Mientras tanto pensando que definitivamente no era normal, Kagura Mayo se encaminaba hacia el vestibulo.
La secretaria general, quien habia golpeado al yakuza.
La tesorera, quien de alguna manera conocia cosas hacerca de ella como su altura, medidas, y comida favorita.
Y la presidenta, quien habia ido a encontrarse con los yakuza como si se tratara de ir a cortar flores primaverales en el jardin.
Y por ultimo, las dos que habian aparecido luego, observando solo como espectadoras curiosas.
Que clase de nervios tenian esas personas!? Viviendo en un lugar donde los celulares no funcionan, separados de otras personas, paralizando sus sentidos!?
Siendo atacados por yakuza.
Esa clase de personas no piensan nada acerca de la violencia de otros.
Ellos los matarian si tuvieran que hacerlo.
Y justo entonces, los yakuza del monitor quienes llevaban espadas y pistolas. Una de esas problablemente era una escopeta. Y eran mas de diez de esas personas.
Aun con experiencia, no hay manera de hacerles frente sola.
....Entonces.... que puedo hacer?
Se pregunto asi misma esto, varios recuerdos llegaron a la mente de Mayo.
Una explosion. Un carro en llamas. Estudiantes llorando y gritando. Uno de ellos estaba paralizado de miedo.
Mounstro?
A quien llaman asi?
Antes de que ella desesperadamente lo negara, hombres en traje negro aparecieron. La sensacion del metal alrededor de sus muñecas....que eso!? Quitenmelo!
"Ow!"
Mientras trataba de doblar la esquina, ella perdio el balance y callo sobre sus rodillas. Tratando de correr sin ser capas de usar sus manos no era una buena idea despues de todo.
Sin embargo, Mayo recobro la postura.
Ella estaba decidida a hacer lo que ella debia hacer.