La Gran Batalla de Fuka - Capítulo 12

Autora: Lobanako

CAPITULO 12

Nagi miraba sonrojado como Nasuki y Shizuru se besaban apasionadamente cuando una pequeña rama bajo su pie se rompió delatandole, todo ocurrió muy rápido, la peliazul se levanto ágilmente, invocó sus armas y le disparó, Nagi cayó al suelo con el hombro herido.

-Aaaau, ¿Porque has echo eso?

-¡¿Que hacías ahí arriba?!-Natsuki estaba completamente roja, no se sabe si por que Nagi hubiese visto lo que hacían o por el simple echo de estar espiándola-.

-No pude evitar quedarme mirando como Natsuki-chan besaba a la otra Hime, mmm realmente es un espectáculo que no se ve todos los días.

Natsuki levanto la mano dispuesta a golpear al chico del pelo blanco, pero Shizuru la agarró del brazo y la sujetó, se acercó a Nagi y le miro muy fijamente.

.¿Quien es el nuevo señor Kokuyou?

-Buena pregunta querida Hime pero mucho me temo que morirás sin saberlo ya que él me ha pedido que acabe con vosotras para que no podáis causarle problemas-Entonces Nagi saltó a la rama que tenia encima de la cabeza y con una agilidad felina empezó a trepar hasta volver a la copa del árbol, allí alzó la vista al cielo y empezó a reír.

-Mi señor, esto es por usted.

Acto seguido sus ojos cambiaron a un amarillo brillante y llamó a un huérfano enorme, Natsuki jamas había visto uno igual, realmente parecía un demonio del infierno, piel roja, enormes cuernos retorcidos, alas negras y un rostro aterrador del que salían dos enormes colmillos, la criatura era gigantesca y se dirigía hacia ellas, Shizuru se dispuso a invocar sus armas y a su huérfano cuando Natsuki la agarro del brazo.

-¡No!, no puedo permitir que vayas, he estado apunto de perderte hace poco, deja que yo me encargue de esto-lo dijo tan seriamente que la castaña no pudo llevarle la contraria- sin embargo hay algo que si puedes hacer-dijo mirando hacia arriba, cuando Shizuru siguió el rumbo de su mirada lo entendió enseguida, le guiñó un ojo y salio corriendo perdiéndose entre la espesura del bosque. Natsuki se giro hacia el huérfano, cada vez mas cerca y se entristeció por un momento, realmente iba a ser una lucha difícil, pero no podía perder, no podía....Shizuru....pensar en ella hizo que su corazón se acelerase y llevándose la mano al pecho invoco a su Hijo. Cuando el nombre de Dhuran salio de sus labios, todo pareció paralizarse cuando unas gigantescas estacas de hielo se formaron en el suelo hasta casi tocar el cielo, estas se fragmentaron y empezaron a caer, pero antes de tocar el suelo se convirtieron en polvo, un brillante polvo de hielo que dejo al descubierto al gigantesco lobo, Dhuran había vuelto a crecer y casi media lo mismo que su oponente, Natsuki sonrió viendo que la victoria ahora le resultaría mas fácil y corrió hasta alcanzar una de las patas de su Hijo y trepó hasta su hocico, desde el cual podía dirigir mejor el ataque, Dhuran empezó a correr en dirección al demonio, el cual al ver al Hijo de la peliazul empezó a correr mas, cuando los dos colosos chocaron fue un impacto aterrador, el lobo se lanzó contra el demonio con la boca abierta y en dirección al cuello de este, el demonio por su parte trató de librarse de el, con un gran esfuerzo lo separo de su cuerpo, entonces alzó una mano al cielo oscuro y una gigantesca espada negra se materializo ante la mirada atónita de sus oponentes, trató de alcanzar al lobo con ésta pero no pudo, Dhuran era mucho mas ágil y esquivó el ataque, entonces el Huérfano se dio cuenta de algo, la chica no estaba en la cabeza del lobo, justo en el momento en el que notaba varias punzadas en la nuca, Natsuki estaba en su hombro disparando con sus pistolas a la cabeza del demonio, pero sus disparos parecían no tener efecto sobre el gigante que mas que dolido aprecia molesto, esa distracción fue suficiente para que Dhuran atacara a la cara del Huérfano con sus enormes garras, el demonio gritó de dolor, su rostro había quedado marcado por cuatro enormes cortes y le había dado en los ojos.

.¡Si!-gritó Natsuki aliviada al ver que había conseguido una gran ventaja sobre su enemigo, salió corriendo en dirección a Dhuran y saltó, por un momento observo el vació a sus pies, el aire frió le golpeaba la cara, caía a gran velocidad pero su fiel compañero la recogió, como siempre.

-¡Ahora o nunca!, ¡Dhuran, carga el cartucho de plata!

El enorme lobo haciendo caso de su señora cargó sus cañones con los gélidos explosivos, listo para disparar, el Huérfano, incapaz de ver de donde provenía el ataque lo recibió de lleno en el pecho, una explosión de hielo salio del proyectil incrustado en el pecho del demonio desintegrándolo entre una lluvia de nieve y luces verdes, Nagi reía ante la inútil victoria de su adversaria.

-Lamento decirte Natsuki-chan que puedo invocar a tantos Huérfanos como quiera-dijo señalando sus ojos- ¿ves esto? es el poder que el gran Kokuyou me ha dado y mientras mis Huérfanos son infinitos, tus fuerzas no lo son-Empezó a reír a carcajadas, disfrutando de la superioridad del momento, sin darse cuenta de que Shizuru se había acercado por detrás y le apuntaba con su nanigata.

-Fin del juego.

-No querida Hime, el juego termina para vosotras, Kokuyou no me dejara morir, el sabe que me necesita para su plan maligno.

-¿Estas seguro?-Shizuru atravesó el pecho del chico con su nanigata, dejándole suspendido en el aire, únicamente sujeto por el filo que le atravesaba y entonces la castaña le dejó caer. Mientras caía Nagi no podía creer lo que estaba pasando, Kokuyou no le había salvado y le había dejado morir.

-¿P...POR QUE?-su cuerpo impactó contra el suelo apagando toda llama de vida de su interior, Natsuki se acercó al cuerpo al tiempo que Shizuru aterrizaba, ambas se miraron preocupadas, ¿por que Kokuyou las quería muertas a ellas?, ¿y cuanto seria su poder cuando ni la vida de Nagi le había importado?.

A lo lejos se escuchaba una carcajada.