El Fic sin título - Cap VII

Hola por fin puedo subir el cap vii, disulpen la terrible demora, no tuve tiempo estas semanas y la verdad pa hacer bien los dibujos tampoco, asi q recomiendo no mirarlos xq estan re feos. Pero bueno.....ahhh. Prometo los siguientes estarán mejores como el último del cap anterior (fue lo q mas gusto banda de picaronas)Bueno, en serio prometo algo mejor. Hablando ya del texto propiamente dicho, el cap es maso igual de largo que el 4to cap, pero creo q este es mas interesante, ojala les guste. Con cariño y amor, flores y felicidad (JAJAJAJAJAJJAJAJA) Ali D

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Capítulo VII: El mundo se voltea...Confusión

- “Ahhh… mi cabeza…me duele como si…” – Nina se despertaba de una de las peores noches que había pasado, ya no le dolía el brazo pero si la cabeza. Se había quedado dormida sobre la cama, con la ropa puesta. Se revisó el vendaje y la herida estaba mucho mejor, aunque la venda tenía aún el olor de Natsuki impregnado. Pero de pronto sintió otro aroma. Estaba más fresco y era embriagante, no muy dulce, no muy cítrico, no muy a madera, era especial – “Este aroma…..¿De dónde viene?”¿Humm? – Nina estiró un poco el pecho de su camiseta y pudo sentirlo bien – “Esta fragancia no es mía…………………. ¿Fujino-sama?” – Nina enrojeció y soltando la camiseta se tumbó de nuevo en su cama. Recordar esos ojos carmines, rojizos como la puesta de sol era embelesante. Nina suspiró, vio que aún era temprano en su reloj. Así que volvió a dormirse, le hacía falta.




- ¡Ohhh!…Natsuki… – Shizuru hablaba entre sueños. Pronto serían las seis de la mañana. Sorprendentemente, Natsuki estaba despierta. Escuchaba como Shizuru le hablaba dormida al oído, pues continuaban en la misma posición en la que quedaron – Nat…su…ki… - la castaña apretó mas su cuerpo contra el de Natsuki. La morena no se resistió en lo mas mínimo.
- Shizuru… - Natsuki musitó por lo bajo. De pronto puso un dedo en sus labios, pudo sentir un delicioso sabor en ellos – Shizuru ¿Tú…? – Natsuki pasaba su dedo índice y corazón por sus labios, sabía que era el sabor de los labios de Shizuru, no era la primera vez que la castaña se lo dejaba probar. Natsuki se incorporó en la cama con cuidado, liberándose de los brazos de Shizuru con una delicadeza impropia en ella. Natsuki quedó sentada y recogió sus rodillas abrazándose a ellas. Giró la cabeza para ver el rostro de Shizuru que dormía apacible y tranquila. Tan solo un pequeño roce entre las dos podía darle tanta felicidad. Una felicidad de la cual Natsuki no tenía consciencia o la tenía, pero muy poca, tal vez algo que ella veía, pero no quería ver. La tenue luz del amanecer se colaba por entre las cortinas – Shizuru…… eres hermosa…… - Natsuki pasó una mano por la cabeza de Shizuru pasando los dedos por su cabello y terminando por una suave caricia en su mejilla. La piel de aquella chica tan hermosa era muy suave al tacto, delicada. El corazón de Natsuki comenzó a acelerarse a un ritmo desproporcionado. Esa chica que estaba recostada se veía en ese momento tan frágil, con tanta necesidad de amor y protección, que Natsuki quedó hipnotizada por esa belleza pura. La mano que había quedado en una mejilla se deslizó sutilmente hacia los labios de la castaña; tocó con sus dedos suavemente esos labios que estaba segura le habían besado la noche anterior. Natsuki giró su cuerpo y con mariposas en el estómago se acercó temblando al rostro de Shizuru, lentamente, cada vez más – “Quiero…quiero confirmar que me besaste anoche” – se dijo para excusarse con sí misma. Natsuki estaba lo suficientemente cerca de ella, sintiendo su aliento, su respiración. Tomó suavemente el rostro de Shizuru y la besó con mucho cuidado de no despertarla. Fue un beso lleno de tanto cariño y a la vez mezclado con pasión, que Natsuki soltó una lágrima solitaria en ese momento y no sabía porque. Natsuki fue delicada, suave y sutil… nada de eso era propio de ella, pero así lo hizo. No pudo resistir y deslizó su mano hacia abajo y dio con uno de los pechos de Shizuru, pudiendo comprobar que eran maravillosos, tan maravillosos como lo pensó al momento de verlos la noche anterior. Shizuru se estremecía al tacto pero no despertaba, al parecer estaba soñando placenteramente.






Natsuki se sentía embriagada por ella, hechizada, controlada y sentía un inmenso deseo……. Cuando la alarma del despertador sonó sacándola de su propia mente. Natsuki se quitó de encima de Shizuru en menos de un segundo, volviendo a su lugar en la cama mirando la pared. Sentía que el corazón se le salía del pecho.
- “¡¿Qué diablos estabas haciendo Natsuki Kuga?!...¡Tú no puedes……!”
- ¿Natsuki? – Shizuru se había despertado. Natsuki intentó hacerse la dormida, pero el hecho que temblara como si estuviera convulsionando, no le ayudaba en su cometido - ¿Estás bien Natsuki?
- Ehhh…........ No, naaaa…..na…da… “sigue actuando todo lo que quieras, Natsuki Kuga, ni tú misma te la crees” – Shizuru no quería fastidiarla.
- Ehh, bueno… Tu ropa ya debe estar seca. Iré por ella – Shizuru salió de la cama y Natsuki volvió el rostro para verla un instante antes de ponerse muy, muy roja. Natsuki salió de la cama – Toma Natsuki, puedes cambiarte.
- Gracias Shizuru……
- Parece que tienes fiebre de nuevo, Natsuki… - Shizuru colocó una mano en la frente de la chica, que Natsuki retiró de inmediato.
- Estoy bien……estoy bien Shizuru… - Shizuru abrazó a Natsuki y al estar esta última sentada en la cama, su rostro dio de lleno sobre los pechos que acababa de tocar, Natsuki sentía que le invadía la locura, el deseo y la pasión; pero a la vez, al mismo tiempo, se desconocía a sí misma, no entendía que pasaba o no quería entender.
Shizuru se separó lentamente y le sonrió, luego ella fue a cambiarse. Las dos chicas se vistieron. Ninguna dijo nada durante un largo momento, así que el silencio comenzó a hacerse incómodo. Shizuru decidió romper el aire denso que empezaba a formarse.
- ¿A qué hora comienzan tus clases? – preguntó desde el cuarto de baño donde estaba. Natsuki estaba en la habitación.
- Casi a las ocho de la mañana…
- ¿Tienes tiempo de llegar?
- Ehhh, sí, creo que si… Tienes clase ahora ¿no?
- Sí, lamento no acompañarte…
- No…No hay problema… - Shizuru le miró con una sonrisa mientras entraba a la pieza.
- ¿Cuándo nos vemos de nuevo, Natsuki? – Esta simple pregunta hizo que Natsuki se ruborizara. Se cayó, pues estaba poniéndose las zapatillas estando parada.
- Ehhh……Yo…yo te llamaré…¿está bien?
- Sí – Shizuru acompañó a Natsuki hasta donde estaba estacionada la moto. Cuando Natsuki se subió, Shizuru la abrazó fuertemente (otra vez) – Estaré esperando tu llamada…Ve con cuidado ¿de acuerdo?
- Ehh… Si… Nos vemos – Natsuki arrancó y Shizuru se quedó mirándola hasta perderla de vista.



Nina terminaba de vestirse en su habitación. Por un momento dio un pequeño vistazo a la cajita de cual la noche anterior había sacada la medicina. En la parte inferior se podía leer, aunque no estaba claro, Farmacias Iwasaka.
Nina recogió sus cosas y salió de su habitación. El pasillo estaba muy silencioso, aún era temprano. Emprendió el camino hacia el salón. Aún se sentía dopada por la medicina, pero nadie tenía porque notarlo.
- “Todo ira bien…nadie se dará…..” – la voz que menos quería oír.
- ¡Ara, ara! ¿Estás borracha, Wong-san? – Nao estaba parada detrás de ella, con su maletín al hombro y su sonrisa pícara de siempre. Nina volteó tan bruscamente que perdió el equilibrio y casi se cae - ¡Ohh! El alcohol está prohibido en la academia… “¡Vaya! Parece que si tiene algo”
- ¡No tengo tiempo para tus tonterías, Yuuki-san!
- ¡Ohhhh! – Nao echó hacia atrás la cabeza junto con una mano a manera de drama – Tus crueles palabras parten mi corazón – Luego empezó a reírse con ganas, lo cual irritó mucho a Nina. Esta última empezó a caminar con paso firme o digamos que algo así porque muy firme no era. Nao le seguía de cerca, haciendo comentarios sarcásticos como siempre.






Las dos entraron en la clase y se sentaron cerca de la ventana donde Nao decidió darle un respiro a Nina y dejar de fastidiarla por un momento. Nao sacó su móvil y se puso a mirar por la ventana, Nina hizo igual hasta que vio llegar a Natsuki en moto. Nina se sobresaltó y Nao lo notó.
- “¿Natsuki…….? ¿Recién vuelve……? Eso quiere decir que……” – Nao sintió que las mejillas se le ponían un tanto calientes. Nina ni siquiera notó el sobresalto de Nao, recordaba que la noche anterior les había visto partir a Natsuki y Fujino-san en la moto. Podía recordarlo a pesar de haberse puesto la medicina. Natsuki estacionaba cerca del edificio donde estaban las habitaciones.



- Al fin, Natsuki, Pensé que ya no vendrías – Mai recibió a Natsuki, Mikoto terminaba su desayuno. Mai bajó la voz y acercándose al oído de Natsuki le susurró - ¿Cómo pasaste la noche con Shizuru-san? – A Natsuki casi le salió vapor por los oídos.
- ¡¡¡¿¿¿Qué…..Qué estás diciendo???!!! – Por la mente de la morena pasaron imágenes de la noche anterior de manera rápida, pero recordó con claridad el torso desnudo de Shizuru.
- “¡Ara, ara! Jamás aprenderás a disimular Natsuki” ¡Vamos, Mikoto! Te dejaré en tu salón. Natsuki, cámbiate con calma, aún es algo temprano – Natsuki sonrió por un momento al ver a Mai y de cómo se hacia cargo de dos niñas pequeñas, ella y Mikoto. Pero luego cuando ellas dos se habían ido, Natsuki se sentó en tu cama y pensó en los sucesos de esa mañana.
- “¿Qué me está pasando?” – Natsuki se llevó una mano al pecho – “Esta sensación es la misma que tuve con…… con…… ¡Diablos! ¿Por qué tiene q ser tan complicado?................................................................ Shizuru…yo…, pero….. Nin….Nina……Ni…na…….” – Natsuki estaba sobrecogida, apretaba su mano contra el pecho, llevaba el aroma fragante de Shizuru en él. Terminó de ponerse el uniforme y salió de la habitación. El pasillo se veía interminable, pero aunque no tenía las ganas, debía ir a clases.
Ya cerca de la esquina, una sombra le esperaba de pie. Ya era familiar tenerla espiando de esa manera, pero esta vez le hacía frente.
- No regresaste ayer…… Acabó de verte llegar hace unos minutos.
- ¿Ehh? Este…yo no pude regresar, llovía mucho…
- ¿Pasó algo entre Fujino-san y tú? – esos ojos verdes clavaban como estacas sobre Natsuki.
- ¡¿Nao?! – Natsuki se sobresaltó, la actitud de Nao era muy inusual.
- Solo dime si pasó algo, Natsuki……
- ¡Vaya Nao! ¡Que pregunta! ¡Claro que no! – mintió Natsuki; y lo hizo tan bien que pudo engañar a Nao, la supuesta experta. La actitud de Nao era muy extraña, pero por primera vez, Natsuki no quería saber el porque de algo – Tengo que ir a clases – El rostro serio de Nao volvió a ser tan pícaro como siempre.
- Esta bien, neko-chan… - y sonrió. Natsuki solo cambió la dirección para ir a su clase.
- “Brrrr……Nao Yuuki……Nunca cambiarás, eh” – se fue pensando, olvidando por un momento los sucesos matinales. Natsuki no pudo ver como el rostro de Nao se ponía serio de nuevo, hasta con un toque de esa mirada rencorosa y perversa que antes tenía.



Las clases pasaron sin mayores acontecimientos. Natsuki aún debía quedarse para estudiar. Había tenido dos exámenes ese día, pero poco le importaba en ese momento si lo había hecho bien. Estaba sentada mirando por la ventana. Moría por salir. Por alguna razón, tenía que buscar a Nina, quería hablar con ella, pero debía estudiar para el día siguiente aunque le faltasen ganas. Se dispuso a abrir un libro…álgebra.
- “¡Que asco de curso!..........” Shizuru solía ayudarme con esto – dijo en voz baja. De repente escuchó el sonido de un móvil fuera de la clase. Natsuki se asomó a la puerta y vio a Nina.
- ¿Aló? – Nina se veía cansada, iba en dirección a su habitación cuando recibió la llamada. Presionaba contra sí el brazo donde tenía la herida - ¿Papá?......¿Qué?¿Ahora?......Vaya, entiendo, el trabajo……Salgo en el próximo tren……Solo una dosis……Esta bien, adiós.
- “¿Qué rayos?” – Natsuki no entendió nada de lo que Nina habló, pero la conversación indicaba que iba hacia la ciudad. Natsuki esperó a que Nina se alejara para poder salir de la clase. Caminó detrás de ella hasta alcanzarla, no quería que supiera que había escuchado la llamada - ¡Nina! – Nina volteó y se formó en su rostro una expresión que Natsuki no supo interpretar como un rostro de amor, odio, exasperación u otra cosa.
- ¿Natsuki?... ¿Qué haces aquí?
- Pues salía del aula, tengo que estudiar para mis exámenes “Malditos exámenes”
- Bueno… - Nina volteó la cabeza dándole la espalda a Natsuki – debo irme…… Tengo cosas que hacer…..
- ¿Y adónde vas? – Natsuki se puso su mochila a la espalda y empezó a caminar detrás de Nina con paso lento y pausado, pues sus pasos eran más largos.
- Ehhh….a la ciudad….. “¿Por qué me esta siguiendo?.....ahhh…. mi brazo ¡Maldición!” – Nina quiso agarrar su brazo lastimado, pero se contuvo porque Natsuki estaba a su lado. La dosis del medicamento que se había inyectado la noche anterior estaba pasando.
- Tu padre debe estar esperándote ¿Puedo acompañarte?
- Nat…suki… - Nina se sonrojó e inmediatamente recordó que no quería mostrarse débil ante ella, así q bajó un poco la cabeza para disimular.
- Bueno, no quiero incomodar, así que ¿Puedo acompañarte hasta la estación? – Natsuki le sonrió – “¿Por qué soy tan gentil con ella?....... Yo no soy así……”
- Ehhh…… Está bien….. pero debo pasar por mi habitación…. “¡Maldición! ¿Nuca va acabar esto?”
- No tengo apuro.
Llegaron a la habitación de Nina, quien le suplicó a Natsuki esperar un momento. Nina entró en su habitación y sacó la cajita de debajo de su cama. Tomó la jeringa.
- “Ya no puedo seguir con esto, han pasado meses y no hace mas que cambiar mi humor….” – Nina clavó la jeringa en su brazo lastimado y reprimió un pequeño grito. Aguantó el dolor por un momento y respiró profundo. Se cambió y salió.
- ¡Vaya! Tienes una expresión de cansancio…… - Natsuki esbozó una pequeña sonrisa y esta vez, Nina no pudo disimular el rubor en sus mejillas. Natsuki se veía muy linda al sonreír; y por lo que había visto en la academia, era una de las pocas que tenían el privilegio de verla así. La luz que entraba por el pasillo las rodeaba a ambas y los claros ojos verdes de Natsuki se veían preciosos con la luz. Era la atmósfera perfecta para…
- “Nat…suki…….yo……………..¿Hhmmm?” – Nina sintió que las piernas se le adormecían, la medicina, empezaba a hacer efecto. Definitivamente, necesitaría la ayuda de alguien para llegar hasta la estación.
- Nina…¿Estás bien?
- Sí….Solo un poco mareada…..es todo……
- Bueno……entonces vamos con cuidado…..Te queda bien el cabello suelto “¿Qué dije?” – Natsuki se sonrojó mientras Nina volvió la vista y sonrió.
- “Es cierto……me siento bien a tu lado” – pensó.
Las dos empezaron a caminar y Natsuki le ofreció su brazo a Nina para que pudiera apoyarse.



La puerta de la habitación se abrió. Mai volteó para ver quien era.
- Natsuki…. ¿Qué tal tus clases?
- Horribles, como siempre… ¿Qué haces?
- Deberes. Ya acabo en un momento, así que después haré la cena.
- ¡Hola Natsuki-chan! – Mikoto corrió como un gato y saltó sobre Natsuki, cayendo las dos al suelo.
- ¡Ahh!¡Mikoto!....Aire….aire……no respiro…. – Natsuki empezaba ponerse azul cuando Mikoto le soltó.
- ¿Cómo te ha ido Natsuki?
- Muy bien Mikoto…pero no vuelvas a hacer eso…….¡Espera, Mikoto! – Natsuki no terminó de hablar cuando Mikoto volvió a abrazarla, dejándola morada de nuevo.
- “Natsuki está relajada esta vez…pero me preocupa” – pensaba Mai que veía con una sonrisa a sus dos compañeras jugar. Miró por la ventana y vio que ya empezaba a anochecer. La luna pronto estaría alta en el cielo… A veces, esa estrella roja, la estrella de las Hime… a veces deseaba volver a verla. Volvió a ver a sus compañeras y se sintió feliz de verlas contentas. Extrañamente Mai pudo percibir que algo extraño sucedería. Su mirada se fijo en una cajita metálica que había bajo la cama de Natsuki - ¿Qué es eso, Natsuki? ¿Es lo que te enviaron hace dos días?
- Ehhh….Sí – Natsuki había olvidado el arma. Se acordó de cuando la guardó y le metió una patada para mandarla hasta el fondo.
- ¿Qué es, Natsuki? – Mikoto puso cara de gato curioso (bueno su sola cara ya bastaba, no era necesario, pero igual lo hizo)
- Este….eso es…… - Mai y Mikoto se acercaban peligrosamente a Natsuki, curiosas y ansiosas por saber que contenía la cajita.




- “¿Por qué siempre tarda tanto?” – Nina estaba sentada en el centro de la ciudad. Serguey aún no llegaba y que Nina se sintiese mareada no mejoraba en nada las cosas – “Esto no debería pasar con la inyección……aunque sabía que tendría efectos secundarios…….” – Nina miró al cielo y suspiró. Apoyó sus brazos en sus rodillas y su cabeza encima de los brazos, miró a la gente que por ahí pasaba aunque sabía que no lograría reconocer a nadie. Sentía nauseas cuando la vio – “Ohhh….oh no…..no es en serio….¡Maldición!” – Nao se acercaba con su sonrisa burlesca.
- ¡Vaya, Vaya! Que sorpresa encontrarme contigo por aquí, Wong…
- …………
- ¿Y a quién esperas?
- Es un asunto que no te incumbe, Yuuki…… - Nina se paró bruscamente, pero sin poder mantener el equilibrio cayó sobre Nao. Nao la sujetó con firmeza por debajo de los brazos, pero se fue al suelo con ella. Nina y Nao se miraron y se sonrojaron a la vez. Se quedaron por un momento así hasta que Nao gritó.
- Párate Wong – Nao empujó a Nina quien realmente no podía pararse, todo le daba vueltas. Nao se dio cuenta y suavizó su voz casi de manera automática - ¿Wong?...¿Estás bien? – Nao se dispuso a levantar a Nina cuando escuchó una voz ya conocida por ella a sus espaldas.
- ¿Algún problema………Nao?
- Fuj…Fuj…..¡Fujino-sama! – Nao trataba a Shizuru con el respeto que no le había dado ni le daba a nadie.





- Te encuentro otra vez por aquí, Nao – Shizuru acercó su rostro con una sonrisa pícara al rostro de Nao, estaba tan cerca de… pero cambió la dirección y le dio un beso en la mejilla. Nao se sintió hervir. Si en poner nerviosas e incómodas a las personas alguien le ganaba, esa era Shizuru – Me alegra verte tan seguido…¿Hmmm?¿Wong-san?
- Ehh…Fujino-sama ¿La conoces?
- Si… le conocí ayer…Ya te dije que podías decirme Shizuru…..…. – Shizuru le sonrió - ¿Qué le pasa?
- Ehhh no lo sé Fujino-sama……digo Shizuru-sama…..este digo….. “¿eres estúpida o te haces, Nao Yuuki?” – Nao se ruborizó un poco. Al instante recordó que tenía a Nina en brazos. Nina estaba desmayada. A Shizuru por su parte le dieron muchas ganas de reírse, pero se controló como siempre lo hacía y ayudó a Nao a sentar a Nina, quien finalizó en brazos de Shizuru, tal como el día anterior. Shizuru miró a Nao.
- ¿Has visto a Natsuki hoy?
- “Es todo lo que te interesa ¿no es así?” Si, la vi un momento en la academia……debe estar estudiando para sus exámenes.
- ¿Qué….pasó? – Nina despertaba y aún mareada no se percataba de su situación.
- ¿Cómo te sientes Wong-san? – Shizuru le sonrió amablemente. Fue entonces donde Nina la reconoció y reconoció a ver estado en esa incómoda posición antes. Otra vez tenía la cara muy cerca de los pechos de Shizuru.
- “¡Ohhh! Son…..muy grandes……” ¿Ehh? Estoy bien…. – Nina se sonrojó y se apartó un poco de Shizuru.
- Bueno, entonces me voy – dijo Nao, que ya se paraba.
- Esta bien Nao… - Shizuru se incorporó y volvió a besar su mejilla. Nao volvió a sonrojarse – Yo me llevó a Nina. Dale saludos a Natsuki de mi parte – Shizuru sonrió y levantó a Nina quien se sujetaba de ella para no caer.
- Esta bien, Fuj….Shizuru – Y las vio alejarse. La mirada de Nao se tornó seria – “Natsuki no te lastimará, Shizuru…”


Mientras tanto, Nina iba casi colgando del brazo de Shizuru. Levantó la vista. Era muy hermosa, esos ojos carmesí la hipnotizaban…Hipnotizaban a todo el mundo.
- ¿Vas a algún sitio en particular Wong-san?
- Tengo que esperar a mi padre……tengo que verme con él…… - el mareo continuaba – “No debí tomar la medicina para salir……. ¡Demonios, Nina!¡Camina bien!” – Nina dio un traspié que casi la arrojó al suelo de nuevo. Shizuru la sostuvo de nuevo.
- ¡Vaya Wong-san! ¿Qué tomaste? – después de esta pregunta Shizuru rió con la gracia que siempre la caracterizó. Nina la observó reírse por un momento y también sonrió con las fuerzas que le quedaban.
- Es…..es mi medicina...……… me produce mareos – dijo al fin.
- ¿Medicina? ¿Para qué?
- Para una herida en mi brazo.
- Debe ser un antibiótico muy fuerte…
- Es un antibiótico de las farmacias Iwasaka – Por la mente de Shizuru cruzó una descarga eléctrica. Recordó lo poco que Natsuki le había dicho acerca de esas Farmacias y su relación con ella.
- ¡Ohh! Ya veo – Shizuru bajó un poco la cabeza. Nina se dio cuenta, pero no le prestó atención…no la debida.
- ¿Qué hora tienes, Fujino-san? – Shizuru salió de su ensimismamiento. Miró a Nina a los ojos y vio por primera vez el color de estos. Por un instante dejó de pensar de donde conocía esos ojos y se dejó llevar por ellos. Esos ojos miel la atraparon por un momento. Luego se fijó en el parecido que Nina tenía con Natsuki. Su máscara se vi deshecha.
- “Esa mirada es tan parecida a la de…………..Natsuki”……
- ¿Fujino-san?.....
- las seis y cuarto – contestó Shizuru sin dejar de observar a Nina, quien poco a poco empezaba a sentirse un tanto incómoda. Esos ojos, rubíes, carmines…Sentía que estaban tratando de descifrarla y sintió una excitación inusitada; y al mismo tiempo, temor – llámame solo Shizuru, por favor…
- Este….esta bien, puedes decirme Nina – Shizuru sonrió sinceramente a Nina.
- Muy bien…..¿El hombre de ahí es tu padre?
- Ehh….si – Nina giró la cabeza y vio a su padre – Si, es él.
- Bueno…Entonces los dejó. Nos vemos otro día Nina…
- Sí, Shizuru……Adiós.
- Adiós.
Shizuru empezó a caminar, dejando a Serguey y a Nina. Serguey no alcanzó a distinguir quien era la chica que acompañaba a su hija esta vez.
- ¿Quién es ella, Nina?
- Una amiga, aunque ella está ya en la universidad
- Que bien que tengas varios amigos ya……… Estás con la medicina ¿verdad?
- Si, padre…
- Bueno, vamos al trabajo entonces…



- Así que es un arma – finalizó Mai, después de escuchar la atropellada explicación de Natsuki. Mikoto miraba la cajita, que Natsuki había puesto en sus manos, con gran curiosidad. Natsuki había tenido que contar todo desde un inicio, pues con la única con quien había hablado de las farmacias Iwasaka, era con Shizuru; así que la explicación fue larga y tendida, para finalizar en como llegó el arma a su manos - ¿Crees que sea peligroso conservarla?
- Si no hago nada peligroso ni sospechoso con ella, no lo creo, Mai…
- ¿Y cómo funciona, Natsuki? – Mikoto estaba tan cerca de Natsuki y se disponía a tomar el arma. Natsuki la apartó bruscamente.
- ¡NO!...... no la toques, ni yo sé como funciona esta cosa – y volviendo a ponerla en la caja agregó – Creo q esta cargada a la mitad, mejor no tocarla.
- Sí, tal vez sea mejor… - sentenció Mai, mirando a Mikoto, la conocía muy bien y conocía su ávida curiosidad insaciable al igual q su estómago (jejeje) – Creo que deberíamos dormir, se está haciendo tarde.
- Sí, estoy muy cansada…
Las chicas se pusieron los pijamas y se acostaron. Mikoto como siempre, abrazada a Mai y Natsuki abrazada a su almohada.


*Farmacias Iwasaka/ subterráneo*

- Por fin llegaste Wong…Ya es casi medianoche.
- Siento la Tardanza presidente…….
- Veo que trajiste a la pequeña esta vez………
- El Dr. Me sugirió traerla…
- Hummm….. Ya veo……. ¿Cómo estás, Nina?
- Muy bien Sr. Presidente.
- Tu padre y yo tenemos asuntos que tratar, volveremos en un momento.
- Sí señor – Nina sentía aún a la medicina correr por su torrente sanguíneo.
- ¡Ohh! Nina, ven aquí
- Buenas noches Dr. Sanada
- Buenas noches… Siéntate por aquí – El Dr. Sanada descubrió la herida en el brazo de Nina. Por otro lado, Nina tenía los ojos caídos, su rostro denotaba cansancio – Parece que esta evolucionando mejor de lo que esperábamos.
- Doctor….., pero……la medicina……
- No te sientes bien ¿verdad?
- No…doctor……yo…… - Nina se fue hacia delante cayendo al suelo casi inconsciente, no tenía fuerzas para levantarse. Era muy extraño, el efecto del fármaco ya debería haber pasado, pero cada vez se hacía más fuerte.
- Es completamente normal que te sientas así – respondió el Dr. Sanada sin mostrar interés en ayudar. Fue el equipo técnico quien recogió a Nina – No te preocupes – le susurró al oído – pronto serás muy fuerte – la sonrisa o mas bien mueca maliciosa que hizo el hombre, asustó mucho a Nina. Pero entró en pánico al ver un pequeño frasco cerca de ella. Era sangre y estaba rotulado con el nombre de Natsuki Kuga. Nina intentó gritar pero la voz no salió de ningún lugar. No vio más pues la durmieron.




No lejos de ahí, Serguey Wong hablaba con el presidente acerca de la búsqueda del extraño objeto. Sabía que los doctores trataban a su hija, pero era ignorante de lo demás.