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Actualizaciones 15/Julio

domingo, 21 de octubre de 2012

domingo, 21 de octubre de 2012

Cap. 11 de "Convenio con el Diablo"


Hey! ¿Qué hay de nuevo? yo no mucho, nada más decirles que aquí les traigo 'eso' que había prometido desde el sumario! (?) xD
Tenemos que recordar, (Porque a mí también ya se me estaba olvidando), que a cada cambio de escena, puede que sea una continuación de la escena anterior pero con otro personaje ó, el cambio de escena, pero con un tiempo diferente, ya dependiendo si sea un flash back, como si hubiese ocurrido 1 hora antes que la escena anterior, una semana antes, o hasta las vacaciones en que aquellas dos se preparaban para el plan de "conquista". ¡Es un recordatorio! XD Para que no digan, "WTF, ¿me he perdido de algo?"
Capítulo 11
"Dime que es un sueño…"
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"Shizuru-sama, di aahh…"-La misma escena de la comida juguetona se presentaba en la cafetería, pero esta vez los personajes participantes eran diferentes, y no habían pasado tres semanas para formar una 'relación', sólo habían pasado dos días para que Tomoe Marguerite y Shizuru Fujino salieran como una parejita salida de un cuento de calabozos…
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Condujo sin decir ni una sola palabra, podía tocar su espalda a través de sus prendas y ella sentir mis pechos, podía sentir su abdomen y oler una tenue fragancia de cítricos, tal vez de su cabello encerrado debido a su casco. No sabía si sentirme endiabladamente feliz, porque al fin estaba volviendo a tocar a mi Natsuki, o si sentirme preocupada de que esto no fuese realidad y que ella no fuese mi Natsuki.
Estacionó en unos complejos departamentales, se bajó, se despojó del casco y me brindó la mano silenciosamente para yo después tomarla y seguirle a donde quiera que se dirigiera. Nos adentramos a un edificio, esperamos el ascensor sin decir ni una sola palabra, al abrirse, rápidamente se cerró tras nosotras, le vi presionar unos botones, no recuerdo cuantos, pero esa distracción fue suficiente para no darme cuenta que su rostro se dirigía al mío sin previo aviso. Escuché el sonido hueco de su casco al caer al piso y sentí sus labios re pegados a los míos.
Fue una sensación tan exuberante, una sorpresa tan grande, esto no parecía ser real…
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Parecía eternamente lento el movimiento del ascensor, pues de un momento a otro, en la cabeza de Shizuru algo hizo una breve desconexión, la cual debió ser la que se encargaba de sus inhibiciones, pues de un segundo a otro en que una boca tocó la otra hubo un movimiento desenfrenado de lenguas y brazos que se movían con frenesí en el cuerpo de la otra.
De alguna manera, Shizuru sólo podía ver aquella sonrisa en ese perfecto rostro, pero sus ojos, ¿a dónde se habrán ido aquellos hermosos ojos?, Shizuru no podía verlos, estaba ciega de tanto deseo que no le importó si aquello que estaba pasando fuese un maravilloso sueño, pues tenía a su Natsuki en ese momento y no dejaría de besarla sino hasta que sus labios se cayeran de estar hartos de moverse.
El ligero timbre del ascensor que avisaba que habían subido al piso deseado sacó del trance a la peliazul y detuvo por un momento a la castaña que estaba segura que no pararía. Le levantó el dedo índice y lo colocó en sus labios, le dedicó una tenue sonrisa y las primeras palabras pronunciadas hacia ella desde hacía meses… "Shhh, tenemos tiempo…"
Encaminó a la castaña por los anchos pasillos y abrió la puerta, seguramente de su departamento. No encendió las luces, tomó la mano derecha de la castaña y esperó a que entrara para cerrar la puerta. Hubo otro ligero silencio en que ninguna de las dos pudo decir absolutamente nada, no sabían qué, ni cómo, ni porqué, pero lo que si sabían en que esto estaba pasando y ambas, aunque no lo dijeran, querían que pasara, pues sin que ellas dos lo supieran, esto estaba prescrito.
Silencio, oscuridad, sólo podían sentirse, y era Natsuki quien llevaba el control, tenía a su castaña pegada a la puerta y sujetaba firmemente su muñeca derecha con su mano izquierda, no la iba a soltar, pues aunque quería que la chica de sus sueños y anhelos gozara de lo que estuviese a punto de hacerle, sufriría de alguna manera lo que le había hecho tiempo atrás, porque esto no era un sueño, estaba pasando en realidad.
Estaba a su misma estatura, se pegaba al cálido cuerpo de su ex novia y respiraba su aroma tratando de recordarlo, de recopilarlo y guardarlo dentro de ella. Acercaba su nariz a su cuello y respiraba con avidez para después soplarle como viento frío el aire acumulado dentro su pecho pero ahora con su propia fragancia incluida. La sentía estremecer y eso le inquietaba, le gustaba, le sorprendía y le excitaba. La escuchaba suspirar, ¿de verdad la deseaba?, quería comprobarlo y hacer que ese tiempo durara.
No dejaba que se moviese, su tortura sería sentir aquello y resistir, pues no podría rogarle a darle más, sería una especie de humillación y resignación.
"No te muevas…"-Le dijo aquella voz ronca y dulce para sus oídos. Aquella voz transmitía autoridad, Shizuru sintió estremecerse, temía que si le desafiaba algo malo ocurriría, sabía que no sería de su agrado, porque su burbuja de éxtasis podría desaparecer de un segundo a otro.
Sentía el rostro de su Natsuki muy cerca del suyo, pero no podía hacer nada, la única conexión que había en ese instante era la mano que sostenía su muñeca que le indicaba en esa oscuridad y silencio que ahí se encontraba con ella.
Natsuki se inclinó apoyando su peso sobre su rodilla derecha, le soltó la muñeca y lentamente con las palmas de sus manos se deslizó sobre la tela de su pantalón, viajó por sus muslos, piernas, rodillas, y al llegar a sus zapatos, con suma delicadeza, y uno por uno, al tanteo, se fue despojando de ellos, luego volvió a repetir el viaje de las palmas de sus manos hacia norte. No se levantó, siguió en la misma posición, recorría con su dedo índice la parte de sus muslos, tanto internos como externos, después de decidirse, dirigió sus dos manos a la hebilla de su cinturón y lo desabrochó junto con los botones de su pantalón para deslizarse lentamente y Natsuki ayudando a quitárselo para luego arrojarlo a una parte de aquella oscuridad que parecía infinita.



Shizuru estremecía, no podía ocultarlo, su corazón latía a más de 300, pero Km/hr. ¿Era en realidad aquella su Natsuki? ¿Por qué se sentía tan bien todo aquello?, pero había algo en su garganta, algo que no podía digerir, en realidad le estaba matando todas aquellas sensaciones, sentía un doloroso placer, era tan prohibido, pero era a quien verdaderamente amaba, eso lo sabía muy a fondo.
Se sintió morir al momento de tocar su piel, era tan suave, tan tersa, ¿era el ambiente o ella estaba ardiendo?, sentía su mismo sexo palpitar de la excitación, sus manos comenzaban a temblar, y sus labios, sus labios se acercaros a la piel de sus piernas para luego besarle y comenzar un recorrido ascendente, en donde el aroma comenzaba a hacerle perder la razón, en donde le pedía a gritos que se convirtiera en un maldito animal y que en ese mismo instante le devorara, pero ya.
Sintió a su Natsuki levantarse, suspiró profundamente, aquella sensación había sido excepcional, incluso comenzaban a fallarle las piernas. Cuando Natsuki terminó de levantarse se dirigió rápidamente a sus labios, pero esos besos ya no eran frenéticos luchando por el control de sus bocas, sino más bien eran dedicados, mientras se besaban, la peliazul iba desasiéndose de su ropa superior, le fue quitando su chaqueta, luego su blusa, y por último su sujetador. En sus manos sintió la desnudez completa de su ex novia, de alguna forma la humillaba, eso sí lo sabía, no estaban en equidad, pues ella aún conservaba sus prendas y no tenía planeado quitárselas. No aún.
Natsuki abrazó a la castaña, tocaba su espalda desnuda, le llenaba de regocijo esa sensación, y se percataba de que cada vez que clavaba las uñas en su piel desnuda la lengua de su castaña se movía con más avidez, sin duda era el éxtasis. Se separó de sus labios, se relamió rápidamente y fue bajando por su cuello, besándolo, lamiéndolo, mordiéndolo. Al momento de llegar a sus pechos, lo primero que hizo fue morder su pezón derecho, no con dureza ni con sequedad, aquella mordida daba a notar una reprimenda, la mujer mayor debió de haber entendido puesto que no se quejó en absoluto.
Natsuki dejó que la castaña le abrazase y le sintiera tras sus prendas mientras ella seguía con su labor sintiendo en su boca sus pechos, lamía con fervor. Después de considerar el tiempo necesario fue bajando hacia su vientre y repentinamente hacia sus muslos, los lamía con recelo y demasiada dedicación. La castaña estaba jadeando, no podía creer que aquel dolor que estuviese sintiendo fuese tan real y tan placentero. Tan vivido.
Fue de momento repentino cuando sintió su dedo índice dirigirse a su sexo, quitarle sus bragas y luego sentir la lengua de su peliazul moverse entre ella. Gimió al sentir esa lengua cálida moverse entre sus pliegos. Ya no aguantaba su propio peso, en cualquier momento caería al piso por culpa de aquella sensación.
Natsuki sentía que las piernas de su ex novia no aguantaría ni un minuto más, así que de un segundo a otro se detuvo sin previo aviso y se levantó, rápidamente se quitó sus zapatos y…
"Ten cuidado."-Le dijo a su castaña.
Caminaron en plena oscuridad, Natsuki tomándole de la cintura y ella sintiéndose llevar, escuchó girar una perilla y de un segundo a otro ya se encontraba acostada en una enorme cama con unas suaves sábanas y a una peliazul continuando con su labor, devorándose su sexo.
Ya no aguantaba, esa sensación ya no podía sostenerla ni un segundo más, dirigió sus manos a donde suponía que se encontraba su peliazul y tomó sus cabellos enredándoselos entre sus dedos. La sensación de liberación hasta la misma peliazul la sintió, pues sintió debajo de ella que el cuerpo tensado de la castaña ya no se encontraba. Aún así, siguió su labor, seguía saboreando su sexo, tomaba entre su boca el clítoris de su castaña y luego volvía con el labor de su cálida lengua. Sabía que si continuaba, tarde o temprano, aunque su castaña ya hubiese llegado a su orgasmo, en cuestión de segundos llegaría al siguiente con su dedicado trabajo.
Y después de sentir su primer orgasmo, no esperó que su segundo viniese tan rápido, pues esta vez, al no esperárselo soltó un gemido, apretó sus dientes y aún así no fue lo suficientemente fuerte como para que su gemido no fuese escuchado, porque ese orgasmo fue tan fuerte y arrasador que la dejó sin fuerzas en un instante. Fue casi, casi un K.O. para Shizuru.
Se sentía flotar en la oscuridad, el tiempo le era indiferente, todo aquello había sido una tortura que culminó en algo que, no tenía palabras. Sólo faltaba... Segundos después de que la peliazul se hubiese apartado del cuerpo de la castaña, silenciosamente, se fue despojando de sus prendas. Tenía ese deseo desde hace tiempo, quería sentir en completo el cuerpo de su ex novia, al terminar de quitarse sus prendas, se acercó a la enorme cama en forma gatuna y se re pegó al cuerpo de su castaña. No podía describir la sensación de su cálido cuerpo desnudo, no pudo más que acercarse a su castaña y acurrucarse, sorprendentemente sintiendo que el cuerpo de su castaña se iba haciendo un ovillo en su pecho. Aquello le llenó de silenciosas lágrimas sus pupilas, dejó que su brazo derecho fuera el apoyo de cabeza de su ex novia y la dejó descansar mientras acariciaba con ternura sus facciones en lo oscuro de la habitación.
Aquella sensación de estar completa, estar con alguien en su cama, alguien quien amaba, y ese alguien fuera Shizuru, eso lo quería, y lo quería para toda la vida…
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Shizuru despertó cerca de las seis, como siempre los pajarillos estaban cantando y el sol comenzaba a asomarse por la ventaba. Pero esos no eran los pajarillos que usualmente cantaban, ese lado no era donde el sol le apantallaba con los primeros rayos, y esa no era su recámara. Al recordar la noche anterior, lo primero que hizo fue estirar su mano derecha en la cama, no estaba su Natsuki, y como ya empezaba hacer costumbre, reinaba el silencio. Se espabiló, encontró en el buró una nota breve. "Ve a casa." ¿Eso era todo? ¿Enserio? Nada de "Buenos días"… Nada de explicaciones, nada de nada. Bueno, una cosa era verdad, su Natsuki le había hecho el amor con tanto ahínco que cayó rendida en su segundo orgasmo, y otra era que se encontraba en su departamento, no había sido un sueño, eso le alegraba de sobremanera.
Se levantó de la cama, tomó la sábana y se la enredó en su cuerpo saliendo lentamente por la habitación y dirigiéndose al pasillo. Se sorprendió al ver el departamento completo de su peliazul, era sumamente sofisticado, rayando un tanto la perfección de decoración, vio que sus prendas estaban encima de un sofá y se dirigió a ponérselas. Tenía que salir del departamento para llegar a su casa rápidamente, ducharse y cambiarse, pero primero tenía que encontrar un lápiz, una pluma o por lo menos un corrector para responder aquella nota. No encontró ninguna. Dejó la nota en la mesa y se marchó del departamento, bajó del ascensor, no había gente mirándole extraño, y sorpresivamente su motocicleta Yamaha se encontraba enfrente del edificio, pero algo faltaba, la llave no estaba puesta, obviamente. Cerró sus párpados, respiró profundo y se acercó a su Yamaha, la tocó externamente y luego dentro de su armadura verde, de nueva sorpresa su llave se encontraba dentro, escondida. Se subió con alegría y arrancó.
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"Shizuru-sama, ¿No tiene hambre?"-Tomoe le miraba con rostro actuadamente triste, se notaba a leguas que su Shizuru-sama no se encontraba disponible mentalmente para ella en ese momento, no cuando la noche anterior te besaron, lamieron, mordieron y probaron tu sexo con tan fervor a tal grado de casi quedar inconsciente, no.
"Lo siento Tomoe-chan."-Soltó de una, haciendo que Tomoe se sobresaltara. Aún le pesaba y le carraspeaba la garganta al pronunciar su nombre. Pero esta era la última vez.-"La verdad es que no puedo seguir con esto."-Para Shizuru, llevaba dos tortuosos días con esa chica de cabello verde, dos días en el que había perdido su tiempo haciendo cosas innecesarias.-"No creo que esta relación funcione."-Veía cómo el rostro de Tomoe tomaba una expresión de pánico al saber que su tiempo con su queridísima Shizuru-sama había termino en tan poco tiempo.
"P-pero O-Oneesama…"-Estaba empezando a lagrimear.-"Esto no era parte del trato…"-Gimoteaba sin parar, negaba con la cabeza, no quería aceptar tales palabras. Y es que el plan de chantaje no había funcionado.
Exacto, el plan había sido que aquellas dos saldrían si Tomoe le contaba a la castaña las cosas que supuestamente sabía y que eran de suma importancia para ella. Pero en estos dos larguísimos días no había dicho más que cosas poco trascendentales, además, la mente de Shizuru estaba inmersa en sus recuerdos del día anterior, pues sabía que aquello significaba algo, aquello no era tan simple como llegar a verse, irse en un vehículo y tener sexo, no, el día de ayer, aunque no fue premeditado, en su interior sabía que aquello de alguna u otra manera tenía que pasar para explicarle algo. ¿Explicarle qué? ¿Que no fue simple sexo? ¿Que Natsuki no le había olvidado? Sí, tal vez, tal vez su Natsuki también tenía sus propios planes en su mente, pero… A su cabeza le llegó la imagen de su mejor amiga, ¿Que acaso Natsuki no estaba saliendo con su mejor amiga Mai? Me he acostado con mi ex, que ahora resulta ser la novia de mi mejor amiga… Algo andaba mal, en esa relación había gato encerrado, podía empezar a olerlo.
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¿Será acaso que soy la única en no saber lo que está pasando en este momento? Se preguntó internamente la peli naranja. Su cabeza se encontraba desconectada de la realidad, se encontraba en el aula de clases, tenía su celular en la mano, lo apretaba con insistencia, como si pensara que hacerle eso a su pobre celular le devolvería la llamada…
"Maldita sea, Natsuki, contesta…"-Susurraba, pues no quería que los pocos compañeros de clase que se encontraban en el aula le escuchasen decir tales majaderías, después de todo, tenía desplegada la personalidad de chica linda, inteligente, un poco inocente y torpe.
"Ara, veo que Mai-han está desocupada."-Mai pegó un brinquito de sorpresa. Shizuru se colocó enfrente de ella, tomando lugar en el asiento delantero de la peli naranja para quejar de frente.
"Shizuru-san, qué milagro… pensé que estarías con…"
"Hemos terminado."-Le interrumpió drásticamente con voz apacible.
"Pues no pareces triste…"-se llevó su mano derecha a su cabello y colocó unos mechones detrás de su oreja.
"En este poco tiempo me di cuenta de que no es para mí."-Suspiró rápido, pero su voz no cargaba ningún sentimiento de pesadez ni mucho menos de triste, Luego sonrió de medio lado, volteando el tema de conversación.- "Y ahora me toca preguntar por qué te encuentras sola… ¿No será acaso que…?"
"Oh no, no, claro que no."-Anticipó de igual manera.-"simplemente no vino hoy…"-
"¿Y no te avisó?"-Intentaba lucir preocupada, asimilando el estado de ánimo de su compañera, por más que pudiera, no podía desenmascararla. Por alguna razón se le figuró a ella misma.
"Si bueno, estamos en contra de las presiones…"-Mentirosa. Se dijo para ella misma. Hubo un repentino silencio, un silencio que no pudo ser llenado con más palabras...
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¿Cómo era posible que su Shizuru-Oneesama le haya dejado? Pero si era perfecta, nada le faltaba, incluso le brindaba toda la atención posible a su Oneesama. ¿¡Qué salió mal! Intentó recapitular. Uno, había captado la atención de su Oneesama, Dos, le contó algunos chismes acerca de lo que tramaba Tori-Oneesama, le contó otros de su mejor amiga peli naranja, y sobre todo le contaba cosas de la peliazul. Aunque fuesen chismes, no fuesen reales y algunas las inventaba ella misma, sentía que aquello era necesario para mantener interesada a su Shizuru-sama y que estuviese con ella…
No quedaba de otra más que decir que tuvo su oportunidad y no la supo aprovechar.
Oh no… Claro que no… Esto no se puede quedar así, yo quiero otra oportunidad, sé que podré hacerle feliz esta vez…
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Incluso si pasasen años, sabemos que esto no podía durar mucho, ¿o sí?
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"¡La Top-List ya salió!"-Iba gritando un alumno por los pasillos de todas las plantas de los edificios.
De pronto, el aula de la peli naranja y castaña se armó de emoción. Algunos sacaron sus celulares, ipods, otros sus laptops, y los que restaban se dirigían a la tabla de publicaciones que se encontraban en las paredes, cerca de las escaleras de todas las plantas de los edificios.
En la mente de las dos chicas sólo pasaba una cosa, ¿Cuándo se hizo la encuesta? Y a la cabeza de la peli naranja llegó la imagen de su amiga Chie, como burlándose de ella, pues la encuesta se había hecho sin que ninguna de las participantes se diera cuenta.
Unos gritaban de la excitación, otros se comían las uñas esperando a que la página web del periódico escolar se cargara, y otras, como Mai y Shizuru, se quedaban sentadas viendo con una estupefacción bien ocultada el movimiento constante de sus compañeros.
"Siempre pasa esto cuando la lista ha salido al público."-Comentó la castaña en susurro hacia su amiga peli naranja. Obviamente y Shizuru ya estaba acostumbrada a la emoción colectiva que se presentaba cada vez que se realizaba aquella encuesta de popularidad.
Hubo un silencio, en el que todos, absolutamente todos, al parecer, se encontraban leyendo la noticia con la gráfica ganadora… Y de pronto, los pocos compañeros que se quedaron en el aula voltearon a ver a las dos chicas más bellas del grupo, que aparentemente se susurraban palabras. Sus rostros denotaban asombro, incluso sus ojos intentaban expresarse con el típico, ¡No me lo puedo creer!
El celular de la peli naranja comenzó a sonar en la palma de su mano, lo abrió con temor, ni siquiera vio quién se encontraba llamándole, sólo presionó el botón de contestar y pegó el aparato a su oreja…
"Bu-bueno…"-Dijo titubeando, aún seguía viendo y sintiendo las miradas de sus compañeros…
"Mai, Hey, necesito hablar con t…"
"¡Es un empate! ¡Hay un empate entre Fujino-san y Aku-san!"-Gritaron desde los pasillos seguidos por más gritos de sorpresa.
Mai quedó en shock al escuchar tal noticia, inconscientemente soltó el celular y este cayó por encima del escritorio. La castaña lo vio caer, vio el rostro de su amiga y se percató de que esta no se movería en unos cuantos minutos, así que decidió tomar el celular, se llevó el auricular a su oreja y esperó por un momento para agarrar una compostura más o menos despreocupada y servicial.
"En este momento Mai-han se encuentra indispuesta, si puede hacer el favor de llamar más tarde…"-Sonaba como toda una profesional, incluso le causó una risa interna.
"Shizuru…"-Hubo una pausa. La castaña se quedó helada al escuchar aquella voz, la cual apenas y el día de ayer la había escuchado.-"Si quieres verme, no hace falta decirte en dónde."-Y colgó.
¿Qué le pasaba al mundo hoy que de repente todos se que quedaban en shock por las diferentes noticias? Esa era la pregunta principal del día.
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"Aquí torre llamando a caballo, responde caballo. Cambio."-Se escuchaba una voz un tanto monótona por entre las radios comunicadoras. Natsuki suspiró para tomar un poco de calma y responderle a la tonta radio. Aplastó el botón de 'talk' y le dijo a su amiga Juliett que lo de la radios, y sobre todo los apodos, eran una estúpida idea.-"¡Oh vamos! No seas tan cuadrada Kuga, mira que te estoy ayudando en algo que…"-El tema de conversación se cortó de inmediato, Natsuki empezó a imaginarse un porqué.-"Kuga."-Fue un llamado serio.-"Fujino está a punto de llegar…"-Hubo un silencio. La peliazul por su parte, sentada, de manera incómoda e impaciente dentro del estudio secreto que su castaña le había enseñado tiempo atrás.-"No sé cómo decirte esto Kuga pero…"
"Juli… digo, Torre, qué pasa. Cambio."-Natsuki estaba a punto de jalarse de sus largos cabellos. Apretaba el pequeño intercomunicador con desespero, pues esperaba una rápida respuesta de Juliett quien se encontraba escondida por uno de los tantos árboles frondosos, cargando su walkie-talkie y unos binoculares.
"Una tipa con un cabello desproporcionado interceptó a Fujino justo antes de entrar por los arbustos. Cambio."-Esa maldita de Tomoe, se las iba a pagar, estaba segura de aquello, no sólo por el simple hecho de querer interrumpir su pequeña reunión desesperada y de emergencia, sino más bien por haberle pedido salir con su castaña, y más furiosa estaba con la castaña por haber aceptado. Pero eso ya estaba saldado, pues el día de ayer…-"Kuga, no quiero alarmarte, pero, aquellas dos están forcejeando…"-Natsuki intentaba imaginarse aquella escena. Aunque no podía del todo, la intriga estaba a punto de ganarle y estaban dándole unas tremendas ganas de salir del estudio en el que se encontraba, ponerse en frente de Tomoe, y darle una que otra patada, sólo lo suficiente para dejarla inconsciente.
Se mordió los labios y se encaminó hacia la pequeña puerta de salida, se detuvo de repente, pensó por un momento la situación y aplastó el botón de 'hablar'.
"Qué tan grave es…"-Soltó con resignación.
"Natsuki…"-Oh por dios, esto era realmente grave, pues Juliett le había hablado con su nombre de pila y con esa voz que resultaba desalentadora y sorpresiva.
"¡Dime!"
"Takama ha llegado para avivar la fiesta…"-A Natsuki se erizó de un momento a otro. La mano que sostenía el picaporte le comenzó a temblar, tragó saliva al sentir que la preocupación venía en ráfaga a su cuerpo, no sabía lo que podía ocurrir en el exterior, y sabía muy bien que si salía, la situación se pondría 20 veces peor. Haz algo Natsuki, piensa, piensa. Shizuru no se las puede arreglar sola con dos personas al mismo tiempo, yo no puedo salir y… ¡Mai! ¿Dónde estará?
Se dirigió al piano blanco de cola donde había dejado su teléfono celular, buscó precipitadamente entre las llamadas recientes y presionó para llamar. La línea rápidamente le llevó al buzón. Aquello era sumamente raro, pues Mai nunca ignoraba una llamada de su celular, y mucho menos lo apagaba.
"¡Maldición!"-Tomó el walkie-talkie, presionó para hablar a Juliett pero esta de repente tampoco contestaba…-"¡Diablos!"
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"¿Te has dado cuenta que no hemos encontrado señal maliciosa de Takama-san en esta semana?"-Le preguntó a su amiga peli naranja que encontraba en frente de su portátil investigando para su trabajo de exposición de al día siguiente.-"He escuchado que después de las amenazas y los daños que le hicieron a sus cosas, se ha vuelto muy tranquila. Así como si empezase a tener miedo, o simplemente que sintió que su status está lo suficientemente dañada como para poner control en su dominio universitario."
Demasiado bueno para ser verdad, decía en su mente la peli naranja. Después de todo, los rumores de que Takama Victoria andaba por el campus como si fuese un fantasma, era verdad. Soltó un ligero suspiro y continuó con su trabajo.
"Bueno, me marcho al Gym."-Terminó de cambiarse a sus ropas deportivas, tomó su maleta con su bule de agua, ropa de repuesto y se fue de su departamento, dejando nuevamente a su amiga peli naranja encargada de ella.
"Cuídate mucho, besitos…"-Dijo con tono monótono sin despegar la vista de la pantalla.
Ese día en el Gym, el entrenador le había dicho nuevamente a la peliazul que estaba lista para tener una pelea 'legal' con una modalidad de light-contact. Fue en ese momento cuando llegó un entrenador con su retador. Era un chico con casi la misma edad de la peliazul, musculoso, un tanto guapo, machista y arrogante, con el pensamiento de poder derrotar a quien quisiese. Natsuki no pensaba en participar de conejillo de indias de su no-querido entrenador de kick-boxing; pues desde el principio, al ver al chico y analizarlo, se dijo ella misma que no. El retador al escuchar el rechazo de la peliazul, su arrogancia habló por él, y le dijo que no le alcanzaría a golpear ni una sola vez y que no duraría ni un minuto con él en el ring.
Los que fueron capaces de ver la pelea (De práctica) entre aquellos dos hubieran dicho el mismo calificativo: 'atroz'; pues el chico, incrédulo, cayó a los 48 segundos, y no alcanzó siquiera a tocar una hebra del cabello de Natsuki.
Fue esa misma noche en que a toda velocidad, por las calles de la ciudad, sin disposición de frenar en los semáforos, que estuvo a punto de colisionar con otro motociclista. Y vaya la sorpresa que ese motociclista tenía una voz un tanto femenina, melodiosa, cargada de furia y un tanto reconocida. Esperen… esa fue, Shizuru.
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Espero no arrepentirme por actualizarles xD Mis terroríficos días han vuelto a comenzar, así que... Nos vemos en aproximadamente semana y media!
saluditos! ;D Ah, y espero que les haya gustado... ^^U

4 comentarios:

koonagero dijo...

Hola, gracias por el aporte, aunque me pareció que el capítulo final quedó un poco inconexo, así aclares que el orden de aparición no es el cronológico, gracias y que tengas buena semana. Espero la continuación.

Anónimo dijo...

Excelente capitulo.
No soy experto, pero mi humilde opinion es que la ultima parte de este capituolo, esta incompleto para darle un toque de intriga.
Quizas me equivoque, o quizas no.
De todas formas esperamos leerte dentro de unos dias.
Saludos.
Tom ( Ash ketchum.)

Anónimo dijo...

esta increible porfavor espero ansioso(a) la continuacio, k tengas un buen dia ,busca mas inspiracion para k acaves el fic gracias :)

Anónimo dijo...

me encanta este fic es mi favorito con diferencia espero k continues escriviendolo muchos animos byeeeeeeeeeeeeeee :)

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