Cap. 3 de "Dirás" por Lagar

De Mai Hime, nada me pertenece, sólo tomé prestado.

Lo único que tengo que hacer es caminar, no saludar a nadie (como siempre hago), ignorar a todos (como siempre hago) y concentrarme antes de que mi vida se siga yendo más y más al hoyo. ¿¡¡¡ A quién demonios le pueden gustar los lunes!!!?

No soy la mejor estudiante, mis faltas son constantes, mis retardos son comunes pero no por la razón que muchos piensan; mientras casi todos los demás estudiantes tenían tiempo libre, yo me desgastaba buscando sobre el pasado, sobre mi madre, sobre esta maldición, que aunque ya no está presente físicamente, aquí se queda, en los recuerdos de batallas perdidas, de heridas que aún sangran, de mis revelaciones tardías. Aprendí que nada de esto termina; lo que hicimos lo volveríamos a hacer, aquello que hicimos fue porque así lo quisimos, no culpo a los poderes, no sé si alguna de ellas lo haga, yo no. Si mi madre quiso venderme aún no estoy segura pero no cabe duda que ahora es peor; sin habilidades, sola y con ganas de no verla nunca más, de no creer en sus mentiras. Para mi mala suerte que no termina, tengo que soportar primero esta semana, ya casi no viene nadie a la escuela, uno que otro jodido como yo que no pudo sobornar a maestros, o de plano, otros que ni rezando pasarán los exámenes; confío en mí, sé que estoy aquí no por mi falta de conocimiento sino por la falta de tiempo, además mi  interés estaba muy aparte. Otros que también están por aquí son los del consejo estudiantil, esos niños bonitos (menos Haruka) además de ser cumplidos en todo, tienen responsabilidades por demás aburridas, lo que me recuerda, tengo que comprar una laptop.

 Si te fueras durante esta semana sería grande mi fortuna, pero no, eres quien eres y seguro debes tener asuntos burócratas pendientes presidenta querida. ¿Qué voy a hacer cuando te vea? ¿Tragarme este coraje y saludarte? No lo creo, no soy tú, no podría. Quizá me decida a ser valiente e ignorarte, así como debo ignorar lo que siento; y yo que había estado guardando esto, nunca imaginé corresponder aquello que según sentías, lo que con un beso me hiciste creer se quebró en el instante en que te vi, tanto me dolió que por unos momentos no supe más de mi, corrí hasta donde pude, me dejé caer en un lugar que no conocía; de qué me quejo, si nada éramos, si nada somos, sólo las mentiras que dijiste, eso que en mi crecía, eso fuimos princesa, unos besos amargos, una fantasía.

 Aquella noche como siempre, hice lo que mejor sé hacer, alejarme. Decidí dejar de chillar y manejar hasta ese risco, tumba de mis respuestas al remedo de esta vida. Sé que ya no existes Saeko pero de alguna manera me hago creer que estás presente. Te invitaría un trago madre, pero el Vodka no era lo tuyo, disculpa que beba ante ti, espero que entiendas que de verdad lo necesito. Madre; tengo que confesar, me enamoré de una mujer, la más hermosa que he conocido, cabellos dorados, no sé cómo, pero de ojos rojos, y ya, lo demás no importa, así es ella, tan simple, así era. Sin embargo nada es para siempre, tú bien lo sabes, un día dijo amarme; hoy descubrí que me ha olvidado, un descubrimiento quizá accidental pero tan lleno de verdad para mis ciegos ojos, un balde de agua fría, justo en la jeta; me ha olvidado y fue mi culpa, por hacerla esperar tanto, por nunca haberle correspondido como ella en ese entonces se merecía.

Desde ya hace mucho tiempo, sabía que Shizuru no era como los demás, sabía que era una persona más bien distinta a muchos; no sólo por ser hermosa se ha ganado el respeto y cariño de la gente; es amable y muy generosa; imagino que su vida sería más sencilla si algunas veces se atreviera a decir “no”; se muestra fuerte y segura pero sé que no lo es, al menos no en todo, también necesita aceptación y atención, como todos, después de todo es humana. Lo que me mantuvo oculto muy bien era su pequeño secreto, HIME como varias, jamás lo hubiera imaginado, pero no la conozco completamente así que después de meditarlo mi pequeño cerebro llegó a la conclusión que alguien como ella tiene muchos secretos, más que sólo el verdadero motivo en la tierra Fuuka. Quizá ella piense que no sé nada sobre su vida, aunque parezca que no la escucho en todo siempre estoy pendiente de ella, nunca quise verla involucrada en algo tan sucio como esto pero estoy segura que ella quizá fue una de las primeras en saber su destino.

Al principio creí que sólo quería molestarme al pasar tanto tiempo conmigo y yo le dejé hacer cuanto quiso, honestamente porque era la autoridad, no quería tener problemas con nadie porque ya me venía imaginando que alumna ejemplar no sería, sin embargo su manera de ser me mostró algo muy diferente, algo que hasta ese entonces desconocía, cariño, puro y verdadero; mil veces lloró por lo que aquella noche hizo conmigo mientras dormía, presa del cansancio juro que no recuerdo nada; morimos, ella pidiéndome perdón y no la culpo por lo sucedido, todos tenemos pequeños defectos, yo fui el suyo. Es verdad, de esos momentos no guardo rencor, al contrario gracias a ellos pude descubrir lo mucho que significa para mí, no sé cómo hacerle entender que en verdad no hay nada que perdonar; Shizuru he estado contigo tantas veces, hemos hablado, he hecho casi todo lo que ha pasado por mi mente para ayudarte a entender, casi todo excepto aquello que tanto deseaba, cada que intentaba confesarte lo que sentía, las palabras que tenía en mente me jugaban mal, y presa del pánico me quedaba congelada para que después tú y tu singular sentido del humor hicieran de las suyas.

Lo lamento, debí decir lo que tanto anhelabas escuchar en cuanto lo supe, por alguna razón presentí que quizá tú no me aceptarías, quizá ya habías cambiado de sentir, a lo mejor  pensarías que era mentira. Debió ser una tortura estar a mi lado, no sé si yo me hubiera mantenido fuerte como tú hiciste pero el tanto esperar tuvo sus frutos, podridos, lo que sentías finalmente se ha acabado y lo que yo siento apenas comenzaba, no por eso era menos fuerte pero sí más sigiloso,  antes de aquel encuentro, nunca imaginé decirte un cumplido como los tuyos ni pensar en robarte un beso o pedirte un abrazo, yo y mi valentía en el momento menos esperados decidimos no apoyarnos.

Te odie tanto cuando te vi, tocando el cuerpo de mi amiga, me doy cuenta en medio de esta santa tomadera, que estás en todo tu amplio derecho; eso y más de hacer de tu vida, lo que quieras, pronto te irás a iniciar una nueva vida, a conocer más gente, no te llevarás mis sentimientos, después de ver lo que vi. Te sigo queriendo, ¿querer? Te amo y sé que no cambiare de momento, sin embargo………….. mmmm parece que tenemos compañía.

“De las última personas que me imaginaría ver un viernes por la noche eres tú, deberías estar tirada en un bar o inconsciente en algún callejón sensei”.

“Natsuki, ¿no es un poquito tarde? Mira que hay gente loca y este lugar está lejos de todo. Dame acá”  ­- Esta vieja me quitó mi botella-

“Midori, regrésame esa botella” – De repente recobró la compostura, el tambaleo casi desaparece de su cuerpo, desapareció el simpático tono alegre de sus palabras-.

“No creo que tengas edad para estar bebiendo”

“Yo no creo que tengas edad para estar usando esa ropa, y aún así” – Si cree que va a venir a amargarme más el rato se equivoca-.

“Te dejaré que lo hagas porque sé que lo necesitas, para olvidar” – ¿Qué? ¿Me dejará dijo esta idiota?-

“De qué hablas Midori”

“Fujino y Yuuki” -Dijo dejándome de ver, y volteando hacia el mar, recibiendo de frente el aire que avientan las olas.- “Yo también vi lo que pasó y si te fuiste por eso, déjame decirte que…”

“Midori, yo vine a estar un momento en paz, en el último lugar que mi madre estuvo con vida, no me interesa hablar de nada más; es más, te agradecería si me dejaras sola”.

“No te interesa hablar de eso pero cambiaron tus ojos cuando lo mencioné, y aquí estás tomando esto pequeña”

“Estaba, veo que no piensas marcharte pero yo sí”

“Espera, necesito un favor”- ¿Cómo se atreve a pedirme algo? -

“Necesito que vayas conmigo, bueno más bien yo contigo”

“Si lo que quieres es dar un paseo en moto tendrá que ser otro día cuando traiga casco de repuesto y cuando no estés alcoholizada” - Otro año quise decir -

“Tienes que llevarme”

“No te subirás, no dejaré que lo que sea que salga de tu cuerpo mareado ensucie mi moto”

“No me siento bien y estoy muy cansada, llévame en mi carro, por favor, vamos en mi carro”

No sabía si lo que decía era verdad, además ella llegó sola en su carro, y es muy probable que se quede dormida claro está después de vomitar todo lo que se carga cual aspersor. Tendré que llamarle a alguien para que venga por mi moto.

“¿Prometes ir callada?”

“Lo intentaré”.

Lindo viernes por la noche pasé, y aquí estoy ahora, lunes, el primero de estos 5  asquerosos últimos días. ¿Esos dos, qué por qué coños me miran así?

“Ku- kuga” - El tarado -

“Natsuki” - Ella-

Rápido, rápido haz algo, mueve las piernas y lárgate de aquí Natsuki. No sé de donde fregados se me ocurrió la estúpida idea de saludarlos con una pequeña reverencia, reverencia háganme el chingado favor, nunca había hecho una y tenía que ser ahora, una sonrisa y adiós, me fui de ese lugar; por venir pensando en estupideces y recapitulando el viernes con Midori no me di cuenta que éste era el pasillo del conejo estudiantil.

&&&

Esa reunión a petición (secreta) mía, no fue para nada lo que siempre esperé, la oportunidad más grande, el momento decisivo en el que finalmente Natsuki sería mía, como debe y siempre tuvo que ser, pidiéndole que fuera mi novia.

Hace algunos días, tuvimos un pequeño encuentro; mientras yo caminaba hacia la puerta del consejo estudiantil, harta de tanto trabajo, ella llegó a la sala y casi la golpeo con la cabeza por ir mirando hacia abajo. Me sentí tan sorprendida por encontrarla, y es que ella casi no viene, las pocas veces que lo hace es por las tardes; antes de intentar cualquier situación para molestarla o decir algo que pudiera incomodarla, su cercanía insólita hizo que me paralizara y sólo alcancé a decir su nombre, suavemente me empujó dentro del salón, depositó las cosas que traía conmigo en el escritorio más cercano y me besó; un beso tan lento y apasionado, ni siquiera pude regresar el abrazo que me estaba dando, que va, ni siquiera pude disfrutar nada como Dios manda; cuando fui consciente de que los besos son para disfrutarse y de que estaba viviendo el momento más feliz de mi vida, ella separó sus deliciosos labios de la cosa que estática que también fungía como mi boca. No pude devolver el beso y repentinamente se detuvo, se sonrojó, me pidió disculpas y aproveché, la aferré contra mi cuerpo, dije su nombre nuevamente, casi en un susurro, quería gritar de felicidad pese a que sólo este sonido salió de mis labios.

Y es que permítanme informarles que los besos de Natsuki no son como cualquiera otros besos, estos sí son besos, y ¿cómo lo comprobé?, aquí viene lo bueno, tenía años esperando este momento, ahora es cuando dije, y me le dejé ir como estaba, extasiada, ansiosa; comencé rápido, sin recato pero ella hizo que me calmara un poco, con sus manos en mis hombros y con movimientos lentos en mis labios me indicó que también quería lo que sucedía, que no le desagradaba, mi rostizado cerebro alcanzó a comprender que si quería que continuara esto, le dejara hacer lo que la princesa quisiera, así que me dejé llevar por varios minutos. Obviamente no pude mucho tiempo; con mis manos en su cuello y mi respiración rápida, noté que las piernas me temblaban, ella quizá lo notó y me acercó más a su hermoso cuerpo, error Natsuki, error pensé, ese acto hizo que mis ganas aumentaran nuevamente.

Para cuando me di cuenta, ya me encontraba encima de ella sobre el escritorio en el que suelo realizar mi trabajo, claro, nada fuera de lo normal o que fuera a asustarla, yo sabía que ella no estaba lista, le tomó mucho tiempo y valor besarme, lo más probable era que de eso no pasáramos, vaya que estaba equivocada, la pequeña sesión con en el escritorio me dejó un dulce y amargo sabor de boca cuando con cara de espanto comenzó a verme, yo tuve abiertos los ojos todo momento pues creía que si los cerraba ella desaparecería o quizá era un sueño del que pronto despertaría, sin embargo pude ver que ella cerró los ojos cuando la besé, aun cuando la llevé al escritorio y la puse sobre él. Creo que cometí un error, al comenzar a tocar su cuerpo, sus piernas pues, y traté de hacerlo lentamente.  Natsuki me alejó con sus manos y trató de huir:

“Natsuki por favor”

“Lo siento, yo me dejé llevar, no era mi intención faltarte al respeto de esta manera, de ninguna”

 “No, yo lo lamento, yo fui quien, nos trajo aquí” - Dije tocando con las palmas el escritorio, de este momento dependía en mucho lo que sucedería entre nosotros los siguientes días, así que tenía que calmarme y hablar lo más seriamente posible con ella.-

“No pretendo reclamarte nada, sabes mi sentir hacia ti pero espero que me digas qué fue esto, no quiero hostigarte Natsuki de verdad” – Pero muero por saber que coños fue esto para ti  - “Me  haces pensar que tengo una oportunidad…”- Sin embargo Natsuki bajó la mirada y no se veía nada feliz, al final creo que sí hablé de más.

“No mentiré, y si te dijera que hice lo que hice sólo por curiosidad estaría mintiendo, espero me entiendas” - no mucho pero sigue, sigue hablando- “Siento algo por ti Shizuru, y no es sólo amistad, sólo que no sé muy bien qué es y yo, no sé, es difícil, yo...”

“No te mortifiques Natsuki, toma tu tiempo, yo siempre estaré para ti”

Dicho esto, me regaló una sonrisa más que tímida y salió a prisa del consejo estudiantil;  por la ventana pude ver cómo se iba en su moto, mi hermosa y extraña Natsuki. Más que agradecida estoy con lo que acaba de suceder, pero demonios, me vi tan torpe, en mis casi (sí casi) más obscuras y recurrentes fantasías, era yo quien besaba a Natsuki, era yo quien la iniciaba en las artes del amor, y la idea de que ella iniciara algún movimiento conmigo fue siempre tan increíble como seductora. ¿Qué fue esto? ¿A caso una confusión? ¿Un castigo divino, infernal? Quien quiera que esté fraguando esto, no sé si darle las gracias o maldecirle. Sí, me besó, me besó como siempre he querido pero eso me trae más preguntas que antes y todas ellas terminaban en negativas, después de esto, la más importante de todas es ¿Ahora qué?; antes la simple idea que algo como lo sucedido ocurriera me daba risa pero ahora que está hecho, no sé que pensar, maldición, sólo estoy repitiendo las mismas estupideces, mejor será que me vaya y disfrute el momento.

Es por eso que le sugerí amablemente a Tokiha la reunión, ya sabía que las reuniones sociales son su talón de Aquiles y además después de lo sucedido en el salón del consejo iba a ser difícil que viera a Natsuki de manera casual o accidental, aquello ocurrió el miércoles, le comenté a la pelirroja la idea el jueves y el viernes me enteré de que Natsuki ya había escuchado la propuesta de su amiga, obvio Tokiha fracasó al invitarle y después tuvo que comentarle que yo había aceptado, como último recurso para que ella aceptara.  Creí que un lugar con muchas personas y diversión era mejor que estar a solas, vamos quizá la tención sería menos;  ahora que lo pienso tranquilamente quizá el lugar no fue la mejor elección, Natsuki tiene una extraña aversión a cualquier lugar con  gente. No es que sea antipática pero la posibilidad de vestirse con algún disfraz y cantar frente a sus conocidos, es una situación que la turbarías más que estar a solas conmigo.         

Como era de suponerse no la vi el jueves, y el viernes por la mañana llamó a mi celular para desearme un lindo día y decir que iría en la noche, que esperaba verme ahí. Primero que me llamara fue impresionante, después que me deseara un lindo día hizo que mis mejillas se ruborizaran, debí haber parecido tonta cuando me lo dijo, mi cara de colores y mis movimientos desatinados fueron notados por los transeúntes, iba camino a la escuela, de nada me sirve quedarme en los dormitorios hoy en día y estar en casa me hace sentir mejor, me dijo que iría y no dudé que esa noche era la noche, ya habían pasado casi 2 días, un enorme lapso para mi, para darle tiempo a ella, ¿acaso fue muy poco tiempo? No lo creo y en verdad no me importa, muero de nervios de volver a verla, no sé como reaccionará, no sé si debo acercarme, si debo esperar a que llegue, si debo hablarle de lo que sucedió o de plano hacer como si nunca hubiéramos compartido tan íntimo momento.

No hace falta mencionar a todas las personas que asistieron, aquí la única importante era Natsuki, la cual muy a mi pesar no había llegado. No estaba mal el lugar, buena música, pláticas amenas, gente agradable, creo haber visto comida pero todo esto me venía sobrando, lo que más esperaba ver en este cuarto, cruzando la puerta era a una ojiverde con cabellos obscuros, ojiverde de muy atractiva y sugerente figura. Pero la vida no es del todo bella y prueba de ello era el elemento sorpresa de la noche, Yuuki Nao, la joven a la que una vez le destruí la vida, la que pese a ser yo una figura de autoridad en Fuuka jamás me respetó, la que estoy muy segura siente una fuerte atracción hacia Natsuki, misma que esconde en una tonta amistad. Por Dios, puedo verlo, y no es para más, Natsuki es endemoniadamente atractiva y fue la única persona que apoyó a Yuuki, y con la que al parecer ha descubierto cierta afinidad, ambas tienen algunas cosas en común, las cuales ni pienso mencionar. Así es, Yuuki se apareció en el lugar y desde que se sentó a mi lado supe que las cosas no terminarían de buena manera:

“Al parecer te han dejado plantado, Fujino”

“Al parecer no sé de qué habla, Yuuki San” – espero te calles y dejes de incomodar-

“Vamos no te hagas” – que no me haga ¿qué?- “Kuga no ha llegado y ni llegará, pero al parecer eres la única que no se ha dado cuenta y apuesto que vas a esperar”.

“Yo no apuesto”

“Será que no he hecho mi mejor apuesta, qué te parece si apostamos algo Shizuru” – no y menos cuando pronuncias mi nombre escuincla irrespetuosa-

“Oye, oye que hayas matado a mi madre no quiere decir que no podamos conversar y beber juntas de vez en cuando, ¿no te parece? Y por lo que veo y he escuchado, tú y Kuga pronto forjarán una nueva relación”, - ¿De dónde sacó esa información? – “Ya debes saber, que le debo mucho a ella, y que ahora se puede decir que somos amigas o algo parecido, quisiera saber Fujino  ¿qué es lo que ve en ti?”

A punto estuve de decirle que no se metiera en lo que no le importa pero mencionó lo de la nueva relación; ahora que son más cercanas, quizá Natsuki le dijo algo, es más pienso que cuento con los medios suficientes para sacarle información de provecho.

“Tomemos algo” -Dijo Yuuki mientras burlona veía mi expresión-.

“Ara no creo que tengamos la edad, ni que este sea el lugar adecuado”

“Ay por Dios”, - Arrastra palabras, creo que ya se ha tomado algunos tragos- ¿Me vas a decir que eres la única que no bebe alcohol en este lugar? - No me había dado cuenta pero de alguna manera consiguieron alcohol, bueno quizá fue Sugiura sensei, quien se encontraba entre los presentes y “encontraba” es mucho decir.

“Sabes, Natsuki fue la persona que me insistió en dejar de beber de más”, -¿y a mi qué? maldita borracha- “pero no creas que me dijo que beber era malo, me enseñó a hacerlo con moderación, me presentó nuevas bebidas, esto por ejemplo”,- acercó a mi un vaso pequeño con un líquido de olor dulce- “Vodka con jugo de arándanos, de sus preferidos” –

Ya sabía que la bebida a Natsuki se le daba y muy bien, por la vida nocturna que ha llevado y tantos lugares que ha frecuentado, tantas veces quise reprocharle lo que hacía pero de hacerlo, Natsuki se daría cuenta que algunas veces la espié, por su bien siempre. A mí en nada se me apetece esto pero tampoco voy a dejar que Yuuki se burle de mí al no aceptar su jueguito. Comenzamos con Vodka y cuando me di cuenta ya llevábamos la mitad de una botella con whiskey, lo que nunca imaginé fue que esta tipa fuera más mañosa que yo, lo más probable es que ella pensara que jamás había probado nada de alcohol, se equivoca, debo confesar que de vez en cuando en mis juntas con Kazahana sama nos tomamos algo, la directora, sí con ella, que de chiquilla no tenía nada.

Obtener alguna información de Yuuki san fue de lo más difícil, creo que ambas intentábamos lo mismo, y ninguna se imaginó que llegáramos a tanto, yo lo pensé así y lo veía en los ojos de sorpresa de Yuuki san cuando pasábamos de número de tragos, hasta que al final los estragos de la bebida comenzaron a aparecer. Por su parte comenzó a hablar con frases cortadas y la mirada ya la tenía un poco perdida, a mi el mareo fue lo primero que me llegó, cuando me di cuenta que las palabras no las podía pronunciar correctamente era demasiado tarde. Yuuki comenzó a relatar cómo Natsuki y ella compartían los mismos gustos en la vida en casi todo, las motocicletas, la soledad, la comida y la lencería. Al parecer las dos iban de compras muy seguido, todas auspiciadas por la tarjeta de Natsuki que muy amablemente estaba inflada gracias a la nada módica cantidad que su padre depositaba cada mes, Yuuki también dijo que Natsuki había recibido una cuantiosa cantidad cuando su madre falleció, cantidad con la que no tendría que preocuparse de nada por el resto de su vida, misma con la que según Yuuki san Natsuki iría de viaje muy pronto.

“¿De viaje, a dónde?” – No me lo podía creer, de viaje, sin habérmelo dicho y a estas alturas del ciclo escolar que casi tiene que repetir.-

“Sí de viaje, pero a mí tampoco me quiso llevar, ni te enojes, dijo que era algo rápido y que disque de su familia”

“Ah, no sabía que estaba en contacto con ellos”

“Ni yo pero con lo de su papá y el bebé ahora ya quieren jugar a que todos son felices”.

“Oh sí, eso” – ni enterada estaba de que tenía hermanos.

“Fujino, Shizuru kaichou, ya sé por qué le gustas a Natsuki” – Ah vaya, al fin algo bueno de esta conversación- “le gustas porque estás bien buena”

“ Lo tomaré como un cumplido” – Dicho esto, Yuuki san se desapareció unos minutos, sólo para regresar con infinidad de tragos, no me había dado cuenta que era aún muy temprano, a penas las 10 de la noche y Natsuki no llegaba, por lo que decidí que ahora seguiría intentando averiguar un par de cosas. Obvio esto no sin antes tener que tomar no sé cuantas más cosas, cada vez se me hacía más difícil mantener la conversación y me dio un sueño, que a punto estuve de marcharme hasta que….

“Fujino, si Natsuki no quisiera estar contigo, si ella decide estar con alguien más, ¿lo aceptarías?”

“Natsuki es libre pero sé que me quiere, tanto como yo a ella así que no Yuuki, no lo aceptaría mientras haya posibilidad entre nosotras y créeme, sé que la hay”. – De aquí en adelante todo fue tan confuso para mi, es más, ni siquiera me hubiera nunca imaginado confesarle algo como esto a Yuuki san. Todo se volvió obscuro, en mis estúpido juego por embriagar a Yuuki para obtener información y para mostrarle con quién estaba tratando, no me di cuenta de lo que en realidad pasaba, el cazador resultó cazado, Yuuki se acercaba peligrosamente a mi cada vez que me ofrecía un nuevo trago, soy honesta conmigo misma y de un momento a otro el estar cerca de ella no me pareció mal, ni siquiera su jugueteo de miradas, su coqueto sonreír.

Con el pretexto de escucharnos mejor y llevar una conversación más tranquila, nos dirigimos tambaleantes a una de las salas alternas del salón  karaoke, qué tranquilidad ni qué nada, ya sabía a dónde se dirigía todo esto no lo pensé y acepté, “esta niña me quiere dar un susto” - pensé -. Sentí que estaba haciendo bien yendo detrás de ella, para parar de una vez por todas este asunto, sé bien que Yuuki quería mantenerme alejada y hacerme quedar mal ante Natsuki, lo que no me imaginé fue lo que sucedió ahí. Cerró la puerta detrás de mi:

“Me has traído aquí después de embriagarme para pedirme que acepte tus sentimientos por Natsuki, ¿no es así Yuuki san?

“Casi Fujino, casi. Te he traído aquí para advertirte que yo también pienso luchar por ella; si de algo me he dado cuenta es que ella y yo tenemos más cosas en común de lo que tú puedes imaginar”

“Si piensas que una relación puede funcionar sólo entre dos personas iguales, estás perdida. Eres muy atractiva Yuuki y no dudo que puedas conseguir a quien quieras pero Natsuki es mía”.

“Si lo fuera ya estuviera aquí contigo” -Yuuki se acercaba lentamente a mi –

“Creo entender ahora” - Le dije susurrando en su oído – “Tienes miedo de perder a la única persona que te ha apoyado en tu vida, no te preocupes, quizá aún siga regalándote algunos minutos de vez en cuando, claro si es que se me da la gana a mi”

“No eres su dueña” – Respondió rápidamente -

“Y tú nunca serás nada para ella” – Le dije con toda la seguridad que tenía -

A poco estábamos de golpearnos cuando sucedió algo insólito, Yuuki se acercó y me besó. Al instante le regresé una sonora cachetada pero me besó nuevamente, y con mucha fuerza mantuvo mis manos detrás de mi cuerpo; no sé como, no sé si culpar a la acalorada discusión que tuvimos, o al alcohol pero lo que al principio me molestó hasta el asco después me pareció necesario, continuar con el beso y algo más. Los besos de Yuuki fueron lujuria pura, de esa que se siente inmediatamente en medio de las piernas, esa que por más que intentes apagar con baños de agua fría no se ahoga, sólo y sólo hasta que el cuerpo la culmine con un orgasmo escandaloso y un espasmo bañado en sudor. Poco me importó si el cuerpo que ahora tomaba era de mi enemiga, quien momentos antes tontamente intentó dejarme en desventada con alcohol barato, desde mi punto de vista la que ahora estaba bajo mi cuerpo y muy a mi merced, era una niña de ojos verdes y mejillas sonrojadas, cuyas caderas parecían no detenerse cuya entrepierna seducía a la mía en un vaivén desbocado.

Fue su voz la que me sacó del transe, pues presa del deseo había yo cerrado los ojos y enarcado el cuello hacía atrás mientras mis manos se fundían en sus caderas fuertemente agazapadas a mis dedos, así, suciamente en el suelo ella terminó, jadeando mi nombre. Nada más que miedo sentí en cuando escuché de su desquebrajada voz lo que siempre había querido escuchar en voz de otra, ya sabía que la lujuria ardía, hoy cenizas soy.

N/A: Muchas gracias a por sus comentarios, saludos a todos.