De
Mai Hime, nada me pertenece, sólo tomé prestado.
Pelirrojas…
“Natsuki, viniste”
“Por supuesto que iba a
venir, me dijiste que me necesitabas, que era urgente” –
Ni cuenta me di cuando le envié un mensaje a ella, ni siquiera sé en donde
estaba yo, lo único que es seguro, es que está aquí, en frente de mi,
angustiada por lo que vaya a decir, Natsuki, si supieras…
“Nao, en verdad, dime
qué te sucede, que me digas por mi nombre es demasiado pero verte llorar así en
el suelo, venga vamos a sentarnos” – Su cálido
cuerpo me hace sentir peor, pensé que con un abrazo aliviaría un poco lo que
siento -.
“Natsuki, ayer, yo…”
– A punto estaba de decirle lo que con Fujino había sucedido, pero presa del
miedo me abrasé más a su cuerpo, sé que lo que debía decirle, debería ser cara a cara pero no
puedo, no pude y me aferré a su cuerpo, escondí mi cara como niña entre su
pecho, mojando sus ropas con lágrimas -.
“Nao, ¿qué sucede?” – acarició mi espalda – “Déjame ver esa carita” – dijo con el tono más tierno y sincero que
le conocía. “Amor no te preocupes, todo
va a estar bien” – ¿eh? –
“Pero Natsuki, ella y
yo” – Me movió de su pecho para callar mis
labios con un dedo- “Shh, sé lo que pasó,
y esta bien, yo aún te amo”. – No lo podía creer, ella sabía y aun así dice
corresponderme, de verdad, no sé que hice para merecerle -.
“Sé lo que pasó”
– dijo arrugando la frente – “Lo vi todo
Nao, te odio”.
Y
desperté.
No
sé para que sigo intentando dormir todo el día, si siempre termino teniendo
este tipo de sueños, desde el viernes no he dejado de ver en mi cabeza estas
imágenes, yo abrazada al cuerpo de Natsuki, y ella, incondicional como siempre
sosteniendo con sus brazos mi cuerpo. Y es peor si cierro los ojos, tratando de
mitigar el constante cansancio de estos días, ¿cansancio? creo que esto es a lo
que llaman culpa, pese a todo lo que he hecho, en estos últimos años, nunca
sentí nada como esto, el dolor infringido a terceros siempre tuvo su
justificación, la mía, la de mi madre; ellos debían pagar, otros se lo
merecían, ni siquiera las víctimas HIME y sus seres más queridos, para mi,
ellos no son mas que incidentes, si yo no hubiera hecho todo lo que hice, quizá
esa batalla no la hubiéramos ganado, estoy segura que nadie lo ve de esa
manera. Sólo Natsuki, sólo ella y yo.
Alguien
dijo que todas las personas tenemos la capacidad de perdonar, todas, yo pienso
diferente, creo que hay una parte de nosotros que no perdona, una parte de
nosotros que cuestiona por qué no tomamos direcciones diferentes, por qué
hicimos o por qué dejamos de hacer. Hoy por hoy ese es mi miedo más grande, que
Natsuki con todo ese gran corazón que tiene no sea capaz de poner de lado lo
que estúpidamente intenté hacer, tal vez no fue la mejor manera, aunque algo bueno
salió de todo esto, Fujino, la que según jura merecer a Natsuki más que nadie
en este mundo, la que nunca volvería a equivocarse lo hizo conmigo; nada me ha
dado más vergüenza, saber que Natsuki lleva consigo a todos lados esas
imágenes, cuando duerme, cuando seguramente llora, cuando nos odia. El sólo
pensar que ella este cerca de mi, que tengo que verla me da nauseas, lágrimas
no dejan de correr y no encuentro la cara que poner delante de ella. Jamás me
vas a perdonar, lo sé, lo importante es que sabes Natsuki, ahora sabes que
Fujino no es la indicada, alguien que se equivoca tantas veces, no te merece.
Te lo dije Fujino, te dije que te iba dar en donde más te doliera, te dije que
me la ibas a pagar.
Seguramente
no seré yo quien pueda llenarme la boca diciendo ella, esa peliazul es mi novia, mi compañera de vida, quizá alguien
que no has conocido, alguien que no te haya jugado sucio, quien sea menos
Fujino; yo por mi parte ya cumplí Natsuki, espero te haya abierto los ojos; sin
embargo, algo no se siente bien, no se suponía que vieras lo que sucedió, sólo
que te enteraras, y ahí yo hubiera dicho que todo movimiento fue por parte de
Fujino, que yo estaba un poco tomada, al fin y al cabo bien sabes cómo me pongo
cuando bebo, y sabes que Fujino tiene su lado obscuro y misterioso, que de ella
muchas cosas se pueden esperar. Lo que de verdad no me podía esperar, además de
que las cosas llegaran a tanto con Fujino, es que el imbécil de Takeda haya
visto, y que le haya contado a unas cuantas persona, demonios, le fui a callar
la boca pero ya era tarde.
Y
si me preguntaras por qué hice todo esto Natsuki, sonará como tontería pero en
verdad lo hice por ti. Después de todo el escándalo en el festival, lo más
seguro es que la mayoría piensen que quienes murieron al ser destruido su
child, sea la persona eterna, el amor verdadero, qué gran mentira, si bien nos
arriesgamos por ellos, no significa que sean las personas indicadas para
compartir el resto de nuestros días. La estrella roja se regía por el momento
en el que se llevaría a cabo el festival no por la vida completa de cada una de
nosotras. La única ocasión que me atreví a pedir ayuda, o respuestas, como sea,
fue cuando me llegó a la mente la imagen mía sola, sola, con edad avanzada,
quizá con fortuna pero sola al final. De momento creí que era injusto pero mis
ideas no avanzaban más allá de la batalla, sabía que había posibilidad de morir
y más cuando vi de lo que eran capaces las otras. Y fui a preguntar a la
directora.
La
niña directora dijo que el amor que albergan nuestros corazones es puro,
nuestras mentes son las que corrompen esos sentimientos, lo que nos obliga a
tomar caminos equivocados para conseguir lo que queremos. No sé si lo que dijo
esa escuincla sea verdad, yo sólo se de “la haces y la pagas” y ahora que lo
pienso creo que es verdad, la hice con Fujino, la pago con Natsuki, lo sufre
Natsuki. Demonios, ya es lunes, ya son
las 11:00 am, ¿no se supone que debería estar haciendo un examen? Maldita sea y
es con la estúpida Midori.
0-0-0
La
orgullosa Natsuki, solitaria, la que no perdona; así fue como la conocí, la llevé
a mi cama, 2 días la pasó conmigo, compartiendo. Hizo de unas copas botellas
eternas, yo sólo le dejé ser y estar en mi casa. Todo a cambio de que ella se
sintiera mejor conmigo, que dijera lo que traía dentro, si el momento llegaba,
con lo que pude presenciar de aquella noche la sacaría de su situación. Ese
momento jamás llegó, jamás me dejó explicarlo lo ocurrido, y ahora que lo
pienso, no es mi deber hacerlo, yo no tengo responsabilidad con ninguna de las
implicadas, allá ellas, que pase lo que tenga que pasar, la inminente soledad.
Después
de que con engaños le pidiera me llevara a mi casa, le ofrecí entrar a
descansar un poco y retomé el tema.
“A mi también me han partido el corazón creo
que lo tuyo tampoco fue para tanto” -Dije, esperando casi un golpe de su
parte-.
“No entiendes verdad Midori, yo te hice el
grandísimo favor de regresarte a salvo a tu casa, te pudiste haber matado en la
carretera en tu estado y sigues intentando hablar, acaso no nos conocemos, qué
no sabes que no me interesa hablar con nadie”
“¿No te interesa tomar
algo conmigo?”
“La verdad, en otra
ocasión no me molestaría pero no cuando estás tan parlanchina, me agradas más
cuando estás al grado de no reconocer a las personas, cuando estás lúcida eres
muy habladora”. – Ignoré lo que Natsuki dijo y le
ofrecí algo, otra vez, una vez más, hasta que se sintió con la libertad de ir a
la cocina a buscar lo que quisiera, yo mientras tanto buscaba como sacar el
tema nuevamente, no me gusta ser insistente y menos me interesa la vida de las
persona, sin embargo esta niña está a punto de derrumbarse-.
“No sabía que tenías
esa opinión de mi,” – sí sabía - “Pensé que me veías más bien como una
mentora, una hermosa joven llena de sabiduría” – Rio inmediatamente ante mi
comentario, ya un poco más relajada ante la situación en la que nos
encontrábamos -.
“Llena de sabiduría sí
pero lo demás…, lo lamento, no eres de mis gustos”
“Oh, eso lo sé, a ti te
gustan castañas”
“Ni tanto Midori, ni
tanto” – respondió mirando seriamente a su bebida-. “Yo pienso que ese amorío tuyo del que nunca
nadie supo era mentira, a mi me parece que alguna vez tuviste tus queberes con
Youko sensei”
“Me sorprende que sepas
tanto”
“Hablo poco pero veo y
escucho mucho Midori, y como no lo negaste creo que estoy en lo correcto,
¿verdad?”
“Te equivocas pero no
del todo. Sí
existe alguien, y Youko, bueno, digamos que nos divertimos mucho en el pasado”
– Sí y divertirnos mucho es poco - .
“¿Qué sucedió?, ¿por
qué terminó?
“No sabía que fueras
tan curiosa Kuga”
“Sólo intentaba hacer
plática, por más que disfrute tomar en silencio ya me estaba incomodando,
además tu iniciaste con eso de los gustos”
“Natsuki” – dije cortante - “sé que no quieres hablar de lo que pasó pero
puedo asegurarte que no todo es como tú piensas”
“Silencio Midori, yo
estaba ahí, no me vengas con cuentos porque a la única que sus ojos engañan es
a ti, me largo”
“Se besaban, todo fue
tan rápido, sensual y sin embargo
parecía que sabían perfectamente lo que hacían, no se veían nada mal juntas”
– Lo que acababa de decir jamás me lo va perdonar pero era decirlo o dejar que
se vaya -.
“Qué chingados pasa
contigo maldita sea, cállate, guárdate tus relatos eróticos para tus noches
solitarias Midori, que descanses”
Quizá
fui cruel al decir esas palabras, era mi último recurso, el más desesperado; al
final funcionó, porque cuando Natsuki se levantó de su silla iba limpiando sus
lágrimas, rápido y con brusquedad, todo para correr a la entrada y cerrar la
puerta. En el silencio que envolvía la casa pude escuchar un sollozo en el
pórtico, al acercarme a la puerta, vi que Natsuki lloraba sentada a la entrada,
le lloraba a la luna o a lo que sea que viera mientras lloraba con la cara en
alto, mirando al cielo. Sin hacer ruido me acerqué a ella y le ofrecí mi
hombro, la sujeté fuerte del brazo y la traje a mi, me mantuve siempre mirando
a la nada, a todo menos a ella para que no se sintiera cohibida, para que llorara como se debe llorar, sin vergüenza,
sollozando. Cuando menos me di cuenta, ella se apoyaba de mi espalda y las
lagrimas se habían convertido en pequeños surcos de agua salada, un pequeño mar
que el corazón intenta bombear. A muy altas horas de la noche, casi mañana, se
quedó dormida, la fresca briza de la noche nos invitada a quedarnos a fuera, a
mi pues.
“Lo único que necesitas
Natsuki es descansar, tendrás el placer de hacerlo en mi cama, tu suerte
comenzó a cambiar”–Pronuncié a su oído y
muy burlonamente, ya no me escuchaba, esta oportunidad no la podía dejar pasar, de
no haber estado ya dormida en mis brazos, bien me pudo haber dado un buen golpe
ante mi insinuación. Esas fueron las primeras horas, las demás fueron
maravillosas. Después, llegó el lunes.
“Estoy esperando Yuuki”
“Ya te dije, lo olvidé
por completo, además no me siento bien de salud”
“Sí, puedo imaginarlo
niña pero esa no es razón para no presentar el último examen en mi materia,
¿tienes idea de lo que tendrás que hacer por haber omitido la prueba?”
“No pero puedo
imaginarlo. Lo siento de verdad, haré lo que sea que tenga que hacer”
“Ah Yuuki” –
Más que suspiro fue una exhalación que denotaba cansancio – “Mañana,
a las 9 de la mañana tengo dos horas libres que estoy dispuesta a pasar
encerrada en mi oficina viéndote hacer un examen que pudiste haber presentado
el día de hoy si no te hubieras quedado dormida”
“¿Es verdad?, ¿me vas a
dar otra oportunidad?, ¡hey, jamás dije haberme quedado dormida!”
“Será que me siento,
mmmm, generosa, sí, esa es la palabra” –
Yuuki esta no va a ser de gratis – “Pero a cambio, me vas a deber un favor, el
que yo quiera y no te puedes negar” – Traté
de sonar seria pero creo que mi risa era tan grande que ni ella se lo creyó -.
“No seré tu compañera de bebida, si eso es lo
que intentas insinuarme, tampoco vas a desquitar tu estrés laboral con mi
cuerpo, te voy adelantando que esas cosas no van conmigo”
“Eso es lo que me gusta
de ti Yuuki, todo lo relacionas con bajas pasiones pero bueno, no te puedo
culpar, es en el mundo que has crecido y piensas que todas las personas, vemos
el mundo de la misma manera que tus ligues nocturno, ¿no es así?”
“Midori, si estuviera
hablando con una puritana tal vez no habría dicho lo que tus odios acaban de
escuchar” – rio la muy cínica – “Pero lo que digo es por algo, tengo mis
bases y si no crees que no sé lo de tus escapes a media noche en las zonas
rosas de esta ciudad estás muy equivocada, sé los lugares que frecuentas”.
“Soy una mujer joven
Yuuki, no veo lo malo en tener encuentros de vez en cuando con quien yo quiera.
Y si piensas agradecer el que te esté dando otra oportunidad con tu prueba, vas
por mal camino déjame decirte, si no quieres mejor ni te presentes. Recuerda
que las materias finales reprobadas no sólo en eso terminan, tendrás que venir
a clases particulares 1 mes y la decisión final de regresar a la escuela y
repetir año o simplemente no regresar le corresponde a Fumi, dicen que a pesar
de esa cara amable no es nada piadosa con alumnos como tú. Es más, no sé porque
vienes a reclamarme mis actividades placenteras, si el favor que te iba pedir
nada tiene que ver con eso que insinúas”
“Y de qué se trata
entonces”
“No sé, aún no lo he
pensado, ten la confianza de que cuando se me ocurra algo, te lo voy a hacer
saber. Ahora dime, mañana a las 09:00 am, ¿sí o no?”
“Sí”
“A las 09:00 en punto
Yuuki, no le digas a nadie, entras a mi oficina lo terminas, y te vas, el resultado
te lo daré mañana mismo en la tarde”.
“Si no fuera por el
favorcito que piensas pedirme te daría las gracias”
“Dámelas, de todas
formas, quién sabe, a lo mejor en un futuro nada necesito de ti y lo del favor
se me olvida”
“Mañana te las daré”
-¿Cuáles?-
“Como sea Yuuki,
primero preséntate mañana y ya veremos” –
Espero que haya entendido con esta última frase que es momento de retirarse del
salón –
“Bien, nos vemos mañana entonces”
“Cuando salgas no
cierres la puerta del salón”
“Midori… ¿has visto de
casualidad a los de los de I-B?”
– Se va por las ramas, bien pudo haberme preguntado por Natsuki directamente y
prefiere ocultar su nombre preguntando por toda su clase -.
“No, casi nadie
presentó examen, de esa clase, a la que sí vi fue a Natsuki, si te interesa,
ella acaba de…”
“¿Estuvo aquí? ¿Hace
cuanto?”
“Cálmate cálmate, ¿qué
te pasa?, ella vino a presentar su prueba, te recuerdo que tiene que venir casi
todos los días”
“Eso ya lo sé, dime,
¿tiene mucho que se fue?”
“No, antes de que
entraras al salón estaba aquí, no sé cómo no se encontraron en el pasillo. La
mandé a la dirección a entregar unos papeles, quizá le encuentres ahí si te
apresuras, rápido, mientras más rápido hablen mejor”
“¿Cómo?”
“Nada, ya vete, deja la
puerta abierta y mañana nos vemos aquí, a las 9 en punto Yuuki, no será fácil,
prepárate”
Y
salió del salón, sin escucharme porque le dije que no cerrara la puerta y la
cerró. No sabes la que te espera mañana.
La
dirección; jamás he entrado al edificio de la niñata esa y no sé por qué pero
me desagrada bastante. Saber que ahí vive la culpable de la mayoría de lo
ocurrido pero eso no importa ahora. Entro al lugar, parece una gran mansión,
con casi ningún mueble, sólo un par de mesas con flores frescas, ventanales
grandes, cortinas pesadas, hermosos decorados en las paredes pero no está ella,
llegué tarde.
Tengo
que verte Natsuki, quizá si pregunto a alguien del bar que sueles frecuentar,
quizá alguno de ellos sepa en donde vives, ese departamento nuevo que rentas,
después de que yo haya destruido el otro, o al menos por dónde, yo sé reconocer
tu motocicleta.
“Hey pelirroja, fíjate por dónde vas” – ¿Natsuki?
–
“Kuga”
“Sí… ese es mi apellido
Yuuki….” – ¿A caso ya olvidó todo? Natsuki estaba
a lado de su motocicleta y si no hubiera sido por ella por poco y me estrello
con su vehículo -. “¿Estás bien? Te salvé de caerte y ensuciar tu
nada recatado uniforme”
“Kuga, te he estado buscando, quisiera hablar
contigo” – Bien, voy bien, sólo me queda esperar que me deje hablarle y le
pido perdón hasta el cansancio -.
“¿Qué pasa?” – dijo muy seria, mientras
se montaba en su moto.
“Es… bueno, no sé cómo, más bien es
disculparme”
“¿Tú? Yuuki Nao
pidiendo una disculpa, no lo puedo creer. Vamos Nao, ambas sabemos que eso es
imposible y sea lo que sea que hayas hecho, lo hiciste porque quisiste, tú no
te arrepientes de nada”.-Las palabras de Natsuki
me eran extrañas, estos últimos días, después del carnaval hemos compartido
tantas cosas, y a veces siento que ella me conoce mejor que nadie, mejor que yo
misma, y sé que lo que está diciendo es verdad, sin embargo, no sé si lo dice
por la experiencia en general o por lo de Fujino, creo adivinar en su mirada
que es por ambas cosas-.
“¿Sabes de lo que estoy
hablando verdad?”
“Creo que sí” –
Su semblante serio y tranquilo, no me deja acercarme, no sé qué palabras
elegir, quizá si estuviera enojada sería más fácil-
“Natsuki” – No es justo, exactamente
ahora me doy cuenta que no me disculparé, y si bien me siento mal, no me
arrepiento del todo –
“Nao, súbete” – Me ofreció el casco de
repuesto –
“¿No crees que debemos hablar primero?”
“La verdad no, toma el
casco por favor, acompáñame”
“¿A donde vamos?
“Ya sabes a dónde, no
me digas que no extrañas el lugar”
“¿Ese horrible puesto
de comida?”
“Ese horrible puesto de
comida nos ha estado alimentando correctamente las última semanas,
malagradecida”
Una
tarde después de pasear un poco, descubrimos un puesto de comida cerca de un
parque, y desde entonces Natsuki no deja de visitarlo, no es nada malo, pero sí
un poco incómodo porque los únicos asientos son unos bancos enfrente de la
parrilla del cocinero, frente a todos los ingredientes, Natsuki dice que es
mejor así, puesto que puedes elegir lo que quieras. Siempre la obligo a buscar
una banca en el parque, nunca me lo ha negado. Cuando tomé el casco, sentí que
sus dedos rosaban los míos y al instante miré a sus ojos, no pudo mas que
regalarme una sencilla sonrisa; mis estúpidos ojos comenzaron a mostrar lo que
muy pronto se convertirían en lágrimas, así como estaba, estática sosteniendo
el casco.
“Nao” – Tomé su mano y sostuve el casco
con la otra, ella sostuvo la mía y le dio un pequeño apretón. No pude
resistirlo y bajando la cabeza me acerqué a ella, y me abrasé a su cuerpo, pasé
el brazo por detrás de su espalda y así me estuve unos momentos, hasta que
sentí sus manos en mi espalda, y su lento respirar, eso era, era lo que
necesitaba, para comenzar a llorar. Nada dijimos ese par de minutos y de no
haberme sentido tan cohibida, así nos hubiéramos así nos hubiéramos quedado
hasta que ella lo permitiera, y por lo que pienso Natsuki hubiera dejado que
continuara por varios minutos más, aunque me imagino ha de haber sido difícil
mantener el equilibrio estando ella sobre la moto.
“¿Te sientes mejor? No tenemos que ir sabes,
podemos solamente pasear, o llevarte a ver a tu mamá, ni siquiera tienes que ir
conmigo”
“No, sí quiero ir es
sólo que pensé, que quizá sería incómodo”
“Para nada, anda ponte
el casco y súbete” – Y así, hice, no sin
antes limpiar las pocas lágrimas que recorrían todavía mi cara, no sin antes
que ella me acomodara el cabello. Antes de ponerme el casco, a lo lejos, pude
ver a Fujino, estaba frente a nosotros, para nada cerca pero ahí estaba, de pie
y lo que vi en ella, esa mirada…. -.
“Sujétate correctamente, no queremos que suceda
lo de la otra vez. ¿Lista?”
“Lista” –
Fujino no sólo nos miraba, también sonreía, ¿por qué lo hacía?
N/A:
Hola, espero que no les haya parecido
confuso este capítulo Nao – Midori – Nao. Gracias por leerlo y aprecio todos los
comentarios que han dejado. Saludos.
2 comentarios:
¡Maldicion!
XD
mi mente malvada piensa en algo inesperado y fatal.
Por favor continuarlo pronto vale?
esta super jhahah mmm bueno todo lo entendi muy bien pero lo unico que si me confundio al igual que Nao, es saber ¿por que shizuro sonrie? jahha gran incognita.
pero me encanto espero que no tardes porque pobre de nat ahora si no se como le hace para aguantar.
atte: jesal
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