Cap 9 de "Convenio con el Diablo" por Amane-chan

Finalmente, seguimos con esta historia... pido disculpas a los lectores por la tardanza, y a la autora por el mal proceder de nuestra ex-compañera.
Si ven alguna historia reciente que esté sin terminar de publicar, les ruego me notifiquen, para saber las razones e intentar comunicarme con la autora. Muchas gracias.
PD. Para los que no saben comunicarse con respeto en comunidad, les pido aplaquen su agresividad. Gracias nuevamente.
Michelle...

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Capítulo 9

  Travesuras…

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Observó el reloj de su muñeca, faltaban 15 minutos para las 12:00pm. Si bien recordaba, la peliazul le había avisado encontrarse con ella en el área de estacionamiento. Aunque no le gustaba que otros decidieran los planes por ella, se dijo así misma que esta vez pasaría por alto esa estupidez, puesto que no sabía lo que estaba a punto de pasar. Natsuki estaba empezando a tomar parte de las riendas del plan, y eso claramente no era parte de su plan.

Ojala y fueran más astutos… Se decía para sus adentros la peli naranja al darse cuenta de la aglutinación de alumnos cerca del área, pues para ellos, era como un gran espectáculo, ver que dos bellezas se juntasen para conversar de algo 'interesante', ver que las dos nuevas candidatas a la encuesta semestral estaban a punto de conversar acerca de salir con la otra, ver que si la peli naranja fuese rechazada por la candente peliazul quién sería el primer torpe en ofrecerse como el remplazo de ella, etc.

Observó su reloj de muñeca nuevamente, faltaban 9 minutos para la hora, Mai pensó que para este momento, Natsuki ya hubiera sido interceptada por Juliett e incluso ya hubiera analizado su postura, no quería que surgiera alguna confusión en ese momento. Incluso podría olvidarse de lo que me dijo en la cafetería principal por andar dándole tanto en qué pensar… Sabía que Juliett sería indispensable de ahora en adelante, pues había sido planeada para ser 'cómplice' y amiga oficial de la peliazul en el tiempo del campus, pues sabía que Natsuki necesitaría un poco de ayuda para sobrellevar los problemas.

Se fue acercando al edificio principal, quería que su rostro denotara algo de sorpresa, ansiedad y felicidad, sin necesidad de percatarse de toda la audiencia, pues poco a poco mientras ella se va acercando al lugar acordado, el alumnado se va retirando del lugar para colocarse en posiciones clave para no parecer más ansiosos que la peli naranja.

Se encontraba en la cuarta semana de su estadía en la universidad del Norte y poco a poco, con su personalidad de chica despistada, alegre pero inteligente y bella, se fue dando cuenta de los avances que iba teniendo su popularidad; había chicas que gritaban su nombre, aclamando por ella, y ni siquiera las había visto por lo menos una vez, incluso la peliazul le contó la misma historia y además le comentaba que casi a diario recibía confesiones de ambos sexos. Para las dos era sumamente raro, pero cada quién se las sabían arreglar de diferentes maneras, cada una se fue creando su propia fama, y ahora llamaban la suficiente atención cómo para crear este tipo de conmoción al ser presentes de tal vez una futura unión explosiva.

Mai se dirigía con paso lento al estacionamiento, visualizó a Duran y se recargó en él, alcanzando a escuchar algunos cuchicheos de asombro, puesto que nunca nadie se hubiera atrevido a tocar siquiera la motocicleta del príncipe.

Por alguna extraña razón su reloj de muñeca hizo un extraño cucú, dando a conocer que ya era la hora. Cerró sus ojos para 'intentar' calmarse y esperó pacientemente, pasaron dos minutos y los cuchicheos se fueron escuchando nuevamente, la peli naranja abrió sus ojos y vio sorprendida, pues enfrente de ella se encontraba la ojiverde. Ni siquiera escuché su caminar… Y eso que trae tacones.

"Ho-hola…"-Saludó de acuerdo a su criterio.

"He conocido a mi 'escudo'…"-Soltó la peliazul con su típica mirada fría, pues no importando de lo que estuviesen hablando, nadie podía escucharles.

"De eso lo hablaremos en casa, ahora, es tiempo de llamar la atención, príncipe…"-Mai sonrió pícara y vio rápidamente un sonrojo en la peliazul.-"Y ahora, Kuga-san, me gustaría que siguiera el guión original…"-Y sin más ni más, Natsuki sonrió de forma lasciva, tomó el casco que se encontraba en la parte derecha del manubrio y se lo extendió a la peli naranja, ésta le miró confundida, pues vio a la peliazul montarse en Duran y ofrecer su mano para que Mai se subiera.

Es la segunda vez que me saca de mis planes. Suspiró, regresó en su papel de chica sonriente y aceptó la ayuda de la peliazul para subirse en Duran y partir del lugar…

El alumnado completo estaba absorto, ¿Todo aquello quería decir que la sexy y candente Kuga Natsuki no había rechazado a la cándida Aku Mai?, entonces, ¿Hacia dónde se dirigían?

Esa también era la pregunta que se estaba formulando en la mente de unos ojos rubís que fueron presentes de aquella escena desgarradora…

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La experiencia vivida en ese corto tiempo encima de Duran y manejado por una maniaca adicta a las velocidades de cabello cobalto, nadie se lo va a quitar, y serían días de reposo mental para superar el terror y los pensamientos pasados en ese aciago momento. Y es que era verdad cuando le dije a Shizuru en aquellos días que ni loca me subía a una motocicleta. No lo vuelvo hacer… Se llevó la mano derecha a la cabeza calibrando su temperatura y sintiendo pasar el mareo provocado, se recostó delicadamente en el sillón del departamento de la peliazul y….

"Oh, Mai, mira que no es para tanto."-La peliazul hablaba con una expresión tan ligera que...-"Oe, tampoco es para que te pongas verde… Oe… ¡Mai!"-Fue como si la exclusión de esa pesadez en las palabras de la peliazul se hubiesen dirigido al cuerpo de la peli naranja.-"¡Ni se te ocurra vomitar aquí!"-Estaba al borde de la desesperación, Tokiha iba tornando su rostro de un pálido a uno verde y después a un morado. Segundos después pudo contenerse y calmarse.

"Tranquila, ya estoy mejor…"-Sentía que su cabeza daba vueltas, momentos después escuchaba las pisadas de zapatos de tacón de la peliazul de un lado para el otro del departamento, después escuchaba el grifo del agua abrirse, para luego volver escuchar los pasos de Natsuki volver para con ella. El pañuelo mojado en su cabeza fue como el regalo más preciado que hubiese tenido en toda su vida y respiró profundamente en consuelo.-"Gracias…"-Suspiró, agradeciendo tal gesto, de vez en cuando aquella adicta a la velocidad no era una cabeza de chorlito.-"Juliett…"-Empezó hablar aún recostada y con el pañuelo cubriéndole la frente y los ojos. Escuchó el silencio y prosiguió.-"Como te lo había escrito, Juliett será usada como una medida de emergencia…"-

"Yo…"

"¿Si…?"-La peli naranja se quitó cuidadosamente el pañuelo y volteó a ver la mirada de su a amiga.

"Cuando me dejaste sola con Shizuru. Esa sensación de excitación ante el peligro de que despertara y me viera tocando el piano, y sobre todo cuando…"-Le iba a comentar sobre aquello que hizo después de, pero no tuvo valor.

"La has besado ¿verdad?"-Natsuki volteó la mirada intentando que su sonrojo no fuera visible.-"Bueno, no hace falta ponerle signos de interrogación porque a mi parecer es una pregunta un tanto estúpida."-Bufó, pero lo raro fue, que en lo más recóndito del interior de la peli naranja, algo le llamó la atención, pues algo comenzaba a quebrarse.-"Pero, a qué quieres llegar con esto."

"La sensación de estar cerca de Shizuru, la sensación de tocar su piel, su cabello, de respirar su aroma, de tocarle melodías, y todas aquellas cosas que aún no puedo. Mai, todo aquello lo quiero de regreso… No me importa si tengo que hacer otro pacto, ganar una guerra que nunca pedí que se hiciera, incluso vender mi cuerpo o alma…"

"Ya no digas más."-Fue como si la peli naranja se hubiese emocionado por las palabras de su amiga…-"Tenemos que reafirmar el plan, mi plan, porque, hablando de guerras…"

La peli naranja le contó sobre su amistad con la jefa de periodismo, sobre lo ocurrido aquella mañana después de dejarla sola con la castaña, sobre el desorden de la oficina y el quién lo había provocado, y sobre todo, le contó lo que su amiga Harada Chie le había dicho sobre la 'sexy top' y los enfrentamientos indirectos que habían tenido aquellas dos reinas locas, ¿el por qué?, porque, al diablo el trato de 'nada más sabrás tu parte', en esta ocasión su cliente, no, su amiga debía de estar al tanto de lo que pasaba a su alrededor, porque la batalla que estaban a punto de ser partícipe, ganaba quien tuviera la mayor precaución y quien poseyera más información.

"Y aparte, el desmayo de Shizuru"-La peliazul puso extrema atención.-"Fue una alteración emocional por la conversación que tuvo con Takama, pues se dio cuenta de que fuiste tú, una de las chicas que salió con Shizuru, y se ha percatado de tu cambio radical… Natsuki, Takama irá a por ti en cualquier momento, será por eso que…"

"Tú y yo empezaremos nuestra 'relación'…"

"Así es… mi vida."-Mai entonó su voz en un tono cariñoso, para luego soltarle un guiño.

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Medio mundo se hizo múltiples preguntas… ¿Habría resultado bien aquella confesión de la princesa Mai? ¿Por qué aquellas dos se marcharon en la motocicleta de la peliazul y ya no volvieron? ¿Habrían hecho esto y aquello, ya en la cama? ¿Por qué al día siguiente de la conversación aquellas dos no se dirigían la palabra? ¡¿Por qué nadie quiere explicarnos nada?

Al día siguiente, no llegaron tomadas de la mano, ni siquiera se dirigieron la palabra, sólo hubo una ligera mueca por parte de la peliazul, como si aquella mueca fuera interpretada por una sonrisa, pero nada más. Ese día la peliazul había llegado como siempre en su motocicleta, con su despampanante ropa, y se dirigió al aula de clases, por su parte, la peli naranja había llegado en sus dos pies a la facultad, puesto que había dejado su coche dentro del estacionamiento el día anterior, y también, se dirigió a su aula de clases.

Al llegar al aula, Mai saludó con extrema naturalidad, sus compañeros de clase le correspondieron con grandes sonrisas, pero aquellas sonrisas exigían una detallada explicación, suspiró, pues ni siquiera había tenido tiempo de dejar su bolsa y cuaderno en su asiento, volvió a sonreír.

"Está bien, uno por uno pueden ir preguntando."-Soltó de una, haciendo que aquellas sonrisas se hiciesen más grandes. No hubo un sobresalto a como lo había imaginado en su mente, pues las preguntas iban en orden, haciendo que su memoria las captara una por una.-"Está bien, está bien. Primero."-Suspiró, llevó su vista hacia el lugar en donde tomaba asiento y se dio cuenta de que su compañera castaña aún no llegaba.-"Cuando salimos del campus en su motocicleta, me llevó a casa, y debajo de mi departamento hablamos un poco."-Otras preguntas comenzaban a surgir.-"Con calma chicos… sí, me dijo que me daría una oportunidad para salir con ella."-Todos gritaron emocionados.-"Y si Eriol."-Se refería a un compañero de su clase de gafas de un cabello corto y ojos azules.-"Esa motocicleta es un maldito monstruo…"-Todos soltaron una carcajada. De pronto la puerta del aula se abrió y de ella entró la castaña, todos alrededor de la peli naranja se quedaron callados, pues vieron el semblante serio de Shizuru Fujino. Sólo cuando ella sonrió, todos en el aula soltaron un ligero suspiro y continuaron con las palabras de buena suerte y que la relación que aquellas dos empezarían durara por un tiempo…

"Ara, Mai-han, veo que ha tenido un buen día."

"Así es Fujino-sama, Aku-san ha tenido una oportunidad de salir con Kuga Natsuki el nuevo doncel de hielo."-Interrumpió una chica con el nombre de Kotomi, compañera de su clase. Muchas chicas alrededor suspiraron. Mai sonreía de la alegría y con un tanto de pena, pero entre todo eso, podía ver por el rabillo del ojo como esa mano derecha de la castaña se formaba en un puño, la ira comenzaba a notarse en el cuerpo de Fujino Shizuru.

Para Mai, aún era sumamente raro que se refirieran a Natsuki como en una especie de figura masculina, pero bien, podía darle un punto a favor puesto que también admitía que cuando se subía a Duran o cuando se agarraba su cabello en una coleta, aún vistiendo los atuendos femeninos que había escogido, junto con Miyu, para ella, Natsuki se veía con una apariencia un tanto andrógina, que llamaba sublimemente la atención, haciendo, no importando el sexo, que voltearas hacia ella e instantáneamente suspiraras.

Minutos después, el profesor de Finanzas, aquel que de vez en cuando asistía a sus clases, entró al aula para empezar con la clase.

"Llegaste inesperadamente tarde."-Comenzó la peli naranja con sus palabras pronunciadas en susurros para que el profesor no se percatara. Había dicho tarde, pues la castaña siempre llegaba con muchos minutos de anticipación, pero esta vez sólo llegó a tiempo para la clase.

"Tuve un asunto pendiente."-Dijo la castaña con la misma cautela, no preocupándose de que su expresión fuera seria, sino más bien dicha con un toque de travesura y malicia.

"Esto… ¿Shizuru?"-Y de forma instantánea olvidó ponerle el santo prefijo.-"¿san?"-Se apresuró a agregarlo.

"¿Si? ¿Mai…han?"-Shizuru se rió al ser partícipe de una pequeña broma hecha entre dos amigas, pero en el fondo, la peli naranja se sintió abochornada por el simple hecho de pensar que podía estar sintiendo una confianza en la castaña. ¡Pero qué estúpida me vi! Se dijo para sus adentros la peli naranja.

"N-no nada olvi…"

"¡¿¡Pero quién diablos lo ha hecho!"-La interrupción fue hecha por el grito de una voz femenina furiosa en el corredor.

Al parecer, todos los estudiantes del aula reconocieron esa voz que salía de los pasillos, haciendo que las clases fueran brutalmente interrumpidas por ese grito, después se escuchaban muchos zapateos apresurados, susurros y unos gritos ensordecedores de la voz de Takama Victoria. Nadie se animaba a salir del aula, pero todos estaban ansiosos por saber qué era lo que estaba pasando.

De repente se escucharon incontables llamadas telefónicas en el aula de la castaña, los susodichos contestaron y sus rostros de atónitos eran para ella un increíble deleite personal.

"¡Chicos! ¡He escuchado que el Ferrari púrpura de Tori-senpai fue destruido!"-Dijo un alumno colgado de su celular. Todos pusieron rostro de asombro, lo demás que estaban contestando sus llamadas eran para avisar la misma información.

"¡Que le han rasgado las llantas!"-Dijo uno.

"¡Le han rayado el cromado!"-Comentó otra.

"¡Le han destrozado el polarizado de los vidrios!"-Añadió otra.

"Que le han dejado un mensaje de amenaza"-Dijo con sorpresa y terror la misma Kotomi.

Eran exactamente treinta alumnos en el aula, e incluso el profesor Palazuelos quedó en shock por los mismos gritos de afuera y por sus alumnos, estaba en un estado de concentración cero, no podía poner a su clase en orden y en su mente se le estaban acumulando varias incógnitas, estaba en anteponer sus deseos personales, en también salir corriendo como un joven adolescente para ver lo que estaba ocurriendo, con los profesionales, para contener a sus alumnos y continuar su clase.

"Chicos…"-El profesor tosió para que le pusiesen atención. Su voz tenía el suficiente tono para que el aula completa le escuchase.-"Por hoy hasta aquí lo dejaremos."-Y salió de aula.

Al momento, todos salieron disparados para ver lo que estaba ocurriendo, sin embargo, aquellas dos amigas se quedaron solas en el aula.

"Sé que Shizuru-san fue quien hizo aquello."

"Ara, no puedo negar tal acusación."-Shizuru se tapaba los labios para que la peli naranja no viese su sonrisa de triunfo.

"Shizuru-san sabe que es terreno peligroso, ¿Por qué lo has hecho?"

"Mai-han tiene que pensar con calma, el show todavía no termina."-Se levantó de su asiento, se alisó sus prendas y le extendió la mano a su compañera amiga.

No estando del todo segura, la peli naranja aceptó esa mano y juntas se encaminaron por los pasillos hacia la planta baja. Tenían que bajar por las escaleras, era la única forma, por eso los exorbitantes gritos de aquella reina loca llegaron del quinto piso, hasta el cuarto donde se encontraban, y seguramente seguirían por las plantas bajas siguientes avisando lo que estaba pasando.

Shizuru tenía un plan macabro, eso fue lo que le llegó a la mente a la peli naranja, la 'guerra' en el campus comenzó. Mai chasqueó sus labios, su cerebro estaba procesando la información, ambas estaban a punto de llegar a la primera planta y comenzaban a ver el tumulto. Mientras caminaban la gente les hacía paso para que lograran ver lo que estaba realmente pasando.

Mai logró ver el Ferrari púrpura o morado, ¿o era lila?, para ella no había diferencia alguna, escuchaba los gritos coléricos de la Oneesama de Shizuru, la veía moverse torpemente debido a lo nublado de su mente por la ira y… y repentinamente su cerebro hizo conexiones en el último segundo, el porqué se encontraban en ese lugar, el porqué la castaña llevaba ese aire de grandeza, de su felicidad, de su trampa…

"¡TU!"-Gritó fuertemente Tori con dirección a la castaña.-"¡Tu pequeña malagradecida!"-Se acercaba con fuertes pasos, su rostro estaba contraído de la ira.-"¿¡Cómo se te ocurre hacer tal aberración!"-Tori se acercó lo suficientemente para tomar a la castaña por los hombros y zarandearla.-"Debía haberme ocupado de ti cuando tuve tiempo…"-Su ira crecía al ver la media sonrisa de la castaña nacer. Mai sólo miraba con detenimiento aquella escena. ¿A caso esto era de lo que estaba hablando la castaña en el aula?

"Ara Tori-Oneesama, no sé de qué me está hablando, como todos estaban sobresaltados por algo, Mai-han y yo hemos venido a indagar un poco mientras daba la hora del desayuno. Pero mira que preocuparse por cosas materiales, conozco a un buen mecánico que…"-Shizuru aunque trataba, no podía ocultar ese aire de sarcasmo que lanzaba alrededor de esas palabras, disfrutaba al ver el rostro de su Oneesama, que más que de ira, para la castaña parecía un rostro de indigestión; ese simple pensamiento le hizo apretar los labios y lanzar un pequeño bufido.

"Tu, maldita cínica…"-Apretaba los dientes, apretaba el atuendo de la castaña, estropeándolo. ¿Estropeándolo? Si, estropeando su imagen. En el rostro de Mai se formó un asombro al caer en cuenta, pues la escena provocada estaba manchando la imagen de la estupenda Oneesama Victoria. En el momento en que Tori se dio cuenta de aquello, quedó en estado de Shock, momento en que la castaña aprovechó para zafarse de sus garras y dirigirse de forma privada hacia su amiga, tomándole de los hombros y susurrándole algunas palabras al oído.

"Vete, te está esperando…"-Esas palabras le cayeron por sorpresa, pues se percato de que lejos de la multitud, junto a un frondoso árbol se encontraba la peliazul.

"¿Está bien que lo haga? Digo, tal vez necesites apoyo y…"-Mai titubeaba, pues aún veía la situación turbia. Observó a los espectadores, alumnos y maestros viendo tales escenas, nadie podía, mejor dicho, nadie se atrevía a intervenir en dicha escena, sólo se encontraban alrededor de las participantes informándose de los hechos, asombrados.

"Shizuru-chan, aún no he acabado contigo…"-Dijo Tori, pues las dos amigas se había olvidado por completo del problema.

"Anda Mai-han, márchate."-Y le dio unas palmaditas en la espalda, no esperando respuesta de la peli naranja se acercó de nueva cuenta hacia su Oneesama para terminar con aquello.

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"Me dijo que viniera contigo…"-Explicó rápidamente al ver el rostro de interrogación de la peliazul.

"¿Y le hiciste caso? ¿Mai no serás idiota?"-Trataba de que su rostro no demostrara alguna emoción alguna a pesar de su expresión, fue capaz de hacerlo, pues aunque la multitud se encontraba lejos, de seguro y más de alguno se preguntó el porqué la peli naranja había dejado sola a la castaña en medio de la batalla.

"Ya, cálmate Natsuki, eso no fue coincidencia, Shizuru-san ha hecho aquello con el propósito de sacar a relucir a la verdadera Takama, además, con toda la multitud que hay, no será capaz de hacerle algo…"-Suspiró un poco resignada.

"Pues vale más que de ahora en adelante ande con una multitud a su espalda para…"

"¿O acaso irás tú, su Doncel de hielo al rescate?"-Para suerte de la peli naranja que se encontraba de espaldas a la multitud, no podían ver su expresivo rostro haciéndole una pequeña broma a su… esto… ¿cómo se le dice cuando alguien está empezando a salir con alguien pero aún no son nada?, a su… ¿A su cita, quizá?

"Cá-cállate, ya te he dicho que no me llames de esa forma…"-Natsuki trataba de controlar la vergüenza de tal nombramiento, aún no podía acostumbrarse a los sobrenombres que le ponía su propio club de fans.

"Sólo si me invitas el desayuno"-Mai levantó el dedo índice, guiñando su ojo izquierdo y mordiendo parte de su labio inferior.

"El de un mes si es que te olvidas de ese apodo…"-Natsuki empezó a caminar dándole la espalda a la peli naranja.

"Ya lo has dicho Natsuki, ¡Un mes!"

"Oe, sólo fue un decir no…"

"Con la comida no se juega Natsuki, y mucho menos conmigo."-Dicho con autoridad.

"Si, si."-Suspiró con reproche encaminándose a la cafetería principal, ignorando la conmoción a un lado de ellas…

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"Dime algo que no sepa, sé quién fue la causante de eso."-En ese momento, Natsuki se encontraba en un área verde, cerca del campus, el cual era poco concurrido. Parecía hablar sola, pero sus oración eran respondidas por una voz femenina que se encontraba en la parte de arriba de un árbol.

"No es así Kuga, tu mente está aferrada a cosas que no son ciertas a causa de tus malas deducciones. Pues según tu, fue Fujino quien hizo aquello, pero créeme que no sería capaz de hacerlo sin romperse una uña, es una niña rica, por lo tanto tiene dinero, además, su imagen debe de ser intachable…"

"Ha encargado a alguien para hacer su trabajo…"-Dedujo la peliazul.

"Exacto, que bien piensas Kuga."

"Entonces, ¿quién eso aquello?"-Se refería al Ferrari de Takama.

"Lo he hecho yo…"-Juliett saltó del árbol cayendo en el verde pasto, exponiéndose.

"¿Tu, Araña?"-Le miró sorprendida.

"Te he dicho que no me digas araña".-Pues de la forma en que te cuelgas del árbol, ¿cómo quieres que te diga?-"Soy Juliett, idiota."

"Bueno, bueno, ¿y por qué lo has hecho?"-Y de pronto recordó las palabras escritas en la carta de su amiga. Se vende al mejor postor.

"Porque me lo han pedido, aparte, la paga fue gratificante."-Sonrió felinamente.-"Y te digo esto porque prometí ser tu fiel amiga, y pues, las amigas se cuentan todo, ¿no es así, Kuga-senpai?"-Natsuki de repente sentía una sensación de nerviosismo ante la presencia enigmática de aquella chica que se vende al que le proporcione más dinero, no obstante, parecía tener palabra.

"Repíteme una vez más el porqué estás haciendo esto."-Le miró desafiante.

"Ya te lo dije, hace tiempo, yo también hice mi contrato con Tokiha, mi deseo se cumplió y ahora liquido mi deuda, porque, a nadie le gustaría deberle algo al diablo… ¿O sí?"-Las palabras de Juliett quedaban flotando en la mente de Natsuki, pues era la segunda vez que hacía tal comentario con respecto a la peli naranja. ¿Será acaso que su amiga le esté ocultado algo importante ó sólo es aquella peli roja que le gusta jugar con su mente?-"¿sabes? Es la primera vez que me entero que Tokiha está sacando sus ases de la manga, me refiero a sus planes b y c, y se está dando muchas molestias en inmiscuirse con otras personas que no son sus clientes, enserio que has de estar en un gran lio amiga…"-comentó socarronamente. Natsuki entendía muy bien a lo que se refería con Plan b y c, pues su falsa relación en el campus era el plan 'b' y la aparición de Juliett se suponía el plan 'c'.

"Juliett, sólo contéstame algo… ¿Ha valido la pena hacer un trato con ella?"

"Cada minuto mi amiga, cada minuto…"

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Continuará.

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¿Soy yo, o sentí el capitulo muy corto? XD Gomen D; Pero para aquells que les interese, para el siguiente capi, aparecerá la historia de nao y del porqué su conexión con Mai D:!
espero que les haya gustado, porque si no... me muricio de la tristeza D;

Saludooos!