“Esa tarde le dije a Naomi que podía venir a la escuela, que no había nadie que me amara, fue a causa de esa contestación que Naomi volvió a mi” – Shizuru se sentó recargándose en el tronco de aquel árbol – “fue mi culpa, todo es culpa mía” – “y ahora” – se miro las manos – “lastime a Natsuki” – cerro los puños – “sin embargo… ¿Cómo iba a saber?... ¿cómo iba a saber que me amabas Natsuki?” – cerro los ojos y siguió llorando.
Mai entro en la sala del consejo estudiantil, Natsuki estaba sentada en el suelo recargada de espaldas al escritorio de Shizuru, miraba la palma de su mano, ya no lloraba simplemente miraba el collar con el dije que le regalara a Shizuru, su rostro estaba vació de cualquier tipo de emoción, sus labios entreabiertos, su cuerpo extrañamente relajado y su mirada muy lejos de cualquier sitio.
- Eeh, Natsuki – dijo Mai -… ¿estas bien? – se acerco a ella, Natsuki se levanto y paso por su lado sin decir palabra alguna, Mai solo le miró y antes de que Natsuki saliera le hablo – Solo – dijo Mai – no huyas… no sé que paso entre ustedes, pero si es verdad que la amas no la dejaras ir – Natsuki frunció el ceño apretó con fuerza sus manos y salio sin decir palabra alguna.
Mai suspiró por lo bajo y camino hasta la ventana observo a los chicos y chicas salir a los jardines la hora del almuerzo había llegado, a lo lejos distinguió a Mikoto que caminaba unos metros atrás de Yuuichi.
- ¿Mikoto? – se pregunto – Salió rápidamente pues quería hablar con ella.
Mientras tanto Mikoto observaba a Yuuichi quien llevaba sobre su hombro un par de espadas de entrenamiento, el rostro de Mikoto denotaba cierta molestia, mientras seguía tras el chico recordó una de las platicas que tuvo con Naomi.
- ¿Shizuru-san? – pregunto Mikoto
- Sí – dijo Naomi ligeramente ruborizada – ella es la persona que más quiero – sonrió.
- Mai – dijo Mikoto rápidamente – Mai es la persona que yo más quiero – asentó con la cabeza.
- Eeh! – Naomi miro a Mikoto y tras breves instantes sonrió – bueno dijo – a lo que me refiero es a que hummm….. lo que tu sientes por Mai – san es diferente a lo que yo siento por Shizuru-sama .
- ¿Diferente? – pregunto intrigada Mikoto.
- Aja – asentó con la cabeza – se puede querer de diferentes formas; por lo que me has dicho creo que Mai –san te quiere como si fueras su hermana menor.
- ¿Hermana menor? – volvió a preguntar.
- Aja – dijo Naomi asentando con la cabeza al unísono – en cambio lo que yo siento por Shizuru – sama es completamente diferente, a mi…. – bajo la mirada – a mi me gusta Shizuru-sama, aunque soy una chica yo… yo quiero besarla
- ¿Be..sar…la? – susurro Mikoto sorprendida e imaginándose besando a Mai por lo que su rostro se ruborizo de inmediato y su corazón empezó a latir deprisa.
- Sí – respondió tímidamente – yo quiero… yo quiero abrazarla, quiero sosternela entre mis brazos… aun cuando soy una chica porque yo… Yo Amo a Shizuru – sama, cuando la miro parece que el tiempo se detiene, cuando sonríe me hace sentir feliz, para mi estar a su lado es lo más importante, sin embargo trato de no estar todo el tiempo con ella para no ser una molestia. Además es la presidenta del consejo y es una mujer muy ocupada, así que me conformo con los breves momentos que puede brindarme. Quiero pasar el resto de mi vida con ella porque quiero hacerla siempre sonreír… yo… - Naomi suspiro – quiero hacerla inmensamente feliz.
- ¿Amar es… desear que la otra persona sea feliz? – pregunto Mikoto.
- No estoy segura si es solo eso, pero yo quiero hacer feliz a Shizuru-sama – sonrió y miro el cielo – Mikoto dijiste que – dijo – Yuuichi es el chico que le gusta a Mai-san ¿cierto? – Mikoto solo asentó con la cabeza – Entonces continuo el es la felicidad de Mai –san – murmuro.
- ¿Su felicidad? – Mikoto frunció el entrecejo.
- Aja – se limito a responder Naomi sin mirarla – cuando amas a una persona te sientes completa ¿sabes?, cuando la miras todos los demás desaparecen de tu vista te olvidas de todos solo existe esa persona para ti – Mikoto abrió enormemente los ojos pues eso le sucedía con Mai – y sobre todo – continuo – deseas que sea completamente feliz Aahh! Ya veo a Shizuru-sama, nos vemos Mikoto – se despidió y corrió hacia Shizuru.
El resto del día Mikoto permaneció sentada en ese lugar preguntándose que era lo que le sucedía, sabía que quería a Mai pero no tenía idea de que la amara, una enorme sonrisa se apodero de su rostro al estar segura de que amaba a Mai, sin embargo se esfumo en un instante al recordar las palabras de Naomi “Yuuichi es el chico que le gusta a Mai-san ¿cierto?... Entonces el es la felicidad de Mai –san” .
- Duele – dijo llevándose las manos al pecho – duele – repitió mientras las lagrimas fluían por sus mejillas - ¿por qué duele? – se pregunto y en ese momento la imagen de Yuuichi besando a Mai le vino a la mente – apretó con fuerza sus manos – no… no…. Mai – susurro – Mai es mía – Yo… ¡¡Yo Amo Mai!! – grito, sin embargo se sentía profundamente triste pues si realmente amaba a Mai debía de hacerla feliz y eso significaba dejarle el camino completamente libre para estar con Yuuichi.
Ese día Mikoto se la paso en ese lugar recordando cada instante vivido con Mai, a cada recuerdo se formaba en su rostro una sonrisa o un gesto de dolor, cada recuerdo le provocaba una sensación diferente. Esa noche mientras Mai dormía Mikoto la miraba desde su cama “lo que más deseo es su felicidad” – a sus oídos volvió la voz de Naomi – “Yuuichi – Kun es quien le gusta a Mai – san ¿cierto? – Mikoto frunció el entrecejo y se tapo la cabeza con las sabanas cerrando los ojos con fuerza – “Entonces el es la felicidad de Mai-san” – una vez más la voz de Naomi se hizo presente en la mente de Mikoto y abrió los ojos – No… musito – No quiero – comenzó a llorar en silencio tratando de descifrar su dolor.
Mikoto volvió de sus recuerdos y alcanzo a Yuuichi, este al verla le sonrió.
- ¿Cómo estas Mikoto? – le saludo y segundos después miro en todas direcciones – hummm ¿y Tokiha? – preguntó – siempre estas con ella – Mikoto miraba el suelo y no tenía idea de que decirle al chico de hecho ni siquiera sabía porque había ido tras él - ¿Mikoto? – pregunto el chico levantándole el rostro con la mano, Mikoto le miró y de inmediato centro su atención sobre las espadas que Yuuichi tenia al hombro – aaahhh! – exclamo – ya sé lo que quieres es entrenar un poco conmigo ¿eh? – le guiño un ojo – anda practiquemos un rato prometo no ser muy rudo contigo – Mikoto solo asentó con la cabeza – Muy bien entonces toma – le extendió la espada y Mikoto la tomo observándola cuidadosamente.
En un momento Mikoto se abalanzo con fuerza contra Yuuichi, el chico se sorprendió por la fuerza con que Mikoto le atacaba solo era capaz de esquivar los golpes.
- Eehh Mikoto… espera, solo, solo estamos entrenando – decía esquivando los golpes de la chica.
- “Quiero vencerlo” – pensaba Mikoto – “necesito vencerlo… de esa forma yo… de esa forma yo…” – se abalanzo contra el chico una vez más con fuerza.
- Espera por favor – pidió Yuuichi.
Sin embargo Mikoto no le hacia el menor caso, Mai caminaba cerca del lugar al escuchar los golpes de las espadas y la voz de Yuuichi corrió para ver que era lo que estaba pasando. Mikoto en un descuido resbalo con una piedra cayendo hacia enfrente con la inercia se llevo a Yuuichi junto con ella, cayendo los dos al suelo. Mikoto entreabrió los ojos y se dio cuenta de que estaba a centímetros del rostro del chico quien tenía los ojos cerrados y un claro gesto de dolor en el semblante, una de las manos de Yuuichi hizo presión un par de veces sobre algo que sentía mullido y confortable, abrió lentamente uno de sus ojos y se percato de que estaba tocando el pecho de Mikoto el cual en esos meses se había desarrollado visiblemente, de inmediato le soltó y se ruborizo por completo.
- Aaahhh!!! –exclamó – lo… lo siento – dijo apenado – esto… yo…. –calló al instante al sentir las lagrimas de la chica caer sobre su rostro - ¿Mikoto? – pregunto extrañado - ¿Qué te sucede?
- ¿por qué? – pregunto Mikoto mientras la lagrimas caían por su mejillas - ¿por qué no pude vencerte? – volvió a preguntar.
- Mikoto – dijo el chico incorporándose - ¿pasa algo? – pregunto, sin embargo Mikoto permaneció en silencio y solo lloraba Yuuichi le abrazo recargándola en su pecho, Mai llegó al sitio en que ellos se hallaban y miró a Mikoto en brazos de Yuuichi, una extraña sensación se apodero de ella, algo que no podía definir con palabras un nombre emergió de sus labios –Mi..ko…to – dijo suavemente – dio un paso al frente y al hacerlo piso una rama que crujió al romperse haciendo que ambos se volvieran a mirarla.
- Mai – pronunció Mikoto levantándose de inmediato, le miró por un instante y echo a correr.
- Mikoto – Mai estiro su mano – espera – dijo, pero Mikoto no le escucho.
- ¿Tokiha? – pregunto Yuuichi completamente confundido.
Mai solo se dio la vuelta dejando al chico con mil interrogantes en la cabeza.
Mientras tanto Natsuki se sentó debajo de la sombra de un árbol el almuerzo lo dejo a un lado cerro los ojos recargándose de espaldas al tronco y se dispuso a tratar de olvidar todo lo que había sucedido hasta ese momento, la brisa agitaba suavemente su cabello.
- ¿Kuga –san? – la voz de un chico hizo que Natsuki abriera lentamente los ojos
- ¿Takeda? – pregunto frunciendo el entrecejo - ¿Qué quieres? – pregunto con la voz plagada de una clara molestia.
- Ah… esto… yo… pues… eh – balbuceaba el chico con el rostro sonrojado.
- ¡Para eso me molestas? – le espeto mirándole fríamente, se levanto dándole la espalda – Idiota - dijo por lo bajo mientras se encaminaba rumbo a los salones.
- Es… espera Kuga –san tu almuerzo.
- No me interesa – dijo Natsuki sin mirarlo – te lo puedes quedar.
- ¿Eeehh? – el chico sonrió entupidamente mientras el rostro se cubría de un completo carmesí al tomar ese tesoro entre sus manos.
Shizuru mientras tanto miraba con nostalgia aquel jardín, para ella esas primera palabras que cruzo con Natsuki eran parte de sus más atesorados recuerdos.
- Natsuki – murmuro –si tan solo… - suspiro – fue mi culpa… todo es culpa mía – frunció el entrecejo.
- Shizuru – sama – la voz de un chico hizo que volviera el rostro – te esta esperando el consejo estudiantil para que presidas las reunión sobre lo que haremos en el próximo festival escolar.
- Oh! – dijo Shizuru – gracias en seguida iré – le dijo al chico sin mostrar su habitual sonrisa.
El chico antes de irse miró extrañado a Shizur, nunca la había visto tan triste. Shizuru se levanto a los pocos minutos miró una ultima vez el jardín cerro los ojos y se dio la media vuelta.
- Adiós Natsuki – murmuro suavemente, el viento agito su hermoso cabello y su mirada perdió por completo su brillo, ahora estaba por completo decidida a olvidar a Natsuki.
Mai caminaba entre los jardines envuelta por completo en sus pensamientos, se sentía extrañamente confundida, en ella estaba un sentimiento difícil de describir, y no encontrarle un nombre para definir ese sentimiento le estaba haciendo sentirse muy molesta.
- ¿Será posible que a Mikoto le guste Yuuichi? – se pregunto para si misma – si es así ¿Qué debería hacer?.
Tanto Natsuki como Mai pasaron la una junto a la otra sin embargo estaban tan metidas cada una en su mundo que ni cuenta se dieron. Natsuki al volver de sus pensamientos se vio de pie frente a aquel jardín donde viera a Shizuru por ves primera y revivió aquel recuerdo, se veía a ella misma de pie apunto de arrancar la vida de esa inocente flor, el dulce regaño de Shizuru volvió a sus oídos, esa mirada plagada de gentileza, su persona en si que le hizo sentir aún cuando ella no lo deseaba una grata confianza – “Cuando te conocí – pensó – creí que solo serías en mi vida una persona más a la cual nunca tomaría importancia, sí… sí….creí que serías algo sin importancia… ¿cuándo?, ¿Cuándo te volviste tan indispensable?... ¿en que momento entraste en mi corazón? Y sobre todo ¿cómo es que no me di cuenta?... y ahora, ahora que tengo mis sentimientos por ti tan claros, ¿Por qué? – frunció el entrecejo, dio la media vuelta y se fue de aquel sitio.
Mai volvió al salón de clases faltaban escasos minutos para que la hora del almuerzo terminara, el salón se hallaba medio vació, se sentó en su silla y se tendió sobre el pupitre, por un momento su mente quedo vacía de cualquier pensamiento, solo tenía una imagen fija en la mente y esa era el abrazo que involucraba a Yuuichi y a Mikoto.
- no sabía – dijo quedamente – que a Mikoto le gustara Yuuichi, siempre pensé que yo… era quien… le…. – suspiró y se limito a mirar el lento surcar de las pocas nubes que vagaban por el amplio cielo azul.
De regreso a los salones Nao caminaba al lado de Naomi.
- Cocinas muy bien – dijo Nao.
- No es verdad – sonrió Naomi.
- Por supuesto que si – Nao se llevo las manos detrás de la cabeza – pero dime ¿siempre cocinas tanto para el almuerzo?
- No – se limito a decir mientras se ruborizaba – es solo que lo hago para mi y para esa persona que es muy especial para mi.
- ¿especial? – pregunto Nao sabiendo de antemano a quien se refería.
- Si – respondió Naomi con una hermosa sonrisa en el rostro.
- ¿Y puedo saber quien es el afortunado? – pregunto Nao de improviso.
- Oh! No es un… - Naomi se detuvo en seco al darse cuenta de lo que estuvo a punto de decir – no… no le conoces – se limito a decirle – bueno me… me tengo que ir – dijo Naomi echando a correr a los salones.
- Oye, es… espera – dijo Nao mirándola correr ya lejos de ella – shhhzzz – chasqueo – debí haberme callado la boca – saco el celular y miro una vez la mirada de Naomi – En verdad es… muy especial para ti ¿no es verdad? – dijo girando el rostro a un lado – Shizuru no merece tenerte Naomi – susurro – en verdad ella no merece nada – apretó los dientes con fuerza - ¡maldición! – dijo en voz alta - ¿Por qué eres tan dulce Naomi? – dijo ya con más calma – ahora – miro el celular – como podría usar esto sin lastimarte… ¿cómo… cómo lo usaría para lastimarla a ella sin hacerte daño a ti?.
Mikoto se había detenido de su larga carrera y ahora solo caminaba lentamente pensando en que hacer con lo que sentía por Mai, pero sin llegar a una conclusión lógica; mientras tanto las clases ya habían iniciado y ni Natsuki, ni Mai, ni Nao prestaban atención a lo que decían sus respectivos profesores, Shizuru presidía la junta y para sorpresa de todos estaba en verdad poniendo atención a cada cosa no de la forma pasiva que solía hacerlo sino con un interés férreo como si deseara que el trabajo le inundara por completo con el solo deseo de pensar lo menos posible en la mujer a la cual acababa de destrozar con su actitud.
Mai entro en la sala del consejo estudiantil, Natsuki estaba sentada en el suelo recargada de espaldas al escritorio de Shizuru, miraba la palma de su mano, ya no lloraba simplemente miraba el collar con el dije que le regalara a Shizuru, su rostro estaba vació de cualquier tipo de emoción, sus labios entreabiertos, su cuerpo extrañamente relajado y su mirada muy lejos de cualquier sitio.
- Eeh, Natsuki – dijo Mai -… ¿estas bien? – se acerco a ella, Natsuki se levanto y paso por su lado sin decir palabra alguna, Mai solo le miró y antes de que Natsuki saliera le hablo – Solo – dijo Mai – no huyas… no sé que paso entre ustedes, pero si es verdad que la amas no la dejaras ir – Natsuki frunció el ceño apretó con fuerza sus manos y salio sin decir palabra alguna.
Mai suspiró por lo bajo y camino hasta la ventana observo a los chicos y chicas salir a los jardines la hora del almuerzo había llegado, a lo lejos distinguió a Mikoto que caminaba unos metros atrás de Yuuichi.
- ¿Mikoto? – se pregunto – Salió rápidamente pues quería hablar con ella.
Mientras tanto Mikoto observaba a Yuuichi quien llevaba sobre su hombro un par de espadas de entrenamiento, el rostro de Mikoto denotaba cierta molestia, mientras seguía tras el chico recordó una de las platicas que tuvo con Naomi.
- ¿Shizuru-san? – pregunto Mikoto
- Sí – dijo Naomi ligeramente ruborizada – ella es la persona que más quiero – sonrió.
- Mai – dijo Mikoto rápidamente – Mai es la persona que yo más quiero – asentó con la cabeza.
- Eeh! – Naomi miro a Mikoto y tras breves instantes sonrió – bueno dijo – a lo que me refiero es a que hummm….. lo que tu sientes por Mai – san es diferente a lo que yo siento por Shizuru-sama .
- ¿Diferente? – pregunto intrigada Mikoto.
- Aja – asentó con la cabeza – se puede querer de diferentes formas; por lo que me has dicho creo que Mai –san te quiere como si fueras su hermana menor.
- ¿Hermana menor? – volvió a preguntar.
- Aja – dijo Naomi asentando con la cabeza al unísono – en cambio lo que yo siento por Shizuru – sama es completamente diferente, a mi…. – bajo la mirada – a mi me gusta Shizuru-sama, aunque soy una chica yo… yo quiero besarla
- ¿Be..sar…la? – susurro Mikoto sorprendida e imaginándose besando a Mai por lo que su rostro se ruborizo de inmediato y su corazón empezó a latir deprisa.
- Sí – respondió tímidamente – yo quiero… yo quiero abrazarla, quiero sosternela entre mis brazos… aun cuando soy una chica porque yo… Yo Amo a Shizuru – sama, cuando la miro parece que el tiempo se detiene, cuando sonríe me hace sentir feliz, para mi estar a su lado es lo más importante, sin embargo trato de no estar todo el tiempo con ella para no ser una molestia. Además es la presidenta del consejo y es una mujer muy ocupada, así que me conformo con los breves momentos que puede brindarme. Quiero pasar el resto de mi vida con ella porque quiero hacerla siempre sonreír… yo… - Naomi suspiro – quiero hacerla inmensamente feliz.
- ¿Amar es… desear que la otra persona sea feliz? – pregunto Mikoto.
- No estoy segura si es solo eso, pero yo quiero hacer feliz a Shizuru-sama – sonrió y miro el cielo – Mikoto dijiste que – dijo – Yuuichi es el chico que le gusta a Mai-san ¿cierto? – Mikoto solo asentó con la cabeza – Entonces continuo el es la felicidad de Mai –san – murmuro.
- ¿Su felicidad? – Mikoto frunció el entrecejo.
- Aja – se limito a responder Naomi sin mirarla – cuando amas a una persona te sientes completa ¿sabes?, cuando la miras todos los demás desaparecen de tu vista te olvidas de todos solo existe esa persona para ti – Mikoto abrió enormemente los ojos pues eso le sucedía con Mai – y sobre todo – continuo – deseas que sea completamente feliz Aahh! Ya veo a Shizuru-sama, nos vemos Mikoto – se despidió y corrió hacia Shizuru.
El resto del día Mikoto permaneció sentada en ese lugar preguntándose que era lo que le sucedía, sabía que quería a Mai pero no tenía idea de que la amara, una enorme sonrisa se apodero de su rostro al estar segura de que amaba a Mai, sin embargo se esfumo en un instante al recordar las palabras de Naomi “Yuuichi es el chico que le gusta a Mai-san ¿cierto?... Entonces el es la felicidad de Mai –san” .
- Duele – dijo llevándose las manos al pecho – duele – repitió mientras las lagrimas fluían por sus mejillas - ¿por qué duele? – se pregunto y en ese momento la imagen de Yuuichi besando a Mai le vino a la mente – apretó con fuerza sus manos – no… no…. Mai – susurro – Mai es mía – Yo… ¡¡Yo Amo Mai!! – grito, sin embargo se sentía profundamente triste pues si realmente amaba a Mai debía de hacerla feliz y eso significaba dejarle el camino completamente libre para estar con Yuuichi.
Ese día Mikoto se la paso en ese lugar recordando cada instante vivido con Mai, a cada recuerdo se formaba en su rostro una sonrisa o un gesto de dolor, cada recuerdo le provocaba una sensación diferente. Esa noche mientras Mai dormía Mikoto la miraba desde su cama “lo que más deseo es su felicidad” – a sus oídos volvió la voz de Naomi – “Yuuichi – Kun es quien le gusta a Mai – san ¿cierto? – Mikoto frunció el entrecejo y se tapo la cabeza con las sabanas cerrando los ojos con fuerza – “Entonces el es la felicidad de Mai-san” – una vez más la voz de Naomi se hizo presente en la mente de Mikoto y abrió los ojos – No… musito – No quiero – comenzó a llorar en silencio tratando de descifrar su dolor.
Mikoto volvió de sus recuerdos y alcanzo a Yuuichi, este al verla le sonrió.
- ¿Cómo estas Mikoto? – le saludo y segundos después miro en todas direcciones – hummm ¿y Tokiha? – preguntó – siempre estas con ella – Mikoto miraba el suelo y no tenía idea de que decirle al chico de hecho ni siquiera sabía porque había ido tras él - ¿Mikoto? – pregunto el chico levantándole el rostro con la mano, Mikoto le miró y de inmediato centro su atención sobre las espadas que Yuuichi tenia al hombro – aaahhh! – exclamo – ya sé lo que quieres es entrenar un poco conmigo ¿eh? – le guiño un ojo – anda practiquemos un rato prometo no ser muy rudo contigo – Mikoto solo asentó con la cabeza – Muy bien entonces toma – le extendió la espada y Mikoto la tomo observándola cuidadosamente.
En un momento Mikoto se abalanzo con fuerza contra Yuuichi, el chico se sorprendió por la fuerza con que Mikoto le atacaba solo era capaz de esquivar los golpes.
- Eehh Mikoto… espera, solo, solo estamos entrenando – decía esquivando los golpes de la chica.
- “Quiero vencerlo” – pensaba Mikoto – “necesito vencerlo… de esa forma yo… de esa forma yo…” – se abalanzo contra el chico una vez más con fuerza.
- Espera por favor – pidió Yuuichi.
Sin embargo Mikoto no le hacia el menor caso, Mai caminaba cerca del lugar al escuchar los golpes de las espadas y la voz de Yuuichi corrió para ver que era lo que estaba pasando. Mikoto en un descuido resbalo con una piedra cayendo hacia enfrente con la inercia se llevo a Yuuichi junto con ella, cayendo los dos al suelo. Mikoto entreabrió los ojos y se dio cuenta de que estaba a centímetros del rostro del chico quien tenía los ojos cerrados y un claro gesto de dolor en el semblante, una de las manos de Yuuichi hizo presión un par de veces sobre algo que sentía mullido y confortable, abrió lentamente uno de sus ojos y se percato de que estaba tocando el pecho de Mikoto el cual en esos meses se había desarrollado visiblemente, de inmediato le soltó y se ruborizo por completo.
- Aaahhh!!! –exclamó – lo… lo siento – dijo apenado – esto… yo…. –calló al instante al sentir las lagrimas de la chica caer sobre su rostro - ¿Mikoto? – pregunto extrañado - ¿Qué te sucede?
- ¿por qué? – pregunto Mikoto mientras la lagrimas caían por su mejillas - ¿por qué no pude vencerte? – volvió a preguntar.
- Mikoto – dijo el chico incorporándose - ¿pasa algo? – pregunto, sin embargo Mikoto permaneció en silencio y solo lloraba Yuuichi le abrazo recargándola en su pecho, Mai llegó al sitio en que ellos se hallaban y miró a Mikoto en brazos de Yuuichi, una extraña sensación se apodero de ella, algo que no podía definir con palabras un nombre emergió de sus labios –Mi..ko…to – dijo suavemente – dio un paso al frente y al hacerlo piso una rama que crujió al romperse haciendo que ambos se volvieran a mirarla.
- Mai – pronunció Mikoto levantándose de inmediato, le miró por un instante y echo a correr.
- Mikoto – Mai estiro su mano – espera – dijo, pero Mikoto no le escucho.
- ¿Tokiha? – pregunto Yuuichi completamente confundido.
Mai solo se dio la vuelta dejando al chico con mil interrogantes en la cabeza.
Mientras tanto Natsuki se sentó debajo de la sombra de un árbol el almuerzo lo dejo a un lado cerro los ojos recargándose de espaldas al tronco y se dispuso a tratar de olvidar todo lo que había sucedido hasta ese momento, la brisa agitaba suavemente su cabello.
- ¿Kuga –san? – la voz de un chico hizo que Natsuki abriera lentamente los ojos
- ¿Takeda? – pregunto frunciendo el entrecejo - ¿Qué quieres? – pregunto con la voz plagada de una clara molestia.
- Ah… esto… yo… pues… eh – balbuceaba el chico con el rostro sonrojado.
- ¡Para eso me molestas? – le espeto mirándole fríamente, se levanto dándole la espalda – Idiota - dijo por lo bajo mientras se encaminaba rumbo a los salones.
- Es… espera Kuga –san tu almuerzo.
- No me interesa – dijo Natsuki sin mirarlo – te lo puedes quedar.
- ¿Eeehh? – el chico sonrió entupidamente mientras el rostro se cubría de un completo carmesí al tomar ese tesoro entre sus manos.
Shizuru mientras tanto miraba con nostalgia aquel jardín, para ella esas primera palabras que cruzo con Natsuki eran parte de sus más atesorados recuerdos.
- Natsuki – murmuro –si tan solo… - suspiro – fue mi culpa… todo es culpa mía – frunció el entrecejo.
- Shizuru – sama – la voz de un chico hizo que volviera el rostro – te esta esperando el consejo estudiantil para que presidas las reunión sobre lo que haremos en el próximo festival escolar.
- Oh! – dijo Shizuru – gracias en seguida iré – le dijo al chico sin mostrar su habitual sonrisa.
El chico antes de irse miró extrañado a Shizur, nunca la había visto tan triste. Shizuru se levanto a los pocos minutos miró una ultima vez el jardín cerro los ojos y se dio la media vuelta.
- Adiós Natsuki – murmuro suavemente, el viento agito su hermoso cabello y su mirada perdió por completo su brillo, ahora estaba por completo decidida a olvidar a Natsuki.
Mai caminaba entre los jardines envuelta por completo en sus pensamientos, se sentía extrañamente confundida, en ella estaba un sentimiento difícil de describir, y no encontrarle un nombre para definir ese sentimiento le estaba haciendo sentirse muy molesta.
- ¿Será posible que a Mikoto le guste Yuuichi? – se pregunto para si misma – si es así ¿Qué debería hacer?.
Tanto Natsuki como Mai pasaron la una junto a la otra sin embargo estaban tan metidas cada una en su mundo que ni cuenta se dieron. Natsuki al volver de sus pensamientos se vio de pie frente a aquel jardín donde viera a Shizuru por ves primera y revivió aquel recuerdo, se veía a ella misma de pie apunto de arrancar la vida de esa inocente flor, el dulce regaño de Shizuru volvió a sus oídos, esa mirada plagada de gentileza, su persona en si que le hizo sentir aún cuando ella no lo deseaba una grata confianza – “Cuando te conocí – pensó – creí que solo serías en mi vida una persona más a la cual nunca tomaría importancia, sí… sí….creí que serías algo sin importancia… ¿cuándo?, ¿Cuándo te volviste tan indispensable?... ¿en que momento entraste en mi corazón? Y sobre todo ¿cómo es que no me di cuenta?... y ahora, ahora que tengo mis sentimientos por ti tan claros, ¿Por qué? – frunció el entrecejo, dio la media vuelta y se fue de aquel sitio.
Mai volvió al salón de clases faltaban escasos minutos para que la hora del almuerzo terminara, el salón se hallaba medio vació, se sentó en su silla y se tendió sobre el pupitre, por un momento su mente quedo vacía de cualquier pensamiento, solo tenía una imagen fija en la mente y esa era el abrazo que involucraba a Yuuichi y a Mikoto.
- no sabía – dijo quedamente – que a Mikoto le gustara Yuuichi, siempre pensé que yo… era quien… le…. – suspiró y se limito a mirar el lento surcar de las pocas nubes que vagaban por el amplio cielo azul.
De regreso a los salones Nao caminaba al lado de Naomi.
- Cocinas muy bien – dijo Nao.
- No es verdad – sonrió Naomi.
- Por supuesto que si – Nao se llevo las manos detrás de la cabeza – pero dime ¿siempre cocinas tanto para el almuerzo?
- No – se limito a decir mientras se ruborizaba – es solo que lo hago para mi y para esa persona que es muy especial para mi.
- ¿especial? – pregunto Nao sabiendo de antemano a quien se refería.
- Si – respondió Naomi con una hermosa sonrisa en el rostro.
- ¿Y puedo saber quien es el afortunado? – pregunto Nao de improviso.
- Oh! No es un… - Naomi se detuvo en seco al darse cuenta de lo que estuvo a punto de decir – no… no le conoces – se limito a decirle – bueno me… me tengo que ir – dijo Naomi echando a correr a los salones.
- Oye, es… espera – dijo Nao mirándola correr ya lejos de ella – shhhzzz – chasqueo – debí haberme callado la boca – saco el celular y miro una vez la mirada de Naomi – En verdad es… muy especial para ti ¿no es verdad? – dijo girando el rostro a un lado – Shizuru no merece tenerte Naomi – susurro – en verdad ella no merece nada – apretó los dientes con fuerza - ¡maldición! – dijo en voz alta - ¿Por qué eres tan dulce Naomi? – dijo ya con más calma – ahora – miro el celular – como podría usar esto sin lastimarte… ¿cómo… cómo lo usaría para lastimarla a ella sin hacerte daño a ti?.
Mikoto se había detenido de su larga carrera y ahora solo caminaba lentamente pensando en que hacer con lo que sentía por Mai, pero sin llegar a una conclusión lógica; mientras tanto las clases ya habían iniciado y ni Natsuki, ni Mai, ni Nao prestaban atención a lo que decían sus respectivos profesores, Shizuru presidía la junta y para sorpresa de todos estaba en verdad poniendo atención a cada cosa no de la forma pasiva que solía hacerlo sino con un interés férreo como si deseara que el trabajo le inundara por completo con el solo deseo de pensar lo menos posible en la mujer a la cual acababa de destrozar con su actitud.
Continuara.
5 comentarios:
aunque acabo de leerlo en poco tiempo acabaré de leer todo el fic que bien ya quiero acabarlo y ver en que termina. ^_^
GRACIAS Admin K
me sigo con el otro sigue asi
wow! wow! wow!, metiste muchas parejas aqui! y ya va bien el hecho que las puedes organizar correctamente!, quede fasinada!!!! ^_^
aunque odio a shizuru!!! con quien debe estar es con su natsuki ¬_¬!!.. igual terminare el fic..
Buen Trabajo!! noo! excelente trabajo! ala autora!
y gracias a ti por permitirme leerlo ^_^
ATTE Reiko-san
23 capitulos ¬ ¬,no soy de leer mucho,pero me has clavado,asi que
°
lo hare,siii!! ^_^
Vayaaaa!!! Muy buen trabajo amiga!!^^
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