10:04 p.m.
AYYYYYYYYYYYY Lamento mucho haber demorado tanto y no poder cumplir con subir los dos caps, pero solo pude terminar el cuarto bien bien hechecito, subire el quinto lo mas pronto posible (lo siento estoy en examenes y en cursos de mis dos universidades, si, asi es estudio en dos y mi vida es miserable). Bueno les dejo el cuarto cap (es un tanto largo, Gomen O///O)Ojala les guste y no sea mucha tirada de lata.
Ali_DP.D: No me odien buubuubuu
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Capítulo IV: K-500 Natsuki- “Ufff…… ¡al fin!....... fue un fin de semana largo……” Padre – Nina acababa de entrar a su habitación. Se había echado en la cama dejando su maleta a un costado de la cama. Se llevo un brazo a la frente y suspiró. En ese momento sintió que el corazón se le aceleraba de a pocos y llevo su otra mano al pecho – padre – murmuró – pa…pá….. – pero de repente otro rostro vino a su mente, una sonrisa despidiéndola, ese rugir automático que ya empezaba a hacérsele familiar – “¿Nat…..su……ki?.....” – Nina enrojeció y siento su rostro caliente. Solo atinó a voltear la cabeza como tratando de esconderla de alguien aunque solo estaba ella en la habitación – “No…..no puede ser…….”
- Mikoto, entra despacio, tal vez Natsuki este durmiendo….. ¿? – Mai y Mikoto regresaban a las habitaciones y al entrar encontraron la pieza a oscuras – ¿Shizuru-san se habrá ido? – Mai hablaba bajito, por si acaso.
- Mai – Mikoto también hablaba bajito, así que Mai se le acercó para escucharle mejor – que Shizuru-san y Natsuki……
- ¡Ara, Mikoto! Que imaginación la tuya – pero Mai se imaginaba los mismo (Sí, eso mismo que imaginan ustedes ahora)
Mai pasó al cuarto pero no se atrevió a encender la luz, pues la luz de la luna que entraba por la ventana mostraba la silueta de Shizuru sentada en la cama de Natsuki. Pronto pudo ver la cabeza de Natsuki. Ambas dormían. Mai sonrió como cuando uno ve a una pareja de enamorados muy felices. Mikoto caminó hacia ellas.
- Mikoto, les vas a despertar – Mikoto se paró cerca de la cama y empezó a mirar fijamente a Shizuru hasta que ella arqueó las cejas y abrió los ojos violentamente; empezó a mirar por toda la habitación hasta darse con el rostro de Mikoto quien aún le observaba.
- ¡Ohh! Mikoto, me hiciste asustar – Shizuru trató puso una mano sobre la cabeza de la pequeña y trató de incorporarse mientras sonreía, pero al momento recordó que Natsuki dormía – ohh Nat…su…ki… - dijo casi en un susurro.
- Déjame ayudarte Shizuru-san – entre las dos levantaron la cabeza de Natsuki y le acomodaron nuevamente en su cama. Natsuki ni se inmutó, dormía como un palo seco.
- Siento que hayamos tardado tanto – dijo Mai
- ¡Oh! No te preocupes – Shizuru miró su reloj. Por mucho que le pesará, tenía que irse ya – miren la hora, tengo que regresar a la universidad.
- ¡Shizuru!¡Shizuru-san! ¿Cuándo volverás a visitarnos? – Mikoto preguntó.
- Tal vez en algunos días, Mikoto-chan….. (Dirigiéndose a Mai) Por favor, hazme saber cualquier cosa de Natsuki.
- Muy bien Shizuru-san, no hay problema.
- Bien, entonces nos vemos. Adiós Mai-san, adiós Mikoto-chan – Shizuru salió de la habitación con su habitual sonrisa.
*Farmacias Iwasaka* (día siguiente)
- Así que la hija de Kuga no había fallecido en el accidente como Searrs nos hizo creer.
- Uummm, según la información que está siendo recolectada nuevamente, la hija de Kuga fue una HiMe. Obviamente vivía, sino, el carnaval no se hubiera llevado a cabo de manera natural.
- Fue por eso que Kuga quiso venderla ¿no?
- Sí, así es. Lo dice en el nuevo expediente.
- Bueno, el resto lo conocemos………… - el presidente se vio interrumpido por varias voces…..
- Traidora…
- Merecía morir…
- Vaya, vaya ¿Qué alboroto es este? – un hombre fuera de la reunión interrumpió. Entró lentamente y se dirigió a una silla que estaba al lado del presidente. Todos muy callados lo siguieron con la mirada. El hombre se sentó – Siento llegar tarde.
- Recién comenzamos…. Serguey – el presidente, extendió una hoja que Serguey Wong tomó. Era una foto, una foto de una chica, al lado de una moto caída, que se sacaba el casco………Natsuki.
- Bueno, bueno……… Que piensan hacer con la chica……
- No pensábamos hacer nada, pero al parecer, su madre le dejó algo que nos interesa.
- ¿Y qué es?
- Muy buena pregunta. Pero no lo sabemos. Solo sabemos que es un objeto pequeño, parte de investigaciones de la Dra. Kuga. Por lo tanto, dicho objeto es nuestro.
- Mandaremos a buscar por en ella en cuanto terminemos de buscar en Searrs y el primer distrito.
- Mmmmmmm…eso llevará meses ¿verdad?…… - Serguey seguía mirando la foto, había visto a la chica antes….. pero ¿dónde?....... De improvisto una imagen vino a su cabeza, ¿Cómo no lo vio antes……?
- (FLASH BACK)…. Padre, ella es Natsuki Kuga.
Fue ahí donde Serguey abrió los ojos como platos, pero nadie lo notó. Esa chica era amiga de su hija… Esa chica desaliñada que conoció hace unos días… recordó cuando estaba descargando la información el día anterior……
- “Saeki…… ella…… ¿ella es tu hija?”
Natsuki se despertó temprano. Se levantó y pudo ver el cielo que comenzaba a encenderse de azul. Giró la cabeza y vio a Mikoto abrazada como un koala a la cintura de Mai. Sonrió y pensó: “ese par…”. Tocó su frente. Aunque aún tenía fiebre, había disminuido bastante. Se levantó y empezó a caminar por la habitación. Se sentó a los pies de su cama y sintió la pequeña caja que había ahí cerca. Había olvidado por completo revisarla. Se dio una palmadita en la frente y tomó la caja. Rasgó el papel y un papelito doblado blanco cayó al suelo. Natsuki lo recogió y desdobló. Era una carta de Sakomizu-sensei.
“Natsuki:
Tal vez con está carta no comprendas mucho, pero lo que hay en el paquete es algo de sumo valor. Úsalo cuando lo consideres necesario y no dejes que nadie te lo arrebate. Tu madre lo dejó para ti, para cuando crecieras. Siempre pensó que en algún momento te sería de utilidad.
Sakomizu-sensei
P.D.: La combinación es 27-53-28-24-01”. Sakomizu-sensei tenía razón, Natsuki no comprendió nada, excepto: “Tu madre lo dejó para ti…”. De todas maneras no comprendería si no terminaba de abrir el paquete.
Dejó la carta a un lado y terminó de rasgar y encontró una caja de cartón. Abrió la caja y encontró mucho algodón y espuma. Metió una mano y pudo sentir una caja más pequeña, metálica. La sacó y apartó la caja de cartón. Puso esa cajita metálica sobre sus piernas y la miró fijamente. En el frente había diez recuadros pequeños, todos tenían el número cero. Natsuki empezó a buscar la carta de Sakomizu y volvió a ver la combinación. Cuando al fin estuvo completa la caja se abrió revelando Tres piezas extrañas. Una era un tanto más grande que las otras dos que eran iguales. Natsuki les observó por un momento y pudo distinguir que la pieza más grande era una pistola, una pistola de cañón corto (como sus dos pistolas elemento); y las piezas pequeñas eran dos cartuchos. Tomó el arma y quedó por un momento hipnotizada con el brillo.
- “¿Un arma……? – Natsuki giró la cabeza de nuevo para ver que Mai ni Mikoto hubieran despertado. Seguían dormidas.
Natsuki se dispuso a guardar el arma de nuevo, pero cuando la acomodaba, vio que debajo había otro papel. Era un sobre de color crema, se veía algo envejecido. Natsuki lo volteó y pudo leer “Para mi Natsuki”. Ella, aunque poco podía recordar, pudo reconocer la fina letra dibujada por el puño de su madre. Natsuki sintió una mezcla de emociones……… Le dio vuelta nuevamente y la abrió. Sacó la hoja de papel, la desdobló. Decía:
“Querida hija:
Si estás leyendo esta carta, significa que yo ya no estoy presente. Ya debes estar grande. Espero, hagas algo más provechoso por el mundo de lo que yo hice, probablemente tus asombrosos poderes te ayuden en eso. Lo que tienes en tus manos es un arma exclusiva para tu uso y fue desarrollada a partir de ti, de lo que eres. Nunca entendí porque el destino de una HiMe debe ser siempre trágico, por eso te ruego protégete con esto que te entrego. El arma viene con dos cartuchos, de 500 balas cada una, pues funcionan y se cargan con luz. Asegúrate siempre tenerlas cargadas y tus balas serán inagotables. No tengo nada más que decirte sobre el arma, pues yo misma no sé más.
Hija mía, te ruego, perdones a tu madre. Ya debes saber de lo que hice e imaginó cuanto mal esto te causará. Pero siempre te quise proteger, solo que soy muy débil.
Natsuki, espero comprendas. Siempre te amé, con mi vida y como solo una madre puede amar a su hija. Ten valor.
Tu madre
Saeki Kuga”Natsuki terminó de leer con lágrimas en los ojos. Estaba llena de rabia, frustración y odio. Apretó los dientes y los puños con los bordes de la carta en ellos. Sintió que explotaría……
- Maldita……mentirosa……… - Natsuki hablaba por lo bajó, se sentía tan llena de dolor. Empezó a revivir esa noche en la cual tuvo una conversación con John Smith. Ya enterarse que su madre la había vendido era muy malo, pero la carta terminó por destrozarle la cordura – como……. ¿Cómo puede……decir que me amó? – Natsuki no sabía como usar el arma, pero quería explicaciones ya. Tomó el arma y los cartuchos, colocó uno en la pistola y guardó la caja. Iría a buscar a Sakomizu-sensei a su casa, tenía muchas preguntas y poco tiempo. De pronto recordó que su moto seguía averiada. Tomó su móvil y marcó un número ya conocido - ¿Aló? ¿Yamada? Es Natsuki… Necesito un vehículo…
- Aohhhhh – Mai despertó con la voz de su amiga - ¿Natsuki…? Aún….aún es muy temprano, son las 5.45 de la mañan…… ¿Umm?¿A dónde vas?
- Regreso en unas horas – Natsuki salió con su traje de motociclista.
Terminó de salir del edificio y fue rumbo a la puerta de la academia. Estando ya cerca escuchó el sonido de un motor. Yamada estaba en la puerta esperándola con una moto.
- Vaya que eres rápido…
- Te ves mal... – Natsuki tenía las mejillas coloradas aún.
- Estoy bien. Después te llamó… y por favor, la 748, necesito que la repares.
- No vemos entonces – Natsuki hizo rugir la motocicleta y partió.
Natsuki iba velozmente por la carretera, sentía que la fiebre aumentaba un poco pero no le importó, incluso, aceleró más. Ya estaba cerca de la casa de Sakomizu, podía verla, pero iba tan rápido que para no pasarse giró bruscamente y las llantas chillaron. Bajó de la moto y por poco no la dejó en el suelo. Fue con paso firme hasta la puerta y tocó el timbre.
Dentro, Sakomizu-sensei se levantaba de mal humor por lo temprano que era.
- “¿Quién diablos me buscará a esta hora?”…… ¿Hummm?¿Quién es? – Encendió el intercomunicador.
- ¡Ábreme antes que tumbe la puerta!
- ¿Natsuki? – Sakomizu-sensei estaba sorprendido – es muy temprano para…
- ¡Maldición! ¡No juegues con mi paciencia ahora, Sakomizu!
- Pero ¿qué es…?
- ¡Mierda!¡Abre de una puñetera vez o destruyo la puerta!¡No dudes de que lo haré! – Sakomizu notó que iba enserio, lo mejor era no ponerla a prueba, así que abrió la puerta de inmediato.
- Natsuki ¿Por qué tanto al…? – Natsuki no le dio tiempo de terminar, le apuntó con el arma que llevaba y lo hizo retroceder hasta entrar a la casa. Una vez ahí cerró la puerta sin dejar de apuntarle. Sakomizu sintió que una gota de sudor frío resbalaba por una de sus sienes – Natsuki… no entiendo…
- Quiero toda la verdad y la quiero ahora – Los ojos verdes de Natsuki brillaban de una rabia única, Sakomizu jamás le había visto así.
- Esa pistola es…
- Es el maldito juguete que me hiciste llegar – Natsuki tiró las cartas a los pies del hombre - ¿Por qué ahora…? Quiero que me digas todo lo que sepas.
- Pero no hay nada que no te haya explicado ya, Nat… - Natsuki perdió la paciencia y sujetó a Sakomizu por el cuello de la bata y apuntó el arma a la cabeza… El rostro de Natsuki ya no solo mostraba rabia, sino también, mucho dolor y hasta algo de locura, no estaba dentro de sus cabales.
- Puedo asegurarte que no fallaré un tiró desde aquí. Ya estoy harta y por mi todos pueden irse al infierno, pero quiero respuestas…
- Natsuki… Cálmate y baja el arma.
- ¡No me pidas que me calme!¡Demonios! – Natsuki tiró el arma al suelo, pero no soltó a Sakomizu – No me importa nada, no me importa si tengo que molerte a golpes…
- Natsuki, te diré todo lo que quieras saber, pero cálmate… - Natsuki soltó a Sakomizu y recogió el arma, Se la arrojó al hombre.
- ¿Qué diablos es esto?
- ¿Ni siquiera sabías sobre el arma que estabas cargando? Bueno, está es… – Sakomizu la tomó y miró fijamente el artefacto – La K-500 Natsuki que hizo tu madre…
- Eso ya lo sé. Lo que quiero saber es como la hizo mi madre. En la carta dice que se basó en mis poderes… ¿qué fue lo que me hizo esa mujer?
- ¡No hables así!¡Tu madre te amó muchísimo! Solo, no quería que salieras lastimada… - Natsuki no dijo nada, pero se cruzó de brazos y frunció el ceño – Si hizo lo que hizo fue porque no tuvo más opción, la amenazaron con eliminarte y a ella también, si es que… si es que no te entregaba a las “Farmacias Iwasaka”… ¡Entiéndelo! – Natsuki abrió los ojos. Nunca lo pensó de esa forma, desde la noche que habló con John Smith, pensó que su madre era una traidora. También recordó la cuenta bancaria que llevaba hacia la fundación Searrs y hacia las Farmacias Iwasaka, lo había olvidado por completo.
- ¿Qué fue lo que pasó? – Natsuki estaba mucho más calmada. Habló con una voz muy suave.
- Tu madre tuvo que entregarte a condición que ella pudiera estar presente en los estudios – Natsuki no recordaba nada acerca de eso. Como mostró confusión en el rostro, Sakomizu agregó – Tu memoria fue alterada y borrada en parte, por eso no lo recuerdas, pero yo también estuve ahí y vi como sufría tu madre. Por eso creo esta arma, para ti…
- ¿Cómo…?
- En un experimento, llamaste inconscientemente a tu Child, destruiste parte del laboratorio y mataste al equipo de investigaciones. Fue el cartucho de luz junto al cartucho de plata de tu Child lo que tu madre usó de base para la K-500. Es un arma sumamente poderosa y debes manejarla con cuidado – Sakomizu miró el arma y luego a Natsuki, lo hizo con cariño y recordó algo.
*Flash Back: Laboratorios secretos “farmacias Iwasaka”*
- ¡Sujétenla a la camilla!... ¡No te metas, Kuga! – un científico hacia a un lado a la Dra. Saeki Kuga.
- ¡No pueden hacer esto!¡No tolerará un experimento más!¡Por favor!¡Tiene que parar Dr. Ichida!
- ¡Silencio, Kuga! Sabes que necesitamos resultados…
- ¡Maldición, Ichida!¡Es solo una niña!¡Ya fuimos demasiado lejos!
- ¡Cállate! – la bofetada que le cayó a Saeki fue dura - ¡Cierren el domo! – Una niña estaba encerrada en un domo de vidrio.
- ¡Desgraciado!¡no dejaré que le hagas daño a mi hija! – Ichida miró burlonamente a Saeki.
- ¿Pero no fuiste tú quien la vendió, Kuga? – Saeki saltó sobre el Dr. Ichida, pero la tomaron por los brazos y la apresaron. El presidente de la corporación había llegado a observar.
- Me sorprende que una científica como usted salga de sus cabales de esa manera y en pleno laboratorio. Dr. Ichida ¿Cómo vamos?
- Hasta ahora no hemos conseguido grandes resultados, pero solo hace falta más presión, parece que hoy será el día de un gran descubrimiento – Cuan en los cierto estaba - ¡Inviertan polaridad! Pronto empezaremos señor…
- ¡Por favor, Presidente!¡Detenga esto!¡Es un ser humano! Estoy segura que no conseguiremos nada más… - Saeki cayó de rodillas y comenzó a llorar – si continúa…… mi hija…… mi hija…… ella no soportará…….. ¡Es solo una niña!
- Como científica que es usted, Dra. Kuga, debe saber que el avance y la ciencia requieren de sacrificio. Sin sacrificio, no hay resultados ni descubrimiento – el presidente comenzó a reír a mandíbula batiente. Saeki lo miró, desconcertada, un poco ida de este mundo… ¿es que nadie tenía corazón en ese cuarto?
- La fundación Searrs no estará feliz si matamos a una…… a una…
- ¡Bah!¿A una HiME? La fundación hubiese intervenido de ser así… Dr. Ichida, comience.
- Si señor.
- Guardias, retiren a la Dra. Kuga. Lo veremos todo detrás del vidrio… Saeki… - Sakomizu era uno de los tantos hombres del primer distrito que observaban desde atrás y vio todo lo ocurrido con Saeki Kuga, a quien ya conocía algún tiempo.
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOO!¡NO LO HAGAAAAAAANNNNNNNN!¡HIJA!¡NATSUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! – muy tarde, la máquina había encendido y el domo comenzaba a llenarse de agua. Saeki podría haber jurado que Natsuki abrió los ojos por un momento.
- ¡10 000 voltios!¡Descarga! – El Dr. Ichida dio la orden y el experimento comenzó, Saeki no podía hacer nada, aunque intentaba soltarse. La niña gritó.
- ¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHGGGGGGG!
- ¡NOOOO!¡NATSUKI!
- ¡20 000 voltios!.............................. ¡30 000 voltios!
- Dr. Ichida, presión al límite, no resistirá más
- ¡50 000 voltios! – Natsuki abrió los ojos de improvisto.
- ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRR! ¡MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! – Saeki escuchó el llamado de su hija.
- ¡NATSUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! ¡NNNNNNNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –
- ¡Dr. Ichida! ¡El voltaje disminuye a gran velocidad!
- ¡¡¡¿¿¿Quéeee???!!!
- ¡40 000!¡30 000!¡20 000!............ – El Dr. Ichida se acercó a la máquina y miró horrorizado, había un virus… Solo alcanzó a decir una palabra antes de la catástrofe.
- ¡Sabotaje!
Picos de hielo empezaron a aparecer por toda la sala. En el domo de vidrio podían verse los ojos de Natsuki brillando. De improvisto, el aullido de un lobo hizo a todos girar la cabeza con espanto. Una entidad de plata apareció entre los picos de hielo… Inicio del caos: La entidad empezó a disparar por toda la sala matando a los que estaban dentro.
- ¡ESCAPEEENNNN! – las personas detrás del cristal comenzaron a salir desesperadas y en estado de pánico. Saeki intentaba entrar en la sala, Sakomizu volteó a verla.
- ¡Dra. Kuga!
- ¡Sakomizu!
- ¡Tenemos que irnos!¡Dra. Kuga!
- ¡Vete si lo deseas!¡No dejaré a mi hija dentro! – La entidad seguía disparando a los artefactos, sin control alguno.
- ¡AL SUELO! – Sakomizu tiró al suelo a Saeki.
Cuando Saeki despertó, el lugar estaba devastado, había pequeños sonidos eléctricos de cables rotos. El laboratorio era un caos. La entidad se había ido. Había muchas personas en el suelo, heridas, había cadáveres dentro de la sala, pero Natsuki no estaba en ningún sitio.
- ¿Natsuki? – Saeki intentó pararse, pero estaba herida también. Sakomizu estaba a su lado – tengo que encontrar a mi hija, no importa si tengo que arrastrarme para hacerlo.
- Dra. Kuga… - no tuvo que buscar mucho, entre los escombros vio una mano pequeña, no podía ser otra que la de Natsuki.
- ¡¿Natsuki?! – Saeki temía por la vida de su hija. Sakomizu se paró y fue corriendo a por Natsuki. Logró sacar a la niña de entre los escombros, increíblemente estaba ilesa.
*Tiempo después*
- Ahora que los laboratorios han sido construidos nuevamente, querrán volver a los experimentos, no puedo dejar que lo hagan de nuevo. Sakomizu, toma.
- ¿Qué es esto, Dra. Kuga?
- La K-500 de la que te hablé. Ahora no tengo mucho tiempo para explicarte. Debo proteger a mi hija. Te dejo esta carta. Aquí te explico que debes hacer con el paquete. Guárdalo bien y no permitas que caiga en manos de la fundación o de las farmacias Iwasaka. Debo irme, gracias por todo Sakomizu.
- Este… ¿Dra. Kuga?
- Sí…
- Buena suerte – una niña entró junto con un perro a la habitación.
- Natsuki, debemos irnos ya, estás lista.
- Sí mamá. Adiós Sakomizu…
- Adiós Natsuki… - Madre e hija se fueron. Había tormenta esa noche.
*Fin del Flash Back*
- Esa fue la última vez que vi a tu madre.
- Recuerdo esa noche… - Natsuki ladeó un poco la cabeza – esa noche fue el accidente.
- Los que provocaron el accidente fueron agentes de la corporación Iwasaka. Luego la Fundación Searrs ocultó que tú habías sobrevivido. Como el accidente salió en los medios, si la corporación te buscaba sería demasiado sospechoso. Es posible que hasta ahora no sepan que estás viva y ya lo hayan olvidado.
- Es difícil de saber…… Sakomizu ¿sabes quién ocasionó el sabotaje?
- Por lo que pude averiguar fue la fundación Searrs. No pondrían en riesgo el carnaval. Es que los intereses de Searrs y de Iwasaka son totalmente distintos.
- Ya veo… - Natsuki agachó la cabeza – Gracias, Sakomizu…
Natsuki salió y montó en la moto. Sakomizu le despidió y Natsuki arrancó la moto.
Nina salió de su cuarto a paso lento. Iba pensando en sus cosas, cuando escuchó risas y gritos en el pasillo.
- ¡Nao-chan! ¡Devuélvemela! – Mikoto saltaba y corría detrás de Nao para quitarle una pelota (¬¬). Mikoto era muy ágil, pero Nao también lo era.
- ¡Jajajajaja! ¡Ara, Mikoto! Si la quieres de vuelta tendrás que atraparme – Nao volteó un poco la cabeza y vio a Nina que estaba parada observándolas – “ella……” – Nao sonrió maliciosamente, pero fue casi imperceptible porque Mikoto le cayó encima.
- ¡Siiiiii! Le gané a Nao-chan……. – Mikoto recuperó su pelota.
- ¡Bah! – Resopló Nao – que bueno, pero…. ¡Bájate de mi espalda! – Mikoto se levantó y ayudó a incorporarse a Nao, después de todo eran amigas. Mikoto entró a clase, ese día comenzaban temprano. Nao le siguió, pero más lentamente y observó a Nina por un momento.
- ¿Qué tanto me ves, Yuuki-san?
- ¡Ara, ara! Que mal humor el tuyo – Nao giró violentamente la cabeza y entró a clase. Nina entró detrás.
- Buenos días alumnos – el profesor inició la clase. Nao se sentó detrás de Mikoto, cerca de la ventana y abrió un libro para poder jugar con el móvil. Aunque esta vez se dedicó a espiar a Nina, que estaba unos asientos más adelante.
- “Algo pretendes al estar aquí…… lo sé……… Vas tras Natsuki……… Natsuki” – Los ojos verdes de Nao estaban vigilantes.
Natsuki llegó a la academia y fue a su habitación a cambiarse. Habían pasado dos horas desde que ella se fue. Ese día las clases de Mikoto comenzaban más temprano que las de ellas, así que ya se había ido. Natsuki encontró a Mai revisando unos apuntes en el escritorio.
- ¡¿Natsuki?!........ Saliste tan….. tan así, que me preocupe. ¿Estás bien? – Mai le puso una mano en la frente para verificar fiebre. Aún tenía fiebre, pero muy poca.
- Vamos, Mai, deja de preocuparte…
- ¿Qué deje de preocuparme? ¡Ayer dijiste que un conejo te robó tu llave inglesa y quieres que deje de preocuparme!
- ¡Oh! Calma, Mai. Voy a cambiarme para ir a clases – Natsuki regresó mas feliz de lo que se fue. A Mai le sorprendió el cambió, pero le agradó.
- Bueno, vamos Natsuki – sonrió amablemente – luego te dejó en tus clases extras, tienes examen hoy…
- ¡¿Qué?! – Natsuki lo había olvidado.
Cerca del mediodía, los estudiantes salían al escuchar el timbre que indicaba el almuerzo. Nina tomó delicadamente sus cosas y salió lentamente de clase, mirando sus pies al caminar. De repente sintió un golpecito en la nuca.
- Si vas mirando el suelo te vas a caer niña – Nao estaba parada detrás de ella con las manos en la cadera y marcando el paso con el pie – Vamos, no te quedes ahí parada que no me dejas pasar……
- Déjame en paz……
- ¡Ara, ara! Solo quiero que me dejes pas…….. – Nina se hizo inmediatamente a un lado y extendió un brazo.
- Ya puedes irte…
- Vaya, pero que seria ¡jajajajaja! – Nao sacó su celular y tomó una foto de Nina, mientras esta se tapaba los ojos ante el flash – Vamos Mikoto, Mai debe estar esperándote para almorzar…… Tal vez Natsuki esté con ella también – Nina abrió los ojos al escuchar el nombre de Natsuki y Nao le miró de reojo para apreciar su obra.
Mikoto y Nao se marcharon, aunque la última no dejaba de ver a Nina marcharse por la dirección contraria – “Lo sabía” – dijo para sí.
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Bueno, espero les haya gustado. Reitero que lamento haber roto mi promesa pero el quinto se subira lo antes posible. Gracias por su amable comprension (ahorita me agarran a palos buuubuuuubuuuu)