De Mai Hime, nada me
pertenece, sólo tomé prestado.
“Nao”
“¿Hmm?”
“Vamos a hablar
de esto sólo una vez y jamás quiero escuchar otra palabra”
“¿De qué?”
“De Shizuru, y
de ti”
Sentadas estábamos
en una banca, después de comer. Ni siquiera quería hablarlo, mas no
hacerlo sería tonto, la amistad con Nao jamás sería la misma.
Aparentemente algunas personas piensas que la pelirroja y yo tenemos
algo así como un romance, me dijo Chie; con razón la gente nos
miraba más extraño que de costumbre. Al decirle el rumor a Nao, la
muy imbécil dijo “Ja,
ni que tuvieras tanta suerte”,
obvio le golpee el hombro. No creo que ella tenga ninguna tendencia
romántica hacia mi, que yo sepa, ella no tiene esos gustos. Lo que
sí, es que desde hace algunas semanas, de la nada comenzamos a
hablarnos, a salir juntas a todos lados, a disfrutar de la mutua
compañía, Nao no es como yo pensaba, es muy buena persona, que como
todos cometió errores, tomó decisiones equivocadas, ahora sólo nos
reímos de ello, intentamos encontrarle el lado gracioso, aunque
parezca perverso, sí tiene un lado cómico. Eso todo eso y que le
puso con Shizuru; ¿será que Nao es….?
“¿Te gusta
Shizuru?” –
Intenté continuar con el tema
-.
“Fue ella, la
que, fue ella Natsuki”.-
La situación no se la esperaba mi joven amiga, quizá creyó que
esta plática jamás se daría. Tampoco yo, sin embargo es ya
necesario. Antes no lo había hecho pues Nao se acercó a mí con
lágrimas, mi curiosidad se quedó de lado el día que ella
necesitaba un abrazo. Shizuru es más que mi amiga y quisiera saber
qué es lo que sucede entre ellas dos de una buena vez -.
¿Fue ella la que
hizo todo?
“Sí”
“Entonces, tú
a ella...”
“Eso es privado
Natsuki”
“¿Por qué?
Sólo trato de entender cómo es que tú y la persona que tanto y
tanto odiabas terminaron así”
“Entonces, ¿me
preguntas sólo por curiosidad?”
“Te pregunto
porque pensaba invitar a salir a Shizuru ese mismo día, ya te había
dicho que estaba pensando invitarla, no entiendo cómo tú te
atreviste a estar con ella. Nao, si te gusta por qué no me dijiste
nada, yo, no sé… ¿te gustan las mujeres?”
– De tantas interrogantes, Nao no sabía qué decir, cual responder
primero y es la última pregunta la que me interesaba más, no por
morbosa ni nada pero hey, cómo no querer saber algo así de una de
tus amigas y pues se la dejé caer rápida, hasta dejó de ver a la
nada para fijar sus ojos directos en los míos -
“No me gusta
Fujino, ahí tienes tu respuesta”
“Y si no te
gusta qué es eso de andarse toqueteando”
“Lo dices
porque te gusta nada más, no te quieras comportar como mi mamá”
“Jamás he
intentado comportarme como tu madre, tú eres la que te comportas muy
misteriosa últimamente, si yo supiera que sientes algo por alguien,
no hubiera hecho lo que tú hiciste, ¿no se supone que somos
amigas?”
“Fujino fue la
que empezó todo, yo estaba muy tomada”
“Qué respuesta
más tonta, ¿a poco tú te caíste específicamente en las manos de
Shizuru?”
“Te estoy
diciendo que estaba muy tomada”
“Mira Nao, sólo
quiero entender, ¿sientes algo por ella o no?”
“¿Por qué? Te
le vas a lanzar de seguro. Pero Natsuki, no creo que ella se la
indicada, si se puso así conmigo, imagínate las miles de cosas que
ha hecho con quién sabe cuantos”
“La estás
insultando y te estás insultando también, cuida tus palabras Nao”
“De eso se
trata todo tu enojo, de que me acosté con ella”
“No es enojo y
me hiere que lo hayas hecho. De Shizuru puedo esperar muchas cosas,
muchas que no sé, como ésta, mas no imaginé esto de ti, sabías mi
sentir hacia ella, hasta te burlaste de mi, ¿por qué?”
“Porque ella no
es adecuada para ti, está loca”
“Eso lo decido
yo”
“¿A caso no te
importa que se haya acostado conmigo de buenas a primeras?”
“No, ella es
libre de hacer lo que quiera, lo que sí me importa y mucho es que TÚ
te hayas acostado con ella”
“Es lo mismo”
“No, porque tú
al parecer tenías toda la intención”
“Natsuki, yo no
le agarré las manos a Shizuru y se las puse en mi…”
“Cállate, es
demasiado”. – Suspiré
y proseguí, ya un poco más calmada
– “Nao, eres muy atractiva, y con el paso de los años has
aprendido las buenas artes para conquistar a quien sea, no lo dudo,
no entiendo por qué hiciste esto y a veces pienso que debería
haberme comportado de otra manera, no es broma, pienso que pude
dejarte de hablar que te hubiera golpeado varias veces pero eres
libre y ella también”
“Me estás
diciendo que te doy lástima y por eso seguirás hablándome, no
tenemos 7 años Natsuki”
“Entonces no te
comportes como si los tuvieras”
“Sabes qué, me
comporto como yo quiero…”
“Pues si a esas
vamos me comporto como me debería comportar y te agarro a
fregadazos, ¿es eso lo que esperas?; maldita sea Nao no te entiendo,
antes pudiste hacerme daño y mucho más, pero ahora, ¡¿por qué?!”
“Porque no eres
para ella porque tú no puedes vivir tu vida a lado de alguien como
ella, te mereces algo mejor Natsuki, te mereces a alguien que esté
contigo y no te cele de manera demoniaca, alguien...”
Como que de momento
todo se puso un poco extraño, hasta hace unos segundos la plática o
lo que sea que fuera esto estaba bastante voluble, a punto estaba de
agarrarme a golpes con Nao por su actitud valemadrista; sus poses, su
girar de ojos y el torcer la boca sólo hacían que me enojara más,
y es que cómo no hacerlo, primero le doy tiempo para hablar y cuando
lo hacemos me da las respuestas más tontas para refutar sus
acciones. Y lo peor, Nao se acercó, con una de sus manos frotaba
suavemente mi mejilla y jugueteaba con su meñique en mi mano;
intentaba engancharlo a mi meñique pero estaba yo tan tiesa que no
pudo.
“Nao”
“Natsuki, ¿es
que no lo puedes ver?”
Para ser honesta, lo
único que podía ver eran los ojos suplicantes de Nao, sus labios
entreabiertos, su aliento era dulce, se abrazó de mi.
“Ella te hará
daño, otra vez, una y mil veces más, ella, te, te hará que te
marches”
“Nao” –
Me sentí tan estúpida, mientras ella se abrazaba a mi, mis manos
torpes intentaban arreglar algo, no sé qué, eso es lo que siempre
veo que las personas hacen cuando alguien abraza a alguien. También
quise decir algo, lo que sea pero que la hiciera sentir mejor, al
menos ya no lloraba -.
“Nao yo no te
gusto, ¿verdad?” –
Me tembló un poco la voz al decirlo y es que por estos momentos tan
íntimos con ella, es ahora que comprendo lo que la gente piensa. No
me había dado cuenta pero estar con Nao es diferente a estar con Mai
o con Midori. Con Mai platico, ella me regaña, me como lo que sea
que prepare, es como mi hermana, quizá la madre que tanto extraño,
y aunque nadie ocupa ni ocupará el lugar de Saeko, siento que Mai a
veces lo es, presiento que veo en ella a una mujer adulta, una madre
adoptiva o algo así. Midori, ella es indescriptible, con ella hago
de todo, de todo menos de eso,
y
Nao, es ahora, en este abrazo, que reconozco que sí somos como una
pareja o algo y me asusta porque qué tal si ella sí siente algo-.
“Nao, no te
gusto ¿verdad?”
“¿De qué
hablas?”
– La tomé por los hombros y me separé un poco de ella, con
amabilidad. –
“Es que, lo que
hiciste con Shizuru, no fue por mi bienestar ¿verdad?”
“….”
“Nao”
000
No dejo de
sorprenderme a mi misma, si alguien me ha decepcionado alguna vez,
soy yo, mi estúpida persona no deja de asombrarme con ideas y
acciones que han logrado convencerme que es mejor quedarme sin hacer
nada, vivir una vida monótona, clases o trabajo, dormir, estar en
casa y recordar; es lo que vengo haciendo, lo que siempre he hecho
desde que se fue.
Aquella noche, la
última vez, con ligeros argumentos, decidí alejarme. Me quedaba la
esperanza de ver a Natsuki en la escuela antes de dejar las aulas y
mis obligaciones como kaichou, nunca se apareció y mucho menos pensé
en verla por la noche, una ausente despedida. Llegué a casa de mis
padres de mal humor con recuerdos que me asquean, Yuuki y ella, Yuuki
y yo, Yuuki, Yuuki, Yuuki, hasta Sigiura, cualquiera de ellas podría
hacer feliz a Natsuki, cualquier mujer, cualquier hombre, quien sea
menos yo, a todos los odio, me revienta pensar que ellos pudieran
enamorarla, que ella pudiera corresponderles; nunca antes había
mordido mis uñas, ya una fea manía mía estos días. La idea de un
futuro en donde tuviera que verla compartiendo su vida a lado de
alguien me hace revolcarme de dolor y envidia. ¿Estará mal que
prefiera que ella esté sola?, para siempre, no me importa si me
dicen perversa pero no puedo evitar lo que siento. Lo que sí puedo
evitar es estar cerca de ella, y así llegué a la conclusión de
hacerlo todo a un lado y a ver a dónde me lleva, mientras más lejos
mejor.
Prohibido tengo
buscarla, pensar en ella, recordar, esperar, prohibido acercarme,
dejar que se acerque, cualquier conversación, cruzar miradas, mirar
sus tiernos ojos, sus siempre brillantes pero tristes ojos, que no
hablan más que del pasado, de una errante existencia de un malestar
sin fin, de su madre, su triste vida, su último malestar, de mi.
Todo se acababa para
mi ese día, pensé que lloraría durante toda la tarde y que tendría
que retocar algunas veces el maquillaje, quizá no ir pero ya era
demasiado tarde, mis padres y mis abuelos ya estaban esperando, pensé
en ese beso por última vez y me fui. ¿Qué iba a hacer cada vez que
ella entrara en mis pensamientos? Pensar en otras cosas, lo que sea,
menos ella, ¿saben cuánto funcionó? Un par de horas; hasta que la
vi, mientras bailaba con el abuelo, mientras a ella, Sigiura
seductoramente se acercaba. Y cómo no hacerlo, Dios, Natsuki se veía
hermosa.
Las estupideces que
en un ridículo soliloquio susurré se quedaron de lado al ver cómo
era abordada de manera tan descarada por Sigiura, por un segundo, la
mirada de Natsuki y la mía se conectaron, cuando ella estaba sola,
me sonrojé al verla, al verme bailando, sin embargo todo cambió
cuando su amiga llegó. Ganas de armar un escándalo no me faltaron,
de no ser porque mi familia estaba ahí lo hubiera hecho, a mi qué
me importaban los otros alumnos y maestro, nada de eso me hubiera
detenido si esa harpía se estaba comiendo a Natsuki, maldita, ni
siquiera en público disimula un poco, ¿a caso no sabe que puede
perder su trabajo?, eso no se quedaría así y me fui directo a ella,
claro está antes dejé al abuelo con mis padres; al voltear, ellas
ya no estaban ahí, no sé si fue suerte o crueldad pero logré ver
que salían a los jardines en un abrazo más que afectivo.
Del salón salí
hecha una furia, todo para que al llegar Sigiura hubiera
desaparecido, sólo estaba Natsuki, ella y la luna, su semblante
siempre tranquilo, esa noche mostraba algo más, algo que no pude
comprender en ese entonces. La ira me nubló la mente y pensaba
alejar a la maestra de Natsuki para a solas recordarle su lugar y a
Natsuki ni voltear a verla, según yo, hasta que nos quedamos solas.
Hubiera sido mejor si me hacía como que nada había pasado y
regresara a donde mi familia me esperaba pero ella me sonrió y se
acercó un poco, ya que las cosas no salía como lo esperé, al menos
intentaría no bajar la guardia. ¿Por qué? Por qué cuando me
vuelvo fría y distante, por qué decides hacer reverencia a tu
nombre y te acercas, me pides un baile. Si no hubiera sido por tus
fieles brazos, un par de veces hubiera caído, espero que no lo hayas
notado, no sé si eran los zapatos, los nervios o todo junto.
Aquella noche la
rechacé en todas las maneras posibles, me rehusaba a hacer plática,
sus palabras, tranquilas y alentadoras a conversar me hicieron sentir
que todo lo que hacía era incorrecto, que la culpa era mía, ella no
tenía que pagar por lo que Yuuki y yo hicimos, no sé si Natsuki le
haya reprochado algo, al parecer no, después de todo no habrá mucho
que reclamar. La idea de bailar no sé de dónde la sacó pero
hubiera sido maravilloso, siempre tiene las mejore ideas, los mejores
impulsos, como el del salón hace algunos días cuando nos besamos,
cuando sentí que esta vida tenía sentido.
Ofendida
probablemente, me dijo que tenía que retirarse que sólo tenía unos
momentos y aunque traté de hacer que se quedara no quiso, caminando
de regreso al salón, lo supe, ella me quería decir algo pero ya era
demasiado tarde, esa misma noche se marchó de Japón, para
probablemente nunca más volver, lo que dijo Yuuki acerca del viaje
resultó verdadero, sin embargo a nadie le dijo si regresaba, en la
escuela aún no está inscrita al nuevo año escolar y según
Sugiura, por primera vez en la vida, Natsuki tenía su departamento
ordenado, así es, tuve que ir con esa
a pedir ayuda para buscarla. Aún deseo saber en dónde vive pero la
maestra me dijo que Natsuki sólo quería compartir ese lugar con
ella o con Mai. Con la cabeza baja le pregunté si había algo entre
ellas pero sus palabras no fueron de mucha ayuda. “Eres
joven”
me dijo para marcharse y dejarme en la incertidumbre de un futuro que
momento a momento se venía armando frente a mis ojos, soledad.
000
“¿Tanta es tu
urgencia de tener en tus manos los libros que me pediste?”
“Qué puedo
decir, no se consiguen tan fácil en Japón”
“Sí bueno, te
los entrego en un momento”
“Te ayudo Kuga
san, oh bienvenida”
“No te
preocupes, yo puedo”
“Vamos, deja
que al menos te ayude con una maleta”
A penas he llegado
del viaje, y lo primero que veo es a Kanzaki, vaya bienvenida. Antes
de irme, hace algunos días, Mai me pidió un par de libros, para
quien ahora al parecer sí es su novio. Obviamente no pude negarme,
aunque sí quería, no iba a estar buscando librerías esos días,
mucho menos libros que ni eran para mi, pero no pude decir que no. Lo
que me parece extraño, es que éste, haya venido al aeropuerto sólo
por sus cochinos libros.
“No te
preocupes, yo puedo”
“Vamos, deja
que al menos te ayude con una maleta. ¿Me permites llevarte a tu
departamento?” –
Jamás, ni Dios lo quiera - .
“ehh no
gracias, voy para otros rumbos”
“Puedo
acercarte, anda no seas tan testaruda”
“Los
caballeros también saben aceptar un no, ¿sabías eso?”
–Pobre pendejo, está tan acostumbrado a que todas le digan que sí
-
“Sí pero me
gustaría hablar contigo un momento”
“No quiero ser
descortés Kanzaki pero como verás vengo de un vuelo y me siento
cansada” –
Ya sacaste boleto enfadoso hijo de… -
“Por eso te
estoy ofreciendo llevarte”
“Pero he dicho
que no, a ver, dime qué quieres, de seguro vienes a hablar de
Shizuru, ¿verdad?”
“De ti y de
ella”
“Eres una de
las mil personas con las que no tengo por qué tener ese tipo de
conversaciones, además tu qué, ni siquiera amigos somos”
“Pero sí soy
amigo de ella, tú también”
“Qué te
sucede, quién te crees como para venir a hablarme de ella; si tú
también tienes algún consejito mejor guárdatelo, ya no estoy para
esas cosas”
- Put# madre, en verdad me había prometido ser menos lépera pero
con gente como esta no se puede, ¡no se puede! -
“Sí, de hecho
ni yo, en estos momentos me gustaría estar en varios otros lugares
pero Kuga, deberías visitar a Shizuru, ella no sabía que te irías
y no la ha pasado bien”
“Kanzaki, te
traje tus libros, lárgate con ellos”
“No lo hago por
ti, aunque eso ya lo sabes, tú y yo no tenemos nada en común, sólo
a ellas”
Después de lo que
me dijo Kanzaki, acepté que me acercara un poco al departamento. No
tanto como para que supiera en dónde vivo, no quiero gente molestona
rondando mi santuario. Soy en verdad afortunada, tener un lugar para
mí es algo que no dejé de agradecerle a mi padre en este viaje.
Kanzaki no dejó de parlotear sobre Shizuru, su anémico estado, casi
casi me dijo que era mi culpa, todo eso, y yo no dejaba de ver a las
calles por las que pasábamos. Cuando estábamos cerca, le pedí que
se detuviera, no sin antes él, obviamente meter su cuchara.
“Aprecio mucho
lo de los libros”
“No te hagas
Kanzaki, sé que sólo hiciste para venirme con el chisme, a poco
crees que no sé que tú puedes conseguir estos libros en internet o
ir por ellos tú mismo, me imaginé tus intenciones desde que Mai me
mencionó el favorcito”.
Afortunadamente
después de esto, Kanzaki cerró la boca. A la puerta del
departamento, pude percibir un agradable olor a comida, era Mai, y
las risas eran de Midori. Aunque lo que me espera allá adentro es
diversión no me sentía con ánimos, las palabras de Kanzaki
repicaban en mi mente todavía; Shizuru no estaba bien y me culpan de
ello, tenía que verla, además los días se me hacen más largos,
quiero verla, es necesario. Para sorpresa de mis anfitrionas entré
al departamento sin saludar, intentaron abrazarme y hablar conmigo
pero lo único que tenía en mente era un baño rápido, un cambio de
ropa y salir de prisa. Vi que lo comprendieron pues antes de irme,
iba a decirles algunas cosas, Mai estaba en la barra de la cocina
apoya de codos y sosteniendo con sus manos su cara, con una sonrisa
igual de grande y tonta a la de Midori; decidí guardarme mis
comentarios y salí del lugar.
Iba a perdirle a
Mai, cuando estaba a dentro, la dirección de Shizuru, imaginé que
su novio sabría en dónde vive. Lo más seguro es que hubiera
recibido algunas burlas de ambas. Ni sé en cual universidad se
enlistó, menos sé en dónde vive ahora. Quizá en la casa de sus
padres, Dios espero que no, eso sólo significa tener que verlos a
ellos y no creo que vean con buenos ojos que su hija tenga visitas a
altas horas de la noche. Me sudaban las manos de una manera como
nunca antes, me sentía enferma, como cuando quieres vomitar, sabes
que lo harás pero no sabes muy bien cuando y peor, no tengo nada en
el estómago. Y a ver, ¿qué le voy a decir, a qué voy o qué? Al
finalizar todas estas preguntas no pude seguir caminando, era obvio
que no sabía lo que hacía, la necesidad de verla no es suficiente,
o ¿sí?
Para mi suerte no
vive con ellos, el mensaje de Mai, que por cierto le pedí mientras
bajaba a prisa las escaleras, muestra una dirección que queda como a
15 minutos de mi departamento, puedo irme en moto, pero así como
vengo, lo más seguro es que me estampe en algún lado. Asco, no dejo
de notar mis manos sudadas ahora que ya estoy en un taxi,
probablemente sea mejor si la llamo antes de llegar, qué tal si
tiene compañía. Al marcar su número una voz me informa que ese
número esta fuera de servicio, genial, tendré que aparecerme sin
avisar, sin previa notificación como tanto odio que a mi me hagan.
Ya me lo imaginaba
de Shizuru, vive en un lugar más que bien, una torre de 10 pisos, el
5to el de ella. Es casi media noche y aquí, parada a fuera, con la
vista fija en una puerta, no puedo dejarme de preguntar qué haré, a
qué vine y lo más importante, si ella estará ahí. Inhalo, golpeo
la puerta y rápidamente se escucha cuando alguien la abre, exhalo y
lo que veo…
Shizuru no estaba
sola.
N/A:
Hola a todos, espero que haya sido de su agrado. Me han llegado
muchos comentarios y quiero agradecerlos todos. Algunos me preguntan
por qué Natsuki no se es más efusiva y violenta, o por qué no ha
tomado cartas en el asunto como debería, simple; Natsuki (al menos
para mi) no actuaría tan inmadura y espontáneamente, tiene una
imagen rebelde pero si lo pensamos bien, Natsuki es de las más
sensatas y maduras en Mai Hime. El próximo capítulo es el último.
Saludos.
6 comentarios:
jajajaj q buena ah, ps q espereba natsuki q shisuru la esperaria toda la vida que egolatra q es si piensa eso
Seria muy traumatica para Natsuki que quen estubiera en el apartamento de Shizuru fuera Nao.
^^
Esta genial, me encanta porfavor continua!!! =3
Genial.
¡ *_* !
Ahora la cuestión es.
¿Como reaccionara Natsuki al ver a Shizuru en otros brazos?
No!!!!!!!!!!! q mal q mal!!!
Cómo nos hace sufrir Sita!!
Se viene la conti! conti!
Muchas gracias por su historia..
Se cuida, besos bye bye
kawaiiiiiiiiiiiiiiii!!!! sin palabras realmente me encanta!!!
Estoy esperando con ancias el proximo capitulo llevo desde noviembre esperando por el y te pido disculpas por no haberte dejado un comentario antes.... se puede decir que por cuestiones de la vida me lo impidieron jejeje.
Ojala y pueda leerte pronto.
besos T:A:M:
espero leerte pronto con el gran final!!! me a gustado mucho!!!
Publicar un comentario
Antes de comentar ten en cuenta lo siguiente:
Sigue las normas básicas, sé respetuoso. Los comentarios serán moderados, si respetas, no habrá trabas.
No está permitido escribir enlaces que no tengan que ver con la entrada. Cualquier enlace fuera de lugar será borrado. Si lo que quieres es promocionar tu sitio web, ve a la seccion de Afiliados ó utiliza la opción OpenID.
Para comunicarnos mejor: los que no tengan cuenta de Blogger (o similar), pueden poner un nombre personalizado eligiendo la opción "Nombre/URL"
Gracias ^_^