CAPÍTULO 7
-¡Shizuru! – Natsuki encuentra a Shizuru mirando el cielo estrellado
mientras una muy pequeña lágrima rueda por su mejilla izquierda
– ¡Natsuki! – Shizuru se sorprende mucho, recupera la compostura para
responder mientras distraídamente limpia aquella lágrima – Oh, lo lamento,
Natsuki vienes a descansar un poco ¿No es así?, No te preocupes, igual ya me
iba
- ¡No!, No te vayas – Mirando hacia el suelo – Yo si venia para acá para
estar sola, pero si estás tú es mucho mejor
– Perdóname Natsuki, pero yo debo irme – Shizuru intenta huir pero una mano
atrapa su muñeca
– No huyas más de mí por favor
– Yo no huyo de Natsuki, es solo que debo hacer algo de manera urgente
– Si, y yo sé que es
- ¿A si?
– Claro, huir de mí – Natsuki hala a Shizuru hacia ella y le planta un
beso, Shizuru es incapaz de no responder el beso – Yo te he extrañado mucho
esta semana Shizuru – Natsuki lo dice mientras se sonroja, y voltea la mirada.
El beso continuó hasta que se hizo demasiado apasionado, Natsuki acerca a
Shizuru poniendo sus manos en el cuello, mientras Shizuru tiene tomada a
Natsuki desde la cadera, metiendo las manos a través de su chaqueta azul
– No Natsuki, por favor no juegues conmigo
- ¿Dudas que te amo?
– Pues, a ella le tienes mucho cariño ¿No?
– Si, pero ella es como la hermanita pequeña con la que te matas por
tonterías, en cambio tú eres… - Natsuki no puede terminar la frase pues la pena
la mataba
- ¿Qué soy para Natsuki?
– Mi am…ooo… - Shizuru no la dejó terminar su balbuceo, ahora era ella
quien besaba apasionadamente a Natsuki - Shizuru espera
- ¿Qué? ¿No fue Natsuki quién inicio esto?
– Ven vamos
- ¿A dónde?
- ¿Vienes o no?
– Pero y ¿el beso Natsuki?
– Ven – Natsuki lleva a Shizuru de la mano, y terminan en el cuarto de
Natsuki
- ¿Qué hacemos aquí?
– ¿No querías continuar el beso Shizuru?
– Pues sí, pero no pensé que mi Natsuki me hubiera extrañado tanto –
Natsuki se sonrojó
– Tonta, claro que sí, o ¿Se supone que no debo extrañar a mi novia cuando
está no me regala ni una mirada en toda la semana?
– Yo si miraba a Natsuki, cuando ella no se daba cuenta
– No quiero que vuelvas a hacer eso Shizuru, mira que abandonarme así –
Shizuru abrazó a Natsuki
– Entonces ahora voy a aliviar todo el sufrimiento que le cause a mi
Natsuki durante toda esta semana – Debido al tono sensual de Shizuru, Natsuki
no pudo más que sonrojarse, aunque no podía negar que para eso era que la había
llevado a su habitación - ¿Y que debo a ser para recompensar a mi Natsuki? –
Natsuki no esperaba esa pregunta, para ella todo era muy obvio, pero claro a
Shizuru le gustaba verla avergonzada, aun así, sus deseos eran más fuertes que
su vergüenza
– Tú sabes, esto – Natsuki besó a Shizuru mientras caían en la cama
- ¿Natsuki me desea tanto?
– Si, aunque tú ya eres mía, eres mi Shizuru
Shizuru sintió como esas palabras le llegaban al corazón, siempre había
declarado a Natsuki como suya, pero que Natsuki lo dijera, era muy inesperado,
y muy lindo, rápidamente Shizuru besó a Natsuki hasta que quedo sin aliento, le
dio todo en aquel beso, todo su amor, todo su ser, Natsuki sintió aquella
entrega, y trato de hacer lo mismo de entregar todo de sí. Ya en la cama,
Natsuki estaba arriba teniendo el control, la ropa poco a poco se fue yendo,
veía a Shizuru y sentía como su corazón se llenaba, ¿Cómo fue que pudo negar
tanto tiempo lo que es obvio? Definitivamente amaba a Shizuru, y no se podía
imaginar lejos de ella, le dio un beso fugaz mientras empezó a masajear los
pechos de la chica. Shizuru estaba completamente embelesada por las caricias de
Natsuki, y deseaba, por encima de todo, entregarse a aquel sentimiento. Natsuki
tomó en su boca uno de los pechos de Shizuru mientras aún masajeaba el otro con
su mano, rodeaba con su lengua el pezón e intermitentemente le daba pequeñas
mordidas, Shizuru sudaba copiosamente, mientras gemía con las caricias
recibidas.
Después de terminar el trabajo en ese pecho, pasó al otro, manteniendo su
mano en el anterior masajeándolo suavemente, para mantener el placer, Natsuki
paró un momento para ver la expresión de Shizuru, sin duda alguna denotaba
placer y también un poco de desesperación, esas caricias no le eran
suficientes, pero incluso así, se veía perfecta, teniendo su castaño cabello
desordenado, mientras el sudor completaba el cuadro, ¡Y pensar que todo esto lo
causaba ella! – Naaattsuukii – En un jadeo Shizuru exigía la atención de
Natsuki, a pesar que las caricias no le eran suficientes, las extrañaba, que
Natsuki se quedara viéndola sin hacer nada era aun más cruel. Natsuki recupero
su posición, y siguió proporcionándole aquel amargo placer – Naaatsskiii por
favor
- ¿Tanto me deseas Shizuru?
– Ujummmmm
- ¿Qué?
– Siiiii – Natsuki también deseaba mucho hacer eso, así que poco a poco
empezó a bajar pasando su lengua por todo el abdomen de Shizuru trazando un
pequeño camino, ante tal caricia Shizuru gemía, mientras arqueaba un poco la
espalda.
Shizuru estaba muy húmeda, Natsuki empezó por probarla, mientras masajeaba
con la lengua su punto de G, ésta vez, Shizuru no pudo contener el grito de
placer, poco a poco Natsuki la penetro con la lengua, Shizuru jadeaba
constantemente – Natsski – No era capaz de pronunciar la u en el nombre de su
amada, y cuando Natsuki logro entrar en ella con sus dedos Shizuru perdió la
noción del tiempo y del espacio, no pudo controlar su muy fuerte gemido, y se
dejo caer en la cama pesadamente mientras intentaba recuperar el aliento.
Natsuki se acostó a su lado posando su cabeza en el pecho de Shizuru,
escuchando su respiración.
Natsuki creía que todo había terminado, pero de pronto sintió como la
ponían sobre la cama boca arriba - ¿Qué haces Shizuru?
– ¿No era Natsuki la que me deseaba? – Natsuki se sonrojó
– Si pero así esta perfecto
– Natsuki cree que se puede escapar de mí, pero no es así – Shizuru con
solo tocar los pechos de Natsuki logró que ésta gimiera, se acostó sobre ella y
empezó a besar el cuello y la oreja, Natsuki era muy sensible y daba grandes
gemidos con aquellas pequeñas caricias. Luego, Shizuru bajó a los pechos, los
tomaba con mucha delicadeza mientras parecía que los saboreaba, Natsuki sentía
el calor en su cuerpo y grandes ondas de placer, pero no podía hacer más que
gemir, Shizuru tenía un gran poder sobre ella. Las caricias de Shizuru eran
intermitentes en cada pecho, y aunque eran increíblemente placenteras, Natsuki
sentía aquella desesperación que solo podía calmar Shizuru, la espera la estaba
matando, aun así, no podía articular palabra, su respiración estaba demasiado
agitada y su mente demasiado perdida, cuando sintió como Shizuru empezaba a
bajar de nuevo, hasta que pasó su lengua suavemente tratando de saborearla,
Natsuki no pudo más que jadear mientras su mirada se perdía en el blanco del
techo.
Y Cuando Shizuru ya estuvo dentro de ella lo único que pudo fue gritar el
nombre de su amada como si fuese un gesto de profundo agradecimiento –
¡Shizuru! – Shizuru se acerco a Natsuki hasta quedar sobre ella, aun así se
sostenía en sus manos mientras la miraba
– Está es una de las caras más lindas de Natsuki, aunque no quiero que
nadie más la conozca – Natsuki se acerco y la besó
– Contigo es igual Shizuru – Ahora Natsuki la rodeaba con sus brazos y la
traía hacia sí - ¿Ya no más peleas verdad?
– Pues no sé Natsuki, porque si son siempre así las reconciliaciones
- ¡Shizuru! – El tono regañón de Natsuki no iba para nada con su cara de
felicidad
– Natsuki es tan linda que yo haré lo que ella diga, siempre y cuando
hagamos esto muy seguido
– No lo pongas como si fuese una condición, yo también quiero eso – Shizuru
besó a Natsuki
– Buenos noches mi Natsuki, creo que ahora debemos dormir, y dejar dormir –
Natsuki se sonrojó ante tal comentario, era obvio que con el ruido que habían
hecho, toda la casa debió escuchar y imaginar con mucho detalle todo lo que
había pasado. Se volteó quedando de lado mientras Shizuru se pegó a su cuerpo y
se abrazó a ella para quedarse dormida.
Natsuki se durmió un rato después pero en su sueño solo podía pensar en la
gente – Directora, esto es demasiado inmoral, creo que tanto usted como Shizuru
Viola serán depuestas de sus títulos como pilares, no podemos hacer que dejen
de ser Otomes, y probablemente nunca dejen de serlo por ustedes mismas, pero
definitivamente ese no es el ejemplo que se le debe dar a las alumnas –
Natsuki se despertó con la
respiración agitada, la mirada y la voz de Miss Maria diciendo esto realmente
la asustó, ¿Si realmente no las aceptaban? ¿Si la gente no aceptaba su
relación? Estaba muy claro para Natsuki que ya no podía dejar de estar con
Shizuru, era casi una necesidad, pero entonces ¿Qué solución había? Natsuki
trataba de pensar mientras acariciaba la cabeza de Shizuru. Claro, nadie tenía
porque saber, después de todo aquello era algo íntimo, no se podían casar ni
nada por el estilo, simplemente todo seguiría igual. Natsuki dio un gran
suspiro y se acostó de nuevo en la cama, ya no estaba preocupada, durmió otro
rato felizmente hasta que el despertador sonó.
2 comentarios:
me encanto, eres lo maximo!!!!! una escritora genial, una de las mejores sin lugar a dudas..
Muy bueno su fic Sita, es entretenido y directo *-*.
Gracias, espero y esperaré la continuación
Besos bye bye
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