importaba morir en el intento, pero él no se quedaría tan
tranquilo después de haberte llevado consigo, de haberte usado y haber
ocasionado tu prematura muerte. Estructuré bombas en la sede principal y con la
llegada del ocaso, cuando él entrara en Sears y el sistema reportara su
ingreso. la Bomba explotaría con él y conmigo adentro.
La esperanza volvió a mí al revisar los archivos en la
antesala de mi despedida, tú mi pequeña Alissa estabas viva por el milagro de
alguna gracia divina o un misterio único de ese carnaval, lloré de dicha al
comprender también que el sistema codificado de Miyu aun permanecía, los
programadores cometieron un error al usar el mecanismo original. Tenías a tu
guardiana contigo y yo te encontraría nuevamente. Corrí contra reloj para
evitar morir con mi propio plan, me escurrí entre las balas y no me importaron
las heridas. Logré salir con vida de allí solo para entrar en otro largo proceso
de recuperación. Me desperté en un hospital de la caridad tras dos meses de
haber entrado en coma, tras la explosión. Aikido había muerto y el orden en
Sears tardaría en instaurarse, por otro lado solo él conocía mi identidad y ya
era un yerto cadáver. Volví a Fukka a buscarte, pero de nuevo te habías
marchado, esta vez por propia voluntad y con toda libertad. Logré averiguar que
estarías en Estados Unidos, donde nuestra vida empezó y quizás una parte de ti
añoraría volver.
Era el final de la pesadilla, solo tenía que encontrarte,
o eso pensé. Alexei volvió a comunicarse conmigo rebelándome un futuro aún más
negro, un nuevo proyecto denominado Slave, un arma para el control mundial.
Bestias monstruosas que pueden ser controladas a través de cristales oscuros,
míticos seres provenientes de una cultura antiquísima, las criaturas del valle
negro o algo similar. La corporación Sears ha logrado fabricarlos en masa y son
las más espeluznantes de las armas. No puedo pensar en un mundo tan lleno de
oscuridad para ti mi amada hija, por ello he vuelto a infiltrarme en Sears con
una identidad diferente. Muero de ansiedad por volver a verte pero sé que debo
ser paciente. Dejo anidar en mi pecho la esperanza de poderte tener entre mis
brazos una vez más.
Me atreví a escribirte, no por mi vida que poco valor
tiene en comparación con la tuya. Mis ojos han visto horrores que las palabras
no pueden describir y mi angustia me hará viejo más pronto, pero eso poco
importa cuando sé que tú estas a salvo. ¿Recuerdas a la pequeña Kuga? Entiendo
que ella también participo en el carnaval y es el vivo retrato de su madre
Saeko. Me he alegrado al saber que pervive y es importante... muy importante
para ti también mi querida Alissa. Si no has logrado deducirlo aún, esa joven
es genéticamente hablando tu hermana mayor, pues fuera el ovulo que te dio vida
un regalo de Saeko, su madre y por ende también la tuya. ¿Ves cuan afortunada
eres pequeña? Tienes a Miyu, a Natsuki, también a Nina... aunque no la conoces.
Tuviste dos madres y este que sigue siendo tu padre.
Ahora mismo Kuga Natsuki y grupo de alto nivel,
denominadas el escuadrón Otome, están aliadas conmigo para sabotear las sedes
de Sears, donde se producen todos los Slave, sobretodo aquí en japón. Si lees
los periódicos de Tokio, denominan a Natsuki -la sombra Azul- como él autor de
todos los incidentes. Yo le transfiero toda la información y ella acude a los
lugares a terminar el trabajo, en colaboración con su padre y Nina-san. Estamos
en guerra y el mundo va a resentirlo, por eso no permitas que Miyu se separé de
ti, ella es la única capaz de protegerte. La corporación hará un ataqué a
escala mundial, sin embargo aun ignoramos como planean hacerlo, tememos porque
hay suficientes Slave fabricados como para atacar y son mucho más poderosos que
los Orphan.
Me despido de ti con dolor mi amada Alissa, no sé si
pueda verte de nuevo y ver cuanto has crecido estos años, esa es la motivación
de cada uno de mis días mientras vivo encerrado en estos laboratorios. Tan solo
has caso de mis palabras y libera el código de Miyu. Entonces la conocerás en
todo su esplendor y ella cuidara de ti como lo hacen mamá Saeko y mamá Sakura
desde el cielo. Natsuki ya está al tanto
de ti, Nina aún no... ellas luchan y lucharan también para poder darte un buen
futuro, para algo son tus hermanas.
Airo Nakamura...
PD: Suichiro-san ha proporcionado el segundo mejor
escuadrón para tu cuidado, ellas seguramente te han remitido esta carta. Puedes
confiar enteramente en ellas, Miyu se encargara de eso.
PDD: Te amo, te amo muchísimo... mi querida hija.
La voz de Miyu se apagó con el final de la carta, todas las
allí reunidas escuchábamos atónitas, la historia de aquel esperanzado hombre.
En el tiempo que va de conocer a esa pequeña pero parca niña rubia, jamás vi
tales reacciones. Por primera vez la pequeña Alissa derramó su llanto como lo
hacen los infantes, como es justo y necesario al conocer su verdad. Su
protectora, tal y como Airo Nakamura la describía en sus letras, acunó en sus
brazos a Alissa, confortandola con su mera presencia tal como su creador había
predicho. Mis ojos también dejaban escapar las lágrimas, tenía un nudo en la
garganta tan grande que no sabía que sentir. Ahora entendía mucho mejor las
cosas, lo cierto es que sin el pasado no sabemos quienes somos en el presente.
Estaba lamentando haber cuestionado a Saeko por dejarme atrás, había sido
infinitamente más amable conmigo que con Natsuki.
Tomé asiento, pálida por las circunstancias. Entrecerré los
ojos y me estrujé los cabellos con las manos, quería correr al lado de aquella
pequeña niña rubia, pero no sentía tal derecho. Mis compañeras de escuadrón
estaban de pie, tratando de contenerse, pero sus gimoteos llegaban a mis oídos.
Después de un rato de llantos y silencios, una mano acarició mi mejilla, oculta
tras mi cabello, eran dedos pequeños.
-Tu eres Nina... ¿Verdad?- La suave voz de Alissa me obligó
a levantar la vista.
-Etto... si- Dije con miedo a su posible rechazo, esto de
tener hermanas de buenas a primeras debía ser algo difícil de afrontar.
-Entonces... ¿Tú eres una de mis hermanas?- Me miró con
curiosidad. No entiendo porque mis ojos desbordan tanto llanto, asentí incapaz de encontrar mi propia
voz. -¿Por qué lloras?-
-Porque... Alissa esta triste- Mis palabras detonaron el
llanto sonoro de mi escuadrón. Rayos que jodidamente sensibles somos todas.
-Entonces ya no tienes que llorar... yo estoy feliz de
conocerte-
Mis ojos se abrieron ampliamente. -¿Puedo abrazarte?- Su
respuesta no fue otra que levantar sus brazos para que pudiera sujetarla. La
sensación fue perfecta, tan especial que no hay forma en que pueda describirla.
Miyu simplemente sonreía apaciblemente mientras nos miraba.
-¿Algún día podemos ir al parque de diversiones?-
-Claro que si... pero antes- Miré seriamente a las demás,
tomaron una posición firme... limpiándose con pañuelos. -Arika... Erstin...
Irina... encuentren a Takumi Tokiha y a Akira Okuzaki... tenemos que tomar un
jet de vuelta a Kioto... eso claro si Alissa-chan y Miyu-chan están de acuerdo-
Miré con ternura a la niña sujeta a mi cuello y la hermosa androide que la
cuidaba.
-Yo haré lo que la señorita decida- Musito secamente la
mujer de cabellos plata.
-¿Quieres ver a Natsuki... querida Alissa?-
-Si... además. No podemos permitir que padre este en
riesgo... ¿Verdad Miyu?- Me pareció ver una mirada demasiado madura para su
edad, que fue borrada pronto por una sonrisa.
-Como diga la señorita Alissa- Afirmo Miyu.
-Ya las oyeron...- Miré imperativamente a mis compañeras,
cuya sonrisa apagó cualquier llanto en sus rostros.
-¡Hai!- Salieron corriendo por la puerta, no sin antes
agitar la mano para despedirse.
Entonces miré a mi pequeña hermana, wow que increíble se oye
eso... -¿Sabes Alissa-chan? Soy nueva en esto de ser hermana mayor... ¿hay algo
que quieras hacer? No sé... ¿Comer un helado?-
-Siiiiii...-
-¿Miyu-san... también come helado?-
Ella simplemente asintió, no me esperaba eso. Una hora
después estábamos las tres con nuestros helados sentadas en unas sillas
colores, frente a un establecimiento con más de 100 sabores diferentes, o eso
decía la publicidad. Me quedé mirando a Miyu, no había dado un solo bocado al
suyo. -Ne... Alissa, ¿A Miyu no le gustó su sabor de helado?- Susurré en el
oído de la pequeña.
Esta se rió. -No es eso... ella ha dicho que si, pero la
verdad es que Miyu no comé helado, es un androide ¿No es obvio?-
-Tienes razón- ¿Cómo no se me ocurrió pensar en eso?
-Entonces su helado...-
-¡Es para mí!- La pequeña rubia me miro divertida y
victoriosa, antes de lamer el helado de menta que Miyu le extendía, entonces
entendí las cosas. Vaya, engañada por una niña pequeña... ser hermana mayor
es... diferente, pero maravilloso.
Doy un pequeño mordisco a mi helado, miró mi reloj, aun
funcionando en la hora de Japón... es de madrugada. Luego levantó la vista al
cielo azul, pequeños copos de nieve comienzan a caer desde las alturas y esto
hace que Miyu le de un abrigo a mi hermana, yo le sonrió en agradecimiento. A
esta hora... Mai, Mikoto, Nao, Natsuki, Erstin y las demás, deben estar
atacando simultáneamente los laboratorios de Sears, en Francia, Alemania y
Estados unidos.
-Alissa-chan... debemos recoger tus cosas en el apartamento
para el vuelo en unas horas- Me atrevo a decir al ver que ha acabado su helado
y un grupo de autos policiales pasan a toda velocidad, por la calle principal.
Detrás le siguen helicópteros, ambulancias y hasta los bomberos, pero me temo
que si todo va según lo planeado, no encontraran otra cosa que un cráter donde
yacieran dichas instalaciones. Me pongo de pie, saco los guantes de mi bolsillo
y me acuclilló para ponerlos en sus manos. Miyu y yo, comenzamos a caminar
llevando cada una de cada lado una de las pequeñas manos enguantadas. De tanto
en tanto levantamos a Alissa en vuelo para que juegue, sin saber todavía... que
nuestra guerra acaba de empezar.
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