Natsuki Doggy - Capitulo 3

Autora: Shezaei_neko (http://shezaei-neko.livejournal.com/)

N/A: Bueno aquí tienen el tercer capítulo de Natsuki Doggy. Gracias a tod@s aquell@s que leyeron y especialmente a los que dejaron comentario.
Solamente quiero aclarar que en esta historia hay más que nada fluff – de una manera muy peculiar – así que si esperan drama a toneladas, angst que te haga cortarte las venas, y sobre todo pasión [léase también lime/lemon], pues me temo que no lo encontrarán en este fic. Así que atentamente los invito a leer otros fics que tienen todo eso que buscan. Igualmente sigo invitando a quienes dejan comentarios como anónimos dejen su nombre.
También de una vez advierto que Natsuki será un perro por un largo rato, así que no desesperen.
Sin más que decir por el momento, espero disfruten este capítulo.

Disclaimer: Mai Hime y Mai Otome pertenecen a Sunrise. Igual que todos aquellos anime que he usado a lo largo de mis capítulos (y usaré) son propiedad de sus respectivos autores.

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Natsuki Doggy

Capítulo 3

Finalmente llegó al departamento después de una feroz batalla a mitad de la noche con la lluvia empapando su negro pelaje. El dolor era insoportable ahora, su pequeño cuerpo dolía en todas partes, aún así siguió caminando, no le importaba si su cuerpo se caía a pedazos, no importaba que su visión fuera borrosa, nada de eso importaba, tenía que proteger a Shizuru; no podía soportar la idea de la chica de Kyoto siendo lastimada.
Natsuki se preguntó cuando se volvió tan protectora y posesiva con la otra chica. Aún recordaba claramente ese día cuando le preguntó a la castaña que se mudara con ella. Nunca lo admitiría pero fue gracias a los celos que sentía cuando veía a todas esas locas y molestas fan-girls alrededor de Shizuru lo que le hizo decirlo.

Shizuru derramó lágrimas de felicidad ese día y sonrió como nunca lo había hecho por un largo momento. Natsuki limpió sus lágrimas y pensó que sería perfecto si pudiera hacer a Shizuru sonreír de esa manera cada día de su vida. Por esa razón tenía que llegar al departamento, tenía que llegar al lado de Shizuru, tenía que pensar en algo para tranquilizarla por que sabía que la siempre serena kaichou estaría estresada y preocupada debido a su desaparición aquella noche. Cuando por fin estuvo frente a la puerta, toda su fuerza estaba desapareciendo, solo le quedaba la suficiente para rasguñar la puerta levemente antes de desvanecerse. Abriendo sus ojos por un breve instante, vio una sombra arrodillándose a su lado después solo hubo oscuridad.

Cuando abrió sus ojos nuevamente notó que estaba recostada sobre la alfombra de su apartamento. Trató de levantarse pero fallando miserablemente debido al punzante dolor. En ese momento Shizuru entró a la sala, saludando al akita con su melodiosa voz.
- “Acaso ella me metió hasta aquí?” – pensó Natsuki viendo a la chica que se acercaba a ella con una bandeja en las manos.
- “Ara, al fin despertaste? Que bueno. Estabas muy lastimada sabes?” – dijo Shizuru arrodillándose frente al perro.
- “Shizuru…” – dijo Natsuki pero la chica de ojos rubíes solo escuchó un ladrido.
- “Ara? Debes de sentirte mucho mejor si puedes ladrar, eso es bueno.”
- “No, espera, Shizuru…”
Más palabras que eran meros ladridos a los oídos de Shizuru.
- “Vaya, eres muy activa verdad? Ahora que estás completamente despierta le echaré un vistazo a tus heridas otra vez y cuando llegue de la escuela te llevaré al veterinario está bien? No sería nada bueno que tuvieras un hueso roto o algo así.”
Mientas Shizuru decía esto, Natsuki pudo ver esos círculos negros justo debajo de los ojos de Shizuru, lo cual significaba que la chica estuvo despierta toda la noche sin poder dormir por varias razones.
- “Ahora no te muevas, esto puede doler un poco pero trata de soportarlo de acuerdo?” – dijo Shizuru limpiando las heridas con antiséptico.
Natsuki gruñó con un poco de dolor.
- “Perdona, no quería lastimarte más. Terminaré pronto.”
Natsuki aguantó la necesidad de gruñir de dolor nuevamente así que cerró sus ojos, no quería asustar a Shizuru con sus gruñidos de dolencia y sus ojos llorosos.
- “Listo, he terminado.” – dijo la chica de cabellos castaños aún arrodillada al lado de Natsuki arreglando todos los utensilios en la bandeja y en bolsas de plástico.
Natsuki abrió sus ojos y miró con absoluto asombro a Shizuru, no sabía que su amor fuera tan buena en curar heridas ni de su amabilidad hacia los animales. Shizuru sintió una mirada inspeccionándola así que giró su cabeza para ver al animal herido. Fue en ese momento cuando notó por primera vez los ojos del can, ojos verdes y profundos con un brillo familiar en ellos.
- “Ara…tienes unos ojos muy inusuales pero son hermosos.” – dijo Shizuru para después susurrar – “Brillantes ojos verdes, como los de mi Natsuki…”
Con sus recientemente adquiridos oídos altamente sensibles, Natsuki pudo escuchar el susurro de Shizuru perfectamente. Sabiendo que la tristeza plasmada en aquellas palabras era su culpa, solo sabía una manera de hacerla desaparecer; y eso era besando la mano de Shizuru. Siempre funcionaba. Sin embargo los perros no pueden besar, ellos lamen…Natsuki se sintió avergonzada, sonrojándose ante tal pensamiento. Recordaba cómo Duran siempre la hacía sentir feliz y amada lamiendo sus manos y rostro de una manera juguetona cada vez que se sentía entristecida. Pero lamer el rostro de Shizuru sería demasiado, especialmente viniendo de un perro callejero desconocido. Meditando en las consecuencias decidió lamer solamente su mano. Con esa idea en mente, bajó su cabeza y comenzó a lamer tímidamente la mano izquierda de Shizuru la cual estaba sujetando la bandeja; lo hizo lentamente queriendo evitar asustar a la chica.
Shizuru sintió algo húmedo en su mano izquierda, se percató que era el perro negro lamiendo su mano, mientras lo miraba sonrió.
- “Ara, estás tratando de animarme?” – preguntó Shizuru.
El perrito levantó su cabeza y movió la cola.
- “Gracias.” – dijo Shizuru acariciando la cabeza y el pelaje negro del can, para después rascar detrás de sus orejas.
Natsuki se sorprendió ante la acción y el amoroso toque proveniente de la mano de Shizuru. Observando sus facciones cuidadosamente, pudo notar una sonrisa, era pequeña pero definitivamente era una. Inconcientemente Natsuki movió su cola aún más, y soltó un ladrido, sintiéndose aliviada y feliz al hacer sonreír a Shizuru.
- “Araa, eres muy linda.” – dijo la chica mayor viendo al perrito – “Ahora si me disculpas debo prepararme para ir a la escuela.”
Levantándose de la alfombra, tomó la bandeja y la regresó a la cocina, después fue a su habitación para tomar su portafolio y su saco.
Natsuki miraba en silencio, notando inseguridad en los siempre glamorosos y perfectos movimientos de Shizuru.
- “No te preocupes Shizuru; todo regresará a la normalidad por la tarde.” – pensó el can negro.
Natsuki escuchó sollozos proviniendo de su habitación; Shizuru estaba llorando, otra vez, no había duda alguna. Su intento de animarla no dio del todo resultado, Shizuru no necesitaba el consuelo de un perro; la necesitaba a ella! Necesitaba ser animada por ella con su forma humana. Natsuki apretó fuertemente su mandíbula; todo esto era su maldita culpa! Por qué la hacía llorar tan frecuentemente y de esa manera? Acaso era que ella no era lo demasiado buena para Shizuru?
Natsuki estaba tan perdida en sus pensamientos que no notó a Shizuru llegar a la sala, lista para ir al instituto.
- “Perrito? Estás bien? Aún te duele?” – preguntó Shizuru al ver al animal temblar y apretar sus fauces.
Regresando a la realidad, Natsuki alzó su cabeza, viendo a Shizuru; no queriendo preocupar más a la castaña, movió su cola.
- “Por un segundo me preocupaste…bueno, debo irme. Sé un buen perrito y compórtate hasta que vuelva o estaremos en problemas, o.k.?”
La akita ladró estando de acuerdo.
- “Bien, nos vemos después.”
Shizuru se dirigió a la puerta, se colocó sus zapatos y dejó el departamento.
- “Ya se fue…” – pensó Natsuki – “Eh? No es algo temprano?” – miró el reloj – “Por qué se fue a esta hora? Oh…es verdad, tiene que tomar el autobús ya que no estoy para llevarla, bueno si estoy pero no en la manera en que ella está acostumbrada……gah! Deja de pensar así!! No te hará nada de bien…”
Bostezó para después recostarse nuevamente en la alfombra.
- “Bueno, ya que estoy sola creo que dormiré un poco más hasta que regrese, además las heridas aún me punzan.”
Natsuki cerró los ojos y cayó en un profundo sueño.

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Pica, pica…
Pica, pica, pica……
- “Mmmmhhh……siento cosquillas…”
Pica, PICA, PICA!!!
- “Shizuru…detente…”
- “O.K.!! SUFICIENTE!!!”
SMACK!!!
- “OUCH!!!” – el akita abrió sus ojos súbitamente aullando de dolor.
Su agresora tenía una enorme vena pulsando en su cabeza.
- “Ya era hora!! Qué eres? Una tumba? Me tomó diez minutos despertarte!!”
- “Pudiste haberlo hecho más amablemente!!” – gritó el can con sus ojos llorosos sobándose su cabeza.
- “Lo estuve haciendo durante diez minutos…” – dijo la hechicera, después sonrió maliciosamente – “fufufu, aunque debo admitir que fue intrigante escucharte hablar mientras dormías.”
- “EH?!? Que…qué fue lo que dije??” – preguntó una sonrojada Natsuki.
- “Ho…de verdad quieres saber? Puede ser muy embarazoso…” – dijo la chica de cabellos plateados sonriendo aún más mientras sacaba una cinta, mostrándosela a Natsuki de una manera burlona – “Todo lo que puedo decir es que esta chica Shizuru de verdad que está muy dentro de tu piel, ahora entiendo la razón de tu deseo…”
- “Deja de molestarme!! Dame esa cinta!!” – gruñó Natsuki sonrojándose profundamente.
- “Está bromeando? Esto es oro puro. Me pregunto si podría vendérsela a esta chica Shizuru, apuesto a que estaría dispuesta a pagar una buena suma.”
- “No te atrevas” – gruñó Natsuki pero…- “ouch, ouch…”
- “Cielos…tranquilízate o el dolor no se irá. Por cierto, quería preguntarte, qué fue lo que te pasó?” – dijo la hechicera acariciando suavemente las heridas de Natsuki.
- “Tuve una pelea con unos perros callejeros anoche…punto.”
- “Ya veo.”
- “Nada de qué preocuparse…” – Natsuki sonrió – “y bien, tienes la solución?”
- “Eh? AH!! Si! Son muy buenas noticias.”
- “De verdad?! Y son??”
- “Después de hablar con mi superior me dijo que…”
- “Que…??”
- “El resultado fue mucho mejor!!” – dijo la chica haciendo una pose de victoria, cual si hubiese capturado a un pokémon.
- “Ha? Acaso están dementes?!? CÓMO puede ESTO ser MEJOR?”
- “Oh, créeme, de haber recitado el hechizo correctamente…” – dijo la chica moviendo su báculo para aparecer un objeto – “Este hubiese sido el resultado.”
Natsuki miró fijamente el objeto, su mandíbula abierta casi tocando el suelo.
- “Un peluche?! Hubiera sido transformada en un PELUCHE?!?!”
- “Sip, no crees que es lindo??” – la hechicera sonrió – “Claro que te hubieras podido mover, aunque si alguien te hubiese descubierto moviéndote, hubiera sido problemático.”
- “Por todos los cielos…” – suspiró la akita – “Lo sabía! Debí haber pedido por una dotación interminable de mayonesa…”
- “Ese deseo no puede ser concedido.”
- “Por qué no?”
- “Es contra las reglas, regla número cuatro: ‘No deberás aparecer ninguna comida poco saludable y grasosa sin importar lo mucho que el cliente esté dispuesto a pagar, pero, siempre puedes ofrecer algo de negi entre otros vegetales.’” – explicó la hechicera – “Aunque nunca he entendido del todo el propósito de esta regla…”
- “Ehem…” – con una enorme gota de sudor en la nuca Natsuki tosió, era bueno saber esta regla como futura referencia – “Como sea…creo que es mejor ser un perro a un peluche, me puedo más libremente así.”
- “Ves? Te lo dije.”
- “Y cuando volveré a ser humana?”
- “Una vez que tu deseo se cumpla completamente, así que depende de ti.”
- “Que mala suerte tengo…”
- “Eso crees? Te digo que esta es una oportunidad única.”
- “Bueno, en eso sí tengo que coincidir contigo...ouch!”
- “Cielos!! No puedo ver a ningún ser peludito sufrir tanto dolor! Me haré cargo de esto inmediatamente.” – la hechicera cambió sus ropas por un cosplay de una enfermera-gato y sacando una enorme jeringa dijo – “Ahora no te muevas, esto no te dolerá ni un poquito.”
- “No me apuntes con eso!! Aléjate!!” – gritó Natsuki completamente asustada ante tal cosa, quería correr pero sus patas no respondían, solo vio la jeringa acercarse, haciéndose cada vez más grande – “IIIIIYYYYYYAAAAAAAAA!!!!!!!”
PING!
- “Listo!! Ves? No dolió o si?”
- “Te dije que no lo hicieras!! Tú psicotica!!
- “Pero cuando hago este cosplay me encanta dar inyecciones-nyano!” – dijo la chica abrazando si jeringa gigante.
- “Dios, eres más espeluznante que Midori en su faceta de Ranger.” – dijo Natsuki sobándose justo donde fue inyectada.
- “Bueno, me voy ahora que te he explicado todo.”
- “Espera, necesito tu ayuda.”
- “Para?”
- “Ayer me dijiste que podías hacerme un hechizo para poder hablar como humano.”
- “Si, eso es correcto.”
- “Podrías hacerlo ahora? Debo hablar con Shizuru.”
- “O.k., lo haré. Este no te costará pues te hice una promesa.”
- “Gracias, lo digo en serio.”
- “No hay problema!”
- “Oh, también necesitaré que marques el número de Shizuru y que sostengas el teléfono mientras hablo.”
- “Me siento como una sirvienta…si ese es el caso, este no es el atuendo adecuado” – la cosplayer se cambió de traje nuevamente, ahora por uno de mucama – “Como desee Chika…digo Natsuki-sama…si, esto queda mejor.” – dijo la chica de cabellos plateados revisando sus ropas.
- “Okaaayy…nada me impresiona ahora” – en eso Natsuki recordó algo – “Espera, dónde está mi teléfono??”
- “Es este?” – dijo la mucama sacando un teléfono de su bolsillo mostrándoselo a Natsuki – “Lo tiraste ayer. Tienes unas cinco llamadas perdidas.“
- “Me lo suponía.”
- “Cuando termines tu llamada me quedaré con esto. Te meterías en problemas si tu chica te llama nuevamente y lo escucha sonar aquí en la casa.”
- “Si, tienes razón.”
- “Estás lista?”
- “Si.”
- “Es hora del espectáculo!!!”
Repentinamente, la hechicera cambió su pose a una de batalla, con sus manos moviéndose hacia un costado de su cuerpo y luego hacia atrás.
- “KA…ME…”
- “Espera, espera!! Qué estás hacienda?!?” – preguntó Natsuki cuando vio una esfera de energía concentrarse en las manos de la bruja.
- “HA…ME…”
- “Detente!! Detente!!” – gritó Natsuki temiendo por su vida.
- “HAAAAAAAA!!!!!”
- “AAAHHHHH!!!!!!”
La ráfaga de energía fue lanzada hacia Natsuki cubriéndola completamente. El akita negro cerró sus ojos antes de que la energía le golpeara. Pasaron algunos segundos y no sintió nada. Abrió sus ojos verdes y vio a la cosplayer con una estúpida sonrisa en su rostro.
- “Emocionante no?”
- “Casi me matas del susto!! No vuelvas a hacer eso cabeza hueca!!”
- “No prometo nada.”
- “Tú miserable…”
- “Deja tu espíritu iracundo para después, ya puedes hablar como humano así que no desperdicies tu valioso tiempo conmigo.”
- “Está bien, presiona este botón por favor.”
- “O.k., ahí tienes.”
El tono de llamada se podía escuchar; solo se necesitaron dos timbrazos antes que una preocupada voz con acento de Kyoto hablara del otro lado de la línea.
- “Natsuki?! Eres tú?”
- “Si Shizuru, soy yo.”
- “Gracias al cielo! Estás bien?? Dónde estás??” – la chica saturó a Natsuki de preguntas, tristemente la motociclista no podía responderlas ahora.
- “Si, me encuentro bien. Escucha, pasó algo y…”
- “Acaso es Serás?” – preguntó Shizuru impidiéndole a la chica terminar.
- “No, no es Serás. No es nada de eso, no te preocupes.”
- “Entonces qué es Natsuki?”
- “Yo…no puedo decirte en este momento……es complicado, así que estaré fuera…”
- “Por cuanto tiempo?”
- “No lo sé, tal vez una semana o menos, no estoy segura.”
- “Natsuki volverá?”
Natsuki se sorprendió ante tal pregunta, así que dijo.
- “Shizuru, confías en mí?”
- “Si, confío en ti.”
- “Entonces confía cuando te digo que regresaré.” – mientras decía esto a su vez pensaba – “Y seré alguien digna de tu amor.”
- “Te creo.”
- “Prométeme que te cuidarás bien.”
- “Solo si Natsuki promete decirme todo cuando vuelva.”
- “Claro, es una promesa.”
- “Natsuki, estaba pensando…qué opinas de la raza akita?”
- “Eh? Bueno, sé que son buenas mascotas. La verdad es que no sé mucho de ellos, por qué preguntas?”
- “Por nada.”
- “Si quieres saber más al respecto, sobre el PS2 hay algunas de mis revistas de perros, por qué no las revisas?”
- “Si, creo que lo haré.”
Natsuki quería hablar un poco más pero la hechicera le hizo una señal indicándole que su tiempo casi terminaba.
- “Shizuru, debo irme.”
- “O.k., cuídate mucho.”
- “Lo haré. Y no olvides que siempre estoy a tu lado.”
- “No lo olvidaré.”
- “Y Shizuru…”
- “Si?”
- “Te amo.”
- “También te amo.”
Natsuki colgó, su corazón encogiéndosele en su pecho, tenía que regresar a la normalidad lo más rápido posible; sabía que Shizuru tendría una semana muy estresante debido a esto así que haría todo aquello a su alcance para motivarla en su forma canina.
La hechicera apagó el teléfono y con un movimiento de su báculo lo hizo desaparecer.
- “Aunque no lo parezcas eres una chica romántica.”
- “Cállate…no sé de que estás hablando.” – gruñó Natsuki girando su cabeza para ocultar su sonrojo.
- “Si, si, como sea…creo que mi trabajo ha terminado. Fue un placer conocerte Natsuki, eres una joven interesante al igual que tu chica.”
- “Pese a tus extraños conjuros y trajes, eres una buena bruja.”
- “Lo tomaré como un cumplido. Si necesitas cualquier cosa sólo llámame y no te olvides del pago.”
- “No creo que eso suceda pronto pero gracias de todas formas.”
La hechicera comenzó a alejarse caminando moviendo su mano a manera de adiós y desapareciendo de la vista de Natsuki.
Natsuki sonrió, esta chica loca le dio la oportunidad de vivir una experiencia única y no la desperdiciaría.
- “MUY BIEN! Es hora de divertirnos!”
Ahora solo debía esperar a que Shizuru llegase.

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Shizuru estaba en su descanso para el almuerzo, hoy no estaba de humor como para lidiar con sus fan-girls. No pudo dormir después que los demonios del pasado resurgieron nuevamente; lidiar con ellos era la peor parte del día y la noche. Fue gracias a Natsuki que comenzaron a desvanecerse poco a poco, sin embargo algunos cuantos eran muy testarudos y decidieron quedarse, solo para aparecer en el momento en que su corazón estaba débil, y precisamente este era ese momento. Gracias al perrito que ayudó en el apartamento logró alejar esa clase de indeseables sentimientos y pensamiento. Ese akita…por alguna razón Shizuru sintió un aura muy familiar proveniente del can.
El timbre de su teléfono la regresó al presente. Ese tono era el que había elegido para el número de Natsuki. Rápidamente lo tomó y contestó. La voz de su amada le saludó, se escuchaba muy seria.
Shizuru comenzó a interrogar a Natsuki, cuando la preciosa motociclista respondió ‘pasó algo’ su pregunta inmediata fue.
- “Es Searss?” – temiendo por la seguridad de la otra chica.
Afortunadamente la respuesta fue negativa, pero Natsuki tampoco dijo nada más, estaba ocultándole algo. Además como si su corazón no pudiera aguantar más dolor, lo hizo cuando la chica dijo palabras como ‘estaré fuera’ y ‘semana’. Así que formó la siguiente pregunta, su voz temblando, llena de inseguridad, tenía que preguntar incluso si significaba lo peor.
- “Natsuki volverá?”
Natsuki no le respondió de inmediato. Shizuru estaba conteniendo las lágrimas, y en eso escuchó a la otra chica preguntar.
- “Confías en mí?”
Esa era una pregunta con solo una respuesta.
- “Si, confío en ti.”
Su belleza de cabellos negros prometió regresar y contarle todo en cuanto volviese. Esa era una buena señal; Natsuki estaba siendo sincera en lo que decía. Queriendo cambiar el tono de la conversación, Shizuru recordó a su peludo invitado, y preguntó a Natsuki sobre ello. Se imaginó la expresión de Natsuki ante tal consulta, probablemente siendo tomada por sorpresa. Su amada le dijo que revisara las revistas de perros que tenía. Shizuru sonrió levemente.
- “Shizuru, debo irme.”
Shizuru quería preguntar más y seguir conversando; no queriendo terminar la llamada cuando la otra chica dijo.
- “Y Shizuru…”
- “Si?”
- “Te amo.”
Shizuru abrió sus ojos enormemente. Era raro que Natsuki lo dijera primero, el ser quien expresara sus sentimientos por la otra chica de esta manera. Esto significaba el mundo para Shizuru. Esto calmaba su corazón, sintiendo que todo estaba bien otra vez, así que respondió.
- “Yo también te amo.”
La llamada terminó. Shizuru abrazó el teléfono contra su pecho fuertemente. Una lágrima rodaba silenciosamente a lo largo de su mejilla. Esto era lo que necesitaba, solo una llamada de su amor para encontrar seguridad y paz. De ahora en adelante confiaría completamente en Natsuki sin importar nada pues le mostró su sinceridad y amor puro en sus palabras y a través de su voz. En verdad que fue una tonta al dejar que su pasado tomara lo mejor de su presente.
Recuperó su confianza y fuerza como por arte de magia. Sonriendo nuevamente, pensó en el akita, tal vez a Natsuki le gustaría conservarlo.
No teniendo mas trabajo en el consejo, Shizuru regresó pronto a casa, preguntándose cómo se sentiría el lindo y peludo invitado ahora.
Abriendo la puerta entró al departamento, siendo sorprendida por el akita negro, quien estaba justo frente a ella como si estuviese esperando su llegada.
- “Estoy en casa.” – dijo Shizuru mirando al can el cual ladró alegremente – “Veo que has recuperado tus fuerzas. Solo déjame cambiarme e iremos al veterinario.”
Shizuru fue a su habitación y se cambió de ropas mientras Natsuki en su forma canina, la esperaba en el vestíbulo.
- “O.k. estoy lista. Nos vamos?”
El perro ladró y movió su cola.
Así la pareja dejó el departamento, listas para ir con el veterinario.

CONTUNUARÁ…

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Ojalá les haya gustado. No sé cuanto tardaré en tener el siguiente capítulo traducido así que les pido paciencia.
Les agradece y saluda: Shezaei_neko.