Strawberry Panic! (light novel)
Strawberry Panic! (novela ligera)
Escrito por: Sakurako Kimino
Ilustrado por: Takuminamuchi
Traducción al inglés: Seven Seas
Traducción al español: singleyuri singleyuri@gmail.com
Publicado en: yuridream.blogspot.com
Volumen 1
CAPÍTULO 1
Ondea…ondea…Todo alrededor lleno de pétalos de flor del cerezo esparcidos por suelo. En medio de una
neblina color de cerezo, una larga figura y una figura más pequeña están de pie juntas, cerca la una
de la otra en lo alto de una colina, rodeadas de viejos y espesos cerezos. De pie en lo alto de la
gentil y ondulante colina de verde hierba, las dos figuras parecía que estuvieran flotando en una fina
nube color cerezo.
“La hora de decir adiós ha llegado, ¿no es así?”
“Oneesama, Yo…todavía…”
Fiuuu. Una brisa gentil hizo volar las flores de cerezo otra vez.
Ondeando…ondeando…
“Yo todavía quiero estar contigo, Oneesama”
La larga figura se inclinó sobre la pequeña figura para amonestarla. Gentilmente, puso su
dedo en los labios de la otra. “No deberías decir esas cosas”.
La pequeña figura- la chica más joven- secó sus lágrimas con un pañuelo. “Tienes razón…
Lo siento…” Lloraba tanto que el pañuelo se le empapó, pero no le importaba. Aturdida, ella se
frotó sus ojos con él.
La figura más alargada alcanzó su mano y suavemente, gentilmente, detuvo la mano de la
otra chica.
Los hombros de la pequeña temblaron.
“No deberías frotarte tanto los ojos”, dijo la mayor. “Estas más llorona que nunca, ¿lo sabes?
Tus ojos se te han hinchado” Ella amorosamente, gentilmente acarició los párpados de la chica con
su dedo.
La pequeña chica se sacudió tan violentamente que parecía que convulsionaba.
Fiuuu. Una nube color cerezo las envolvía de nuevo. Un aura como un halo las rodeaba- en
su mayoría blanco, pero con una sencilla, tenue gota de melocotón.
La chica mayor observaba a la más joven. El uniforme del colegio le quedaba tan bien, que
le hacía parecer que la hora de transformarse en una mujer había llegado. Ella sintió un intenso
anhelo. Ah, no lo podré llevar nunca más. Abrió sus brazos y fue a abrazar a la pequeña figura, pero
de repente, se paró a sí misma. No debería. Si lo hiciera…me arrepentiría. No debería abrazarla
más. Es nuestra hora de decir adiós.
Ella forzó sus brazos bajo su control, y en lugar de rodear a la chica, gentilmente los puso en
sus hombros.
“Escucha, mi pequeña margarita. Las dos hemos estado muy felices hasta ahora, ¿verdad?
Tú has sido mi querido ángel. De verdad. Por favor entiéndelo, ¿vale? Te adoro demasiado,
realmente es muy duro para MI estar apartada de ti también. Adiós”.
Al final, la cara de la chica quedó rota. Sus ruidosas lágrimas pararon sin ningún sonido, su
cara tan triste como podía ser. Su oneesama, que era tan guapa, tan sublime, que casi parecía que iba
a fundirse en la nube color cerezo que flotaba en el cielo azul, lenta y silenciosamente apretó su
mano.
Entonces su oneesama la sonrío de forma casual. “Tú sabes la clase de persona que soy,
¿verdad?”
“S-si…” La chica sabía, pero aún así…era sólo lo que se esperaba. Un nuevo torrente de
lágrimas fluyó por sus mejillas.
“Vamos, no llores así más”. Una vez más, la chica mayor le limpió las lágrimas con el dedo.
Nada excepto sollozos salieron de la chica joven; estaba ahogada por las lágrimas.
“¿Qué voy a hacer? Cuando te veo llorar así, se siente como si yo también me pusiera
triste”, dijo la oneesama de la chica- Hanazono Shizuma de diecisiete años- sus manos descansaban
gentilmente en la espalda de la chica. A su manera, a ella también le dolía el hecho de tener que
romper con la inocente chica.
Ah, eres mi tesoro, tan bella como una delicada margarita. Deseo que este momento
pudiera durar por siempre y para siempre. El flujo del tiempo es cruel. Al final, viene a pasar esto
otra vez: Tenemos que romper. Pienso que de seguro tú eras la única que podía atar mi curioso
corazón.
Shizuma miraba alto en el claro cielo azul, sus pensamientos flotaban y se perdían atrás en
el tiempo.
Me pregunto cuantas veces ha ocurrido algo como esto desde que llegué a San Miator.
*
La academia para chicas San Miator era conocida en todo el mundo como un colegio para chicas de
primera clase. Acomodaba al tipo de chicas refinadas que parecía que lo tenían todo pero
desaparecían de la sociedad ordinaria- bien vestidas, guapas en apariencia y muy sabias, incluso con
nobles corazones. Tímidas e inocentes, eran respetadas por sus mayores y sus puros corazones
estaban llenos de amor por Dios.
No puedo evitar que mis ojos miren y se pregunten cosas.
Shizuma había ido a este colegio desde el jardín de infancia, y desde el día que entró en la
escuela media atrajo la atención del colegio entero.
La academia para chicas San Miator era conocida en todo el mundo como un colegio para chicas de
primera clase. Acomodaba al tipo de chicas refinadas que parecía que lo tenían todo pero
desaparecían de la sociedad ordinaria- bien vestidas, guapas en apariencia y muy sabias, incluso con
nobles corazones. Tímidas e inocentes, eran respetadas por sus mayores y sus puros corazones
estaban llenos de amor por Dios.
No puedo evitar que mis ojos miren y se pregunten cosas.
Shizuma había ido a este colegio desde el jardín de infancia, y desde el día que entró en la
escuela media atrajo la atención del colegio entero.
Aunque en un colegio como Miator que está lleno de chicas de familias prominentes, siendo
la hija mayor del cabeza de familia de tan grande y bien establecida conglomeración de los negocios
tan ligados a los más altos círculos de la economía y la política, era suficiente para atraer la atención
del resto de estudiantes. Pero lo mejor era que Shizuma, sin exagerar, era una guapa y talentosa
chica que sobresalía tanto académica como atléticamente (tanto en los estudios como en los
deportes).
Tenía el pelo largo, brillante y gentilmente ondeado y una piel pálida, casi transparente,
como porcelana. Era alta, con piernas largas y estilizadas.
Shizuma estaba en el equipo de atletismo, era especialista en el salto de altura. Durante el
festival de los deportes, compitió en la carrera de relevos. Y en el examen práctico nacional, ella
siempre es de las cien mejores. Su nariz de puente alto y su afilada barbilla la daban un aspecto de
chica inteligente, sus grandes ojos rodeados de largas pestañas, siempre la daban un aire de
confianza en sí misma. Cualquiera que la viera pensaría que parecía una muñeca de porcelana.
Lista, guapa, atlética y talentosa- desde que era pequeña, la gente la decía que era como una
flor de rosa.
Las estudiantes de cursos superiores la invitaban a té y las estudiantes de cursos inferiores la
miraban con admiración. Shizuma nunca rechazó esas invitaciones- no importaba quien la invitara,
ella siempre respondía con una sonrisa. Era parte de su gloriosa visa escolar. A pesar de que la
admiración de otras chicas se convirtió en amor, Shizuma no lo tomó como algo particularmente
extraño. Ella disfrutaba estando rodeada de un ramillete de dulces y bellas damiselas, y ciertamente
no la disgustaba jugar al romance cuando era invitada a algún sitio.
A veces Shizuma se enamoraría- un sentimiento misterioso que sólo aparecía cuando estaba
con sus damiselas, durante pequeños juegos que jugaría con ellas. Ese aroma de melocotón, espeso,dulce, gentil sólo flotaba en el aire entre dos chicas; una emoción que iba más allá de un simple afecto o impaciencia y las hacía desear poder tocar la suave piel de la otra por siempre.
Una vez esta emoción había nacido en su corazón, crecía intensamente, y se vio conducida a
tomar el control de su compañera.
No voy a alejarme de tu lado ni por un instante. Quiero estar conectada a ti para siempre.
Eres tan apreciada para mí que no te dejaré que poses tus ojos en nadie más que en mí.
Bendecida con talento y normalmente capaz de controlarlo todo, era la primera vez en la
vida de Shizuma que no podía controlar sus emociones, como un caballo galopando desbocado. En
algún punto, Shizuma se había abandonado a los sentimientos.
Una vez se convirtió en una estudiante de los cursos superiores, Shizuma comenzó a
cambiar de “favorita” frecuentemente. Pensaba que se había vuelto insensible a los sentimientos
completamente. No, ella sabía que no era así. ¿En qué punto comenzó a fracasar? No importa con
quién estuviera o qué hiciera, siempre acababa viniéndose abajo.
En el fondo de su corazón, había un vacío que no podía llenar.
Podría ser a causa de ella… Por un momento, pequeñas brechas se abrieron en el corazón de
Shizuma. Cada vez que los recuerdos de ese otoño salían a la superficie, Shizuma los hundía
nuevamente y los sellaba en su interior
Ella tenía un sentimiento de que en algún lugar ahí fuera, había alguien que podría llenar ese
vacío.
*
Shizuma estaba en silencio.
La chica notó la quietud, y antes de darse cuenta levantó la cabeza. No quedaban más lágrimas ensus ojos. En su lugar había una determinada expresión.
“Lo siento, Shizuma-oneesama. Lloré delante de ti a pesar de que odias que la gente llore”.
Sus mejillas estaban llenas de lágrimas, pero de alguna manera ella consiguió sonreír.
“Shizuma-oneesama, para mí tu eres como un hermoso sueño. Como lo que siento cuando
miro a esas flores de cerezo”. Así como apuntaba al cielo, un solitario pétalo de flor de cerezo que
flotaba en el aire vino a posarse en la yema del dedo de la chica. “Estaré bien. Por favor, no te
preocupes. Sólo haber tenido el honor de ser la compañera de alguien como tú fue un sueño para mí,Shizuma-oneesama. Gracias por permitirme vivir mi sueño- siento como si pudiera morir feliz
ahora mismo”.
La chica amablemente besó el pétalo y sonrió. “He sido tan feliz, este mes que he pasado
contigo, Shizuma-oneesama. Es suficiente para mí. Estoy tan feliz- casi tan feliz como alguien
como yo puede ser”. Su voz tembló hacia el final de su pequeño discurso. Fiuuu. El viento era frío
al rozar sus llorosas mejillas.
“Gracias. Eres una buena chica”. Shizuma no podía contenerse más. Una última vez. Ella
cogió las mojadas mejillas de la chica suavemente en sus manos y la miró fijamente a la cara. La
imagen de la cara de Shizuma reflejada en las pupilas de la chica, sus ojos grandes se hicieron más
y más grandes. Pronto lo único reflejado eran los ojos de Shizuma. La otra chica lentamente cerró
sus ojos.
Las dos figuras que flotaban en la nube color de cerezo en flor, se volvieron una.
Susurro.
Primero largo, se pudo oír el crujido de la falda de Shizuma.
“Por favor, ve antes que yo, Oneesama”.
Shizuma miró la cara de la chica con preocupación. Con sus manos cruzadas en su pecho, la
chica cerró sus ojos y aceptó el escrutinio de Shizuma.
“Me gustaría quedarme un poco más y mirar a los cerezos en flor. Los usaré para ayudarme
a recordar a mi querida Shizuma-oneesama”. Lentamente abrió los ojos y soltó una brillante sonrisa.
“Este es nuestro último adiós. Pero por favor, no te preocupes Shizuma-oneesama. A partir de
mañana, volveré a ser una alumna normal de los cursos inferiores. Esto es, al final lo que quería-”
Una sola lágrima calló de los ojos de la chica. “Mis recuerdos…los recuerdos de mi corazón…a
pesar de que pierda todo lo demás, siempre los llevaré conmigo. ¿No te importa, verdad? Los
atesoraré el resto de mi vida.”
Sintiendo una leve punzada de dolor en el pecho, Shizuma la sonrió. “Sí, por supuesto”.
Entonces le dio la espalda a la otra chica y sin mirar atrás, la dejó sola en la colina.
“Mi amada, tu siempre serás mi única pequeña margarita”.
Swssshh. La brisa se volvió más fuerte y el alud (snowstorm) de flores de cerezo cubrió a
Shizuma de la vista de la chica según se alejaba.
La vista de las flores de cerezo esparcidas lo hacían parecer todo más hermoso.
Sólo durarán una semana.
Centelleo centelleo.
A lo largo de la valla del pálido y seco camino, ramilletes de blancas coronas de la doble brida [1]
volaban alrededor. La luz del sol los atravesaba, haciéndoles parecer que brillaban.
“Wooow, ¡qué flores más bonitas!” Al mismo tiempo que la chica gritaba de alegría, alargó
la mano para coger uno de los jóvenes arbustos de coronas de la doble brida que había plantados amlo largo de la valla.
Las ramas florecidas, tocadas por los delicados dedos de la chica, parecían flotar felizmente
mientras esparcían sus pequeños pétalos, los cuales se amontonaron a sus pies en el suelo.
“Es como si cayera una cálida nieve”
Swssshhh. –un pequeño remolino de viento se levantó.
Crujido crujido crujido…
Los ramos de coronas de la doble brida, se curvaron por el peso de incontables pequeñas
flores blancas, mecidas por la brisa.
Un brillante pétalo blanco cayó como nieve al suelo. La chica no tenía ni idea de que las
adorables flores tenían un nombre igualmente agradable, pero era su brillo lo mejor de esa vista.
La chica, Aoi Nagisa, que ya estaba de buen humor andando hacia su nuevo instituto, tuvo
un buen presagio. Tenía el sentimiento de que le esperaban muchas cosas divertidas. Había oído que el colegio era para chicas de clase alta, así que estaba un poco nerviosa, pero…
Sí, estoy segura de que todo irá bien.
Con un tiempo maravilloso y con alegría- así será el nuevo semestre.
Su nuevo uniforme del colegio, que se había probado por primera vez esta mañana, era muy
mono, pero también le daba un toque de madurez. Pensaba que no le quedaría bien. Ahora todos
esos temores se esfumaron porque el uniforme le quedaba estupendamente.
¿A que si?
uniforme, la imagen que tenía de ella misma le parecía completamente diferente a como era antes.
Su coleta estaba atada con más seguridad de lo usual; su brillante melena quedaba levantada
por la parte de atrás – probablemente porque puso mucha energía al atárselo.
El uniforme de una sola pieza era un vestido color gris carbón, hecho de finos y delicados hilos de
lana de gran calidad, con un forro interior en la falda de color blanco; era un vestido de estilo
clásico. El delicado cuello de encaje y el corto lazo eran del color del instituto, verde oscuro, y le
daban un estilo formal. Nagisa había comenzado a dar el estirón hace seis meses, pero con el
uniforme puesto, inesperadamente se dio cuenta de que parecía más madura.
________________________________________________________ [1] Corona de la doble brida: (double bridal wreath) También conocida como Reeves’ spirea (Spiraea cantoniensis). El nombre japonés, kodemari, significa “pequeña bola de mano”. Tiene ramilletes de pequeñas flores blancas. Es de la familia de las rosas.
Mi cara parece más infantil para alguien de quince años como yo, no puedo hacer nada
para evitarlo, pero al menos mi habitual y alegre sonrisa está tan perfecta como siempre, ¡si me lo digo yo todo!
Trató de sonreírse a si misma en el espejo- y vio una sonrisa que aún era inocente e infantil.
Una sonrisa que parecía que perteneciera a una niña que sólo conocía el sabor del dulce azúcar de
los caramelos y no sabía nada de los desengaños amorosos.
La gente siempre me dice que parezco una niña pero… Umm me pregunto si es por ¡estos
grandes ojos caídos y redondos que tengo!
Nagisa puso un dedo en cada esquina de sus ojos y trató de estirarlos un poquito. ¡Vaya, se
ve raro!
Se echó a reír, pero tenía la sensación de que el uniforme la sentaba mejor de lo que ella
creía.
Supongo que es cierto después de todo- cuando entras al instituto, creces antes de que te
des cuenta. ¡Ja ja! Nagisa, ¿no estarás siendo un poco descarada?
A pesar de que nadie la miraba, Nagisa se ruborizó frente al espejo.
Me siento capaz de todo hoy, pensó Nagisa mientras miraba la danza de brillantes ramilletes de
coronas de la doble brida a la luz del sol. Su primera vez llevando uniforme, su primera vez yendo a ese colegio- de ahora en adelante, Nagisa estará asistendo a un colegio para chicas de clase alta.
Puede que no encaje muy bien, pero aún así…
¡Estas adorables flores han venido ha saludarme! Debe significar que las chicas en este
colegio no me odiarán. Cómo podría decirlo… ¿como un regalo de Dios?
El tiempo era espléndido esta mañana, el sol brillaba, las pequeñas flores blancas eran tan
bonitas y adorables- y no sabía porqué pero por alguna razón, estaba de increíble buen humor.
Nagisa no sabía mucho sobre Dios, pero tenía el presentimiento de que aquel día tan
espléndido era un regalo de Dios para animarla. Sentía como si Dios la estuviera diciendo “¡Ánimo!
Si cometes algún error o te equivocas, te ayudaré. Así que no te preocupes por las pequeñas cosas;
¡sólo hazlo lo mejor que puedas!”
¡Así debe ser! Hoy es el primer día de clase. ¡Dios debe estar animándome! ¡Tengo el
presentimiento de que hoy van a pasar cosas buenas!
Ajustándose el cuello del vestido con delicadeza, Nagisa se dio energías. Su larga falda se
hinchaba como un paracaídas. Nerviosa, lo intentó planchar con las manos otra vez.
¡Oh no! ¡Me van a ver la ropa interior! No tengo tiempo para estar jugando a esto- ¡estaré
en problemas si llego tarde! Hoy es el primer día de clase y es importante. Me levanté temprano
para no llegar tarde, pero estaba tan nerviosa después de probarme el uniforme que me tuve que tomar una taza tras otra de té para calmarme, ¡y ahora sólo me quedan diez minutos! Tengo que darme prisa.
Cuando Nagisa se puso el tan esperado uniforme, dio un paso adelante en su vida. Era el
uniforme de la venerada academia San Miator para chicas, al que todas las chicas querrían asistir
desesperadamente.
El forro blanco del vestido flotaba a cada paso que daba Nagisa, ya que andaba dando
pequeños botes. Veía el dobladillo de su falda danzando en el aire- Nagisa no había llevado nunca
una falda tan larga como aquella- y pensó, supongo que tendré que andar como una señorita a
partir de ahora.
Así es como Nagisa comenzó el camino a la academia San Miator para chicas el día que
marcó su vida escolar.
Astraea Hill, un convento establecido allí tiempo atrás, ha servido a la madre institución de
la academia para chicas San Miator desde que se construyó el colegio.
Dos escuelas hermanas, el instituto San Spica y el colegio San Lulim para chicas se
construyeron en las zonas adyacentes. Las tres escuelas de Astraea con sus características únicas,
eran conocidas en la sociedad como colegios para chicas de élite. Lleno de exuberantes campos
verdes en primavera rebosan que se alzan desde el suelo como si quisieran atravesar el alto cielo
azul.
Shizuma miró fijamente lo alto de la colina. ¿Será capaz de llegar a casa sola? Espero que
no llore más pero…no, seguro que está llorando.
Sacudió su cabeza. El hecho de que sus relaciones nunca duraran más de un mes, no importa
con qué chica saliera, era completamente culpa de Shizuma. Ella simplemente no tenía la habilidad de preocuparse por la chica que probablemente estaba llorando por ella. Incluso ella no podría decir cuál es la raíz del problema. A pesar de que amaba a cada una de ellas…su pasión no duraba mucho.
Podría haber continuado fácilmente con la relación a pesar de que desapareciera la pasión,
pero no quiso hacer eso. No quería traicionar los honestos sentimientos de las otras chicas. No
quería herirlas.
Shizuma siempre quiso amar a su compañera tanto como su compañera la amaba a ella.
Según pensaba en todo esto, un dolor agudo la cortó el pecho de nuevo. No quiero herirla.
Quiero amar a mi compañera tanto como mi compañera me amaba a mí. ¿Pero qué hay de ella?
En algún lugar de su corazón, la pregunta la quemaba por dentro.
Sí, ¿qué hay de ella? ¿Qué pasa con la chica a la que traté de esa manera y tuve que
dejar…?¿Puede ser que me siento culpable? O puede ser...que ¿me estoy volviendo vieja para
esto?
Shizuma se forzó a reír, tratando de engañarse pensando que era una idea ridícula. De
repente sintió un poco de frío.
¿Esto es lo que significa que el tiempo se vuelve loco en primavera? El viento sopla cada
vez más fuerte.
Las blancas violetas que florecían en Astraea Hill volaron por el aire.
Tengo que apresurarme a volver a los dormitorios (Strawberry Dorms). Un poco encogida
de hombros, Shizuma bordeó la colina y caminó a lo largo del camino que comenzaba en la
dirección contraria.
Crujidos… Andaba desafiante contra el viento que a veces la zarandeaba. Al otro lado de la
colina se encontraba el dormitorio poco convencional donde vivía Shizuma.
Espero que nadie se entere de que he roto con ella, al menos por un tiempo…
Normalmente Shizuma habría ido directamente al salón. Desde el último día de las
vacaciones de primavera, seguro que estaba lleno de chicas disfrutando de té y galletas. Una gran
cantidad de admiradoras de Shizuma que prestarían atención a cada movimiento que hiciera,
estarían allí.
Por lo que la ausencia de Shizuma hoy no pasaría inadvertida.
Porque los colegios y los dormitorios tienen normas estrictas para las relaciones entre
alumnas de cursos superiores e inferiores, y Shizuma iba comenzar el último curso al principio de la primavera, sería raro para una chica de los cursos inferiores estar cerca de ella. Que Shizuma
apareciera por el salón era la una de las pocas oportunidades de que las chicas más jóvenes pudieran verla. Era casi como encontrarse con una estrella.
A pesar de que sabían que últimamente las relaciones que tenía Shizuma sólo duraban un
mes, había un número infinito de chicas que la admiraban y que querían estar a su lado. Esto era
porque todas las chicas con las que había estado decían que las había hecho más felices que
cualquier cosa en el mundo. Las hacía llorar lágrimas de alegría, y todas decían que era un recuerdo
que guardarían en su memoria y ocuparía una parte importante de su corazón por el resto de sus
vidas.
Y Shizuma utilizaba su abrumadora presencia para reinar sobre las demás chicas. Había
muchas que les encantaría tirarse a los brazos de Shizuma en un abrazo y ser sostenidas por sus
largos brazos. Ella era más digna que cualquier hombre, lista, con carácter y además guapa…e
infinitamente codiciosa, el tipo de chica que trataría de controlar a su pareja.
Esta era Shizuma, la chica que todas esperaban.
Espero que los chismes que circulan por el salón no hieran a la chica con la que acabo de
cortar.
Los sentimientos de Shizuma se volvieron un poco oscuros. De un vistazo, se miró los pies;
se había parado sin darse cuenta.
La voz de una chica la llamaba. “Perdona, ¿Éste es el camino hacia los Strawberry Dorms?”
Cuando Shizuma miró, vio a una chica que vestía el uniforme de San Miator y llevaba un
gran bolso de equipaje (bolsa de Boston).
Shizuma no la reconoció.
“¿Quién eres?”
“¡Soy una estudiante transferida de cuarto curso! Voy a empezar hoy a vivir en los
dormitorios.”
Shizuma la miró de arriba abajo. Je je. Tiene una bonita coleta. Bien, bien, parece que
tenemos a otra chica súper-alegre para añadir al montón.
Atraída por la luz de la brillante sonrisa de la chica, Shizuma se vio sonriendo de oreja a
oreja.
Ah, si voy a los Strawberry Dorms con esta chica, quizás les distraeré de crear otros
rumores sobre mí. Porque una vez que alguien oye algo, salta a la noticia inmediatamente.
Shizuma quedó un tanto aliviada, “Estaré encantada de guiarte hasta allí. Por favor,
acompáñame”.
Shizuma elegantemente extendió su preciosa y blanca mano, como si la invitara a bailar.
_____________________________________________________
Gracias a : Yuridream.blogspot.com singleyuri@gmail.com Por traducir el primer capitulo!
La chica notó la quietud, y antes de darse cuenta levantó la cabeza. No quedaban más lágrimas ensus ojos. En su lugar había una determinada expresión.
“Lo siento, Shizuma-oneesama. Lloré delante de ti a pesar de que odias que la gente llore”.
Sus mejillas estaban llenas de lágrimas, pero de alguna manera ella consiguió sonreír.
“Shizuma-oneesama, para mí tu eres como un hermoso sueño. Como lo que siento cuando
miro a esas flores de cerezo”. Así como apuntaba al cielo, un solitario pétalo de flor de cerezo que
flotaba en el aire vino a posarse en la yema del dedo de la chica. “Estaré bien. Por favor, no te
preocupes. Sólo haber tenido el honor de ser la compañera de alguien como tú fue un sueño para mí,Shizuma-oneesama. Gracias por permitirme vivir mi sueño- siento como si pudiera morir feliz
ahora mismo”.
La chica amablemente besó el pétalo y sonrió. “He sido tan feliz, este mes que he pasado
contigo, Shizuma-oneesama. Es suficiente para mí. Estoy tan feliz- casi tan feliz como alguien
como yo puede ser”. Su voz tembló hacia el final de su pequeño discurso. Fiuuu. El viento era frío
al rozar sus llorosas mejillas.
“Gracias. Eres una buena chica”. Shizuma no podía contenerse más. Una última vez. Ella
cogió las mojadas mejillas de la chica suavemente en sus manos y la miró fijamente a la cara. La
imagen de la cara de Shizuma reflejada en las pupilas de la chica, sus ojos grandes se hicieron más
y más grandes. Pronto lo único reflejado eran los ojos de Shizuma. La otra chica lentamente cerró
sus ojos.
Las dos figuras que flotaban en la nube color de cerezo en flor, se volvieron una.
Susurro.
Primero largo, se pudo oír el crujido de la falda de Shizuma.
“Por favor, ve antes que yo, Oneesama”.
Shizuma miró la cara de la chica con preocupación. Con sus manos cruzadas en su pecho, la
chica cerró sus ojos y aceptó el escrutinio de Shizuma.
“Me gustaría quedarme un poco más y mirar a los cerezos en flor. Los usaré para ayudarme
a recordar a mi querida Shizuma-oneesama”. Lentamente abrió los ojos y soltó una brillante sonrisa.
“Este es nuestro último adiós. Pero por favor, no te preocupes Shizuma-oneesama. A partir de
mañana, volveré a ser una alumna normal de los cursos inferiores. Esto es, al final lo que quería-”
Una sola lágrima calló de los ojos de la chica. “Mis recuerdos…los recuerdos de mi corazón…a
pesar de que pierda todo lo demás, siempre los llevaré conmigo. ¿No te importa, verdad? Los
atesoraré el resto de mi vida.”
Sintiendo una leve punzada de dolor en el pecho, Shizuma la sonrió. “Sí, por supuesto”.
Entonces le dio la espalda a la otra chica y sin mirar atrás, la dejó sola en la colina.
“Mi amada, tu siempre serás mi única pequeña margarita”.
Swssshh. La brisa se volvió más fuerte y el alud (snowstorm) de flores de cerezo cubrió a
Shizuma de la vista de la chica según se alejaba.
La vista de las flores de cerezo esparcidas lo hacían parecer todo más hermoso.
Sólo durarán una semana.
*
Centelleo centelleo.
A lo largo de la valla del pálido y seco camino, ramilletes de blancas coronas de la doble brida [1]
volaban alrededor. La luz del sol los atravesaba, haciéndoles parecer que brillaban.
“Wooow, ¡qué flores más bonitas!” Al mismo tiempo que la chica gritaba de alegría, alargó
la mano para coger uno de los jóvenes arbustos de coronas de la doble brida que había plantados amlo largo de la valla.
Las ramas florecidas, tocadas por los delicados dedos de la chica, parecían flotar felizmente
mientras esparcían sus pequeños pétalos, los cuales se amontonaron a sus pies en el suelo.
“Es como si cayera una cálida nieve”
Swssshhh. –un pequeño remolino de viento se levantó.
Crujido crujido crujido…
Los ramos de coronas de la doble brida, se curvaron por el peso de incontables pequeñas
flores blancas, mecidas por la brisa.
Un brillante pétalo blanco cayó como nieve al suelo. La chica no tenía ni idea de que las
adorables flores tenían un nombre igualmente agradable, pero era su brillo lo mejor de esa vista.
La chica, Aoi Nagisa, que ya estaba de buen humor andando hacia su nuevo instituto, tuvo
un buen presagio. Tenía el sentimiento de que le esperaban muchas cosas divertidas. Había oído que el colegio era para chicas de clase alta, así que estaba un poco nerviosa, pero…
Sí, estoy segura de que todo irá bien.
Con un tiempo maravilloso y con alegría- así será el nuevo semestre.
Su nuevo uniforme del colegio, que se había probado por primera vez esta mañana, era muy
mono, pero también le daba un toque de madurez. Pensaba que no le quedaría bien. Ahora todos
esos temores se esfumaron porque el uniforme le quedaba estupendamente.
¿A que si?
*
Esa mañana, cuando Nagisa estaba de pie frente al espejo viendo cómo le quedaba el nuevouniforme, la imagen que tenía de ella misma le parecía completamente diferente a como era antes.
Su coleta estaba atada con más seguridad de lo usual; su brillante melena quedaba levantada
por la parte de atrás – probablemente porque puso mucha energía al atárselo.
El uniforme de una sola pieza era un vestido color gris carbón, hecho de finos y delicados hilos de
lana de gran calidad, con un forro interior en la falda de color blanco; era un vestido de estilo
clásico. El delicado cuello de encaje y el corto lazo eran del color del instituto, verde oscuro, y le
daban un estilo formal. Nagisa había comenzado a dar el estirón hace seis meses, pero con el
uniforme puesto, inesperadamente se dio cuenta de que parecía más madura.
________________________________________________________ [1] Corona de la doble brida: (double bridal wreath) También conocida como Reeves’ spirea (Spiraea cantoniensis). El nombre japonés, kodemari, significa “pequeña bola de mano”. Tiene ramilletes de pequeñas flores blancas. Es de la familia de las rosas.
Mi cara parece más infantil para alguien de quince años como yo, no puedo hacer nada
para evitarlo, pero al menos mi habitual y alegre sonrisa está tan perfecta como siempre, ¡si me lo digo yo todo!
Trató de sonreírse a si misma en el espejo- y vio una sonrisa que aún era inocente e infantil.
Una sonrisa que parecía que perteneciera a una niña que sólo conocía el sabor del dulce azúcar de
los caramelos y no sabía nada de los desengaños amorosos.
La gente siempre me dice que parezco una niña pero… Umm me pregunto si es por ¡estos
grandes ojos caídos y redondos que tengo!
Nagisa puso un dedo en cada esquina de sus ojos y trató de estirarlos un poquito. ¡Vaya, se
ve raro!
Se echó a reír, pero tenía la sensación de que el uniforme la sentaba mejor de lo que ella
creía.
Supongo que es cierto después de todo- cuando entras al instituto, creces antes de que te
des cuenta. ¡Ja ja! Nagisa, ¿no estarás siendo un poco descarada?
A pesar de que nadie la miraba, Nagisa se ruborizó frente al espejo.
*
Me siento capaz de todo hoy, pensó Nagisa mientras miraba la danza de brillantes ramilletes de
coronas de la doble brida a la luz del sol. Su primera vez llevando uniforme, su primera vez yendo a ese colegio- de ahora en adelante, Nagisa estará asistendo a un colegio para chicas de clase alta.
Puede que no encaje muy bien, pero aún así…
¡Estas adorables flores han venido ha saludarme! Debe significar que las chicas en este
colegio no me odiarán. Cómo podría decirlo… ¿como un regalo de Dios?
El tiempo era espléndido esta mañana, el sol brillaba, las pequeñas flores blancas eran tan
bonitas y adorables- y no sabía porqué pero por alguna razón, estaba de increíble buen humor.
Nagisa no sabía mucho sobre Dios, pero tenía el presentimiento de que aquel día tan
espléndido era un regalo de Dios para animarla. Sentía como si Dios la estuviera diciendo “¡Ánimo!
Si cometes algún error o te equivocas, te ayudaré. Así que no te preocupes por las pequeñas cosas;
¡sólo hazlo lo mejor que puedas!”
¡Así debe ser! Hoy es el primer día de clase. ¡Dios debe estar animándome! ¡Tengo el
presentimiento de que hoy van a pasar cosas buenas!
Ajustándose el cuello del vestido con delicadeza, Nagisa se dio energías. Su larga falda se
hinchaba como un paracaídas. Nerviosa, lo intentó planchar con las manos otra vez.
¡Oh no! ¡Me van a ver la ropa interior! No tengo tiempo para estar jugando a esto- ¡estaré
en problemas si llego tarde! Hoy es el primer día de clase y es importante. Me levanté temprano
para no llegar tarde, pero estaba tan nerviosa después de probarme el uniforme que me tuve que tomar una taza tras otra de té para calmarme, ¡y ahora sólo me quedan diez minutos! Tengo que darme prisa.
Cuando Nagisa se puso el tan esperado uniforme, dio un paso adelante en su vida. Era el
uniforme de la venerada academia San Miator para chicas, al que todas las chicas querrían asistir
desesperadamente.
El forro blanco del vestido flotaba a cada paso que daba Nagisa, ya que andaba dando
pequeños botes. Veía el dobladillo de su falda danzando en el aire- Nagisa no había llevado nunca
una falda tan larga como aquella- y pensó, supongo que tendré que andar como una señorita a
partir de ahora.
Así es como Nagisa comenzó el camino a la academia San Miator para chicas el día que
marcó su vida escolar.
*
Cuando Shizuma llegó a los pies de la colina, se volvió y miró a la cumbre.Astraea Hill, un convento establecido allí tiempo atrás, ha servido a la madre institución de
la academia para chicas San Miator desde que se construyó el colegio.
Dos escuelas hermanas, el instituto San Spica y el colegio San Lulim para chicas se
construyeron en las zonas adyacentes. Las tres escuelas de Astraea con sus características únicas,
eran conocidas en la sociedad como colegios para chicas de élite. Lleno de exuberantes campos
verdes en primavera rebosan que se alzan desde el suelo como si quisieran atravesar el alto cielo
azul.
Shizuma miró fijamente lo alto de la colina. ¿Será capaz de llegar a casa sola? Espero que
no llore más pero…no, seguro que está llorando.
Sacudió su cabeza. El hecho de que sus relaciones nunca duraran más de un mes, no importa
con qué chica saliera, era completamente culpa de Shizuma. Ella simplemente no tenía la habilidad de preocuparse por la chica que probablemente estaba llorando por ella. Incluso ella no podría decir cuál es la raíz del problema. A pesar de que amaba a cada una de ellas…su pasión no duraba mucho.
Podría haber continuado fácilmente con la relación a pesar de que desapareciera la pasión,
pero no quiso hacer eso. No quería traicionar los honestos sentimientos de las otras chicas. No
quería herirlas.
Shizuma siempre quiso amar a su compañera tanto como su compañera la amaba a ella.
Según pensaba en todo esto, un dolor agudo la cortó el pecho de nuevo. No quiero herirla.
Quiero amar a mi compañera tanto como mi compañera me amaba a mí. ¿Pero qué hay de ella?
En algún lugar de su corazón, la pregunta la quemaba por dentro.
Sí, ¿qué hay de ella? ¿Qué pasa con la chica a la que traté de esa manera y tuve que
dejar…?¿Puede ser que me siento culpable? O puede ser...que ¿me estoy volviendo vieja para
esto?
Shizuma se forzó a reír, tratando de engañarse pensando que era una idea ridícula. De
repente sintió un poco de frío.
¿Esto es lo que significa que el tiempo se vuelve loco en primavera? El viento sopla cada
vez más fuerte.
Las blancas violetas que florecían en Astraea Hill volaron por el aire.
Tengo que apresurarme a volver a los dormitorios (Strawberry Dorms). Un poco encogida
de hombros, Shizuma bordeó la colina y caminó a lo largo del camino que comenzaba en la
dirección contraria.
Crujidos… Andaba desafiante contra el viento que a veces la zarandeaba. Al otro lado de la
colina se encontraba el dormitorio poco convencional donde vivía Shizuma.
Espero que nadie se entere de que he roto con ella, al menos por un tiempo…
Normalmente Shizuma habría ido directamente al salón. Desde el último día de las
vacaciones de primavera, seguro que estaba lleno de chicas disfrutando de té y galletas. Una gran
cantidad de admiradoras de Shizuma que prestarían atención a cada movimiento que hiciera,
estarían allí.
Por lo que la ausencia de Shizuma hoy no pasaría inadvertida.
Porque los colegios y los dormitorios tienen normas estrictas para las relaciones entre
alumnas de cursos superiores e inferiores, y Shizuma iba comenzar el último curso al principio de la primavera, sería raro para una chica de los cursos inferiores estar cerca de ella. Que Shizuma
apareciera por el salón era la una de las pocas oportunidades de que las chicas más jóvenes pudieran verla. Era casi como encontrarse con una estrella.
A pesar de que sabían que últimamente las relaciones que tenía Shizuma sólo duraban un
mes, había un número infinito de chicas que la admiraban y que querían estar a su lado. Esto era
porque todas las chicas con las que había estado decían que las había hecho más felices que
cualquier cosa en el mundo. Las hacía llorar lágrimas de alegría, y todas decían que era un recuerdo
que guardarían en su memoria y ocuparía una parte importante de su corazón por el resto de sus
vidas.
Y Shizuma utilizaba su abrumadora presencia para reinar sobre las demás chicas. Había
muchas que les encantaría tirarse a los brazos de Shizuma en un abrazo y ser sostenidas por sus
largos brazos. Ella era más digna que cualquier hombre, lista, con carácter y además guapa…e
infinitamente codiciosa, el tipo de chica que trataría de controlar a su pareja.
Esta era Shizuma, la chica que todas esperaban.
Espero que los chismes que circulan por el salón no hieran a la chica con la que acabo de
cortar.
Los sentimientos de Shizuma se volvieron un poco oscuros. De un vistazo, se miró los pies;
se había parado sin darse cuenta.
La voz de una chica la llamaba. “Perdona, ¿Éste es el camino hacia los Strawberry Dorms?”
Cuando Shizuma miró, vio a una chica que vestía el uniforme de San Miator y llevaba un
gran bolso de equipaje (bolsa de Boston).
Shizuma no la reconoció.
“¿Quién eres?”
“¡Soy una estudiante transferida de cuarto curso! Voy a empezar hoy a vivir en los
dormitorios.”
Shizuma la miró de arriba abajo. Je je. Tiene una bonita coleta. Bien, bien, parece que
tenemos a otra chica súper-alegre para añadir al montón.
Atraída por la luz de la brillante sonrisa de la chica, Shizuma se vio sonriendo de oreja a
oreja.
Ah, si voy a los Strawberry Dorms con esta chica, quizás les distraeré de crear otros
rumores sobre mí. Porque una vez que alguien oye algo, salta a la noticia inmediatamente.
Shizuma quedó un tanto aliviada, “Estaré encantada de guiarte hasta allí. Por favor,
acompáñame”.
Shizuma elegantemente extendió su preciosa y blanca mano, como si la invitara a bailar.
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Gracias a : Yuridream.blogspot.com singleyuri@gmail.com Por traducir el primer capitulo!
1 comentarios:
sere curioso. pero. Se vende asi en los comercios esa novela ligera; con esa cantidad de capitulos y esos dibujos que vi?; es que aca en donde vivo raramente llega algo parecido. Me gustaria que me respondieran a esa pregunta a mi correo electronico.
Elemilio7@gmail.com
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