Hola!! Les dejo rápido el capítulo 13!!! Aunque esté en reforzamiento, le estoy agarrando el tiempo para poder escribir jejeje… mis planes macabros están dando resultado… bujajajajaja (como hace Rukia) y ne, creo que… si fuera Tomoe, haría un fic de Mai Otome poniendo a Natsuki de mala manera y Shizuru con Tomoe espero sus comentarios, aunque eso no importa ahora, les dejo el capítulo de manera muy apurada…
Capítulo 13 – Debilidad
Natsuki yacía sentada en su cama en su habitación con la mirada perdida, este había sido uno de los tantos días en que se había quedado sentada sin decir nada por haber olvidado qué era lo que quería hacer y se había quedado perdida en sus pensamientos. Estaba sola, Nao se había ido por voluntad propia.
= Flash Back =
-No sé qué pasa contigo Natsuki – le decía Nao mientras levantaba sus cosas – yo prefiero que nos alejemos, por lo menos por un tiempo.
-Yo estoy de acuerdo – murmuraba Natsuki con ausencia – pero que no sea solo por un tiempo, estoy demasiado convencida de lo que quiero…
-Yo siempre estaré allí para ti, Natsuki… - decía Nao saliendo de la habitación. Natsuki no dijo nada y simplemente se había quedado parada en la habitación pensando en que debía hacer sus deberes…
= Fin Flash Back =
El silencio reinaba en la habitación, se escuchaba el intermitente sonido de la lluvia golpeando la ventana, una quieta y sombría sensación de soledad… Una persona en la habitación, quieta y callada casi como si fuera un fantasma; pero hasta los fantasmas se movían aunque sea un poco. Una mirada perdida y vacía, unos ojos que no denotaban nada, ninguna sensación… ningún sentimiento… ninguna incomodidad… sólo unos pensamientos tranquilos que daban lentas vueltas alrededor de su cabeza. La respiración suave y profunda, un cuerpo que no se movía, manos que permanecían quietas reposando en sus muslos, las piernas cruzadas, la espalda algo arqueada y la cabeza un poco agachada… la mirada, en una pequeña mancha de tinta en la alfombra, los ojos perdidos, ni un pestañeo… Así pasaron… 5… 10… 15… 30 minutos, en silencio, sin mover un dedo, sin dejar de respirar de esa manera, sin cambiar de posición…
Un sonido le hizo reaccionar, alguien golpeaba la puerta, se irguió y se levantó; al ir hacia la puerta se tropezó con su propia ropa… sentía como si recién hubiera despertado. Puso su cabello hacia atrás y abrió la puerta, sonrió con sencillez, era Shizuru que le sonreía, le dijo “Hola Kuga-san”, con un tono travieso. La muchacha peliazul sonrió y le dijo “Fujino-san, ¿qué haces aquí?”, le dejó pasar y la muchacha de pelo castaño sonrió y le dijo que había ido a ayudarle con sus deberes, entones la chica de ojos verdes murmuró un audible “gracias” con algo de vergüenza, se sentía un poco mal todavía por la amable actitud de Shizuru después de todo lo ocurrido.
La lluvia golpeaba la ventana de manera intermitente, el cielo estaba nublado y oscurecía la habitación, donde el silencio y la quietud ya no reinaban más… se escuchaban las risas de las dos muchachas. Shizuru reía al ver que Natsuki se encontraba “al borde de la locura” por no poder resolver algún ejercicio de matemáticas u otra materia.
-No entiendo cómo hacer esto – renegaba Natsuki con el ceño fruncido, entonces Shizuru le explicaba con todo gusto, mientras agradecía que todo haya vuelto a la normalidad, todo haya vuelto a ser como antes.
-Debes tomar en cuenta que para estos ejercicios tienes que pensar muy bien – le decía la presidenta – anda, analiza bien… ¿qué puedes hacer?
-Yo… no entiendo – comenzó a decir Natsuki mientras la mirada se le perdía – no entiendo… no entiendo… no entiendo – Shizuru la miró confundida mientras ella murmuraba la misma frase, de repente, dejó de decirla y posó los ojos en la muchacha que estaba a su lado - ¿qué me miras? ¿Tienes algún problema? ¿Tengo algo en la cara?
-Natsuki, ¿qué te sucede? – le preguntó Shizuru, intentando no sonar ni confundida, ni asustada.
-A ti que te importa – se levantó de la silla y caminó hacia otro lado, quería salir de la habitación; sin embargo, Shizuru se levantó muy rápidamente y la detuvo agarrándole del brazo y mirándole con mucha firmeza - ¿qué haces? ¡Suéltame! ¡Déjame ir!
-Natsuki, ¿qué te sucede? – le preguntó la muchacha de pelo castaño, esto no era un juego, era algo serio y ella necesitaba confirmar sus sospechas – estás actuando muy extraño, debemos ir donde un profesional…
-¿Profesional? – la peliazul rió de manera estridente y malévola - ¡¿Cuál profesional?! ¡No estoy loca! ¡Sólo estoy aburrida! Voy a buscar a Nao, no me molestes… ella es más divertida…
Shizuru le agarró de los dos brazos y la plantó con fuerza contra la puerta.
-Quédate quieta, no estás bien – le dijo con un tono firme e ignorando la mención acerca de Nao.
-¡Te digo que estoy bien! – le gritó Natsuki forcejeando en contra del agarre de la presidenta - ¡Déjame! ¡Déjame ya!
-¡Recuerda quién eres Natsuki! – le gritó Shizuru, en realidad ni ella misma sabía porqué estaba diciendo esto; pero no le quedaba otra opción, debido al hostil e incomprensible comportamiento de Natsuki, quien estaba cada vez más alterada.
-¡NOO! ¡DÉJAME! ¡DÉJAME YA!!!! ¡¡¡SINO YO TE MATO!!! – Natsuki seguía gritando de una manera que asustaba y hacía cada vez más fuerte para soltarse del agarre de su compañera, quien no la soltaba y tampoco estaba dispuesta a hacerlo, simplemente seguía sujetándola lo más fuerte que podía. ¿Por qué no la dejaba ir? No aceptaba que Natsuki, aunque sea otra (si me entienden) quiera ir de nuevo con Nao, o buscarla para quién sabe qué. No iba a dejarla ir de nuevo; pero ahora era tan difícil entenderla que no sabía si lo que Natsuki estaba vociferando era cierto o no, si eso era lo que en verdad tenía su corazón. Necesitaba una respuesta ya, no era momento de dudar y ella no estaba para eso, ¿qué era lo que en verdad quería Natsuki? Era obvio que ella estaba enferma; sin embargo, las cosas que decía, como “quiero ir con Nao”, “la prefiero a ella”, “ella es más divertida”, “tú eres aburrida”, “déjame en paz a ti no te quiero”; le hacían dudar del amor de la Natsuki verdadera hacia ella, porque, aunque sea difícil de creerlo nuestro subconsciente sabe lo que en verdad queremos y la enfermedad de Natsuki era como un portavoz de lo que su subconsciente quería.
Los ojos de Shizuru se llenaron de lágrimas con tan solo pensar en ello, entonces en un arranque de desesperación, la besó en la boca, esperando que con ese beso todas sus dudas quedaran resueltas. Natsuki forcejeó un poco; pero ese beso se hizo dulce y suave, mientras la peliazul dejaba de hacer tanta fuerza, como si volviera a la normalidad. Se separaron, la muchacha de pelo azul sonreía con dulzura, haciendo que Shizuru también sonría.
-Shizuru – murmuró Natsuki; pero se sostuvo la cabeza con fuerza y comenzó a gritar de nuevo, se arrodilló en suelo y le vino un trance psicológico, soltó su cabeza y se quedó arrodillada, inclinada hacia atrás, con la cabeza caída a un lado, las manos colgando y los ojos, fijos y perdidos sin expresión. Shizuru se asustó mucho; pero se arrodilló a su lado y la sacudió con suavidad y firmeza al mismo tiempo, llamándole por su nombre y preguntándole si estaba bien, Natsuki respondía con un “Ah”, mientras la saliva comenzaba a salir por la comisura de su boca. Shizuru se levantó con urgencia y buscó un pañuelo de entre las cosas de Natsuki, lo encontró y limpió la boca de la muchacha con suavidad, entonces, sostuvo sus brazos y los pasó por el rededor de su cuello, mientras escuchaba un perdido “Ah”; con un poco de fuerza alzó a Natsuki sosteniéndole de las piernas, caminó hacia la cama y la acostó allí. La miraba con mucha preocupación mientras no se explicaba cuándo le había pasado esto a Natsuki… alguien no la había cuidado bien.
-Natsuki… - murmuró Shizuru con melancolía, y pensar que todo esto había pasado por culpa de Nao… De repente, un deseo de venganza se apoderó de la chica de cabello castaño quien se levantó y al llegar a la puerta, miró a Natsuki y murmuró – ya vuelvo…
Corrió por todo el pasillo, buscando a la pelirroja, le iba a hacer pagar por todo lo que había hecho, todo era su culpa; Natsuki se había alejado de ella por su culpa, le había dejado por su culpa, todo era por su causa… Por fin, la encontró… le agarró del hombro y la puso de frente a ella. Nao no supo qué hacer, Shizuru le había tomado por sorpresa y tenía una expresión muy consciente y decidida…
- ¡Shizuru! ¡¿Qué vas a hacer?!
Natsuki apareció corriendo por el pasillo vacío…
Fin del capítulo
Aaaaaaaaaaaa final… digo… fin del capítulo jajaja, de veras tardé mucho en escribir este capítulo por mi reforzamiento; pero quise ponerlo porque no puedo dejar a las lectores y lectores en … como se dice en mi país “cruces” aunque estoy algo enferma (cof, cof, cof) espero les haya gustado e intentaré subir el siguiente lo más rápido posible. Espero sus comentarios. Tomo-chan se está muriendo x_x
Atte: Tomo-chan