Garderobe Gakuen - Capítulo 4

Autora: HauR Enviado por: jen

GARDEROBE GAKUEN

"Formando señoritas hoy y siempre"

Capítulo 4.
¿Alguien ha notado que cada capítulo comienza siempre con mi tía Miss Maria? Pues este no va a ser la excepción, de nuevo estoy en la oficina de la directora de Garderobe, aunque en esta ocasión por motivos que no son para llamarme la atención.
- "¡Qué significa esto!" - Protesté.
- "A mí también me da gusto verte de nuevo, amiga"
- "Basta ustedes dos, Natsuki, Nao" - Aquí vino una pausa dramática por parte de la tía - "De ahora en adelante Yuuki Nao estará con nosotras"
- "¡Pero por qué!"
- "Para empezar a mí también me expulsaron del colegio, escuché que habías entrado a Garderobe y supuse que no habría ningún problema si me alistaba también" - Nao dice las cosas tan casualmente que a veces me sorprende su ligereza.
- "Inscribirse, que este es un colegio, no un ejército" - Ni Nao ni yo quisimos argumentar lo contrario, pese a saber que no estábamos en un error.
- "¿Pero tenías que enrolarte como un hombre también?"
- "¡Inscribir y ya basta de bromas!" - Dijo Miss Maria perdiendo ya la paciencia - "Ha sido idea mía"
- "¡Pero tía tú! ¿Por qué?"
- "Pensé que te sentirías muy sola sin nadie que sepa de tu situación" - Y después de un mes te preocupa mi bienestar, ajá - "Además, supe por Sagisawa-sensei que tuviste un problema en tu periodo anterior, creo que es buena idea que alguien esté contigo en esos días"
- "¿Problema, cuál problema? Si lo dices porque le rompí la boca a Tomoe eso fue antes de"

- "Faltaste a clases una semana Natsuki"
- "¡Yo que culpa me tengo de tener un periodo de ocho malditos días!"
- "No maldigas en presencia de Maria-sama, Kuga" - Estúpida Nao.
- "¡A callar las dos! Es mi decisión y punto, espero que no tengamos ningún problema en Garderobe como lo fue en su anterior escuela y esto va para ambas" - Mirándonos retadoramente - "Si escucho, veo o presiento que ustedes intentan arruinar con sus actos vandálicos la honorable e intachable reputación de este recinto, juro por Dios que haré que se arrepientan de haber venido al mundo"
Y este fue otro gran momento familiar con 'Maria-sama nos está viendo y muy de cerca', ya a estas alturas sé bien que pelearse con ella es inútil, no le puedes ganar y menos en su territorio. Para empezar si no quiere problemas pues para qué demonios nos aceptó aquí, lo que me lleva al siguiente punto.
- "¿Cómo demonios se te cruzó por la mente entrar a Garderobe?"
- "Estaba aburrida en Tokio Gakuen, es una pena admitir que sin ti la cosa está de perros"
- "Agradezco tu fidelidad pero, ¿has perdido la razón?"
- "No"
- "¡Cómo se te ocurrió de todos los lugares venir aquí, es más cómo supiste dónde estaba!"
- "Eso fue sencillo, le pagué a Sakomizu tu mozo, lo demás fue invención mía"
- "¿Sobornaste a Sakomizu?"
- "No hay imposibles para la heredera de la dinastía Zhang"
- "Aún así"
- "Él dijo, Kuga está en Garderobe, un instituto donde las doncellas se mantienen en gracia ante Dios y ante el mundo" - ¿Ah? - "Un lugar donde ningún hombre antes ha posado un pie y las jóvenes se mantienen castas hasta salir con un velo blanco..."
- "No comprendo, ¿te gusta la religión?"
- "No idiota, quiero una doncella y virgen, para variar el menú"
- "¡NAO!"
- "Lo de entrar como un varón fue idea de tu tía, pero ambas sabemos que eso no será impedimento"
- "Basta, no me digas más, no quiero saber nada"
- "Compartiremos el cuarto"
- "No te escucho" - Dije caminando con los oídos cubiertos con mis manos.
- "Compartiremos experiencias también"
- "La, la, la, la" - Comencé a tararear infantilmente.
- "Tengo mi Blackberry" - Me detuve en seco, tal vez esto no sea tan mala idea después de todo.
Antes de llevar a Nao al cuarto le di un rápido paseo por los alrededores para que conozca las instalaciones de Garderobe. Miss Maria me dijo que Nao tendría las mismas actividades que yo, así que asistitía a todas los clubes que yo atiendo normalmente y para mis adentros pensé que eso no me lo podía perder. En el camino nos encontramos con algunas incautas que todavía deambulaban en los pasillos del colegio, a la distancia se podía escuchar el clásico grito femenino cuando ve algo que le asusta.
- "¿Hueles eso Kuga?"
- "Err, ¿la cena?"
- "No, huele a temporada de doncellas"
Ni siquiera contesté a eso, es más, hice como que jamás lo escuché y seguí con mi tour a mi compañero de habitación por lo que queda del ciclo escolar. Finalmente llegamos al cuarto y ahí Nao tiró su maleta en la otra cama disponible. Le sugerí que se diera un baño para que más tarde saliéramos a cenar con las demás, pero Nao no quiso bajar a cenar, argumentando que ya había comido y que su entrada sería más impactante cuando se presentara al día siguiente.
No la contradije, aunque cuando bajé a cenar los rumores ya corrían fuertemente, en cuanto Harada comenzó a pulular a mi alrededor para obtener información preferí ignorarla y hacer como que no sabía nada. Cuando mis compañeras se cansaron de preguntarme, continuaron con su conversación en donde la habían dejado y yo pude finalmente disfrutar de una tranquila cena.
Luego recordé lo que había pasado esta tarde, cuando estuve a solas con Fujino. Como acto reflejo, busqué a Shizuru entre sus compañeras de salón, para mi sorpresa ella no estaba ahí. Así que supongo que lo que sea que eso haya sido, habrá de esperar hasta el día de mañana. En cuanto terminé mi cena, decidí dar un corto paseo al teatro del colegio para pensar más a fondo lo que estaba ocurriendo.
Cambios inesperados y drásticos se venían a la vida tranquila que llevé por casi un mes, uno de ellos es la llegada de Nao, quien con su actitud ligera y desobligada, venía a darle un nuevo aire a esta sensación de pesadumbre que llevo a cuestas desde que entré. Por otro lado está Shizuru, quien al parecer ha comenzado a cambiar su actitud hacia mí por una mucho más extraña e inesperada. Intentó besarme, de eso no me queda la menor duda, pero el por qué es lo que me está molestando. ¿Estaba jugando? Nao una vez me hizo lo mismo cuando estábamos saliendo de la escuela elemental, pero fue un juego, dudo que Fujino comparta las mismas diversiones que Nao.
Sino estaba jugando entonces ¿de qué vino eso? Eso significa que quizás, que quizás... No, no, no, imposible; ella es Fujino Shizuru, integrante del consejo estudiantil, la número uno en todo, la estudiante más respetada de todo Garderobe... ¿Enamorada de un gañán como yo? ¡Jamás! Y si así fuera tanto peor, no soy lo que parezco, no soy el hijo de un gran empresario sino la oveja negra de la familia Kuga, su pecado escondido. Eso sin mencionar el pequeño detalle de que soy una mujer como ella, bueno quizás no como ella, pero el caso es ese.
¡Dios mío! Ayúdame Maria-sama, que me duele la cabeza de pensar tantas tonterías, yo creo que el encierro me ha lavado el cerebro. Antes de entrar a Garderobe, si me hubiese pasado algo como lo de esta tarde, me hubiera reído a carcajadas de Fujino. Pero no puedo hacerlo ahora, creo que tanto rezar me ha vuelto idiota o algo así.
- "¿Natsuki?" - Aght
- "Shi-Shizuru, pensé que no había nadie aquí"
- "Estaba esperándote"
- "¿En serio?"
- "Siéntate" - Fujino me hizo un ademán para que me sentase en el asiento contiguo al suyo.
- "¿Te sientes mal? Noté que no fuiste a cenar" - Pregunté para tratar de alivianar el ambiente.
- "Sólo quería estar un momento a solas, eso fue todo"
- "Oh" - Respondí sin saber qué más decir, las ideas se me habían agotado. Afortunadamente Fujino prosiguió la conversación.
- "Perdóname" - Empezó ella - "No sé que se apoderó de mí esta tarde, actué de una manera muy impropia"
- "¿Por qué?" - ¿Se está disculpando por algo que ni siquiera pasó?
- "Kuga-han es muy lindo" - ¿Me dijo lindo? - "Y yo actué como una idiota, me vi muy mal, ¿verdad?"
- "¿Por qué me llamas Kuga-han?"
- "Yo estoy comprometida, le debo respeto y obediencia a mi prometido"
- "Pero él no está aquí" - Típico argumento de patán, pero se me salió.
- "De ahora en adelante te prometo que no volveré a comportarme de esa manera, por favor, no volvamos a tocar el tema"
- "Como tú digas Shizuru"
Bien, si tú quieres llamarme Kuga-han delante de todos está perfecto para mí, pero si Shizuru creía que yo iba a hacer lo mismo se equivocó. Cuando ella se puso de pie, me hizo una reverencia, me dio las buenas noches y se fue. Mientras cruzaba de los taburetes hasta la salida, le seguí con la mirada, no había notado que Shizuru tenía un hermoso y curvilíneo cuerpo. Fue en ese momento que se me metió el demonio y pensé, ¿por qué no? Tal vez Nao no está tan equivocada como yo pensé, tal vez debería aprovechar mi estancia en Garderobe hasta el límite y abusar de mi identidad masculina, para sacar provecho de una virginal y bella damisela.
A la mañana siguiente el fresco aire que provenía del balcón me despertó de mi dulce y hermoso sueño. No recordaba haber dejado la puerta que daba al balcón abierta para que entrara el aire al cuarto. Al reaccionar un poco mejor a los estímulos externos, descubrí la razón cuando escuché voces provenientes del exterior.
- "1,2; 1,2; 1,2"
- "Buenos días señoritas" - ¿Nao?
- "¡Kyaaaaaaaaa!"
- "¡Deja de molestar a las chicas del equipo de béisbol!" - Le grité a Nao desde mi cama.
- "¿Ya viste lo cortos de sus shorts Kuga? ¡Este es un auténtico paraíso! Estaba en un error, Tokio es un verdadero lugar de perdición como Sodoma y Gomorra, en cambio aquí..."
Ni siquiera la dejé terminar, le lancé una almohada lo más fuerte que pude y ni tarda ni perezosa, la susodicha pegó un brinco en dirección a mi cama y comenzamos a pelear. Le lancé un puñetazo al rostro pero Nao supo esquivarlo bien, luego me sujetó ambos brazos y se sentó sobre mi estómago riéndose diabólicamente. Una voz femenina nos sacó de nuestro juego mañanero, emitiendo un sonido gutural reprobatorio ante nuestra libertina conducta.
- "No se permiten actos homosexuales en Garderobe, regla número uno"
- "¡Sugiura!"- Exclamé al mismo tiempo que derribé a Nao de una patada.
- "No estábamos haciendo nada malo" - Vociferó Nao.
- "Estabas viendo a las chicas con lujuria, segunda regla, no desearás a la mujer de tu prójimo"
- "¡Ese es un mandamiento de una religión que ni siquiera profeso!" - Protestó la quejosa - "Además ellas no son de nadie, no son objetos"
- "Nao en defensa de las mujeres, el mundo se va a acabar" - Me entrometí en la discusión.
- "Además, Kuga y yo somos hombres ahora, esta clase de juegos está permitido entre nosotros"
- "Tampoco el yaoi es permisible en Garderobe"
- "¡Yaoi! A mí no me gusta Nao" - Contesté mientras que Nao hacía una mueca reprobatoria al yaoi.
- "Alístense, Miss Maria me ha pedido que presente formalmente a Yuuki-san al 1-C"
- "¿No va a estar en mi salón?"
- "Relájate Kuga, es lo mejor para formar mi propio harem"
- "¿No se supone que estás aquí para apoyarme, por qué nos separan?" - Reclamé melodramáticamente, debo admitir que se vio muy mal.
- "Kuga tienes serios problemas"
- "Miss Maria consideró que es mejor que ustedes dos no estén juntas para evitar algún enfrentamiento innecesario, tienen quince minutos"
Sugiura salió de la habitación y sólo nos quedamos nosotras dos para vernos las caras. Afortunadamente Nao no hizo mayor comentario a mi momento telenovelero de hace unos minutos, simplemente se dedicó a alistarse y yo le seguí. Fue una verdadera sorpresa descubrir que Nao hace un buen nudo de corbata, así que al menos el problema del nudo de borracho que yo tenía quedó solucionado. Mientras peinaba mi cabello para anudarlo en una cola de caballo noté que Nao echó unos calcetines adentro de su pantalón.
- "¿Qué estás haciendo?"
- "Impresionando a las princesitas"
- "¿Ah? ¿Con un calcetín?"
- "Te enseñaré" - Se subió la bragueta hizo un movimiento medio extraño y se puso frente a mí... Esta imagen no la voy a olvidar nunca.
- "¡Eso es... lascivo!"
- "Eso se llama realizar una buena caracterización del personaje que represento y tú, mi buen Kuga, deberías hacer lo mismo"
- "¡Que me lleve el diablo antes!"
- "¿Realmente crees que con una actitud de marimacho y un par de pantalones, podrás engañar a todo el mundo? Tarde o temprano alguien se dará cuenta"
- "Nadie me ha dicho nada hasta ahora"
- "Porque son muy brutas creo, pero no podrás hacerlo toda la vida" - Continué con mi tarea e hice caso omiso al consejo de la experta - "Pero si las engañas bien tendrás tu recompensa tarde o temprano"
Por alguna extraña razón, cuando dijo la palabra recompensa lo primero que se me vino a la mente fue Fujino, luego su prometido, pero lo primero fue Fujino. A lo mejor soy una idiota, a lo mejor no debería seguir las locas ideas de Nao pero hoy por hoy, creo que fue un buen consejo.
- "Dame un par"
A decir verdad fue algo frustrante el no estar presente cuando Nao se presentó ante el grupo, realmente me hubiese gustado estar ahí para ver sus rostros al tener que compartir cátedra con un varón de ahora en adelante. Las horas se me hicieron eternas y realmente deseaba que las clases acabaran para poder estar con Nao, aun así, esperé estoicamente hasta el descanso.
Cuando el timbre sonó para avisarnos que era hora de comer, acudí al lugar de costumbre donde me juntaba con Mai y las demás, sólo que esta vez les llevé a Nao-kun. Nao-kun, suena raro eso.
- "Yuuki-san, gusto en conocerte, mi nombre es Tokiha Mai y ellas son..."
- "Las conozco están en mi grupo"
- "Gusto en conocerte" - Dijo políticamente Aoi al mismo tiempo que Chie me daba un golpe por la espalda.
- "¿No que no sabías nada?" - Acusó Chie - "Harada Chie, fotógrafa oficial de Garderobe"
- "Auch, mi tía me pidió discreción" - Dije mientras me sobaba la espalda.
- "Yuuki-san, ¿qué se siente estar en un colegio dominado mayormente por las mujeres" - Preguntó Chie cual entrevista de noticiero barato.
- "El paraíso" - Respondió sin ninguna pena la descarada de Nao, a lo que tuve que darle un buen golpe en la cabeza para que dejara de decir sandeces.
- "Nao quiere decir que no le ve ningún inconveniente al asunto y está muy feliz de estar aquí" - Respondí por Nao.
- "¿Es cierto que Kuga y tú se conocen desde antes?" - Continuó Chie con su interrogatorio y cuando me di cuenta, había un grupo de señoritas alrededor nuestro.
- "Kuga y yo hemos sido amigos desde la infancia"
- "Yuuki-san, ¿tienes novia?" - Alguien de la muchedumbre gritó por ahí.
- "No, pero estoy abierto al amor en donde sea" - ¡Oh Dios! Las masas gritaron energúmenas, las niñas estaban locas por Nao. Ahora resulta que ella era más popular que yo.
Después de esa declaración, las señoritas comenzaron a repartirle recaditos a Nao mientras que otro grupo se acercaba a ella y le preguntaban que quién le teñía el cabello y que se veía muy bien. No muy contenta por la situación, preferí alejarme cuanto antes del lugar antes de que, una diarrea verde y pestilente me comenzara. Caminé sin ningún rumbo en particular y al pasar por unos arbustos escuché la melodiosa voz de Fujino.
- "Buenos días Kuga-han"
- "Fujino, me asustaste"
- "¿Tan terrible te parece mi presencia?"
- "Mas bien fue inesperada"
- "Tu amigo es muy popular"
- "Sí bueno, Nao siempre ha sabido hacer amistades mejor que yo"
- "Pero gracias a Yuuki-san me pude deshacer de mi escorta y poder hablar a solas con Kuga-han"
- "Tienes razón, no volveré a quejarme entonces por la popularidad de Nao en Garderobe"
- "Te ves diferente" - Me lleva, lo dijo por el calcetín, sabía que no era buena idea - "Como más relajado"
- "Debe ser la idea de ver un rostro conocido" - Ya me estaba yendo para otro lado.
- "Natsuki está sonriente" - Me llamó Natsuki - "Esa sonrisa, me gusta... Natsuki" - ¿Soy yo o deliberadamente dijo esto último muy lento?
- "Shizuru ha comenzado a llamarme por mi nombre"
- "¿Acaso soy yo quien provoca esa reacción en Kuga-han?"
- "¿Quieres ampliar más mi sonrisa?" - Desafié a Fujino y antes de que ella se diera cuenta la jalé hacia mí y le robé un beso. Acto seguido me abofeteó.
- "¡Eres un delincuente!"
Fujino se dio la media vuelta hecha una furia y se alejó del lugar en donde nos encontrábamos muy mortificada. Mientras tanto, me pasé la mano en la mejilla que Shizuru había cacheteado al mismo tiempo que me reía. El sonido del pasto me hizo percatarme de que Nao había estado ahí lo suficiente para presenciar la escena que tuve con Fujino.
- "¡Cómo se aprieta esa vieja!" - Comentó Nao.
- "Ayer ella me lo pedía y ahora se molesta, ¿quién la entiende?" - Comenté aún sonriente.
- "No te ves muy disgustada"
- "No lo estoy, esto es divertido"
- "¿Eres masoquista o simplemente eres estúpida de nacimiento?"
- "¿Te parece? Mas bien creo que esto de ser hombre tiene sus ventajas"