3er Cap de "Aokigahara"

Espero les vaya gustando mi pequeña maquiavélica historia, es algo espontanea y aunque no me lo crean, todos los capítulos los he escrito en medio de mis clases en la facultad, por lo tanto no me juzguen de pronto me vuelvo algo filosófica…Disfrútenlo.


"Recordar no es bueno, menos si quieres conservar la cordura..."


Suzushiro Haruka, vio por primera vez a Shizuru, cuando ambas tenían escasos 7 años de edad, el padre de la rubia era buen amigo de la familia Fujino, y esta era la primera vez que presentaba a su hija, la futura heredera de su compañía, a la familia con la cual hacia constantemente sus negocios, y este muy orgulloso le compro el más precioso de los vestidos a su pequeña, llevándola ahora de la mano.
La primera impresión que tuvo Haruka al ver a la familia ahí reunía, es que discordaban en su totalidad unos de otros: el padre, parado con firmeza y una pipa encendida en su mano, se asemejaba al orgulloso rey león que miraba al más pequeño de los animales, sus cabellos oscuros empezaban a mostrar canas bien merecidas por exceso de trabajo, una barba bien cuidada y afeitada, y ojos rojos como la sangre. La esposa tenía un aura dulce, pero al mismo tiempo
imponente, sus cabellos castaños y ondulados estaba coquetamente sujetados a una coleta alta, tenía un aura juvenil y agradable, pero con porte serio y elegante, una figura digna de una modelo y de su mano, escondida tras sus piernas, la pequeña Shizuru quien miraba a la niña recién llegada por entre las piernas de su madre.
Shizuru se parecía tanto físicamente a su madre, que parecía una versión en miniatura de Shizuka Fujino, exceptuando claro está sus ojos, que los de la mujer mayor eran de un profundo verde oliva, mientras los de su hija eran idénticos a los de su padre. Haruka no se dejo intimidar por aquella familia, nada lo hacía, el carácter de los Suzushiro se heredaba en la sangre, y acercándose a la mujer adulta, estiro su mano y con voz potente exclamo:
-Mi nombre es Suzushiro Haruka! Y tú deberías salir de ahí, tus padres no estarán toda la vida para postergarte…
Shizuru quien había quedado perpleja, salió de detrás de las piernas de su madre riendo suavemente tomando educadamente la mano de la chica y sacudiéndola con gentileza.
-Es un verdadero placer, Suzushiro-chan.
-Haruka, se dice protegerte…-El padre de Haruka le había tomado del hombro para poder corregirle muy cerca de su oído, riendo ante aquellas gracias que hacia su niña.- Haruka, esta familia que ves aquí, son grandes amigos míos, y como lo son para mí, espero que tu aprendas a apreciar a Shizuru-chan… nosotros los Suzushiro les cubrimos las espalda a ellos, y ellos a nosotros. Somos amigos.
En ese momento Haruka miro a la niña que tenia frente a sí, sujetando su mano y sonriéndole con timidez, luego a sus padres, los cuales estrechaban la mano de su padre y reían ante los chistes adultos que ella no lograba comprender, entonces en su mente se quedo grabada para toda la vida aquella palabra. "Amigos".
La Haruka de ahora había dedicado largos años en su rivalidad con la castaña a la cual todo parecía salirle con perfecta naturalidad, siempre resaltando entre las multitudes, siendo grandes amigas en el fondo, nunca hubo un solo momento donde una de las dos necesitara a la otra y se quedara esperando por una mano amiga que le ayudara, siempre detrás de un Fujino existía un Suzushiro para cubrir sus espaldas, y viceversa. Pero al pasar el tiempo, cuando Shizuru comenzó a mostrar graves señas de estar cayendo en la demencia, se distanciaron con brusquedad, no porque Haruka abandonara en necesidad a su amiga, si no porque esa huyo del mundo y de la realidad sin posibilidades de retorno. Mientras la rubia se encontraba en sus cavilaciones personales, recordando el pasado, frente a si se encontraba Reito, el joven galán de la academia Fuuka, graduado como administrador empresarial, que aunque nunca lo ha admitido, es completamente vulnerable ante Shizuru, y no por los encantos seductores de esta, si no por el secreto que ella conoce sobre el gran Kanzaki-sama.
Con escasos 15 anos Reito mostraba gran confianza en sí mismo, un futuro prometedor y cualidades típicas de un Casanova al momento de rodearse de las chicas más guapas, incluso aquellas que eran mayores que el. Para su desgracia su padre le había forzado a aceptar un matrimonio concertado, con la hija del dueño de una de las más grandes empresas corporativas de Japón, de esta forma hacerse con las mismas influencias que la familia Fujino. El se rehusaba a morir a casarse, no porque el chico tuviese miedo al compromiso o un gran amor a la libertad, si no porque Kanzaki Reito estaba enamorado nada más y nada menos que de su compañero de kendo, Tate Yuuichi.
Ser homosexual en la familia Kanzaki era incluso peor que caminar sobre carbones encendidos bañado de pies a cabeza en gasolina, era una sentencia de exilio sin posibilidades de regreso al cobijo familiar, y Reito era un hombre poco valiente, le gustan los retos mas no los riesgos y es por eso que nunca pudo cumplir las expectativas de su padre al manejar la empresa, no se puede ganar si no se arriesga nada y el jamás perdia pero tampoco lograba gran cosa.
Una tarde su madre lo llevo a una fiesta del té, donde sería presentado ante s prometida y su futura suegra, vestido como un caballero, peinado para la ocasión, el camino junto a su madre como los reos que son llevados al muro de fusilamiento, y para cuando sus ojos alzaron la vista se encontró de frente con dos orbes rojizas que le veían con completo desagrado. Ahí mismo, Reito comprendió que para ella era tan desagradable tener que casarse contra su voluntad como lo era para él, pero no era lo suficientemente ciego o estúpido para no darse cuenta que la chica que tenia frente a si era una réplica humana de lo que en algún tiempo las diosas debieron haber sido. Era un joven afortunado que despreciaba con toda su alma su suerte, de haber nacido siendo heterosexual se hubiese puesto a bailar ahí mismo.
Estrecho la mano de Shizuru y durante largas horas en ese día, trato de parecer lo mas cortes que pudo, pero el aburrimiento y la resignación caían sobre ellos como un manto negro, hasta que las dos madres se despidieron llevándose consigo a sus hijos; al día siguiente comenzaba su nuevo curso y podría volver a ver a Tate todos los días, siendo feliz que apenas y presto atención a lo que ocurría a su alrededor. Esa misma tarde llevo a su amante a la parte trasera del gimnasio donde guardaban las bolas y las colchonetas y sin más preámbulos, ambos chicos comenzaron a desnudarse y a tocar sus cuerpos con desespero, jamás hubiese imaginado que en ese momento iba a ser descubierto en el acto por aquella chica con la cual se supone que tenía que casarse, la cual se había convertido en nada más que la misma presidenta del consejo estudiantil.
-Ara, Kanzaki-san, Yuuichi-kun…-Saludo con completa calma y parsimonia, mientras los dos chicos desnudos palidecían y luchaban por cubrir sus partes nobles aun erectas de la mirada de aquella mujer- Me dijeron que vieron al capitán del equipo de kendo venir hacia acá y tenía que darle un mensaje importante. Supongo que tendré que esperar.
Reito creyó aquella vez que su vida se había acabado y con mucho terror recorriendo su cuerpo se acerco al finalizar sus clases a la sala del consejo de estudiantes, donde la castaña estaba de pie frente a la ventana, mirando con nostalgia, detrás de si cerró la puerta lo cual llamo la atención de la presidenta del consejo de estudiantes….pero para su sorpresa el fue recibido con una sonrisa amable.
Aun hoy día Reito recuerda con claridad las palabras de Shizuru aquella vez:
"-Kanzaki-san tiene alguien ya dentro de su corazón y no quiere casarse. Conmigo ocurre lo mismo, pero no porque tenga a alguien para mi, si no porque necesito conseguirle pronto y Kanzaki-san sabe que no es ni será él quien ocupe ese lugar…Si los dos nos oponemos, no podrán obligarnos a casarnos."
Aunque ella tuvo las armas para destruirlo o extorsionarlo, Shizuru guardo el secreto de Reito con sumo recelo, así pudieron librarse el molesto matrimonio concertado y formar una amistad que hasta las lunas de la actualidad sigue estando de pie, aunque Reito siempre se muestra bastante inseguro al momento de meter mano en asuntos de los Fujino.
"-Mama, es normal oír voces?
-Voces, hija? Qué clase de voces? –Shizuka miraba con angustia a su hija la cual cada día se mostraba más y más extraña.
-Sí, mami, una voz que se parece mucho a la mía, me dice que robe galletas de la despensa, o que tire al gatito de la ventana…
Shizuka miro con horror a su marido, el cual mantenía la vista clavada en su primogénita, mirándole con escrutinio tratando de convencerse a sí mismo que las cosas que la pequeña niña decían eran inventos o fantasías de la edad."
Dentro del bosque Aokigahara, una mujer llevaba dos horas caminando sin rumbos, pero en mitad de su recorrido cayó desplomada al suelo, inerte y sin mover un solo musculo, luego que se reincorporo sobre sus dos piernas, una afilada sonrisa viperina apareció en aquellos labios, junto a una mirada cargada de veneno.
-Vaya…Con que aquí descansaremos en paz…ne, Shizu-chan?