Mi Princesa Azul Capítulo 4

Mi Princesa Azul CAP 4

Autora: Bibi (celineadiction@hotmail.com)

Nota de Bibi: Primeramente les quiero agradecer a las personas que siguen este fic, Gracias a Vale, Oni y Shizuru que me han dado ánimos para escribir… También a xlan_23x, tom-ash ketchum, mari y los demás seguidores que me han dejado sus comentarios en estos 3 capitulos pasados, ya saben, como dicen, comentar es agradecer =) y es algo que ayuda a motivar a seguir escribiendo. Muchísimas gracias a todos ustedes ^_^ hoy les traigo el capitulo 4

Disfruten!!

Capítulo 4

Ya habían pasado alrededor de unas dos semanas desde que Shizuru llegó al castillo, también dos semanas de la guerra que había empezado entre la castaña, Takeda y Reito. Reito peleaba conmigo por Shizuru, Takeda y Shizuru disputaban por mí… y eso era lo que se veía todos los días en el castillo o fuera de él. Yo la verdad no le iba a ninguno… aunque muchas veces le seguía el juego a Shizuru para que Reito y Takeda se enfurecieran… Pero, la verdad es que era muy estresante tener a ese par detrás de nosotras todo el día, a sol y sombra .La mayoría de las  veces estaban cerca de nosotras, aunque Shizuru y yo siempre intentábamos ignorarlos… Otras veces nos vigilaban desde lejos, pero Shizuru siempre estaba al pendiente y sabía bien cómo desaparecer de la vista de esos dos.

-¿Natsuki? – ¿hmmm?¿Quién osa perturbar mi sueño? - ¿Natsuki? - ¿Quién?...

-¿Qué…?¿Quién es…? – Ah… tengo tanto sueño…

- Soy yo - ¿Quién yo?... yo soy yo…. – Shizuru…. – Ah, bueno… pensé que era mi conciencia o algo así…

Shizuru estaba sentada, que digo sentada, estaba casi recostada a un lado de mí, en mi cama, no tengo la menor idea de cómo llegó ahí, si desde lo que escuché que tramaban mi hermano y su novio, como les decía Shizuru, todas las noches cerraba con llave la puerta de mi recámara. Tal vez de alguna manera ella obtuvo una copia o esta vez olvidé cerrarla. El punto es que Shizuru estaba a un lado de mí despertándome aparentemente sin razón alguna.

-¿Qué pasa, por qué me despiertas?.... tengo tanto sueño – bostezo enorme, como de león

- Ara, yo te quitaré el sueño mi princesa… vine a que celebremos nuestra noche de bodas por adelantado – me miraba fijamente y con una sonrisa medio maliciosa

­- Shizuru!! Pero que dices!

Está bien, lo admitiré, me sonrojé, esta mujer no sabía hacer otra cosa más que mantener mi cara del color del tomate… siempre con sus bromas, que no le importaba quien estuviera escuchando, siempre me las hacía… y parecía que lo disfrutaba de alguna manera.

- ¿No te gustaría Natsuki? – aquí viene de nuevo…

- No - ¿o si?

- Sería divertido….

- Aún no has ganado el duelo – ¿pero qué…?

Me puse más roja, al escuchar mi propia voz diciendo eso… creo que lo dije bajo los efectos de la somnolencia…. Shizuru simplemente comenzó a reír, pero un poco más bajo de lo que siempre acostumbraba, parecía que no quería ser escuchada ni por ella misma.

- Ara, ¿No te parece mi proposición? - ¿me levantó las cejas o fueron ideas mías? – vamos, di que sí… yo sé que quieres Nat-su-ki - ¿Y ese tono qué fue?

Últimamente Shizuru me nombraba de una manera muy peculiar… tenía algunos días haciendo eso, casi siempre lo hacía después de que me gastaba alguna broma… cosa que me ponía roja, roja como un tomate… la mayoría de las veces me limitaba inclinar un poco la cabeza y ladearla para alguna lado para que Shizuru no se diera cuenta de mi cambio de color, pero era inútil, siempre me descubría. Aunque no era tan malo estar con Shizuru, muchas veces no soportaba sus bromitas.

- Claro que no, déjate de propuestas indecorosas y dime qué pasa… por algo me despertaste a estas horas Shizuru – en ese momento, me senté en la cama, frente a ella, si estaba a estas horas en mi cama, era por algo más que solamente hacerme bromitas…

Me llevaba muy bien con Shizuru, como la hermana mayor que siempre quise tener, como la mejor amiga que uno puede desear… pero claro siempre con esas bromas que a veces no sé si reírme, salir corriendo o simplemente ignorarlas, no sé si en realidad Shizuru me lo dice en serio… fuera de eso Shizuru me cae muy bien,  me agrada mucho haberla conocido y pasar tiempo con ella.

-Entonces te haré una nueva – pues ya qué le hago…

- Dime – antes de que me quede dormida otra vez

- Natsuki… tenemos que irnos… - irnos  -ahora… – eee??

Parecía que lo decía en serio, si alguien sabe cuándo Shizuru habla es serio… esa soy yo.

-¿Qué? ¿A dónde?¿Por qué?¿Por qué ahora… no ves que es de madrugada? -  no entiendo a qué se refiere

- Exactamente por eso, porque aún duerme la gente del castillo… además, no falta tanto para el amanecer...

- Shizuru ¿Qué está pasando? – De verdad, no entiendo nada

- ¿No quieres tener un día de paz alejada de tu hermano y de su novio? – su novio, jaja eso siempre me hace reír… sí parecen…

- Jajaja… su novio - xD - Claro que quiero pero… por eso esta vez llevaremos guardias... vuelve a dormir Shizuru…

- ¿Entonces no iras conmigo?

-No

-Natsuki… - decía un tanto insistente

- Ya te dije que no… quiero dormir… la cama es muy grande… puedes quedarte si quieres… - me hice a un lado, por si ella quería tomar el otro

- Ara… ahora no sé qué hacer… - ¿de qué? – Si quedarme en la cama con la princesa o huir….

- Si quieres, mejor vete a tu cama

- Está bien Natsuki, si no me quieres seguir no me quedará más remedio que raptarte en contra de tu voluntad… - ¿Eso es en serio?

Eso último lo dijo volteando mi cuerpo hacia donde se encontraba ella, pues me encontraba dándole la espalda. Nuestras miradas se cruzaron, la mía era de “No me raptes por favor” y la de ella era de “Te lo digo en serio Natsuki”.

- ¿Qué? - o.o  

- o mejor aún… te dejaré aquí y me iré sin tí, a ver cómo te las arreglas tu sola – silencio…

- No Shizuru… no me abandones! -  no con ese par suelto por ahí

- Escucha Natsuki, solamente quiero tener por lo menos un día de tranquilidad lejos de ellos… Natsuki por favor -  está bien, me convenciste, solo porque no me gusta ser molestada por esos…

- mmmm… está bien, pero quiero mi ración de mayo…. – y más vale que sea una ración grande

- Está bien princesa – siii…. mayo….

Shizuru había entrado a mi habitación en medio de la noche, eso parecía para mí, aunque ella dijera que faltaba poco para el amanecer. Me pidió escaparme con ella, al principio no me parecía tan buena idea, pero terminé aceptando gracias a la amenaza que me lanzó diciendo que me dejaría a merced de mi hermano y Takeda.

Así que ese día, en las horas de la madrugada, decidimos darnos a la fuga. Shizuru me explicó el plan rápidamente y luego lo ejecutamos, así que entramos primeramente a la cocina y salimos de ella con una canasta con lo necesario para preparar la mayo y té, a lo último, Shizuru se había vuelto adicta últimamente poniendo como pretexto que mi hermano y su novio le ponían los nervios de punta.

- ¿Llevamos lo necesario?

Veamos, huevo, aceite de oliva, sal, limones, hojas de té raro que le gusta a Shizuru, pan… cuchillo

- mmm… Sí -  con que haya mayo soy feliz

- Está bien… ahora vamos por los caballos

- Sí … caballera Shizuru

Después nos dirigimos donde estaban los carros que usábamos para cuando necesitábamos hacer viajes largos .Los guardias estaban insistentes en acompañarnos en nuestro viaje, decían que era peligroso que saliéramos solamente nosotras dos, pero al final los convencimos de que no les necesitábamos y de alguna manera terminaron aceptando no acompañarnos. Luego le pedimos al conductor que nos llevara a un lago al que mi hermano acostumbraba a ir a pescar con Takeda, cosa que Shizuru siempre dudaba que hicieran, siempre decía que hacían otras cosas, menos pescar. Le dimos instrucciones de que si alguien del castillo, me refiero a mi hermano o a mi padre, preguntaban por nosotras, les dijera que nos había llevado a ese lago, para que no se preocuparan. Además, detrás de nosotros iban dos solados llevando los caballos que siempre montábamos cuando salíamos de cacería o solamente de paseo, así que los usamos de excusa para decirles que regresaríamos nosotras mismas a más tardar al medio día, para acompañar al rey a comer.

Cuando llegamos al lago les volvimos a recordar las instrucciones de lo que debían decir al rey o al príncipe cuando notaran nuestra ausencia. Los soldados y el conductor se retiraron y nos desearon que tuviéramos una buena pesca. Nos hicimos hacia el lado donde había algunos árboles, simulando que ataríamos los caballos, pero al perderlos de vista Shizuru me pidió marcharnos.

- Natsuki, sube al caballo… vámonos de aquí

- Esta bien pero, ¿A dónde iremos?

- Ya lo verás, anda

Al parecer ese no era el lugar que al que Shizuru tenía planeado “huir”.Obviamente no lo era porque les dimos instrucciones precisas de que nos buscaran ahí. Aunque Shizuru no me había mencionado a dónde me llevaría, estaba bien cualquier lugar que ella escogiera, siempre y cuando la pareja de enamorados no se aparecieran por el lugar. Cabalgamos mientras mirábamos el amanecer… de verdad era algo hermoso, al ser la hija de un rey, sin preocupación alguna más la de mantener a mis sirvientes ocupados en sus tareas, no recordaba haber visto un amanecer desde hacía mucho tiempo, desde la última vez que salí con mi madre a nuestra caminata matutina…

El paisaje también era hermoso, íbamos por el sendero de una de las colinas que rodeaban el reino de Ankara, la cual estaba tupida de pinos, de un verde hermoso y con el amanecer de fondo, parecía que en verdad era el paraíso. La mañana se sentía fresca, así que llevábamos puestas nuestras capuchas, mientras podíamos oler ese delicioso aroma a pino fresco y al rocío que aún caía y se notaba en la hierba y en los pinos al lado del camino. La verdad no supe cuanto tiempo estuvimos cabalgando, pero de pronto no había sendero, Shizuru me llevaba al parecer a la cima de la colina, yo nunca había ido allá, menos montada en un caballo, así que bajé de él, Shizuru bajó del suyo y subimos caminando guiando a nuestros caballos por sus riendas. La castaña me iba cuidando los pasos, y los de mi caballo también. Me salvó varias veces de unas caídas a mi parecer inevitables. Cada vez el camino se hacía más angosto y escarpado, pero Shizuru parecía conocer muy bien ese terreno.

- Hemos llegado Mi Lady…

- ¿Es aquí?

- Así es mi princesa… aquí es

Al llegar a la cima, Shizuru ató los caballos a uno de los tantos pinos que había en el lugar. Frente a mí tenía lo que parecía ser una cueva, no muy grande. Me di la vuelta y pude observar el castillo, se miraba muy pequeño, pues estábamos lejos de él. También pude observar las colinas que lo rodeaban, el pueblo y el lago del cual procedíamos. En verdad era hermosa la vista que nos daba aquel lugar. Luego Shizuru me invitó a entrar a la cueva, no era muy grande pero tenía la suficiente altura como para poder estar en pie dentro de ella y  parecía que alguien había estado allí alguna vez. Pero la verdad no me interesaba mucho, por mí estaba bien, digo, no nos íbamos a quedar a vivir ahí como neandertales.

- Shizuru….

- Sí mi princesa -  me dijo dedicándome una sonrisa

- Tengo hambre -  mi estómago gruño pidiendo sus sagrados alimentos -  y sueño también – otro bostezo de león

- Está bien… recuéstate mientras yo preparo el desayuno

- ¿Tú cocinas?

- Natsuki, no soy una princesa como  tú

- Pues no… mi padre te llamo “caballero”… yo digo que te debió haber titulado “dama” o “caballera”…

- También prepararé el almuerzo, y de paso la comida… - claro… interrúmpeme, al cabo qué… mal educada ¬¬

- Shizuru…

- ¿Si?

- Quiero mayo…

Shizuru juntó un montón de hojas secas y encima de ellas me tendió unas sábanas que había estado cargando todo este tiempo y yo no lo había notado. Yo, ni tarda ni perezosa me recosté encima de ellas y al poco tiempo me quedé dormida. El olor a huevos fritos y a té de limón despertaron a mi estómago, quien me despertó a mí con el sonido que emanaba de él. Pero lo que yo quería era mi mayo, la comía a diario desde que tenía uso de razón y no pensaba dejarla de comer jamás. Solo esperaba que Shizuru la preparara tan bien como usaba su espada.

- Huele bien – de verdad olía delicioso

- El desayuno está servido Mi Lady

- Hambre

La comida se veía deliciosa, primero comí la mayo que Shizuru preparó, era de verdad deliciosa, más que la de la cocinera del rey.

- Shizuru… esa mayo estaba riquísima…

- Me da gusto que la disfrutaras Mi Lady

- ¿No te quedó más?

- No…

- Y ¿puedes hacer más?

- No – ojitos de corderito a medio morir – creo que alguien no empacó los suficientes huevos… - ahora una gota de sudor bajaba por mi frente, mientras me reía un tanto nerviosa – solamente trajiste los necesarios para una porción de mayo y para un buen almuerzo Natsuki

- Ejem… lo siento- ^_^’ - Te ganaste la mejor calificación en la clase de cocina… -  esa mayo de verdad estuvo muy buena

- Te cambio esa calificación por un beso Natsuki – me dijo guiñándome un ojo… ya saben de qué color terminé….

- …

- Toma

Me dio una taza de té de limón, que por cierto también estaba deliciosa, mientras ella terminaba de freír algo que parecía ser una pierna de pollo. No sé de dónde la obtuvo, ¿No se suponía que yo misma había preparado la canasta?. Luego me dio un plato con dos huevos fritos y una de las piernas de pollo que acaba de freír. No cruzamos ninguna palabra durante el almuerzo, yo en verdad disfrutaba esa comida. Llegué a pensar que le daría el puesto de cocinera. Al terminar me volví a recostar, pero cambié de lugar la cama, si es que se le puede decir así, la que Shizuru me construyó. La puse un poco más cerca de la entrada de la cueva, aunque esta no era muy larga. Me encontraba estaba recostada admirando el paisaje y Shizuru sentada a un lado de mí, a la altura de mi cabeza, acariciándome mis cabellos, cosa que provocó que me diera sueño de nuevo.

- ¿Cómo conoces este lugar Shizuru?... no te fue difícil guiarme hasta aquí

- mmm… ¿quieres la verdad o alguna mentirilla?

- pues, la verdad…

- Lo conozco desde que era niña… mi padre y mi madre solían traerme aquí para admirar el paisaje, el amanecer… solíamos pasar algunas veces la noche aquí, llegábamos desde el medio día, en el atardecer veíamos el ocaso desde esta misma posición y en las mañanas salíamos a ver el amanecer…

- ¿Y dónde están tus padres ahora?

- Ellos… fallecieron Natsuki…

- Oh… lo siento Shizuru -  creo que no debí haber preguntado eso

- No, está bien, fue hace mucho tiempo

Y así pasamos gran parte del día, platicando de nuestra niñez, yo le platicaba de mi madre y ella me platicaba de sus padres, le platicaba como mi hermano y yo éramos muy unidos cuando éramos niños y como cambió desde su amistad con Takeda. Shizuru alegaba que eso no era más que puro teatro para que no descubrieran sus verdaderas intenciones y  alejarme de ellos para que pudieran estar a solas. Yo simplemente reía con las ocurrencias de Shizuru. Era una persona muy agradable .Cuando no me hacía bromas claro.

A pesar de que llevábamos unas semanas viviendo juntas prácticamente, nunca nos habíamos dado un tiempo para platicar de nosotras, siempre andábamos huyendo de la pareja de enamorados que nos acechaba, escondiéndonos o ignorándolos para que nos dejaran de molestar, cosa que no daba mucho resultado, pues seguían ahí. Platicamos de muchas cosas diferentes, pero a mí me intrigaba una sola cosa y no sabía cómo preguntarle a Shizuru, hasta que al fin me armé de valor. Nunca he sido así, muchas veces aunque sea a golpes tengo que obtener la verdad, pero esta vez creo que me asustaba la respuesta que Shizuru me podría dar.

- Shizuru, - la castaña estaba tomando un sorbo de té y luego volteó a mirarme – Nunca te he preguntado esto… pero – su cara denotaba cierto interés - ¿Por qué no te quisiste casar con Reito?¿Por qué me pediste a mí y no a él?... en estos momentos ya estarían casados y muy probablemente recorriendo el mundo…

Shizuru me miró por un momento, muy atentamente y fijamente a los ojos, luego volvió su vista al horizonte y dio otro sorbo a su té.

- En unos momentos podrás observar el atardecer, y lo hermoso que se mira tu castillo con el sol de fondo…

- Nunca lo he visto desde este ángulo… - ¿el sol? Está bien Shizuru… no me contestes

Volvió a tomar otro sorbo de té. Yo sinceramente no sabía si volver a preguntar, ya no hacerlo nunca o qué, Shizuru claramente evadía mi pregunta. Me recosté de nuevo, cerré mis ojos y me llevé el antebrazo a los ojos, para cubrirlos. Permanecimos un momento en silencio las dos.

- Natsuki… debemos irnos… pronto anochecerá… debemos regresar antes de que no podamos ver nada porque no tenemos antorcha

- Está bien -  estuvo bien estar aquí, pero no me gustaría pasar la noche en esta cuevita

Nos levantamos de nuestros lugares. Shizuru recogió las cosas que habíamos usado, las empacó y las subió a su caballo, ella también lo hizo. Yo subí al mío también y muy pronto nos encontrábamos de nuevo en el sendero hacia el castillo, cabalgando una a un lado de la otra. Todo ese rato cabalgamos en silencio, solamente se escuchaban los pasos de los caballos y las hojas de los árboles que se mecían con el viento y hasta parecía que conversaban con él. De pronto Shizuru hizo desaparecer el silencio que nos acompañaba.

- Hasta ahora Natsuki, lo único que me gusta más que ese atardecer es estar contigo…-  ¿Qué? – cuando me enteré de que en Ankara ofrecían una buena recompensa, además de ser la esposa del príncipe o de la princesa, decidí que si veía a ese dragón, lo mataría, simplemente para cobrar la recompensa, haciendo a un lado el casamiento – cualquier persona quiere ser parte de la realeza ¿o no? – Así que… sin buscarlo un día el dragón me encontró… me dirigía hacia la cueva para ver el atardecer… de pronto algo oscureció el cielo, era él, nos  estaba rondando a mi caballo y a mí, traté de subir lo más rápido que pude, cubriéndome con los pinos, pero fue inútil, ni siquiera llegué a la mitad de la colina, así que decidí correr en dirección al lago, monté mi caballo y me dirigí hacia allá, afortunadamente no era la única que lo seguía por lo que lo pude perder por un rato, tiempo suficiente para llegar a una colina no tan alta como esta, aquella de allá – me señaló una colina que estaba justo a nuestra izquierda, pasando el lago – en ese tiempo el dragón mató a unas cinco o seis personas, no estoy segura… luego fue por mí, al ver que se acercaba le empecé a lanzar flechas, y a correr entre los pinos, había fuego alrededor de mí, tomé unos trapos viejos que traía en mi bolsa, con lo cual convertí en alguna especie de antorcha algunas flechas que tenía… cuando lo tuve un poco más de cerca, apunté con mi arco hacia uno de sus ojos… pensé que moriría en el intento, pero le di, al primer disparo… cayó al suelo… muy cerca de donde yo estaba, así que herí su otro ojo con otra flecha encendida… Al verlo en el piso, sin poder verme, trepé a su cabeza y le clave esta espada – dijo desenvainando su espada- algunas personas que llegaron ahí para ver que había pasado, rápidamente intentaron tomar alguna parte del dragón para ir a reclamar la recompensa… sin vergüenzas… - sin vergüenzas, no tienen honor - afortunadamente para mí la mayoría eran aldeanos que no tenían ni la mínima idea de cómo tomar una espada… así que los tuve que amenazar un poco… nadie me iba a robar lo que yo misma obtuve… Le quité algunos colmillos, uno de ellos lo tiene tu padre, otro está aquí – lo traía colgado de su cuello – después de quitarle los colmillos, subí rápidamente al caballo, encaminada al castillo del rey de Ankara… Al llegar pedí una audiencia con el rey, cosa que me fue negada, los soldados argumentaban que el rey estaba ocupado, que no podía pasar… - río un poco, ah se mira tan linda cuando sonríe … ¿pero qué cosas pienso?!  - Tus guardias necesitan entrenamiento Natsuki, logré burlar a los que estaban impidiéndome el paso, eran unos cuatro, por eso al entrar a donde estaban ustedes tenía toda la armadura puesta, más valía no perder ningún segundo, estaba segura de que nadie había llegado antes que yo argumentando que había matado a esa bestia, pero más valía entrar de una vez. Cuando entré, al único que miraba era al rey, lo único que me interesaba era el pago en oro que ofrecían. Con eso ya no tendría que andar buscando recompensas en otros reinos… - ¿Y por qué pedir mi mano? Aun no me contestas… - Al quitarme el yelmo, fue cuando te ví por primera vez…

- ¿Y entonces?

- No quería casarme con tu hermano

- Pero… Shizuru…

- Así que se me ocurrió pedir tu mano…

- ¿Así nada más? – vaya, que ocurrente eres

- Pues sí, supuse que tenía libertad de escoger yo maté a ese dragón… además creo que te vino bien a ti… te he cuidado de Takeda… aunque yo me tengo que cuidar te tu hermano…

- Pero es que no entiendes… Tú hubieras sido la próxima reina de Ankara!

- Eso no me importa Natsuki… jamás hubiera aceptado el casamiento con tu hermano… Seguramente, como dices tú, si lo hubiera aceptado estaríamos de viaje de bodas, en fiestas, cenas bailes… muy lindo sí, nada parecido a cómo vivía antes, pero también tendría que dormir con él -  ah entiendo – por lo cual seguramente en unos 9 meses estarías cargando a tu primer sobrino… - puse cara de confusión… – No Natsuki, yo no quiero eso para mí, no hubiera sido la reina, solamente la esposa del rey – como mamá… - En cambio contigo… podemos divertirnos si tu quieres – ¿se me está insinuando otra vez?! – sin riesgo de que ninguna de las dos vaya a tener a un heredero del rey… - ¿me giñó el ojo otra vez?! De verdad que no se cansa de burlarse de mí esta mujer… Dios, ¿Qué voy a hacer?! Ayúdame, socórreme!

- Shizuru… yo – en realidad no sé qué decir… aún no he aprendido a defenderme de Shizuru, solamente he aprendido que mi cara puede ser del color de sus ojos…

- Esto del duelo Natsuki… no sé qué pasará…

- Pues tú eres mucho mejor que Takeda… - de eso no hay duda

- Me siento segura sabes… para el duelo, pero aún no defino bien lo que siento hacia ti… – ni yo

- ¿Lo que sientes?... ¿no dices que fue mera coincidencia?… solo para evadir casarte con Reito

- Sí, pero creo que se ha convertido en algo más… -ay no Shizuru… no inventes

- Shizuru, tal vez sólo estás un poco confundida… -  creo que ambas lo estamos

- Sí Natsuki… estoy un poco confundida pero ¿así es el amor no? – ¿el amor? – solamente me he enamorado una vez Natsuki… tal vez dos… la primera me rompieron el corazón, eso es algo que prefiero no contarte… - no me interesa de todas maneras

- ¿Y la segunda? – detuvo su caballo y lo meditó por un momento…  parecía que iba a hablar  en serio, yo temía por la respuesta a esa pregunta…

- Natsuki… - nunca me había visto de esa manera

- ¿Shizuru? -  Ay no… aquí viene

Shizuru tenía una expresión que yo jamás, en estas dos semanas, había visto en su rostro… no sabía bien cómo interpretarla pero me daba un idea…

- Creo que la segunda eres tú… - ¿qué?

Oh no, lo que me temía, esperaba que Shizuru jamás me dijera esas palabras. Estaba segura de que ella ganaría el duelo, pero también estaba segura de que después de eso ambas quedaríamos libres, ella con su oro y yo con el mío, pero esa respuesta que Shizuru me dio cambiaba por completo el panorama que tenía de la situación. También cambiaba el panorama de lo que yo sentía hacia ella… Me gustaba mucho estar con ella, conversar cuando nos era posible, salir a caminar, a cabalgar… a lo que fuera, yo me sentía feliz, siempre y cuando Shizuru me acompañara… Pero, para mí eso no era amor… era mera amistad… ¿o no?... No me agradaba que Reito se le acercara… de Takeda no me preocupaba mucho, me preocupaba cuando se me acercaba a mí, pero cuando Reito se le acercaba a Shizuru… Aaaah!! Quería golpearlo con todas mis fuerzas!! … Tal vez me esté engañando a mí misma, no lo sé, pero no puedo sentir esto por Shizuru… yo misma espero otra cosa de mí… pero ¿y si sentía lo mismo por Shizuru, lo que ella sentía hacia mí?

- ¿Qué?

Shizuru detuvo los caballos, me miraba fijamente y con mucha ternura.

- Natsuki… te amo …

- Shizuru… creo que…

Bajó de su caballo, se puso a un lado de mí y me pidió que bajara. Me abrazó un momento, yo correspondí su abrazo, aunque no entendía bien que estaba pasando, en mi mente daban vuelta muchas cosas.

- Natsuki… quiero que seas mi princesa, mi princesa azul

CONTINUARÁ

En una semana la conti… espero que les haya gustado =]

Bibi<3