XXVIII
La oscuridad era absoluta. Luna nueva. Las luces de la ciudad estaban extinguiéndose, aunque aun había algunas brillando solitariamente. En lo alto de la azotea estaban dos mujeres y un cuerpo…
- No te ves muy incómoda…
- ¿Debería?
- Antes lo estabas…
- Supongo que tenía unas ideas equivocadas acerca de ti
- ¿Y ahora?
- Solo se que te amo Shizuru, lo que hayas hecho o cuanta sangre hayas derramado, no es nada en comparación de lo tanto que te amo
- Yo te amo más Natsuki… pero no se que tan igual pienses… ya falta poco para el final de mi historia
- Pero donde termina, empieza la nuestra
- Es verdad