Rss

Actualizaciones 15/Julio

viernes, 14 de junio de 2013

viernes, 14 de junio de 2013

Otoño - Oneshot

Autora: Yocko

Intenté hacer una historia larga, pero me aburrí y estuve a punto de borrar lo que había escrito jaja pero me arrepentí y cambié casi todo, al final me quedé con un oneshot que no sé que tan bueno resulte. Ammmm no sabía que nombre ponerle, así que ahora que acabo de subirlo se me ocurrió una simpleza: Otoño.

Eso es todo. Sayo!

______________________________________________________________________


El otoño despedía las hojas de los árboles mientras extasiada observaba sus danzas en el aire.

Al avanzar, miraba sobre el camino los cuerpos marchitos de octubre. Cuánto la estremecía aquella época, a saber si era tristeza o alegría, su corazón simplemente latía distinto.

El sonido del roce de las ruedas del carro con cada piedra del camino no le permitió dormir en todo el viaje, miraba por la ventana y así también desviaba su atención de cada cosa que su comandante repetía:

- De tu actuación depende nuestro éxito. - Fue lo único que escuchó. - ...Esa maldita misión... Cuánto lo siento. - Se dijo a sí misma. Cerró sus ojos por instantes y dejó escapar un suspiro luego de cubrir la ventana y recostarse al espaldar.


Un carruaje de tonos marrones tirado por dos corceles negros se detuvo lentamente a las puertas de la Sede de Defensa Terrestre. Solamente uno de sus ocupantes descendió para adentrarse en la Sede. A su espalda se escuchó el cabalgar de dos corceles que partían.

Una vez dentro, la mujer atravesó el extenso pasillo y se detuvo frente a una puerta, llamó dos veces, luego giró la perilla e ingresó a un despacho. - Kuga Natsuki. - Confirmó el General Kanzaki, sentado tras un desordenado escritorio, sin levantar la mirada del historial que sostenía entre sus manos. - ¿Fujino? - Preguntó al tiempo que dirigía por primera vez su atención a la recién llegada, quien aún permanecía de pie frente a su escritorio. - Si señor. - Respondió ella entre dientes.

Kanzaki sonrió con amargura y descargó con desgano los papeles sobre la mesa - Podrían castigarte cien veces más y nunca cambiarás tu actitud insubordinada. - Aseguró el General tras tomar un periódico del escritorio y, estirando sus pies sobre este, se dispuso a leer. - Ya, vete. -

Antes de que la mujer pudiese cerrar la puerta tras de sí, escuchó una vez más la voz de su superior. - Partirás en la mañana. Te deseo suerte, la vas a necesitar. - La puerta se cerró antes de que terminara de hablar y se vio a Fujino avanzar a pasos agigantados.

El reloj marcaba las cinco horas y, dentro de una barraca, mientras pretendía descansar estando sentada y atada con cadenas, Natsuki escuchó la llegada de otros prisioneros. - cerró sus ojos y sus memorias dictaron un sueño:

- Fujino, todavía sigues aquí ¿eh? - Preguntaba afirmando y con la mirada cansada. - Te estaba esperando, Natsuki. - Nadie más en la milicia la llamaba por su nombre; le sonrió como siempre y caminó a su lado hacia su barraca mientras Fujino la tomaba del brazo. - ¿Nunca dejarás de hacer eso? - Su acompañante solamente sonreía pretendiendo no escucharla.

- ¡Levántenla! - Gritó un hombre al abrir con un fuerte golpe la puerta de la barraca. Natsuki abrió sus ojos intentando ver a través de las luces de las lámparas, pero no podía ver con claridad lo que ocurría. Un grupo de hombres la tomaron y la obligaron a caminar, llevándola casi a rastra hacia un lugar en campo abierto. Minutos después, cuando todo estuvo más tranquilo, comprendió lo que estaba sucediendo: Estaban a punto de fusilarla.

- Kuga Natsuki. - Dijo una voz familiar y pudo reconocerla al ver el rostro de la mujer que se detuvo a escasos metros. Tenía una pistola en su mano derecha y en la otra mano una llave. - Shizuru. - Susuró Natsuki. Ella ya conocía el procedimiento gracias a los pocos meses que había servido en la milicia y sabía cuáles eran las labores de Shizuru Fujino. Tenía una oportunidad para salvar su vida, la última oportunidad.

Su mirada se entristeció. No sabía cómo Shizuru había llegado a delatarla, alguien que pretendió corresponderla y a quien amó profundamente. Aún cuando las dos eran espías, Shizuru prefirió salvar su propia vida a costa de una verdad a medias y acusarla. Natsuki no habría permitido que pasara al revés, pero aquello que ocurrió fue una traición.

- Ya has visto esta llave antes. - Habló de nuevo Shizuru. - Me ahorraré preguntas y tú salvarás tu vida. - Shizuru tenía un nudo en la garganta, era insoportable el dolor de ver a Natsuki derrotada, arrodillada frente a ella y aquella penetrante mirada suya, fija, cuestionándola. Parecía que nunca tendría la oportunidad de explicarle todo. - Habla de una vez, Kuga. - Se esforzó en hablar de nuevo.

Natsuki bajó la mirada y agachó la cabeza, estaba claro que no diría ni una sola palabra.

Fujino observaba con el corazón en la mano, controlando su nerviosismo, su creciente ira. - Ya es hora. Adelante. - La voz en sus auriculares por poco hace que se le salga el corazón del pecho; alzando su arma, apuntó y tiró del gatillo. Mil recuerdos agolparon su mente y sintió que su corazón se detuvo un instante:

- Todo el día estuve pensando en ti. - Sus mejillas se ruborizaron al hacer aquella declaración. - ¡Eh! es... Estaba preocupada... Eso es todo. - Shizuru sonrió satisfecha al escuchar a su Natsuki. - No te quedes afuera. - respondió. - N... Yo... Tengo que... vigilar las guardias esta noche. - Fujino la tomó del brazo y con un mínimo esfuerzo la atrajo hacia sí, acarició su rostro y posó sus labios sobre los de ella, regalándole delicados besos mientras le rodeaba el cuello con las manos y pronto comenzó a juguetear con su lengua. - Tienes trabajo por hacer ¿Natsuki?. - Preguntó separándose un poco de su pareja.

Se lanzó al suelo cubriendo a Natsuki, mientras balas pasaban sobre sus cabezas. Con su llave torpemente liberó las cadenas que ataban de manos y pies a Kuga, quien aún estaba tendida en el suelo, sorprendida. - Esperaban mi señal. Esta es la misión de la que habló el Comandante Yamada. - Intentó explicar Shizuru, sin poder evitar esta vez que las lágrimas bañaran sus mejillas. - Todo esto fue planeado. -

Natsuki, quien había pasado las últimas setenta y dos horas en cautiverio, escasamente podía ver los destellos de luz de las balas al pasar, el estallido de las armas le impedía escuchar la voz de Fujino, aunque podía ver sus labios moverse aleatoriamente.

Aquél otoño varios grupos de rebeldes lograron la libertad de esa Nación, eliminando la dictadura que sumía a sus pueblos en la pobreza. El grupo comandado por Yamada liberó a veinte prisioneros de guerra. Cuando el orden se restableció los grupos fueron disueltos.

El otoño despedía las hojas de los árboles mientras extasiada observaba sus danzas en el aire.
Al avanzar, miraba sobre el camino los cuerpos marchitos de octubre. Cuánto la estremecía aquella época, a saber si era tristeza o alegría, su corazón simplemente latía distinto.


1 comentarios:

tom-ash ketchum dijo...

Muy buen oneshot.
Me ha gustado, desde como se desarrolllo la trama, conocimos a la vez, al papel que tendría nuestra pareja favorita.
Y este final ha sido inesperado. Buen trabajo.

Publicar un comentario

Antes de comentar ten en cuenta lo siguiente:
Sigue las normas básicas, sé respetuoso. Los comentarios serán moderados, si respetas, no habrá trabas.
No está permitido escribir enlaces que no tengan que ver con la entrada. Cualquier enlace fuera de lugar será borrado. Si lo que quieres es promocionar tu sitio web, ve a la seccion de Afiliados ó utiliza la opción OpenID.
Para comunicarnos mejor: los que no tengan cuenta de Blogger (o similar), pueden poner un nombre personalizado eligiendo la opción "Nombre/URL"

Gracias ^_^

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...