- Natsuki – susurro suavemente mientas las lagrimas bañaban sus mejillas confundiéndose con las gotas de lluvia, a su mente volvieron esos mágicos momentos, todos ellos, cuando Natsuki venía a ella en busca de información, cuando se quedaba con ella hasta tarde tan solo mirando por la ventana tratando de hallar la respuesta a alguna interrogante mientras se desarrollaba el carnaval de las Himes. Sus paseos nocturnos por las jardineras de la escuela, sus explosivas clases en la biblioteca cuando Natsuki llegaba al punto de arrojar a un lado los libros cuando no entendía una sola palabra; esos días en que de tanto mirar la luna Natsuki se iba quedando dormida y se recargaba de forma inconsciente sobre su hombro; las imágenes de cada expresión del rostro de Natsuki venían a su mente una y otra y otra vez sucediéndose como una cascada de interminables recuerdos todos ellos tan valiosos, todos ellos tan únicos, todos ellos completamente y totalmente importantes más incluso que su vida misma – a medida que recordaba cada acontecimiento de su vida al lado de Natsuki su rostro se fue tornando de la tristeza a un gesto de coraje que le hizo apretar con fuerza sus mandíbulas, su ceño se frunció completamente y en sus ojos pudo verse claramente una profunda decisión, salió corriendo de ese lugar, con tal empeño que tal perecía que perseguía algo... ó... a alguien...un mal presentimiento le agobiaba el corazón, llenándola de una terrible angustia que no podía entender.
Un chico entro a la sala del consejo estudiantil al ver que estaba vacío se acerco al escritorio de Shizuru a dejar unos papeles; el teléfono timbro un par de veces y el chico contesto.
- Diga...sí, es la sala del consejo estudiantil...¡¡¿¿Cómo??!!
Shizuru salió del edificio se detuvo a la mitad del camino mirando hacia todas direcciones ¿a dónde? ¿a dónde podría haber ido Natsuki?...la lluvia caía imparable, necesitaba verla, necesitaba confesarle sus verdaderos motivos para haberse alejado de ella, necesitaba caer a sus pies y rogarle perdón, en verdad lo necesitaba, quería que supiera que ella era la única mujer en su vida y en su corazón... quería que supiera que por ella haría lo que fuera, ¡haría lo que fuera necesario para demostrarle su amor!, incluso... incluso traicionarse así misma y a sus principios, ¿por qué? ¿a caso no lo había hecho ya una vez por ella?, ¿a caso no había dejado sus responsabilidades por protegerla?... ¿a caso no había renunciado a todo por estar con ella?... Entonces si lo había hecho ya una vez... si se lo había probado una vez... ¿qué la detenía en esta ocasión?... un solo nombre... una sola persona... un suceso pasado... un amor que en aquel tiempo fue real...ella... Naomi... esa chica era la razón por la cual se detenía... y sin embargo, en ese momento... en ese instante... poco le importo, solo deseaba encontrarla tomarla de la mano y huir juntas, ¡llevársela lejos!, ¡lejos de todo!, ¡lejos de el pasado!, ¡del presente!, ¡incluso del futuro!, tomarla de la mano y tan solo vivir un día tras otro, un minuto seguido del siguiente, tan solo eso...
- Natsuki – susurro levantando la vista al cielo, el rostro bañado en llanto, el alma hecha pedazos respirando agónicamente, cayendo dentro del tumultuoso remolino de las emociones encontradas, desviviéndose de la ilusión, la realidad, la fantasía y la responsabilidad, de momento todo era confuso vertido dentro de una niebla que enturbiaba todos sus sentidos, solo había algo claro dentro de su mente y ese era el amor que sentía por Natsuki. Caminó hacia los dormitorios esperando hallarla ahí, sin embargo se detuvo al escuchar su nombre a voz encuello.
- ¡¡Fujino-san!! ¡¡Fujino-san!! – grito un chico levantando la mano, Shizuru volvió el rostro reconociendo al chico de inmediato.
- Tado-san ¿qué sucede? – pregunto al ver al chico con el rostro pálido.
- Fuji..no- san – respondió entrecortadamente – esto.. – se llevó las manos a las piernas mientras trataba de recuperar el aliento – es... es...
- ¿Qué pasa Tado-san? – le apremió Shizuru presintiendo algo terrible.
- Es... es – levanto la mirada – Kuga-san algo terrible ocurrió llamaron del hospital... y...
- Natsuki – El rostro de Shizuru se lleno de una terrible angustia sin seguir escuchando al chico echo a correr en dirección a la salida, tenía que llegar lo más pronto posible.
- ¡¡Fujino –san!! –grito el chico, sin embargo Shizuru no le escucho.
Mai caminaba rumbo a su salón se detuvo de momento y se recargo frente a la ventana, la lluvia seguía imparable a lo lejos distinguió a Mikoto que venía rumbo a los salones.
- Ah, Mikoto – susurró suavemente – quiero… Mikoto… quiero….¿eh? – vio a alguien con un paraguas que se acercaba a la chica.
- ¿Yuuichi-kun? – pregunto Mikoto
- Aah! Hola Mikoto-chan humm bueno yo… podría platicar un rato contigo – por contestación Mikoto solo asentó con la cabeza. El chico se puso a su lado y le cubrió de la lluvia.
- Miko..to – susurro Mai, sin saber realmente el porque corrió rumbo a la salida esperando poder alcanzarlos.
La directora estaba ya en el hospital fue la primera persona a la cual se le informo sobre el incidente de Natsuki, platicaba con el doctor quien miraba a través de la ventanilla de la puerta a la chica quien tenía la cabeza vendada al igual que sus brazos los cuales descansaban a un costado de la cama sobre la blanca sábana que le cubría hasta el pecho.
- ¿Es muy grave? –pregunto la directora con preocupación.
- Afortunadamente no hay nada roto, sin embargo... – el doctor hizo una pausa al tiempo que se llevaba la mano a la barbilla – tiene una fuerte contusión que abarca parte del parietal y el occipital; aunque mal colocado fue afortunada al llevar puesto el casco... sin embargo... – suspiró – lo más importante será que recobre el conocimiento en las próximas 48 horas porque de no ser así... ella... podría.
- ¿Có...mo? – pregunto Shizuru con un hilo de voz.
- Fujino-san – la directora giro su vista posándola en el pálido rostro de la chica - ¿por qué estas empapada? ¿no tomaste el transporte que envíe?... – Shizuru no escuchaba palabra alguna, su cerebro se lleno tan solo con las últimas palabras dichas por el doctor
- ¿Qué... qué puede hacerse? Apremió Shizuru temblando levemente, sus ojos anegados en llanto, se acerco a la ventanilla con paso vacilante y al ver a Natsuki sus ojos dejaron caer las lagrimas, se llevo la mano al pecho mientras le observaba impotente con un dejo de tristeza y amargura en el rostro.
- De momento – contestó el doctor suspirando – tan solo queda esperar – volvió lentamente el rostro depositándolo en los aparatos que estaban conectados al cuerpo de Natsuki – después de este tipo de accidentes y por presentar el tipo de contusión que se observa no es raro que se pueda presentar un paro cardio-respiratorio es por ello que tiene puesta la mascarilla que le suministra el oxigeno y la hemos conectado a el electrocardiograma; ese pequeño aparato que ven ustedes en su dedo índice nos indicará por medio de un pitido algún movimiento reflejo ó bien su regreso de la inconciencia.
- Así que todo dependerá de su regreso del mundo de los sueños – susurro la directora.
- Así es las siguientes 48horas serán decisivas –afirmo el doctor mientras se volvía para ver a la directora.
- “Natsuki... Natsuki... fue mi culpa... todo esto es por mi culpa” –pensó Shizuru al tiempo que apretaba fuertemente sus manos.
- Por lo pronto – dijo el doctor – no hay nada que puedan hacer nosotros les llamaremos si hay algún cambio.
- No – acotó Shizuru – yo me quedaré con ella hasta que despierte.
- Fujino-san – la directora le miró sorprendida –sé que deseas estar a su lado, sin embargo mírate estas por completo empapada, no puedes cuidar de ella si primero no cuidas de ti misma.
- Estoy bien – dijo suavemente – esto no es nada para mi.
- Jovencita – le miró el doctor – si deseas cuidar de tu amiga no me opondré a ello, me imagino que han de ser muy unidas así que solo te pondré por regla que regreses con ropa seca, no puedo permitir que estés a su lado con la ropa escurriéndote de agua – el doctor le miro de pies a cabeza mientras se acomodaba los lentes – así que por favor regresa un poco más tarde y come bien para que tengas energía y puedas realmente cuidar de ella.
- Yo... – dijo Shizuru sin dejar de mirar a Natsuki.
- Vamos Fujino-san yo misma te traeré de vuelta – dijo la directora.
Shizuru medito unos momentos antes de contestar, no quería alejarse de Natsuki sin embargo la realidad era que estaba mojada hasta la medula de los huesos y en esas condiciones nunca le permitirían estar a su lado.
- Volveré tan pronto como me sea posible Natsuki y... te prometo que ya nada me alejará de tu lado.
- ¿Vamos Fujino-san? – la directora le miró.
- Sí – respondió secamente mirando una última vez a Natsuki.
*****
- “¿Por qué?” – se pregunto Mai – “¿por qué me siento de esta forma?, ¿aún amo a Tate? ¿es eso?” – la lluvia le estaba empapando pero poco le importo – “¿qué es?... ¿qué es?” – se detuvo un momento tratando de adivinar que camino habrían tomado al ver una bifurcación - ¿Por dónde debo seguir? – dijo susurrante.
- ¿Sabes Mikoto-chan? - dijo Tate mirando de reojo a la chica - has crecido bastante, como te veo seguido no lo había notado.
- Aaahh –dijo Mikoto con tono cansado.
- Mikoto-chan – Tate se detuvo un momento y la chica se volvió para mirarlo.
- ¿Yuuichi-kun? – preguntó Mikoto mirándole extrañada.
- ¿Sabes Mikoto? Desde que todo volvió a la normalidad y yo volví al club me siento más tranquilo y relajado... pero... también me di cuenta de algo que jamás hubiera creído que fuera posible y ese algo es que extraño a Shijo, desde que sus padres y ella se trasladaron de cuidad no ha habido día que no piense en ella.
- Yuuichi-kun – dijo suavemente Mikoto.
- ¿Te molesta que este enamorado de Shiho? Mikoto-chan – el chico le miró directo a los ojos, Mikoto le miró con un gesto de extrañeza y solo negó con la cabeza.
- Aaaah – dijo el chico sonriendo suavemente – imaginaba que pondrías una expresión como esa Mikoto-chan – dijo Tate levantando la vista al cielo – pedí mi traslado a la escuela de Shiho, como soy el segundo mejor del club me han aceptado y de hecho participaré en las competencias que se aproximan pero ya será lejos de aquí... creo que –se volvió a mirar a Mikoto – tu estas enamorada de Tokiha-san ¿no es así Mikoto-chan?
- ¡Eeeehh? –la afirmación le tomo por sorpresa haciendo que su rostro se enrojeciera al instante.
- Así que no me equivoco – dijo Tate un tanto cuanto divertido – hummmmm-suspiró – creo que ahora lo único que resta es que se lo digas a Tokiha-san, es increíble que haya cosas tan obvias que pase de largo, bueno quizás es que mira demasiado fuera de su entorno pero no es capaz de hacerlo dentro del mismo.
- Yuuichi-kun, pero... pero... – dijo Mikoto apretando los puños – Mai... Mai esta enamorada de ti – las lagrimas escurrieron por sus mejillas.
- Claro que no – le refuto el chico – estoy seguro de que no es así, ¿por qué no se lo preguntas tu misma Mikoto-chan? – se acerco a ella y le dio un abrazo – no llores Mikoto-chan todo va a estar bien, solo no tengas miedo de expresar tus sentimientos – Mikoto le abrazo y le deposito un beso en la mejilla en verdad era una escena bastante inocente sin embargo desde la posición en la que se encontraba Mai más bien parecía una hermosa escena romántica propia de un chico y una chica de Instituto.
- Mi...ko...to – susurró Mai, sintiéndose extrañamente vencida, sus lagrimas se hicieron presentes mientras trataba de esbozar una cálida sonrisa que simplemente se negaba a aparecer – es...toy... fe...liz... por ti... Mikoto – dio media vuelta y se alejo a paso lento, por alguna extraña razón sentía como si llevará plomo sujeto a sus pies.
******
En el auto Shizuru miraba a través de la ventanilla de su lado, en verdad estaba ida completamente de este mundo, no era capaz de pensar en otra cosa que no fuera Natsuki.
- Fujino-san, entiendo como debes sentirte.
- Ella es todo lo que me importa...es... mi mundo –respondió Shizuru.
- Lo sé... pero... Fujino-san – la directora medito sobre el asunto por un momento tras unos instantes volvió a hablar – en cuanto hayas comido y cambiado de ropa volveré a dejarte al hospital ¿de acuerdo? – Shizuru solo asentó mientras seguía con la mirada lejos de ese lugar.
En la habitación de Nao, esta y Naomi platicaban amenamente sobre sus días de infancia.
- Fue muy divertido – dijo Nao sonriendo – mamá fue la primera que me encontró sin embargo no dijo nada, papá pensó que en verdad había salido de la casa. Cuando salí de mi escondite papá se quedo sorprendido de que pudiera haberme escondido en ese pequeño espacio, ja,ja,ja,ja,ja – soltó a reír – siempre dijo que era muy flexible pero que no imaginaba que lo fuera tanto.
- Ja,ja,ja,ja Nao-chan, eres muy graciosa – Naomi sonrió sincera.
- No, eso no es verdad – dijo con el rostro levemente sonrojado.
- Lo eres y además muy afortunada –afirmo la chica – yo nunca pude jugar con mis padres así, mi vida estuvo apegada a una cama, hospitales, medicamentos ... – su voz se apagó – e indecisiones sobre si operarme o no.
- Naomi-chan – Nao le tomo de las manos - pero – sonrió –debe de haber algo que atesores de tu niñez ¿no es así? – Naomi se quedo en silencio un momento mientras recordaba.
- Hola – escucho una voz que le hizo levantar la vista.
- Hola – respondió – perdiéndose en la dulzura que mostraban esos ojos carmesíes.
- Me llamo Fujino Shizuru – le extendió la mano
- Tsu... Tsukira Naomi –le respondió al tiempo que tomaba esa cálida mano entre la suya.
- Es un placer – sonrió la pequeña Shizuru sonriéndole sincera, Naomi se ruborizo al darse cuenta de lo bonita que era esa chica.
- También para mi –sonrió tímidamente.
- Eres muy bonita Naomi-chan
- ¡Eeehh?? – Naomi se sorprendió ante su comentario.
- ¿Quieres jugar con nosotros?- pregunto Shizuru.
- No puedo – dijo al tiempo que desviaba la mirada plagada de un infinito dolor.
- Entonces yo jugaré contigo –le sonrió mientras le guiñaba.>
- ¿Naomi-chan?-la voz de Nao la trajo de sus recuerdos.
- Aaahh, perdón, perdón, es solo que estaba recordando algo.
- ¿Puedo saber que es? – pregunto Nao creyendo saber de lo que se trataba al ver el sonrojo que sutilmente se mostró en las blancas mejillas de la chica.
- No...bueno... sí... aunque...
- Esta bien – dijo Nao tratando de aparentar no darle importancia – no es necesario que me lo digas – se levanto – prepararé algo de té – al darse la vuelta se sintió completamente deprimida, porque se dio cuenta de que tal vez nunca podría poseer su corazón.
En la habitación Mai estaba en el baño, su cuerpo fue desentumiéndose poco a poco dentro del agua caliente, su cabeza echada hacia atrás mirando el techo su rostro mostraba una infinita tristeza, se llevo las manos al rostro y lloro dejando escapar todos esos sentimientos que le inundaban el pecho. Mikoto entro y dejo sus cosas aun lado de la puerta se quito los zapatos y los calcetines, escucho entonces un ligero gimoteo, levanto la vista preguntándose de donde podía proceder y lo escucho una vez más, dio unos cuantos pasos más y fue claro para ella de donde provenía ese sonido, abrió la puerta del baño.
- ¿Mai? – pregunto sorprendida Mikoto al ver a la chica con el rostro entre sus manos llorando amargamente.
- Miko...to – Mai levanto la vista posándola en esos brillantes ojos color de sol; le observo detenidamente por un momento, sin entender del todo el porque, se levantó, el agua escurrió por todo su cuerpo, salió de la bañera y envolvió su cuerpo en la blanca toalla, se acerco con paso firme hasta Mikoto deteniéndose a un lado de ella – báñate – le imperó – te hará daño sino lo haces.
- Mai – susurro Mikoto mientras la chica de violáceos ojos daba un paso al frente, sin embargo se sorprendió al sentir la fría mano de Mikoto sujetarla con firmeza del brazo.
*******
- “¿Por qué Natsuki?” – se pregunto Shizuru mientras el agua caliente caía sobre su frío cuerpo – “por favor, por favor, ¡Por favor no vayas a morir!, quédate conmigo a mi lado para siempre” – sus lagrimas resbalaron por sus mejillas – “ya no me importa nada, en verdad nada, Te Amo Natsuki, Te Amo, siempre lo eh hecho, siempre, Dios… por favor, has lo que quieras conmigo pero por favor, por favor, salva a Natsuki por favor”
En la cocina la directora preparaba un par de emparedados sabía bien que Shizuru se negaría a perder más tiempo así que lo más probable era que deseara regresar al hospital tan pronto como saliera del cuarto de baño; si sus pensamientos eran los correctos entonces hacía bien en prepararlos ya los comería en el camino. Shizuru no tardo ni cinco minutos en salir, se vistió tan rápido como pudo y seco a medias su cabello pues en verdad deseaba regresar lo antes posible al lado de la chica que realmente amaba.
- ¿Estas lista Fujino-san? – pregunto la directora mientras tomaba los empardados y se encaminaba a la puerta.
- Sí – respondió Shizuru con el rostro bastante serio.
- Ten – le extendió la pequeña bolsa de plástico y Shizuru la tomo – te los comerás de ida ¿de acuerdo? – Shizuru solo asentó mientras ambas salían.
Mai giro lentamente el rostro Mikoto tenía la mirada fija al suelo, por un momento se pregunto que debía decir, la había visto con Tate y por lo que pudo apreciar el chico no parecía en nada molestarle la chica, así que ella quedaba excluida, ya no era la persona más importante para Mikoto, ahora Tate ocupaba ese sitio.
- ¿Mikoto? – preguntó Mai al sentir temblar a la chica.
- ¿Por qué? – susurró Mikoto - ¿por qué?...
- Miko…to – Mai no entendía que era lo que sucedía con la chica de ojos color de sol.
- Mai… - Mikoto le soltó – yo… yo… Te Amo – Mai quedo helada al escuchar esas palabras, no sabía que pensar o que decir, simplemente se le quedo mirando sin decir una sola palabra, mientras Mikoto levantaba lentamente su rostro para verla.
El camino de regreso al hospital fue tranquilo, Shizuru mal de buena gana se comió los emparedados y deseaba con fuerza ya estar al lado de Natsuki, el celular de la directora se escucho y su dueña lo contesto, tras breves instantes aceleró notablemente la velocidad y Shizuru se volvió a mirarla sin embargo se quedo sin palabras al sentir que algo en verdad muy grave estaba sucediendo. Al llegar bajaron rápidamente del vehículo, Shizuru corrió en dirección a la habitación de Natsuki al llegar sintió que el mundo se abría bajo sus pies.
- ¡Rapido! Despejen, ¡ahora! – ordeno el doctor mientras una sacudida eléctrica hizo que el cuerpo de Natsuki se agitara con fuerza.
- ¡No hay respuesta! – grito una enfermera viendo una línea recta cruzar el monitor del electrocardiograma.
- ¡Una vez más! – grito el doctor - ¡despejen!...¡¡Ahora!! – una nueva sacudida eléctrica hizo una vez más que el cuerpo de Natsuki se agitara una vez más.
- ¡Aún no hay respuesta! – grito de nueva cuenta la enfermera.
- Es la tercera vez – dijo otra mirando al doctor – las lagrimas de Shizuru corrían por sus mejillas, por un momento sintió que nada de eso era real, que no era otra cosa sino una mala jugada de la vida, una broma macabra que terminaría con una risa malvada indicando que todo era solo una pesada y terrible broma… empero… en verdad estaba sucediendo frente a sus ojos… Natsuki, estaba yéndose de su vida… y quizás… esta vez… para siempre.
- No… Natsu…ki ¡¡Nooooooooo!! – grito Shizuru con fuerza al tiempo que entraba al cuarto.
CONTINUARA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!