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domingo, 15 de julio de 2012

domingo, 15 de julio de 2012

"El Ladron de Novias" Capitulo 12


12

Cuando Natsuki llegó a los establos, todavía no había logrado adivinar qué estaría tramando la señorita Fujino. Distraída, desmontó y entregó las riendas de Emperador a Kaiji.
- Tenemos que hablar –le dijo éste bajando el tono.
Natsuki lo miró y el corazón le latió con fuerza al reconocer de forma instantánea la expresión que vio en sus ojos. Asintiendo, repuso:
- Nos veremos en el lugar de siempre, dentro de media hora.
Treinta minutos más tarde, Natsuki penetró en el mirador que se lazaba junto a la parte posterior de los jardines. Kaiji se paseaba dentro de la estructura de mármol, con su rostro tenso por la preocupación.
- He tenido noticia de otro caso que necesita ayuda –dijo sin preámbulos.
Natsuki se apoyó contra la balaustrada y cruzó los brazos sobre el pecho.
- Te escucho
- Una joven llamada Mai Tokiha. Parece la situación habitual, pero....
Al ver que Kaiji no continuaba, Natsuki lo apremió:
- ¿Hay algo que te preocupa?
- Bueno, es que me resulta muy extraño el modo en que me he enterado. –Su mirada se clavó en la de Natsuki-. Al parecer, el rumor ha partido de la señorita Shizuru.
Natsuki se quedó petrificada.
- ¿Cómo has dicho?
- A mí también me ha sorprendido, porque la señorita Shizuru no es dada a contar chismorreos. Pero lo he sabido directamente de la boca de la cocinera de los Fujino. Me ha dicho que esta mañana entró la señorita Shizuru en la cocina y le contó que a esa muchacha iban a obligarla a casarse con un hombre horrendo, y que sería maravilloso que la rescatase el Ladrón de Novias. Incluso le contó que dentro de dos noches la joven iba a recorrer determinada ruta. –Kaiji frunció el entrecejo y se rascó la cabeza-. Todo esto me resulta muy extraño. ¿Dónde cree usted que habrá oído una cosa así la señorita Fujino?
- No estoy segura –contestó Natsuki despacio- ¿Hay alguien más que te haya contado la misma historia?
- No. Y eso también es raro. Una historia como ésta por lo general me llega desde varias fuentes.
- Dime exactamente qué te ha contado la cocinera.
Kaiji lo hizo, y a continuación dijo:
- Esa Brigada contra el Ladrón de Novias se hace más numerosa cada día, y están decididos a atraparlo. Y también el magistrado. Toda esta historia podría ser una trampa ¿Qué va a hacer?
- Te lo diré tan pronto lo haya decidido. Mientras tanto, trata de averiguar discretamente acerca de esa Mai Tokiha.

Natsuki entró en su estudio privado y se sirvió un coñac. Echó la cabeza atrás y apuró el fuerte licor de un solo trago, disfrutando del rastro ardiente que le dejó en sus congeladas entrañas. Se sirvió otra copa y acto seguido fue hasta la chimenea, donde se quedó contemplando las llamas mientras en su mente giraba un sinfín de preguntas.
¿Por qué había divulgado Shizuru la noticia de la señorita Tokiha? Ella misma había dicho que no le interesaban los chismorreos. ¿Se habría enterado por casualidad o la supo por otra persona y simplemente se puso a contarla por ahí? En tal caso, ¿porqué no se la había contado a ella cuando hablaron junto al lago? ¿Le habría relatado la historia un miembro de la cada vez más grande Brigada contra el Ladrón de Novias, con la esperanza de hacer correr el rumor y así tender una trampa al Ladrón? Quizás. Aun así, ¿porqué servirse de Shizuru? No tenía sentido. A no ser que....
¿Esperaba alguien que Shizuru acudiera a ella con la historia?¿Sospecharía alguien de ella?
Pero si se encontraba bajo sospecha, ¿por qué no habían venido a contárselo directamente, en vez de depender de lo imprevisible de los chismorreos de la servidumbre, sobre todo si le estaban tendiendo una trampa?
Además tenía la certeza de que nadie sabía que el Ladrón era mujer realmente, estaba segura de que ni sus “victimas” anteriores y mucho menos Shizuru habían revelado ese secreto.
Depositó la copa sobre la repisa de la chimenea y se pasó las manos por la cara mientras estudiaba la otra posibilidad, la que había apartado a un lado pero que ya no podía continuar ignorando.
¿Se habría inventado Shizuru toda aquella historia para atraer al Ladrón de Novias y así verla de nuevo? ¿Podría tratarse del “proyecto” que había mencionado? Recordó su respuesta cuando ella le dijo que nunca volvería a ver al Ladrón de Novias: “Eso es lo que usted cree”. Maldición, ¿existiría de verdad una joven que necesitaba ser rescatada, o no era más que una estratagema? Y si dicha joven existía, ¿cómo encajaba Shizuru en todo aquello?
Una parte de ella se rebeló contra la idea de que Shizuru pudiera mentir y difundir una historia falsa para servir a sus propios planes; era demasiado honrada y sincera.
Pero otra parte la advertía: “¿Cómo, sino, podría esperar ver otra vez al Ladrón de Novias? Es un plan muy inteligente y ella es una mujer inteligente...., una mujer que sin duda admira tu segunda personalidad, una mujer que quiere vivir aventuras. Una mujer que quiere una amante”.
Sintió una punzada de celos y se le escapó una risa amarga. Diablos, estaba perdiendo el juicio. Estaba ardiendo de celos..... de sí misma. Pero había un modo de arreglarlo.
Después de tomar precauciones extraordinarias para garantizar su seguridad, el Ladrón de Novias rescataría a la señorita Tokiha, si es que existía de verdad. Y si resultaba que estaba implicada la señorita Shizuru Fujino, ya se vería a qué grado de familiaridad esperaba ella llegar con el Ladrón de Novias.


La tarde siguiente, Natsuki tiró de las riendas de Emperador para detenerlo e inclino la cabeza  a modo de saludo hacia el magistrado, que se dirigía a caballo hacia ella.
- Buena tardes, Wang–dijo-. Una tarde muy agradable para dar un paseo.
Sergay Wang se tocó el sombrero a su vez.
- Ciertamente muy agradable, ladi Kruger. Sin embargo, no he salido a dar un paseo; voy de camino a Londres. Tengo varias pistas que seguir.
Natsuki enarcó las cejas.
- ¿Oh? ¿Para alguna investigación en curso?
- Tienen que ver con el Ladrón de Novias
- ¡No me diga! ¿Ha capturado ya a ese maleante?
- Aún no. Pero acaba de llegarme cierta información nueva que espero nos conduzca a su apresamiento.
- Excelente. No es nada bueno que haya un bandido como ése rondando por ahí...., si bien tengo entendido que últimamente no ha cometido ninguna fechoría.
- Su última víctima fue la señorita Fujino–confirmó Wang -, y fue un secuestro fallido. –Sus labios se apretaron formando una línea severa-. Si hubiera llegado sólo cinco minutos antes, lo habría apresado. Por desgracia, la señorita Fujino resultó un testigo poco colaborador.
- ¿De veras?
- Sí. No dejó de mirarme furiosa y de insistir en que las acciones de ese hombre eran heroicas. En lugar de sentirse ultrajada por él, estaba irritada conmigo por hablar mal del Ladrón. –Meneó la cabeza-. Una mujer de lo más extraña.
Natsuki reprimió una sonrisa.
- Es obvio que sí.
- Recuerde lo que le digo, miladi: el Ladrón de Novias no pasará mucho más tiempo en libertad. El secuestro fallido de la señorita Fujino demuestra que se está volviendo descuidado. Cometerá otro error, y cuando eso suceda yo lo estaré esperando.
- Le deseo la mejor de las suertes, y espero que esa nueva información le resulte de utilidad.
- Yo también lo espero –Wang dedicó unos segundos a ajustarse los guantes y después preguntó-: ¿Qué tal se encuentra su hermana, miladi?
- Va a venir a casa. La espero dentro de los próximos días. Su esposo ha fallecido.
Wang pareció quedar congelado en el sitio. Tragó saliva una vez, y después dijo con voz tensa:
- Lamento mucho su pérdida
Natsuki no se molestó en señalar que la muerte del hombre no suponía una pérdida para nadie, y menos aún para Nina.
- Me aseguraré de transmitirle sus condolencias.
- Gracias. Buenas tardes, ladi Kruger. –Y con un breve gesto de asentimiento hincó los talones en los flancos de su montura y se alejó al trote por el camino que llevaba a Londres.
Henchida de una macabra satisfacción, Natsuki encaminó a Emperador hacia la mansión Kruger. Sergay Wang tendría que pasar al menos dos días en Londres investigando la “información” que Natsuki le había preparado acerca del Ladrón de Novias. Era un plazo más que suficiente para hacer todo lo que tenía que hacer sin los ojos del magistrado pegados a su espalda. Le disgustaba engañar a Sergay, pues admiraba la sinceridad y la integridad de aquel hombre tan trabajador; pero dado que el éxito de Sergay en aquel particular asunto suponía la horca para ella, se las arregló para superar su sentimiento de culpa.
Justo antes de adentrarse en la tupida foresta, lanzó una mirada hacia atrás. Un carruaje que apareció por el recodo del camino de Londres le hizo detener a Emperador. Se protegió los ojos del brillo del sol y observó el vehículo. Entonces se le puso todo el cuerpo en tensión al reconocer no sólo el vehículo, sino también la figura de cabello castaño que iba dentro.
¿Qué demonios estaría haciendo Shizuru Fujino regresando de Londres?


Hiroshi se abalanzó sobre Shizuru en el mismo instante en que ésta entró en la cámara.
- ¿Y bien? –preguntó- ¿lo has conseguido?
Ella acarició su redecilla y asintió
- Lo tengo todo aquí dentro: el dinero y un pasaje a bordo del Dama de los Mares, que zarpa para América mañana por la mañana.
- ¿Ha sospechado algo Rei?
Shizuru se sintió culpable por haber engañado a su leal cochero.
- No. El pobre se creyó que estuve todo el tiempo en la librería.
Hiroshi aprobó con un gesto de la cabeza.
- Ahora vamos a repasar el plan una vez más para asegurarnos de que estás preparada.
- De acuerdo. –Comenzó a pasearse delante de Hiroshi, enumerando cada punto con los dedos- Después de cenar pondré el pretexto de que estoy cansada y me iré a mi dormitorio. Rei se retira a las nueve. Media hora más tarde, tú y yo nos encontraremos en los establos, donde me ayudarás a ensillar los caballos. Montaré a Azúcar y conduciré a Bailarina hasta el lugar que indicaba en su carta la señorita Tokiha. Calculo que tardaré una hora o una hora y media en llegar, tiempo suficiente, ya que la señorita Tokiha no pasará por allí antes de medianoche.
Hiroshi asintió con la cabeza.
- Perfecto. Continúa.
- Cuando llegue, ataré a Bailarina cerca del camino pero oculta a la vista. Luego me esconderé y esperaré hasta que vea acercarse el carruaje de la señorita Tokiha. Si aparece el Ladrón de Novias a rescatarla, sencillamente me quedaré escondida y luego volveré a casa. Si no se presenta, detendré el carruaje con la excusa de que mi caballo cojea y pediré ayuda. Mientras el cochero examina a Azúcar, yo entregaré el dinero y el pasaje a la señorita Barrow, y le diré dónde encontrar a Bailarina. Luego distraeré al cochero todo el tiempo que pueda para darle la oportunidad de escapar.
- ¿Has anotado las indicaciones para encontrar el barco y las instrucciones sobre dónde debe dejar a Bailarina para que Rei pueda recuperarla?
- Todavía no, pero lo haré antes de cenar. Según el agente que me ha vendido el pasaje, hay unas caballerizas cerca del muelle. La señorita Tokiha no ha de tener dificultad para encontrarlas. –Se ajustó las gafas sobre la nariz-. ¿Nos olvidamos de algo?
- He estado pensando en un problema potencial, Shizuru. –Su mirada se tornó de preocupación-. ¿Qué pasa si no eres capaz de distraer al cochero lo suficiente para que escape la señorita Tokiha? Y aunque consiga huir, ¿qué pasará si él se da cuenta de que ha desaparecido? Podría sospechar que la has ayudado tú, y en ese caso no sabemos qué podría hacerte.
- Una observación excelente. –Se dio unos golpecitos en la barbilla-.Pero ¿qué puedo hacer? No quisiera tener que golpear al pobre hombre.
- Desde luego. Podrías no golpearlo demasiado fuerte.
- Más bien estaba pensando que podría atizarle demasiado fuerte.
Hiroshi parpadeó.
- Oh. Bueno, eso resultaría igual de desastroso, supongo.
Una sonrisa irónica curvó los labios de Shizuru.
- Es una lástima que probablemente no echará una cabezada por voluntad propia para que la señorita Tokiha pueda desaparecer convenientemente. –Al pronunciar estas palabras, se quedó quieta.
Sus ojos se clavaron en los de Hiroshi y ambos intercambiaron una larga mirada.
- Podría darte una cosa –dijo Hiroshi en tono bajo y emocionado-. Se deriva de una combinación de hierbas que he inventado basándome en mis estudios de las tribus de Sudamérica. Resulta muy útil para dormir durante un rato a animales como los chimpancés, y así poder examinarlos sin correr riesgos. Eso garantizaría que el cochero echase una cabezada.
- ¿No le causaría ningún daño?
Hiroshi negó con la cabeza.
- Simplemente se quedaría dormido. Durante una hora o dos.
Shizuru enarcó las cejas.
- Pero ¿cómo se lo voy a administrar? No puedo entregarle una copa y decirle: “Bébase esto”.
- ¿Tienes un alfiler?
- ¿Un alfiler de sombrero? ¿Para qué demonios quiero yo.....?
- Untaré la sustancia en el alfiler. Lo único que tienes que hacer es pincharlo con él.
- ¿Y no crees que se dará cuenta? –contestó ella, sin poder disimular la incredulidad en su voz.
- Para cuando se dé cuenta de que no ha sido una picadura de abeja, ya estará dormido.
Una lenta sonrisa se extendió por el rostro de Shizuru.
- Vaya, Hiroshi. Eres todo un genio.
Las mejillas del muchacho se sonrojaron de orgullo. Mirando a su hermana por encima de sus gafas, le replicó:
- ¿Acaso lo dudabas?
- Ni por un instante –Alargó la mano y le revolvió su pelo rebelde-.Creo que ya hemos pensado en todo.
- Sí..... Excepto en que yo estaré terriblemente preocupado por ti. Ojalá me permitieras acompañarte....
- Por nada del mundo. Necesito que te quedes aquí para distraer a mamá en caso de que se percate de mi ausencia. –No agregó que no podía correr el riesgo de involucrarlo en una aventura que podía resultar peligrosa. Le apretó las manos con fuerza-. Te quiero por desear protegerme, pero no me pasará nada. Lo único que voy a hacer es entregarle a esa muchacha el dinero, el pasaje y las instrucciones y si aparece el Ladrón de Novias, ni siquiera eso será necesario.
- En tal caso, no es justo que tú hagas toda la parte divertida –masculló Hiroshi-. Tú ya has visto al Ladrón de Novias.
- Y si llego a verlo nuevamente esta noche, será desde lejos. Lo dices como si fuéramos a sentarnos un rato a charlar y tomar té y galletas.
Hiroshi agachó la cabeza y rascó el suelo con la punta del zapato.
- Ya sé que no va a ser así, pero de todos modos me gustaría ir.
- Pero no puedes –Shizuru lanzó un suspiro-. Ahora que ya está todo preparado, voy a escribir las instrucciones. Te veré a la hora de cenar.
Y se marchó cerrando la puerta despacio tras ella.
Hiroshi apoyó las manos en la larga mesa de madera y resopló.
Conocía el verdadero motivo por el que Shizuru no quería que la acompañase: no deseaba que le ocurriera nada. Pero que el diablo se lo llevase, ¿qué clase de hombre sería si permitiera que su hermana anduviera trajinando por el bosque, de noche y sin compañía? Desde luego, ningún hombre en absoluto. Podía sucederle cualquier cosa y entonces jamás se perdonaría.
Así pues, la única conducta lógica era seguirla sin que ella lo supiera. De ese modo, no sólo podría protegerla, sino que correría él también una gran aventura. Y quizás, incluso, encontrara la respuesta a la pregunta que lo obsesionaba desde el secuestro de Shizuru.
Posó la mirada en el experimento en que llevaba semanas trabajando. ¿Daría resultado su idea? No lo sabía, pero aquella noche lo iba a averiguar.
Y si daba resultado, descubriría la identidad del Ladrón de Novias.


Shizuru se hallaba escondida tras un grupo de arbustos que se alzaban a un lado del camino, acariciando suavemente el pescuezo de Azúcar para tranquilizarlo. Hasta el momento todo iba transcurriendo conforme a su plan.
El corazón le palpitaba con tal mezcla de turbación y euforia, que se maravilló de que no le saltara del pecho y le cayera a los pies. Unas nubes oscurecían la luna, lo cual convenía a sus fines. Los grillos cantaban en las inmediaciones y una suave brisa con olor a tierra refrescaba su piel acalorada.
De un modo u otro, en los próximos minutos la señorita Tokiha iría de camino a la libertad. Inspiró aire varias veces y experimentó una emoción atemperada por una serena determinación. Estaba obrando correctamente. Estaba en juego la vida de una joven. Bailarina estaba atada a un árbol a escasos metros de allí, completamente oculta a la vista. Desde su posición detrás de los arbustos, Shizuru podía ver el camino pero sería casi imposible que la vieran a ella.
Aferrando su bolsa, que contenía el alfiler y todo lo que iba a necesitar la señorita Tokiha , se asomó por encima de los arbustos y escrutó los alrededores.
¿Aparecería ella,  el Ladrón de Novias? Notó un hormigueo al pensar en ver de nuevo a aquella heroica aventurera. Por el bien de la señorita Tokiha, rezó para que así fuera. Pero si no se presentaba, ella haría todo lo que estuviera en su mano para ayudar a la muchacha.
De momento, lo único que podía hacer era esperar. Y rezar para que todo saliera bien.


Ataviada con su máscara, capa y guantes de Ladrón de Novias, Natsuki esperaba a lomos de Campeón, oculta tras unos tupidos matorrales, con todos sus sentidos aguzados y alerta. La mezcla de euforia y precaución que acompañaba todas sus misiones de rescate le animaba y le hacía muy consciente de su entorno. Y aquella noche iba a haber un rescate. De acuerdo con la información que había recogido Kaiji, la historia de la señorita Tokiha era totalmente verídica.
Escrutó la zona en busca de algún ruido o movimiento y aunque no detectó nada extraño, su instinto le advirtió de que algo no encajaba. Había algo fuera de lugar. Y antes de que pudiera averiguar qué era, oyó el ruido del carruaje.
Apartó a un lado su aprensión e hizo avanzar a Campeón entre las sombras para quedar en la posición perfecta, junto al camino, para salir al paso del carruaje cuando éste doblara el recodo.... si es que efectivamente llevaba la insignia de la familia Tokiha. El ruido se fue acercando, y Natsuki acarició el pescuezo de Campeón.
- Prepárate, amigo –susurró. El caballo respondió echando las orejas hacia atrás.
Natsuki se inclinó hacia delante, con todos los músculos alerta y la vista fija en el recodo del camino. Entonces surgió un carruaje tirado por dos caballos bayos. Se fijó en el escudo de armas que llevaba en la portezuela, coincidía con la descripción que le había proporcionado Kaiji. Respiró hondo y puso en movimiento a Campeón calculando su velocidad con precisión. Cuando el carruaje pasó por su lado, extendió un brazo y arrebató las riendas al atónito cochero y acto seguido detuvo el vehículo.
Introdujo una mano bajo la capa y sacó el ramo de flores y la nota adjunta que constituían su firma y los lanzó al asiento de cuero, al lado del cochero.
- Por todos los santos –exclamó el hombre-, usted es el maldito Ladrón de Novias.
- Silencio –ordenó Natsuki con la voz rasposa del Ladrón de Novias-.Colabore y no le pasará nada. Ahora voy a.....
Pero se interrumpió bruscamente al percibir un movimiento al otro lado del camino. Se volvió y escudriñó los alrededores. Árboles. Espesura. Más árboles. Arbustos silvestres. Y Shizuru Fujino, que la observaba, oculta entre la maleza.
Apretó los puños. ¡Maldición, así que efectivamente esta implicada en aquel asunto! Pero ¿cómo? No lo sabía, pero por el cielo que iba a averiguarlo. Aunque antes tenía que encargarse del cochero.
Se volvió hacia aquel hombre y al instante maldijo su grave error; en los pocos segundos en que había estado distraída, el cochero había empuñado una recia estaca de madera y su rostro mostraba una expresión de ferocidad. Natsuki intentó desviar el golpe que se le venía encima, pero fue demasiado tarde.
La estaca golpeó un lado de su cabeza y la derribó del caballo. Natsuki aterrizó en el camino con un golpe seco que le produjo un dolor desgarrador en todo el cuerpo.
- ¡Ya te tengo, maldito! –oyó gritar a una voz que parecía llegar de muy lejos.
Y entonces se la tragó la oscuridad y ya no oyó nada más.
.
.
.

9 comentarios:

Shizuma94 dijo...

Conti, Conti!!!!!

¿Que le pasara a Natsuki?
y que hara Shizuru?
y Hiroshi?
¿Que va a pasar?
y Nina?
Me muero de curiocidad!!!!
xfis saca la conti pronto xD

Anónimo dijo...

santo duos noOOOO quede super picada xD q injusto se puso buena la cosa que le va a pasar a la pobre de natsuki shizuru que vas a hacer estare super atenta al proximo capi...

estoy que me como las uñas XDDDDDDDD AKEMI

Johana Flórez dijo...

Pues mas le vale a Fujino rescatarle, así como a Hiroshi ayudar... diablos si la cogen la matan!

Que emocionante capitulo, en verdad maravilloso. Deja con ansias de mucho mpas, esperamos pues con paciencia (aunque escasa) la continuación.

gracias Kaon-sama n.n

Anónimo dijo...

O.o o diosss haber que sucede!! fue el magistrado el que le tendió una trampa¿??¿ hiroshi?? quien quiennn!!! xDD continuala pronto pliss :D

Andreuw18 dijo...

Se va a armar un malententido de los gordos!!!

Anónimo dijo...

kaon-sama super buen capitulo!!

conti pronto!!

quiero saber que hara shizuru para salvar a nat ya que de forma indirecta fue su culpa que esta aya sido herida.....

no tardes!!!

sumi21chan dijo...

waaa,k buen capitulo waa que pasara,saldra todo bien,shizuru salvara a natsuki?la llevara algun lugar y le quitara la mascara?salvaran a mai?donde esta nina?uff kaon-sama estoy en pique con la historia.continuacion please!saluditos

Anónimo dijo...

wooooHHHH..!!! esta muy interesante toda la historia jaja.. espero y publiques muy pronto la sig. parte que me quede con la angustia de saber que va a pasar.

Anónimo dijo...

Entro a cada 5 minutos y nada.. espero que no tardes mucho..

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