Una
cosa es que Yuuki Nao se le insinúe cada que tiene la oportunidad, como la
última vez que las vi, arriba de la motocicleta. Después de lo que sucedió,
estoy segura le ha de haber ido con falso llanto y cara de arrepentimiento,
maldita, porque muy bien sé que le gustó lo que le hice, y mis manos fueron la
prueba de que en verdad lo disfrutó.
Me
he mantenido al margen de las cosas; en lo que las habladurías cesan. No fui
discreta cuando amenacé a Takeda para que dejara de correr información que a
nadie compete. Y así he vivido estos días, en espera de una buena oportunidad para
hablarle de nuevo o eso es lo que me he hecho entender. Nada excepto miedo
siento cada vez que la veo pasar, cada vez que escucho su nombre, que recuerdo
su mirar. Sus dulces ojos verdes que siempre recordaba, ya no los puedo ver, en
mis reminiscencias sólo puedo ver un par de gemas frías porque sola en mi
irrompible rutina de trabajo y culpas lo único en lo que pienso son en sus ojos,
en sus cambiantes ojos.
Cuando
en verdad comencé a conocer a Natsuki, cuando me quité el miedo de acercármele,
pude ver que ella no era como yo pensaba. Creí que sería una joven muy
complicada y acomplejada por los problemas que en su expediente celosa la
dirección de Fuuka guardaba. Al igual que el de las otras princesas, en los archivos bloqueados de los estudiantes de Fuuka
había varias carpetas electrónicas con basta información sobre cada una de
ellas, mismas a las que con mucho trabajo pude acceder. La información de Natsuki
fue la más amplia pero no ávida información, la mayoría eran pedazos de vida
que inútilmente me ayudaron a conocerla, fue todo lo contrario. Decidí que si no era yo quien le hablara ella
jamás lo haría. Fueron tantas las oportunidades que busqué y a propósito creé,
todo para que me conociera. Pero las
sorpresas que da la vida, nunca antes había pensado que esa frase fuera
cierta, siempre creí que las cosas buenas sucedían a uno porque antes había
todo un movimiento, todo un plan, y un día, la vida me cerró la boca al
encontrarle ahí, en mi refugio, en el lugar más bello de la academia, en donde
también solía pasar algunos momentos todos los días por la tarde, sin que nadie
lo planeara.
Sin
perder tiempo, ese mismo día le pedí que pasara por la oficina del consejo
estudiantil, le dije que después de tanto buscarla y de tanto esperar a las
varias llamadas de atención sobre su baja asistencia y desempeño a la escuela
no habíamos podido hacer que cumpliera con sus deberes. Obviamente se enojó y
juró que jamás iría a un lugar como ese. Tuve que mentirle y decir que de no
hacerlo se vería forzada a vivir dentro de la academia y tomar clases
particulares por el personal de la iglesia. Me gritó, despotricó que yo tenía
la autoridad de hacer algo como eso, sólo por ser alumna de año superior; fue
entonces cuando descubrí que Natsuki no tenía idea de que estaba hablando con
la presidenta estudiantil. Me presenté formalmente y me fui del lugar, no sin
antes advertirle que era su última oportunidad antes de que lo que le había
dicho se volviera realidad.
Fracasé,
en apenas 5 minutos fracasé lo que tantos meses me había planteado cumplir,
acercarme a ella y quizá hacerme su amiga. Imaginé que después de la
advertencia no iría al consejo estudiantil, y también pensé que sería lo mejor
para ambas pues ella se sentiría por demás incómoda y yo no sabría cómo
reaccionar. Me costó tanto trabajo comportarme normalmente y sin cometer alguna
estupidez, el primer día que hablamos quedé exhausta, tan sólo fueron 5 minutos
y ella podía ponerme tan nerviosa como nunca antes había estado; ni siquiera
por ser menor que yo, ni por que ella era quien se veía en desventaja como
alumna. El día siguiente de la pequeña charla con la señorita Kuga, en la sala
del consejo estudiantil, me esperaba una gran sorpresa.
“Fujino, he estado esperando a alguien que me
responda qué es lo que tengo que hacer para que dejen de estarme hostigando y
nadie me ha respondido nada.”
“Kuga san, buenas
tardes, no imaginé que vendrías” – NO LO PUEDO
CREER!!! No me siento preparada mentalmente para esto todavía, por hablar de
más la tengo ahora aquí, cerca de mi, a solas.-
“Dime Fujino, porque una
rubia me gritó y me sacó de la sala, otra de lentes me dijo que ella no podía
atenderme puesto que no tenía idea de qué hablaba y un imbécil que se presentó
como vicepresidente no hizo mas que sonreír e invitarme a tomar té; todo esto
ha sido un engaño, yo no tengo nada que hacer aquí, ¿verdad?”
“Kuga san, veo que no
entiendes todavía”
“Cómo voy a entender si
primero me dices que están desesperados por que venga y cuando llego nadie sabe
nada de nada, o ¿acaso te envió la directora en especial con el mensajito?”
“Algo por el estilo
Kuga san, la dirección no se encarga de los alumnos; verás, como representante
del alumnado, parte de mi trabajo es ayudar a los que más problemas tienen, en
este caso tú”
“Oye, no vine aquí para
que me contaras tus actividades extracurriculares, ya, dime qué tengo que hacer
para que no vuelva a esta lugar por lo que me queda de tiempo aquí, y te
agradecería que fuera rápido, tengo tarea”
“Si no te conociera te
creería pero estoy segura que ese es un pretexto para marcharte. Las cosas no
serán tan sencillas, si hubieras escuchado a tus profesores anteriormente, si
hubieras hecho tus labores, asistido a clases, no tendrías que venir aquí todos
los días de lunes a viernes 2 horas diarias apoyando al consejo y bajo
supervisión de labores”
“¿Que qué?, no puedo
venir todos los días, eso es imposible”
“No creo que tengas
algo más importante que hacer Kuga san”
“Eso a ti no te
importa, y lamento arruinarte tus planes pero nada de lo que dices sucederá”
“Entonces para qué
viniste si no tienes la menor disposición en cooperar, ¿quieres que de una vez
comience a indicar al personal de seguridad que no te dejen salir para nada del
campus?”
“Fujino, eres la
representante de todos los idiotas que se dejan pero no eres la dueña de la
escuela”
“Entonces, ¿me estás diciendo que soy una idiota
y que mi trabajo no sirve para nada?
“No, no, yo, yo nunca
dije eso, yo…”
“Retírese por favor
Kuga san y felicidades, no tendrá que volver a pisar este salón nuevamente, le
haré saber a la directora que todo está arreglado, es libre de hacer lo que quiera”
“¿Pero eso no te traerá
problemas? Oye, nunca quise ofenderte, no entiendes”
“Kuga, los otros
idiotas y yo tenemos cosas estúpidas que hacer, no le quito más su tiempo,
retírese ahora”
Y
se fue, pienso que ese día ella se sintió peor que yo, claro que me molestó su
forma de hablar pero sé que en el fondo, ella no se refería a nada de lo que en
un principio entendí. Sin embargo, al siguiente día, Natsuki se encontraba en
ese mismo salón realizando sus deberes, aparentemente pidió ayuda a Yukino san,
quien gustosa le entregó unas cuantas obligaciones, todas muy pequeñas puesto que
pendientes nunca había gracias al buen equipo de trabajo que ya habíamos
formado. La primera vez, entré al salón
y ella me dio las buenas tardes, le respondí y no dije más, me dediqué a
revisar algunos papeles y otras cuantas cosas. No intentó hablarme en todo el
rato que estuvimos juntas y cuando decidí dejar la sala se levantó de su
asiento y se despidió, yo pretendí que no la escuché.
Varios
días no asistí a propósito, pues pensé que era lo mejor, intenté sacarla de mi
mente pero mi corazón se oponía, era tan difícil permanecer lejos ahora que
estaba tan cerca, después de haber aspirado la fragancia suave que su cuerpo
elegantemente despedía, estaba enamorada. A la semana de no asistir al consejo,
encontré una nota debajo de la puerta de mi dormitorio:
kaichou, lamento haber
interrumpido en su lugar de trabajo, no parece ser de las personas que se
ausentan de sus labores, he entendido que es mi culpa el que usted no se
presente más a la sala. Por eso haré mis deberes en la biblioteca y seguiré
apoyando en lo que pueda al consejo sin molestarla. Nunca quise ofenderla, agradezco
su ayuda y preocupación.
K.N
A
lado de la pequeña nota, yacían algo descuidadas un ramo de flores amarillas.
Los
lunes por lo general tenemos una junta en el consejo, increíblemente aburridas
por cierto. Pero ese lunes sería diferente. Con paso seguro me acerqué a la
entrada de la escuela para recibir a Natsuki cuando esta decidiera llegar más
nunca lo hizo. Decidí dar algunas vueltas por el campus y la encontré sentada
en su salón.
Al
salir de mis clases lo primero que hice fue dirigirme a la biblioteca en donde
la encontré.
“Kuga san, no sabía que necesita lentes”
“Fujino san, buenas
tardes. Sí, sólo algunas veces cuando se me cansa la vista”
“…”
Y
Ahora ¿QUÉ? Vine hasta acá pero ni idea de qué debo decirle.
“Kuga san...”
“Dígame Natsuki, y sin
el san por favor, no me siento cómoda cuando escucho mi nombre de esa manera”
“Oh, muy bien, entonces
dime Shizuru, tampoco me gustan tanto las formalidades”
“¿En serio? Nunca lo
imaginé, como la señorita que aparentas ser no das la imagen de, mm bueno de
alguien que no es como tú”
“Pues te podrías
sorprender Natsuki, no es bueno dejarse llevar por las primeras impresiones, no
siempre son las más certeras. He venido a invitarte a una junta en el consejo,
necesitamos tu ayuda”.
Así
comenzó nuevamente todo, las charlas, el tiempo juntas, las miradas indiscretas
que espero nunca haya notado; y es que no podía contenerme. El uniforme escolar
era una tortura, maldigo a quien sea que lo haya diseñado, pasé horas y horas
mirando esas piernas, tan firmes y con una piel tan suave que acariciarla es lo
menos que se me ocurría. La locura, el gracioso meneo de su falda al caminar,
eres sensual sin quererlo, vistes porque sabes que tienes que hacerlo y es una
bendición la manera en que lo haces. Si supieras las varias noches que pasamos
juntas en mi imaginación, si supieras que te hice mía hasta el cansancio, que
acabé sostenida difícilmente a tus hombros, arañados levemente como tu espalda,
como tus brazos como tu cuello. Para qué me sigo torturando.
Y
como había dicho, una cosa es que Yuuki se le insinúe a cada rato, ahora vengo
enterándome que Sugiura Midori, quien por si fuera poco es maestra, pasa
demasiado tiempo con Natsuki, no sólo eso, salen juntas a todos lados, y yo ya
no sé qué hacer, no sé si seguir esperando o si debo dejarla en paz, además,
hoy es mi último día aquí, ya todo está listo, le he entregado todo a Yukino
san. Hoy por la noche, hay una fiesta de despedida para los alumnos de clase
superior, afortunadamente no tendré que ver a Yuuki pero es posible que Mai,
Natsuki y algunas otras estén en el lugar, posible porque las invitaron pero
vamos, al menos Natsuki no es del tipo de fiestas. Me encantaría faltar pero
dada mi condición en el comité, es imposible.
000
“Dijiste o no que de ahora en adelante querías
disfrutar más de la vida estudiantil y todas las actividades”
“Sí pero esto es
demasiado, además tú no me mandas, se supone que yo sola soy la que debo elegir
qué hacer y qué NO, como esto” – Esto me
enseñará a no abrir la boca de más, enfrente de Mai -.
“Por favor Natsuki,
muero por salir a divertirme y esta fiesta es para nosotros”
“No Mai, de hecho es
para los afortunados de último año”
“No sólo para ellos, además
te dieron invitación, y vamos porque vamos tú me debes varias y si no vas
conmigo, juro que te haré pagármelo y sabes que me las cobro muy caras.”
“¿Por qué no vas con
alguno de tus novios? Para eso tienes dos”
“Oye, ninguno es mi
novio, sólo salimos .Además Tate se fue a visitar a sus padres y bueno con
Reito como que no me siento en ese plan”
“Qué, ¿problemas en el
paraíso?”
“No, a ambos les dejé
en claro que por el momento no quiero nada con ninguno, con nadie para ser más
precisa, después de lo que pasó quisiera un poco de calma, y ¿tú?”
“Yo ¿qué?”
– Ya empezamos, últimamente todas las personas que me hablan sólo quieren
hablar de cómo Nao y Shizuru se metieron mano, como si fuera algo que me gustara
recordar -
“Cómo que qué, órale
cuéntame tus más bizarras fantasías, que tenemos mucho sin hablar”
“Ayy Mai, no hay
ninguna extraña fantasía y para responderte estamos igual, no quiero nada con
nadie, me sorprende si tú mejor que nadie me conoces”
“Natsuki espero no
molestarte con esta plática, y es que después de lo sucedido en el carnaval,
pensé que tú y ella lo intentarían”
“No, creo que ella y
Nao se traen algo, al menos eso fue de lo que me enteré, como varias personas,
incluidas tú por supuesto” – Conozco a Mai, y por
más mi amiga que sea no puedo ignorar que es muy muy muy chismosa, ha de haber
sido de las primeras que se enteró de aquello
entre Nao y Shizuru -.
“Sí, un poco, ¿no le
preguntaste nada a Yuuki? ¿O a Fujino? Según supe fue algo, cómo decirlo… sin
precedentes, no creo que tuvieran alguna cercanía previa sabes, además ellas se
odiaban y mucho, ¿que no?”
“Yo pensé lo mismo Mai,
y no quiero entrometerme en esas cosas, ambas son mis amigas y ya”
“Por favor Natsuki, sé
que estás enamorada de Fujino cómo vas a dejarlo así”
“A ver, no te voy a
negar que lo que siento por ella es más fuerte que lo que siento por alguien
más pero después de lo de Nao no creo que pueda haber algo entre las dos, entre
ella y yo. Hice esperar a Shizuru mucho tiempo y aunque sí me duele un poco,
también reconozco que me agrada que ella y Nao estén juntas, ambas necesitan a
alguien es sus vidas, fue muy raro al principio, y lloré, lo peor es que no
lloré sola pero me ayudaron a entender que no existo yo nada más”
“¿De quién estás
hablando? ¿Con quién estuviste? ¿Fuiste a terapia o algo?”
“No, estuve un par de
días en casa de Midori, es una larga y vergonzosa historia”
“Larga ella pues qué,
mira que tenerte en su casa y uno preocupado por ti, estuvimos buscándote por todas
partes maldita sea, esa fue la última vez que nos haces algo como eso Kuga
Natsuki”
“Si mamá”
“Y dime, al menos, ¿lo
disfrutaste?”
“Por supuesto que no,
te digo que hice el ridículo por más de dos días en frente de la persona más
burlona que conozco, créeme, no conoces a Midori, te sorprendería”
“Bueno ya, a lo que
venimos, pruébate éste y después éste”
“Están muy cortos Mai,
se me van a ver las amígdalas con este pedazo de tela, que cuesta carísimo por
Dios”
“Deja las ridiculencias
para alguien más, payasa, gastas 10 veces más en ropa interior que nadie mas
que tú disfruta”
“Cómo te atreves a
decir eso, a poco piensas que sólo las compro para tenerlas guardadas, eres
joven Mai” – Le guiñé el ojo y se alborotó
otra vez -
“¿Eh? O sea que ¡¡¡
tú!!!!..”
“Quítate la ropa pelirroja,
ponte éste, estoy segura se te verá de maravilla, es más, por haberme mostrado
esas carnes con las que naciste, yo pago”
“Idiota”.
Con
un vestido negro de cocktail yo, y Mai con uno hermoso verde; salimos de la
tienda directa al departamento mío. Ya sabía que Shizuru estaría ahí por la
noche y aunque no tenía por qué, me sentía mal, no sé explicarme, no me siento
cómoda con ella ahora, con Nao nada ha cambiado, eso es lo extraño, es como si
Shizuru se hubiera llevado algo que era mío. Mai me dijo que no fuera hipócrita
conmigo misma y que aceptara que estaba celosa, la verdad sí, eso y más. Y es
que si tanto tiempo Shizuru tuvo esos sentimientos por mi, por qué estar con
Nao, por qué, quizá es eso, tanto tiempo,
tanto que se desvaneció. Al correr el otro día, después de encontrarla no supe
cómo reaccionar y estoy segura ella se habrá dado cuenta de algo. Ella no me ha
buscado y tampoco yo lo he hecho, no me debe ninguna explicación, yo a ella sí,
por huir, como niña. Ojalá hoy la vea, necesitamos hablar.
Llegamos
un poco tarde gracias a la culpa de Mai, por no decidir cómo peinarse. Yo,
cabello libre, mi vestido, bastante ajustado por cierto, y aunque mi compañera
me veía atónita, llevaba unas zapatillas un tanto alta de tacón de aguja, Mai
se veía preciosa. Al llegar ya habían dado los largos discursos,
reconocimientos y todas esas aburrencias que en nada me interesan. El salón era
enorme, en el centro de la ciudad. Pudieron haberlo hecho en alguno de los
salones de la escuela, me imagino que no quisieron incomodar a los no
invitados. Atascado de estudiantes, padres de familias, amigos, maestros, el
lugar estaba a estallar. Llegamos juntas y nos recibió Midori en la entrada,
hermosa también se veía.
Traté
de dejar mi mal genio de lado y ocultar la incomodidad que sentía al estar en
un lugar como este. Las miradas no se hicieron esperar, no sé si era por la
ropa que traía o por el simple hecho de aparecerme aquí. Saludé a los maestros
a los demás como pude los ignoré. Algo alejado de los varios que bailaban y las
mesas bellas adornadas, una barra de cocteles alegraba a quienes gustaban de
sus variedades, a mi me parecía necesario un trago pero la noche me tenía preparada otra cosa; al
ser estudiante, sólo me permitieron unas cuantas sodas y asquerosos jugos. Me
hubiera largado en ese momento si no es que Midori se aparece y me regala un
par de bebidas alcohólicas ilegalmente.
Entre
las multitudes de las pistas Mai era el centro de atención, ella lo dejó en
claro cuando dijo que no busca alguna relación seria, más los bailes con
Kanzaki demuestran lo contrario, se ven muy bien juntos. A lado de ellos, ahí
estaba, magnífica, sublime con un vestido blanco, no necesitaba alas para demostrar
que en verdad es un ángel. Cabellos ondulados y un par de joyas que acompañan
el bien estilizado cuerpo de Shizuru, la joven de las sonrisas. Baila
alegremente con un hombre mayor, de bastante edad incluso para ser su padre,
quién sabe, quizá los señores Fujino decidieron esperar y perfeccionar su
técnica para traer al mundo a una hermosa hija. Ante este comentario comienzo a
reírme y una persona maliciosa se entromete en mi espacio.
“El que solo se ríe, de sus maldades se
acuerda”
“No todos nos reímos de
lo mismo malpensada”
“Entonces, me vas a
decir que al ver a Fujino en semejante indumentaria se te pasan por la mente
escenas tiernas, caramelos y unicornios...”
“No estoy para tus
bromas Midori, además apreciaría mucho que alejaras un poco tu cuerpo del mío”
“¿Por qué?, no tiene
nada de malo que te abrase”
“Esto en nada es una
abrazo, casi me estás dando de lactar y tu mano en mi cintura está muy muy
pegada a donde no debería estar” – Me da una pena
tremenda y más porque a la única que parece importarle es a mi, Midori está
bastante tomada para no perder la costumbre -
“Oye”
“Mmm”
“¿No la vas a invitar a
bailar?”
“¿A quién?”
“No te hagas mensa, a
la que te estás morboseando”
“Asco marrana, y además
no bailo, no sé cómo”
“Ah pues, haberlo dicho
antes, yo te enseño”
“No gracias, hace mucho
tiempo me quedó claro que las canciones para bailar y yo no nos llevamos”
“Que te calles y me vas
a hacer caso maldita sea. Vengo aquí, dispuesta a aparentar estar ebria para
que Fujino nos vea y después nos siga, lo menos que puedes hacer es seguirle la
corriente y dejar de dar lástima sola”
“¿Cómo que Shizuru nos
siga? Midori, creí que ya habíamos hablado de eso, hoy yo sólo vine a
acompañara a Mai” – Quien de seguro ha de
estar gastando el tacón de las zapatillas bien y bonito con quien sabe cuántos
–
“Sí, sí, bla bla Fujino, bla bla ella es sólo
mi amiga, lo sé y en verdad que te entiendo pero se supone que ustedes eran amigas
Natsuki, y si ella se surtió a Nao ya estuvo, eso ya pasó, no veo la razón por
la que no se sigan hablando, al menos que haya algo más”
Yo
no había intentado hablar con Shizuru por tantas cosas pero no entiendo cómo
ella no ha hecho el intento de hablar conmigo, también tiene sus varias
razones, y lo de Nao nada que ver. Es el momento adecuado, hoy día de cambios,
ya es hora que comience a acercarme, si ella decide no hacerlo pues ni modo,
ahí murió. Antes ir hacia ella, Midori que jaló del brazo y se acercó
peligrosamente a mi oído, con una actitud por demás vulgarzona, me pidió que
saliéramos a uno de los jardines laterales. Encabronadísima pero fingiéndome
feliz, salí con ella.
“Qué te pasa, que no ves que van a pensar
mal”
“Eso es lo que quiero,
Shizuru no se te acerca por tonta y sólo de esta manera lo hará, ahora sé niña
buena y esperemos a que deje a TU abuelito en la mesa, vas a ver que aquí se
aparece en menos de 5 minutos”
“¿Me vas a dejar sola?”
“Por supuesto que no
chilletas, vas a estar con ella, ya estoy harta de berrinches, de miradas
tontas, de que se comporten como escuinclas de 10 años, te me quedas aquí y te
compartas como una mujer para variar y arreglas tus problemas”
“Pero…”
“Pero nada, dame eso y
quédate aquí, calladita” - Me quitó lo que estaba bebiendo y disque me
acomodó el cabello –
“Natsuki por favor, hazlo” – Y con una
leve movimiento de cabeza, acepté, a qué, no sé, pero lo hice.
No
me había dado cuenta de lo hermoso de este lugar. Un pequeño jardín con
arbustos en rechonchas figuras, algunos rosales blancos que poco a poco se
empapaban en rocío. Sin los enormes ventanales que encerraban la música dentro del
salón, hubiera sido imposible apreciar este lugar tranquilamente, sin las
cortinas obscuras que me alejaban de ese lugar me hubiera sentido cohibida, de
reposar mi cuerpo en este pilar. Puedo escuchar levemente agua, quizá de una
fuente o un pequeño río artificial, todo encaja todo es hermoso pero nada tan
bello como esta persona sale del salón. Midori es adivina, pues Shizuru viene
hacia afuera, tal vez ella le pidió que hablara conmigo aunque no lo creo.
Desde donde estoy, Shizuru no puede verme aún, cómo no pude notar lo
maravillosa que es, soy una idiota. Me causa un poco de gracia verla en este
momento, buscando moviendo su cabeza lentamente, sus finos cabellos siguen en
perfecto estado a pesar de la ventisca, ah creo que ya me vio, y se quedó
inmóvil, la saludo para que no piense que correré como la última vez, la saludo
y espero tranquila, obviamente sólo luciendo tranquila porque estoy que me lleva
la….
“Shizuru, buenas
noches”
“Natsuki, c-cómo estás
buenas noches para ti también”
Intenté
acercarme un poco a ella, tengo tantas ganas de abrazarla y pensé que por un
momento que lo haría pero ella bajó la mirada y hubiera sido muy descortés de
mi parte embestirla así de sorpresa.
“Estoy bien, he venido
con Mai pero también vino Kanzaki, así que terminé sola”
“Ara, no me lo podía
creer cuando te vi, no imaginé que asistieras”
“Ni yo pero fui
amablemente obligada”
“Entiendo, ¿Sugiura
san?”
“Para nada, Mai lo hizo,”
“oh” –
Por primera vez en la vida, Shizuru parecía no saber qué decir, de hecho se
veía bastante incómoda -.
“Y ¿cómo has estado?, casi no nos hemos visto
estos días, ¿estás bien?”
“Estoy bien, hoy dejé
todo listo en manos del nuevo consejo, sólo regreso a Fuuka un par de veces por
algunos papal, algunas firmas y es todo”
“Sí, supe que
estudiarás aquí a lado, felicidades por tu admisión”
“Gracias pero aún no sé
si aceptar otras ofertas”
“Bueno, cualquiera que
sea tu elección sé que será la correcta, ellos estarán felices de tenerte como
estudiante” – Repito, Shizuru no se veía nada
bien aquí platicando por lo que decidí dar por terminada nuestra charla – “Perdón, creo que deben estarte esperando
para bailar, será mejor que regreses adentro”
“Sí, vine con mis
abuelos y mis padres, ya regreso”
“Fue un gusto saludarte
Shizuru, y nuevamente felicidades por tu admisión a cualquiera que sea tu
elección”
“Natsuki, muchas
gracias. Disculpa, ¿no estabas con Sugiura sensei hace unos momentos?”
“Ella me pidió
acompañarla a tomar un poco de aire, estaba un poco tomada”
“Oh, eso era”
Esta
noche era la última que viera porque después ella estaría muy ocupada, porque
después yo dejaría Japón con toda seguridad. Me quedaban un par de días aquí
todavía pero lo más seguro es que no nos viéramos más. Quería que todo fuera como antes pero de eso ya no más, lo veo en
sus ojos, en su trastabillar, si al menos no puedo recuperarla como antes
hubiera ella querido y como yo quiero ahora, al menos traté de dejar una
amistad formal, como la que dulcemente en un principio me ofreciste, y me
arriesgué:
“Shizuru, ¿podemos caminar un poco?”
“Sí, sólo tengo que
informar a mis padres que voy…”
“No te preocupes, no te
robaré mucho tiempo, entiendo que debes estar con ellos en estos momentos, sólo
serán un par de minutos”
“Bien, vamos”
Me
acerqué a ella, y le di mi mano, para que reposara la suya al caminar lado a
lado, fui honesta cuando le dije que sólo serían un par de minutos, lo menos
que quiero es seguirla incomodando pero de no tener esta plática ahora, nunca
sería. Caminamos en silencio un minuto, y noté que ella evitaba mi mirada
cuando yo volteaba a verla. Así, de esa manera, con su mirada a otro lado, yo
tenía la posibilidad de verla de perfil; aunque Shizuru desde siempre que la he
conocido, no aparenta su edad, siempre se ve más grande, algo hay en ella, algo
que asemeja a una niña, no son muchas las veces que suelo verle de esta manera,
así que me hace feliz, al igual que me causa gracia el que ya sean dos veces
las que se ha resbalado, lo siento cuando trata de disimularlo al apretar un
poco mi brazo, es raro porque siempre me imaginé que a ella nunca le pasaría
con estos zapatos pero bueno, quizá ha tomado un poco, qué se yo. Shizuru me
conoce bien, así que decidí hacer algo que ella nunca se esperaría de mi.
“No me malinterpretes
pero estás muy callada, eso es raro en ti. Creo que hemos cambiado
personalidades” – Le comenté sonriendo,
a lo que ella respondió con una pequeña sonrisa también –.
“Ara, pero a mi me gusta que Natsuki sea así,
que hable más”
“Creo que si no lo
hiciera, el paseo se nos iría en sólo caminar” – Shizuru
dejó su sonrisa y volvió a su semblante serio. No pude más que lamentarme y
pensé que sería mejor remediarlo. Llegamos hasta unas escaleras que con mucha
lentitud bajamos, no fuéramos a caernos y qué cuentas les doy a papá y mamá
Fujino. Tenía razón, había una fuente, rodeada de adoquines con flores
alrededor en algunas pequeñas macetas, lo mejor es que arriba de todo esto,
había unos alambres cubiertos con plantas y florecillas que caían en cascada,
aún sujetas a plantas largas, de color verde obscuro.
“Shizuru, te he
extrañado, ¿sabes?, vas a pensar que estoy loca o que no soy yo la que te está
diciendo esto pero es verdad, me conoces y no digo mentiras” - Shizuru se quedó callada –
“Señorita Fujino, ¿me
concede esta pieza? – Me solté de su mano y
me alejé un poco, para tenerla de frente, no puedo creer que le haya pedido
bailar cuando sé muy bien que soy pésima, lo que me respondió, terminó con la
velada.
“Debo rechazar tu oferta Natsuki, no siendo
deseos de bailar, lo lamento, quizá podamos en otra ocasión” – Bien me pudo
haber dicho no y ya pero se disculpó como si hubiera hecho algo horrible. Este
era mi brillante plan, caminar un poco, tratar de hablar un poco y hacerla
reír, no conseguí ninguna y hasta yo entiendo que me está dando a entender que
es mejor que regresemos a dentro –
“Entonces” – Le dije mientras me movía
nuevamente a su lado – “Te regreso al
salón” – Y caminamos en silencio, ella no soltaba mi mano, yo sólo se la
ofrecía para ayudarle a subir las escaleras más nunca me la soltó, de hecho la
apretaba muy fuerte. Poco a poco la música comenzaba a escucharse y al parecer
la fiesta estaba mejor que nunca, con la otra mano libre abrí la puerta y
entramos para cada quien seguir caminos diferentes.
“Me dio gusto verte esta noche, no lo
olvides, me debes un baile”
“¿No te quedas un poco
con nosotros? Podemos tomar algo si gustas, ¿tienes hambre? La comida no está
nada mal, la mesa en la que estamos tiene lugares disponibles si gustas puedes
sentarte con nosotros” – Su habilidad para
hablar había regresado –
“Debo irme, por eso dije hace unos momentos
que sólo te robaría unos minutos, gracias por la oferta”
“¿Te vas con Sugiura o
con Mai?”
“De hecho me voy a
descansar, yo no iba venir después de todo y sólo lo hice para, bueno era algo
que no quería dejar pasar. Cuídate y saludos a tus padres, eres idéntica a
ellos por cierto, más a ella” – La señora Fujino
nos miraba a lo lejos a lo que le sonreí un poco y baje mi cabeza como señal de
saludo, ella hizo lo mismo –
“Natsuki, deberíamos, debemos… lo de hace
unos días, en el karaoke…”
“Lo del karaoke, lo
tuyo con Nao, eso Shizuru, se queda entre ustedes”
“Ella y yo”
“Sí, ella y tú”. –
Me acerqué un poco y le besé la mejilla después de decir buenas noches. No se
despidió, no dijo nada, no hizo nada. Camine en medio de la pista, con algunos
empujones tuve que lidiar, de Mai ni sus rastros, de Midori igual. Hubiera
querido traer mi moto pero imposible hubiera sido montarla. A la entrada del
salón el servicio de taxi no se hizo esperar, voltee la vista hacia atrás, pues
sentí que alguien me miraba, de esas miradas fuertes, lo más seguro era una de
estos tipos que miraba lo que no tenía que mirar, rápidamente y como pude sin
hacer el ridículo me subí al transporte. Quién se iba a imaginar que así íbamos
a terminar, jamás te prometas no volver a llorar, porque como yo, esa promesa
la puedes abandonar.
N.A:
Muchas gracias por los comentarios, prometo de ahora en adelante no dejarlos
esperando tanto, mil disculpas, se los recompensaré. Saludos a todos.
4 comentarios:
*-* ... Me maté de la risa con el diálogo de Nat y Midori, y esa parte cuando Nat le dice a Mai sobre sus carnes..wajajjajajajajaja.
Me gusta el toque de Nat más comuncativa.
Conti!!!!! por dios !!! como puede dejarnos con ese final!!!
Muchas gracias.... Siga así
Se cuida
Fanfic para antes de dormir.
^_^
Ha resultado divertido este capitulo.
Espero pronto una actualixacion.
Sigo con interrogantes ente que sucede con la relacion de Nat y Nao...ademas que dos dias y saldras de la vida de tu persona amada.
definitivamente te desvelas horrible, bueno eso me pasa a mi XD
atentamente.
Tom Ash Ketchum
Siguee Siguee >__<
Hay como paso de la risa al casi llanto... BAKAS! Como es que semejante chance y lo dejan pasar? Nat se va de viaje y cuando al fin muestra madurez es para callarse el adios inminente... Suspirote, que forma tan exquisita de narrar, de veras... estos capitulos no son aptos para cardiacos jajaja
Espero anhelante la continuación n.n
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