Ahora que se han disfrutado y superado les traigo el nuevo capítulo de este fic. Ojalá les siga interesando. No sé cuanto tarde en traducir el siguiente capítulo pues ando trabajando en mis otros fics y al concentrarme en aquellos luego no tengo tiempo. Pero les prometo que lo traduciré todo, así que no teman.
Nuevamente mis disculpas por la demora.
Disfruten este nuevo capítulo de Natsuki Doggy!!
No olviden dejar un comentario!
Disclaimer: Mai Hime y Mai Otome pertenecen a Sunrise. Igual que todos aquellos animes que he usado a lo largo de mis capítulos (y usaré) son propiedad de sus respectivos autores.
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Natsuki Doggy
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Capítulo 4
Shizuru llegó al departamento, para su sorpresa el akita negro estaba esperándola en el vestíbulo, agitando su cola de lado a lado, ladrando en cuanto entró.
- “Ara…te ves mucho mejor ahora.” – sonrió la castaña – “Aún así, quieras o no te llevaré al veterinario.” – el can ladró en aprobación – “Déjame cambiarme y después nos iremos.”
Shizuru se dirigió a su habitación y cambió sus ropas por algo más cómodo, mientras tanto, Natsuki la esperaba en el vestíbulo a la vez que pensaba.
- “Fue buena idea esperarla en este lugar. Apuesto a que se sorprendió.” – Natsuki sonrió.
Al escuchar pasos aproximándose, giró su cabeza para ver a la otra chica, oh, y no solo la vio, la observó fijamente. Cómo pudo haber estado tan ciega? Cómo pudo ser posible que se acostumbrara a la belleza de Shizuru? Era imperdonable; la chica era un pecado andante, una diosa viviendo entre los mortales. Mirándola fijamente aún más, se percató de lo preciosa que era la chica; su sedoso cabello avellana, sus rasgos perfectos, sus brillantes y encantadores ojos, esos exquisitos labios, sin mencionar sus otras partes que estaban ocultas ahora bajo esas ropas tan casuales, las cuales también eran sexy.
Se sonrojó, cómo podía ser que esta chica se haya enamorado de ella? Por primera vez se dio cuenta de lo afortunada que era al tener a alguien tan increíble despertando a tu lado cada día. Una vez más Natsuki se enamoró muy profundamente de Shizuru. La voz de Shizuru la hizo volver de sus pensamientos.
- “Estoy lista, nos vamos?”
- “Woof!”
Abandonaron el departamento y comenzaron a caminar por la acera. La veterinaria estaba solo a unas cuantas calles así que no tomaría mucho tiempo llegar, esas eran buenas noticias ya que el pobre perrito aún tenía algunas dificultades al caminar y mantenerle el paso a Shizuru.
Desafortunadamente, un policía notó a la pareja, acercándose a ellas dijo.
- “Buenas tardes, disculpe señorita, es ese su perro?”
- “Así es.” – dijo Shizuru mientras sonreía cortésmente – “Hay algún problema oficial?”
- “Me temo que si. Su perro no lleva una correa, el…”
- “Ella” – interrumpió Shizuru.”
- “Disculpe; ella no puede ir caminando sin una.”
- “Perdone oficial pero me temo que la he perdido.”
- “A dónde se dirigen?”
- “Al veterinario, fue atacada ayer y está mal herida.”
- “Lamento escuchar eso señorita pero su perro necesita una correa; es contra la ley el ir caminando sin una.”
- “Estoy consciente de ello pero no quería usar una cuerda común y corriente para sacarla, me parece cruel e inhumano. No es alguna clase de bestia.”
- “Lo entiendo pero me temo que tendré que llevármela o darle una multa.” – dijo el oficial mirando a la chica y al perro.
- “Entonces múlteme, por que no se la entregaré.” – Shizuru ahora estaba parada frente al can, cubriendo el peludo cuerpo con el suyo.
- “De acuerdo señorita, me permite ver su identificación?”
- “Claro.” – Shizuru sacó su identificación de su bolso y se la dio al oficial.
Él la tomó sin realmente observarla a la vez que sacaba su block de notas. Comenzó a escribir el nombre cuando de pronto dejó de mover su mano. Levantando su cabeza observó a la chica frente a él.
- “Fujino?”
- “Si, es correcto.”
- “Por casualidad, es usted parte del clan del doujo Fujino?”
- “Si lo soy.”
- “Mis…mis disculpas Fujino-sama.” – dijo el oficial temblando y regresándole a Shizuru su identificación a la vez que hacía una reverencia – “No sabía que usted era una Fujino, mis más sinceras disculpas.”
- “Oh no hay problema. Qué hay de la multa?”
- “No se preocupe por eso; yo me encargo.“
- “Es usted muy amable.”
- “Para evitar cualquier problema de que alguno de mis colegas la vuelva a detener, la escoltaré.”
- “No queremos causarle molestias.”
- “Solo hago mi trabajo, por favor, insisto.”
- “Gracias.”
Natsuki observó toda la conversación en silencio.
- “Wow, tal vez esta es una de las ventajas de ser una Fujino.” – pensó – “pero también debe ser agotador. Si hubiese sido yo en esta situación, no hay duda alguna de que me habrían dado esa multa. Me preguntó cómo se siente Shizuru cada vez que ocurren este tipo de cosas.”
Caminaron en silencio hasta que llegaron a la veterinaria. El policía ofreció nuevamente una reverencia y dejó a la pareja en la entrada.
- “Aquí estamos, ven.” – dijo Shizuru entrando y caminando hasta la recepción, Natsuki siguiéndola de cerca – “Hola, tengo una cita con Dr. Takani.”
- “Su nombre por favor.” – dijo la asistente del otro lado del mostrador.
- “Fujino Shizuru.”
- “Oh si! Le está esperando, aquella puerta a su izquierda por favor.”
- “Gracias” – girando su cabeza un poco dijo – “Por acá perrito.”
Entraron a la habitación que les indicó la asistente. Dándoles aún la espalda, la doctora habló.
- “Estaré contigo en un segundo Fujino-chan.”
- “Chan?!” – pensó Natsuki.
La doctora se giró, ahora viendo a la castaña. La doctora era una mujer de mediana edad, es sus cincuentas. Tenía piel blanca y cabello oscuro, sus ojos eran café oscuro; sin duda alguna, una mujer hermosa que aún se veía joven para su edad.
- “Vaya Fujino-chan, ha pasado el tiempo.” – dijo la doctora con una sonrisa.
- “Buenas tardes Takani-sensei.”
- “Cómo has estado?”
- “Bien.”
- “Bien eh? A mi me parece más que eso. Te ves feliz; no recuerdo haberte visto así de feliz antes.”
- “Lo notó?” – dijo la chica con acento de Kyoto sonriendo misteriosamente.
- “Haha, como no podría? Llevamos de conocernos ya un tiempo considerable. Desde ese día que llegaste por primera vez a la clase de la ceremonia del té.” – dijo la doctora con una sonrisa nostálgica – “asistías a la escuela secundaria en aquel entonces.”
- “Ara, en verdad que el tiempo vuela.”
- “Es cierto. Así que…asumo que tu hermosa chica rebelde tiene algo que ver con eso?”
- “Me conoce demasiado bien.”
- “No hay nadie más además de ella que tenga ese efecto en ti.” – su voz tomando un tono más serio preguntó – “Y, qué te trae por acá? Tu llamada realmente me sorprendió.”
- “Bueno, verá…” – dijo Shizuru mirando al akita negro – “es este lindo cachorro aquí…”
La doctora se arrodilló frente al cachorro Natsuki para ver las heridas que tenía mientras Shizuru continuaba explicando.
- “La encontré a mitad de la noche frente a la puerta del departamento. Estaba muy mal herida así que la llevé dentro y la atendí.”
- “Ya veo. La revisaré, colócala sobre la mesa por favor.”
- “Bien.” – Shizuru miró al akita y dijo – “ahora perrito, ven aquí, la doctora examinará tus heridas.”
Natsuki trató de saltar a la mesa pero su pata aún le dolía mucho. Justo cuando iba a intentar saltar nuevamente sintió dos brazos sujetarse alrededor de su cuerpo, levantándola con una facilidad cual si fuese una pluma para después colocarla sobre la mesa.
Natsuki observó a Shizuru asombrada, por un momento casi olvida que su diosa de Kyoto era tan fuerte. Y claro que lo era! Cualquiera que podía sostener una naginata y moverla como si estuviese hecha de papel indudablemente debía ser fuerte.
La doctora se acercó a la mesa, lista para revisar al akita cuando preguntó.
- “Es agresiva? Muerde?”
- “No lo creo. Para ser un perro vagabundo es bastante amigable.”
- “Eso que hiciste fue algo imprudente lo sabías? Mira que asistir a un perro vagabundo así nada mas…”
- “Simplemente no podía dejarla ahí.”
- “Lo sé. Apuesto a que tu amabilidad es una de las tantas cosas que tu chica ama de ti.“ – dijo la doctora – “Bueno, ahora compórtate perrito. No tardaré mucho.”
Natsuki movió el rabo y ladró, no tenía miedo, no con Shizuru a su lado acariciando gentilmente su negro pelaje.
Mientras la doctora hacía un chequeo completo a Natsuki - la chica motociclista ahora convertida en perro – pensaba seriamente en la conversación de hacía unos minutos. No sabía que Shizuru tuviese una amiga en la clase de la ceremonia del té que fuera tan cercana a ella, aún más, que trabajara y tal vez viviera cerca de su departamento. Shizuru nunca le mencionó nada, o si? Y si lo hizo, no estuvo escuchando, nunca dándole su total y completa atención.
- “Cómo puedo ser tan egoísta?” – pensó Natsuki – “Siempre quiero que Shizuru me escuche, pero en cambio yo no escucho lo que me dice. Ya no se molesta en lo más mínimo en compartirme sus experiencias por más pequeñas que sean. En verdad es feliz con eso?.......No! por supuesto que no lo es!! Cómo podría serlo? Acaso aún piensa que ‘esto’, ‘NOSOTRAS’ es aún un sueño?
La voz de la doctora le regresó a la realidad.
- “Mmmhhh…sus heridas son superficiales, nada de seriedad; no hay huesos rotos o daño interno. Aunque es probable que la herida de su hombro deje una pequeña cicatriz; además de eso está bien de salud y en perfectas condiciones.”
- “Gracias, Takani-sensei.” – dijo Shizuru haciendo una pequeña reverencia.
- “No hay de qué Fujino-chan. Hiciste un gran trabajo curándola en casa antes de venir aquí. Has considerado en estudiar para veterinaria o tal vez médico?”
- “Me temo que no funcionaría. Solo puedo prestar atención a una sola y única persona.” – dijo Shizuru sonriendo.
- “Haha, si, es verdad. Que mal, ahí va mi posible reemplazo.”
- “Bueno, es hora de irnos perrito.”
- “Espera Fujino-chan.”
- “Si?”
- “No crees que es descortés no llamarle por un nombre?”
- “Si, tiene razón.” – mirando al can a los ojos le ofreció una sonrisa llena de disculpas – “Perdona, no pensé en eso. Puedo darte un nombre?” – Natsuki lamió las manos de Shizuru alegremente – “Ahora, cómo te llamaré?” – dijo la chica pensando en voz alta con un dedo sobre su barbilla, en la típica pose Fujino.
Natsuki observó a Shizuru y pensó.
- “Oh! Me va a dar un nombre!! Me pregunto cuál escogerá. ‘Duran’ sería fantástico! ‘Blue’ o ‘Inuki’ serían igual de geniales. AH! No puedo explicarlo pero es emocionante!!” – Natsuki movía el rabo vigorosamente y ladraba para animar a la otra chica.
Shizuru miró fijamente los ojos verdes del akita y dijo:
- “Ya sé!! De ahora en adelante serás…”
Natsuki movió aún más su rabo esperando ansiosa la respuesta.
- “Natsutaro!!”
- “Woof?”
- “Si, suena lindo, no lo crees, Natsutaro?” – dijo Shizuru sonriendo ampliamente mientras aplaudía.
Todas las fantasías, esperanzas y sueños de Natsuki de tener un increíble e impresionante nombre fueron hechos pedazos en un segundo.
- “Natsutaro? Natsutaro?!?! Qué clase de nombre tan ridículo es Natsutaro? Ese nombre es más apropiado para un hamster! No para un perro! Cuando sea humana nuevamente tender una seria discusión con Shizuru acerca de nombres adecuados para perros.” – pensó Natsuki con una vena saltando en su cabeza.
- “Buen nombre, Fujino-chan.” – dijo Takani-sensei con los pulgares hacia arriba.
- “Gracias. Ahora necesitamos una placa, un collar y una correa.”
- “Oh, si, tengo unas muy lindas por aquí.” – dijo la doctora caminando hacia el estante, tomando unas placas dijo – “No tengo placas con el nombre de ‘Natsutaro’, pero puedes elegir la que gustes y grabaré el nombre en ella. Qué te parece?”
- “Maravilloso! Ahora, déjeme ver cual puede ser…?” – la castaña observó las placas, tomó una entre sus dedos y se la mostró a Natsutaro – “Qué tal ésta?”
Natsuki miró fijamente la placa con su mirada más mortal y letal, como si quisiera dispararle un rayo y reducirla a cenizas; Shizuru eligió una con forma de corazón, y tomando un collar dijo:
- “Combinarán muy bien, no lo crees?” – el collar era rosa y tenía listones, encajes y pequeños corazones rojos cubriéndolo por completo – “Te verás encantadora con esto.”
Natsutaro movió su cabeza de lado a lado a la vez que gruñía.
- “Tch! Shizuru, tú…siempre molestando!! No muestra piedad incluso a los animales lindos…apuesto a que lo hace a propósito!” – pensó Natsuki.
Natsuki observó detenidamente los collares cuando uno llamó su atención, así que lo señaló con su pata.
- “Este?” – Shizuru lo tomó, no muy complacida con la decisión de Natsutaro; era un collar negro de cuero con picos metálicos, un estilo muy rockero. – “No lo creo.”
Después de diez minutos de estar eligiendo collares y placas que combinaran, la pareja decidió en un collar azul oscuro de piel con una placa en forma de hueso. Ambas estaban felices y de acuerdo con su elección. La doctora Takani grabó el nombre en la placa tal y como dijo que lo haría y se lo dio a Shizuru, quien la abrochó al collar y luego se la coloco a Natsutaro. Ella movió el rabo y dio pequeños saltos después de lamer un poco las manos y dedos de Shizuru.
- “Eres muy linda Natsuraro. Te gusta?”
- “Woof!! Woof!!”
- “Que bien! Bueno, creo que es hora de irnos. Tenemos algunas compras que hacer.”
- girándose hacia la doctora hizo una reverencia y dijo – “Nuevamente, gracias, Takani-sensei.”
- “No hay de qué Fujino-chan. Oh, por cierto, me gustaría ver a Natsutaro en unos cinco días, para revisarla y ver cómo sigue de sus heridas.”
- “Está bien doctora.”
La pareja estaba a punto de salir de la habitación cuando Takani-sensei habló de repente.
- “Fujino-chan…”
- “Si?”
- “En serio estás pensando en dejar la clase de la ceremonia del té?”
- “Aún tengo mis dudas.” – dijo Shizuru con la mirada hacia abajo.
- “Tu chica sabe de ello?”
- “No, no le he dicho nada aún.”
- “Deberías hablar con ella Fujino-chan. Pondría mis manos al fuego apostando que sea lo que decidas, ella estará ahí para apoyarte.”
- “Lo sé.”
- “Ahora bien, si necesitas algo más, solo llámame, de acuerdo?”
- “Pierda cuidado, lo haré. La veré pronto sensei.”
- “Cuídate Fujino-chan.”
- “Usted también doctora. Ven Natsutaro.”
La pareja abandonó la habitación y después el edificio. Shizuru se arrodilló y puso la correa a Natsutaro. Estando la correa sujetada firmemente, Natsutaro comenzó a guiar el camino hasta la tienda de conveniencia. Caminaban lado a lado en algunas ocasiones, otras veces Natsuki iba al frente, seguida muy de cerca por Shizuru o viceversa. Natsuki estaba muy entusiasmada con ello.
- “Wow, la vista es completamente diferente desde aquí. Puedo ver detalles y cosas que nunca había notado. Es muy divertido y emocionante!”
Maravillada por su descubrimiento, por un momento olvidó su altura y el que su vista era diferente ahora, por ello, cuando levantó la vista para ver el rostro de Shizuru, su vista se posó en un lugar un tanto ‘inesperado’.
Sus ojos casi se salen de sus cuencas ante tal vista. Se había olvidado por completo del atuendo de Shizuru; así que ahora estaba mirando fijamente la falda, o para ser más precisa, a la pieza de ropa debajo.
- “Hey! Esa es una mis piezas algodón y encaje de colección de Victoria Secret edición Milenio invernal…wow, jamás pensé que se vieran tan sexy en Shizuru.” – dándose cuenta hacia donde estaba mirando y que sus pensamientos la estaban llevando a lugares peligrosos de inmediato agachó su cabeza, intentando encontrar el piso más interesante a la vez que se sonrojaba profusamente – “Cielos, espero que no se haya dado cuenta.”
Echando un ligero vistazo hacia arriba, vio a Shizuru; la chica estaba completamente distraída a lo que había ocurrido.
- “Bien, parece que no me notó babeando…digo inspeccionando…digo mirando!! Mirando! Bueno, que si estaba babeando un poco pero…gah!! Ese no es el punto!! Pero mis bragas si que se ven bien en ella……eh? Un segundo, por qué está usando mis bragas? No es que me queje pero…mmmhhh…esto es interesante, acaso puede ser esto uno de sus pequeños secretos?”
Natsuki continuó caminando, totalmente perdida en su charla y debate interno que no sintió los ligeros jalones en su correa.
- “Detente Natsutaro! A dónde vas?”
La voz de Shizuru rompió el estado de trance en el que estaba, Natsuki se detuvo y giró su cabeza para ver a la chica de cabello avellana de pie frente a la entrada de la tienda, a algunos cuantos metros alejada de ella. Dando la vuelta, caminó rápidamente hacia Shizuru.
- “Ara, ara, Natsutaro, estabas tratando de escapar?” – dijo la castaña bromeando mientras daba palmaditas en la cabeza al akita, quien ladró un par de veces. – “Tomaré eso como un ‘no’. Bueno, aquí estamos.”
Estaban a punto de entrar cuando Shizuru leyó el letrero pegado en la puerta y que decía ‘No se permiten perros!’. Suspirando dijo:
- “Parece que tendré que entrar sola” – amarró la correa en uno de los estantes para bicicletas que estaban afuera – “Espérame aquí Natsutaro, te compraré algo y luego iremos a casa, está bien?”
Natsutaro ladró en aprobación a la idea mientras Shizuru entraba a la tienda. Natsuki estaba sentada en la acera viendo a la gente pasar cuando vio a un grupo de perros caminando hacia ella, reconociéndolos al instante pues se trataba de los perros callejeros de la noche anterior. Poniéndose de pie comenzó a gruñir levemente, completamente preparada para cualquier cosa que ocurriese. Uno de los perros se acercó diciendo.
- “Ho, veo que has recuperado tu fuerza; y con las mismas agallas.”
- “Qué es lo que quieres?” – preguntó Natsuki en un tono no muy amistoso.
- “Tranquilo pequeño, no hemos venido a buscar pelea.”
- “Entonces, de qué se trata?”
- “Solo estábamos paseando por aquí cuando te vimos, así que decidimos venir y mostrarte nuestro más sincero respeto.” – dijo el akita blanco caminando hacia Natsuki – “Anoche me mostraste tu lealtad y de lo que estás hecho; más que cualquier otro perro que haya conocido antes, estaba muy impresionado. No dudaste ni un momento en proteger a tu amo, y estuviste dispuesto a dar tu vida de ser necesario, aún cuando no sabíamos quien es tu amo.”
- “No lo sabes?” – preguntó Natsuki confundida.
- “Por supuesto que no. Solo lo dije para enfurecerte. Aunque hacer eso no resultó muy bueno para mí.”
- “Lamento eso.” – dijo Natsuki viendo las heridas del akita blanco.
- “No tienes por qué, yo me lo busqué. No lo parece pero eres muy protector y fuerte cuando lo necesitas. En ese aspecto somos muy parecidos.”
- “Bueno, gracias.”
- “Y bien, qué dices? Amigos?” – dijo el akita blanco extendiendo su pata.
- “Si, claro.” – dijo Natsuki tocando la pata del akita con la suya.
- “Soy Kiba. Mis compañeros aquí son: Tsume, Hige y Toboe.”
- “Un placer.”
- “Y tu eres…??”
- “Yo soy…soy…Na…ts…ro.” – dijo Natsuki en un susurro.
- “Cómo dijiste?”
- “Na…ts……ro…”
- “No te entiendo. Déjame ver tu placa.” – dijo Kiba acercándose.
- “Demoniosdemoniosdemonios…esto es muy vergonzoso, todos ellos tienen nombres geniales y yo tengo…”
- “Natsutaro?” – preguntó Kiba.
- “Uhm, si…” – respondió Natsuki sonrojándose.
- “HAHAHAHAHAHA!!! Lindo nombre Natsutaro!” – dijo Tsume riéndose mientras Hige trataba te contener la risa.
- “Ti…tie…tienes un problema con eso?! Mi amo me dio ese nombre!” – dijo Natsuki enfadada pese a estar sonrojada. Aún cuando no le gustase ese nombre del todo, fue Shizuru quien se lo dio, así que lo apreciaría mucho; por ello no permitiría que estos idiotas se burlaran.
- “No hay problema, NA-TSU-TA-RO!” – respondió Tsume riendo aún más.
- “Detente de una vez Tsume. Su amo debió tener una buena razón para darle ese nombre.” – dijo Kiba en tono serio.
- “Hey! Alguien está saliendo!” – dijo Toboe.
- “Diablos, si es el dueño estamos en problemas. Te vemos después Natsutaro, si necesitas algo sabes dónde encontrarnos.” – dijo Kiba corriendo con los demás hacia el callejón junto a la tienda.
- “Perdona la demora, me extrañaste?” – dijo una linda voz con acento de Kyoto.
- “Woof!”
- “De verdad? Bueno, supongo que también debes tener hambre, así que, nos vamos?”
Natsutaro echó un vistazo hacia atrás para ver a sus nuevos amigos; quienes por cierto estaban boquiabiertos y completamente sorprendidos. Les sonrió y después se fue con Shizuru quien ya la había desamarrado del estante. El cuarteto se quedó paralizado, tanto que por un minuto casi olvidan como respirar.
- “Wow, por todos los cielos, ahora entiendo por qué peleo de esa manera.” – dijo Tsume.
- “Si, no me importaría que esa preciosa chica decidiera llamarme Fifí.” – dijo Hige.
- “Qué ocurre Kiba?” – preguntó Toboe.
- “Esa chica……la he visto antes, pero, es extraño.”
- “Extraño?”
- “Si, normalmente está con otra chica, una con cabellos negros y ojos verdes, siempre andan juntas.”
- “Como puedes recordarlas tan bien? Nunca te han importado los humanos.”
- “Un día la chica de ojos verdes me dio algo de comer en el parque, y esa castaña vino a recogerla, si mal no recuerdo…”
- “Oh…”
- “Ese Natsutaro tiene suerte de tenerla.” – dijo Kiba sonriendo mientras veía a la pareja alejarse – “Bueno, es hora de irnos chicos! Hay trabajo que hacer.”
- “Entendido!”
Shizuru y Natsutaro llegaron al departamento, Natsutaro entró primero; Shizuru se quitó los zapatos y después de quitarle la correa al akita la dejó en la mesa más cercana. Se dirigió a la cocina para preparar la cena, siendo seguida muy de cerca por Natsutaro. La chica de ojos rubíes sacó todo, encendió el horno y comenzó a preparar un poco de kushiage con sopa de miso y tofu. Natsuki observaba detenidamente cada uno de los movimientos de la chica. Estaba sentada cerca de la puerta; desde ahí podía ver todo, incluyendo las bragas.
- “Basta Natsuki! Deja de mirar ‘ese’ sitio. Mejor concéntrate en ver cómo prepara la cena; tal vez puedas aprender algo.”
Así se quedó mirando placenteramente a su amada.
- “Cielos, podría verla hacer esto siempre. Se ve feliz mientras lo hace, preparar la cena para nosotras, para mí. Nunca lo pensé de esta manera.” – pensó Natsuki, sintiendo un maravilloso calor correr dentro de su corazón y esparcirse a través de su cuerpo, un puro y agradable sentimiento hacia la otra chica.
- “Ven Natsutaro, la cena está lista!”
- “Woof!”
Shizuru tomó un tazón y lo llenándolo con croquetas ‘Happy Wolfy’ lo colocó en el piso.
- “Ahí tienes.”
Shizuru tomó su lugar en la mesa con Natsutaro en el piso muy cerca de ella y comenzó a comer. Natsuki observó su comida, no estaba muy segura de si comerla o no, como podría? nunca había comido algo así antes. De cualquier manera no había otra opción, tal vez le llegase a gustar, después de todo ahora era un perro. Dio un pequeño mordisco solo para probar y acostumbrarse al sabor; después de tragar el bocado abrió sus ojos asombrada. Podía reconocer este sabor donde fuera, debía ser un sueño, no había manera de que fuese real; dando otro mordisco pensó:
- “Estoy alucinando o esta cosa sabe a carne con mayonesa? Simplemente grandioso!! La falta de mayonesa en estos días se compensará con esto sin duda alguna. Me pregunto si Shizuru se dio cuenta del sabor que compró. Como sea, debo agradecerle después!” – viendo su tazón dio las gracias y dijo – “Itadakimas!!” – y comenzó a devorar el contenido.
Shizuru observó a su lobezno y peludo cachorro, asombrada por su manera tan vigorosa de comer.
- “Ara, ara…en verdad estabas hambrienta. Me alegra que te gustara la comida.”
El akita ladró un par de veces para continuar asaltando su plato. El resto de la cena pasó con calma; cuando terminaron, Shizuru se levantó y colocó sus platos en el fregadero para lavarlos. Natsuki estaba lamiendo su plato; no quería dejar ni una migaja de su cena.
- “Vaya…Natsutaro, si que disfrutaste tu cena.”
El akita miró a la castaña.
- “Ara, con ese comportamiento me recuerdas a mi dulce Natsuki cuando come mayonesa.” – dijo Shizuru con una risita – “Tu podrías ser su contraparte animal.”
Natsuki casi se atraganta con las migajas ante el comentario.
- “Ohcielos, ohcielos!! Acaso ya lo notó? Acaso soy tan fácil de leer incluso en esta forma?” – pensó Natsuki comenzando a sudar.
- “Por supuesto no hay manera que eso ocurra. Creo que mi mente está jugándome una broma…es sólo que la extraño.”
Shizuru fue a la estancia y se sentó en el sofá.
- “La extraño mucho Natsutaro. No puedo vivir un solo día alejada de ella.”
El akita se acercó y puso su cabeza en el regazo de la chica, la chica de cabellos castaños empezó a acariciar distraídamente el pelaje del animal y a rascarle detrás de las orejas.
- “Pero ya no tengo miedo, porque sé que me ama, sé que volverá, y estaré esperándola.”
El akita lamió las manos de Shizuru, la chica sonrió al cachorro.
- “Hey Natsutaro, me harías compañía esta noche?”
- “Woof!”
- “Gracias, eres muy amable. Me agradas y ya te quiero, debe ser tu aura.”
El reloj indicaba que ya eran casi las diez de la noche cuando Shizuru bostezó; miró a Natsutaro quien la miraba con curiosidad.
- “Perdona, estoy un poco cansada, creo que lo mejor será que me vaya a la cama, es un poco temprano pero debo recuperar mis fuerzas.”
Levantándose del sofá fue hacia su habitación con Natsutaro caminando detrás de ella. La chica de Kyoto entró al baño con un cambio de ropa en sus manos, lavándose los dientes y cambiándose a sus ropas de dormir apagó las luces.
Acostándose en la cama se cubrió con las sábanas, colocando su cabeza sobre la almohada dijo:
- “Buenas noches Natsutaro.” – después susurró – “Buenas noches Natsuki, te amo.”
Y cerrando sus ojos dejó que el mundo de los sueños la llevara esta noche para darle un lindo sueño y un adecuado descanso.
Natsuki estuvo sentada sobre la alfombra todo ese tiempo. Aproximándose silenciosamente se subió con cuidado a la cama a fin de no despertar a su amada. Acostándose a sus pies pensó.
- “Yo también te amo Shizuru. No te preocupes, que yo vigilaré tu sueño. Te protegeré, siempre. Juro que de ahora en adelante siempre te cuidaré. Shizuru, hoy he aprendido muchas cosas, es una lástima que tuviese que convertirme en perro para notarlas. Pero también estoy agradecida por eso, porque gracias a eso he descubierto algunos de tus pequeños secretos, y también me di cuenta que me he enamorado nuevamente de ti, más que antes. Buenas noches amor, dulces sueños.”
Natsuki se recostó ahí, cerrando sus ojos, escuchando la pausada respiración de su gran amor, cual si fuera una melodiosa canción, una canción que la guiaba al mundo de los sueños. Ambas figuras yacían pacíficamente sobre la cama disfrutando su compañía, sintiéndose seguras y también completas.
La noche cubría la cuidad, dejándoles descansar y por primera vez en un largo tiempo, bendiciéndoles con el gozo del silencio, un silencio que significaba paz y esperanza.
Continuará……
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Qué tal? Les gustó? Espero que sí.
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Hasta pronto!!
Atte. Shezaei_neko