Querida Shizuru - Capítulo 3

Autora: Kaon - sama

3ra PARTE

La chica corría a un par de metros delante de la sargento, realmente trataba de alcanzarla pero era imposible. Solo se detuvo hasta que una de las tablas del techo cayó frente a ella.

-Shizuru esto es muy peligroso, la casa no resistirá mas, debemos salir de aquí.

-no saldré de aquí hasta que encuentre a mi abuelo.

-talvez el equipo de rescate lo encontró, debemos salir de aquí ¡ya!

No le contesto, llego hasta una encrucijada, miro hacia ambos caminos y decidió correr hacia la derecha.

Las llamas consumían rápidamente la madera y los frágiles materiales que conformaban la mansión, convirtiéndola en una bomba de tiempo; no sabían en qué momento alguna tabla o muro les caería encima.

Sentía el calor en la piel como si la tocara directamente, y el sudor cayendo por todo su cuerpo, no sabía cómo se mantenía en pie si el sofocante calor le abatía casi al borde del desmayo.

De pronto el piso de madera colapso bajo los pies de la peli-ocre que cayó bajo la estructura de la mansión.

-Shizuru!!-

La sargento se apresuro con la intención de ir en su auxilio pero lo único que logro fue caer también. Cuando dio contra el suelo sintió varios trozos de madera caer sobre ella, pero no tuvo tiempo de preocuparse por sus propios golpes pues al ver que caían cenizas sobre la joven castaña que amenazaban con quemar sus ropas fue hacia ella rápidamente, estaba inconsciente a causa de un golpe en su cabeza que sangraba.

La tomo en sus brazos e intento salir por el mismo lugar por el que ella cayó pero fue imposible, dentro de la casa las llamas hacían destrozos y el humo no permitía ver nada, tenía que salir de ahí o la casa se les vendría encima, los soportes no resistirían mucho tiempo más.

Le fue bastante difícil caminar encorvada por el lugar, pero al final lo logro, salió a la parte de la casa donde se encontraba el estanque.

Puso el cuerpo inconsciente de la chica sobre el pasto, lejos del peligro de las llamas y la amenaza de que el techo se viniera abajo y observo como el hermoso edificio era consumido por el fuego.

-Yuki!!- se escucho el grito de Takeda proveniente del otro lado del jardín- estás loco?, pudiste haber muerto, el edificio pudo derrumbarse.

-estoy bien, gracias por preocuparte- dijo mientras tocia buscando recuperar el aire.

-fue muy imprudente de tu parte, el general está muy molesto- se quejo mientras  revisaba los signos de Shizuru comprobando que estaba viva.

-no iba a dejar que entrara sola…

-ella es un guerrero, Yiki, sabe cuidarse sola, además al capitán no le agrada la idea de perder a uno de sus mejores hombres por una imprudencia.

-el jefe- solo atino a decir esas palabras, pero su amigo entendió lo que quería decir.

-En cuanto ustedes se perdieron entre las llamas, los soldados y los guerreros aparecieron con el jefe a salvo.

-vaya, eso hace que mi imprudencia se convierta en estupidez.

-Yiki…

Shizuru estaba volviendo en si y abría los ojos lentamente.

-Shizuru, estas bien? Te duele algo?

-mi abuelo…

-no te preocupes el está bien, puedes levantarte?

Volvieron a la entrada principal del edificio, las llamas ya habían consumido la totalidad de la estructura y solo quedaban cenizas y algunos pequeños fuegos aislados.

El general se encontraba de pie al lado del abuelo de Shizuru y del capitán de la guardia. Los tres esperaron a una distancia prudente antes de acercarse pues a pesar de haberse percatado de su presencia ninguno hizo ademán de llamarlos, lo que significaba que no debían interrumpir aquella conversación.

La conversación término unos minutos después, el primero en alejarse fue el capitán de la guardia.

Los jóvenes se acercaron a paso lento primero pero luego Shizuru corrió hacia su abuelo para abrazarlo.

El hombre se quedo inmóvil, recibiendo el abrazo de su nieta pero sin corresponderlo y con la mirada fría e impasible.

La chica se separo de su abuelo, feliz de poder abrazarlo una vez mas, de que estuviera vivo. En cambio el parecía no sentir esa misma alegría.

El brazo del jefe Fujino se elevo repentinamente, sin premeditar, sin dar tiempo a poder pensar y su mano gruesa y firme se estampo contra la mejilla de su joven nieta, dejándola perpleja y provocando una punzada de desdén en el pecho del joven sargento.

-te había dicho que no desobedecieras las ordenes Shizuru, no quiero volver a lidiar con tus imprudencias jamás-

El hombre dio media vuelta y se alejo de los jóvenes y del general.

-me quedare en la casa del consejero- afirmo el hombre y desapareció de su vista.

La joven permaneció inmóvil, sorprendida por la actitud de su abuelo.

-Teniente, acompañe a la señorita Shizuru a las habitaciones de huéspedes, se quedara ahí esta noche. Después vaya con el capitán de la guardia.

-si señor- respondió el joven Takeda.

Tomo a Shizuru por los hombros, sacándola de su ensimismamiento y se alejo no sin antes dirigir una mirada de apoyo a su amigo.

Esta vez si la había armado buena.

Quiso ver los ojos de Shizuru pero la chica no volvió la mirada, estaba perdida en sus pensamientos.

Se quedo quieto, en silencio y con la mirada en el piso, no se atrevía a iniciar la conversación con su general.

-no sé que tenga en mente sargento pero como su superior debo pedirle que deserte de sus intenciones con esa chica. Lo que hagan no me preocupa, eso es problema suyo, pero es evidente que esa mujer no tiene ni pisca de prudencia y no quiero perder a mi mejor hombre por una estupidez. Sin mencionar que traería problemas si el jefe llega a enterarse.

Le sorprendió sobremanera que su general se hubiera dado cuenta de eso, e incluso le pasó por la cabeza la traición de su mejor amigo, pero no quería imaginar lo peor.

-es mi superior pero no puede prohibirme que me involucre con ella.

-no es una orden, es una simple sugerencia, por su bien y el de nuestra misión.

No parecía molesto ni mucho menos, hablaba con serenidad pero con la autoridad que la situación ameritaba.

-si quiere continuar con esto no voy a impedírselo pero si llega a meterse en problemas, sepa de antemano que no voy a responder por usted, estará solo.

El hombre no dijo nada mas, dio media vuelta y se alejo con dirección al campamento del resto de los soldados.

Tenía razón, aunque le costara admitirlo, su superior tenía toda la razón, solo podrían resultar problemas si continuaba esa relación con Shizuru, y no solo por las razones que ya había enlistado, sino también por su propia condición, no sabía cómo podría reaccionar la chica si se daba cuenta de que “el sargento Yuki” era una chica.

-creo que el general tiene razón- fue lo que su amigo le dijo después de que termino de contarle lo sucedido.

-y lo dice el hombre que en cada pueblo se enamora de 2 o 3?

-ninguna de esas mujeres es la nieta del jefe la aldea, ni mucho menos es una guerrera imprudente.

En eso tenía toda la razón, no había lugar para refutarle nada.

-entonces, que piensas hacer?

-creo que lo mejor sería dejar esto por la paz, no veo la necesidad para meterme en problemas por una mujer.

-siéndote sincero por esa mujer no me importarían los problemas, pero esa es mi opinión.

No sabía qué hacer, realmente sentía algo intenso por Shizuru pero no podía arriesgarse a que descubriera su secreto, eso le valdría la muerte y se había prometido volver a su aldea con sus padres.

Al día siguiente muy temprano se convoco a una reunión con los altos mandos.

-que te pasa?- despues de que el general fue llamado a la reunión, el joven Takeda pareció ponerse bastante ansioso.

-todos están bastante movilizados amigo, el general ordeno que nos alistáramos esta mañana y el Coronel Kiosuke llego también, esto solo puede significar una cosa.

-y estas así de nervioso porque es posible que vayamos a la ciudad imperial para pelear?

-no estoy nervioso hombre, estoy emocionado, ya fue mucho descanso- el joven dibujo una sonrisa en su rostro.

Al ver la sonrisa de su amigo le invadió el mismo sentimiento de emoción por la pelea, las ganas de estar en el campo de batalla, la adrenalina… sin embargo su rostro cambio, por alguna razón no quería sonreír.

-oye, se cómo te sientes, la quieres y es normal que no quieras dejarla, pero recuerda que solo te trae problemas- afirmo su amigo- estamos cerca de cumplir la meta que nos propusimos, ya solo nos falta una batalla más y podremos volver a casa como hombres libres, y vivos que es lo mejor. Si despues de esto aun la quieres eso ya será solo tu problema, sin el ejercito, pero por ahora enfócate en lo que es importante.

-vaya, quien eres tú y que hiciste con el renegado de mi amigo Takeda.

-deja de burlarte, intento ayudar.

-agradezco que te preocupes, pero el asunto de Shizuru va mas allá que solo las restricciones del general Kanzaki y su facilidad para meterme en problemas.

-te refieres al asunto de Natsuki.

Hacía mucho tiempo que no escuchaba ese nombre, fue extraño, como realmente recordar a una persona importante que había dejado en el olvido durante mucho tiempo.

-si, así es.

-entiendo que si hay un acuerdo entre familias de por medio es imposible que puedas tomar una decisión, como únicos herederos de la familia debemos aceptar las decisiones de nuestros padres amigos, es así como debe de ser-

-no es solo eso, Natsuki… Natsuki es parte de mi, una parte que no puedo negar, de la que no puedo escapar.

Yuki hablaba extraño, eso fue lo que pensó Takeda, pero no le pareció raro ya que su amigo siempre era así, un hombre raro pero al final su amigo.

-CABALLEROS!- se escucho el grito del general quien llegaba acompañado de otro hombre- hoy es un gran día, es el día en el que pelearemos la última batalla por la paz de nuestro país- hubo un grito colectivo de emoción por parte de los soldados que se reunían alrededor de su general- nos han informado que durante el ataque de esta noche, una importante plano del palacio imperial fue robado de la casa del jefe.

El otro hombre se adelanto unos pasos y hablo despues.

-además el frente de protección de la ciudad imperial nos ha informado que desde hace unas horas comenzaron a ser más frecuentes los ataque para intentar acercarse al palacio.

-este es el día por el que nos hemos preparado desde hace años, hoy terminara esta guerra y sé que saldremos triunfadores porque confió en ustedes, pues hemos ganado con valor y honor cada una de las batallas a las que nos hemos enfrentado, no espero mas de el día de hoy que una victoria, así que… prepárense para la batalla!!

30 minutos despues los soldados salían por la puerta de la aldea rumbo a la ciudad imperial.

La joven sargento no pudo evitar volver la mirada mientras dejaban atrás los muros de la aldea. No podía verla por ningún lado, no se había despedido, nada, y aun sabiendo que eso era lo mejor sentía una opresión en su pecho, quería verla, solo una vez, una última vez quería verla.

Las puestas de la aldea casi desaparecían a lo lejos, estaba decidiéndose por ver hacia adelante, por dejar atrás todos los recuerdos y solo seguir, enfocarse en lo que su amigo le había dicho, en solo volver con vida, en su única prioridad desde hacía mucho tiempo, cuando sintió su mirada. No estaba en la aldea, le observaba desde una colina lejana, desde ese lugar donde hacia solo unas horas decidió dejar atrás sus principios y arriesgarse, donde la beso mientras observaban a lo lejos las luces nocturnas de la ciudad imperial.

No sabía el significado de aquel acto, no sabía si se despedía o solo daba un hasta pronto, y aunque no debía importarle, anhelaba que solo fuera eso, un hasta luego.

…………….

SE QUE TARDE MUCHO PERO ES MI ESTILO, NECESITO CONCENTRARME

COMO PROMETI QUE ESTA SERIA UNA HISTORIA CORTA, EL PROXIMO CAPITULO SERA EL FINAL, ESPERO QUE DISFRUTARAN DE ESTA PEQUEÑA HISTORIA.