Rss

Actualizaciones 15/Julio

sábado, 14 de noviembre de 2009

sábado, 14 de noviembre de 2009

Amor Maldito - Capitulo 2

Autora: Angelike Wolf (angelikegirl1990@hotmail.com)

Bueno, muchas gracias por vuestro apoyo, esta es la primara vez que escribo un fic así que vuestros ánimos resultan muy importantes para mí, muchas gracias y aquí os dejo con el segundo capítulo, espero que disfrutéis leyéndolo tanto como yo he disfrutado escribiéndolo.

CAPITULO 2

“Se suponía que esta noche iba a ser tranquila” pensó Hime mientras sostenía entre sus brazos a una chica castaña con el tobillo herido. “Como habré llegado a esta situación?” se preguntó mientras recordaba los acontecimientos de aquella noche.


<<Flashback>>
Mikoto y ella habían salido a hacer su ronda como siempre mientras recorrían su territorio que a pesar de ser enorme cada día disminuía más por culpa del resto de bandas que no hacían si no formarse y aumentar a medida que el hambre y la desesperación invadía los bajos fondos de la ciudad. Ella pertenecía a la banda del “dragón de jade” y mientras no recibiera el permiso, no podía limpiar las calles de su territorio de esa basura que creía que por llevar cadenas y un tatuaje ya eran los más malos del barrio. Aún había respeto por su territorio y nadie se había atrevido a invadirlo de frente, pero poco a poco iban cediendo algunas de las líneas divisorias y eso no la agradaba en absoluto.

Aquella noche iba a resultar tan normal como siempre, es decir “mortalmente aburrida”. A pesar de que las nuevas bandas trataban de armar gresca y jaleo en el territorio, aún no se atrevían a cuestionar su zona y aquello la aburría de sobremanera al igual que a su joven compañera. Mikoto a pesar de ser joven era una formidable luchadora y no había muchas personas en ese mundo capaces de sobrevivir más de unos minutos en una pelea una vez que se ponía seria. Pero eso último era lo más difícil de todo, ya que Mikoto poseía una mala costumbre, y esa era que le encantaba “jugar con la comida”. Era normal si se tenía en cuenta que adoraba pelear y que no solía tener muchos oponentes, por ello solía alargar inútilmente las pelas aunque en caso de necesidad Hime sabía que podía confiar en ella para que le cubriera las espaldas.

Apenas habían terminado la visita a un sector cuando un ruido horrible llenó las calles de la parte norte. Hime y Mikoto no lo dudaron ni un instante y se lanzaron a la búsqueda del motivo de semejante ruido, y minutos después al entrar en una de las calles del sector del norte, vieron los restos de un coche diseminados por la carretera. Mikoto fue la primera corriendo a cuatro patas como a ella la gustaba, en encontrar el coche siniestrado. Por lo que Hime pudo apreciar a primera vista, este coche era un Mercedes carísimo y que no tenía nada que ver con el estilo de vida de ese lugar, y por lo general eso significaba problemas. Mikoto fue la que se inclinó para observar su interior y confirmó lo que Hime ya se temía, no había nadie allí. Ya había comenzado a llover y en el barro que se había formado, se podían apreciar las pisadas de tres personas. Esas huellas en el barro indicaban que, una persona se había internado tambaleándose por uno de los callejones laterales que conducía a la carretera general. Pero los otros dos pares de pisadas fueron lo que inquietaron a Hime. A juzgar por el tipo de huella, habían ido en tacones y por la separación entre una y otra, habían huido corriendo. Nadie huía corriendo con tacones después de semejante accidente a no ser que fuera idiota o… tuviera problemas. Mikoto también parecía haber llegado a la misma conclusión por que se quedó mirándola con una sonrisa juguetona en el rostro.

-Himeeeee, vamos date prisa.-Mikoto realmente estaba feliz.-A la de tres. UNA…DOS…Y…TRES!!!

-Piedra papel o tijera-gritaron las dos a la vez mientras sacaban la mano. Hime sacó piedra mientras que los cinco dedos extendidos de Mikoto anunciaban papel y con ello…

-He ganado!!!- Mikoto estaba tan alegre como cabía esperar. Hime ya no sabía ni para que se molestaba, aquella niña del demonio nunca perdía  a ese maldito juego.

-Bueno, está bien, vas tú.- gruñó Hime mientras veía como Mikoto se preparaba para echar a correr tras las huellas.- pero te doy diez minutos, que es lo que tardaré en beberme la cola. Si para entonces no has acabado, iré yo. Queda claro?

-Diez minutos?- repitió Mikoto mientras observaba el cielo que seguía arreciendo lluvia.- No hay problema, nos vemos Hime.

-Diez minutos!!- volvió a recordarle Hime con un gruñido mientras veía como Mikoto se marchaba corriendo de esa inusual manera. Conociéndola seguramente ya lo habría olvidado y no se preocuparía del tiempo. Y eso era perfecto porque eso significaba que ella también podría entrar en acción.

Hime tomó la lata de refresco que poseía en la mano y antes de abrirla, se apresuró a seguir a Mikoto. Ella le había dado diez minutos, pero eso no impedía que disfrutara de una buena pelea. Cuando llegó al callejón en cuestión, apenas un minuto después que Mikoto, vio que esta aún estaba hablando con los idiotas que habían invadido su área. Tranquilamente se subió a uno de los bajos tejados que había cerca y con la mayor calma e indiferencia, se dispuso a observar a Mikoto mientras se bebía su lata de refresco, que por suerte no había agitado demasiado durante la pequeña carrera. Lo que vio no se diferenciaba mucho de lo que solía ver todas las noches. Un par de chicas, sin duda estúpidas por merodear por esas calles, habían atraído la atención de un grupo de asaltadores y violadores que había visto en ellas la presa perfecta. Por desgracias aquello era casi el pan de cada día para la gente que vivía en esa parte de la ciudad, aunque aún nadie había sido tan idiota como para intentarlo en su territorio. “Bueno, alguien tiene que ser el primero” pensó Hime mientras veía a Mikoto agarrar por el brazo al tipo que se le había acercado.

Hime también oyó el grito de una de las chicas gritándole a Mikoto que se fuera, y también vio como se resistía. Eso la alegró bastante, al menos una de las dos tenía suficiente sangre como para pelear y no echarse a llorar. Hime miró su reloj y vio que el tiempo casi se había terminado para Mikoto que aún estaba jugando con los otros chicos. Y en el instante en el que se acababan los diez minutos, uno de los asaltantes se había levantado y amenazado con acabar con la chica que tenía agarrada. Seguramente Mikoto se las había arreglado sin problemas, pero Hime ya estaba aburrida de ver como Mikoto se llevaba toda la diversión. No hizo falta nada más que la lata vacía que se había bebido mientras observaba pelar a su compañera , para derribar a aquel malnacido. No esperaba que este arrastrara a la chica en su caída, pero bueno, no había sido un golpe tan grande. Como era costumbre en su escurridiza compañera, acabó con el último antes de que Hime pudiera protestar. Bueno, llegados a ese punto, solo quedaba ayudar a la chica a levantarse, pero por lo visto se había herido el tobillo en algún momento entre el accidente y la pelea así que Hime se vio obligada a sujetarla para evitar que se cayera. Y en ese momento, la luna había iluminado la cara de la chica que poseía unos ojos rojos extraños y que por alguna razón a Hime no se le hicieron del todo desconocidos.

<<Flashback>>

“Vale, sí sé como he llegado a esta situación”-volvió a pensar Hime mientras volvía  levantar a la chica que a pesar de tambalearse de manera considerable, perecía no haberse roto nada.-“Pero que hago ahora?” “Sabía que un coche tan caro solo podía traer problemas.”

-Gracias.- la suave voz de la chica que sostenía era apenas un susurro que escapaba de sus torturados labios. Su marcado acento de Kyoto era algo agradable a los oídos después de estar todo el día oyendo a animales incapaces de hablar con propiedad (Aunque Hime debía admitir que aunque no le gustara, ella misma poseía esa maldita manía de usar lenguaje poco recomendado para las damas).

-No hay…- Hime no acabó la frase porque uno de los tipos que Mikoto había tumbado, se había levantado empuñando la navaja y se les venía encima. Aquello sorprendió ligeramente a Hime, normalmente alguien al que Mikoto había golpeado no se levantaba sin ayuda hasta pasadas varias horas.

-Voy a acabar contigo PERRA!!!- por lo que Hime había oído hasta ese momento, ese hombre no conocía otra manera de referirse a una chica que no fuera “perra” o “gatita”. Ese detalle fue lo que finalmente enojó a Hime quien se volvió ligeramente para evitar que la navaja se hundiera en el cuello de la chica que sostenía, y con el mismo impulso, elevó una de sus piernas que golpeó con precisión matemática en la cara de aquel hombre haciendo que varios dientes volaran de su boca. Al mismo tiempo, notó un pequeño destello de dolor en la mejilla al que no dio importancia.

-Hime, estás bien?-Mikoto ya había llegado a su lado mientras veía como el individuo se desplomaba varios metros más allá.

-Sí.-la mirada de Hime volvía a ser pacífica (o todo lo pacífica que podía ser en Hime), mientras observaba a Mikoto algo sorprendida.- No me explico cómo pudo levantarse, creía que le habías golpeado.

- Yo…- la cara sonrojada de Mikoto junto a su expresión le dieron una idea aproximada a Hime sobre lo que sucedía.

-NO LO GOLPEASTE???- La voz de Hime volvía a ser furiosa y notó cómo Mikoto se encogía ligeramente.-POR QUE NO LO GOLPEASTE???

-Porque… quería dejar algo para Hime- Mikoto parecía una niña pequeña cogido en falta (lo cual tampoco era muy desacertado) e hizo que Hime volviera a tranquilizarse e incluso a permitir que el brillo burlón volviera a sus ojos.

-Gracias, pero la próxima vez que haya gente involucrada no lo hagas, entendido?- al ver que el tono de Hime se había vuelto a suavizar, Mikoto volvió a sonreír mientras asentía con la cabeza.-Como está la otra chica? Está viva?

-Mai!!!- la chica de ojos rojos que Hime sostenía había dado ese grito asustado al oír la pregunta, y por alguna razón que Hime no llegó a comprender del todo, se dio cachetadas mentales por haber sido tan insensible.

“Seré bruta!! Como se me ocurre decir eso delante de ella? Seguro que se ha asustado y… un momento, desde cuando me importa a mí que la gente se asuste? Este mundo es cruel y cuanto antes lo aprenda mejor. Pero aún así tendría que haber tenido más tacto y… pero que estoy diciendo? Me estoy volviendo idiota?”-todos esos pensamientos surcaron su mente en un instante mientras Mikoto se giraba para mirar a la chica en cuestión.

-No. Está sin sentido- afirmó la chica después de tomarle el pulso a la pelirroja que seguía desmayada.- Por lo visto trataron de asfixiarla y perdió el conocimiento.

-Pero está bien?- la voz de la castaña parecía tan preocupada que molestó ligeramente a Hime.

“Pero bueno, y por qué se preocupa tanto por ella? Es que son… bueno, y que si lo son, a mí qué diablos me importa? Esto solo son más problemas, si eso es, más problemas”-Aquellos pensamientos se reflejaron durante un instante en la cara de Hime antes que su expresión fría de siempre volviera  a aparecer.

-No lo sé- afirmó Mikoto sin darle mucha importancia.- pero no tiene nada grave se pondrá bien. Jump

-Menos mal- la chica suspiró mientras se giraba para volver a mira a Hime cuando un pequeño grito de sorpresa salió de sus labios que inquieto incluso a la ojiverde.-Estás herida.

-De verdad?- Hime no había dado mucha importancia al molesto escozor de la mejilla pero después de notar como la otra chica posaba su mano con suavidad en su cara para retirarla con sangre supuso que la navaja de aquel idiota había acabado más cerca de lo que se había imaginado.-no es nada no me duele.

-Pero hay que llevarte a un hospital.- la chica mostraba tanta preocupación como con la otra chica con lo que Hime se sintió reconfortada por algún motivo que ni ella entendía.-Hay que…

-No te preocupes, de todas formas no soy la que está peor.- la chica castaña no parecía comprender lo que esta decía hasta que el dolor de sus heridas volvió y aún con una sonrisa angelical en la cara, la cual dedicó por completo a Hime, se desmayó en sus brazos los cuales la sujetaron sin esfuerzo.-Dulces sueños.

-Que le ha pasado?-la voz de Mikoto devolvió a Hime al mundo real pues parecía haberse quedado absorta en alguna parte.-está bien?

-Sí. Solo se ha desmayado.- no era la primera vez que veían eso. La adrenalina del momento ayudaba al cuerpo a seguir a pesar de estar destrozado, pero una vez que uno se relajaba, el bajón era inmediato y solía causar como en ese caso, el desfallecimiento.  

-Que vamos a hacer?-Mikoto como siempre no se preocupaba por nada que no fuera la hora de comer.- Las dejamos aquí?

-Humm.- Hime lo consideró seriamente por un momento mientras observaba el rostro dormido de la chica que estaba aguantando. Si las dejaban allí tarde o temprano las encontrarían y volverían a su mundo de coches caros. Pero por otra parte estaban caladas y tiritando además de heridas y a ella siempre le habían educado de manera que no abandonara a su suerte a la gente desvalida. Y que había más desvalidas que dos chicas sin sentido (y porque no decirlo sin apenas ropa) en un callejón donde ya las habían asaltado? De modo que…- Aggg. No las podemos dejar aquí, podrían morir de una pulmonía o ser atacadas de nuevo, habrá que llevarlas.

-Hum- Mikoto asintió como si ella también hubiera llegado a la misma conclusión aunque Hime estaba convencida que solo había calculado cuanto faltaba parta la cena.-Donde las llevamos? A la casa de la doctora Youko?

-Sí, será lo mejor. Llevas tu a la pelirroja?-Hime sabía que a pesar de la altura de Mikoto, esta era muy fuerte. Además, Mikoto había crecido bastante en el último mes y a pesar de que muchos no se habían dado cuenta por su manía de andar agachada todo el día, lo cierto es que poco a poco se estaba convirtiendo en una muchacha bien proporcionada y con largas y esbeltas piernas.- O prefieres llevar a esta?

-Nmmm.-negó Mikoto con la cabeza mientras se acercaba a la pelirroja.- Me gusta más ella, además Hime ya la ha cogido en brazos.

-Bueno, se desmayó en ellos.-se justificó Hime sin saber por qué diablos se estaba disculpando. Como fuera, agitó con firmeza la cabeza haciendo que su azulada melena se agitara con ella mientras recuperaba su aire de seguridad y firmeza.- Bueno, vamos, antes de que vengan más amiguitos de estos tipos. Lo malo que tienen esas hienas es que siempre van en manadas. Y ya hemos perdido demasiado tiempo aquí.
-Bien, te veo allí.- la sonrisa juguetona de Mikoto se acentuó mientras cargaba a la inconsciente chica a su espalda y salía corriendo de allí como si no llevara nada en su espalda.

“Esta niña algún día tendrá un serio problema por ser tan juguetona”-predijo en su interior la peliazul mientras cargaba en sus manos a la desmayada castaña mientras caminaba sin que su peso la molestara. Estaba acostumbrada a llevar cargas más pesadas y una chica como ella no supondría un gran esfuerzo. Normalmente no habría ido andando, pero la casa de la doctora no estaba lejos, no tenía su vehículo cerca y además una chica desmayada no era la mejor pasajera para su método de transporte habitual. De modo que no había mucho más que hacer más que llevarla a casa de la doctora donde nunca hacían preguntas inoportunas y donde siempre eran bien recibidas tanto Mikoto como ella misma.- “Bueno, tendré que darme prisa, cuanto antes salga antes llegaré, y puede que esta vez consiga que Mikoto me deje algo de comida.”

************************************************************

“Dios mío que dolor de cabeza”-ese fue el primer pensamiento de Shizuru al abrir de nuevo los ojos. Por un momento creyó que todo había sido un mal sueño y que todo lo que había ocurrido es que había tomado demasiado la noche anterior. Pero el dolor en el resto de su cuerpo que lentamente se despertaba hizo que se volviera a replantear la situación. Trató de recordar y como un destello todos los acontecimientos de la noche pasada aparecieron ante sus ojos a una velocidad de vértigo deteniéndose en unos ojos verdes hermosísimos.-“Qué pasó ayer después de la pela? Dónde estoy?”

-Hum, ya te has despertado?-una voz desconocida de mujer hizo que Shizuru volviera la cabeza  mientras se incorporaba muy rápido, demasiado rápido.-Cuidado.

-Uff que mareo-la sala comenzó a girar de nuevo mientras se volvía a costar con ayuda de aquella mujer.

-Sí, la medicación que te he dado te ayudará con el dolor, pero te dejará fuera de combate si haces movimientos bruscos. Toma, estos son unos analgésicos que te irán bien. Como te sientes?

-Como si me hubiera atropellado un camión.-la propia Shizuru se extrañó de haber sido tan sincera, normalmente solía ser mucho más educada y no tan brusca. Sin duda la medicación la había dejado más grogui de lo que se imaginaba-Donde estoy?

-Tómate esas pastillas-ordenó la mujer mientras se acercaba a Shizuru.- Estáis en mi casa.

-Estam…-Shizuru se giró al otro lado de forma brusca de nuevo para ver a Mai tumbada en la cama de al lado. Ese nuevo movimiento trajo más dolor y mareo que el anterior.- Auh!

-Ya te he dicho que no te movieras bruscamente. Ahhhhh-suspiró la doctora mientras volvía a acomodar a Shizuru en su cama.-Sinceramente eres tan terca como Hime. No sabías que las ordenes de un médico son la ley?

-Yo uhm si claro lo siento.-lo cierto es que Shizuru apenas había oído mucho después del nombre de Hime.-Como está Mai?

-Tu amiga? Se encuentra estable, se ha despertado hace un par de horas, pero apenas ha abierto el ojo se ha vuelto a dormir. Bueno, he tenido que explicarle que estabas bien para que se tranquilizara y también asegurarle de que estabais a salvo. Tú en cambio llevas todo el día durmiendo, me estaba empezando a preocupar, Mikoto ya ha venido seis veces a preguntar por vuestro estado y cada vez que esa pequeña aparece, la mitad de mis reservas de piruletas desaparecen. Es muy frustrante.

-Todo el día? Cuanto tiempo llevo aquí exactamente?- en esa ocasión, Shizuru se levantó incluso de la cama para mirar por la ventana donde se veía como el sol se hundía en el horizonte. Su tobillo apenas le molestaba, seguramente por obra de los calmantes que la habrían dado.

-Oh? A pues desde anoche, has estado veinte horas durmiendo, supongo que tendrías algo de sueño atrasado. Me equivoco?-la sonrisa de la doctora era algo curiosa, como si estuviera haciendo algunos esfuerzos por no reír.

-Yo, bueno, últimamente no había dormido mucho.-admitió Shizuru mientras miraba a Mai que seguía durmiendo tranquilamente.

-Ya, eso explica muchas cosas. Pero oye no crees que deberías volver a la cama? Hace mucho frío para andar con ese aspecto en una habitación sin chimenea.-la sonrisa de la doctora se ensanchó aún más mientras observaba la reacción de Shizuru.

-Con ese aspecto?-Shizuru se extrañó mientras miraba hacia abajo para ver su… ropa interior???-AAAAHHHH!!!

-Mucho mejor.- admitió la doctora después de ver cómo tras el grito de susto que había dado la chica, esta casi se había lanzado a la cama donde se tapaba frenéticamente con las sábanas y las mantas.- después de todo aunque aún no estemos en lo más crudo del invierno y esta casa tenga calefacción, esa ropa no es la más adecuada para andar por ahí.

-Sí, tiene razón.-admitió Shizuru mientras se aseguraba de haberse tapado bien.

-Además, nunca se sabe quién puede entrar por esa puerta.-dijo la doctora mientras guiñaba un ojo a Shizuru.-Y hablando del rey de roma que por la puerta asoma…

-Que sucede Youko? Hemos hecho algo mal?-preguntó Hime mientras entraba a la habitación con Mikoto pisándole los talones. Shizuru no había podido ver en el callejón de una manera decente a sus dos salvadoras, pero ahora con la luz de los fluorescentes, Shizuru pudo dar por satisfecha su curiosidad. Mikoto era una chica tal vez uno o dos años menor que ella, de pelo negro y trenzas. Sus ojos dorados le conferían un aspecto soñador y juguetón y su sonrisa infantil la hacía poco menos que adorable. Hime por el contario era alta, más o menos de su altura, puede que menos. Su pelo de color azulado le llegaba más abajo de los hombros, y sus ojos verdes eran aún más intensos de lo que recordaba del callejón. Poseía un tipo de escándalo con piernas bien torneadas (o eso se imaginó Shizuru porque con los pantalones de motorista no se podía notar mucho) y con el pecho bien firme a juzgar por lo que la ceñida camiseta negra indicaba. Su expresión mostraba frialdad aunque en el momento en el que notó como sus ojos se posaron de nuevo en los suyos, su mirada se dulcificó ligeramente.-Vaya, ya estás despierta.

-Ajá-atinó a decir Shizuru mientras notaba que se sonrojaba ligeramente. Si Hime hubiera llegado unos segundos antes la habría encontrado… mejor no pensarlo. A juzgar por lo que había visto en su primer vistazo a su propio cuerpo, este estaba lleno de moratones y rasguños que le conferían a su piel un aspecto enfermizo y triste, y por alguna razón, Shizuru hubiera preferido morir antes que enseñarle ese cuerpo magullado y descolorido a Hime.- Tu mejilla ya está mejor?

-Hum? Esto?- Hime señaló su mejilla que estaba tapada con una banda elástica.-Sí, no es nada. Las he tenido peores.

-Por desgracia es cierto.- confirmó la doctora mientras se separaba de Shizuru y caminaba hacia las recién llegadas.- pero ocho puntos en la cara si son “algo”. Tendrías que tener más cuidado o dejará marca y eso sí sería una pena.

-Bah.-el gruñido despectivo de Hime indicaba lo poco que le importaba su cara.

-Como está ella?-Mikoto se había acercado a Mai y no paraba de mirarla con ojos brillantes.- Ya no habla?

-No. Hace un rato que ha dejado de hablar en sueños. De hecho, ya deberíamos despertarla-la doctora sonreía mientras veía como Mikoto acercaba la mano a la cara de la dormida muchacha. Después ante el asombro de la doctora y de Shizuru, Mikoto tapó la nariz de esta con un gesto brusco. En un par de segundos la cara de Mai comenzó a sonrojarse y despertó bruscamente mientras se incorporaba y se caía de la cama.

-Ahh!! Cof, cof-comenzó a toser Mai mientras trataba de averiguar qué pasaba.- Pero se puede saber qué te pasa? Por qué has hecho eso?

-Es rojo.-la respuesta de Mikoto sorprendió mucho a Mai aunque no demasiado al resto ya que Mai llevaba la misma ropa que Shizuru.

-Como que es roj…? AAAAHH!!- Mai se había quedado paralizada un momento, pero tras seguir la dirección de la mirada de Mikoto cuyos ojos se habían detenido varios palmos más abajo de la barbilla, soltó un grito muy parecido al que Shizuru había lanzado hacía unos minutos y al igual que ella, se lanzó a la cama para taparse. No obstante antes de eso y en un simple acto reflejo soltó una potente bofetada a Mikoto quien se quedó más que nada sorprendida por la reacción de la pelirroja.-donde está mi ropa?

-Eso también me gustaría saberlo a mí.-la suave voz de Shizuru mezclada con un tono divertido, obró el milagro de calmar a Mai- Fufu, Es que acaso Hime-san y Mikoto-chan han estado jugando a los médicos con nosotras?

-Claro que no!!!-el grito indignado de Hime se dejó oír en la habitación. Mikoto todavía estaba sorprendida por la bofetada de Mai y la doctora Youko estaba paralizada por la sorpresa que le había producido el que Hime contestara y además con tantas energías.

-Ara, ara, Hime-san, entonces tú sabes dónde está nuestra ropa?-parecía que la seguridad había vuelto de nuevo al espíritu de Shizuru porque esta ya se veía capaz de bromear. Algo parecido debió de pasarle a Hime, haciéndola recuperar su dominio personal, porque aquella mirada seria volvió a sus ojos.

-Sí. Está en la basura.

-En la basura?- de todas las respuestas posibles, esa sin duda era la que menos se esperaban.

-Así es-corroboró la doctora.- Me temo que cuando os trajeron, los vestidos ya presentaban grandes rasgaduras. Estaban rotos, sucios, algo quemados y ensangrentados.  Además estaban tan pegados a vuestros cuerpos que tuvimos que romperlos para poder curaros. Después de todo, no quedaba mucho que os pudierais poner. Por suerte, la ropa interior estaba intacta.

-Sí, por suerte.-murmuró Shizuru mientras veía en su mente de nuevo la escena en la que el hombre se le echaba encima. “Por suerte” en vez de romper el bra que llevaba, se había limitado a subírselo para que no molestara .

-Bueno, como sea.- la doctora había notado la mirada de Shizuru y el desconcierto de Mai así que se preparó para cambiar de tema.-  Yo soy Youko Yukishiro encantada.

-Ah cierto, yo soy Fujino,  Shizuru Fujino.

-Etto, sí, yo soy Tokiha, Mai Tokiha.-la pelirroja aún seguía abrazando de forma compulsiva las sábanas.-encantada.

-Has dicho Tokiha?-Hime de pronto se había girado y acercado a Mai tanto que sus ojos quedaron a la par y demasiado juntos para el gusto de Shizuru.

-Hai…- Mai se estaba poniendo colorada, no estaba acostumbrada a que nadie la mirar con fijeza y desde tan cerca.

-Eso es… genial- Hime parecía realmente feliz y por unos instantes incluso esbozó una pequeña sonrisa que subió otro tono los colores de Mai e hizo que Shizuru se olvidara de respirar.- llevo mucho tiempo buscándote, pero te perdí la pista en el piso de Wakabadai. Dónde estabas metida?

-Etto yo…- Mai parecía un poco confusa y además notaba algo desagradable en la espalda, como una sensación desagradable. (Si en ese momento alguien hubiera visto los ojos de Shizuru, realmente creería estar viendo las llamas del infierno)- Me mudé a la academia Fuuka…
 -Fuuka?-la extrañeza de Hime era palpable.- Bueno, he de admitir que nunca se me ocurrió buscarte allí.

-Ara, ara, Mai ya conocía a Hime-san?- aunque la voz de Shizuru sonaba tan amistosa como antes, Mai ya había aprendido a identificar los tonos alarmantes y ese era el que usaba antes de un ataque asesino.

-Etto yo… lo siento.- dijo dirigiéndose a Hime que había vuelto a su rostro serio aunque el humor brillaba en sus ojos.- pero me temo que no recuerdo….
-Donde nos conocimos?-Mai asintió con un movimiento de cabeza mientras que Shizuru parecía a punto de estallar.- Bueno, es normal ya que no nos conocemos. Yo conozco a Takumi…

-CONOCES A MI HERMANO????-ante esta revelación Mai se impulsó hacia delante mientras sujetaba a Hime por los hombros y a pesar de que la sábana se le escurrió un poco hizo caso omiso.- COMO ESTÁ??’ ESTÁ BIEN? CUANDO LO HAS VISTO?

-Mai, tranquila.- el tono de voz de Shizuru había vuelto a la normalidad ya que sabía lo importante que eran las noticias sobre su hermano para Mai. Hacía dos años que no sabía nada de él y eso la tenía mortificada.- deja que Hime-san responda a todas tus preguntas una por una, si?

-Sí, tienes razón. Lo siento.- Mai bajó la mirada se acomodó las sábanas y miró ansiosa a Hime quien no se había sorprendido por la reacción de Mai en absoluto.

-No pasa nada. Conozco a tu hermano y está bien. Hace menos de una semana que recibí noticias suyas. No está aquí.- continuó al ver que Mai abría la boca para interrumpir.- Lo conocí hace un par de años, después de su operación se restableció con rapidez. El atentado al hospital no lo dañó gravemente aunque impidió que saliera de la ciudad tal y como ambos habíais acordado por lo que le fue imposible reunirse contigo. Por lo que yo sé, durante el incidente del hospital, salvó la vida a un hombre bastante importante dentro de la familia Yakuza y fue adoptado por estos.

-Ya…Ya…Yakuza???-la mirada horrorizada de Mai indicaba lo mucho que le estaba afectando aquella noticia.-Pero… Takumi es un… un… un criminal???

-No exactamente.-la mirada burlona de Hime se acentuó mientras recordaba algo que sin duda debía ser gracioso.- Bueno, digamos que durante su estancia con la familia, Takumi… se ganó algo mejor que el respeto de la familia. Podría decirse que aún no ha sido adoptado de manera formal. Cuando cumpla la mayoría de edad pasará a ser parte legal de la familia.

-De forma legal? Pero como va a ser adoptado mi hermano pequeño de forma legal después de la mayoría de edad, es decir el tendría que…-los ojos de Mai se abrieron al comprender lo que pasaba.-Quien es ella?

-Su nombre es Akira, y es una chica muy buena. Sabe pelear, pero siempre es justa. Es una de las favoritas para dirigir la sección este de la familia.

-Mi hermano se va a casar con una mafiosa?-Mai parecía necesitar un momento por lo que Hime se cayó y esperó. -Vale, pero él está bien?

-Me dijo que reaccionarías así aunque he de admitir que no lo creí.- admitió Hime mientras esa media sonrisa volvía a aparecer en sus labios.-No te importa que se case con alguien tan peligroso?

-Bueno, Takumi nació con un corazón débil y los médicos dijeron que no sobreviviría a los seis años. Ahora ya tiene catorce y espero que viva mucho más. Después de pasarse tanto tiempo postrado en una cama, no soy quien para prohibirle hacer lo que quiera. Solo quiero que sea feliz y si lo es con una… Akira, pues que sea muy feliz. Me alegro tanto de que esté bien.- y dicho esto Mai se desplomó de espaldas en la cama feliz mientras su mirada brillante volvía. Se había quitado una pesada losa de encima y en ese momento se sentía realmente bien.

-Takumi me encargó que buscara a su hermana desaparecida y eso hice por unos meses pero cuando te mudaste de Wakabadai me encontré en un callejón sin salida. Jamás imaginé que acabarías en esa academia. Como lo hiciste?

-Gané la beca Yumemilla.-dijo Mai con sencillez.

-Takumi me dijo que eras muy lista, pero no esperaba que tanto.-admitió Hime.

En ese momento aprovechó Mikoto para colgarse de Hime y tirarla de la cama mientras que con voz lastimosa decía:

-Himeee tengo hambreeee- su estomago rugió al mismo tiempo.

-Mikoto no seas maleducada-la doctora Youko la regañó aunque parecía estar conteniendo la risa.- Aún no te has presentado como es debido.

-Haiiiii.-Mikoto parecía triste por no poder comer pero aún así se presentó.- Yo soy Miroku, Mikoto Miroku, encantada.

-Bien Hime, solo quedas tú.-la doctora sonrió mientras Shizuru notaba como se le aceleraba el pulso. No entendía porqué pero quería saber su nombre, su autentico nombre.

-Kuga, Natsuki Kuga- aunque lo dijo como un gruñido con voz desagradable, a Shizuru le pareció lo más lindo que había escuchado en su vida. Natsuki… era un nombre precioso.

***************************************

“Esa Mikoto, que siempre se tenga que salir con la suya...”-esos eran los pensamientos de Natsuki (Hime) mientras caminaban por una de las aceras que llevaban al restaurante “el gato goloso”. Después de que la doctora Youko admitiera que las dos chicas accidentadas podían levantarse y salir un rato, Mikoto había insistido con el cuento del hambre hasta que como de costumbre, había tenido que ceder. Ambas chicas habían afirmado estar hambrientas (no era raro, llevaban un día completo sin comer)  de modo que ahora caminaban todas juntas para ir a cenar.-“Esa Mikoto, y seguro que voy a tener que pagar yo la cuenta”

-Ara, Kuga-san se siente triste? Tal vez hubiera preferido ir sola a cenar?- la dulce voz de la chica de ojos rojos se oyó con claridad en la calle. Como no podían haber salido sin ropa (o al menos no sin crear una estampida de problemas), Natsuki y Mikoto habían tenido que llevarles algo de ropa. Durante el tiempo que habían estado sin sentido, les habían comprado unos vaqueros y unas camisetas normalitas, (su economía tampoco podía dar para mucho más), los zapatos también habían acabado destrozados, pero por suerte unas zapatillas de deporte de Natsuki para Mai y unas botas de tacón que tenía la doctora para Shizuru arreglaron el problema. Por fortuna el tobillo de Shizuru no había resultado dañado en exceso y en el día que pasó sin moverse, este se recuperó. (el resto de las heridas que ambas habían recibido, aún eran visibles pero en aquel barrio, ese hecho no resultaba precisamente extraño. Mai tendría el cuello irritado durante cierto tiempo mientras las marcas se volverían moradas, y en cuanto a los cortes y golpes, gracias a los antiinflamatorios y calmantes de la doctora, no molestarían en un tiempo) Y  por mucho que le costara admitirlo a Natsuki, los vaqueros ajustados le sentaban tan bien a la castaña, como le había sentido el vestido lila que ella misma tuvo que rasgar para ayudar a la doctora Youko en su reconocimiento. (Aunque la doctora la había apartado demasiado rápido como para ver algo)

-No.- la voz algo seca de Natsuki se relajó un poco mientras levantaba la mirada del suelo. Al hacerlo se dio cuenta de que poco a poco había ido reduciendo el paso como siempre que se sumía en sus pensamientos, y ahora ella y la chica llamada Shizuru se encontraban algo separadas de la hermana de Takumi y de Mikoto.-Por que lo dices?

-Hum? No lo sé, como Kuga-san estaba caminando tan lento…

-Natsuki.-su voz sonó como un ladrido en aquella calle que poco a poco estaba quedándose más y más desierta.- No me gusta el apellido, no me trae buenos recuerdos.

-Entendido, Natsuki-san.- Shizuru no podía ni describir el placer que le suponía poder pronunciar ese nombre en voz alta. Era como miel en sus labios.-Bueno, y a donde vamos?

-A un restaurante cercano, es el favorito de Mikoto.- Natsuki no pudo si no sonreír en su interior. Era un restaurante barato y muy poca gente había podido acabar con el especial de la casa, a excepción de Mikoto, la niña sin fondo. Ella era capaz de acabarse tres especiales a una velocidad sorprendente y aquello divertía y enfadaba a la cocinera a partes iguales. Quería a Mikoto aunque resultaba un duro golpe para su orgullo cada vez que la muchacha aparecía y acababa sin esfuerzo su plato especial, que no era capaz de terminar ni los fornidos y hambrientos trabajadores de la zona.- espero no tener problemas, ahí se reúne gente poco recomendable.

 -Bueno, mientras Natsuki-san esté allí- la cálida sonrisa de la castaña hizo que Natsuki tragara saliva con fuerza mientras agitaba su cabeza para eliminar extraños pensamientos.-Gracias otra vez por lo de ayer, si no hubiera sido por vosotras…

-No fue nada- Natsuki la cortó antes de que su mirada se entristeciera aún más, no le gustaba la cara que ponía cuando se entristecía.-pero deberíais tener cuidado, este sitio es peligroso. Que hacíais vosotras en un lugar así?

-Bueno, la verdad es que…

-Himeeee!!!!- la voz de Mikoto se oyó desde el fondo de la calle.-Date prisaaaaaa!!!
-Démonos prisa, más tarde me lo cuentas.-dijo Natsuki mientras echaba a correr cogiendo a Shizuru de la mano para que acelerara el paso. Cuando Natsuki la tomó de la mano, Shizuru pensó que si en ese momento le cayera un rayo, moriría feliz y todavía luciendo aquella estúpida cara de felicidad.-Mikoto espéranos.

-Haiiii!!!

-Bueno, vamos a dentro.-dijo Natsuki mientras entraba en el local. Este era un restaurante de lo más normal, era grande y espacioso y había una densa humareda producto de los cigarros que se estaban fumando. La atmosfera estaba cargada y además, en el momento en el que entraron por la puerta, fueron el blanco de todas las miradas del lugar. Shizuru se sintió observada de manera poco agradable y aquello hizo que recordara el incidente del callejón e inconscientemente se arrimó un poco más a Natsuki que lo notó y se dio cuenta de lo que le pasaba por la mente. A su lado, Mai también se apretó contra Mikoto de manera más agresiva y asustada.-Melanie, estás por ahí?

-Hime… y Miko-chin!!!!- de entre toda esa humareda y marea humana una chica salió con el uniforme de camarera puesto. Tendría veintitrés años(a Shizuru siempre se le había dado bien calcular la edad de las mujeres) y era bastante… exuberante. Poseía el cabello rubio angelical y sus rizos llegaban hasta más allá de los hombros. Era alta y delgada con una sonrisa alegre en el rostro. Aunque lo que más resaltaba en ella eran los ojos azules que poseía y por supuesto, lo que el uniforme resaltaba de modo excesivo… el busto. Mikoto al verla no lo dudó y le saltó encima. Por suerte Mai ya había soltado su brazo, porque de lo contrario la habría arrastrado con ella en su salto.-Bienvenidas chicas, vamos al otro lado.

De ese modo, todas la siguieron a través de aquella densa humareda hasta una puerta que las condujo hasta una de las salas privadas del restaurante. Este lugar era agradable, y sin humos, algo más privado y acogedor. En todo el camino, Mikoto no se había bajado de los brazos de Melanie y esta no parecía molesta en modo alguno. Es más, en cuanto la puerta se cerró a sus espaldas, Melanie abrazó a Mikoto mientras giraba con ella en brazos. Mai por su parte se quedó mirando la escena como si algo la molestara y Shizuru sonrió ante la bonita escena. Natsuki por el contrario se limitó a cerrar la puerta mientras veía lo que en su caso debía ser habitual.

-Buenas noches Mel, como va la noche?-Natsuki tomó asiento en una de las mesas mientras Melanie seguía con Mikoto en brazos.-Has notado algo extraño?

-Algunas cosas, pero antes de contároslas, os traigo la cena porque si no Miko-chin se enfadará conmigo. Después me tomaré mi descanso y hablaremos más tranquilas. Bueno, que queréis cenar?

-Yo lo de siempre, y Mikoto…

-Hai, hai, hai, yo quiero el especial de la casa y las croquetas de pescado, y el filete a la brasa con salsa barbacoa y también…

-Mikoto, ya es suficiente.- Natsuki interrumpió a Mikoto al ver que pensaba pedirse todo lo de la carta. Solo de pensar en la cuenta, a Natsuki comenzó a darle un infarto cerebral- Sabes que no puedes pedirte todo eso.

-Bueno, hablaré con la cocinera y ya veremos qué es lo que te sirve.-Melanie parecía divertirse mientras miraba a Mikoto que tenía ojos soñadores. Después se giró hacia Mai y Shizuru con una agradable sonrisa.- Y vosotras, que vais a tomar?

-Bueno, yo tomaré ramen, el especial de la casa-dijo Mai mientras observaba el menú. Ante esto, Melanie, Hime e incluso Mikoto se quedaron calladas.- Que pasa?

-No creo que puedas con él, no preferirías una ración normal?-Melanie tenía una mirada de comprensión en la cara, semejante al de un adulto explicando algo obvio a un niño. Aquella mirada terminó de convencer a Mai.

-No gracias, prefiero el especial.

-Muy bien.-su voz era de resignación, semejante a un “ya me darás la razón”- Y la otra señorita?

-Humm.- Shizuru no estaba segura de lo que tomaría así que se giró hacia Melanie con su mirada seductora que hizo que la camarera se sonrojara tremendamente.- Que me recomiendas?

-Bu…bueno, el ramen con extra de fideos y huevo picado es uno de los favoritos.

-Es tu favorito?-Shizuru no apartaba la mirada de Melanie que se sentía atrapada a pesar de ser varios años mayor que la castaña. Mikoto solo seguía mirando la carta mientras que Mai miraba divertida a Shizuru, siempre que quería hacer a alguien sonrojar le era sumamente fácil, solo debía sonreír. Natsuki por su parte no decía nada aunque su ceño estaba algo más fruncido que de costumbre.

-Sí, sí que lo es.- admitió Melanie mientras sacudía la cabeza para tratar de borrar la sonrisa estúpida que se le había formado.

-Bien en ese caso, tomaré eso, gracias.

-De acuerdo, entonces enseguida vuelvo- la camarera terminó de anotarlo todo y se dio media vuelta no sin antes sonreír con mucho calor a Shizuru.

-Bueno, creo que aprovecharé para ir al servicio- dijo Mai mientras Shizuru también se levantaba.-Vienes?

-Si claro, te acompaño.- afirmó Shizuru mientras se giraba con una sonrisa radiante hacia Natsuki.- El servicio por favor?

-Al fondo del pasillo a la izquierda.- respondió Natsuki mientras sus ojos no perdían de vista la silueta de la castaña. Hasta que esta no salió y cerró la puerta tras de sí, Natsuki no fue capaz de apartar la mirada.- Bueno,  Mikoto, al final no me has dicho lo que ha pasado con la policía.

-Humm.-Mikoto parecía reacia a soltar la carta de los postres aunque al final y tras un suspiro bastante ruidoso se giró hacia Natsuki.- El inspector de policía Takato no parecía muy contento, sus chicos no querían entrar sin tu permiso así que estaba algo molesto por no encontrarte allí. Lo dejé discutiendo con Ray, pero me parece que hasta mañana no van a poder retirar el coche, por lo visto acabó con varias columnas importantes y tienen que asegurarse de que ningún edificio resulte peligroso. Ray me dijo que cuando todo estuviera listo, te avisaría.

-Bien.- Natsuki asintió mientras Mikoto continuaba absorta en la carta de platos. Varios minutos más tarde, Shizuru y Mai volvieron del servicio a tiempo para coincidir con Melanie que venía cargada con enormes tazones hasta arriba de comida.- Que rapidez, esta vez te has superado.

-Bueno, siempre tenéis prioridad sobre el resto y además, la cocinera me ha dicho que esto era especial para Mikoto.- añadió la simpática camarera mientras señalaba un enorme tazón con ramen lleno hasta rebosar de carne, costilla, huevos, gambas y vete tú a saber qué más.- dice que espera que te guste.

-Jump- afirmó Mikoto mientras sus ojos se iluminaban al contemplar el enorme tazón que tenía delante. Sorprendentemente, no se abalanzó encima de la comida como hacía siempre si no que se quedó mirándolo con hambre mientras esperaba algo.

-Que sucede?- Melanie nunca había visto a Mikoto esperar delante de un plato de comida.- No te gusta?

-claro que sí, tiene un aspecto delicioso.

-Entonces?- Melanie cada vez estaba más extrañada.-Come

- Pero, pero, ellas todavía no tienen comida.- dijo Mikoto mientras miraba a Mai que estaba sentada enfrente suyo.- No es de educación comer antes.

-Bueno, es cierto pero…- Melanie estaba tan asombrada que creía estar soñando. Mikoto nunca había pensado en la educación y menos la había utilizado a la hora de comer.- Bueno, enseguida traigo el resto.

-Gracias Melanie.- dijo Natsuki que también estaba sorprendida por el auto control de Mikoto. Ella sabía por qué lo hacía, pero jamás había imaginado que realmente fuera capaz de conseguirlo. En el despacho de Youko, donde habían esperado a que las dos chicas se vistieran, Mikoto había preguntado por la razón de la bofetada de Mai. Youko la había reprendido por la falta de educación, y cuando Mikoto había preguntado por la educación, Youko le había dado una rápida clase sobre la educación básica. De esa forma Mikoto esperaba poder compensar el error de antes y no ganarse más bofetadas. A pesar de haber recibido golpes horribles a lo largo de su corta existencia, aquella bofetada de la pelirroja parecía haber afectado mucho a Mikoto.

-Bien, un especial de la casa por aquí-dijo Melanie apenas unos instantes después mientras se dirigía hacia Mai.- y luego un  ramen de huevo picado por acá y el especial de Hime para ti.

-Gracias Mel.- Natsuki recogió su bol mientras veía como Melanie seguía sonriendo a la castaña que pareció no advertirlo. No hizo comentarios al respecto.-Bueno, en ese caso, Itadakimassu!!

- Hai-dijo Mikoto mientras comenzaba a comer.- Umaiii. Está delicioso.

-Sí que lo está- admitió Mai mientras sonreía ante la cara de felicidad de Mikoto.

-Muy bueno- Shizuru lo dijo aunque después de haberlo probado, se dio cuenta de que apenas llegaba a un aprobado alto si lo comparaban con el de Mai. Shizuru se giró para observar el “especial de Hime” y se dio cuenta de que en la superficie había grandes cantidades de algo amarillo que se parecía mucho a…- Mayonesa?

-Sip- Natsuki parecía disfrutar con cada bocado.- Quieres probar?

-Bueno, por qué no?- Shizuru se aproximó a Natsuki mientras esta mantenía entre sus palillos algo del ramen con mayonesa. Shizuru se inclinó hacia delante mientras que se retiraba el pelo de la cara colocándoselo detrás de la oreja, y Natsuki aproximó la comida hasta que Shizuru se la comió. Realmente tenía un sabor curioso y a muchos les habría hecho retorcerse de asco, pero a Shizuru le pareció lo más delicioso que había comido en su vida. Para ser sinceros apenas si había prestado atención a lo que comía y apenas lo había saboreado, pero el hecho de que fuera Natsuki la que se lo hubiera dado a la boca lo hacía delicioso.- Humm, no está mal.

-Verdad?- Natsuki parecía un poco más animada y la obsequió con una sonrisa parecida a la que había iluminado su rostro cuando oyó el apellido de Mai. Aquello hizo que Shizuru volviera a olvidarse de cómo se respiraba.

- Perdón, interrumpo?- una chica en la entrada del reservado se había quedado paralizada, al parecer no esperaba encontrar a Mai y a Shizuru dentro. No había llamado a la puerta por que no esperaba que hubiera más gente aparte de Hime y Mikoto.

-Ray, ya era hora.- Natsuki la miró atentamente mientras la llamada Ray entraba en la habitación con aspecto de estar avergonzada. Era una chica algo más alta que Natsuki, con el pelo corto y rubio, de la misma edad que Natsuki, sus ojos eran dos zafiros azules que miraban con gravedad a Natsuki.

-Lo siento, pero traigo malas noticias, tengo que hablar urgentemente contigo.

-Que ha pasado?- Natsuki se hizo cargo de la situación al ver la mirada preocupada de Ray.- Que has averiguado sobre su coche?

-Bueno, lo que nos habíamos imaginado, no fue un accidente.- Ray miró esta vez a Shizuru y a Mai que habían dejado de comer al comprender que hablaban de ellas.- Alguien ha intentado asesinaros!

CONTINUARÁ….

6 comentarios:

GatoCurioso dijo...

Oi, esta muy interesante como llevas el fic, me gusta MUCHO, esta bien emocionante, ya veremos que pasará, y te confundes un poco con respecto a que papel juegan algunos personajes, pero se que pronto nos aclararas ^^, ojala y sigas con inspiración.

Anónimo dijo...

wuoooo esta geniiial! de verdad me gusto mucho! espero que continues haciendolo porque esta esplendidooo! :D

garuna dijo...

Ohh... es lindo, muy lindo *-*
lei el anterior... pero creo que no comente >__<

aun asi me gusto mucho
espero lo sigas pronto ^^

TOM ASH KETCHUM dijo...

ya me desvele con tu fanfiction y me ha gustado mucho continua por favor

valewk dijo...

Esta muy bueno, me encanta cuando comienzan los celos,
y Mikoto...jajaj la describes igual!! me la imagino y me da mucha gracia, espero lo continues pronto.
Besos Y suerte, Bye

Anónimo dijo...

Increíble... Me ha gustado demasiado tu fanfiction!!! Espero sigas escribiendo.

Besos!

Publicar un comentario

Antes de comentar ten en cuenta lo siguiente:
Sigue las normas básicas, sé respetuoso. Los comentarios serán moderados, si respetas, no habrá trabas.
No está permitido escribir enlaces que no tengan que ver con la entrada. Cualquier enlace fuera de lugar será borrado. Si lo que quieres es promocionar tu sitio web, ve a la seccion de Afiliados ó utiliza la opción OpenID.
Para comunicarnos mejor: los que no tengan cuenta de Blogger (o similar), pueden poner un nombre personalizado eligiendo la opción "Nombre/URL"

Gracias ^_^

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...